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UN G7 PARA UN OCCIDENTE CONVULSIONADO

Roberto Mansilla Blanco*

Los líderes mundiales en la reunión del G7. Foto: AFP

Entre el 13 y 15 de junio se celebró en la región de la Apulia italiana, la 50º Cumbre del Grupo de los Siete (G7) Un foro de impacto y trascendencia a la hora de discutir y tomar decisiones sobre problemáticas globales, con particular incidencia para los intereses occidentales. Están ahí presentes la Unión Europea, EEUU, Canadá, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido pero también participan organismos como la OTAN y la Unión Africana y otras economías emergentes que no son miembros (Brasil, Argentina, India, Sudáfrica, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, entre otros) en gran medida alineados dentro de las esferas de intereses occidentales.

En el pasado, cuando las relaciones con Rusia no eran de la tensión permanente que observamos desde la invasión militar a Ucrania de 2022, este foro se llegó a denominar el G7+1, muy probablemente concebido de acuerdo con las expectativas occidentales de atraer a Moscú hacia sus esferas de influencia y, eventualmente, alejarla de cualquier asociación estratégica con China, el eterno «dolor de cabeza» occidental. Pero el momento 2024 indica otra realidad: la intransigencia occidental y «atlantista» vía sanciones y aislamiento hacia Moscú derivó precisamente en un reforzamiento ruso de sus alianzas euroasiáticas, especialmente con China. Así, la segunda economía mundial y una potencia llamada a liderar el siglo XXI, en este caso China, no está presente en el G7.

Esta edición de 2024 incluyó, entre otros temas, las crisis de Ucrania y Gaza, el desarrollo de África, el cambio climático, la migración, la seguridad económica en la región Indo-Pacífico, los retos de la inteligencia artificial y la energía. Con este panorama resultaba evidente que esta cumbre implicaría la adopción de una especie de «frente común» por parte del G7 occidentalizante para afrontar un convulsionado panorama internacional.

El cerco a Rusia y China

La presencia en Apulia del presidente ucraniano Volodymir Zelensky fue una confirmación de esta perspectiva y más cuando la misma se realizaba como antesala de la cumbre de la Paz para Ucrania en Suiza (15 y 16 de junio).

Una cumbre, la de la paz en Ucrania, en la que Rusia, parte integral del problema, no fue invitada, algo incomprensible si realmente se quiere llegar a una paz en ese conflicto. Y más aún cuando, con anterioridad, ese Occidente que se antojaba pacifista se volvió repentinamente belicista, despreciando otras iniciativas de paz como las de China, Brasil y Sudáfrica.

A pesar de los esfuerzos de la gira internacional de Zelensky y de sus apoyos occidentales, otros países con peso como China, India o Arabia Saudí, entre otros, declinaron asistir a ese encuentro en Suiza argumentando la falta de equidad de esta cumbre precisamente por la ausencia rusa. En total confirmaron su participación 92 países: 57 a través de jefes de Estado y de Gobierno y los otros 29 con embajadores y ministros.

Putin entró súbitamente en escena mientras finalizaba la cumbre del G7 y como antesala de la cumbre de paz de Ucrania. En Apulia se fortaleció el apoyo occidental a Ucrania con la dotación de 40.000 millones de euros vía activos rusos congelados por las sanciones y la renovación de las promesas por iniciar negociaciones de admisión ucraniana en la OTAN.

Consciente de que su ausencia condicionaba cualquier avance de la cumbre de Suiza, el presidente ruso quiso tomar la iniciativa reclamando protagonismo: respondió ofreciendo la posibilidad de un alto al fuego en el frente ucraniano a condición de que Kiev retirara sus fuerzas de las localidades de Zaporiyie, Jersón, Donetsk y Lugansk y anunciara su renuncia a ingresar en la OTAN. Washington se apresuró a rechazar estas peticiones rusas.

La presencia de Zelensky en la cumbre del G7 implicaba la necesidad de mostrar, cuando menos formalmente, el compromiso de ayuda occidental al aliado ucraniano, mismo volviendo a mencionarse la posibilidad de un ingreso express de Ucrania en la OTAN. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (quien debía dejar este cargo el año pasado pero aún no existe consenso sobre su sustituto) propuso un paquete de ayuda de € 100.000 millones para Kiev hasta 2029; precisamente coincidiendo con el período de legislación del próximo Parlamento Europeo salido de las elecciones del pasado 9 de junio (9J) e, igualmente, con la mayor parte del actual período presidencial de Putin hasta 2030.

El mensaje es claro: Occidente no abandonará a Ucrania, cuando menos no durante los próximos cinco años. Pero hay matices: el compromiso con Zelensky quedó en € 40.000 millones para este 2024 pero aún debe avanzarse en ese consenso, que tampoco es total entre los miembros del G7, de la OTAN y de la UE.

Sigamos con el contexto global en el que se celebran estas cumbres del G7 y de la Paz en Ucrania y que pueden ofrecer pistas importantes sobre las decisiones que se tomen ahí.

Con estos encuentros en marcha la fragata rusa Gorshkov, con submarino nuclear incluido, se acercó al puerto de La Habana, lo que es decir a escasas millas de las costas estadounidenses. Toda vez la maquinaria mediática se puso en marcha, comprometida con el sensacionalismo y la espectacularidad de la noticia comparándola con hechos históricos como fue la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962, desde Washington se apresuraron a restar importancia al asunto porque esta aproximación de la fragata rusa «no constituye una amenaza».

Desde Moscú, Putin argumentó «compromisos militares» con su aliado cubano. Mirando el trasfondo, con el foco en las repercusiones globales de la guerra ucraniana, el peligro de una escalada nuclear siempre está presente entre Washington (6.800 armas nucleares) y Moscú (7.000), algo que conocen muy bien desde hace décadas.

Seguimos con el peligro nuclear. Estos días aparecieron noticias sobre la renovación de las tensiones fronterizas entre tres potencias nucleares, China (270 armas nucleares), India (130) y Pakistán (140). Recordemos que en la cumbre del G7, el tema de la seguridad en la región del Indo-Pacífico es unos de los temas estratégicos. China, y con menor intensidad India, son aliados rusos, más firme en el caso de Beijing, en la guerra ucraniana; además estos tres países son miembros de un BRICS en ascenso.

Pakistán es un aliado importante chino precisamente para contrarrestar el peso geopolítico de una India que viene de reelegir como presidente al nacionalista radical Narendra Modi. India juega complejos equilibrios entre Occidente, China y Rusia además de manejar sus propios intereses, particularmente imperativos en las disputas fronterizas con Pakistán (región de Cachemira) y China (Tíbet). Y aquí se enmarcan algunos de los objetivos occidentales «atlantistas» relativos a intentar implosionar el eje sino-ruso, desde Ucrania hasta o Indo-Pacífico, sin desestimar Taiwán.

Miremos ahora al Cáucaso, donde el presidente armenio Nikol Pashinyan, de orientación prooccidental, anunció precisamente esta semana la salida de Armenia de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), organismo defensivo constantemente comparado con la OTAN pero impulsado por Rusia en el entorno euroasiático.

Armenia, fuertemente dependiente de la energía rusa y ruta de tránsito de oleoductos y gasoductos desde el mar Caspio, se ve igualmente convulsionada en protestas contra Pashinyan por sus cesiones territoriales a la vecina Azerbaiyán tras la «guerra relámpago» de finales de 2023 en torno al enclave (ahora ex armenio) de Nagorno Karabaj, hoy prácticamente en manos azeríes. El mandatario armenio acusa a Moscú y a la OTSC de inclinarse a favor de los intereses azeríes en detrimento de los armenios. Pero tras la caída de Nagorno Karabaj llegaron a Armenia millares de refugiados descontentos con Pashinyan.

Como en la vecina Georgia con la aprobación de la «Ley Rusa» contra agentes extranjeros, en Armenia se libra un pulso geopolítico entre Rusia y Occidente que puede explicar la eventual ampliación de un «frente de guerra» de Ucrania hasta o Cáucaso.

Volvemos a Ucrania. En Kiev los servicios de seguridad se felicitaron porque las armas de la OTAN prometidas para las fuerzas armadas ucranianas ya están teniendo efecto en ataques dentro del territorio de la Federación rusa. Lo que es lo mismo; ya comienza a evidenciarse en Ucrania una guerra directa a cámara lenta entre la OTAN y Rusia. No obstante, en Kiev y Bruselas son conscientes del desequilibrio militar con  respecto a Rusia, de los avances de la contraofensiva militar rusa (Járkov), de los problemas de Zelensky para reclutar efectivos y de la necesidad imperiosa de una ayuda occidental que no se traduzca únicamente en armamento y dinero sino también en tropas especializadas. Cuando menos si atendemos las declaraciones de algunos de sus líderes, Europa ya observa casi como inevitable este conflicto con Rusia.

Ante la pretendida «amenaza rusa», Alemania ensaya retornar al servicio militar obligatorio; Polonia lleva tiempo acelerando la instrucción militar entre la población civil. También comienzan a tener incidencia mediática y política nuevos escenarios conflictivos que se vislumbran en los países bálticos; Polonia; Moldavia-Transnistria.

Una UE cada vez menos «europeísta»

Finalmente, la UE vive la resaca del ascenso de los populismos, de la ultraderecha y de los partidos euroescépticos en las recientes elecciones parlamentarias del pasado 9 de junio. Se estima que estos partidos ocuparían casi el 25% del próximo Parlamento europeo hasta 2029.

El momento político en la UE no es sencillo para sus élites y menos para algunos de sus presidentes, como es el caso del francés Emmanuel Macron, quien debió convocar a elecciones legislativas anticipadas, muy golpeado por el ascenso de la ultraderecha de Marine Le Pen. De hecho, figuras de la derecha francesa comienzan a acercarse a Le Pen con algunas consecuencias políticas, como fue la expulsión de Éric Ciotti como líder del conservador Los Republicanos. Las divisiones en la derecha tradicional y la izquierda francesas abren las expectativas de una posible abrumadora victoria de Le Pen en las próximas legislativas.

Tampoco le va bien al canciller alemán Olaf Schölz, que ve el ascenso de la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD), partido acusado desde diversos círculos políticos y mediáticos de presuntamente tener vínculos con el Kremlin. Macron y Schölz, presentes en el G7, ven condicionado y golpeado el histórico eje París-Berlín que siempre manejó el europeísmo da UE.

El horizonte electoral es preocupante para ellos: Alemania (2026) y Francia (2027) tendrán elecciones generales en un contexto de guerra en Ucrania, quien sabe si guerra directa con Rusia y ascenso de la ultraderecha y de los populismos euroescépticos. Si bien no está en la UE desde el Brexit, el primer ministro británico Rishi Sunak, también presente en la cumbre de Savelletri, se juega su cargo en las elecciones generales convocadas para el próximo 4 de julio. Por su parte la presidente de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, busca consolidar un nuevo mandato hasta 2029 pactando si es necesario con la ultraderecha en ascenso.

Mientras se habla con normalidad de una escalada bélica como si fuera de una Champions League militar, la «amenaza rusa» es el «enemigo conveniente» para un Occidente «atlantista» que intenta reconstruirse pero que se observa trastornado por el hecho de que precisamente Rusia resiste y sigue en pie; y porque los recientes resultados electorales en Europa no son los esperados por Bruselas mientras Moscú juega también con fuerza en este escenario.

Antecediendo a la cumbre del G7 se celebró en San Petersburgo un Foro Económico Internacional (5-7 de junio) con exitosas alianzas para Rusia con países asiáticos, africanos y latinoamericanos. Moscú maneja con China un nuevo eje Sur-Sur que también tiene incidencia dentro de los BRICS: Turquía, miembro de la OTAN, anunció su interés en ingresar en ese organismo, que puede tener su antesala en la próxima cumbre de los BRICS a celebrarse en noviembre en la localidad rusa de Kazán. Manteniendo igualmente sus equilibrios geopolíticos, Turquía comienza cada vez más a apostar por un ascendente eje euroasiático sino-ruso «despidiéndose» discretamente de Occidente.

Todo esto gravitaba en torno al G7. Le tocaba a Italia realizar esta cumbre por su presidencia rotativa en el organismo. La anfitriona Giorgia Meloni, exultante por sus buenos resultados electorales del 9J, hizo del encuentro un espacio de relajación estilo Dolce Vita para preparar un segundo semestre de 2024 que se apremia convulso y difícil. Porque el ojo de Bruselas está en Washington, en esas presidenciales en EEUU entre Trump y Biden, cada quien apremiado, directa o indirectamente, por escándalos con la justicia. Un Biden que busca la reelección pero atenazado en dos guerras en las que manifiesta o su «doble rasero»: mientras arma a Ucrania pide el cese al fuego en Gaza.

En la Apulia estuvieron también presentes el presidente brasileño Lula da Silva, un crítico con la ayuda a Ucrania y muy próximo al eje sino-ruso vía BRICS, y el polémico y extravagante mandatario argentino Javier Milei, aliado de Meloni y nueva «superstar» de la ultraderecha populista y liberal transatlántica. Mientras desmantela el Estado, Argentina está viviendo protestas por el programa de shock de Milei y el aumento de los índices de pobreza, calculado en un 55% de acuerdo con algunas investigaciones. En esta cumbre del G7, Meloni busca también su escaparate internacional para potenciar una agenda «ultra» y «antiprogresista», cada vez más afianzada a nivel global.

Por cierto, este 14 de junio comenzó en Alemania la Euro 2024. Y la próxima semana  vendrá la Copa América. Un mes completo de fútbol de alto nivel, con Messi, Mbappé, CR7, Bellingham….en el centro de atención. Y ya sabe, fútbol, pan y circo para el pueblo mientras el mundo se desliza hacia el escenario más peligroso y convulso desde la II Guerra Mundial.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina. Analista Senior de la SAEEG.

 

Este artículo fue originalmente publicado en idioma gallego en Novas do Eixo Atlántico: https://www.novasdoeixoatlantico.com/un-g7-para-un-occidente-convulsionado-roberto-mansilla-blanco/.

FRANCESCO ROCCA, UN ITALIANO EN LA CIMA DE LAS ACTIVIDADES INTERNACIONALES DE APOYO Y SOLIDARIDAD

Giancarlo Elia Valori*

Las personas que son menos conocidas y aún menos mencionadas en los medios de comunicación, en lugar de aquellas que son conocidas por razones “ambientales” y por la voluntad de los partidos políticos, honran y sirven a Italia y al mundo. Estos últimos a menudo no tienen habilidades o incluso calificaciones para su papel, reduciéndose así a meros hombres útiles para los intereses locales y no generales.

Hoy quiero hablarles de una persona que honra a Italia, aunque su nombre y rostro no le resulten tan familiares, como sucede en la mayoría de estas ocasiones en las que manda la aporía.

Francesco Rocca es actualmente el Presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y Presidente nacional de la Cruz Roja Italiana. El trabajo voluntario siempre ha sido fundamental para su vida, incluso como estudiante universitario en la Facultad de Derecho.

Sus primeras experiencias de voluntariado fueron para los más vulnerables, aquellos que viven en las zonas grises y marginadas de nuestra sociedad, como las personas sin hogar y los migrantes.

A partir de finales de la década de 1980, Rocca comenzó su participación en el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Roma: de 1988 a 1993, primero como voluntario y más tarde como Jefe del Dormitorio de San Saba.

El JRS es una organización católica internacional con la misión de acompañar, servir y apoyar a los refugiados y a las personas desplazadas por la fuerza, para que puedan curarse, aprender y determinar su propio futuro. El JRS fue fundado en noviembre de 1980 como un instituto de la Compañía de Jesús y registrado oficialmente como fundación en la Ciudad del Vaticano el 19 de marzo de 2000.

Durante el mismo período, de 1988 a 1990, Rocca también fue voluntario en el centro de alojamiento para menores de Caritas y, de 1988 a 1991, en la Piccola Casa della Divina Provvidenza “Cottolengo” para la asistencia a personas con discapacidad grave.

En 1990 se graduó y tres años más tarde se convirtió en abogado. Desde 1990 hasta 1995 trabajó como operador y luego auditor de cooperativas vinculadas a Cáritas, en particular la llamada “Partire dagli ultimi” (Comenzando con el último) y continuó realizando trabajo voluntario en el centro de asistencia jurídica de Cáritas para migrantes y solicitantes de asilo de 1991 a 1995.

De 1990 a 2003 ejerció la abogacía. En particular, en la segunda mitad de la década de 1990, fue uno de los abogados a la vanguardia en la lucha contra la mafia y por esta razón ha estado viviendo bajo escolta durante cinco años.

Paralelamente a su labor como abogado, continuó su labor de voluntariado en la ONG Hansenian’s Ethiopian Welfare Organization (HEWO), de la que también fue Director General —gratuitamente— durante un corto período de tiempo, de 2003 a 2007, con operaciones directas sobre el terreno.

HEWO, que está activa en Etiopía y Eritrea, es una realidad jurídica que no tiene términos de comparación, compuesta por comunidades autogestionadas de personas comunes en dificultades que luchan juntas para salir de las dificultades y el sufrimiento. Durante más de cuarenta y cinco años, HEWO ha estado proporcionando servicios de apoyo gratuitos en África a comunidades de personas afectadas por la miseria y el abandono y por enfermedades graves (principalmente lepra, tuberculosis, VIH-SIDA y enfermedades causadas por graves deficiencias nutricionales).

De 1996 a 2004, Rocca fue Presidente y Comisionado del Instituto Público de Asistencia y Caridad “Santa María en Aquiro”, y de 2001 a 2003, Presidente del IPAB Asilo della Patria, liderando la transición de orfanatos a hogares familiares para niños vulnerables. De 2003 a 2008, siguió siendo director de esta organización.

En 2003-2004, se especializó en la Scuola Superiore della Pubblica Amministrazione (Escuela de Graduados de Administración Pública) como director general de hospitales. En esos años recibió muchas asignaciones profesionales sensibles. En 2003, fue nombrado Comisionado Extraordinario del Hospital Sant’Andrea en Roma y luego, hasta 2007, se desempeñó como Gerente General de ese hospital. En 2007 fue nombrado Jefe del Departamento de Operaciones de Emergencia de la Cruz Roja Italiana. De 2005 a 2009 fue miembro del equipo de evaluación del Instituto Nacional del Cáncer – IRCSS Pascale Foundation de Nápoles. De 2007 a 2010 fue miembro del comité directivo del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas “Lazzaro Spallanzani” en Roma.

En 2008, después de un breve período como Jefe del Departamento de Salud y Actividades Sociales de la Municipalidad de Roma, se le pidió que dirigiera la Cruz Roja Italiana en la fase de Comisionado y reforma. Aceptó el cargo de Comisionado Extraordinario del CICR, enorgulleciéndose de representar a la organización voluntaria más grande de Italia y del mundo. En 2009, durante la Asamblea General en Kenya, fue elegido miembro de la Junta Directiva de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

En 2010, fue nombrado Comisionado Extraordinario de ASL Nápoles 2.

En enero de 2013 fue elegido Presidente Nacional de la Cruz Roja Italiana. Nuevamente en 2013, en la Asamblea General de Sydney, fue nombrado Vicepresidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

En la primavera de 2015, Rocca fue seleccionada para el puesto de Directora General del Instituto Dermatológico IDI en Roma. En 2016, los voluntarios de la Cruz Roja Italiana lo reeligieron como Presidente Nacional, después de completar la reforma histórica de la Asociación, que así hizo que volviera a la corriente principal del Movimiento Internacional, ya no siendo un organismo público, sino una asociación completamente en manos de los voluntarios. En noviembre de 2017, la Asamblea General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja elevó a Rocca a la Presidencia durante las reuniones estatutarias celebradas en Antalya, Turquía.

Finalmente, en mayo de 2020, fue confirmado como Jefe de la Cruz Roja Italiana.

Durante sus años como miembro de la Cruz Roja, tuvo la carga y el honor de coordinar y representar a la Asociación a nivel nacional e internacional. Desde el conflicto en Georgia en 2008, hasta los terremotos en Italia (L’Aquila, Emilia, Italia Central) que se sucedieron a lo largo de los años, a las misiones a Siria durante la guerra, al terremoto que azotó Haití y el conflicto armado en Palestina, y particularmente en la Franja de Gaza, a la misión a Kenia, durante la sequía muy severa que había devastado el área de Turkana, en particular, Rocca siempre ha tratado de estar en el campo tanto como sea posible para comprender las necesidades de las personas y estar cerca de los voluntarios y operadores italianos.

Italia acogió dos importantes eventos internacionales: en 2009 las celebraciones de Solferino por el 150 aniversario de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y en 2014 la 9ª Conferencia Europea en Florencia. En su calidad de Vicepresidente, representó a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en muchas ocasiones, incluida la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York y las reuniones internacionales sobre migración.

Francesco Rocca tiene un observatorio privilegiado sobre lo que está sucediendo en el mundo, por la razón adicional de que, con su compromiso diario, puede tomar medidas en favor de aquellos que son vulnerables y necesitados.

Como italianos, estamos orgullosos de que Rocca represente la organización humanitaria más grande del mundo, tanto a nivel nacional como internacional.

Por otro lado, nos sorprende y duele que, al mismo tiempo, personas en el apogeo de su mediocridad estén invadiendo los medios de comunicación en Italia con discursos y declaraciones que son la suma de la ignorancia, la presunción, la arrogancia, la jactancia y la inanidad.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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LAS NECESIDADES DE VIVIENDA, INTERNET Y EL CIBERESPACIO A LA VANGUARDIA EN EL REINO UNIDO E ITALIA

Giancarlo Elia Valori*

Los métodos de construcción modernos y la tecnología inteligente pueden revolucionar el proceso de construcción y la forma en que vivimos.

El crecimiento de la población y los cambios demográficos han llevado a una escasez mundial de viviendas. Según una investigación llevada a cabo por la Federación Nacional de Vivienda de la Universidad Heriot-Watt y por la Organización de Crisis de Caridad para Personas sin Hogar, el Reino Unido enfrentará una escasez de cuatro millones de unidades de vivienda para fines de 2031. Esto significa que aproximadamente 340.000 nuevas unidades de vivienda deberán construirse cada año. Las casas construidas deben satisfacer las demandas de la automatización del hogar y las crecientes restricciones ambientales.

Es poco probable que la tecnología de construcción tradicional satisfaga esta demanda. Es relativamente costoso y demasiado lento cumplir con los procedimientos necesarios y con todas las reglas y regulaciones. Además, la calidad y las capacidades de los métodos de construcción tradicionales también son limitadas. La única solución es la producción modular basada en los principios de la automatización de fábricas. Esta solución utiliza controles y sensores inalámbricos y sin batería para integrarse perfectamente con la domótica.

Los edificios modulares se basan en una combinación de métodos de construcción llamados Método Moderno de Construcción (MMC). Incluyen el uso de sistemas y componentes de paneles, como cajas de techo y piso, componentes de cimentación de hormigón prefabricado, cableado prefabricado, compuestos de ingeniería mecánica y tecnologías innovadoras.

Con la apertura de varias fábricas, el Reino Unido ha comenzado a utilizar el MMC para construir casas prefabricadas y totalmente equipadas en forma modular, que se pueden cargar en camiones para su transporte en todo el país. Este tipo de montaje in situ permite que la casa se complete en días en lugar de meses, lo que reduce significativamente los costos. Los edificios modulares se han vuelto populares en Europa. En Italia, una empresa pionera es el Grupo RI de Trepuzzi (Lecce), que también opera en los campos de la logística y los servicios y la construcción de instalaciones de atención médica, hospitales de campaña y oficinas públicas, que son rentables y rápidos de construir.

Se espera que el impacto de la construcción modular sea significativo y las fábricas que producen hasta cinco mil casas por año podrían convertirse en los mejores constructores del sector.

Los estándares de construcción de estas casas de nueva tecnología son más altos que los de las casas tradicionales. Gracias a un mejor aislamiento, la factura de la luz podría ser solo la mitad de la de una casa tradicional.

Las casas modulares tienen cocinas y baños, y están equipadas con energía e iluminación a través de cables de alimentación, que también son modulares, y controles inalámbricos, además de la infraestructura de redes y telecomunicaciones cada vez más importantes.

El cableado estructural y modular se deriva de instalaciones eléctricas e industriales comerciales para garantizar un trabajo de instalación eléctrica eficiente y mínimo. A medida que la tecnología cambia, esta instalación estándar es adaptable y ofrece un alto grado de flexibilidad.

La experiencia en la construcción industrial y comercial muestra que los accesorios tradicionales requieren mucha mano de obra, son bastante rígidos y aún caros. Por el contrario, el cableado modular prefabricado in situ y el sistema IDC combinados con controladores y sensores inalámbricos se pueden instalar completamente a bajo costo. Estas son tecnologías probadas y se están moviendo de escenarios de uso comercial a domésticos.

Con la ayuda del soporte CAD para cableado modular, todos los cables de alimentación se colocan en el techo o en el espacio de la pared. La instalación de equipos inalámbricos de recolección de energía simplifica el proceso de instalación, ya que no se requieren interruptores ni instalación de conductos. Para la primera fijación eléctrica a través de la pared, el cable tarda menos tiempo porque no hay necesidad de coordinar la posición del interruptor con los pernos de la pared. También se ha reducido el nivel de dependencia de las actividades de instalación in situ. Los sensores, interruptores y controles inalámbricos de recolección de energía se pueden instalar en cualquier lugar del edificio, incluso en áreas de difícil acceso.

Después de la instalación, se utilizará el principio de recolección de energía. Los interruptores y sensores son alimentados por el entorno circundante y no hay necesidad de reemplazar las baterías viejas y otros equipos de mantenimiento. Además, esta flexibilidad y esta fiabilidad permiten ampliar el sistema en cualquier momento. La tecnología de construcción modular le permite adaptarse a varios tipos de casas y satisfacer las necesidades de la vida actual a través de formas flexibles y diversas decoraciones exteriores. Esto no es exactamente lo mismo que las antiguas casas prefabricadas, «concedidas» en Italia a las víctimas de un terremoto que han estado esperando durante años una casa decente y civilizada.

Al proporcionar una gama de paneles decorativos exteriores tradicionales y modernos, la línea del techo también se puede personalizar para adaptarse a las costumbres y a la arquitectura locales. A través de la combinación de tecnología de producto innovadora y buen diseño, el objetivo del hogar inteligente es proporcionar seguridad y comodidad. El requisito habitual es colocar el interruptor de luz y el atenuador (o potenciómetro) en el lugar más conveniente. Impulsados por la energía cinética recogida por el propio interruptor, se pueden colocar en cualquier lugar.

No requieren cableado, pero pueden enviar señales inalámbricas al receptor dentro o cerca de las luces o a los soportes de riel DIN (Instituto Alemán de Normalización). Además, no hay necesidad de usar baterías y no hay necesidad de reemplazarlas. Esto ahorra todos los inconvenientes y riesgos ambientales que puede causar el reemplazo de las baterías.

Dado que este tipo de equipo ha alcanzado una amplia gama de aplicaciones, la iluminación y el entretenimiento en el hogar elegirán productos sin batería. Además de controlar el brillo y el color, los interruptores también se pueden utilizar para controlar sistemas de sonido o persianas. Una aplicación clave del hogar inteligente es el interruptor que puede apagar / encender dispositivos que no usan electricidad tradicional al salir o regresar a casa.

La tecnología de recolección de energía también es compatible con otras aplicaciones basadas en sensores. Por ejemplo, los sensores autopropulsados se pueden conectar de forma inalámbrica a una alarma de intruso. Además, al instalar sensores táctiles activados por la luz en las ventanas, la iluminación y la calefacción se pueden apagar cuando no hay nadie en casa.

Desde fábricas hasta oficinas, desde edificios multifuncionales hasta hogares inteligentes, la tecnología de recolección de energía inalámbrica se ha probado en aproximadamente un millón de edificios en todo el mundo. La mayoría de los sensores, interruptores y otros dispositivos de recolección de energía autopropulsados pueden comunicarse a una distancia de hasta 30 metros en un edificio y cumplir con el estándar inalámbrico internacional EnOcean, que cifra los mensajes por debajo de 1 GHz enviando un mensaje corto.

También hay algunos dispositivos autopropulsados que integran la tecnología de recolección de energía EnOcean y pueden comunicarse directamente con las luces a través del conocido Bluetooth o Zigbee (estándar de comunicación inalámbrica basado en la especificación IEEE 802.15.4, mantenido por la ZigBee Alliance). Esto permite utilizar interruptores verdes sin batería y sensores solares para controlar de manera flexible otras aplicaciones, como luces LED o altavoces.

Ahora que los sensores inalámbricos para la recolección de energía pueden enmarcar los datos en el hogar, será un gran paso adelante agregar información y realizar análisis útiles. Procesan datos a través del Internet de las Cosas (IoT), que se refiere al camino en el desarrollo tecnológico por el cual, a través de Internet, potencialmente cada objeto de la vida cotidiana puede adquirir su propia identidad en el ciberespacio. Como se mencionó anteriormente, el IoT se basa en la idea de elementos “inteligentes” que están interconectados para intercambiar la información que poseen, recopilan y / o procesan.

También utiliza inteligencia artificial (IA) para realizar un seguimiento de los patrones de vida y las actividades en las casas modulares. El análisis de energía es una aplicación que actualmente puede ayudar a los propietarios a reducir aún más el consumo de energía a través de la IA. Mirando hacia el futuro, la combinación de IoT e IA traerá muchos beneficios.

Los datos geográficos, la información meteorológica y climática, así como las actividades, el consumo de agua y energía y otros factores serán muy útiles para los planificadores, las organizaciones de construcción, los constructores y los propietarios también utilizan IA para realizar un seguimiento de los patrones de vida y las actividades en las casas modulares. El análisis de energía es una aplicación que actualmente puede ayudar a los propietarios a reducir aún más el consumo de energía a través de la IA. Mirando hacia el futuro, la combinación de IoT e IA traerá muchos beneficios. Los datos geográficos, la información meteorológica y climática, así como las actividades, el consumo de agua y energía y otros factores serán muy útiles para los planificadores, las organizaciones de construcción, los constructores y los propietarios.

La arquitectura percibida representa la próxima generación de sistemas de construcción sostenibles. Los edificios inteligentes pronto podrán integrar los dispositivos IoT por su cuenta, así como generar grandes cantidades de información y utilizarla para optimizar los edificios. Esto proporciona una dimensión completamente nueva al servicio y al modelo de negocios y economía doméstica.

Esto es particularmente relevante para el envejecimiento de la población, ya que estas tecnologías inteligentes pueden cambiar radicalmente los estilos de vida de las personas mayores y sus familias. Se espera que traigan beneficios transformadores en términos de salud y bienestar.

Los elementos clave de tal hogar incluyen conexiones inteligentes, no invasivas y seguras con amigos, familiares, médicos generales, enfermeras y profesionales de la salud, que involucran el cuidado de los residentes. La tecnología basada en sensores sin batería conectados al IoT ayudará a prevenir accidentes en el hogar, como resultado de utensilios de cocina y baños desbordados, etc., y mantenerse al día con las interacciones de los residentes con los profesionales de la salud..

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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