Archivo de la categoría: TURQUÍA

TURQUÍA Y LOS BALCANES. OTOMANISMO POR OTROS MEDIOS.

Cristian Beltrán*

28 de junio de 1389, punto de inflexión en la historia de los pueblos balcánicos; las fuerzas otomanas de Murad derrotan a los serbios en el Campo de los Mirlos, Kosovo. Así se dio inicio a la conquista de los Balcanes. Griegos, búlgaros, albaneses, bosnios, montenegrinos, serbios y croatas cayeron bajo dominio otomano no sólo en los terrenos político y económico, sino también cultural y social, comenzaría así la islamización de los cristianos especialmente en Bosnia, Albania y el sur de Serbia. En ese entonces, la fuerza militar y la guerra decidieron la política exterior turcomana hacia Europa. Cinco siglos después, en el XIX, el Imperio Otomano empezaría su retirada de tierras balcánicas bajo el influjo de los levantamientos nacionalistas, hasta su derrota final en la I Guerra Mundial[1].

Sobre el despojo de ese imperio surgió la Turquía moderna y secular de Kemal Ataturk, el padre de la patria turca, más cercana a Europa, a pesar de su tradición islámica, que a Oriente Medio. Tanto es así que Turquía se convirtió en el principal socio político y aliado militar de Occidente durante la Guerra Fría como miembro de la OTAN. A partir de 1991 y tras la caída de la Unión Soviética y la consecuente expansión europea hacia el este, el espacio balcánico comenzó a cambiar. El comienzo del siglo XXI ha marcado un reacomodamiento de piezas en el tablero geopolítico de los Balcanes, la ampliación de la Unión Europea (en adelante UE) hacia la región se estancó con algunos de los estados ya como miembros plenos, Grecia y Croacia y otros en proceso de adhesión como Serbia, Montenegro, Albania o Macedonia. En el caso de Bosnia-Herzegovina, el estado más volátil de la región el proceso de incorporación sigue congelado.

En este contexto, el resurgimiento del poderío turco solo se puede entender a partir la anarquía reinante del sistema internacional caracterizado por disputas a escala global y regional con actores que van desde los EE.UU. hasta China pasando por Rusia, Alemania o Francia. En esta especie de río revuelto, Turquía comenzó a tomar protagonismo a través de una política más activa con su vecino inmediato, los Balcanes, aprovechando la inercia de Europa occidental con respecto a la región, el foco de los EE.UU puesto en Oriente Medio y en China y la posibilidad de ruptura política en Bosnia. La creciente influencia turca en los Balcanes se inició con la llegada de Recep Tayyip Erdoğan (Partido de la Justicia y el Desarrollo) al poder en 2014, como presidente[2]. La nueva concepción de la política exterior turca, hastiada de las interminables negociaciones entre Ankara y la UE para que Turquía acceda de una vez por todas a la comunidad, propició un giro de aquella y un salto del protagonismo turco en el espacio geopolítico circundante. De esta manera, Erdoğan definió a Turquía como un poder regional en ascenso capaz de intervenir como en asuntos internacionales que van desde la inversión financiera en obras hasta ser garante en procesos de paz. El gobierno de Ankara comenzó a prestar especial atención a lo que alguna vez fue el espacio geopolítico otomano, espacio de suma importancia ya que el eje Turquía-Balcanes es vital para el transporte de gas y petróleo desde el mar Caspio hacia Europa. Pero además, Turquía se ha convertido recientemente en un actor clave de la región en otro aspecto como es el de los refugiados de la guerra en Siria; el aluvión de desplazados se ha direccionado hacia Turquía como escala previa a los países de la UE a través de las rutas de Serbia, Bosnia o Albania, en este sentido, el gobierno de Ankara sabe de su importancia como escudo anti inmigratorio o en todo caso como «filtro» de los mismos para llegar al resto de Europa.

Desde esta nueva perspectiva, Turquía ha emprendido recientemente una política decididamente activa en todos los campos sin desprenderse de los lazos que aún tiene con la UE. Una de las causas es la necesidad del gobierno de Ankara de prestar apoyo a los casi 3.000.000 de musulmanes (en Bosnia, Serbia, Albania, Macedonia) que habitan la región y especialmente a los que sufrieron las consecuencias de las guerras en la ex Yugoeslavia. En este sentido Turquía ha iniciado conversaciones con Serbia, pieza clave en el tablero de ajedrez balcánico y cuya historia nacional se cimenta sobre el recuerdo de la guerra con los turcos como señalamos al comienzo, lo que ha significado un paso importante en la estabilidad regional. El gobierno de Ankara se ha presentado como una fuente de financiamiento externo, como señala el portal de noticias Euronews: «en los últimos años Turquía ha multiplicado su presencia en la zona, tanto política como económica. Ha financiado y participado en la construcción de la autopista que une Belgrado con Sarajevo. Tanto la Unión Europea como los países vecinos esperan que se complete este proyecto de transporte por carretera como señal de progreso en estos momentos de tensión»[3]; sino también como mediador en el conflicto entre Serbia y Kosovo, de mayoría musulmana, en este sentido como lo señala el propio Erdoğan en su visita a Serbia: «Hemos hablado durante mucho tiempo sobre temas importantes, sobre la estabilidad en la región. Hemos hablado sobre lo importante que es mantener la paz»[4].

«Bajo el proyecto de la Profundidad Estratégica (Stratejikl Derinlik) diseñado por Ahmet Davutoğlu (ministro de Asuntos Exteriores entre 2009 y 2014 y primer ministro de Turquía entre 2014 y 2016), Turquía debería convertirse en un actor regional y global de primer orden, para lo cual debería llevar una política de cero problemas en la que la mediación y la buena vecindad serían principios básicos. La base ideológica de esta nueva política se basaba en encontrar los rasgos comunes históricos, religiosos y culturales con los países vecinos y usarlos como una herramienta para profundizar en las relaciones. En esto la diplomacia pública jugó (y juega actualmente) un papel fundamental, ya que desde entonces los Balcanes, pero especialmente Bosnia y Albania, son considerados aliados naturales de Turquía por ser de mayoría musulmana y por su pasado otomano común»[5].

En este contexto Turquía está dispuesta a jugar un rol estratégico en su relación con los pueblos balcánicos y en especial con Bosnia-Herzegovina, en este sentido el presidente turco expreso en un reciento foro económico bosnio-turco que «Como la República de Türkiye, siempre hemos dado una peculiar importancia a las relaciones con Bosnia y Herzegovina. Nuestra política sobre este país siempre ha sido sincera, objetiva, inclusiva y unificadora. En esta geografía, donde los diferentes grupos étnicos y religiosos tienen que convivir, las divisiones étnicas y religiosas no producirán más que dolor y lágrimas…»[6]. Sin dudas que este creciente protagonismo de Turquía en su histórico espacio de interés va de la mano con el estancamiento de las negociaciones entre la UE y Ankara, y es esta situación la que le permite al gobierno turco aumentar su influencia en la región, como señalan Levaggi y Limia: «La “desilusión” del gobierno turco con Occidente no solamente se aplica a sus socios europeos, sino también a EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que se acusa de apoyar a enemigos que trabajan para “desestabilizar” el país. Como alternativa a su horizonte europeísta, han crecido las voces dentro y fuera del gobierno para explorar una opción “eurasianista”» mediante el fortalecimiento de los vínculos con Rusia y China»[7].

Cabe preguntarnos si los turcos aún están realmente interesados en ser miembros de la UE o en realidad ese contexto le permite erigirse como un actor de peso regional, con más ganancias que pérdidas, a pesar del discurso de su presidente que insta a la UE a que «se deshaga de inmediato de su ceguera estratégica» y haga avanzar el proceso de adhesión de Turquía al bloque en el marco de una «agenda positiva»[8]. Como señala Herrero de Castro, «Turquía se postula, y así debería ser visto, como un renovado y emergente poder regional que ha comenzado el proceso para recrear la hegemonía, la presencia e influencia regional que anormalmente había dejado de ostentar desde el final de la Primera Guerra Mundial. La pregunta no es, hacia dónde va Turquía, sino hasta dónde quiere llegar»[9].

 

* Licenciado en Historia por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. Investigador free lance sobre asuntos balcánicos y del Cáucaso. Adscrito a la Cátedra de Historia Contemporánea (2011-2012) en la Escuela de Historia de la misma facultad. Docente dependiente del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba. Miembro de la SAEEG.

 

Referencias

[1] La derrota del Imperio Otomano en la I Guerra Mundial determinó su desintegración territorial y política y el nacimiento de la República de Turquía.

[2] Tras haber dirigido el país como primer ministro durante 11 años, Erdoğan fue elegido presidente en primera vuelta en el verano de 2014. Luego de su elección, declaró que, como consecuencia de ello, «en los hechos, el régimen se volvió presidencial», algo que quedó refrendado por un referéndum en 2017.

[3] «El-presidente-turco-erdogan-promete-su-ayuda-a-serbia-para-promover-la-paz-en-los-balcanes». Euronews, 07/09/2022, https://es.euronews.com/2022/09/07/el-presidente-turco-erdogan-promete-su-ayuda-a-serbia-para-promover-la-paz-en-los-balcanes.

[4] Ídem.

[5] Ortega Sánchez, C. «Diplomacia Turca en los Balcanes». Geopol, 15/10/2022, https://geopol21.com/diplomacia-turca-en-los-balcanes/.

[6] «Erdogan-las-divisiones-etnicas-y-religiosas-no-produciran-mas-que-dolor-y-lagrimas». TRT, 07/092022, https://www.trt.net.tr/espanol/turkiye-1/2022/09/07/erdogan-las-divisiones-etnicas-y-religiosas-no-produciran-mas-que-dolor-y-lagrimas-1876669.

[7] González Levaggi, A, Limia, E. «El “outsider”: Turquía y la utopía europeísta». Nuso.org, Nº 270, julio – agosto 2017, https://nuso.org/articulo/el-outsider-turquia-y-la-utopia-europeista/.

[8] «Erdogan-las-divisiones-etnicas-y-religiosas-no-produciran-mas-que-dolor-y-lagrimas». Op. cit.

[9] Herrero de Castro, R. «La emergencia de Turquía como potencia regional». Real Instituto Elcano, 23/01/2008, https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/la-emergencia-de-turquia-como-potencia-regional-ari/.

 ©2022-saeeg®

TURQUÍA: ERDOGAN PISOTEA LOS DERECHOS DE LAS MUJERES Y LOS NIÑOS

Marco Crabu*

Es el momento más bajo del gobierno del sultán y su índice de aprobación popular ahora se reduce al mínimo.

Turquía está pisoteando los derechos de las mujeres y de los niños. El pueblo turco está atravesando el momento verdaderamente más oscuro y controvertido en sus mil años de historia, si incluso permite que su líder, cada vez más impopular, Recep Tayyip Erdogan, también se burle de los derechos de las mujeres y los niños.

El jueves 1º de julio, Turquía salió formalmente del Convenio de Estambul que regula la lucha contra la violencia contra las mujeres y los grupos vulnerables.

Y también el mismo jueves Turquía fue incluida por Estados Unidos en la lista de países implicados en el reclutamiento y uso ilegal de niños con fines bélicos.

Esta es la primera vez que esto sucede y especialmente por parte de un miembro de la OTAN.

Fonte: Turkishminute.com

Miles de personas salieron a las calles en toda Turquía (Estambul, Ankara, Esmirna, Hopa, Antalya, Şanlıurfa, etc.) para protestar contra la retirada oficial de Ankara del Convenio de Estambul, un tratado firmado desde 2011 por 45 países y la Unión Europea. Este acuerdo tenía como objetivo principal, y al que todos los firmantes debían adherirse, el compromiso de prevenir y perseguir la violencia doméstica y, al mismo tiempo, promover la igualdad entre los sexos.

El Convenio de Estambul se puso en marcha tras el asesinato de la mujer turca Nahide Opuz, que solicitó repetidamente protección a las autoridades locales antes de ser asesinada por su marido abusivo en 2002. La madre de Opuz ha apelado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que dictaminó que Turquía había incumplido su deber de proteger a los ciudadanos en los casos de violencia doméstica.

El máximo tribunal administrativo de Turquía rechazó el martes un intento de anular la retirada, diciendo que Erdogan tenía “la autoridad” para tomar esa decisión. Los disturbios populares se multiplicaron en poco tiempo en el país y fueron controlados con éxito por la policía turca que cargó a los manifestantes con porras y gases lacrimógenos, tras un consentimiento inicial para manifestarse.

El 19 de marzo, Erdogan anunció, por decreto, la no ratificación del Convenio de Estambul, apoyado por ultraconservadores del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), donde se afirma que el Tratado socava el establecimiento de la familia tradicional y que algunos lo consideran una promoción de la homosexualidad a través de su principio de no discriminación por motivos de orientación sexual.

Grupos de derechos de las mujeres acusan a Erdogan de anular los efectos de la convención para apoyar a los conservadores en un momento en que el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) está registrando sus mínimos históricos de consenso.

La retirada de la Convención socava gravemente la seguridad de las mujeres, dado que los casos de feminicidio están ahora en el orden del día en Turquía. El año pasado, 300 mujeres fueron asesinadas en el país y otras 189 han sido asesinadas en lo que va del año. De estas últimas, al menos 18 mujeres fueron asesinadas el mes pasado, según la plataforma We Will Stop Femicides, mientras que otras 20 murieron en circunstancias sospechosas. Y según los rumores filtrados por el blog de noticias Artı Gerçek, detrás de algunas de las desapariciones de mujeres jóvenes hay algunos miembros del partido de Erdogan, incluidos Şirin Ünal, Zaynal Abarakov, Musa Orhan y Tolga Ağar. La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, también dijo que “… La retirada de Turquía del Tratado envía un mensaje imprudente y peligroso a los culpables que abusan, mutilan y matan, de que pueden seguir haciéndolo con impunidad…”

La retirada de Ankara del Tratado había recibido la condena tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea.

De hecho, ya el pasado mes de abril, la presidente de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, planteó la cuestión. Todo el mundo conoce ahora la reunión que tuvo lugar en Estambul y rebautizada como el “sofagate”, es decir, cuando Charlie Michel, presidente del Consejo Europeo, ocupó uno de los dos únicos asientos programados para las conversaciones, mientras que el otro asiento fue ocupado por el líder turco, dejando que Ursula von der Leyen se sentó en un sofá a cuatro metros de los dos. En esta coyuntura, la actitud de Turquía hacia von der Leyen como mujer ha sido claramente puesta en el punto de mira.

Pero esta no es la única espada de Damocles que pende sobre la cabeza del sultán de Ankara. El Departamento de Estado estadounidense ha pedido a Turquía que coopere, porque debe dejar de apoyar operativa y financieramente a los grupos armados de oposición que emplean a soldados menores de edad —niños— en Siria y Libia.

Fonte: geopolitiki.com

El Departamento de Estado ha publicado un informe en el que ha incluido a Turquía entre los gobiernos que recurren a esta bárbara iniciativa, países (hasta 14) entre los que se encuentran Siria, Yemen, Irán e Irak.

Este informe, que generalmente trata de la trata de personas, es llevado a cabo anualmente por los Estados Unidos, en cumplimiento de la Ley de Prevención del Reclutamiento infantil de los Estados Unidos adoptada en 2008, y donde el Departamento de Estado de los Estados Unidos está obligado a revelar qué gobiernos utilizan “… menores de 18 años que participen activamente, como miembros de las fuerzas armadas nacionales, en las hostilidades…”.

Como sabemos, Turquía ha luchado (y está luchando) contra el grupo étnico kurdo en Siria con el apoyo de facciones rebeldes moderadas e intransigentes —también apoyadas por Siria— y que a menudo son acusadas de graves violaciones de los derechos humanos, incluidos asesinatos bárbaros, torturas y secuestros en territorios fronterizos con Turquía y Siria. Ankara proporciona apoyo tangible a estos grupos y, en particular, a los rebeldes “moderados” de la brigada del Ejército Sirio Libre “Sultán Murad” que reclutaron a niños sirios para luchar en nombre del gobierno de acuerdo nacional en Libia.

Fonte: stj-sy.org

Pero todo esto se ha sabido desde mayo de 2020, es decir, desde que Sirios por la verdad y la justicia, un grupo de voluntarios e investigadores que documentan las violaciones de derechos humanos perpetradas contra sirios y en Siria, ha publicado un informe de 40 páginas que atestigua que el gobierno turco ha reclutado a rebeldes y civiles sirios, incluidos los niños, y los envió a Libia para luchar junto a las fuerzas del GNA, bajo el liderazgo de Al-Sarraj, contra el LNA, liderado por Haftar. Los chicos más jóvenes, con algunos años de escuela y sin perspectivas de trabajo, son arrebatados a sus familias de origen y reclutados con la promesa de un salario de 3.000 dólares durante tres meses de trabajo y beneficios entre cigarrillos, comida gratis y vivienda. Los niños también podían ponerse en contacto con sus familias desde Libia y regresar a casa después de tres meses de empleo en la batalla. A los niños soldados se les expidieron nuevos documentos con la fecha de nacimiento falsificada con la que figuraban en las listas del ejército nacional sirio. Otras veces han usado el nombre de sus hermanos mayores.

Muchos de estos menores estaban empleados en la División Mutasim, donde fueron entrenados en grupos de 25. Otros fueron empleados por la Brigada del Ejército Sirio Libre “Sultán Murad”.

El Protocolo de las Naciones Unidas en relación con la Convención sobre los Derechos del Niño y su participación en conflictos armados, exigen a las fuerzas armadas de los gobiernos nacionales que no recluten ni utilicen a no recluten ni utilicen a menores de 18 años en operaciones de guerra. Agrega que “… Las partes deben tomar todas las medidas posibles para prevenir dicho reclutamiento y uso, incluida la adopción de las medidas legales necesarias para prohibir y criminalizar tales prácticas …”.

Dado que Libia, Turquía y Siria son signatarios de este protocolo, y si se demostrara su uso de niños soldados, sería más que obvio que serán acusados de repetidas violaciones del acuerdo y de los derechos humanos.

 

* Licenciado en Ciencias Sociológicas, Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Bolonia. Especialista en Seguridad, Geopolítica y Defensa.

 

Artículo publicado originalmente el 04/07/2021 en OFCS.Report – Osservatorio – Focus per la Cultura della Sicurezza, Roma, Italia, https://www.ofcs.it/internazionale/turchia-erdogan-calpesta-i-diritti-di-donne-e-bambini/#gsc.tab=0

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor.

 

TURQUÍA: EL DECLIVE DEL SULTÁN DE ANKARA TOMA FORMA

Marco Crabu*

A medida que aumentan las teorías de conspiración del caso Peker en el país, el poder de Erdogan cruje.

 

En una encuesta tras otra, el declive del sultán de Ankara parece tomar forma marcado por un colapso en el apoyo popular tanto de Erdogan como de su partido, el Partido de la Justicia y el DesarrolloAKP (y sus aliados gobernantes)—, que de hecho están pasando por sus mínimos históricos. En los últimos tiempos, Erdogan parece haber sido superado ágilmente no por uno sino por tres rivales en la carrera por las elecciones presidenciales fijadas para junio de 2023.

Según una encuesta del Istanbul Economics Research (IEA), al menos el 40% de los turcos cree en la profunda corrupción que prolifera en el tribunal de Erdogan, especialmente después de las ardientes revelaciones del “jefe criminal”, Sedat Peker, quien acusa al partido gobernante.

Fonte: Altibes.com

Las continuas afirmaciones de Peker, a través de mensajes de video en las redes sociales (hay al menos una docena de ellos actualmente) y que pronto se hicieron virales en línea, denuncian abiertamente a numerosos miembros del AKP de estar involucrados en el tráfico internacional de armas y drogas y cometer docenas de asesinatos políticos en los años 90 y otros delitos, incluida la extorsión y la violación, así como numerosos ataques contra medios de comunicación turcos.

El personaje Peker, quien ha vuelto a ser el centro de atención desde principios de mayo, es conocido por la justicia turca desde 2007-2014, después de haber sido encarcelado por delitos de falsificación y robo y por dirigir una organización criminal.

Peker siempre había defendido al AKP contra los críticos y detractores del partido hasta que fue expulsado en 2016 por sus posiciones extremas con motivo de los ataques militares contra la minoría kurda en el sureste de Turquía, que cientos de académicos en Turquía han criticado duramente.

Desde el año pasado, el islamista ultranacionalista Peker ha desaparecido. Según algunas fuentes, se refugió en Emiratos Árabes Unidos, pero no perdió la oportunidad, impulsado por un evidente rencor, de envenenar la fiesta que una vez sirvió lealmente. Sus acusaciones se basan en el hecho de que el partido AKP (así como sus aliados) es profundamente corrupto y ya no cumple con los intereses del pueblo turco.

En sus frecuentes apariciones en webcam desde el “escenario de casa”, Peker dirige sus anatemas hacia el actual ministro del Interior, Suleyman Soylu —de quien muestra las fotos que lo retratan en la boda de un conocido exponente de la mafia— así como hacia uno de sus predecesores, Mehmet Agar y su hijo Tolga, miembro del parlamento de Elazig. Peker revela que incluso tuvieron en sus manos el puerto deportivo de Bodrum el año pasado, donde efectuaron intercambios ilícitos, pero también acusa a Tolga de violar y matar a una periodista kazaja de 21 años, Yeldana Kaharman, haciéndolo pasar por un suicidio.

Otro episodio oscuro y notable fue el que azotaba, en 1996, la aldea de Susurluk (en la provincia de Balikesir) —de ahí el escándalo Susurluk— donde Huseyin Kocadag, jefe adjunto del departamento de policía de Estambul, junto con Abdullah Catli, un conocido lobo gris y asesino mafioso contratado por el MIT (la Organización Nacional de Inteligencia turca), y su amante, la modelo Gonca Us, fueron encontrados muertos junto a Sedat Bucak, un diputado del Partido del Camino Verdadero (DYP). El Ministro del Interior en ese momento era Mehmet Agar, quien dimitió cinco días después.

Fonte: Internethaber.com

Pero la acusación más dura viene con la revelación de la posible existencia de un “Estado profundo” paralelo e independiente en el que actúa un grupo llamado “Pelícano” —el ala secreta del partido AKP—, liderado por el yerno de Recep Tayyip Erdogan, el ex ministro de Hacienda y Finanzas Berat Albayrak.

También causan revuelo las acusaciones emergentes sobre supuestos vínculos (en realidad no tan secretos) entre el Movimiento nacionalista de extrema derecha MHP, un aliado del gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), y organizaciones criminales de estilo mafioso que han vuelto a la prominencia a medida que una economía sumergida cada vez más independiente resurge en los últimos dos años, ante el colapso del Estado, también ante la actual pandemia de Covid-19. Como prueba de ello, la opinión pública —y más allá— quedó muy perpleja el año pasado por la noticia de la liberación de un asesino múltiple, Alaattin Çakici, como parte del programa de amnistía, apoyado por el líder del MHP, Devlet Bahçeli, y motivado por la desenfrenada pandemia.

Alaattin Çakici, estrechamente vinculado al MHP, es un poderoso progenitor de una de las familias criminales más conocidas de Turquía y ha sido un miembro histórico de los Lobos Grises, acusado a su vez de asesinatos feroces entre las filas de la izquierda, particularmente la pro-kurda. El propio Çakici es autor de unos 41 asesinatos y en 2000 aparece en los informes del MIT contratado como sicario en las décadas de 1980 y 1990.

Por lo tanto, los mensajes de vídeo están causando estragos en el panorama político turco al cambiar el equilibrio entre los partidos y enfrentar a los miembros de alto rango de la coalición AKP – MHP.

Aunque el polémico criminal aún no ha hecho ninguna acusación directa contra el primer ministro turco, parece que Peker todavía tiene varias cartas que jugar, quizás las más atroces. Erdogan no se ha derrumbado por el momento, y curiosamente todavía no ha tomado ninguna medida contra las revelaciones, casi a la espera de hacer una limpieza necesaria dentro de las filas de su partido golpeado por los últimos escándalos. ¿O le preocupa un posible chantaje del supuesto delincuente?

“Mientras las teorías conspirativas del caso Peker continúan, el poder del sultán de Ankara parece crujir incluso bajo los efectos imprevistos del Juicio de Kobanê.”

El llamado “juicio de Kobanê” acaba de comenzar en Ankara el 26 de abril, luego de protestas tanto internas como de la comunidad internacional, que lo criticó duramente porque estaba impulsado por obvias razones políticas.

Fonte: Moderndiplomacy.eu

El juicio del siglo contra 108 personas, muchas de ellas parlamentarios pro kurdos del Partido Democrático Popular (HDP), incluidos los ex líderes Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag, gira en torno a las manifestaciones populares que tuvieron lugar en octubre de 2014 contra la falta de acción del gobierno turco en relación con el asedio de la ciudad siria de Kobanê por parte del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS). En estas protestas, al menos 37 personas perdieron la vida durante las manifestaciones violentas. Los acusados están acusados de 29 cargos: intento de asesinato, difusión de propaganda terrorista e instigación a la violencia contra el Estado central de Turquía. El Ministerio Público ha pedido cadena perpetua para 38 de los acusados y un total de 19.680 años de prisión.

Desde noviembre de 2016, Demirtas sigue encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Edirne, a pesar de la supuesta falta de pruebas en su contra. Bajo su liderazgo y el de Yüksekdag, el HDP, respaldado por votos kurdos, cruzó la barrera electoral en un 10% por primera vez, logrando entrar en el Parlamento en 2015 y pronto convirtiéndose en el segundo partido de la oposición.

Pero a partir de su segundo mandato electoral Erdogan ha continuado su proyecto de eliminar de la escena política turca la alianza de izquierda kurda —utilizando las herramientas más útiles (ex-Lobos Grises, etc.)— después de haber considerado durante mucho tiempo al partido HDP como el ala política del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), clasificado por el régimen como una organización terrorista. El HDP ha negado cualquier conexión con el PKK, pero esto no ha impedido que el partido gobernante y sus aliados del MHP, opositores desde hace mucho tiempo de la izquierda pro-kurda, aceleren para una prohibición total del partido HDP de operar en política.

El 17 de marzo de 2021, el Parlamento turco retiró la inmunidad penal del legislador del HDP Ömer Faruk Gergerlioğlu, y revocó su condición parlamentaria como acusado de “propaganda terrorista” por “retuitear” mensajes en 2016 que pedían al Estado y al proscrito PKK que alcanzaran un acuerdo de paz. El 21 de marzo de 2021, Gergerlioğlu fue arrestado por la policía cuando se dirigía a las oraciones matutinas. Al mismo tiempo, el Tribunal Constitucional inició un caso encaminado a la disolución definitiva del HDP y la proscripción de 687 de sus principales figuras políticas.

“Pero otras preocupaciones seguramente acecharán el pacífico sueño del sultán.”

Los analistas creen que las fuertes tensiones sociales en Turquía están en gran medida vinculadas a la crisis política y económica que se intensifica rápidamente. De hecho, en el último periodo la lira turca ha caído alrededor de un 1,2% frente al dólar, lo que eleva las pérdidas de la divisa a casi un 15% desde marzo de 2021. El 25 de mayo de 2021, Erdogan despidió a Oguzhan Ozbas, uno de los vicegobernadores del banco central del país, el tercer alto funcionario despedido en pocos meses, en un intento de mantener una política monetaria estricta para combatir la inflación, al tiempo que bajaba las tasas de interés y creaba una mayor inflación y una devaluación de la moneda nacional de Turquía.

Pero mientras la burguesía turca apoya plenamente la línea de gobierno y quiere una política económica centrada en la austeridad, las pequeñas y medianas empresas y el resto de la base electoral de Erdogan sufren excesivamente por estas opciones, en lugar de pedir préstamos baratos y lograr que se mantenga una lira fuerte.

Este tipo de política económica interna ha creado fuertes tensiones políticas, sin esperanza, desestabilizando las relaciones con las demás almas del Parlamento y con la sociedad. Según el diseño de Erdogan, la única manera de lidiar con ello es atacar de alguna manera a los oponentes políticos como el HDP que se oponen a su gobierno autocrático.

Por lo tanto, las tensiones están destinadas a crecer y el consenso popular de Erdogan y los partidos gobernantes inevitablemente colapsará y presumiblemente asistiremos a un declive de la era del sultán, de su gobierno procapitalista y autoritario.

 

* Licenciado en Ciencias Sociológicas, Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Bolonia. Especialista en Seguridad, Geopolítica y Defensa.

Artículo publicado originalmente el 07/05/2021 en OFCS.Report – Osservatorio – Focus per la Cultura della Sicurezza, Roma, Italia, https://www.ofcs.it/internazionale/turchia-prende-forma-il-declino-del-sultano-di-ankara/#gsc.tab=0