Todas las entradas de: Agustín Saavedra Weise

ENTRE BIBLIOTECAS, CANDIDATOS, VOTACIONES, RIQUEZA Y POBREZA

Agustín Saavedra Weise*

 

Diseño SAEEG

A) He visto (ustedes lectores igual) que a todo el mundo le gusta fotografiarse delante de una biblioteca. Políticos, escritores, estudiantes, empresarios, comentaristas, etcétera, aparecen en la foto de turno con una impresionante serie de libros atrás.

Me pregunto, en caso de que alguien quiera sacar una foto del suscrito para el público: ¿Qué haré con mi humilde biblioteca, que consiste solamente en un lector electrónico Kindle? ¿Me dejo sacar la foto con el Kindle —es del tamaño de un cuadernillo pero acumula cientos de libros— o voy a algún lugar con abundantes libros de papel para hacer pinta? Biblioteca clásica ya no tengo, me adapté al siglo XXI y solo uso el formato digital.

Tal vez los aficionados a sacarse fotos con bibliotecas de papel como telón de fondo tendrán que repensar sus estrategias para el futuro inmediato; el papel comienza a ser historia y felices los árboles, ya no serán talados para hacer pulpa. En fin, si alguien lo pide, aceptaré que me saquen la foto con el Kindle…

B) Este nuestro país Bolivia es “trés bizarre” (muy raro) hasta el punto de tal vez ser único, lástima que no siempre en lo bueno. Sabido es que los representantes para la legislatura se aprueban en primera vuelta, algo olvidado u omitido por la romería de candidatos para los comicios de octubre; que luego no vengan los lloriqueos… Se dice que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con una piedra. Habría que agregar que la subespecie boliviana tropieza 10 veces o más y nunca aprende de los errores pasados. Se habla de unidad y es lo menos que se hace en la actual coyuntura.

El sistema de votación es uno de los culpables de esa enorme e irresponsable dispersión. Mientras persista la representación proporcional este carnaval de candidatos seguirá; aunque algunos saben que apenas sacarán el 1% siguen adelante con la esperanza de por lo menos tener un curul.

Esa aberración con el sistema de mayoría y minoría no sucede y ahí está la esencia de la durabilidad democrática en las naciones anglosajonas frente a su vulnerabilidad en las naciones latinas. A lo largo del tiempo, el sistema de mayoría y minoría ha probado ser superior para consolidar la democracia y asegurar estabilidad, algo que no proporciona el demagógico y divisivo método de representación proporcional.

C) Ser rico o aspirar a serlo es pecado en nuestras sociedades subdesarrolladas mientras en otras partes es virtud. Al reformista chino Deng Xiaoping se lo recuerda por su expresión “no importa el color del gato mientras sepa cazar ratones”, pero hay otra frase que también lo definió como arquitecto del progreso chino. Den Xiaoping expresó al iniciar su etapa de cambios: “ser rico es glorioso”. El líder chino revirtió errores de la era maoísta y logró que China supere muchos bolsones de miseria.

La mitad de la población (700 millones) ha dejado de ser pobre y muchos otros chinos recorren actualmente el mismo camino. En América Latina hay un siniestro “corsi ricorsi” al respecto. Sin ir muy lejos, Argentina era uno de los países más ricos del globo hace 100 años. Hoy 2020, de cada tres argentinos uno es pobre, la nación platense está en quiebra y muy disminuida en el ranking mundial. Pero ser rico no es fácil, requiere talento y constancia.

A nivel macro, el estado debe proveer seguridad jurídica, libertad económica y buenas oportunidades. Recordemos además que hay países para los cuales la riqueza es pecado y exaltan la pobreza, sesgo perverso anulador del progreso. Por el contrario, creo que todos tienen el derecho de pretender mejorar y hacer fortuna con esfuerzo propio. Quien gobierna debe crear condiciones para ello, en lugar de obstaculizar las ansias de superación.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

* Nota original publicada por El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/entre-bibliotecas-candidatos-votaciones-riqueza-y-pobreza_201139

RECORDANDO NUEVAMENTE AL TRIÁNGULO ALIMENTARIO MUNDIAL

Agustín Saavedra Weise*

 

A ratos uno no sabe qué pensar cuando noticias y datos de interés pasan acá desapercibidos. Al respecto, y como estamos ingresando a la primera mitad del mes de Santa Cruz, yo sí quiero recordar un acontecimiento en Buenos Aires de julio 2016, importante para nuestro departamento y para Bolivia en general. Fueron unas jornadas de análisis agropecuario con protagonistas de alto nivel y dónde se habló de la mejor manera de alimentar a la humanidad. Al respecto y salvo la modesta opinión del suscrito, jamás escuché ningún comentario, ni siquiera de los sectores directamente interesados: ganaderos y agricultores.

Hoy en día el campo oriental se encuentra en jaque por efecto de organizaciones de naturaleza teóricamente ecológica que prácticamente buscan paralizar —si es posible— la producción agraria y ganadera, so pretexto de temas que tienen que ver con el medio ambiente.

No perciben que ellos se alimentan de lo mismo que se produce acá y sin eso no podrían sobrevivir; el mundo necesita también comer y como estado, necesitamos generar divisas mediante la exportación de productos alimentarios. Si hay que controlar que así sea, pero no satanicemos a nadie, más bien hay que generar pautas consensuadas de desarrollo sostenible sin disminuir la producción de alimentos. Al contrario: debemos expandir la frontera agropecuaria al máximo posible.

En el mencionado evento de julio 2016, grupos empresariales y multinacionales de alto nivel definieron un triángulo de la alimentación mundial, cuyo vértice era Santa Cruz de la Sierra. El triángulo estaba formado por nuestra capital oriental, San Pablo y Bahía Blanca. Cada parte tiene su razón de ser.

Santa Cruz de la Sierra representa la potencialidad productiva del interior subcontinental ¿Por qué eligen a nuestra tierra natal? ¿Por qué no elegir otras ciudades tan o más importantes del hinterland? Si desde el exterior eligen a Santa Cruz de la Sierra es por su privilegiada ubicación como área estratégica de la región y también por la capacidad que tiene para producir alimentos capaces de alimentar, no solamente a las Américas, sino al mundo entero. Bahía Blanca es un puerto argentino de aguas profundas —ubicado al sur de la pampa húmeda— por el cual se exporta gran cantidad de granos y San Pablo es el centro económico e industrial de América Latina. Dibuje el lector el triángulo sobre esos tres vértices y verá la sabiduría de lo planteado.

Estos grupos multinacionales de expertos cuando dicen algo lo dicen muy en serio. Empero, nadie en Santa Cruz ni en Bolivia se preocupó de enterarse, alegrarse y asombrarse de que nuestro terruño figure como vértice clave del triángulo de la alimentación mundial. Modestia aparte yo sí me ocupé del tema y divulgué el evento mediante un artículo publicado el 31 de julio de 2016, pero no es eso lo que me inquieta, finalmente la gente es libre de leer (o no) una nota periodística. Me preocupa hasta ahora el tema de fondo: nadie ha percibido —ni siquiera políticos y productores— la importancia de lo expresado en esa reunión ni la potencialidad geopolítica de Santa Cruz de la Sierra.

Pero algunos nos preocupamos, por eso vuelvo a mencionar el evento, recalco mi nota al respecto y ahora reitero nuevamente lo expresado hace 4 años en las conclusiones de esa histórica jornada agropecuaria: “Los organizadores y participantes se dieron cuenta de que el futuro de la agricultura del mundo pasa por América del Sur: Estados Unidos consume todo lo que produce, Europa cada día es más un gran jardín y África, si bien tiene agua y tierra, no tiene todavía muchos elementos que le harían falta para ser un lugar productivo. Por eso se proyecta un triángulo imaginario entre San Pablo, Santa Cruz de la Sierra y Bahía Blanca, que es desde donde saldrá la comida del mundo porque hay espacio y una población lo suficientemente educada para entender las nuevas tecnologías».

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/recordando-nuevamente-al-triangulo-alimentario-mundial_200139

¡CUIDADO CON EL MOSQUITO!

Agustín Saavedra Weise*

Mientras vivimos estos difíciles momentos de pandemia, la gente en todo el mundo —pero particularmente en las naciones directamente afectadas— no debe olvidar el terrible peligro que significa el mosquito, un asesino mucho más despiadado y peligroso que el ahora tristemente de moda Coronavirus o Covid-19.

Es más, se ha comprobado científicamente que la criatura más mortal que existe es el mosquito por ser transmisor de varias enfermedades peligrosas tales como la malaria, la fiebre del dengue, el Zika, chikunguña y el llamado virus del Nilo Occidental. El mosquito abunda en las partes menos desarrolladas y tropicales del hemisferio sur. En el hemisferio norte están prácticamente libres de ese temible mal.

Para colmo y mayor preocupación, el cambio de clima por distorsión del medio ambiente permite el temible avance del mosquito. La zona amazónica y platense de Bolivia tiene que tomar conciencia de este grave peligro.

Sin ir mucho más lejos, en Chile también se ha visto que en localidades donde no había mosquitos, ahora —como consecuencia del citado cambio climático causado por el ser humano con su depredación ecológica— ya están llegando esos bichos, para futuro sufrimiento de los habitantes de esas regiones.

No en vano se ha venido alertando sobre otra posible y muy peligrosa pandemia ocasionada por el mosquito. Hasta el controvertido multimillonario Bill Gates expresó su alarma ante una posible expansión mundial del mosquito y de todas las pestes que arrastra. Según datos estadísticos confiables, el mosquito mata a un niño cada dos minutos por día, terrible cifra en verdad.

Es por eso que en Bolivia —particularmente en las zonas tropicales del oriente como también de Cochabamba y Yungas— deben extremarse esfuerzos para controlar al mosquito y no ceder en la lucha ante este insecto. Los esfuerzos por el Coronavirus no tienen —de ninguna manera— que hacer disminuir esfuerzos similares en la lucha contra el dengue y otros males ocasionados por la proliferación de mosquitos.

Y como ya se expresó en otra oportunidad: no hay que elegir entre salvar vidas con Covid-19 o salvar vidas por culpa del mosquito; el mundo debe permitir y colaborar para que los países pobres puedan hacer ambas cosas. Las autoridades sanitarias tienen la obligación de estar atentas todo el tiempo frente al mosquito y no dejarse avasallar por los tratamientos del Covid-19.

Urge realizar campañas con entregas de mosquiteros que estén previamente tratados con poderosos insecticidas de largo alcance, fumigar permanentemente e inculcar hábitos de higiene a la población, para evitar que proliferen mosquitos en la suciedad y en aguas servidas.

Debemos tener presente que así como la malaria hace estragos en África, en nuestro país y en áreas tropicales sudamericanas el dengue y la chikunguña son males endémicos ocasionados por la picadura del mosquito. Hay que extremar esfuerzos para erradicar a este maligno bicho o por lo menos tenerlo bajo control, al mismo tiempo que en ningún momento —y bajo ningún concepto, reitero una vez más— deben descuidarse las labores médico-sanitarias correspondientes por estar hoy luchando contra el Covid-19. El mosquito es un enemigo de alta letalidad y muy peligroso; hay que tratarlo como tal en forma permanente.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/cuidado-con-el-mosquito_199147