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NÍGER, UNA NUEVA REACCIÓN HACIA UN MUNDO MULTIPOLAR

Marcelo Javier de los Reyes*

El pasado 26 de julio un golpe de Estado en Níger derrocó al presidente Mohamed Bazoum. Su propia guardia habría sido la responsable de detenerlo en el palacio presidencial sito en la capital del país, en Niamey. El golpe fue encabezado por Abdourahamane Tchiani, quien fuera líder de la guardia presidencial en Níger durante doce años y quien declaró que liderará el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), la junta de transición militar[1]. Por su parte, el jefe del Estado Mayor, general Abdou Sidikou Issa, comunicó que respaldaba la decisión de los golpistas. Muchos nigerinos apoyaron a los militares y salieron a las calles de la capital incluso cometiendo actos de violencia. No es un dato menor que los manifestantes desplegaron numerosas banderas rusas y expresaban su respaldo al grupo paramilitar ruso Wagner.

Tchiani justificó el golpe militar por el «deterioro de la situación de seguridad» y criticó la falta de cooperación del gobierno de Bazoum con las juntas militares de Malí y Burkina Faso con el objetivo de luchar contra la insurgencia yihadista en la región del Sahel[2]. Los grupos yihadistas se han hecho fuertes en Malí a partir de 2012 iniciando una ola de violencia que ha provocado numerosos muertos y más de 6 millones de desplazados en la región del Sahel. En este contexto, Níger constituía una base de operaciones para las fuerzas francesas y estadounidenses que debían enfrentar a los yihadistas. A decir verdad, en el Sahel tanto Al Qaeda como el Estado Islámico campean a sus anchas.

Como era lógico, la condena al golpe por parte de los gobiernos occidentales no se hizo esperar y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó que «este golpe de Estado es perfectamente ilegítimo y profundamente peligroso para los nigerinos, para Níger y para toda la región»[3]. Del mismo modo, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) rechazó el derrocamiento de Bazoum y le presentó a los militares nigerinos un ultimátum bajo la amenaza de intervenir militarmente con una fuerza integrada por efectivos de esos países.

El secretario de Estados de Estados Unidos Antony J. Blinken, amenazó con dar por finalizado el apoyo financiero por parte de su país a Níger si el presidente derrocado Bazoum no era repuesto en su cargo. En realidad, Francia ya había anunciado que suspendía la «ayuda humanitaria» y Estados Unidos advirtió que procedería en ese sentido, lo que pone en evidencia de que se trata virtualmente de una extorsión.

¿Quién es el presidente depuesto, Mohamed Bazoum?

Mohamed Bazoum asumió la presidencia de Níger el 2 de abril de 2021, tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en febrero de ese mismo año. Es el presidente del «Parti Nigérien pour la Démocratie et le Socialisme (PNDS-Tarayya)» ―«Tarayya» significa «reunir» en lengua hausa―[4] y desde 2016 a junio de 2020 fue ministro de Interior, Seguridad Pública, Descentralización y Asuntos Consuetudinarios y Religiosos. En los años 1995 y 1996 de 2011 a 2015 se desempeñó como ministro de Exteriores bajo la presidencia de Mahamadou Issoufou, quien ejerció la primera magistratura entre abril de 2011 y abril de 2021, cuando fue sucedido por Bazoum.

Graduado en Filosofía en el Departamento de Letras y Ciencias Humanas en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Dakar y una maestría en Filosofía Política y Moral, tuvo una destacada actividad sindical en la Unión Nacional de Maestros de Níger (Syndicat National des Enseignants du Niger, SNEN) y luego en la Oficina Ejecutiva del Sindicato de Trabajadores de Níger (Union des Syndicats des Travailleurs du Niger, USTN). Su actividad política también ha sido significativa tanto en el poder legislativo como en el poder ejecutivo.

Bazoum es considerado funcional a los intereses de las potencias occidentales y, precisamente, los militares que tomaron el poder se oponen a la expoliación del país por parte de las potencias occidentales, en particular de Francia y de Estados Unidos. Literalmente, Bazoum era un aliado privilegiado de Washington. Cabe mencionar que el 30 de marzo de 2023 había asistido como «orador destacado» al Banco Mundial[5].

El golpe de Níger, uno más en África

Cuando se creía que el continente africano se estaba encaminando hacia la democracia, siguiendo las tendencias mundiales, en el último tiempo esto que parecía una certeza se está desdibujando en la política africana.

Una serie de golpes de Estado se han llevado a cabo en África en los últimos dos años, atravesando el continente. Los militares se han hecho del gobierno en diversos países, desde Guinea hasta Sudán, en el que dos facciones del ejército se disputaron el poder.

Los golpes en la región del Sahel se han producido en Chad ―donde el presidente Mahamat Idriss Deby Itno asumió el poder encabezando una junta militar en abril de 2021 tras la muerte de su padre, Idriss Deby Itno―, Guinea, donde se supone que la reacción se debía a la gran corrupción que se observaba en el país, mientras que los que tuvieron lugar tanto en Malí ―cuyo golpe tuvo lugar en 2020― como en Burkina Faso ―donde en septiembre de 2022 fue destituido el presidente interino Paul-Henri Sandaogo Damiba― habrían sido motivados por la creciente ola de violencia de los grupos yihadistas. Según fuentes de las Naciones Unidas, los factores que han llevado a la desestabilización en Burkina Faso serían la violencia interétnica, el conflicto armado, la pobreza, las desigualdades, la inseguridad alimentaria y el cambio medioambiental[6].

En Malí las fuerzas francesas fueron sustituidas por los mercenarios del grupo Wagner pero en todos estos estados los golpes no habrían favorecido la estabilización de la región sino que habrían obrado en sentido contrario. Cabe agregar que las tropas francesas también debieron retirarse de la República Centroafricana luego de los golpes en Malí y Burkina Faso.

El contexto global

En este viraje que se aprecia en África no puede soslayarse el conflicto entre la OTAN y Rusia que tiene como escenario a Ucrania. La guerra en Europa ha puesto en evidencia la fragilidad de los Estados Unidos, el Reino Unido y de los países de la Unión Europea por intentar doblegar a Rusia. Asimismo, los hechos de violencia que se extendieron por toda Francia poniendo en vilo al país, han demostrado la vulnerabilidad del otrora considerado «el gendarme de África». La pérdida de liderazgo de Francia en el continente africano se motiva en la entonces denominada «guerra contra el terrorismo global» instrumentado por los Estados Unidos a partir del 11 de septiembre de 2001. Bajo ese pretexto, las fuerzas estadounidenses comenzaron a desplegarse por diversos puntos del planeta y África no fue una excepción. De alguna manera, el control que ejercía Francia fue opacado por el despliegue de Estados Unidos.

La reacción anticolonialista

Luego de la retirada de las potencias colonialistas europeas de África y Asia, las metrópolis procedieron a construir unas estructuras con la intención de mantener bajo su órbita a sus otrora colonias devenidas en estados independientes, como por ejemplo la Commonwealth (Comunidad Británica) o la Comunidad Financiera Africana, creada por Francia, que mantiene a sus miembros con el franco CFA, lo que implica que no hubo una independencia real de esos países ya que esa moneda es administrada por el gobierno francés.

A partir de lo comentado ut supra, la guerra de la OTAN contra Rusia y los hechos ocurridos en Francia, entre otros, originaron fuertes reacciones contra esos vínculos, reacciones que van emergiendo en diferentes países de África y en otras regiones cuyos gobiernos buscan ingresar al grupo de los BRICS, grupo que ofrece un sistema internacional multipolar ante un sistema unipolar que está regido por la angloesfera.

La realidad es que las metrópolis siguieron manteniendo a los nuevos países atrapados en sus redes y lo propio hicieron las superpotencias, Estados Unidos y la URSS, durante la Guerra Fría, situación que como puede apreciarse no ha terminado sino que se ha renovado y a la que se ha agregado la Guerra Fría entre Estados Unidos y China.

En el caso de Níger es el gran abastecedor de uranio para las usinas nucleares francesas ―aproximadamente el 30%― al que Francia paga con la moneda creada para su comunidad, el franco CFA, la cual circula solo entre los países miembros. De esta manera, el golpe de Estado que ha desplazado a Bazoum ha establecido frenar la exportación de uranio y oro a Francia y en el caso del primero supone un serio problema energético para para el país europeo. Pero mientras Francia provee de energía a sus ciudades con el uranio nigerino, regiones del propio Níger carecen de energía eléctrica.

La pérdida de control de los países occidentales benefició a China y Rusia que se están posicionando en el continente, lo que parece recrear los tiempos en que África estaba condicionada por Estados Unidos y la URSS.

De esta manera, China y Rusia son percibidos como los países que ofrecen cooperación a los países africanos que pretenden salir del control occidental. En el caso de los países en los que se han producido golpes de Estado, los nuevos gobiernos y la población se inclinan en favor de una aproximación a Rusia y al grupo paramilitar Wagner, mercenarios que están presentes en Malí desde el golpe de 2021 y también en la República Centroafricana y en Libia.

Esta situación no puede ser desvinculada de la II Cumbre del Foro Económico y Humanitario Rusia-África que tuvo lugar el 27 y el 28 de julio de 2023 en San Petersburgo. En esa oportunidad, el presidente ruso, Vladímir Putin, se comprometió a implementar todos los acuerdos alcanzados en las conversaciones con los líderes de los países africanos en el marco de esa cumbre. Uno de los temas de preocupación de los líderes africanos fincó en la no renovación del acuerdo de granos a través del mar Negro pero ofreció una donación de 50.000 toneladas de granos a los países africanos, más precisamente a Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, Eritrea y República Centroafricana.

Los países de la CEDEAO, aliados de Occidente, están presionando a Níger pero los miembros de esa organización en los que se han producido golpes de Estado, Malí Guinea y Burkina Faso, han manifestado su apoyo a los militares nigerinos y han advertido a los demás estados de la CEDEAO que de producirse un ataque a Níger lo considerarán como propio. Argelia también estaría en la misma línea, es decir, apoyando a los militares nigerinos y cabe agregar que también es un país con estrechas relaciones con Rusia. También facciones libias respaldan a los militares nigerinos. Mientras que los países de la CEDEAO estarían dispuestos a emprender una intervención militar que favorecería los intereses occidentales, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han sugerido continuar con la vía diplomática.

Mientras tanto la junta militar de Níger se encamina a juzgar al derrocado Mohamed Bazoum y a miembros de su gabinete por alta traición y por socavar la seguridad interna y externa del país luego de sus reuniones con líderes internacionales.

Frente a este proceso judicial, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, se ha pronunciado en contra de la decisión de la junta golpista militar de Níger expresando que se trata de un nuevo gesto de provocación contra la democracia en Níger, la CEDEAO, lo que implica un intento de atraer a los miembros de esa organización en favor de las potencias occidentales.

La creciente presencia de Rusia en África

Tanto luego de los golpes de Estado en Malí como en Burkina Faso, las nuevas autoridades han fortalecido sus relaciones con Rusia y lo propio procura la junta militar de Níger, a la vez que han desplazado a Francia de sus respectivos países.

En las calles de Níger se pudo apreciar a personas que portaban la bandera de Rusia, algo que ya se había visto en los otros países africanos tras los respectivos golpes. No obstante, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prefiere ser cauteloso por lo que despega tanto a Rusia como al grupo Wagner de los hechos ocurridos en Níger pero como ya se ha dicho antes, el grupo paramilitar ya tiene presencia en algunos países del continente pero no se ha comprobado que se haya establecido en Níger.

Estos países africanos fortalecen la posición de Rusia a la vez que podrían ser proveedores de recursos naturales mientras que serían favorecidos con la provisión de armas rusas, atento a las necesidades de las fuerzas para hacer frente a la lucha contra los grupos terroristas que asolan en la región del Sahel.

Algunas apreciaciones

Es evidente que la guerra entre la OTAN y Rusia ha acelerado ciertos cambios geopolíticos que probablemente se hubieran producido más lentamente. Del mismo modo, la situación interna de Francia ha mostrado una debilidad que ha sido apreciada por los mandos militares de los países que se encontraban dentro de la influencia francesa por lo que han decidido impedir la expoliación de sus recursos por parte de los países occidentales a la vez que se encuentran reorientando su política exterior y sus alianzas militares hacia Moscú. En este contexto, se observa que el gobierno de Washington procura continuar mediante la vía diplomática, lo que no significa que no estén induciendo a los países aliados de la CEDEAO a llevar adelante una intervención militar. Un eventual retiro de Estados Unidos de la región supone dejarle el camino libre a Rusia pero un desplazamiento de Francia de la región también podría favorecer a un incremento de la presencia estadounidense, por lo que en África podrían estar dándose jugadas estratégicas complejas que no deberían ser abordadas mediante un pensamiento lineal. En este contexto, debe tenerse presente que el martes 15 de agosto de 2023 grupos yihadistas perpetraron un ataque terrorista a un destacamento de las fuerzas nigerinas en el oeste del país, en cercanías de la frontera con Malí, causando la muerte de 17 soldados.

Con referencia a Rusia, este estrechamiento de relaciones de los países africanos hacia Moscú implica un reposicionamiento internacional y también una ganancia en lo que respecta a un respaldo en los foros internacionales como por ejemplo en las Naciones Unidas.

El conflicto de Ucrania pone a Rusia en una situación de liderazgo para enfrentar a los países occidentales que, desde el punto de vista africano, representan sus explotadores tradicionales, en particular Francia ―por tratarse de países que han sido colonias de esa potencia― y Estados Unidos.

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha sido muy hábil en convocar a la cumbre de San Petersburgo en momentos en que Moscú decidió no renovar el acuerdo de granos a través del mar Negro, lo que podría afectar las relaciones entre su país y los países africanos.

Los hechos de Níger son muy recientes pero el ultimátum de la CEDEAO a la junta militar implicaría una internacionalización del conflicto que podría escalar hacia la confrontación armada.

Finalmente, podría concluirse que estos hechos ocurridos en África ponen en evidencia la creciente pérdida de hegemonía de Estados Unidos y de Europa no solo en ese continente sino también a escala global. No obstante, y a pesar de que los tiempos se aceleran, aún habrá que pasar varias páginas para poder tener una lectura más concreta de la situación regional y global.

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019. Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB). Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

Referencias

[1] «El general Tchiani se declara líder del Consejo de Transición tras el golpe de Estado en Níger». France24, 28/07/2023, ígerhttps://www.france24.com/es/África/20230728-el-general-tchiani-se-declara-líder-del-consejo-de-transición-tras-el-golpe-de-estado-en-níger, [consulta: 30/07/2023].

[2] Ídem.

[3] Ídem.

[4] Sitio web del Parti Nigérien pour la Démocratie et le Socialisme (PNDS-Tarayya),https://pnds-tarayya.net/notre-histoire/, [consulta: 30/07/2023].

[5] «Featured Speaker. Mohamed Bazoum, President of the Republic of Niger»-. World Bank Group, https://live.worldbank.org/experts/mohamed-bazoum.

[6] «Burkina Faso». Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), https://www.acnur.org/pais/burkina-faso#:~:text=En%20Burkina%20Faso%20convergen%20crisis,alimentaria%20y%20el%20cambio%20medioambiental, [consulta: 01/08/2023].

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LA IMPORTANCIA DEL VIAJE DE KISSINGER A LA REPÚBLICA POPULAR CHINA

Giancarlo Elia Valori*

El 20 de julio, el presidente chino, Xi Jinping, señaló que Henry Kissinger había celebrado recientemente su cumpleaños número 100 y había visitado la República Popular China más de cien veces. La combinación de estos dos «cientos» hace que la visita de este tiempo a la República Popular China sea particularmente significativa.

El viaje de Kissinger a suelo chino fue precedido por la visita de Xie Feng, el nuevo Embajador de la República Popular China en los Estados Unidos de América. El diplomático viajó a Kent, Connecticut, para reunirse con Kissinger y expresar las felicitaciones de la República Popular China por su cumpleaños número 100. Las dos partes intercambiaron puntos de vista profundos sobre las relaciones chino-estadounidenses y los asuntos internacionales y regionales de interés común.

Hace cincuenta y dos años, la República Popular China y los Estados Unidos de América se encontraban en un punto de inflexión crítico. El presidente Mao Zedong, el primer ministro Zhou Enlai, el presidente Richard Nixon y el asesor de seguridad nacional Henry Kissinger tomaron la decisión correcta de la cooperación chino-estadounidense con una visión estratégica sobresaliente e iniciaron el proceso de normalización de las relaciones chino-estadounidenses. Ese avance cambió a los dos países y llevó al mundo a un estado de mayor distensión, sin olvidar que la Conferencia de Helsinki sobre Seguridad y Cooperación en Europa, celebrada en la capital finlandesa en julio-agosto de 1975, vio a Henry Kissinger, quien se convirtió en el 56º Secretario de Estado de los Estados Unidos, como una de las principales eminencias grises de ese evento diplomático. Fue un nuevo Congreso de Viena donde el nuevo «Metternich / Talleyrand» tuvo mucho que decir en el asunto detrás de escena.

Los chinos valoran y aprecian la amistad y no olvidan a su viejo amigo y su contribución histórica a promover el desarrollo de las relaciones mutuas y fortalecer la amistad entre los pueblos chino y estadounidense. El mundo está experimentando actualmente cambios importantes nunca vistos en un siglo en la estructura internacional. La República Popular China y los Estados Unidos de América se encuentran una vez más en una encrucijada para decidir a dónde ir y ambas partes se ven obligadas a tomar decisiones fundamentales.

Mirando hacia el futuro, China y los Estados Unidos pueden lograr el éxito mutuo y la prosperidad común. La clave es seguir los tres principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo. Es sobre esta base que la República Popular China está dispuesta a discutir con los Estados Unidos cómo los dos países pueden llevarse bien y promover el desarrollo constante de los contactos, lo que es beneficioso para ambas partes y especialmente para el resto del mundo.

En este sentido, se espera que Kissinger y aquellos con una visión especial de la política exterior en los Estados Unidos, que no son la figura pusilánime que pro forma continúa desempeñando el papel de Jefe de Estado, continúen desempeñando un papel constructivo para volver a poner la relación entre Estados Unidos y China en el camino correcto que tomó hace más de medio siglo.

En su reunión con Xi Jinping, Kissinger expresó su gratitud al presidente chino por haberse reunido con él en el mismo edificio donde Kissinger había visto en secreto a altos líderes chinos del 9 al 11 de julio durante su primera visita a la República Popular China.

La parte china declaró que los principios establecidos en el Comunicado Conjunto de Shanghai de los Estados Unidos de América y la República Popular de China, un documento diplomático emitido por las partes el 27 de febrero de 1972, la última noche de la visita del Presidente Richard Nixon a suelo chino, deben ser respetados.

En ese documento, los Estados Unidos «reconocieron» que «todos los chinos a ambos lados del Estrecho de Taiwán sostienen que no hay más que una China». Sin embargo, hay que decir que el uso de la palabra «reconocido» en lugar de «aceptado» se cita a menudo como un ejemplo de la posición ambigua de los Estados Unidos con respecto al futuro de Taiwán, mientras que en la traducción china acordada hay las palabras «cheng ren (承认(承认)», que significan tanto «reconocimiento» como «aceptación».

El comunicado conjunto también incluyó el deseo de ampliar los contactos económicos y culturales entre los dos países, aunque no se mencionaron medidas concretas. El comunicado afirmaba que la normalización de las relaciones contribuiría a «aliviar la tensión en Asia y el resto del mundo».

Las relaciones con los Estados Unidos se iniciaron el 1° de enero de 1979 y se basaron en un compromiso inusual: la República Popular China nunca declararía que no usaría la fuerza contra Taiwán, pero al mismo tiempo no se opuso a que los Estados Unidos continuaran suministrando armamento al gobierno de Taipéi con quien la Casa Blanca había roto formalmente relaciones el 16 de diciembre de 1978.

Antes de reunirse con el presidente Xi Jinping, Kissinger se reunió con el consejero de Estado y ministro de Defensa chino, Li Shangfu, el 18 de julio. El ministro chino declaró que algunas personas en los Estados Unidos no desean encontrarse con China a mitad de camino y esto causó que las relaciones chino-estadounidenses oscilaran a su punto más bajo desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas antes mencionadas.

Se ignoró la realidad de la interdependencia entre los dos países, se distorsionó la cuestión de la cooperación de beneficio mutuo y se socavó en gran medida la atmósfera de comunicación amistosa.

La República Popular China siempre se ha comprometido a construir relaciones estables, predecibles y constructivas entre China y Estados Unidos y espera que la parte estadounidense trabaje con China para implementar el consenso alcanzado por los dos países y promover conjuntamente el desarrollo saludable y estable de la relación entre los dos países y sus respectivos ejércitos.

Kissinger respondió que estaba allí como amigo de China, pero que al mismo tiempo los desafíos y las oportunidades coexistían en el mundo de hoy: Estados Unidos y China deberían eliminar los malentendidos, coexistir pacíficamente y evitar la confrontación.

Kissinger enfatizó: «La historia y la práctica han demostrado continuamente que ni los Estados Unidos de América ni la República Popular China pueden darse el lujo de tratar al otro como un adversario. Si los dos países van a la guerra, no traerán resultados significativos a sus pueblos».

Kissinger reiteró que comprender y gestionar las relaciones entre Estados Unidos y China, especialmente la reversión de la difícil situación actual, requiere un pensamiento amplio, así como especulación histórica y filosófica. Es necesario que ambas partes muestren sabiduría, trabajen juntas y se desarrollen conjuntamente. Los dos ejércitos deben fortalecer la comunicación y hacer todo lo posible para el desarrollo de las relaciones bilaterales para lograr resultados positivos y salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales.

El Dr. Qian Yaxu, del Centro de Estudios Regionales y Nacionales de la Universidad Jiaotong del Suroeste en China, dijo en una entrevista con la Agencia de Noticias por Satélite de Rusia que en la reunión con el ministro de Defensa, Li Shangfu, la declaración hecha por Kissinger expresó las opiniones de algunos políticos de la oposición estadounidense.

En las conversaciones entre Kissinger y Xi Jinping, también se discutió la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que Kissinger, evitando la corrección política pro-Zelensky de los gobiernos exportadores de armas blancas, tiene su propia postura clara celebrada en el Foro de Davos en enero de 2023.

La primera declaración inconformista y contracultural de Kissinger es que Rusia es Europa y que es un error hacer que se vuelva hacia Asia. Este ha sido el caso desde que el zar Pedro I tomó la decisión a principios del siglo XVIII de priorizar su expansión hacia el oeste mediante el desarrollo de la capacidad naval y el modelo educativo, cultural y militar europeo y la derrota de Suecia, que era su adversario más importante en Occidente.

Desde entonces, aunque Rusia es una potencia geográficamente euroasiática, el centro de gravedad de sus conflictos ha estado en Occidente, con algunas excepciones, como la guerra ruso-japonesa (1904-1906). La historia ha demostrado que los intentos de invasión de Rusia por la Orden Teutónica ―en el siglo XIII, derrotado por San Aleksander Nevsky― por Suecia (en los siglos XIV, XV, XVI, XVII, XVIII y XIX), por Napoleón (en el siglo XIX), y por Alemania en las dos guerras mundiales del siglo XX, dio a Rusia una buena comprensión de sus enemigos europeos, especialmente en los roles relevantes desempeñados en la resolución del conflicto. Según Kissinger, esta situación no ha cambiado y sería un error aislar a Rusia de Europa, haciendo que se volviera hacia Asia.

Esto implica aceptar que, para la visión geopolítica de Rusia, las antiguas repúblicas soviéticas como Estonia, Letonia y Lituania (los Estados bálticos) y Bielorrusia, Ucrania (fuera o algún día dentro de la OTAN) y Moldavia, son un área de interés estratégico que juega un papel relevante entre Rusia y Europa Central y Occidental: una deseada zona de amortiguación de estabilidad.

Dentro de este punto de vista, encontrar formas de convivencia en el continente europeo se convierte en la clave de la seguridad intraoccidental.

Desde esta perspectiva, el objetivo de la OTAN ―en opinión de Kissinger― sería prevenir la guerra y no librarla. Por el contrario, la intención actual tanto de los Estados Unidos como de la Unión Europea ―y podríamos añadir de las diversas colonias con gigantes económicos, enanos políticos y gusanos militares al timón― de poner fin al poder de Rusia, quitándole su capacidad de guerra, es explícita. Este es el tipo de situación que la actual doctrina de seguridad de Rusia considera un «riesgo para la existencia del Estado ruso», como lo demostró la historia en 782 años.

Kissinger también argumentó la necesidad de evitar empujar a Rusia a una alianza con la República Popular China. El reciente viaje del presidente Biden (mayo de 2023) a Japón y Corea del Sur, dos aliados clave de Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico, ejemplificó este riesgo con hechos concretos. Aviones militares de Rusia y de la República Popular China patrullaron conjuntamente Taiwán, en clara respuesta a la importancia de la provocadora visita del inestable presidente de los Estados Unidos, que presentó más que la posición tradicional de su país en términos de apoyo militar a Taiwán en caso de un ataque, a pesar de la posición formal de los Estados Unidos antes mencionada en el Comunicado de Shanghái de 1972.

Por lo que respecta a la Unión Europea, es sólo un almacén para la venta de armas.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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LA OTAN, SIEMPRE CONVENIENTEMENTE ÚTIL

Marcelo Javier de los Reyes*

El presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, en la cumbre de la OTAN en Vilna, Lituania, Foto: AFP.

 

«Sin la OTAN, Europa no sólo se volvería vulnerable sino que, casi inmediatamente, también se fragmentaría políticamente. La OTAN garantiza su seguridad y proporciona un cuadro sólido para la unidad europea».

Zbigniew Brzezinski

 

Poco después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, los aliados comenzaron a poner sobre la mesa sus diferencias y comenzó lo que se denominó la Guerra Fría. Dos sistemas económicos y dos formas de vida dividían por entonces al mundo: el capitalismo y el comunismo.

El 17 de marzo de 1948 Francia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y el Reino Unido firmaron el Tratado de Bruselas o «Tratado de colaboración económica, social y cultural y de legítima defensa colectiva», dando nacimiento a la Unión Occidental, la cual incluyó una cláusula de defensa mutua de todos los países firmantes. De esta manera, Bélgica y los Países Bajos dejaron de lado su tradicional neutralidad. El avance del comunismo y la expansión de la Unión Soviética (URSS) atemorizaron a los países del occidente europeo, sobre todo cuando la democracia en Checoeslovaquia fue violentamente interrumpida en febrero de 1948.

Cuando en 1947 el secretario de Asuntos Exteriores británico, Ernest Bevin, le propuso al secretario de Estado, George Marshall, participar de una alianza militar los Estados Unidos se manifestaron renuentes. Estas reservas no se mantendrían por mucho tiempo.

Los Estados Unidos, fortalecido su liderazgo como consecuencia de la guerra, se apropiaron del «mundo occidental» y comenzaron a liderar a los aliados del oeste europeo. El proyecto de una reconstrucción de Europa mediante una unión del oeste y del este del continente bien pronto se mostró como algo irrealizable. La ilusión de una Europa que se constituyera como una tercera fuerza en el orden internacional se desvanecía.

No pasaron cuatro años del fin de la guerra para que el 4 de abril de 1949 se fundara la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de la mano de Estados Unidos —mediante el Tratado de Washington—, sumando a Canadá, Dinamarca, Noruega, Portugal e Islandia, a los que en 1952 se incorporaron Grecia y Turquía.

La creación de la OTAN cercenó cada vez más la capacidad de iniciativa de los países europeos, la cual ya se manifestaba desde el fin de la Primera Guerra Mundial[1] [2].

En 1955 se unió Alemania Occidental a la Alianza Atlántica pero también en ese mismo año los países miembros de la URSS crearon el Pacto de Varsovia. El 30 de mayo de 1982 España se convirtió en el miembro número dieciséis de la OTAN.

La Alianza ha debido superar situaciones embarazosas como por ejemplo, el conflicto de Chipre, iniciado a mediados de julio de 1974, tras el golpe de Estado para destituir al presidente, el arzobispo Makarios III, golpe orquestado por la junta militar en Atenas. Lo que parecía un conflicto nacional derivó en uno internacional cuando fuerzas de Turquía invadieron la parte norte de la isla. El gobierno turco fundamentó sus acciones en conformidad con el Tratado de Garantía, promulgado en 1960 por Chipre, Grecia, Turquía y Reino Unido. La invasión llevó a un enfrentamiento armado entre Grecia y Turquía que llegó a paralizar a los mismos europeos ante esta situación desatada en su continente y entre miembros de la misma organización militar.

Hacia el mundo «unipolar»

En 1989 se produjo del derrumbe del Muro de Berlín y en 1991 la implosión de la URSS, desintegración que implicó la inmediata disolución del Pacto de Varsovia, pero que no llevó a la disolución de la OTAN.

En 1991 se le había prometido a Mijail Gorbachov que la OTAN no se expandiría sobre el espacio postsoviético si permitía que la ex Alemania Oriental se incorporara a la Alianza Atlántica. Vladimir Putin siempre mantuvo que la Alianza no estaba cumpliendo con dicha promesa. En 2007, en la Conferencia de Seguridad celebrada en Múnich, Putin arremetió contra los Estados Unidos y advirtió del «peligro» de sus «acciones unilaterales»[3].

El actual secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que una promesa de este tipo «nunca se hizo», pero pronto fue desmentido por la revista alemana Der Spiegel que publicó un documento que confirma que se le había prometido a Gorbachov, en 1991, que la OTAN no se expandiría hacia el este[4]. El artículo publicado el 18 de febrero de 2022 bajo el título «La OTAN no se extenderá ni formal ni informalmente hacia el Este», cita el documento con las palabras del representante de los Estados Unidos, Raymond Seitz, en esa ocasión. Ese documento es al que durante décadas se ha aferrado Rusia para afirmar que «la expansión de la OTAN hacia el este violó los compromisos de Occidente tras la caída del Muro de Berlín. Ahora ha aparecido un documento notable».

Después de la Guerra Fría y del colapso de la URSS, los EEUU prosiguieron su camino de transformación de la Alianza, de globalización y de incremento de su poder militar. Fue el breve período de «dominio unipolar». El pretexto era que el mundo se tornó más peligroso y que hubo un aumento de las amenazas.

Para Brzezinski, la expansión de la UE debía ir acompañada de la expansión de la OTAN durante la post Guerra Fría. Según él, Europa era una especie de «cabeza de puente para Estados Unidos en Eurasia». La OTAN representaba el principal baluarte de la influencia militar estadounidense en Europa. Sin embargo, por esa época algunos de los miembros europeos de la OTAN consideraban que no era necesario mantener los gastos elevados en defensa tras la desaparición de la URSS pero la realidad es que durante la Guerra Fría los europeos se acostumbraron a vivir bajo la protección de los Estados Unidos y a no tomar decisiones por sí mismos.

Bien pronto, la guerra de Yugoslavia —en realidad serie de conflictos en el territorio de la antigua Yugoslavia, que se sucedieron entre 1991 y 2001— resultó muy oportuna a los intereses de los Estados Unidos y sirvió para demostrarles a los europeos que sin su apoyo no se podían resolver los conflictos del continente. Esto favoreció mantener vigente la OTAN e impulsar su expansión hacia el este favoreciendo el avance de la Alianza hacia el espacio postsoviético, incorporando en 1999 a Hungría, Polonia y la República Checa, en 2004 a Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumania, en 2009 a Albania y Croacia, en 2017 a Montenegro y en 2020 a Macedonia del Norte.

La existencia de la Alianza parecía ya no tener sentido y en 2019 el presidente francés Emmanuel Macron declaró que Europa debía comenzar a actuar como una potencia si no quería desaparecer. Afirmó que estaban ante la «muerte cerebral» de la OTAN y que la Unión Europea estaba «al borde del precipicio» por la falta de compromiso del presidente estadounidense Donald Trump[5].

Nueva avanzada hacia el este

Luego de Yugoslavia, en 2001, en Afganistán se creó la denominada International Security Assistance Force (ISAF), misión de seguridad multinacional en ese país con un mando conjunto con una notable influencia de Estados Unidos, hasta que se hizo cargo la OTAN. Fue la primera misión fuera de su marco geográfico hasta la fecha y la más prolongada hasta el retiro de tropas en 2021.

Pronto, un nuevo conflicto en Europa recuperó a la OTAN de esa «muerte cerebral» en ese continente, un conflicto que llevaba años en proceso de incubación, que fue insuflado a través de la Revolución Naranja y de la revolución de Maidán: el de Ucrania. La llegada al gobierno de ese país del actor Volodímir Zelenski puso nuevamente sobre la mesa el interés de Ucrania por integrarse a la Alianza, obviamente con el necesario incentivo de la angloesfera y pese a las reiteradas advertencias de Vladimir Putin.

La operación militar especial de Rusia en Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022 no significó el comienzo del conflicto, que ya en abril de 2014 se había iniciado como conflicto armado en el Dombás (Ucrania oriental). No obstante la operación de 2022 sirvió, como la guerra de Yugoslavia o la de Afganistán, para revitalizar la OTAN: en el marco de la cumbre celebrada en Vilna (Lituania), los representantes de la Alianza expresaron que invitarán a Ucrania cuando los aliados «estén de acuerdo y se cumplan las condiciones». Obviamente, esto molestó a Zelensky pero una vez más, la OTAN comandaba.

En tanto la OTAN abastece de armamento a Ucrania, Zelensky solicita cada vez más, llegando a pedir material muy sofisticado que los aliados le van entregando de a poco, en algunos casos pertrechos viejos y fuera de uso como los blindados Leopard que de ninguna manera le ayudarían a derrotar a Rusia aunque si a incrementar la deuda futura con Occidente.

A raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia, Finlandia y Suecia solicitaron el ingreso a la OTAN pero ante el bloque de Turquía con respecto a la incorporación de Suecia, en abril de 2023 Finlandia se convirtió en el 31° país miembro de la Organización.

En septiembre de 2022 Zelenski y el presidente y consejero delegado de BlackRock, el mayor gestor de inversiones del mundo —de origen estadounidense—, Larry Fink, se reunieron por videoconferencia para impulsar las inversiones públicas y privadas en Ucrania. Larry Fink le ofreció asesorar a Kiev para captar fondos para la reconstrucción con el propósito de impulsar la descalabrada economía ucraniana[6].

Mediante ese acuerdo, la división BlackRock’s Financial Market Advisory «participará en el diseño de la estructura, el proceso de inversión, la gobernanza y el uso de los ingresos de un fondo de reconstrucción». De hecho, se haría cargo del gobierno ucraniano para facilitar la participación de inversores públicos y privados en la reconstrucción y restauración de la economía de Ucrania. Pero nada será gratis. A los inversores se les ofrece «un rendimiento justo y equitativo».

La guerra no ha terminado pero el 21 de junio de 2023 se dio inicio en Londres a la Conferencia de Recuperación de Ucrania 2023 (CRU 2023), que reunió a un gran espectro de representantes para ayudar a movilizar apoyo financiero y político para la recuperación del país al finalizar la guerra[7].

A modo de conclusión

La OTAN ha logrado sobrevivir a su contraparte, el Pacto de Varsovia, creado por la URSS para enfrentar a la alianza occidental.

En los momentos en que todo podría justificar la disolución de la Alianza siempre emergió un conflicto que justificó su existencia. Su objetivo siguió siendo Rusia, que había intentado establecer una relación armoniosa como parte de Europa, a la cual pertenece.

Rusia y el control del este europeo no ha dejado de ser el objetivo de la angloesfera para lo cual ha arrastrado a una Europa cuya dirigencia contribuye en continuar esmerilando su fuerza en el marco de la comunidad internacional. Esta guerra que no debió haber comenzado pero que fue impulsada por la angloesfera y que se niega a que termine, ya que tanto los Estados Unidos como el Reino Unido se oponen a toda negociación que ponga fin al conflicto —recuérdese que en febrero de 2023 el ex primer ministro de Israel, Naftali Bennett, manifestó que Estados Unidos y sus aliados bloquearon un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia—, es un gran negocio para las empresas de energía y de armas. En este sentido no debe soslayarse el sabotaje a los ductos Nord Stream I y II. Europa ha quebrado su dependencia del gas y del petróleo ruso, al menos directamente, pero ha incrementado notablemente los costos de la energía y ha puesto en recesión al motor de la Unión Europea, Alemania, la cual se abastecía energéticamente de Rusia.

Además varios países de Europa Oriental dejarán de lado su viejo armamento soviético y ruso para incorporar material estadounidense o de otros socios de la OTAN.

Esta es una guerra geoeconómica y geopolítica pero, a pesar de lo que los medios occidentales -censura mediante- difunden sobre los efectos de las sanciones a Rusia, los daños no han sido todo lo perjudiciales que esperaban y han puesto a Rusia más cerca de China a la vez que han acelerado procesos como la definición de ciertos países que no adhieren a las sanciones impuestas del mundo occidental, ha impulsado a que varios países soliciten el ingreso a los BRICS y está llevando a una desdolarización de la economía mundial.

No obstante ha logrado dominar a Ucrania y ha generado una ruptura entre los ucranianos y los rusos a la vez que ha ahondado la que existía entre los mismos ucranianos, la que será difícil de superar, es decir, que ha logrado sacar a Ucrania de la órbita de influencia rusa pero a un grave costo que quizás la población ucraniana aún no haya percibido. El país está fuertemente endeudado, de hecho económicamente gobernado por un fondo de inversión, y ha perdido prácticamente su litoral sobre el mar Negro, con lo que ello implica.

No es la primera vez que una intervención militar de la OTAN es seguida por una operación de reconstrucción de postguerra. En cuanto a Europa, su economía ha sido perjudicada, su poder industrial se verá afectado por los altos costos energéticos y seguirá disminuyendo su peso a escala global. En síntesis, Ucrania y la propia Europa resultan las más perjudicadas de esta confrontación. La angloesfera ha dado un paso más en el sometimiento de Europa y ello debido a la falta de decisión de los propios líderes europeos.

Como se ha mencionado, el aceleramiento de los efectos indeseados tampoco favorecerá a la angloesfera, pero como todo imperio arrastrará al resto del mundo en su descenso.

Mientras tanto, Ucrania, como Yugoslavia o Afganistán en su momento, ha servido para que la OTAN continúe justificando su existencia.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.

Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB).

Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] A respecto ver: Marcelo Javier de los Reyes. «Visiones geopolíticas contrapuestas: un siglo de pérdida de iniciativa europea» (Primera parte). Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 18/11/2020,  https://saeeg.org/index.php/2020/11/18/visiones-geopoliticas-contrapuestas-un-siglo-de-perdida-de-iniciativa-europea-primera-parte/.

[2] A respecto ver: Marcelo Javier de los Reyes. «Visiones geopolíticas contrapuestas: un siglo de pérdida de iniciativa europea» (Segunda parte). Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 19/11/2020, https://saeeg.org/index.php/2020/11/19/visiones-geopoliticas-contrapuestas-un-siglo-de-perdida-de-iniciativa-europea-segunda-parte/.

[3]  Marcelo Javier de los Reyes. «2023: Escenarios regionales, escenario global. Repercusiones de los mismos en Argentina». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 30/03/2023, https://saeeg.org/index.php/2023/03/30/2023-escenarios-regionales-escenario-global-repersuciones-de-los-mismos-en-argentina/.

[4] Klaus Wiegrefe. „Neuer Aktenfund von 1991 stützt russischen Vorwurf”. Der Spiegel, 18/02/2022, https://www.spiegel.de/ausland/nato-osterweiterung-aktenfund-stuetzt-russische-version-a-1613d467-bd72-4f02-8e16-2cd6d3285295.

[5] Henry Samuel and Dominic Nicholls. «Emmanuel Macron left isolated as Nato allies dismiss his claim organisation is ‘brain dead’». The Telegraph, 28/11/2019, https://www.telegraph.co.uk/news/2019/11/28/emmanuel-macron-defends-nato-brain-death-claims-wake-call-alliance/.

[6] Miguel Moreno Mendieta. «BlackRock asesorará gratis a Ucrania para atraer fondos para la reconstrucción». Cinco Días, 19/09/2022,  https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/09/19/fondos_y_planes/1663580842_631559.html.

[7] Burak Bir.  «La Conferencia de Recuperación de Ucrania inició en Londres». Agencia Anadolu, 21/06/2023, https://www.aa.com.tr/es/mundo/la-conferencia-de-recuperaci%C3%B3n-de-ucrania-inici%C3%B3-en-londres/2927575.

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