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2022: EL AÑO QUE NO ESTUVIMOS EN PELIGRO

Iris Speroni*

Visita oficial de Cristina Fernández a Viet Nam.

La decisión de continuar con la deuda pública, rifar las reservas, emitir a lo loco y tener dólar atrasado artificialmente tiene enormes consecuencias en la vida real.

 

El INDEC publicó los datos de las exportaciones e importaciones argentinas del 2022 (1).

En 2022 logramos el máximo histórico de exportaciones: U$D 88.446 millones.

Vamos a desmenuzarlas un poco. Pero antes, un poco de historia.

Exportaciones 2000-2021

Fuente: INDEC.

Como verán, en azul, el máximo de exportaciones se dio en el año 2011 (reelección de Cristina Fernández) con U$D 82.981 millones. Desde entonces no pararon de caer (hasta 2020), o simplemente no crecer, debido —a mi entender— por un tipo de cambio retrasado que desestimula las exportaciones.

Dicho de otra manera, si el gobierno, a través del BCRA, no manipulara el tipo de cambio, éste sería más alto y las exportaciones llegarían a triplicar o quintuplicar el volumen actual. 

A partir del 2021 suben las exportaciones nuevamente, parte por caída del consumo local, parte porque se abrieron nuevos mercados en Asia, parte porque hay que compensar el enorme déficit comercial que tenemos con China, (la exportación de carne puede ser parte de esa solución), parte porque mejoraron los precios internacionales por la guerra en Ucrania.

Fuente: INDEC.

En estas más de dos décadas, Argentina tuvo superávit de la balanza comercial. Sólo tres años fueron de déficit (en rosa en el cuadro). Por lo tanto tendríamos que tener el BCRA reventando de dólares. Al menos con U$D 183.482 millones más que hace 20 años.

Deberíamos estar en la misma situación que Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil, que como nosotros tienen crecimiento de las exportaciones y superávit comercial; con la diferencia que ellos sí poseen reservas crecientes en sus bancos centrales; a diferencia nuestra, que brillan por su ausencia.

Además, no tienen inflación.

¿Cómo es posible que esos cuatro países tengan macroeconomías estables -sin inflación, con crecimiento de reservas, con caída de deuda externa -; más crecimiento del PBI y mejora de la calidad de vida de sus habitantes, mientras que nosotros seamos los únicos que no? 

Creo que ése y no otro debería ser el principal reclamo a nuestros gobernantes. ¿Por qué no pueden hacer lo que todos los otros integrantes del Mercosur – a veces con menos recursos que nosotros – sí pueden?

Exportaciones 2022

El país exportó U$D 88.446 millones en 2022, el máximo en la historia de nuestra Patria.

Es para celebrar.

Cierto que con otro manejo macroeconómico por parte de las autoridades, hubiéramos, con mucha facilidad, podido superar ese número. La omisión no es menor: mayores exportaciones es más trabajo y más prosperidad para la población. La decisión (bipartidaria) de continuar con la deuda pública, rifar las reservas, emitir a lo loco y tener dólar atrasado artificialmente (para que a los amigos le aproveche) tiene enormes consecuencias en la vida real: atraso, pobreza, estancamiento, vulnerabilidad, falta de infraestructura.

Aun así, contra toda traba instalada por quienes gobiernan nuestro país —los que dan la cara y los otros—, el país produce, el país exporta. Detrás de ambas acciones hay millones de argentinos que se levantan a las cinco de la mañana, que aprenden un oficio, que perfeccionan su arte, que diseñan, que invierten, que arriesgan, que sueñan y que venden. A todos ellos, mi homenaje y agradecimiento.

Argentina, durante el gobierno de Alberto Fernández, logró su máximo histórico de exportaciones [1].

De esos U$D 88.446 millones, nada queda en el BCRA. Gran parte se fueron en importaciones (verdaderas o simuladas) de productos subsidiados por el dólar a mitad de precio; parte en pagar intereses de deuda y los “préstamos” del BM y BID; parte en viajes subsidiados al exterior para beneficio de las clases medias, en su mayoría empleados públicos; parte para manipular el mercado cambiario paralelo —el precio del blue lo controla la mesa de dinero del BCRA—; y parte, simplemente, se fue.

Nuestros socios comerciales

Nuestro principal cliente es Brasil. Hasta acá no hay novedades. El segundo es China. Con ese país tenemos un fuerte déficit y hay que reconocer que ha hecho un gran esfuerzo por equilibrar el comercio entre ambos países al incorporar nuevos productos al comercio bilateral.

El tercero es EEUU. Es una buena noticia. Históricamente fue un país reacio a comprarnos. Esa tendencia cambió en el último tiempo. Aun así tenemos déficit neto (importamos más que exportamos).

Chile es un tradicional cliente nuestro. Países Bajos es la puerta de entrada a la Unión Europea. Manzanas y peras con destino final a Grecia o Italia pueden entrar por los puertos holandeses.

India, Indonesia y Vietnam son mercados nuevos que no paran de crecer. Empezó con el viaje de la presidente Cristina Fernández a Vietnam y se consolidó con los tratados comerciales firmados por el presidente Mauricio Macri. Lo que demuestra que si hay políticas de Estado, no hay límite.

Corea es un cliente que puede crecer (es destino de exportaciones de carnes paraguayas).

Dentro del “Resto” está el norte de África (Magreb+Egipto). Es un destino con enorme potencial. Uruguay provee al Magreb y a Medio Oriente de carne de oveja (que nosotros casi no exportamos). Tanto el norte como el África Subsahariana podrían ser grandes clientes de maquinaria agrícola, insumos pecuarios (alambre, bebederos, molinos, bombas, tanques australianos); farmacéutica veterinaria, y servicios veterinarios y de ingeniería agrónoma. En África hay una revolución productiva y ya existen grandes lazos, en particular en el renglón servicios (asesoría de ingenieros agrónomos y veterinarios; software de uso agronómico). A eso se le puede sumar gran cantidad de productos finales. Pero, para que eso sea posible, el tipo de cambio debe hacer competitivas nuestras exportaciones.

INDEC – Comercio Exterior – Vol. 7 nº 1, pág. 27.

En resumen: podemos venderle más a nuestros clientes tradicionales y conquistar nuevos mercados. Para eso necesitamos mejorar la calidad; pero por sobre todas las cosas, estabilidad macroeconómica.

 

Las cosas que vendemos

El INDEC divide los productos exportados en “primarios” (minerales, animales en pie, granos), manufacturas agropecuarias (aceite, lácteos, carnes procesadas), manufacturas industriales (cajas de cambio, cubiertas, material quirúrgico) y combustibles.

Es una división con la que no estoy de acuerdo. La inventaron los soviéticos y la usan todos en el mundo (incluido los EEUU). Me parece obsoleta y que no representa la realidad. Ejemplo: ¿Cuánta urea se necesita para producir una tonelada de semilla de girasol? ¿Qué tiene de primario lo que requiere una enorme inversión en insumos? ¿Cuántos dólares en transporte hay invertidos en una tonelada de algodón del Chaco? Pero vaya uno a explicar esas cosas a los cabezas de piedra que siguen colgados en la década del ’50 del siglo pasado.

A continuación presento el cuadro del INDEC donde muestro los principales rubros de exportación.

Casi el 25% de las exportaciones son granos y oleaginosas. U$D 1500 millones en pescados y mariscos. Casi el 10% del total son aceites (Argentina es uno de los principales exportadores del mundo), más de U$D 4.000 millones en carnes (es un buen avance respecto a las épocas de prohibición de exportar), tortas y pellets de soja (forraje para animales, es lo que queda luego de extraer el aceite) U$D 13.000 millones. Han mejorado las exportaciones de lácteos y quesos. Es sólo una fracción de nuestro potencial pero estamos mejor que años anteriores.

En los industriales, casi U$D 8.000 millones de la industria automotriz y autopartes (altamente deficitario), U$D 2.600 millones oro y otros, U$D 6.000 millones en productos químicos.

En cuanto al combustible, aumentaron las exportaciones, no lo suficiente para compensar las importaciones, pero en franca mejora respecto a años anteriores. Hago notar que exportamos crudo e importamos refinados. Conclusión: hay que invertir en refinerías de petróleo: las que tenemos no son suficientes [2].

Propuesta

Existen numerosos rubros que pueden crecer y mucho: lanas procesadas; algodón, hilados y tejidos de algodón; frutas; carnes no bovinas; pesca; maquinaria agrícola; autopartes; industrias del vidrio, metalmecánica y química. Las exportaciones de cuero son irrisorias e inexistentes sus manufacturas (marroquinería, calzado, talabartería). Con la fama que la Argentina tiene en deportes ecuestres, principalmente polo, deberíamos exportar fortunas en monturas, aperos, botas. Son trabajos especializados muy bien pagos (o deberían). Nuevamente, con un dólar a $ 180 es imposible. Retomar la senda de las exportaciones de vino. Ofrecer a contraestación frutas y carnes de animales pequeños. Invertir en refinar combustibles. Repensar todo el negocio de la pesca, la estructura actual no nos sirve. En cuanto a los lácteos, sólo en queso el objetivo debe ser U$D 4.000 millones anuales. Nuevamente, casi no exportamos maquinaria agrícola, cuando podríamos hacerlo en magnitudes de miles de millones. Incentivar la industria farmacéutica veterinaria.

Es cuestión de analizar renglón por renglón, hablar con las cámaras de cada sector e idear un plan. Nada de subsidios o créditos o exenciones impositivas caso por caso. Ésa es la solución De Mendiguren/Massa que sólo sirve para crear peajes en la secretaría de Producción.

A los que producen y venden hay que dejarlos en paz. Sólo preguntar qué necesitan. Verán que las respuestas serán dos en todos los casos: tipo de cambio e infraestructura de transporte. Otros agregarán reducción de impuestos.

En menor medida, si son pequeños, ayudarlos a presentarse en las ferias comerciales en el exterior.

Con tipo de cambio competitivo e infraestructura de transporte que ande, caminan solos.

Futuro

Vivimos un ciclo largo favorable a la Argentina. Tenemos por delante 50 años de crecimiento si lo sabemos explotar. Producir lo que el mundo pide y está dispuesto a pagar buenos precios. Producir y exportar: alimentos (agropecuarios y pesca), combustibles y cuidar el agua y el medio ambiente, tal como nos aconsejó el presidente Perón en 1973. Si finalmente hacemos eso, llevamos el rodeo a 200 millones de animales, cuidamos la pesca y renovamos toda la infraestructura de transporte de cargas: nadamos todos en prosperidad.

Museo del Prado, Pedro Pablo Rubens, «Tres ninfas con el cuerno de la abundancia».

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencia

INDEC– Comercio exterior – Vol. 7, n° 1. Intercambio comercial argentino – Cifras estimadas de diciembre de 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_23044100BE61.pdf 

 

Notas

[1] Lo que voy a comentar a continuación es totalmente anecdótico, pero llama la atención la falta de habilidad del gobierno para usar a su favor lo que debería ser razón de festejo. Debe ser por su sesgo antiexportador y pro financiero. El negocio del gobierno es el BCRA, no la producción. No valoran el trabajo —más allá de los discursos públicos— y por lo tanto, no entienden la importancia de este hito.

El otro tema por el que creo que no hacen mucha alharaca es porque todo ese dinero entró al país y así como entró, salió.

Explicarle a la población que exportamos “un montón” pondría al gobierno en una posición incómoda: ¿entonces dónde está el dinero? En particular, porque el BCRA no lo controla ni el kirchnerismo ni el albertismo, está en manos de la UCR capital desde Alfonsín hasta hoy con excepción del gobierno de Menem (Pou y Roque Fernández). El gran negocio de la Argentina no es producir y exportar; es controlar el BCRA.

[2] Como simple curiosidad, los principales compradores de petróleo crudo son: Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Brasil, Países Bajos, Chile. EEUU, Emiratos (todos exportadores de combustible) nos compran crudo.

 

Lecturas relacionadas

Una ventana al mundo, http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/una-ventana-al-mundo.html

Exportaciones – pidamos a los reyes magos, http://restaurarg.blogspot.com/2021/08/exportaciones-pidamos-los-reyes-magos.html

Estrategia, http://restaurarg.blogspot.com/2021/04/estrategia.html

Estrategia II, http://restaurarg.blogspot.com/2021/04/estrategia-ii.html

Vendemos proteínas,http://restaurarg.blogspot.com/2019/10/vendemos-proteinas.html

 

Artículo originalmente publicado el 04/02/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html

EXPORTACIONES – PIDAMOS A LOS REYES MAGOS

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Entonces tendremos que la exportación será el motor y las inversiones el acoplado enganchado a ésta.

 

Durante esta semana (del 23 al 27 de agosto de 2021), las autoridades nacionales expusieron sobre el futuro inmediato en temas económicos ante la Comisión Bicameral de Deuda del HCN y ante el Consejo de las Américas.

Uno de ellos sostuvo que la Argentina debe volver a exportar US$ 83 mil millones (2011); agregó su predicción de llegar a US$ 70 mil millones a la brevedad.

Al mismo tiempo el ministro de economía afirmó ante los legisladores que el dólar oficial llegará a los $ 104 a fin de año.

Ambas afirmaciones son inconsistentes entre sí.

Veamos las cifras de cerca:

* Dato provisorio para los años 2018, 2019, 2020 y 2021
e  Dato estimado para exportaciones de julio de 2021
Fuente: INDEC, Dirección Nacional de Estadísticas del Sector Externo y Cuentas Internacionales. (https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-3-2-40)

Tras la maxidevaluación del gobierno de Duhalde las exportaciones argentinas crecieron ininterrumpidamente hasta alcanzar los US$ 70 mil millones en el 2008. Tras el conflicto con el campo, cayeron, para recuperarse hasta lograr el máximo en la historia de nuestro país de US$ 83 mil millones en el 2011.

A partir del segundo mandato de Cristina Fernández, la cartera de economía y las autoridades del BCRA implementaron un sostenido retraso cambiario.

En estos cuatro años cambiaron los hombres tanto al frente del BCRA como de la cartera de economía, pero las políticas fueron constantes: retraso cambiario a cualquier costo.

¿Qué pasó durante el gobierno de Macri?

En la primera mitad de su mandato tomó dos medidas en favor de quienes producen bienes y servicios exportables: aumento del tipo de cambio y supresión y/o reducción de los derechos de exportación. Sin embargo los resultados se vieron dos años después, con una situación distinta. Los fondos de inversión que en el 2016 habían comprado deuda de corto plazo, decidieron retirarse a pesar de una tasa de 80% anual en pesos. Tras asegurarse las elecciones de mitad de término, Macri y su equipo subieron los derechos de exportación (incluidos servicios) y retrasaron el tipo de cambio, a pesar de la crisis de deuda —solucionada por la intervención del FMI— y de la inflación galopante.

Esto demuestra:

  1. que el cambio en políticas de comercio exterior y tipo de cambio no tiene resultados inmediatos sino que hay un leve diferimiento.
  2. que intrínsecamente la política económica del segundo mandato de Cristina Fernández y de Mauricio Macri no revistieron grandes diferencias.

La caída del salario consecuencia de las medidas de gobierno post-elecciones 2017 implicaron caída de consumo interno y, por lo tanto, caída abrupta de importaciones.

Conclusiones

La caída de actividad del país en los últimos 10 años es una consecuencia directa de la caída de exportaciones.

En efecto, la demanda total de un país está compuesta por tres rubros:

  1. exportaciones,
  2. mercado doméstico,
  3. inversiones.

Nadie invierte si no piensa ganar dinero ya sea al exportar o al vender a sus compatriotas; por lo tanto c es consecuencia de (a o b) o de (a y b).

En una economía en retroceso, no hay forma de fortalecer el mercado interno porque no existe herramienta útil que financie el aumento de ingresos de la población, verdadero motor de la demanda interna.

Los gobiernos entran siempre en la trampa de estimular artificialmente el consumo ya sea con créditos a las familias, aumento de sueldos de la administración pública o compras estatales, en particular la obra pública. Nada de eso funciona, como ya se ha demostrado una y otra vez en los últimos años. Financiar obra pública con inflación implica bajarle el poder de compra a los asalariados a razón del 3% mensual. ¿Para qué? ¿Para crear 1000 trabajos temporarios de 4 ó 6 meses a sueldos mínimos de convenio? Es más el daño que el beneficio. Bajo toda la masa salarial del país un 3% para que 1000 ó 2000 personas tengan empleo por 3 meses. No funciona, porque no puede funcionar. No debe funcionar. Lo mismo sucede con el plan Ahora 12 ó préstamos a los beneficiarios de ANSES o similares. Estimulan la compra de bienes durables, en su mayoría compuestos por componentes importados. Al final del recorrido el gobierno incentiva las importaciones.

Por lo que la única forma de hacer arrancar el país es vía la exportación. De servicios (software, consultoría, auditoría, docencia, arte[1]), bienes industriales, bienes agropecuarios, pesca, minería[2], petróleo y derivados.

Toda la recuperación del país desde que asume Duhalde hasta que en el 2011, cuando la presidente Cristina Fernández hizo un viraje, se basó en el aumento de las exportaciones[3]. Cuando Cristina Fernández desenchufó las exportaciones, se cayó la economía, perdió las elecciones. Es un misterio para mí por qué la presidente desechó un programa que le fue exitoso.

El proceso que a CF le llevó 4 años (2011-2015), Macri lo liquidó en la mitad de tiempo (2017-2019).

La única forma de estimular las exportaciones es con un tipo de cambio competitivo, reducción y/o eliminación de los derechos de exportación.

Cuando se sature la capacidad de producción harán falta inversiones. Entonces tendremos que la exportación será el motor y las inversiones el acoplado enganchado a ésta. Para facilitar este proceso es conveniente eliminar los adelantos impositivos que encarecen artificialmente las inversiones.

Los reintegros, créditos selectivos, etc., sólo sirven para enriquecer funcionarios corruptos que eligen quién sí y quién no los recibe.

Un aumento de las exportaciones y de las inversiones consecuencia de las mismas llevará a más empleo y a una presión al alza de los salarios. A su vez, esto provocará un incremento de la demanda interna.

Por lo cual las medidas para aumentar exportaciones e inversiones son claras:

– aumento del tipo de cambio,

– baja y/o eliminación de los derechos de exportación,

– eliminación de los adelantos impositivos.

Para aumentar el consumo interno:

– eliminación de todo impuesto sobre los alimentos y bebidas, combustibles y servicios públicos[4].

Para quienes sostienen que sin los ingresos del IVA no pueden hacer funcionar el estado, les recuerdo que durante el año 2020 todo lo recaudado por IVA fue equivalente a los intereses pagados por el Tesoro Nacional. Y que los intereses triplicaron el costo de la totalidad de los sueldos de la administración pública. Podemos vivir perfectamente sin IVA, el impuesto que pagan los pobres de nuestro país.

De escuchar a las autoridades esta semana, se comprueba que pretenden seguir con la actual agenda: deuda a 7 días del BCRA, dólar atrasado y rogar a los Reyes Magos que aumenten las exportaciones.

Adoración a los Reyes Magos, El Greco, 1568.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Venta de derechos musicales, libros, películas, revistas, fueron grandes exportaciones de la Argentina por décadas. Parte de ese negocio se arruinó cuando durante el gobierno de Menem se vendieron todas las editoriales a los españoles. Pasaron de promocionar a nuestros autores a hacerlo con los propios. Gran parte del conocimiento internacional de Borges, Bioy Casares, Córtazar, Roa Bastos u Onetti se debe a méritos propios y parte a que tenían una sólida industria editorial detrás. Lo mismo puede decirse con nuestros músicos y nuestra industria filmográfica que colocaba toda su producción en Hispanoamérica y lugares tan impensados como la Rusia soviética.

[2] ¿Usted sabía que Gran Bretaña está detrás de las explotaciones de litio?

https://www.bloomberglinea.com/2021/08/11/reino-unido-financiaria-la-produccion-de-litio-en-catamarca/

[3] Durante ese período 2003-2011 no sólo se exportaba soja. Hace una década atrás las EXPO de maquinaria agrícola era de US$ 200 millones. Actualmente es sólo un tercio de esa cifra.

[4] La caída del precio de los productos que integran la canasta básica aumenta la capacidad de compra del salario. El combustible compone el 20% del costo de todos los bienes.

 

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/08/exportaciones-pidamos-los-reyes-magos.html