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FUMANDO EN EL POLVORÍN

Heriberto Justo Auel*

Imagen de ThePixelman en Pixabay 

“No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo”.

Aristóteles -384/332 a. C.

 

  1. La opción nuclear en el Norte Europeo.
  2. La opción revolucionaria castro-chavista en el Sur Americano.
1. La opción nuclear en el Norte

Recientemente —el 04/07/2022— el IEEBA publicó “La Guerra en Ucrania, la Disuasión Ausente y la Inseguridad Argentina” (1). Decíamos en él:

“Ucrania es un país clave para la Seguridad de la UE y de una gran importancia para la maniobra geopolítica china en curso, en la búsqueda de la hegemonía mundial. Oficialmente la OTAN nunca se animó a invitar a Ucrania para formar parte de la Alianza. Había conciencia de la hipersensibilidad histórica de Rusia por su seguridad, en particular en la frontera Oeste.

Sin embargo la inclusión de Ucrania en la UE/OTAN fue impulsada por —vía indirecta privada— a lo largo de décadas, por las fuerzas del “globalismo occidental”. En 1997 se le otorgó a Kiev una “relación privilegiada” con la Carta Atlántica. En 2008 se dio lugar a su “Revisión” y en 2009 se creó la “Comisión Ucrania-OTAN”. En 2016 —dos años después de la ocupación rusa de Crimea— la OTAN aprobó en Varsovia el “Programa de Amplia Asistencia a Ucrania”, orientado a capacitar a sus FF.AA. en guerra híbrida y ciber-guerra y a partir de la invasión rusa —24/02/2022— la OTAN coordinó toda la asistencia occidental a Ucrania en la “3ra. guerra civil europea” —que la UE/OTAN “culturalmente contractivas”— no quisieron ni supieron evitar y esta —como ocurrió con las anteriores— podría evolucionar a “guerra mundial”, en un ambiente internacional nuclear carente de “disuasión”.

Días después —21/07/2022— el IEEBA publicó “Y… ¿si Putin apretara el botón rojo?” (2). En él se agregaba, recordando la sentencia de Einstein, “Dios no juega a los dados”:

“A partir del lanzamiento nuclear sobre Japón —en 1945— la presencia de los arsenales de Armas de Destrucción Masiva —ADM— expande el espectro del conflicto. Surge en uno de sus extremos la probabilidad de la hecatombeel invierno nuclear— y, en el otro, la probable regresión a las formas más primitivas de la violencia: el terrorismo. La ciencia y el arte de la Estrategia inicia en esa fecha una nueva etapa —compleja, innovadora y cambiante—. La hemos llamado “Estrategia Contemporánea” —EC—.

Aparecen actores “no estatales” y “Estados Fallidos” irresponsables. El 24/02/2022 Putin invadió a Ucrania —a través de una “Operación Especial”— iniciando la “3ra Guerra Civil Europea” —híbrida, asimétrica, limitada y eventualmente nuclear— incardinada en la guerra mundial en curso —la contraterrorista globalCTG— que dada la envergadura de su evolución podría cambiar su inicial patronímico por uno más apropiado. El paso por dar —para mundializarse— es muy corto.

Esta eventual nueva Guerra Mundial —natural evolución dentro de la CTG—, sin disuasión, podría escalar a nivel de guerra mundial nuclear: la hecatombe/invierno nuclear. Hemos señalado esta probabilidad —tangencialmente— en nuestros últimos ensayos. Hoy vamos a desarrollar un elemental ejercicio teórico/estratégico, de posibilidades probables”: Planteábamos las siguientes —en el caso de que Moscú lanzara un primer golpe nuclear, aunque fuere táctico—:

“OPCIÓN 1:

EE.UU./OTAN condenan retóricamente la detonación nuclear rusa y no reaccionan militarmente.

OPCIÓN 2:

EE.UU./OTAN reaccionan con sus armas nucleares.

OPCIÓN 3:

EE.UU./OTAN ingresan a la guerra —directamente— con movilización convencional terrestre y aérea, en gran escala”.

El tiempo cronológico nos indicará —en su devenir— a cuál de ellas nos estamos acercando. Nuestras apreciaciones se valen normalmente de las publicaciones de la prensa especializada, pero hoy ya contamos con la del actual Jefe del Comando Estratégico de EE.UU. —el Almirante Charles Richard— (3), que valora como “posible” —sería peligroso si lo calificara como “probable”— al conflicto, ´con una potencia nuclear´, dice el Almirante:

“Rusia y China pueden escalar a cualquier nivel de violencia que elijan, en cualquier dominio y con cualquier instrumento de poder, en todo el mundo. Washington no se ha enfrentado con competidores y oponentes como estos, desde hace tiempo. No sabemos adónde la amenaza va a terminar si por parte de Rusia ella sigue aumentando, junto con otros desafíos a los que nos enfrentamos”.

Esta apreciación —desde los EE.UU.— coincide con la de un alto funcionario moscovita, Dimitri Medvédev (4), expresidente y hoy vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, que declaró: “Imaginemos que Rusia se ve obligada a utilizar el arma más temible contra el régimen ucraniano, que ha cometido un acto de agresión a gran escala, peligroso para la existencia misma de nuestro Estado. Creo que la OTAN no interferirá directamente en el conflicto, incluso en este escenario” y agregó: “Los demagogos al otro lado del Océano y en Europa, no van a morir en un apocalipsis nuclear. Tengo que recordárselo de nuevo, para aquellos oídos sordos que solo se escuchan a sí mismos: Rusia tiene derecho a utilizar armas nucleares si es necesario”.

La declaración de Medvédev fue respuesta a la “advertencia” del asesor de seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan (4), quien afirmó: “hay que tomarse muy en serio el posible uso de armas nucleares, por primera vez desde la IIGM”.

Esta situación nos recuerda una anécdota del Grl San Martín —en El Plumerillo— cuando se presentó ante la puerta de un polvorín, para ingresar vistiendo espuelas. El centinela cumplió con su consigna y se lo impidió. Ello le valió al soldado una felicitación pública de su Jefe. Los diferentes actores de la guerra en desarrollo “fuman en el polvorín” y pareciera que no hay centinela alguno que los detenga. Pareciera que no quieren “sacarse las espuelas”.

El 21/07/2022 (2) decíamos:Putin ha logrado el apoyo asiático con China y la India a la cabeza, con lo que ha diluido a las sanciones económicas y financieras de Occidente. Queda el recurso de convencer a los asiáticos para que condicionen su apoyo a Putin, siempre que se abstenga del empleo nuclear. ¿Tiene Occidente “prendas de negociación” para lograr esa actitud de los gigantes del Oriente? No. A la vista, no existen”.

Nos preguntamos si Biden o Úrsula von der Leyen ¿no están fumando en el polvorín? El Estagirita —padre de la Lógica Occidental— planteó hace más de dos mil años que “No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo”. Hoy —en términos estratégicos— lo diríamos así: “Los objetivos de los fumadores ¿son los óptimos para el hemisferio?”. La oportunidad —para negociar— podría estar presente, pero ¿se la quiere ver?

El portavoz de la Cancillería china —Wang Wenbin— acaba de expresar: “Hacemos un llamado a las partes relevantes para que realicen un alto el fuego a través del dialogo y la consulta y encuentren una solución que se adapte a las preocupaciones legítimas de seguridad de todas las partes, lo antes posible”. Simultáneamente, Scott Pelley le preguntó a Biden: “¿Qué le diría a Putin ante la posibilidad de empleo de armas nucleares o químicas?”. El presidente le respondió: “No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas. Cambiaría el rostro de la guerra, como algo distinto a lo que hemos visto desde la IIGM”.

Pero hasta hoy no conocemos la iniciativa de EE.UU./UE para reunirse con China/India y encontrar el camino de la Paz.

¿Existe algún otro camino para encontrar una alternativa al “invierno nuclear”? No lo creemos. Lo hemos planteado en (1): son urgenteslos buenos oficios y la mediación” de los EE.UU/UE y China/India”. Los “progresistas occidentales” están controlados por las fuerzas del “globalismo” o “mundialismo” que destruye al Occidente Cristiano desde su núcleo fundador (5).

Los dos Papas que conviven en Santa Marta son la representación viviente —en su cimiento— de la fractura cultural de nuestro Hemisferio.

Thomas Friedman (6) —desde su reconocida experiencia belígera— se pregunta: “¿Cómo termina esta guerra con un resultado estable?”, y responde:

    1. Intento de victoria ucraniana total: traería como consecuencia el empleo nuclear por parte de Putin.
    2. Acuerdo sucio con Putin: asegura un alto el fuego, pero divide a Occidente y enfurece al sector nacionalista de los ucranianos.
    3. Acuerdo menos sucio con Putin: ambos contendientes podrían aceptarlo, pero Putin sería eyectado en Moscú —por el fracaso de la guerra— y esto también conlleva el empleo nuclear.

La conclusión de Friedman —luego de un detallado análisis— es que“que ninguna solución es fácil”. De ello no nos quedan dudas y pensamos que la Canciller en retiro —Ángela Merkel— tiene plena razón cuando dijo recientemente: es necesario incorporar a Rusia en la arquitectura de seguridad europea, para tomar las riendas de su destino y abandonar la dependencia de Washington”.

Olaf Schulz —su sucesor en la Cancillería— le ha prestado oídos. No cree en EE.UU., pues Biden ha incumplido con sus promesas para reemplazar el gas faltante —para el invierno alemán que ya llega— y apuesta por mantener los contratos de gas con Moscú, que ante el ofrecimiento no ha demorado en proponer la rápida reparación del gasoducto Nord Stream I, recientemente saboteado, sin dejar de inculpar a los “atlantistas” por el hecho delictivo de trascendencia internacional.

Esta es una fisura en el bloque Occidental que coincide con la movilización rusa y la promesa de Moscú de “iniciar ahora a la guerra”, abandonando a la “Operación Especial” y a la “chatarra” de sus arsenales. Olaf le ha dado la espalda a las sanciones económicas establecidas por la OTAN y en particular a Polonia, Ucrania y EE.UU.

Mientras esto sucede y los frentes en Ucrania se reacomodan —ante el Grl Invierno— el viejo “Plan Primakov” toma encaminamiento y se produjeron —a fines de septiembre de 2022— los primeros ejercicios militares combinados —terrestres y aéreos— en territorio ruso, con la participación de China, la India y los países centroasiáticos.

Felipe Shajagún (7) ha predicho:Rusia se convertiría en un importante actor internacional independiente, aunque no en una superpotencia como las otras dos, que busca mantener un equilibrio, sin equidistancia, en el contexto de la rivalidad chino-estadounidense”.

Mientras los ideologizados líderes “atlantistas” fuman en el polvorín, China siente el efecto de la “3ra Guerra Civil Europea” y actúa con total realismo político para preservar su gigantesca maniobra geopolítica mundial, encaminando su “soft-power” por la “Franja de la Seda”, que tiene su límite occidental en la Cordillera de los Andes (7). La sola observación del mapa al pie da una idea de su envergadura, custodiada por su elaborada política exterior y sus resilientes pasos estratégicos en el Asia-Pacífico.

La influencia del gigante asiático en el mundo

François Hartog Albertville, Alpes franceses, 1946 profesor emérito de la prestigiosa Escuela Superior de Ciencias Sociales de París, está especializado en analizar el tiempo histórico. Afirma que “este tiempo vuelve a acelerarse en manos de Vladímir Putin o Xi Jinping, con permiso de la pandemia” en su última obra —“Chronos”, Editorial Gallimard— que recibió el “Gran Premio Gobert” de la Academia Francesa. Su pensamiento puede resumirse en una sola frase, que es título de una exposición que se encuentra disponible en Internet: “Putin piensa a largo plazo y Occidente está atrapado en el presentismo”. La dirigencia iberoamericana culturalmente parte de Occidente es un claro ejemplo de la asertiva expresión de Hartog. Es lo que veremos en el próximo punto 2.

2. La opción revolucionaria castro-chavista en el Sur Americano.

Nuestras dirigencias —de las más diversas ramas— están totalmente “atrapadas en el presentismo” —mirándose el ombligo— sin mañana, sin visión estratégica y a los “codazos para ganar algún mejor lugar”, mientras “fuman en el polvorín”. Si en unos días más Lula triunfara en la 2da. vuelta, con Petro en Colombia, AMLO en México, Castillo en Perú, Arce en Bolivia, Ortega en Nicaragua y Boric en Chile, hay que avisarles —a los argentinos que fuman— que los kk tienen asegurada la elección presidencial en el 2023.

A pesar de la evidente presencia activa —en los últimos 63 años— de la “revolución castro-chavista” en Iberoamérica y en particular en nuestra querida Argentina, nuestros académicos, intelectuales, políticos y periodistas jamás citan a la “revolución”. ¿Ignorancia, temor o compromiso? (8). Es muy extraño que “miren y no vean”. Como lo expresa Clausewitz en “De la Guerra”, la guerra —revolucionaria— es “como el camaleón”: cambia de formas y de color a través del tiempo. Como la serpiente, pierde la piel, pero sigue siendo serpiente. Ahora y aquí, es “híbrida/irrestricta” (9).

La “revolución castro-comunista” —hoy “castro-chavista”— después de la etapa que Heinz Dieterich llamara “Socialismo siglo XXI”, transita en nuestro país —1959/2022— la Séptima Campaña (10) —pues nunca se fue— cambió de ropaje, de dirección y de estrategias, pero siempre retuvo el objetivo: alcanzar el poder. Lo hizo reiteradamente y hoy está en el poder, bajo el simulacro mimetizado de “peronismo”, al que vació de doctrina y liderazgos. Es lo que nuestros “fumadores ciegos” llaman “populismo”.

Lula, que es apoyado como candidato al Planalto por gran parte de estos mismos “fumadores ciegos”, es cofundador —con Fidel— del elemento director —desde 1990— del proceso continental revolucionario comunista: el “Foro de San Pablo”. Lara Farias ha afirmado: a pesar de las sentencias absolutorias, Lula y los suyos están condenados por la historia como las cabezas del mecanismo de corrupción más perverso que se pudo haber ideado, para garantizarle al Foro de Sao Paulo su expansión. Y para garantizar que hasta el fin de los tiempos el socialismo iberoamericano sea sinónimo de corrupción e impunidad. (11).

Lara Farías se refiere a la creación de nuestra conocida Odebrecht”, y agrega: Por ‘manu militari´, con la justificación siempre presente del “interés de Estado”, se tenía a la empresa como la constructora oficial de la obra pública, de cualquier dimensión y en todo el territorio nacional”. A los argentinos ¿esto no les recuerda a “Austral Construcciones”? Pero no es el único arbitrio que aquí se intenta imitar. Así como Lula recuperó su libertad y —llamativamente— la posibilidad de volver a participar en elecciones a través de un fallo de la Corte —que él mismo había nombrado—, en Buenos Aires este arbitrio, que se intenta a través del aumento del número de Jueces de la Corte, —por ahora— no tiene viabilidad.

Es por ello por lo que —simultáneamente— están en plena gimnasia preparatoria las eventuales insurgencias que acompañarían a la sentencia por la causa Vialidad. Mientras la dirigencia “opositora” fuma en el polvorín argentino, bajo comando externo unificado del FSP se activaron los araucanos —RU/FARC— en Río Negro, el EPP en el Norte, los movimientos sociales, los sindicatos kk, los Colegios Secundarios en la CABA y el atentado contra “la jefa revolucionaria”, que huele mal, muy mal. Hay muchas anécdotas en los medios, pero “de aquello no se habla”. La “revolución” no se nombra.

La opción revolucionaria en el Sur Americano” queda hoy muy bien descripta por una “asociación de no fumadores” que hace años entendieron y se ocupan del grave conflicto que destruye a la Argentina. En una carta de lectores la “Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia”, expresa con absoluta claridad: 

La patria indefensa.

“En una excelente nota publicada el sábado pasado, Héctor Guyot concluye que ‘sin autoridad, sin ley, el país se desliza hacia un virtual estado de anarquía’. Asistimos a un penoso espectáculo de violencia, colegios secundarios tomados, acampes en la vía pública, empresas bloqueadas al borde del cierre. En el sur, el terrorismo secesionista disfrazado de ‘mapuche’, con apoyo y presencia de jerarcas montoneros, ataca a las fuerzas de seguridad, que tienen orden de no responder. Detrás de todos esos fenómenos se encuentra la izquierda revolucionaria, a quienes se les entregó en 2004 el diseño y manejo de una política de derechos humanos que mantiene desde entonces a la Justicia Federal abocada al juzgamiento de las más bajas jerarquías de las Fuerzas Armadas y de seguridad por hechos ocurridos hace 50 años, mientras sufre la sociedad el flagelo de la corrupción y el narcotráfico. El descalabro económico, la pobreza, la indigencia, la demolición de la familia, la gigantesca corrupción y la inacción tanto de la Justicia como de las fuerzas federales son fruto de esa alianza que le ofreció el kirchnerismo, y que los encuentra unidos en busca del caos, funcional al plan de impunidad de Cristina Kirchner.

Desde esta asociación hemos venido denunciando desde hace más de una década que la distorsión de los principios del derecho con el fin de reabrir los juicios de los 70 llevaría a la claudicación y sometimiento de la Justicia Federal, como parte del plan de saqueo del Estado y demolición de los principios republicanos. Estamos padeciendo sus efectos, un Estado fallido y una patria indefensa. Urge acabar con el populismo y restablecer la Justicia para alcanzar la concordia política”.

Alberto Solanet

Presidente

Carlos Bosch

Secretario

 

“No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo”.

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

Citas y aclaraciones

(1). H. J. Auel. “La Guerra en Ucrania, la Disuasión Ausente y la Inseguridad Argentina”. IEEBA, 04/07/2022, www.ieeba.org.

(2). H. J. Auel. “Y… ¿si Putin apretara el botón rojo?”. IEEBA, 21/07/2022, www.ieeba.org.

(3). C. Richard. “Nuclear war is posible”. HomeWorld News. 22/09/2022.

(4). D. Medvédev. “No es broma”. Infobae, 27/09/2022.

(5). A. León. “Cuando los matones se tragan la soberbia”. Cubanet.org.

(6). T. Friedman. “Como podría terminar la guerra de Putin en Ucrania”. Reuters, 22/09/2022. Es un periodista y escritor estadounidense, ganador del Premio Pulitzer en tres oportunidades. Es columnista de The New York Times, en el que comenzó a trabajar como reportero en 1981, tras haber estudiado en El Cairo, Oxford, Boston y Beirut.

(7). H. J. Auel. “La Geopolítica del ´virus chino´”. IEEBA, mayo de 2020, www.ieeba.org.

(8). H. J. Auel. “Los Setenta nunca se fueron”. https://www.youtube.com/watch?v=YwZdfctGAK4&t=5338s.

(9). Q. Liang/W. Xiangsui. “Guerra sin restricciones”. Buenos Aires: Ed. Círculo Militar, agosto de 2021.

(10). H. J. Auel. “Guerra Contrarrevolucionaria en la Argentina”. IEEBA, julio de 2021, www.ieeba.org.

(11). D. Lara Farías. “‘Lava Jato’, Lula y la corrupción iberoamericana. Así funcionó el perverso mecanismo de corrupción”. La Gaceta, 30/09/2022, https://gaceta.es.

Artículo publicado por el 07/10/2022 por el Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires, (IEEBA).

OCCIDENTE-UCRANIA-RUSIA: NO HABRÁ PAZ CON VICTORIAS CATEGÓRICAS

Alberto Hutschenreuter*

Imagen de Mediamodifier en Pixabay 

La escalada de violencia entre Rusia y Ucrania no parece detener su curso. Presionado por los ataques y contraofensivas por parte de Kiev, Moscú ha optado por una estrategia de ataques misilísticos sobre ciudades de Ucrania, con el fin de que la aterrorizada población presione a su gobierno para alcanzar un acuerdo; una estrategia que recuerda al pensador italiano Giulio Dohuet, quien aconsejaba ataques indiscriminados sobre la población civil para lograr la decisión, estrategia  que, según nos marca la experiencia bélica, rara vez tuvo éxito.

No podemos saber qué rumbo tomará la guerra. Aunque podría haber disposición para conversar, sobre todo en cuestiones inquietantes como el amparo internacional de la central nuclear de Zaporizhia, como ha dicho recientemente el diplomático argentino Rafael Grossi, director de la  IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica), es difícil que ambas partes acuerden, pues la situación es prácticamente de «punto muerto»: Ucrania solo está dispuesta a conversar con los rusos fuera del Donbass, y Rusia, habiendo incorporado  las regiones a su territorio, sólo si se reconoce la «nueva» situación.

Entonces, lo más probable es que la guerra continúe con marchas y contramarchas de las dos partes, y con niveles de violencia cada vez mayores.

Si antes de que Rusia incorporara las cuatro provincias a su territorio el conflicto mantenía una lógica irreductible, tras la incorporación dicha lógica se ha vuelto casi absoluta. En estos términos, la guerra sólo se detendrá cuando una de las partes logre derrotar contundentemente a la otra.

Una victoria categórica rusa implicaría que Occidente dejara de asistir a Ucrania y, por tanto, este país cese sus acciones que tienen como fin recuperar sus territorios del este y sureste.

Una victoria categórica ucraniana significaría no sólo la recuperación de los territorios que hoy se encuentran bajo control ruso, incluida Crimea, sino que el país de Europa del este se convirtiera en miembro pleno de la OTAN (pues, después de lo que sucedió, la Alianza no necesita ninguna excusa para incluir a Ucrania).

Como hipótesis, una eventual victoria rusa podría ser resultado de la evaluación de inteligencia occidental relativa con los costos humanos y materiales que tendría el eventual uso de armas atómicas por parte de Rusia. Sin embargo, sería una victoria que Occidente seguramente moderaría incorporando Ucrania a la OTAN, aunque, aun así, es difícil considerar que Kiev acepte tal desenlace, es decir, que deba resignarse a perder territorios. Pero, para tener en cuenta la experiencia, los desafíos geopolíticos, siempre que el mismo sea contra un poder terrestre mayor, siempre supondrán costos geopolíticos.

En cualquiera de los casos, victoria ucraniana o victoria rusa, las consecuencias serán un estado de discordia en las relaciones internacionales, pues la parte derrotada quedará irremediablemente insatisfecha. Y, de nuevo, la experiencia nos dice que el estado de insatisfacción tarde o temprano impulsa políticas revisionistas por parte del insatisfecho.

Porque, si bien habría victoria de una parte, la misma no resultará en la ocupación del país por parte del vencedor, como ocurrió con Alemania o Japón en 1945, cuando esos países fueron derrotados y ocupados, y, en el caso del primero, dividido. Es decir, no tuvieron la más mínima opción.

La casi única posibilidad que existe para evitar un escenario de posguerra de no guerra o de discordia mayor, es decir, altamente inestable a nivel local, continental y global, es aquella que se reconstruya sobre la base que hizo inevitable esta guerra, precisamente por ser eludida: seguridad indivisible y equilibrio geopolítico. Sin considerar estos factores, nada será seguro en cualquier sitio del mundo, pero, más que en ningún lugar, en las «placas geopolíticas selectivas», es decir, aquellos donde concentran intereses los actores preeminentes.

Aquella posibilidad significaría un escenario de «statu quo ante bellum» reforzado en Ucrania, es decir, la firma de un tratado internacional en el que se establezca una larga moratoria (digamos 30 años) sobre nuevas ampliaciones de la OTAN hacia el este, la restitución de derechos a la población filo-rusa del este de Ucrania (lo que implicaría que Rusia se retire del Donbass), el despliegue de una robusta fuerza multinacional en dicha zona (en la que participen efectivos rusos), y relatores que monitoreen el proceso de pacificación. Por supuesto, habría que ocuparse de otras cuestiones, por caso, responsabilidades-

Pero, nada más, es una deseable hipótesis. Los hechos y las intenciones son los que marcan los pasos en las relaciones entre los estados, no los anhelos. Por un lado, Rusia no se retirará de las plazas conquistadas, y Occidente continuará apoyando a Ucrania. Hace mucho que vivimos un tiempo internacional en el que nadie parece estar interesado en equilibrios geopolíticos y consensos estratégicos.

Pero, así y todo, esa hipótesis es prácticamente la única posibilidad, no sólo para detener el estado de guerra en Europa del este, sino para detener también un curso internacional en «modo Titanic».

 

* Doctor en Relaciones Internacionales (USAL). Ha sido profesor en la UBA, en la Escuela Superior de Guerra Aérea y en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Miembro e investigador de la SAEEG. Su último libro, publicado por Almaluz en 2021, se titula “Ni guerra ni paz. Una ambigüedad inquietante”.

 

Artículo publicado el 25/10/2022 en Abordajes, http://abordajes.blogspot.com/

EL “GRUPO ALFA”. ENTRENAMIENTO DEL EQUIPO RUSO “SPETSNAZ”

Revista GNA*

“Spetsnaz” es la abreviatura de “unidad para misiones especiales” y se usa para referirse a las fuerzas de élite de los diferentes cuerpos de seguridad rusos. Los detalles sobre su actual adiestramiento es material secreto y es poco lo que se sabe sobre sus capacidades, excepto que su entrenamiento es uno de los más despiadados del mundo, superior al de los Navy Seals o cualquier otro grupo occidental. Sólo algunas fuerzas especiales de Asia podrían ser equivalentes.

 

Existen distintas unidades de Spetsnaz que no tienen nombres y según la circunstancia se las identifica con un número. Para ingresar al “Spetsnaz Alfa”, se debe soportar un curso infernal de dos años. Las exigencias físicas son tan abrumadoras que la tasa de rechazo durante la selección puede llegar al 95%. El riesgo de vida no cuenta y es justamente aquí donde estriba la diferencia de estos grupos con las fuerzas de Occidente. Existe tanta crueldad que algunos adiestramientos no están permitidos en las fuerzas de la OTAN. Al igual que en Corea del Norte, en el proceso de selección de personal, los índices de mortalidad que tienen son los más altos del mundo, pues realizan pruebas en el mar donde algunos se ahogan y también ejercicios con munición de guerra donde también hay muertos. La rigurosa disciplina llevada a límites incomprensibles en la cultura occidental, señala la otra diferencia. 

Formación militar especial

Al recluta ocasionalmente se lo somete a temperaturas extremas calientes y frías, así como entornos húmedos, secos y sucios. La privación de alimentos se programa en ocasiones para simular escenarios de la vida real. El entrenamiento puede llegar al límite de toda resistencia humana, correr 10 Km con una mochila cargada con piedras, dormir en la nieve y nadar en agua fría son ejercicios rutinarios.

Los instructores no admiten que exista alguien que no resista y sin descansar los obligan a nuevas pruebas físicas por lo que el estado de salud debe ser excepcional. La amistad durante esos dos años no existe y a veces suelen ocurrir rivalidades entre los alumnos. Cuando los instructores lo advierten, promueven una pelea entre ellos, para comprobar el estado físico y definir liderazgos donde el vencedor obtiene puntaje. Ello ocasiona que se lesionen el uno al otro, se rompan costillas, dedos y narices. Una pelea a golpes no es vista como una falta de disciplina sino parte del entrenamiento.

La preparación para el combate físico, con o sin armas es básica en un Spetsnaz. Todos deben dominar el arte de la pelea con cuchillo y su exigencia es tal, que al cabo de 24 meses estará en condiciones de enfrentarse con un cinturón negro en artes marciales. El gobierno soviético gastaba enormes sumas en el desarrollo de paracaidismo como deporte porque es una actividad muy útil en la guerra.

En el curso de entrenamiento, cada integrante Spetsnaz hace no menos de 40 saltos en paracaídas, están entrenados para actuar atrás de las líneas enemigas y librados a su suerte. El tiro de alta precisión asociado al enmascaramiento individual son otras de sus capacidades, igual que la navegación terrestre, preparar demoliciones, armado de trampas explosivas, inteligencia de combate, comunicaciones, etc.

Son hábiles en el armamento de dotación como el que puede usar el enemigo. La supervivencia en cualquier geografía no tiene misterios, pero dentro de la misma organización existen grupos con mayor especialización en montaña y otros en zonas boscosas.

Las relaciones dentro de las unidades de Spetsnaz son muy similares a lo que ocurre en una manada de lobos. La loba líder protege a los cachorros enfermos o heridos. Ella sólo mata a los más débiles y protege al resto. Al eliminar los ineptos la loba, preserva la pureza y la fuerza de su descendencia, permitiendo únicamente vivir al fuerte. Los lobos de Spetsnaz, en el combate cuando ven a un compañero débil en sus decisiones lo matan”.

Estudian las características culturales y lingüísticas básicas para operar en determinados países. Todos deben aprender al menos dos idiomas para el caso que capturen prisioneros y llevan una libreta impresa con frases en distintos idiomas. La primera frase es en ruso y al lado está la traducción en inglés, alemán, francés y otros idiomas. La última frase dice: “Si no dices la verdad te vas a arrepentir”. En otros casos todas estas preguntas están resumidas en un pañuelo de tela sintética y cada soldado del grupo lleva uno. Una persona que hable el idioma del enemigo se lo valora y todos los grupos de combate llevan un traductor. El entrenamiento mental es fundamental y si el recluta supera estas pruebas, en la fase siguiente al Spetsnaz se le enseña “disfrutar” del dolor en los interrogatorios, donde el objetivo es capacitarlos para soportar y hasta disfrutar con la tortura. Se le enseña a lidiar con los incendios porque el fuego es un compañero constante en la guerra que está siempre presente y a veces durante el entrenamiento sale con sus ropas chamuscadas de adentro de un vehículo.

El soldado de infantería generalmente mata a su enemigo a más de 100 metros, nunca le ve la expresión de su cara ni su sangre. Pero las fuerzas especiales a veces tienen que matar en una lucha cuerpo a cuerpo y debe acostumbrarse a ver sangre.

Ejercicios muy reales

Uno de los aspectos más importantes del entrenamiento, es la técnica de supervivencia.

En Rusia hay muchas zonas de miles de kilómetros cuadrados casi sin habitantes y uno de los métodos es dejar caer en paracaídas a un pequeño grupo de tres o cuatro hombres en un lugar desconocido y no hay nada excepto nieve hasta el horizonte. El grupo no tiene mapa ni brújula, cada hombre tiene un fusil AK, con pocos tiros, un cuchillo, una pala y la ración de supervivencia es mínima.

Ellos no saben cuánto tiempo va a tener que caminar (generalmente una semana). En otros ejercicios los reclutas tienen que ingresar a una casa en ruinas, pasarán a centímetros de perros furiosos que los aguardan en cada habitación, escucharán disparos con munición de guerra que silbarán por encima de sus cabezas y habrá explosiones de granadas de mano. Esto ocasiona que el entrenamiento Spetsnaz tenga el índice más alto de bajas en su proceso de selección. Tendrán que arrastrarse por laberintos y todo estará resbaladizo; al principio, ellos no los advertirán, pero es debido a sangre que los instructores vertieron en el suelo. El proceso de familiarizarlos con la vista de la sangre no es en absoluto la intención de convertirlos en sádicos. Se trata simplemente de la realidad de una visión con la que van a tener que convivir en la guerra. ¡Un Spetsnaz no puede temerle a un líquido rojo! ¿Qué pasaría si un cirujano o un carnicero le tuvieran miedo a la sangre? De esa manera los hombres adquieren el hábito de no sorprenderse con sangre en sus manos, en sus uniformes, ni en sus botas y todo se vuelve algo habitual.

En ocasiones los reclutas son llevados a una morgue y forzados a cargar cadáveres para hacerlos insensibles a los muertos y en todo momento los instructores los observan para comprobar las reacciones. En el curso de su carrera habrá cosas horribles que tendrá delante de sus ojos y el objetivo es crear a un soldado inmune al tormento psicológico de la guerra. La mayoría de las personas que carecen de formación militar y nunca han escuchado un disparo en combate, podrán llamar a este entrenamiento inhumano y hasta criminal, pero el objetivo es crear a un soldado inmune a los horrores de la guerra. El resultado es que la reputación de Spetsnaz como grupo de alta eficiencia, es mundialmente conocida entre los especialistas.

En la época soviética hacían reproducciones exactas de importantes objetivos ubicados en otros países; se construían edificios y calles internas representando las mismas situaciones.

Esto servía para practicar incursiones con fuerzas especiales, que a su llegada eran guiadas por agentes secretos que los estaban esperando. Los chinos construían en arena enormes zonas geográficas de cierta nación limítrofe hasta con montañas y caminos existentes para familiarizar a sus fuerzas de elite y a los comandantes de tanques en caso de invasión.

Mujeres en las FF.EE.

No hay mujeres en las unidades Spetsnaz de combate, pero sí en los grupos especiales.

Algunos creen que no superan las 3.000. El hecho que haya un elevado número de personal femenino también obedece a un truco psicológico para el caso que el grupo fuera descubierto; si entre ellos hay mujeres con aspecto inocente se puede disimular su origen de fuerzas especiales. Las obligaciones de las mujeres no son las mismas que las de los hombres, pero pueden saltar en paracaídas para actuar detrás de las líneas enemigas. Son adecuadas para operaciones encubiertas, muy aptas como francotiradoras y pueden eliminar centinelas fácilmente. También son expertas en el arte del disfraz y aparentar ser muy femeninas, pero deben ocultar sus músculos para no despertar sospechas. En ocasiones se hicieron pasar por “esposas” de los hombres Spetsnaz y éstos por simples empleados para el cumplimiento de alguna misión. En tiempo de paz pueden llegar a otro país bajo la apariencia de turistas con sus esposos. Están bien entrenadas, pero no participan en operaciones de riesgo. La brutalidad en el entrenamiento de dos años no es ninguna sorpresa, todas deben ser atletas destacadas idóneas en artes marciales o boxeo como su principal deporte. En el lapso del entrenamiento el deseo de superación siempre genera roces, los instructores al igual que en el caso de los hombres provocan que combatan entre ellas para mejorar el nivel. No son “muñecas de porcelana” y cuando hay una pelea real, lo celebran porque habrá puntaje para la vencedora y les permitirá establecer jerarquías. 

Organización

Están organizados en batallones y grupos con sus propios elementos de inteligencia.

Es la única fuerza que puede actuar en forma independiente y tienen que cumplir una misión previa de reconocimiento. Tienen un formidable entrenamiento. Una de las pruebas era arrojar a los reclutas a unos 1.000 metros mar adentro, para que nadando llegaran a la costa y algunos morían ahogados. Enterado de ello un oficial de la OTAN sorprendido le preguntó a un instructor ruso sobre ello y éste le respondió:

“Si muere es porque no servía para ser un Spetsnaz”

La conducción de esta fuerza es muy coherente con la actual doctrina rusa:

    • Inteligencia militar muy activa.
    • Alta preparación de combate.
    • Sorpresa.
    • Agresividad y decisión.
    • Persistencia e iniciativa.
    • Coordinación de armas combinadas y operaciones conjuntas.
    • Concentración de las fuerzas. “la masa en el lugar de decisión”.
    • Operaciones en la profundidad del dispositivo enemigo.
    • Mando, firme disciplina y continuo control.
    • Soporte de combate racional.

No son cifras conocidas, pero se calcula la fuerza efectiva en 10.000 hombres. 

El atletismo asociado a tareas de inteligencia

El ejército tiene una enorme cantidad de personal de ambos sexos con una capacidad atlética excepcional, aptos para cualquier deporte olímpico y donde más ocupan su tiempo era en la lucha cuerpo a cuerpo artes, marciales y combate con cuchillo, pues deben operar adentro del dispositivo del adversario donde el encuentro sorpresivo con un enemigo es algo común. No existe un Spetsnaz que no sea atleta de alto nivel. En las olimpiadas internacionales se dan tiempo para reconocer el lugar, obteniendo datos valiosos de inteligencia.

Estudian el terreno, el clima, los hábitos de la población, el idioma, las posibilidades de ocultamiento, los bosques, ríos, montañas y emplazamientos de unidades enemigas, etc. Con frecuencia se afirma que el deporte mejora las relaciones entre los países. Este es un argumento extraño, pues en caso de guerra los Spetsnaz contaban con todas las ventajas pues habían competido en el país que tendrían que operar.

Trucos y secretos

Uno de los trucos favoritos de los Spetsnaz es dejar caer desde grandes aviones muñecos en paracaídas vestidos con uniforme, de tal manera que el enemigo vea la caída, pero por la distancia y el terreno boscoso no pueda llegar rápidamente al lugar de descenso.

Debe hacerse al atardecer o en noche de luna llena, nunca en plena luz del día. Si hay pocas fuerzas disponibles propias, parecerá que ha llegado un gran refuerzo o bien que en esa zona será el ataque principal. Si al mismo tiempo que caen los muñecos explotan algunos petardos, habrá una gran movilización de enemigos hacia ese lugar. Las unidades Spetsnaz no tienen un uniforme que los identifique, tampoco distintivos.

Para hacer más confuso identificarlos a menudo visten ropas de tropas aerotransportadas o de submarinistas con insignias navales. Cada Spetsnaz tiene su propio nombre de guerra o apodo que puede ser transmitido por radio o escrito en documentos, lo que aumenta el secreto.

Antes de actuar detrás de las líneas enemigas, entregará todo lo que no necesita y lo que podría descubrir a qué unidad pertenece. 

El lanzamiento en paracaídas

La mayoría de las operaciones que realizan se basan en el salto de combate desde muy baja altura (100m); pero en caso de fallo no hay tiempo de utilizar el de reserva. Lo aconsejado es que el lanzamiento sea llevado a cabo antes del amanecer, mientras haya estrellas y el sol no haya aparecido. Este es un muy buen momento, para llevar a cabo un ataque sorpresa.

Pero si se debe saltar cerca de un poblado, debe hacerse en el crepúsculo para evitar caer en la torre de una iglesia o entre cables de alta tensión. Una vez en tierra, los paracaídas son enterrados o hundidos en el río o mar. Los que se ocultaban en tierra eran rociados con un producto químico que anulaba el olfato de los perros. También solían adosar una trampa explosiva a ciertos equipos. Al tocar tierra de noche no es fácil organizar una búsqueda a gran escala. Por ello las armas pesadas, se lanzaban en contenedores y para poder localizarlos llevaban unos pequeños emisores que emitían automáticamente. La zona de descenso suele ser el primer lugar donde se producen las primeras bajas; lesiones en las piernas y fracturas son frecuentes cuando se lleva a cabo en un lugar desconocido en completa oscuridad.

Los Spetsnaz no pueden llevar fracturados ni heridos, entonces el jefe debe tomar decisiones muy crueles.

Los códigos Spetsnaz

Los códigos de las fuerzas especiales son simples. Los heridos que no puedan movilizarse por sí mismos, el jefe del grupo obligatoriamente debe eliminarlos para que no sean capturados. Spetsnaz tiene una inyección con una poderosa droga conocida como “muerte bienaventurada”, que rápidamente detenía el dolor y producía un estado de somnolencia feliz. Nada podía poner en peligro la misión y en caso que no lo hiciera podría ser acusado de falta grave.

Atrás de las líneas enemigas

A pesar del riguroso secreto, se calcula que las fuerzas Spetsnaz estarían en el orden de 10.000 efectivos. Tienen la misión de ejecutar operaciones militares en la retaguardia del enemigo, antes que se produzca un ataque importante. Son adecuados para destruir puestos de comando y objetivos vitales del adversario para cuando se inicie la batalla principal. Pueden bajar en aterrizajes secretos, también en submarinos y barcos mercantes.

Estos últimos pueden desembarcar importantes contingentes, pero los buques pesqueros pequeños son excelentes, pues pueden pasar largas temporadas cerca de una costa sin despertar sospechas y traer de regreso al grupo en caso que se desista la operación. Los aviones de línea son ideales, pues un numeroso grupo especial simulando ser pasajeros, puede capturar por sorpresa el principal aeropuerto del adversario. Luego aterrizarán más aviones con tropas aerotransportadas. En períodos de tensión el enemigo vigila las 24 horas la frontera de su posible adversario, pero suele descuidar el límite fronterizo de países neutrales. Antes de una gran operación, grupos Spetsnaz pueden ocultarse y aparecer de improviso desde territorio de otro país que ni siquiera puede estar advertido. 

Vehículos para los Spetsnaz

Esta fuerza de elite cuenta con motocicletas capaces de operar en terreno quebrado, también vehículos livianos aptos para travesías en terrenos escarpados, pantanos y arena.

Este tipo de vehículos y motocicletas no sólo aumenta la movilidad del grupo; sino que también su potencia de fuego pues el armamento pesado y su munición pueden ser transportados más rápido y más lejos. Todos esos vehículos pueden ser lanzados en paracaídas. 

Refugios

Siempre arman dos refugios, el: “A”, colocando trampas que producen detonación en las sendas de acceso a modo de advertencia si alguien se acercara. Pero preparan otro escondite de reserva llamado “B” por si el refugio principal llegara ser descubierto. Después, el grupo se divide en direcciones diferentes o se procede de acuerdo a la misión, dejando un par de hombres al cuidado del escondite. Al regreso los hombres, primero irán al refugio “B” y si no encuentran a nadie entonces llegarán al “A”. 

Prisioneros

Los grupos Spetsnaz poseen equipos electrónicos para la búsqueda de objetivos. Pero nada se compara con la información que puede dar un prisionero. Un buen interrogatorio permitirá actualizar las cartas topográficas y dar valiosa información. Pero no todos los prisioneros responderán a las preguntas y pueden dar respuestas erróneas. Según un ex Spetsnaz, ningún prisionero resiste más de dos segundos un interrogatorio realizado por ellos. Luego comenzará hablar fluidamente.

Se sabe que los Spetsnaz examinaban a los prisioneros en parejas o grupos más grandes. Si uno parecía saber menos que los otros, podía ser utilizado con fines de “demostración” para animarlos a hablar. Todas las fuerzas especiales del mundo tienen métodos crueles para interrogar, no es que lo hagan por sadismo sino como una forma de obtener información que les puede ahorrar vidas. El asesinato de prisioneros que usan uniforme legítimo es una violación a la convención de Ginebra de 1929 que puede significar la pena de muerte para el responsable. 

Decisiones de comando

Las estaciones militares de radio, depósitos de combustibles y aviones ocultos, siempre son blancos codiciados por las fuerzas especiales.

En algunas ocasiones son objetivos falsos que obran a modo de trampa para capturar a los atacantes, por lo que estarán capacitados para descubrir el engaño. Después de haber encontrado un objetivo real e informado al mando superior, el grupo lo podrá destruir o la misión será derivada a la artillería o al comando aéreo.

Luego los Spetsnaz deberán salir de la zona lo más rápido posible, pues pronto el lugar estará bajo ataque. Pero en caso de descubrir un misil a punto de lanzarse o a un importante comandante enemigo; son blancos que sólo pueden presentarse una sola vez, entonces podrá decidir un ataque pues no tendrá tiempo de pedir autorización. Deberá tomar todas las medidas posibles para destruir el objetivo, incluyendo un ataque suicida. Para ello enviará al sacrificio a un pequeño grupo tratando de hacer mucho ruido, mientras que el ataque principal lo hará en otra dirección en forma silenciosa. Esto puede retrasar al enemigo durante horas, que en una guerra podrían ser lo suficientemente para alterar el curso del conflicto. La velocidad de un ataque muchas veces es sinónimo de victoria.

En algunos ejércitos occidentales se aplican criterios diferentes para medir el éxito de un jefe, valorando más las fuerzas enemigas que han sido destruidas por sus tropas. En el ejército ruso esto es de importancia secundaria, pues el valor de un comandante es juzgado por la velocidad con que sus tropas avanzan.

 

Fuentes:

* Extractado y adaptado al español de “Behind Enemy Lines: tactical Spetsnaz”

* Viktor Suvorov. Publicado en Gran Bretaña 1987 por Hamish Hamilton Ltd.

 

Fuerzas especiales rusas

Russian Spetsnaz- Documental Con Voz (Español)

Artículo publicado en la Revista Tiempo GNA 72, septiembre de 2022.