Todos los países del mundo árabe se enfrentan a dilemas cognitivos complejos en el nivel de formación de capital de conocimientos. A pesar de los notables avances logrados en términos de indicadores de difusión de conocimientos en las sociedades árabes, no se deben ignorar muchos hechos que requieren una lectura cuidadosa y reflexiva de sus implicaciones.
Según el Informe Económico Árabe, publicado por el Fondo Monetario Árabe en 2022, la tasa de analfabetismo en el mundo árabe es de alrededor del 25%, lo que se considera la más alta del mundo (con la excepción de África subsahariana, que ronda el 34%), ya que hay aproximadamente 70 millones de árabes analfabetos y hay aproximadamente 15 millones de niños fuera de cualquier sistema educativo.
Si queremos definir con mayor precisión la realidad del capital intelectual árabe y no conformarnos sólo con indicadores cuantitativos, debemos llamar aquí la atención sobre los dilemas asociados a cada uno de los siguientes aspectos:
La abundancia de especializaciones versus la escasez de otras especializaciones (especialmente las científicas).
La viabilidad real del fenómeno de la difusión de la existencia de universidades como sucursales de instituciones educativas extranjeras.
En consecuencia, podemos plantear las problematicas relacionadas con las estrategias educativas capaces de seguir el ritmo de las exigencias de la economía y la sociedad del conocimiento, de acuerdo con el siguiente dilema:
¿Son las políticas y la metodología educativas en el mundo árabe capaces de crear una masa crítica de capital de conocimiento que pueda satisfacer las necesidades intelectuales y culturales de la sociedad o las necesidades económicas de los mercados laborales?
A pesar de todos los esfuerzos realizados para avanzar en este camino, en lugar de limitarse a mejorar los indicadores cuantitativos, parece que aún estamos lejos de alcanzar los estándares globales para formar una masa crítica de capital de conocimiento cualitativo. Actualmente existen profundas dudas sobre la capacidad de crear espacios dinámicos, innovadores y críticos a través de los cuales podamos formar esa masa crítica para enfrentar los dilemas económicos y sociales acumulados, incluidas las insolubles crisis políticas e intelectuales en el mundo árabe.
Por lo tanto, en principio, hay que reconocer que no es posible formar un capital de conocimiento sólido sin una visión clara de la identidad del ciudadano árabe cuyo conocimiento se pretende formar. Aquí surge la importancia del papel decisivo de los líderes políticos y de las élites intelectuales que podrían desempeñar en la reestructuración de todos los conceptos, estrategias y prácticas relacionadas con el proceso de producción y formación de la masa crítica de capital de conocimiento.
En este contexto, para demostrar la fragilidad de las estrategias árabes de conocimiento y la falta de visión a nivel político en relación con el desempeño del conocimiento, sólo tenemos que plantear los siguientes dilemas:
El reducido gasto público árabe en investigación científica, que se ha convertido en una parte esencial del poder blando de los países: según informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el gasto total en investigación científica en el mundo árabe no supera el 0,59% del producto interior bruto, frente a la media mundial de aproximadamente el 2,3%.
La escasez de apoyo a la producción o la lectura de libros: el mundo árabe produce menos del 1% de la producción mundial de libros (aunque el porcentaje de la población árabe es de aproximadamente el 5,5% de la población mundial).
La mala calidad de los libros publicados y la limitada base de lectores reales en lengua árabe: por desgracia, el ciudadano árabe sólo lee una media de 6 minutos al año, frente a las 200 horas anuales del ciudadano europeo.
El mundo árabe tiene las tasas más altas de fuga de cerebros y migración de habilidades del mundo: como resultado de un entorno político e intelectual incapaz de retener o atraer talento e innovadores; la mayoría de los estudiantes árabes que estudian en el extranjero no regresan a sus países de origen (especialmente aquellos con doctorados).
En conclusión, estos dilemas confirman inevitablemente la urgente necesidad de aumentar la inversión en capital de conocimiento relacionado con la investigación científica. Aquí también debemos darnos cuenta del peligro de convencernos de la viabilidad de políticas públicas relacionadas con la importación de conocimiento y tecnología con dinero, sin la existencia de un entorno político favorable basado fundamentalmente en:
Localizar el pensamiento racional y crítico.
Factores que generen creatividad e innovación.
En consecuencia, las visiones políticas seguirán siendo fundamentalmente capaces de crear un entorno propicio para la formación y consolidación de una masa crítica cualitativa de capital de conocimiento real, que en principio debe basarse en:
La filosofía de la ciencia y el contrato social que sustente el Estado de derecho y el respeto a la diversidad.
La modernización política, cultural y económica.
A la luz de lo anterior, y lejos de la afición de los vencidos a imitar al vencedor, es necesario destacar que no podemos lograr ningún avance cualitativo a nivel de cómo formar esa masa crítica sin una estrategia política seria que nos permita involucrarnos e invertir en ese sistema de capital de conocimiento que sea capaz de absorber nuestro presente y futuro con una comprensión racional y crítica, a través de la cual podamos superar la dependencia cognitiva, ya sea tecnológica, económica, política, cultural o incluso recreativa y deportiva.
* Doctor en Filosofía en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales. Actualmente preparando una segunda tesis doctoral: The Future of Europe and the Challenges of Demography and Migration, Universidad de Santiago de Compostela, España.
Las trascendentales elecciones legislativas alemanas tuvieron el resultado que venían anunciando las encuestas, incluida la subida de los neo-comunistas woke de Die Linke que en pocas semanas pasó de estar fuera del Bundestag a lograr una significativa representación con el 8,8%, es decir prácticamente doblando sus resultados.
Las elecciones eran de una importancia mayor porque definía en futuro político de la que aún sigue siendo la primera potencia de la UE. Se sabía que los alemanes iban a castigar a la pusilánime gestión del saliente canciller Olaf Scholz de la SPD y que un nuevo gobierno iba a dirigir Alemania durante los próximos 4 años.
Las dos claves de los comicios son: el regreso de la CDU/CSU al poder tras el descalabro social-demócrata y el histórico resultado obtenido por la nacionalista AfD que logra el 20,8% de las papeletas.
Los resultados por partidos
CDU/CSU. Es el claro vencedor de los comicios con el 28,6% (+4,4%), aunque queda ligeramente por debajo del 30% anunciado en varias encuestas.
AfD 20.8% (+10,4%) es el partido que más crece duplicando sus votos de hace cuatro años. Ese gran resultado le convierte en el segundo parrido de Alemania lo que es un hito histórico rompiendo, medio siglo de tendencia en el que la CDU/CSU y el SPD se disputaban alternativamente el primer y el segundo puesto
SPD con su 16,4% es el gran derrotado de las elecciones pierde un 9,3% de votos y se desciende hasta ser el tercer parido de Alemania.
Los Verdes llegan al 11,6% a pesar de bajar un 3.1% logran aguantar el profundo desgaste de su participación en la saliente coalición gubernamental y las posturas belicistas adoptadas por su Annalena Baerbock como ministro de Exterior de Alemania.
Die Linke 8.8% es el «segundo vencedor moral» de los comicios, casi duplican su representación (+3,9%) a pocas semanas de las elecciones las encuestas le daban un pobre 4% lo que hubiera significado convertir en fuerza extra-parlamentaria e iniciar el camino hacia la marginalidad e insignificancia política. El resultado les confirma como una importante referencia para la izquierda, a lo que se une que su competencia en este espectro político BSW queda fuera del Parlamento.
BSW se queda a 3 centésimas de irrumpir por primera vez en la Cámara alemana. Su 4,97% puede ser un punto de inflexión a la baja de esta formación de izquierda crítica con la inmigración, que tendrá que sobrevivir como extra-parlamentaria cuatro años. Su presencia en parlamentos regionales en el este del país es su posible tabla de salvación.
FPD 4.3% es el «segundo perdedor» de las elecciones bajando un 7.1% respeto a 2021 y quedándose fuera del Parlamento. Los liberales pagan muy cara su anodina participación en el saliente gobierno de coalición. Su líder abandona la política y el partido entre en una deriva que podría llevarle a la desaparición de la escena política (1).
Realidades geográficas y sociológicas
Para entender el significado de estas elecciones y especialmente para conocer las constantes sociológicas alemanas, es importante tener en cuenta estos datos.
AfD es el primer partido en el este de Alemania y gana en todo los länder de la antigua RDA con porcentajes de voto realmente altos.
Sajonia 42,*9 (+17.2)
Turingia 38.6% (+14.6)
Sajonia-Anhalt 37.4% (+19.6)
Meclemburgo-Pomerania 35.3% (+17.3)
Brandemburgo 32.5% (+14.4%)
Necesario añadir, que en dos länder occidentales, AfD ha superado la barrera del 20%.
Sarre 21,6% (+11.59
Renania-Palatinado 20.1% (+10.5%)
Resultados que contrastan con los de la ciudad de Berlín en la que Die Linke es la fuerza más votada con un 19.9%y y AfD ocupa solo el quinto lugar con un 15,1%.
En la Alemania occidental el predominio es claramente para la CDU/CSU.
Más que significativa es la comparación del voto de la mujer joven urbana:
Die Linke 34%
Los Verdes 22%
SPD 12%
AfD 9%
CDU 9%
Con el voto del hombre mayor de área rural:
CDU 42%
AfD 18%
SPD 18%
Verdes 8%
Die Linke 3%
Una comparación que habla por sí misma y que debe ser tenida en cuenta por los equipos electorales de AfD.
AfD se consolida sin duda como el primer partido de los trabajadores alemanes logrando un 37% de voto obrero.
En cuando al voto musulmán se ha distribuido de la siguiente forma:
29% Die Linke.
28% SPD
16% BSW
12% CDU
6% AfD
4% Los Verdes.
Sin duda un dato de enorme importancia sociológica ha sido el voto de los jubilados. Su movilización y su masivo apoyo a los partidos tradicionales (CDU/CSU y SPD) ha sido determinante a la hora de impedir que AfD pudiera acercarse al 25% de votos (2), un porcentaje que hubiera cambiado radicalmente el escenario político. Con esa representación AfD hubiera podido bloquear constantemente las iniciativas legislativas del Bundestag.
El 20% de AfD. Musk no da votos.
20,8% es sin duda un resultado espectacular, pero que ha dejado un ligero sabor a poco entre dirigentes y simpatizantes de AfD. 20% era el porcentaje que daban las encuestas hace meses. La llegada de Trump a la Casa Blanca, la intervención «on-line» de Elon Musk en un acto de campaña y una entrevista de Alice Weidel desmarcándose de los más polémicos del partido, se pensó que podría dar un importante impulso electoral a la formación nacionalista. No ha sido así, es más, desde la intervención de Musk en su campaña, AfD bajó unas décimas en intención de voto (3).
La reacción de Trump a los resultados electorales felicitándose por la victoria de un partido conservador (CDU) demuestra el escaso conocimiento de la política alemana y lo poco que le importa su «aliado» del presidente estadounidense (4)
AfD debe cuidar mucho sus relaciones con la nueva administración de Washington. Trump ya ha anunciado la imposición de un 25% de arancel para todos los productos europeos, incluidos los automóviles (5), un duro golpe para el principal sector exportador alemán y el motor económico del país. Si AfD se quiere colocar como la correa de transmisión de quien daña a la economía y a los trabajadores alemanes, las consecuencias electorales son más que previsibles.
Merz, ¿el anti-Merkel?
Los resultados electorales convierten la líder de la CDU/CSU, Friedrich Merz, en el virtual nuevo canciller alemán. Para lograrlo sólo tendrá que reditar una «gran coalición» con el SPD.
Merz representa el ala derechista y conservadora de la CDU. Su regreso al partido y a la primera fila de la política, que había abandonado por discrepancias con Angela Merkel, ha supuesto un giro a la derecha de la CDU en temas claves, incluyendo un cambio en la policía de asilo iniciada por Merkel, que Merz calificó de catastrófica. Muchos comentaristas coinciden en definir a Merz como un anti-Merkel (6).
Sus primeras declaraciones han sido rotundas en el sentido de recuperar la potencia económica, diplomática y militar de Alemania, llegando a plantear la posibilidad de defensa nuclear para Alemania (7). En este sentido se ha pronunciado claramente por una emancipación europea respecto a Estados Unidos, para lo que está organizando una serie de encuentros con otros líderes europeos una vez asuma el cargo (8).
Sin duda un aspecto clave en estas elecciones y en la evolución política de Alemania en los próximos años es la inmigración y su impacto sobre la seguridad ciudadana. Es el argumento principal que ha permitido a AfD situarse como segunda fuerza política, los estrategas electores de las CDU/CSU lo sabían y durante la campaña hicieron declaraciones en el sentido de mayor control de la inmigración. Pronto se han diluidos las promesas de los siempre frágiles democristianos, a los pocos días de los comicios Merz «matizó» ―una forma suave de decirlo― todas sus promesas electorales en esta materia, asegurando que «nadie ―se refiere a él mismo― ha hablado de cerrar fronteras» (9). Este 3 de marzo Alemania sufrió otro atentado indiscriminado relacionado con la inmigración con dos muertos y varios heridos, otra más de una larga lista (10).
Si Merz a la cabeza de la previsible coalición CDU/CSU-SPD no logra actuar con rotundidad sobre la inmigración-inseguridad, su mandato será una continua crisis que podría llevar a AfD a ganar los próximos comicios, siempre que sus posiciones internacionales no se confundan con quienes en los próximos años van a atacar la industria, la economía y la posición geopolítica de Alemania y de Europa.
Históricamente, en Sri Lanka, las dinámicas internas, políticas y sociales han estado determinadas por la influencia de los imperios indios y por la actividad disruptiva de las potencias europeas a partir del siglo XVI: Portugal (1505-1658), Holanda (1658-1796) y Reino Unido (1796-1900). Tal y como sucedió con la India y Pakistán, el proceso de concesión de la independencia de Ceilán del Reino Unido[1] fue acompañado por un cisma irreconciliable de las dos principales etnias de la isla: los cingaleses como mayoría que practicaban el budismo y los tamiles que profesaban el hinduismo y que quedaron relegados principalmente a la parte noreste del territorio esrilanqués y a una posición muy secundaria dentro del espectro político interno.
Las reformas a la constitución y a la estructura gubernamental[2] de 1972 permitieron oficializar el dominio de la etnia cingalesa y, por consiguiente, el aumento del diferendo con los tamiles: conflictos armados, denuncias de violaciones de los derechos humanos y pogromos anti-tamiles por parte de las fuerzas cingalesas apoyadas desde el gobierno. La radicalización de ambas partes del conflicto y las posiciones irreconciliables de sus demandas, determinaron una guerra civil desde la década de 1980 hasta su fin en 2009 con los acuerdos de paz sin que ello significara el término de las discrepancias.
Esta contradicción étnico-religiosa, constituye parte fundamental de la estructura partidista del país. Existen en Sri Lanka un total de 83 partidos políticos reconocidos oficialmente[3], de ellos 15 están representados en el Noveno Parlamento de la República Democrática Popular de Sri Lanka[4], siendo el United National Party (UNP, por sus siglas en inglés) y el Sri Lanka Freedom Party (SLFP, por sus siglas en inglés) las organizaciones partidistas que han dominado casi en su totalidad el gobierno de la isla y se han alternado en el poder. De igual forma, el Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP) es el partido que ha estado en el poder político desde el año 2019 y hasta 2022, y está controlado por la familia Rajapaksa; el Samagi Jana Balawegaya (SJB), dirigido por Sajith Premadasa, como partido de la oposición; y el National People’s Power (NPP, por sus siglas en inglés), una coalición liderada por el izquierdista Janatha Vimukthi Peramuna (JVP) y crítica a la gestión estatal hasta entonces. Además, la existencia de partidos más pequeños que representan a las minorías étnicas y religiosas complementan ese espectro político interno en el que las organizaciones tamiles minoritarias se alternan entre la opción legal y política y el extremismo[5], de ahí la división, falta de coherencia en sus propuestas políticas y la ausencia de una representación fuerte dentro del contexto gubernamental esrilanqués[6].
El presente ensayo se dedica al análisis del panorama político en Sri Lanka después de celebrarse las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2024. Igualmente se abordan las implicaciones de estos cambios internos y su influencia en la proyección exterior del país, principalmente hacia India y China como potencias regionales con intereses en disputa.
Elecciones de 2024 como expresión de cambio
Aun cuando el país todavía no ha podido superar la grave crisis económica producida por el impago de la deuda internacional y las medidas de austeridad del gobierno interino de Ranil Wickremesinghe, la Comisión Electoral de Sri Lanka convocó a la realización de elecciones presidenciales. Las campañas políticas de los 38 candidatos que se presentaron a los comicios se enfocaron en la mejora de la situación económica del país, a diferencia de las tres elecciones anteriores en donde las cuestiones de seguridad nacional y la lucha contra el autoritarismo, el nepotismo y la corrupción dominaron las propuestas principales de los contendientes.
El fracaso de los gobiernos de la isla en industrializar y liberalizar la economía, las consecuencias que tuvo para la industria turística la pandemia de la COVID-19[7], los efectos de la crisis provocada por el conflicto ruso-ucraniano, la acumulación de deudas de los gobiernos desde 2009 a través de empresas estatales ineficientes y medidas de bienestar insostenibles, y decisiones mal concebidas relacionadas a la incapacidad para trasladar la economía a la industria[8] fueron las causas principales de la crisis económica y social del país a partir de 2022. La voluntad del país de mantener un Estado de bienestar basado en tasas impositivas progresivamente decrecientes y la incapacidad de los ingresos del turismo, las exportaciones y las remesas[9] de cubrir las importaciones de petróleo, gasolina, gas para cocinar, alimentos, medicinas y bienes de consumo duraderos, desembocaron en un aumento de la deuda pública total del 126 por ciento del PIB[10].
El 12 de abril de 2022, Sri Lanka anunció un impago soberano preventivo de toda su deuda externa de unos 50.000 millones de dólares, sumado a una contracción del 7,8% de su PIB, una inflación del 54,5%, escasez de productos básicos y una duplicación de la pobreza[11] hasta el 25% de la población[12]. La falta de liquidez para asumir sus compromisos de pagos de deuda externa a acreedores multilaterales y bilaterales[13], fue un aspecto muy importante de la situación interna del país desde de abril de 2022.
La dimisión de Mahinda y Gotabaya Rajapaksa mediante las amplias y sostenidas movilizaciones populares bajo el nombre de Aragalaya («lucha popular» en cingalés), produjeron un cambio de figura política al mando del gobierno, pero en esencia, mantuvieron la estructura del sistema. Ranil Wickremesinghe, quien fue confirmado como presidente del país por el resto del tiempo constitucional establecido, implementó una serie de medidas encaminadas a solventar los problemas sociales derivados de la crisis económica, aliviar la situación de impago de las deudas mediante la aceptación de un paquete de financiación del FMI[14], negociar con los acreedores la deuda externa, aplicar medidas de austeridad para detener la inflación y la escasez, y la disolución de las protestas mediante la combinación de la represión y el alivio económico.
Es en este contexto en el que se convocaron a las elecciones presidenciales, al concluir el mandato constitucional de 5 años del gobierno de Rajapaksa-Wickremesinghe. El padrón electoral contó con un total de 17 millones de habitantes, de los 22 millones que conforman el país, el despliegue de más de 250.000 funcionarios públicos para gestionar las elecciones y la instalación de más de 13.000 colegios electorales[15]. De los 38 candidatos presentados, 4 fueron los favoritos a alcanzar números considerables: el líder opositor Sajith Premadasa, que encabeza el Samagi Jana Balawegaya (SJB), Anura Kumara Dissanayake, líder del izquierdista Janatha Vimukthi Peramuna (JVP) y su alianza Poder Popular Nacional (NPP), el presidente Ranil Wickremesinghe como candidato independiente y Namal Rajapaksa del Partido Podujana Peramuna de Sri Lanka[16].
Con un 79,46% de asistencia a las urnas (13.619.916 votantes de 17.140.354 registrados) y el 97,8% de los votos validados, la Comisión Electoral de Sri Lanka declaró vencedor a Anura Kumara Dissanayake con 5.634.915 votos para un 42,31%[17]. En este caso, lo atípico del contexto electoral y la gran cantidad de candidatos, muy superior a las 8 elecciones presidenciales anteriores, condujo a una mayor polarización y dilución del voto, por lo que resulta comprensible que ninguno de ellos pudiera sobrepasar el umbral del 50%. Al contabilizarse las preferencias[18] de los votantes que eligieron a los restantes 36 candidatos, Dissenayake fue declarado vencedor con un total de 5.740.179 votos frente a los 4.530.902 obtenidos por Sajith Premadasa[19].
Anura Kumara Dissanayake (comúnmente conocido por las siglas AKD) en su campaña electoral por la presidencia del país, enfatizó en la reducción de la dependencia de bienes extranjeros y fortalecer las industrias locales, una economía mixta dirigida por el Estado, la expansión de los programas de bienestar social, el aumento de los impuestos a los ricos y la flexibilización de las medidas de austeridad para beneficiar a las familias de bajos ingresos. Además, prometió una renegociación del acuerdo con el FMI, realizar auditorías de la deuda y crear un análisis alternativo de la deuda[20]. Su mensaje anticorrupción y su promesa de un cambio en la cultura política resonaron con fuerza entre los votantes que exigen un cambio de sistema, un lema clave durante el Aragalaya. Su populismo de izquierda, encaminado hacia la unificación de los votantes descontentos con la crisis nacional, ha obligado al NPP a matizar su discurso nacionalista[21] y a evolucionar en su política de reconciliación nacional.
Desde la victoria del JVP en septiembre de 2024 y hasta noviembre del 2024, AKD disolvió el parlamento del país y gobernó con un gabinete simplificado de 3 ministros y 15 secretarios ministeriales. Además, se designó a la Dra. Harini Amarasuriya como primera ministra del gobierno interino, tercera primera ministra de la isla en toda su historia, lo que significó un elemento novedoso que refuerza la idea de que la plataforma del gobierno de AKD viene a romper con la forma tradicional de hacer política en Sri Lanka.
La disolución del Parlamento de manera inmediata fue uno de los compromisos que asumió el presidente Anura Kumara Dissanayake durante su campaña, haciendo hincapié en que se necesitaría un nuevo gobierno para remodelar el panorama político de Sri Lanka. El 14 de noviembre de 2024 se celebraron las elecciones parlamentarias[22], con un padrón electoral de más de 17 millones de votantes, el partido la coalición del NPP, a la que pertenece el presidente del país, obtuvo la mayoría de los escaños parlamentarios, mejorando sustancialmente los 3 asientos que obtuvo en las elecciones parlamentarias de 2020. Este resultado, muy satisfactorio e histórico para el NPP, consolidó su victoria en las presidenciales y superó los dos tercios necesarios dentro del parlamento para la implementación de reformas constitucionales y otros cambios estructurales prometidos durante la las campañas electorales.
A lo interno, las dos victorias electorales de lo que se considera como un movimiento de izquierdas, progresista, alejado de la política tradicional esrilanquesa y que esgrime un cambio estructural dentro del país, han significado para Sri Lanka una reconfiguración de las ideologías de las principales fuerzas electorales, una transformación del patrón de voto de las minorías étnicas, díganse tamiles y musulmanes, y una victoria y finalización del movimiento de Aragalaya iniciado en el año 2022. De las elecciones, también se puede afirmar la existencia de un rechazo generalizado a las organizaciones políticas tradicionales y a su forma de hacer políticas y relacionarse con otros partidos y organizaciones menores para consolidarse. Además, ha mostrado la pérdida de importancia del nacionalismo tamil dentro del panorama electoral y político de la nación, frente a los imperativos de cambios estructurales y mejorías económicas esgrimidos por AKD y su coalición.
No obstante, existen varios aspectos que suscitan cierta preocupación y criticas públicas debido a la falta de concordancia con lo prometido en la campaña electoral. La estrategia política de moverse ideológicamente hacia una posición de centro-izquierda favoreció aún más la captación de votantes y alejarse de la idea de un movimiento de extrema izquierda y nacionalista cingalés del SVP, partido de corte marxista-leninista que formó gobiernos de coalición de manera intermitente como socio minoritario entre 1994 y 2007. El cuestionamiento a los términos del 17º programa del FMI y la revisión de sus términos como promesa de campaña, se ha transformado hacia un compromiso público de continuar con el paquete de financiamiento y las políticas neoliberales exigidas[23], salvo la exigencia de una mayor atención al sector social. También, el nuevo gobierno ha mantenido en sus cargos a varios funcionarios de la administración anterior y le ha otorgado puestos oficiales de alto rango a varios representantes del mundo empresarial y los negocios. Igualmente, ha continuado con la mayoría de las políticas económicas del gobierno anterior, salvo por la renuencia a privatizar empresas de sectores considerados estratégicos como Sri Lankan Airlines, Ceylon Electricity Board y Ceylon Petroleum Corporation. «A pesar de su aparente agenda “anti-élite”, el NPP ha tenido que navegar por la misma burocracia y el mismo aparato estatal que estas élites han controlado durante los últimos tres cuartos de siglo»[24].
Proyección externa del nuevo gobierno. El equilibrio entre India y China.
Tradicionalmente, la postura exterior de Sri Lanka ha estado sujeta a las dinámicas regionales de Asia en donde tres actores dominan el escenario de la zona: India, China y Estados Unidos. Desde su surgimiento como Estado independiente, la práctica del no alineamiento ha funcionado coherentemente con sus objetivos nacionales, la baja densidad poblacional, sus características geográficas y sus inestabilidades internas relacionadas con la cuestión nacional tamil. Y es que las sensibilidades geopolíticas de Sri Lanka han estado determinadas por su cercanía geográfica a la India y por la asertividad china en el área. En este sentido, ha influido la falta de atención que India le brindó a su vecindario en un período de su historia reciente, donde sus proyecciones de política exterior le ganaron el recelo de la gran mayoría de los países surasiáticos. Por su parte, la estrategia china de maximizar ganancias mediante el pragmatismo y la desideologización en sus relaciones y la apuesta por la diplomacia económica, han supuesto una fuerte presencia de Beijing en territorio esrilanqués. A ello tributa considerablemente la ubicación geográfica de la isla. Sri Lanka ocupa una posición clave en el océano Índico. Los puertos de Hambantota y Colombo son cruciales para la conectividad y el comercio de la zona y del resto del mundo. «Si bien los gobiernos de Sri Lanka ―y de todo el sur de Asia― tienden a oscilar entre una retórica pro-India y pro-China, no pueden darse el lujo de distanciarse de ninguno de los dos países»[25].
El enfoque de Dissanayake hacia India y China es de equilibrio y no alineación. Pese a que se ha especulado que la victoria de AKD supondría una inclinación anti-india debido a la tradicional postura de su partido, sus pronunciamientos de campaña y los encuentros con altos funcionarios indios y chinos antes de las elecciones, suponen el mantenimiento de una política exterior de «apertura y amistad con todos». «Tenemos intereses estratégicos y trabajaremos para lograrlos. Somos conscientes de nuestras responsabilidades y sensibilidades regionales. No queremos quedar atrapados en una batalla entre potencias globales»[26]. AKD ha sido muy crítico con ambas partes: por la forma en que los activos nacionales fueron entregados a China y en cómo se gestionó la deuda con ese país, y con la participación india en Sri Lanka en proyectos de dudosa conformación.
Por un lado, China ha brindado y es el principal socio y acreedor económico bilateral del país. Entre 2006 y 2022, Beijing comprometió 11.200 millones de dólares en subvenciones y préstamos para proyectos de infraestructura en Sri Lanka. Además, es el arrendatario del puerto de Hambantota a cambio de 1.100 millones de dólares ante las dificultades que presentó este enclave para atraer tráfico. Durante el gobierno de los hermanos Rajapaksa, se les favoreció con préstamos importantes para financiar proyectos como la ciudad portuaria de Colombo, cuestiones que contribuyeron a exacerbar la crisis económica del país para 2022[27]. La pandemia del COVID-19 y el impago de las deudas por Sri Lanka, hizo que la atención de Beijing se desplazara de esta isla hacia las Maldivas debido a que Sri Lanka no logró ser un socio fiable y adecuado para el pragmatismo chino, a pesar de la larga data de cordiales relaciones bilaterales político-diplomáticas y de ayuda y cooperación desde la década de 1950.
Por su parte, durante la crisis de la deuda de 2022, el gobierno indio proporcionó el mayor paquete de ayuda bilateral de su historia con 4.000 millones de dólares durante solo el primer semestre de ese año mediante créditos, préstamos y donaciones, además de una activa negociación para lograr un programa del FMI para la isla[28]. Las inversiones del Grupo Andani de más de 1.000 millones de dólares en proyectos de energía eólica y para desarrollar una terminal de contenedores en el puerto de Colombo para el comercio de transbordo con India[29], son dos de los proyectos más importantes de la inversión privada india en Sri Lanka. «Sin embargo, dada la historia y la compleja política del país, la asistencia y los préstamos indios y el apalancamiento posterior mediante inversiones privadas se califican de oportunistas y de presión»[30].
Con India las relaciones han sido históricas y estrechas, principalmente en gobiernos de derecha a los cuales se les ha apoyado desde Delhi en todas las elecciones presidenciales. Durante la crisis de la deuda de 2022, el gobierno indio proporcionó el mayor paquete de ayuda bilateral de su historia con 4.000 millones de dólares durante solo el primer semestre de ese año mediante créditos, préstamos y donaciones, además de una activa negociación para lograr un programa del FMI para la isla[31]. En su primer viaje oficial al extranjero, AKD visitó India en diciembre de 2024, donde fue recibido tanto por la presidenta india Droupadi Murmu como por el primer ministro Narendra Modi. En dicha visita, la India se comprometió a suministrar gas natural licuado (GNL), mejorar los acuerdos comerciales entre los dos países, impulsar los intercambios educativos y tecnológicos y fomentar la inversión extranjera directa india en Sri Lanka. Igualmente, se acordó el apoyo indio en la digitalización de los servicios públicos de la isla, en tanto Dissanayake reiteró que respetará las preocupaciones de seguridad de la India y no permitirá que Sri Lanka sea utilizada en su contra[32]. También, entre los memorandos de entendimiento firmados, se destaca el establecimiento de un comité de trabajo conjunto entre los dos países para mejorar la cooperación en materia de agricultura; se debatió sobre defensa, energía, y el establecimiento de una red eléctrica y múltiples oleoductos, incluido uno que conectaría a ambos países. En la declaración conjunta, más allá de intenciones, se mostró una hoja de ruta a seguir para el mejoramiento y ampliación de las relaciones bilaterales mediante el enfoque en aspectos específicos y estratégicos de la relación como el terrorismo, el lavado de dinero, el tráfico de drogas, entrenamiento conjunto, vigilancia marítima, firma de un Acuerdo de Cooperación de Defensa, intercambio de mejores prácticas y cooperación en hidrografía. En este sentido, Sri Lanka se comprometió a no permitir que su territorio sea empleado para fines que amenacen a la seguridad india.
«La relación de la India con Sri Lanka se centra mucho más en las particularidades de una amistad entre la India y Sri Lanka que en un marco más amplio. Sin duda, también hay en ella un elemento de la doctrina SAGAR, pero el quid de la dinámica sigue siendo bilateral, con especial atención a una relación de dos vías»[33].
Un mes después, en enero, por invitación del presidente chino Xi Jinping, AKD efectuó una visita oficial a China en la que además de los encuentros al más alto nivel se firmaron un total de 15 MOUs aun por discernir su naturaleza. Sin embargo, según la información ofrecida por la declaración conjunta y por medios de prensa, los acuerdos se centraron principalmente en el avance de proyectos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR); un acuerdo renovado de intercambio de divisas; cooperación ampliada en comercio, agricultura, economía digital, educación y acción climática; la reestructuración de la deuda; las inversiones en logística, desarrollo verde y transformación digital; la cooperación marítima, los intercambios culturales y los vínculos entre los pueblos a través del turismo, la educación y la formación profesional; el apoyo al sector de la salud de Sri Lanka y la preservación del patrimonio cultural; la cooperación judicial y de seguridad, y el compromiso con el multilateralismo y las iniciativas de desarrollo global.
Un aspecto novedoso y que a su vez es una ruptura con los gobiernos anteriores de Sri Lanka en su proyección hacia China, lo fue el reconocimiento por parte de AKD sobre la oposición a la independencia de Taiwán, mediante el apoyo a «todos los esfuerzos» para «la reunificación nacional» de China en su declaración oficial[34]. Asimismo, prometió que no permitiría que su territorio se utilizara para ninguna actividad separatista contra China y que apoyaría firmemente a China en cuestiones relacionadas con Xizang (Tíbet) y Xinjiang[35].
De igual forma, se conoció de acuerdos concretos como un contrato de 3.700 millones de dólares con Sinopec para instalar una refinería de petróleo en Hambantota[36]; el avance de las inversiones en la Ciudad Portuaria de Colombo y el puerto de Hambantota en el marco de la IFR y la construcción de un centro de exposiciones y convenciones de última generación con el objetivo de impulsar la capacidad del país de albergar cumbres comerciales internacionales y eventos a gran escala financiada íntegramente desde Beijing. Otro aspecto relevante fue el anuncio de una subvención china de 500 millones de yuanes[37]. De manera general, «la relación de China con Sri Lanka se basa mucho más en una narrativa más amplia que en una asociación local. Para China, Sri Lanka es parte de un marco conceptual mucho más amplio conocido como la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Todo lo relacionado con la relación bilateral se ve en el contexto más amplio de esta gigantesca iniciativa»[38].
Estos primeros dos compromisos de importancia para la política exterior del gobierno de centro-izquierda de Sri Lanka han significado un reto. Mas allá de las oportunidades que las visitas de AKD a India y China pudieron suscitar para la recuperación de la situación económica del país, estos viajes representaron las primeras acciones de importancia adoptadas por el nuevo gobierno con sus dos principales socios económicos, comerciales y de defensa. Por un lado, el viaje a la India apaciguó en cierta medida las preocupaciones de seguridad del gobierno de Modi ante el nuevo gabinete de Sri Lanka y tranquilizó a los círculos de poder político y económico indios sobre el mantenimiento de la proyección amistosa hacia India heredada del gobierno anterior. Con China, se logró la concreción de varios acuerdos de importancia para la isla surasiática, sobre todo, los relacionados con las inversiones y la reestructuración de su deuda.
Sri Lanka representa un enclave sensible para la seguridad marítima de la India y para los intereses chinos dentro de la IFR. El equilibrio en política exterior que el gobierno de Sri Lanka debe adoptar para no caer en el centro de la rivalidad sino-india en la región, debe ser la principal tarea dentro de su política exterior, junto con la diversificación de sus socios internacionales, la recuperación del prestigio global del país y la reinserción efectiva de éste en los principales mecanismos globales de desarrollo tal y como sucedió con la reciente aceptación como miembro del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. Indiscutiblemente, la política exterior no es uno de los puntos fuertes del NPP y del gabinete actual, debido a que sus principales directrices están enfocadas en la política interna, especialmente en la recuperación económica y la lucha contra la corrupción.
Consideraciones finales
Los resultados de las elecciones presidenciales de septiembre de 2024 en Sri Lanka, fueron insólitos, pero no inesperados. Las cuestiones de la seguridad nacional, la unidad interna y la lucha contra la corrupción le dieron paso a la recuperación económica y la superación de la crisis social interna producida por los impagos de sus deudas externas desde 2022. La victoria del candidato marxista, budista y cingalés, Anura Kumara Dissanayake logró capitalizar el descontento popular mediante un programa radical cuyo objetivo esencial recae en la transformación del sistema y la estructura política del Estado.
La consolidación de su gobierno con la victoria del NPP en las elecciones parlamentarias de noviembre de 2024, significa la vía libre para la implementación del programa de gobierno prometido durante la campaña presidencial. Sin embargo, muchas de estas promesas han ido mutando con el objetivo de atraer a un mayor número de votantes, principalmente de la clase media y baja, y de un sector joven y de etnias comúnmente segregadas como los tamiles y musulmanes. Ello, está relacionado además con el imperativo de distanciarse de las etiquetas poco atractivas asociadas al marxismo-leninismo y al nacionalismo cingalés, que caracterizaron al JVP desde la década de los años 70 del siglo XX.
El rol de Sri Lanka en la geopolítica y la geoestrategia del sur de Asia la ubican como un actor de atención para India y China. Sri Lanka es vital para las sensibilidades de seguridad marítima de la India y para los intereses económicos chinos dentro de sus estrategias de consolidación y ascenso global como la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Las visitas de AKD a Nueva Delhi y Beijing de manera consecutiva, muestra el orden de prioridad que asume el nuevo gobierno en materia de política exterior. La clave del éxito de la plataforma gubernamental recae en el mantenimiento de un equilibrio estratégico de las relaciones de Colombo con estos dos países rivales en la región del Indo-Pacifico y en el mantenimiento de una política internacional de no alineamiento, funcional a los intereses actuales de Sri Lanka como nación en un profundo proceso de transformación estructural.
* Investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional, Especialista en Asia Meridional, Licenciado en Relaciones Internacionales por el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” de La Habana, Cuba; Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales por la Universidad de La Habana. sotesjulio@gmail.com. ORCID: 0000-0002-8066-9104
Referencias y bibliografía
[1] «La constitución aprobada en 1947 y que entró en vigor en 1948, preveía una legislatura bicameral con una Cámara de Representantes elegida popularmente y un Senado que era en parte nominado y en parte elegido indirectamente por los miembros de la Cámara de Representantes. Un primer ministro y su gabinete, elegidos del grupo político más grande de la legislatura, tenían la responsabilidad colectiva de las funciones ejecutivas. El gobernador general, como jefe de estado, representaba al monarca británico. En los asuntos que la constitución no abordaba, se observaban las convenciones del Reino Unido». (Ver: Arasaratnam, S. y Peiris, G. H. History of Sri Lanka. Britannica. 2024. https://www.britannica.com/place/Sri-Lanka/History).
[2] En 1972, en una nueva constitución, Ceilán se convirtió en la República de Sri Lanka, aunque mantuvo su vínculo con la Mancomunidad Británica. La constitución cambió la legislatura bicameral por un órgano unicameral y reemplazó al gobernador general (que había sido una extensión de la corona británica) por un presidente como jefe de Estado. Sin embargo, el poder ejecutivo efectivo permaneció en manos del primer ministro y el gabinete, y se eliminaron todas las restricciones existentes a los poderes legislativos de la nueva legislatura unicameral. Al budismo se le dio «el primer lugar» y el cingalés fue reconocido nuevamente como idioma oficial. Ídem.
[5] El Ilankai Tamil Arasu Kachchi (ITAK) es el partido dominante en la Alianza Nacional Tamil, el principal órgano de representación tamil en la política nacional. Está dirigido por S. Sridharan, un partidario de la línea dura que parece mucho menos dispuesto a negociar con Colombo. Existen, además, el Frente Nacional del Pueblo Tamil creado en 2010 y la Alianza Nacional del Pueblo Tamil, creada en 2020. Ambos grupos desertaron del Tamil National Alliance (TNA, por sus siglas en inglés) y hoy denigran a la organización, considerándola una traidora a la «causa tamil» por lo que consideran una duplicidad del TNA en cuestiones como la autonomía. También han criticado al TNA por algunas de sus decisiones políticas, incluido su respaldo a figuras políticas importantes en Colombo. El TNA y los grupos más radicales comparten el objetivo general de trascender el estatus constitucional de Sri Lanka como estado unitario para asegurar un gobierno autónomo para los tamiles mediante la devolución del poder estatal en un marco más federal.
[6] Casi todos los políticos tamiles importantes están ligados de alguna manera con el centro; la mayoría de ellos estudiaron y trabajaron en Colombo. Sumanthiran, del TNA, Gajendrakumar Ponnambalam, del Frente Popular Nacional Tamil, y CV Wigneswaran, de la Alianza Nacional del Pueblo Tamil, crecieron en Colombo y estudiaron en la misma escuela. El nuevo líder del ITAK, S. Sridharan, nació, creció y se educó en Jaffna, en la parte norte de la isla.
[7] El país, promocionado como un paraíso tropical, ha fascinado a viajeros y exploradores durante mucho tiempo, en 2019 recibió a dos millones de turistas, que aportaron más de 4.000 millones de dólares en divisas. Con la pandemia del COVID-19 y los efectos de los ataques terroristas de 2019 en iglesias y hoteles de lujo que dejaron alrededor de 290 muertos y 500 heridos, las llegadas de turistas se redujeron a 540.000 en 2020, 194.000 en 2021, la mayoría provenientes de Rusia y Ucrania. El inicio del conflicto en Europa, redujo significativamente este mercado y contrajo los ingresos provenientes del turismo. (Ver: Devapriya, U. «The Crisis in Sri Lanka: economic and political dimensions». Journal of Indo-Pacific Affairs, Air University. 2022. https://www.airuniversity.af.edu/JIPA/Display/Article/3125910/).
[8] Rajapaksa decidió en 2021 prohibir los fertilizantes químicos para que la agricultura de Sri Lanka fuera «totalmente orgánica», una medida que devastó la industria del té, el principal cultivo de exportación de Sri Lanka. Finalmente, la medida se revirtió, pero las consecuencias afectaron la economía popular. (Ver Devapriya, U., Op. cit.)
[9] El conflicto ruso-ucraniano impactó negativamente en los precios de los combustibles y materias primas a nivel mundial. Sri Lanka gastó USD 330 millones en combustible en diciembre de 2019 y con la escalada de precios la obligó a gastar más de USD 500 millones por mes en 2022 (Ver Devapriya, U. Op. cit.), lo que generó un recorte en los suministros de combustible y en el fluido eléctrico.
[11] El gobierno tuvo que cancelar los exámenes escolares por falta de papel, los precios se dispararon, y el arroz, uno de los principales alimentos básicos, pasó de 80 a 500 rupias ceilandesas (LKR), con excepción de las zonas francas, el resto de las zonas del país experimentó cortes eléctricos de más de medio día (Ver: Instituto Tricontinental de Investigación Social. «El pueblo de Sri Lanka busca un mundo en el que las personas puedan encontrar la risa juntas». Boletín 31, agosto de 2022. https://thetricontinental.org/es/newsletterissue/sri-lanka/).
[13] La deuda soberana de Sri Lanka está en manos de muchos países, sobre todo de China, India y Japón. Si se cuenta la deuda en manos de bancos chinos, como el Banco EXIM de China y el Banco de Desarrollo de China, el porcentaje de deuda en manos de China en 2019 se acercó al 26%. En los últimos 20 años, la deuda de Sri Lanka ha pasado de préstamos concesionales a bajas tasas de interés del Banco Mundial o el Banco Asiático de Desarrollo a préstamos principalmente comerciales en manos de bancos privados a tasas de interés mucho más altas. En 2019, el 56% de la deuda de Sri Lanka estaba en manos de prestamistas comerciales, en comparación con solo el 2,5% en 2004 (Ver: Salikuddin, Tamanna. «Five things to know about Sri Lanka´s crisis». United States Intitute of Peace. 2022. https://www.usip.org/publications/2022/07/five-things-know-about-sri-lankas-crisis). A fines de junio de 2022, China poseía el 40,1% y la India el 15% de la deuda bilateral de Sri Lanka, lo que totalizaba el 55,1%, una proporción mayor que la del Club de París, del 41,7% (Ver: Panduwawala, Thilina. «India´s extraordinary support during Sri Lanka´s crisis: motivations and impacts». Journal of Indo-Pacific Affairs, Air University. 2024. https://www.airuniversity.af.edu/JIPA/Display/Article/3859529/)
[14] En marzo de 2023 el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un programa de 2.900 millones de dólares a lo largo de 48 meses para apoyar los esfuerzos de estabilización económica de Sri Lanka, el 17o rescate en la historia del país (Ver: Bajpaee, C. «Austerity measures are on trial in Sri Lanka´s first election since its economic collapse». Chatham House, 2024, https://www.chathamhouse.org/2024/09/austerity-measures-are-trial-sri-lankas-first-election-its-economic-collapse).
[16] A pesar de que más de la mitad de los votantes y de la fuerza laboral del país son mujeres, no hubo mujeres entre los 38 candidatos presidenciales. De más de los 17 millones de votantes habilitados, el 52% son mujeres. Desde 1931 cuando se introdujo el sufragio universal, el número de mujeres en el parlamento de 225 miembros, nunca ha superado el 7%. Actualmente solo representan el 5,3% del total de los parlamentarios (Ver: Mishra, Anurag. «India´s relations with Sri Lanka expected to remain stable amid new leadership; uncertainty over China and US ties». Jagran English. 2024. https://english.jagran.com/world/india-relations-with-sri-lanka-expected-to-remain-stable-amid-new-leadership-uncertainty-over-china-and-us-ties-10189091).
[17] Election Commission of Sri Lanka. Presidential Election Results-2024. Election Commission of Sri Lanka. 2024. https://results.elections.gov.lk/.
[18] El sistema electoral de Sri Lanka permite a los votantes emitir tres votos preferenciales para sus candidatos elegidos. Si ningún candidato obtiene el 50% en el primer recuento, una segunda ronda de recuento determina el ganador entre los dos candidatos principales, utilizando los votos preferenciales (Ver Nath, Tripti, Op. cit.).
[19] Ver Election Commission of Sri Lanka. Presidential Election Results-2024, Op. cit.
[21] Con una plataforma nacionalista cingalesa y sobre la base de ideales marxistas y leninistas, el JVP se configuró en las décadas de 1970 y 1980. Además, su radicalismo anti-indio y su oposición al autogobierno tamil, fueron los detonantes de las insurrecciones populares que protagonizó en 1971 y 1988-1989. Ante acusaciones de estar relacionado con el pogromo anti-tamil de 1983, el partido fue prohibido; sin embargo, en 1994 volvió a la política convencional (Ver: Kuruwita, R. «President Anura Kumara Dissanayake: a new era of reform amid economic turmoil in Sri Lanka». The Diplomat, 2024, https://thediplomat.com/2024/09/president-anura-kumara-dissanayake-a-new-era-of-reform-amid-economic-turmoil-in-sri-lanka/). Bajo el liderazgo de AKD, el JVP ha ampliado su base electoral y ha logrado sumar tanto a la clase media, como a la diáspora y al esrilanqués descontento con las medidas económicas de los gobiernos anteriores.
[22] De los 225 escaños, 196 miembros del Parlamento (MPs) son elegidos directamente de 22 distritos electorales plurinominales y 29 MPs son elegidos indirectamente a través de una lista nacional mediante un sistema proporcional de lista abierta con distritos plurinominales. La Comisión Electoral de Sri Lanka determina la asignación de escaños proporcional a la población votante de cada distrito electoral. (Ver: «Elections in Sri Lanka: 2024 Parliamentary Elections». IFES, 2024, https://www.ifes.org/tools-resources/election-snapshots/elections-sri-lanka-2024-parliamentary-elections)
[23] En diciembre de 2024, el gobierno finalizó el proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados, en los mismos términos que había alcanzado el gobierno anterior.
[29] El gobierno del NPP ha afirmado que los proyectos de energía eólica de 442 millones de dólares en Mannar y Pooneryn están simplemente bajo revisión, no cancelados debido a la reciente polémica que ha envuelto al Grupo Adani por una denuncia de presionar a funcionarios norteamericanos para la adjudicación de proyectos de energía renovable en Estados Unidos (Ver: Kuruwita, R. «Sri Lanka’s Adani Controversy: Navigating Geopolitics, Transparency, and Sovereignty». The Diplomat, 2025, https://thediplomat.com/2025/01/sri-lankas-adani-controversy-navigating-geopolitics-transparency-and-sovereignty/).
[37] Antes de la visita oficial, el nuevo gobierno había firmado varios memorandos de entendimiento con importantes organizaciones de medios de comunicación chinas, como la Administración Nacional de Radio y Televisión de China, la Agencia de Noticias Xinhua y el Grupo de Medios de China, para fortalecer la capacidad de los medios de comunicación locales mediante la capacitación y la adquisición de tecnología moderna (Ver: Gamage, R. y De Silva, S. «Sri Lankan President Visits China: Priorities and Competing Interests». ISAS Briefs, 2025, https://www.isas.nus.edu.sg/papers/sri-lankan-president-visits-china-priorities-and-competing-interests/).
[38] En la declaración conjunta entre los lideres de China y Sri Lanka, se emplea un lenguaje amplio y vago frente a lo pragmático y directo de la declaración entre Modi y AKD un mes antes en Delhi. Se enfatiza en la incorporación de Colombo a las iniciativas chinas relacionadas con la IFR y con el pensamiento del Xi Jinping: la Coalición de Desarrollo Verde, la Alianza Asiática para la Promoción del Patrimonio Cultural, la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global. Por su parte, India celebro la membresia esrilanquesa en foros multilaterales como el IORA (Indian Ocean Rim Association) y BIMSTEC (The Bay of Bengal Initiative for Multi-Sectoral Technical and Economic Cooperation). (Ver Niruthan, N., Op. cit.).