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NO LA PASAMOS BIEN

Iris Speroni*

Desde principios del siglo XXI el país vive un ciclo largo de prosperidad.

 

El viernes 2 de septiembre de 2022 autoridades de la provincia de Buenos Aires dieron una conferencia para repudiar el atentado a la vicepresidente de la Nación. Me quiero detener en las palabras de la presidente del Senado y vicegobernadora, Verónica Magario:

«…Es hora de que los dirigentes nos pongamos el saco que nos corresponde ponernos, peleemos por nuestro pueblo. Nuestro pueblo no la está pasando bien. Y hoy debemos estar abocados a eso. … Nos convocamos acá para decirle al pueblo bonaerense que…creemos que es momento de estar a la altura de las circunstancias y ponernos al lado de cada uno …».

La negrita es de mi autoría.

Antes de analizar las palabras quiero adelantar mi opinión sobre la señora vicegobernadora, en particular frente a lo que voy a decir a continuación. Fue una buena intendente (dicho desde varios kilómetros de distancia). Parece (nuevamente de lejos) una persona inteligente, sensata y una servidora pública responsable. Me atrevo a aventurar que, en todo caso, trata de hacer lo mejor que puede desde el lugar que le tocó. Por lo que no me voy a ocupar de lo que ella hace o hizo, sino de lo que el resto de la dirigencia del país hizo y hace.

Pasemos, ahora sí, a sus palabras. «Nuestro pueblo no la está pasando bien. … debemos estar abocados a eso».

Son ciertas ambas premisas. El pueblo la está pasando mal. Y es responsabilidad de las autoridades procurar el bien común, como lista el Preámbulo de la Constitución Nacional. Sus obligaciones son, entre otras:

«…consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general…».

De ninguna se ocupan.

Vamos al bienestar general. Desde principios del siglo XXI el país vive un ciclo largo de prosperidad en el que las cosas que Argentina vende son bien pagas. Los dirigentes argentinos se pasaron 50 años diciendo que nuestro país retrocedía porque los términos de intercambio eran desfavorables a nuestro país.

«Términos de intercambio desfavorables» quiere decir que lo que nosotros vendemos se paga mal y lo que nosotros compramos cuesta caro.

Desde el inicio del siglo XXI se dio vuelta la tortilla. Hace 20 años que en Argentina entra dinero con una pala mecánica (usando los términos de la señora Cristina Fernández).

En resumen, deberíamos estar nadando en prosperidad. Nada de hambre, todos con vivienda propia, todos con buenos sueldos. Los niños bien comidos, clases todos los días. Seguridad. Administración de justicia.

¿Qué pasó? Nuestra clase dominante es lo que pasó.

Tienen todo armado para que ese dinero entre y a nosotros no nos toque ni una moneda. Una parte la reparten a los políticos para que se callen la boca o sean cómplices (mayoría), o agentes activos (minoría selecta).

«La angustia, la tristeza nos envuelve», «Nuestro pueblo no la está pasando bien». Al menos lo reconoce. Bien por Magario.

¿Por qué el pueblo no la pasa bien? Porque el dinero no le alcanza. ¿Por qué no le alcanza? a) Porque los sueldos son miserables (300 DÓLARES); b) la mitad del sueldo/jubilación/beneficio social se destina a impuestos; c) hay inflación. La diferencia mensual en pérdida de poder de compra, es un impuesto que imponen los políticos: el impuesto inflacionario. (SEIS LATITAS DE ATÚN).

La comida que este mes «el pueblo» no puede comprar es la consecuencia de una decisión política, señora Magario. Voy a tratar de explicarlo. El BCRA emite pesos, lo cual provoca inflación. El sueldo o jubilación o plan social de este mes es igual al del anterior; sin embargo, por la inflación, compro menos cosas. Los bienes que no pude comprar quedan en poder del BCRA (su dinero equivalente). ¿Qué hace el BCRA con la recaudación del impuesto inflacionario? Sencillo: se lo da a los bancos.

Elaboración: Ricardo Inti Alpert en base a información del BCRA.

El BCRA le da a los bancos $ 13.570.695.625 todos los días. [El número se obtiene de sumar los intereses de LELIQ+NOTALIG por $ 11.719072.625 y los de PASES por $ 1.851.623.000]. Ese dinero se lo quita el BCRA al pueblo argentino. El mismo que según Magario siente angustia y no la está pasando bien.

¿Cómo son los mecanismos decisorios que llevan a esta gigantesca transferencia de dinero desde el pueblo a la banca? No van los banqueros casa por casa y le piden mil pesos a cada familia. Este trabajo se lo dejan a los autoridades monetarias, intermediarios entre las familias y la banca. Son quienes le sacan de caño la plata a asalariados, pensionados, jubilados, beneficiarios de planes sociales, cuentapropistas y se la dan —todos los santos días— a los bancos. Por esa tarea los políticos son muy bien remunerados. En los términos de la vicegobernadora no estarían «a la altura de las circunstancias».

¿Quiénes tienen autoridad para implementar esta transferencia de dinero y, de igual manera, cortarla de un día para otro? Formalmente, el Congreso de la Nación. Acá le hablo a Magario como autoridad del partido gobernante: El mayor bloque de diputados nacionales pertenece a la Provincia de Buenos Aires. Ni uno solo de sus miembros propuso desactivar este mecanismo de empobrecimiento. Tampoco los tres senadores nacionales por la provincia. Se ocupan de cualquier cosa menos de la «angustia… tristeza» del pueblo.

Dejemos el BCRA de lado. Acaba de asumir un nuevo equipo económico, 100% UIA, incluido el ex-presidente de la Casa, De Mendiguren. ¿Qué va a hacer el nuevo equipo? Lo de siempre. Diferentes dólares o dólar atrasado que perjudica a los productores de bienes exportables pero permite entregar los «dólares baratos» a los empresarios y/o ejecutivos de empresas multinacionales: en resumen, sus mandantes; los mismos que los pusieron en ese lugar.

No hay mejor negocio en Argentina que comprar dólares a $ 145. Mejor que traficar armas, drogas o personas. Mejor que vender órganos (ajenos). Ese dinero que le quitan a unos, se lo dan a otros. A días de asumir la UIA pidió una reunión en el ministerio para garantizar su cuota de dólares «baratos».

Nuevamente, el responsable teórico del tipo de cambio es el Congreso de la Nación. Recuerdo a los lectores que 70 diputados de los 257 representan (o deberían representar) al «angustiado, triste pueblo que no la está pasando bien» de la Provincia de Buenos Aires. Ninguno de ellos presentó una propuesta para remediar este expolio.

Algunas aclaraciones adicionales que pueden interesarle a Magario, que (creo) actúa de buena fe. La provincia de Buenos Aires es la que más exporta, un 35% del total. En el primer semestre de 2022 se exportaron 44 mil millones de dólares (INDEC). (REGIÓN PAMPEANA). A la provincia le corresponden estimativamente US$ 15.400.000.000 (dólares quince mil cuatrocientos millones). Dinero que le pertenece al pueblo de la provincia. Pero…el BCRA se quedó —de caño— con la mitad de ese dinero: unos US$ 7.700.000.000 ¡en un semestre! El BCRA le robó al pueblo bonaerense US$ 1.833.000.000 por mes. Le pregunto, señora Magario: ¿Las autoridades bonaerenses están a la altura de las circunstancias?

Y no es algo que empezó con Alberto Fernández. Hace dos décadas que la clase dominante se está quedando con el buen momento internacional sin dejar ni migajas «al pueblo que no la está pasando bien». Los últimos 20 años fueron los mejores de la historia argentina, mejores que los anteriores a la primera guerra mundial, mejor que la Argentina de posguerra que gobernó Perón: nunca disfrutamos un momento mejor. Sin embargo, la mitad del pueblo trabaja en negro, decenas de miles de empresas quebraron, el 80% de la elaboración y comercio de alimentos está en manos extranjeras (en lo que el kirchnerismo fue muy activo), 100.000 familias productoras agropecuarias fueron expulsadas de sus campos en los últimos 15 años; el kirchnerismo propició la sojización —aunque diga lo contrario—, dañó la ganadería en 10 millones de cabezas y dejó sin trabajo a decenas de miles de peones rurales, más los 18.000 trabajadores de la carne que perdieron su trabajo por el cierre de exportaciones durante los gobiernos de NK y CF.

Este ciclo de prosperidad fue aprovechado por nuestros vecinos: Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay. Mayor empleo, inversiones, mejora general del nivel de vida, sin inflación y con reservas en sus respectivos bancos centrales.

Por el contrario, kirchneristas y macristas actuaron en contra de los intereses del pueblo argentino. No en momento de crisis sino en el mejor momento del país. La crisis que menciona la vicegobernadora es enteramente facturada por la dirigencia política argentina y sus amigos capitalistas (crony capitalism); exactamente los mismos que financian las campañas electorales.

No hay ninguna razón para que estemos en crisis, angustiados y tristes excepto la incompetencia, soberbia y venalidad de nuestra clase dominante, la cual incluye, pero no se limita, a los políticos.

Lo siento, Magario. Todavía está a tiempo de desmarcarse y defender los intereses del pueblo. Después de todo, los gobernantes de Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay lo hicieron y lo hacen y ahí están: en el poder y ricos. No es tanto sacrificio, después de todo.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas relacionadas

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

300 dólares

http://restaurarg.blogspot.com/2020/11/300-dolares.html

Seis latitas de atún

http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/seis-latitas-de-atun.html

Más de lo mismo

http://restaurarg.blogspot.com/2020/08/mas-de-lo-mismo.html

Región pampeana

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/region-pampeana.html  

 

Artículo publicado el 03/09/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/09/no-la-pasamos-bien.html

 

RESTRICCIÓN INTERNA

Iris Speroni*

Los 11 años de retraso cambiario llevaron a la desindustrialización y pauperización.

En estos últimos días funcionarios de diferentes carteras desfilaron por los canales de televisión para informarle a la población que sufríamos una “restricción externa”. ¿Qué es eso?

Lo explicó la flamante ministra de economía, la Sra. Batakis, en su presentación oficial en TN TV del Grupo Clarín. Sostuvo que no se podían dilapidar divisas en turismo en el exterior porque el país las necesitaba para crecer.

¿Es verdad? ¿Es como la ministra dice? La Sra. Todesca Bocco, cuando oficiaba como vicejefe de Gabinete —actualmente vicecanciller— declamó: “Nosotros necesitamos que los dólares que obtenemos de la exportación, los tengamos disponibles para la producción de nuevos bienes”.

¿Qué es restricción externa? ¿De dónde sale? ¿Es vigente en la actualidad?

Traté el punto en numerosos artículos con diferentes ópticas. Los listo al pie.

La “RE” es un caballito de batalla del actual régimen. Se expidió sobre el punto la vicepresidente el 20 de junio. Lo trata la ministra de economía al asumir. Es la excusa que usó el gobierno de Macri para endeudarnos. Cito al pie un informe del BCRA en el mismo tenor.

Amerita que veamos de qué se trata; qué hay de verdad y cuánto de mito. Y, como en cualquier novela criminal norteamericana, averiguar quién se beneficia.

Se denomina “restricción externa” a la falta de divisas para poder pagar las importaciones o hacer frente a las obligaciones de deuda en moneda extranjera.

¿Cuándo un país no tiene divisas?
  • Cuando importa más que lo que exporta. Se denomina balanza comercial negativa. Las soluciones son: a) importar menos (por cualquier criterio que se elija), b) tomar deuda en moneda extranjera y usarla para pagar esas importaciones (una variante de esto es comprar importaciones en cuotas; ejemplo: los cuatro submarinos que compró Argentina a Alemania durante la dictadura militar).
  • Cuando el servicio a la deuda (capital y/o intereses) es superior al saldo de balanza comercial. Si los excedentes de las exportaciones sobre las importaciones son menores que los vencimientos a pagar, las divisas no alcanzan para hacerles frente. En ese caso las opciones son: a) usar dinero de las reservas para pagar (si hay), b) tomar deuda nueva para cancelar la vieja (novación), c) dejar de pagar, d) reducir las importaciones o aumentar las exportaciones para incrementar el saldo comercial y así tener las divisas necesarias.

Personalmente creo que hay una solución mucho más simple que las aplicadas por los gobiernos desde 1955 a la fecha: dejar que quienes quieran importar compren los dólares a quienes exportan. Si se quiere importar mucho, sube el precio de la divisa y van a comprar menos cosas (por ejemplo: carne de cerdo brasileña), si se exporta mucho y se importa poco, bajará el peso de la divisa y se podrán importar más cosas. Fácil. En cuanto a los vencimientos de la deuda, el estado debe comprar dólares con el superávit fiscal. De esa manera no imprime pesos para comprar dólares y no genera inflación. La compra de dólares por parte del estado aumenta la demanda y por lo tanto sube el precio de la divisa, lo que hará caer importaciones, hasta que se importe lo que dé el cuero. En cuanto al turismo, es una importación, como comprar carne de cerdo o shampoo a Brasil. Si sube mucho el dólar, viajan menos personas a Miami y viceversa. Fácil. La pregunta es por qué una regla tan sencilla no se aplica. Regla número dos: nunca endeudar al estado nacional, provincial o municipal en moneda extranjera.

“Necesitamos los dólares para crecer”

Es un “relato” repetido por todos los funcionarios públicos.

No es algo nuevo. Es la enseñanza básica y dura en todas las facultades de economía de la Argentina, tanto las públicas como algunas privadas (UTDT). Adhieren a esta religión el 90% de los economistas argentinos. Es la ideología hegemónica de todos los partidos políticos: UCR, FdT, PRO, FIT, partidos pequeños, Instituto Patria, el que elijan.

Es un discurso que inventó Prebisch, la CEPAL (y otros). Está vigente desde 1955 a la fecha, a pesar de que actualmente sea un marco conceptual que no sirve para explicar la realidad. (Ya explicaré por qué).

Raúl Prebisch (héroe e ídolo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA) fue Secretario de Hacienda del gobierno de facto de 1930, GG del BCRA en 1935, diseñó el plan económico del gobierno de facto de 1955. Fue   secretario general de la CEPAL 1950-1963 y Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo a partir de 1963 hasta su retiro.

Raúl Prebisch

Lo más curioso es que las recomendaciones de la CEPAL —siempre fallidas— son tomadas por todos los economistas que se consideran “de izquierda” o “nacionalistas”. La CEPAL es un satélite de las numerosas organizaciones internacionales piloteadas por los EEUU. Pero son zurdos fashion.

¿De qué hablan?

A mediados de la década del ‘50 Europa Occidental comienza su plan de autoprovisionarse de alimentos y dejar de comprarle a los países que le habían dado de comer durante la guerra y la posguerra, con implicancias varias. Una de ellas es que la segunda mitad del siglo XX se caracterizó por la caída de los precios de las materias primas. Alimentos, pero también cobre, petróleo, zinc, etc. La CEPAL denominó a este fenómeno deterioro de los términos de intercambio, lo que hacía que los países del tercer mundo pagaran caro lo que debían comprar y cobraran poco lo que exportaban.

Todos los gobiernos de los países del tercer mundo, nosotros incluidos, hicimos lo que pudimos para salir de esa trampa. Una de las soluciones fue replicar en forma especular las restricciones europeas; esto es autoabastecernos de productos industriales.

¿Qué quiso decir la ministra Batakis?

¿Qué quiso decir la ministra con que el turismo de argentinos en el exterior impedía el crecimiento del país? Lo que dice es que si gasto los pocos dólares que tengo en viajar no los puedo usar para comprar insumos industriales y la falta de los mismos frena el crecimiento de la Argentina. Y que cuanto más crezco, más insumos necesito.

¿Hay algo de verdad en su afirmación?

No.

En primer lugar desde el 2003 Argentina es beneficiaria de una mejora de los términos de intercambio. Esto quiere decir que lo que nuestro país vende y puede vender tiene mejores precios que las cosas que tenemos que comprar. Intente explicar algo tan sencillo a cualquier diputado. Esa supuesta “maldición” (retraso de los precios de lo que Argentina vende) terminó con el siglo XX. No es más así. Somos buenos en producir lo que el mundo demanda. Nuestros políticos atrasan el almanaque al menos 25 años.

En segundo lugar Argentina en los últimos 29 meses tuvo un superávit comercial de US$ 30.400 millones. Les dejo los cuadros para que vean la situación mes a mes.

Saldo positivo exportaciones – importaciones enero-mayo 2022: US$ 3.196 millones.

Saldo positivo exportaciones – importaciones enero-diciembre 2021: US$ 14.751 millones.

Saldo positivo exportaciones – importaciones enero-diciembre 2020: US$ 12.528 millones.

Fuente: INDEC

Saldo comercial (exportaciones menos importaciones)

  • Enero-diciembre 2020:                               US$ 12.528 millones
  • Enero-diciembre 2021:                               US$ 14.751 millones
  • Enero-mayo 2022:                                    US$   3.196 millones
  • Saldo últimos 29 meses:                          U S$ 30.485 millones

¿Entonces cómo pueden aseverar que faltan dólares?

Ni siquiera la necesidad de importar combustibles rompe nuestra condición de superavitarios. Deberíamos estar apilando reservas en el Banco Central día tras día. Como hace Brasil. No lo hacemos porque se la roban. Así de simple.

No sólo eso. Argentina tiene un tipo de cambio atrasado desde el inicio del segundo mandato de Cristina Fernández en el 2011. Esto provoca varias consecuencias. a) Hacer turismo en el exterior es barato, lo que incentiva a que sectores medios, base electoral tanto de FdT como de JxC, viajen con gastos subsidiados por el resto de los argentinos; particularmente por parte de empleados públicos jerárquicos y/o nomenklatura. b) Estimula importaciones en reemplazo desleal de producción local. c) Saca de mercado a algunas exportaciones

En resumen: el tipo de cambio atrasado provoca:

    • Que se exporte mucho menos que lo que se podría exportar (porque hace no redituables determinadas producciones industriales, de servicios y agropecuarias)
    • Se importe más de lo que se debería importar (porque se hacen artificialmente baratos servicios y productos e invita a compras superfluas).
    • Da oportunidades de fraude tanto en sobrefacturación de importaciones como en subfacturación de exportaciones. Ejemplo: actores, programadores de sistemas o periodistas corresponsales facturan desde el exterior para evitar que el estado se apropie del 50% de su trabajo al comprar sus euros o dólares a mitad de precio.
    • Invita a ahorrar en dólares, porque el artículo más barato resulta ser el dólar.

Los 11 años de retraso cambiario sumados a decisiones de política exterior (integrar el Mercosur) llevan a la desindustrialización y pauperización.

Contrariamente a lo que sostienen las autoridades, esta política de manejo del mercado de cambios, que repito, ha sido sostenida desde el 2011 a la fecha, con gobiernos de distinto signo, desindustrializa y no industrializa. No hace crecer. Se comprueba fácilmente por la caída sostenida del PBI y de la industrialización del país por más de una década.

Por último, si usaran los dólares para crecer, como alegan, ¿Por qué no crecimos? En los últimos 29 meses tuvimos un amplio superávit comercial. ¿Usaron esos US$ 30.400 millones para que la Argentina crezca? No.

¿Por qué lo hacen?

Todo esto, ¿no lo saben? Algunos, que no tienen pensamiento independiente, puede ser que no. Pero la mayoría de mis colegas lo sabe a la perfección. Ciertamente todos los funcionarios públicos que han manejado los ministerios de Economía, Finanzas, Producción y el BCRA.

El régimen sigue porque muchos se benefician. Desde hace décadas. El proyecto actual del gobierno (y del anterior, y del anterior, …, y del anterior) se denomina “vivamos todos del campo”. Las únicas discusiones son por el quantum. Cuánto para vos, cuánto para mí.

Este botín se divide entre funcionarios públicos (canuto, prebendas, departamentos en Miami), la UIA (sólo algunos), ADEFA, ADEBA, receptores de subsidios a la energía y al transporte, proveedores del Estado varios, algunos sindicalistas, algunos líderes de beneficiarios de planes sociales, algunas monedas para asociaciones civiles y fundaciones (ej.: las que se dedican a los DDHH o ecología). Ver EQUILIBRIO INESTABLE.

Por ejemplo: ahora la vicepresidente se pelea con el Movimiento Evita. Es por el quantum. La vicepresidente se quejó de la liberalidad para autorizar importaciones por parte del ministro de producción (20/06/2022). ¿Se enoja porque no llegó la parte?

El proyecto del actual gobierno es claro, lo dijo el presidente el día que asumió: dinero para obra pública (contratistas del estado y funcionarios), farmacéuticas, subsidios a las petroleras, subsidios a la terminales extranjeras automotrices, exenciones impositivas a las mineras, la economía social (eufemismo por tener a la mitad de los trabajadores en negro). ¿Quién paga eso? Los productores agropecuarios. Lo dijo bien clarito. Agrego yo, los trabajadores formales y los jubilados, ambos grupos ignorados en el discurso.

Ningún político: Manes, Patricia Bullrich, Wado de Pedro, Aníbal Fernández, Lousteau, Ocaña, Massa, Máximo Kirchner, Macri, Larreta, Agustín Rossi, Taiana, el que quieran, pone en duda el proyecto, que se denomina “vivamos todos del campo”.

¿Por qué? Porque a ellos les va bien. Los muy ricos han sacado a sus hijos de la Argentina. El sistema se autoalimenta con el botín. Todos esos grupos beneficiarios enumerados aportan mucho dinero en financiar carreras de políticos y carreras académicas en facultades y en “centros de estudios”, “institutos”, etc., en la prensa, tanto para defender sus intereses como para promover actuales o futuros políticos. EQUILIBRIO INESTABLE. A todos ellos les va bien mientras al país (ese contrato intergeneracional que se denomina Argentina) le roban el presente y el futuro.

Con esto logran que tengan a “su” gente en los lugares claves cuando la necesitan. Otro ejemplo más: esta semana están discutiendo en la cámara baja otro proyecto más para privilegiar a la industria automotriz. Con el relato de siempre: cantidad de gente empleada, movimiento de la economía, etc. Cuando todos sabemos que es un cáncer, que ese dinero es mejor aplicado en desarrollar los FFCC y que el déficit comercial automotriz con Brasil es nefasto. Pero no van a escuchar un solo periodista ni un solo político hablar mal de ADEFA o alguno de sus miembros. ¿Por qué? Porque ponen plata cuando tienen que ponerla. Lo mismo se puede decir de los bancos, cuando hoy el mayor gasto estatal son los intereses de las LELIQs.

Estas personas y estos grupos son nuestra restricción interna.

Quienes estamos indefensos, ya sabemos qué tenemos que hacer.

Hoy la República Argentina es inestable no por los que pierden, sino, paradójicamente, por quienes ganan.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas relacionadas

Vamos de paseo en un auto feo

http://restaurarg.blogspot.com/2022/03/vamos-de-paseo-en-un-auto-feo.html

El superávit 2003-2019 del balance comercial de bienes fue de U$D 233,5 mil millones. En ese lapso la industria automotriz nos consumió un déficit de más de U$D 75 mil millones. ¿Dónde nace el amor?

Las autoridades argentinas sostienen que en Argentina faltan dólares. A esa supuesta situación la llaman pomposamente “restricción externa”.

La usan para justificar por qué el país cada día está peor, los sueldos son cada vez más miserables y todo se cae a pedazos. La justificación sería más o menos así: “si tuviéramos dólares – que no tenemos por la ‘restricción externa’ – invertiríamos en infraestructura, fábricas, obras públicas y privadas, seríamos prósperos y felices; lamentablemente, como no tenemos dólares, somos pobres o mejor dicho, ustedes los comunes son pobres”. (*) 

Son parte del problema

http://restaurarg.blogspot.com/2021/08/son-parte-del-problema.html

Un tipo de cambio retrasado significa que el gobierno subsidia las importaciones frente a la producción local

Recoger el guante

http://restaurarg.blogspot.com/2021/07/recoger-el-guante.html

El actual régimen no va a generar las condiciones para que haya una economía en crecimiento, con trabajo formal, buenos salarios y seguridad social. Por varias razones: 1) no está dentro de sus objetivos sino todo lo contrario, […]; 2) porque la reducción de la economía y en particular de la economía formal es una restricción externa que nuestros interventores prolijamente instrumentan, 3) es un gran negocio, 4) la precarización laboral, la desocupación y la red de seguridad social son un caballito de batalla de los organismos internacionales para con los países con pasado industrial y con cultura sindical.

Mis dólares, tus dólares, nuestros dólares

http://restaurarg.blogspot.com/2022/06/mis-dolares-tus-dolares-nuestros-dolares.html

Mis dólares

http://restaurarg.blogspot.com/2020/09/mis-dolares.html

Riñas

http://restaurarg.blogspot.com/2021/09/rinas.html

Cristina Fernández explica cómo entiende que funciona el tipo de cambio. Sus ideas son relevantes porque reflejan la ideología predominante en la mayoría de legisladores, políticos, funcionarios y economistas.

Los dólares vienen y se van

http://restaurarg.blogspot.com/2022/02/los-dolares-vienen-y-se-van.html

Ejemplo: informe BCRA “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, página 4 [3.3.]:

“En una economía que históricamente encuentra en la restricción externa (esto es, la insuficiencia crónica de divisas) uno de los principales límites al desarrollo, los más de USD 86 mil millones que se fugaron en concepto de formación de activos externos tienen su equivalencia en términos de menor crecimiento e inversión, mayor desempleo y deterioro en la distribución del ingreso”. [La negrita me pertenece].

Según las autoridades (de este gobierno y del anterior, del anterior del anterior y los previos) necesitamos dólares “para crecer”, por lo cual el gobierno o se apoderan de los dólares de los particulares o bien endeudan al país para que “haya dólares”. En realidad, quieren tener dólares en el BCRA para poder manipular el tipo de cambio a la baja (poner al dólar artificialmente bajo). Esto se logra si la oferta es mayor que la demanda. Los gobiernos del SXXI lo han intentado con todos los mecanismos posibles. Ej: restringir la compra de dólares (para que caiga la demanda), obligar a vender dólares, o endeudarnos con el exterior para “quemar” los dólares en el mercado (lo hizo Cristina Fernández al final de su segundo mandato y Mauricio Macri). De hecho la política cambiaria es una sola desde el segundo gobierno de C. Fernández a hoy. No por coincidencia sino por causalidad, la economía argentina no crece desde que se ha convertido en política de estado mantener el dólar artificialmente bajo.

El discurso oficial de las autoridades monetarias y económicas es que hay que tener dólares “baratos” para controlar el precio de los productos domésticos, en particular de alimentos y así “controlar” la inflación. Es mentira. ¿Por qué mienten? ¿Por qué quieren un dólar barato si no es para controlar el precio del pan y del kilo de pollo? Fácil: para comprar ellos dólares baratos. El costo de la canasta familiar es sólo una pantalla. ¿Quiénes son ellos? Los gobernantes, porque el canuto lo tienen en dólares o euros, y los amigos del poder, para comprar dólares baratos y sacarlos de la circulación de la economía argentina. Comprar dólares a mitad de precio es el mejor negocio que hay hoy en Argentina, que hace irrelevante cualquier otra actividad económica. Mejor que traficar drogas, personas o armas. 

Vivamos todos del campo

http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/vivamos-todos-del-campo.html

 

Artículo publicado originalmente el 09/07/2022 en Restaurar.org,  https://restaurarg.blogspot.com/2022/07/restriccion-interna.html

ES LO QUE DAN

Iris Speroni*

 

– ¡Observen nuestra nueva ronda de sanciones!

– no más gas.

– más migrantes.

– acabemos con la carne.

– sin géneros.

– energía verde.

– impuesto al carbón.

– cuarta dosis.

– sin propiedad.

– ¿Estás seguro que esto nos ayudará a derrotar a los rusos?

– ¿Rusos?

*Posteado por William Cacusso https://twitter.com/williamcacusso/status/1519345795941687296

 

El viernes 29 de abril de este año escuché con atención al Sr. Jorge Castro en su intervención en el programa Industria Verde bajo la conducción del Ing. Huergo.

No es de extrañar que coincidiera con el expositor toda vez que varias de mis notas y mis dichos han sido inspirados y desarrollados a partir de los libros “Perón y la globalización” y “La visión estratégica de Juan Domingo Perón” de autoría del Sr. Jorge Castro [1].

Vamos a los conceptos vertidos. Señaló que gran parte de la riqueza del país es generada por el sector agropecuario y complementariamente por la industrialización de dichos productos (agroindustria). Estamos en condiciones de aumentar varias veces los volúmenes de producción y por lo tanto de exportación de innumerable cantidad de productos sin desatender el mercado externo. Vivimos una situación excepcional a nivel internacional a favor de los intereses de nuestra nación. Lamentablemente las decisiones de la nación las toman otros sectores y el campo no cuenta con una visión estratégica del país ni la forma de hacerla valer. Instó a brindar una estrategia para la nación y llevarla adelante.

Espero haber entendido todo correctamente. Si así no fuere, pido disculpas de antemano y haré las correcciones pertinentes cuando me las hagan notar.

Hasta acá Jorge Castro. Ahora arranco con mis añadidos.

El campo al igual que otros sectores que generan riqueza en la nación no forman parte del diseño estratégico de nuestro país ni participan de las decisiones —ni siquiera de las conyunturales, mucho menos de las estructurales—. Los medios de comunicación y las universidades (“La Catedral”), al igual que el conjunto de políticos y hombres públicos, es decir, la totalidad de la voz pública, defiende los intereses y el proyecto de futuro de quienes viven de los sectores sin voz (trabajadores activos y pasivos, campo, pymes, programadores de sistemas, profesionales monotributistas y/o independientes, y un largo etcétera). “Quienes gobiernan” ofrecen permanentemente cómo quitarle riqueza a cualquiera o a varios o a todos estos sectores sin voz. Lo expuse en EQUILIBRIO INESTABLE.

“Quienes gobiernan” es el mote que le puse a un conjunto de personas miembros de la política; o de cámaras empresariales como la banca, la industria automotriz, la minería, las petroleras, algunos sectores industriales (no todos), algunos “agroindustriales”; o algunos sindicalistas (no así los trabajadores). Todos ellos defienden sus propios intereses que consisten en lo político pervivir y preservar su lugar de privilegio, en lo económico continuar la succión de la riqueza de la nación para sí. Todos ellos se conocen se llevan bien más allá de alguna disputa menor, y pretenden continuar su marcha. Lo desarrollé hasta el hartazgo.

Me interesa el resto de nosotros. Los que no tenemos ni voz ni voto ni en nuestro presente ni en nuestro futuro (además de que nos cuentan cambiada la historia).

Los trabajadores formalizados sufren desde hace más de una década: salarios bajos y en retroceso, impuesto a las ganancias sobre el sueldo, desempleo creciente, inflación. Los trabajadores informales sufren precarización, inflación. Los trabajadores pasivos sufren la inflación y algunos hasta deben pagar impuesto a las ganancias. En ninguno de estos casos los supuestos representantes han protestado con seriedad, de tal forma que sea creíble, por ninguna de estas injusticias que no nacen del aire sino que son producidas por “quienes gobiernan” en cualquiera de sus submarcas: Cristina Fernández, Mauricio Macri o Alberto Fernández. Debo recordar que sindicalistas han apoyado a Macri aún después de que no quitó el impuesto a las ganancias al sueldo del trabajador. El sueldo no es ganancia. Sindicalistas han apoyado a Cristina Fernández, a pesar de la precarización del 50% de los trabajadores y de que un millón de asalariados pagaran impuesto a las ganancias. Sindicalistas sostienen al actual gobierno a pesar de que se han incrementado los perjuicios sostenidos por ambas administraciones anteriores. La inflación es responsabilidad del gobierno. Los impuestos son responsabilidad del gobierno. Generar las condiciones para la precarización laboral es responsabilidad del gobierno. Alberto Fernández, en particular, en forma descarada, ha defendido la economía informal y clamó ante la Asamblea Legislativa que pensaba incrementarla. Lo logró.

El campo no está mejor. Tironeado cual Tupac Amaru por sus proveedores (semillas, agroquímicos, maquinaria agrícola, farmacéuticas veterinarias), por el estado (SENASA, gobiernos municipales, provinciales y federal por impuestos, trabas burocráticas y servicios inexistentes o defectuosos) y por sus clientes (cerealeras, alimenticias, frigoríficos), no es dueño ni de su negocio ni de su margen económico.

Ambos sectores no tienen un proyecto estratégico para el país y se defienden como pueden de las condiciones generadas por “quienes gobiernan” en cualquiera de sus submarcas.

Ambos sectores, y otros sectores más que también son huérfanos, no tienen voz pública, ni siquiera para quejarse o peticionar a las autoridades en cosas mínimas como que no haya inflación (una decisión gubernamental), que las tasas de interés sean más bajas (una decisión gubernamental) o que se bajen los impuestos (una decisión gubernamental).

En LA PARTICIPACIÓN DEL CAMPO EN LA VIDA PÚBLICA ARGENTINA propuse que el campo integre los órganos colegiados de nuestra patria. Es válido no sólo para este sector sino para todos los desangelados. Propuse esta forma y no otra porque es la prevista en el artículo 1º de nuestra Constitución. Si alguien tiene otra forma, que lo diga.

Ahora bien. Si no hay proyecto estratégico de nación, todos seremos veletas al viento. Hay que tenerlo y ofrecérselo al país. Mejor que lo que hay va a ser.

Es lo que dan

Acá voy a la otra cara de la moneda. “Quienes gobiernan” en EEUU decidieron que no podían aguantar a Trump e hicieron trampa para gobernar ellos. Lograron lo que querían, gobernar. ¿Esto es lo que pueden dar? ¿Inflación, desasosiego, una nueva guerra?

Schwab es el vocero de “quienes gobiernan” en el mundo. Nos adelanta todas sus fantasías de lo que quieren para nosotros, como nuevos déspotas ilustrados. Pero cuando pasan a la acción con sus interventores elegidos desde jovencitos (“handpicked”), instruidos y aleccionados, no nos ofrecen un futuro venturoso. El proyecto estratégico para la civilización que tan pomposamente pretenden dirigir sólo da magros resultados. Me refiero no sólo a Biden sino a Trudeau, Macron, Rutte, Ardern, Morrison.

En el plano local “quienes gobiernan” sólo saben desaprovechar situaciones internacionales favorables que permitirían prosperidad, pleno empleo, buenos salarios para los trabajadores y buenos beneficios para las patronales. Una y otra vez. Porque el “proyecto”, en cualquiera de sus submarcas (K, PRO, CC, UCR) sólo nos trae retroceso, pobreza, precarización, baja de autoestima, humillaciones y desesperanza.

Futuro

Considero que estamos en una situación inmejorable. Las condiciones internacionales están a nuestro favor (competidores nuestros salieron momentáneamente del mercado) y porque “quienes gobiernan” han demostrado acabadamente en la Argentina y en el resto de Occidente que su deseo de poder no posee ninguna cualidad excepto esa: perdurar en el poder. No tiene nada para dar. Al menos no a nosotros, los comunes.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Jorge Castro. Perón y la globalización. Buenos Aires: Ed. Catálogos, 1999.

Jorge Castro. La visión estratégica de Juan Domingo Perón«. Buenos Aires; Ed. Distal, 2012.

 

Notas citadas

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

La participación del campo en la vida pública argentina

http://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html

Artículo publicado originalmente por Restaurar.org, el 30/04/2022, http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/es-lo-que-dan.html