GUAYANA ESEQUIBA: VERGONZOSA EXPLOTACIÓN SOBRE UNOS RECURSOS PETROLEROS CUESTIONADOS

Abraham Gómez R.*

El petróleo, como importante factor productivo en Venezuela, irrumpe a partir de 1875.

Lo que quiere decir que poseemos abolengo, probado densamente, en estas tareas.

En breve síntesis, relatamos que un hecho fortuito devela para la posteridad nuestro posible destino, luego de un terrible terremoto comienza a manar el magma fósil en grandes cantidades por una de las grietas producidas por el movimiento telúrico, en la hacienda «La Alquitrana» del Estado Táchira. Inmediatamente, se instalaron allí extraños equipos de perforación.

Todo un espectáculo para los pobladores de la región, quienes se acercaban para ver lo que estaba sucediendo. Nada más que una prodigalidad de la naturaleza para esta tierra venezolana; que abundaremos con otros detalles epocales, más delante de este escrito.

Hoy, a estas alturas del siglo XXI, requerimos mayores estudios y disciplina para llegar a dominar (con rigor administrativo) ese accidente geológico.

En otro orden, en varios escenarios académicos, se nos solicita ―insistentemente― una opinión objetiva, en cuanto a cómo es eso que Guyana nos puede llegar a superar en tanto y en cuanto explorador, explotador y comercializador de petróleo.

Hay una inquietud generalizada que apunta a querer conocer cómo es que Guyana pueda tener un crecimiento vertiginoso de su Producto Interno Bruto (PIB), en los próximos meses, sobre la base de esquilmar los recursos que se encuentran en la zona controvertida, que ahora se dirime por ante la Corte Internacional de justicia. Un descaro mayúsculo el que están cometiendo.

Hemos respondido, con suficiente asertividad y contundencia, en los siguientes términos: Guyana se ha burlado de Venezuela, de muchas maneras.

La excolonia británica ha irrespetado el contenido esencial del Acuerdo de Ginebra de 1966 que de ninguna manera confiere soberanía a alguna de las partes en el conflicto, en la señalada zona del pleito. En dicho texto, además, se restringe a los concernidos en el litigio a explotar ―unilateralmente― los recursos en esa área hasta que haya un “arreglo amistoso, práctico y satisfactorio” o una decisión sentencial firme por la Sala Juzgadora de la ONU.

No nos cansaremos de denunciar ―siempre con mayor fortaleza― que hay un enjambre de empresas operando, ilegal e ilegítimamente, bajo la coordinación de la Exxon-Mobil, la cual fija los procedimientos en el área para la Shell holandesa, diseña los planes para la CGX estadounidense, impone los criterios operativos a la Hess Corporation y a la israelí Ratio Guyana Limited, al tiempo que  establece las cuotas de explotación a la Anadarko canadiense, a la CNOON china, en fin, se conoce que sobrepasan de (52) compañías que allí se instalaron, procedentes de muchos países que se dicen amigos de Venezuela; incluso algunas naciones que hemos estado apoyando a través de Petrocaribe.

Esos incalculables recursos nunca han sido ni británicos ni guyaneses.

Tenemos una reclamación centenaria que ahora se dirime en la Corte Internacional de Justicia. Poseemos suficientes elementos de convicción, de pleno derecho; documentos probatorios para exponer y alegar que la Guayana Esequiba es nuestra jurídica, cartográfica e históricamente.

Desde hace algunos años ha habido una ocupación abusiva de las transnacionales a partir de concesiones fraudulentas que recibieron (y siguen en tales afanes) de los gobiernos guyaneses.

No son más que entregas impregnadas de añagaza económica. Por supuesto que esas adjudicaciones serán reversibles, una vez que el señalado Ente Administrador de justicia resuelva a nuestro favor.

Guyana no es un país petrolero. Esos recursos no le pertenecen.

Están aprovechando, como mejor les plazca, los recursos madereros, acuíferos, mineros, petrolíferos y energéticos en general, en nuestra Guayana Esequiba; no únicamente en el área territorial de los 159.500 km2 que nos arrebataron sino además han otorgado permiso a grandes consorcios en nuestra proyección atlántica, en los que ellos han denominado los Bloques Pomeroon, Roraima, Stabroek y Kaieteur, ubicados, precisamente, en la zona marítima no delimitada o frente al estado Delta Amacuro.

Dejamos sentado ante el mundo que la condición de Venezuela de país petrolero no es un artificio de ayer para hoy, una sospechosa invención para coquetear con las transnacionales o una caricatura económica para justificarnos por el asunto litigioso ante la Corte.

Para una mejor precisión socio-histórica diremos que, en la madrugada del 14 de diciembre de 1922, los lugareños del pueblito La Rosa, cerca de la empobrecida Cabimas, estado Zulia, quedaron perplejos y sobresaltados, por cuanto no comprendían lo que estaba sucediendo.

Quienes hicieron las crónicas de tales acaecimientos relatan que los trabajadores de la Shell demoraron varios días en controlar con una válvula la potencia del incontenible líquido que cada vez brotaba con más fuerza.

Dicen que los dueños de la hacienda Los Barrosos estaban asombrados y recelosos; porque ese pozo estuvo arrojando unos 100 mil barriles diarios de crudo día y noche, que se terminaron desperdiciando pero que sirvió para develar el tamaño del yacimiento y su importancia.

Acontecimientos similares ―en mayor o menor proporción―, y con otras circunstancias se suscitaron en varias regiones de Venezuela; con lo cual podemos enfatizar que a lo largo del siglo XX se fueron emprendiendo nuevos y precisos descubrimientos; exploraciones tecnificadas y sostenidas explotaciones que le confirieron a nuestra nación la merecida categoría de país petrolero y la ocasión de hacerse cofundadora de la OPEP.

De modo que no somos una caricatura de país petrolero o una estrategia sobrevenida para quedar bien con las transnacionales.

Coincidimos plenamente con la Asamblea Nacional, no únicamente con todo lo relacionado con el referendo consultivo, cuya realización será el 3 de diciembre, sino también con el pronunciamiento emitido por las descaradas declaraciones del arrogante presidente de la transnacional Exxon Mobil; y la adjudicación directa del citado funcionario de contratos multimillonarios, sin cumplir las regulaciones y aprobaciones del gobierno guyanés para proyectos pertinentes.

Ese señor actúa por encima de toda norma, inclusive, dentro de nuestra histórica propiedad.

El Parlamento venezolano lamenta que el Gobierno de Guyana se comporte como una franquicia de la transnacional norteamericana petrolera Exxon Mobil cuyos intereses son esencialmente la apropiación del petróleo existente en este territorio.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Asesor de la ONG Mi Mapa. Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial. Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba. Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV).

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y AVANCES EN INGENIERÍA CIVIL

Giancarlo Elia Valori*

Imagen: KLAU2018 en Pixabay, https://pixabay.com/es/illustrations/edificios-ciudad-urbano-7183124/

 

Como tecnología emergente, la Inteligencia Artificial es ampliamente utilizada en diversos sectores. Como un campo importante de la ingeniería básica, la ingeniería civil también ha comenzado a explorar la aplicación de la Inteligencia Artificial a la misma.

La Inteligencia Artificial tiene muchas ventajas en la ingeniería civil. En primer lugar, la Inteligencia Artificial puede procesar datos a gran escala, aprender y analizar datos y extraer información útil para ayudar a los ingenieros civiles a tomar decisiones científicas. En segundo lugar, la Inteligencia Artificial puede simular y optimizar problemas complejos de ingeniería civil, proporcionando soluciones más precisas y eficientes. Además, la Inteligencia Artificial también puede automatizar el proceso de diseño y análisis de ingeniería civil, mejorar la eficiencia del trabajo y reducir el error humano.

La optimización del diseño es una tarea importante en la ingeniería civil. La Inteligencia Artificial puede encontrar la mejor solución de diseño a través de algoritmos de simulación y optimización. Por ejemplo, métodos como los algoritmos genéticos y las redes neuronales se pueden utilizar para realizar una optimización multiobjetivo basada en diferentes requisitos de diseño para lograr una solución de diseño que no solo cumpla con los requisitos de seguridad estructural, sino que también tenga beneficios económicos.

El análisis estructural es una parte importante de la ingeniería civil y la tecnología de IA puede mejorar la precisión y la eficiencia del análisis. Por ejemplo, los algoritmos de aprendizaje profundo se pueden utilizar para predecir e identificar parámetros estructurales y, una vez que se identifican los problemas y defectos potenciales, se pueden tomar medidas específicas para repararlos y fortalecerlos.

La evaluación de riesgos es una tarea clave en la ingeniería civil y puede ayudar a predecir y prevenir posibles riesgos y desastres. La Inteligencia Artificial puede proporcionar resultados precisos de evaluación de riesgos mediante el análisis de grandes cantidades de datos históricos y datos de monitoreo en tiempo real. Al mismo tiempo, sobre la base de los resultados de la evaluación, se pueden formular planes de gestión de riesgos y de contingencia conexos para ayudar a reducir los riesgos y garantizar la seguridad del proyecto. De hecho, la industria de la construcción se enfrenta a desafíos que requieren mejoras rápidas en la velocidad de entrega de proyectos, costos de subcontratación e incluso reducción de la huella de carbono.

Afortunadamente, con los rápidos avances tecnológicos, el amanecer de la próxima revolución industrial ya está aquí con nosotros, ya que las máquinas serán impulsadas por ideas en lugar de mera ejecución mecánica.

Al igual que las máquinas han expandido vastos movimientos en el planeta desde mediados del siglo XIX, las máquinas pensantes facilitarán muchas tareas intelectuales en el siglo XXI. Hace tiempo que estamos acostumbrados a los ordenadores y a su capacidad para manejar tareas en nuestro nombre.

En el último medio siglo, la velocidad de la comunicación ha aumentado drásticamente y el correo electrónico ha reemplazado al fax y al télex, que incluso entonces parecían avanzados e insuperables. Pero el poder de las computadoras para transformar la industria tradicional de la construcción civil apenas ha comenzado a emerger.

La tecnología BIM ha sido ampliamente utilizada e implementada con éxito en muchos proyectos y permite compartir y desarrollar de forma colaborativa modelos de información electrónica de nuevas soluciones, ahorrando así tiempo y mejorando la entrega. BIM son las siglas de Building Information Modeling e indica el sistema digital de información de la construcción que consiste en el modelo 3D integrado con los datos físicos, de rendimiento y funcionales del edificio.

Cuando todo el poder de la Inteligencia Artificial comienza a aprovecharse de manera efectiva, el valor creado por la tecnología BIM actual puede aumentar considerablemente. Aprovechando la vasta biblioteca BIM construida en proyectos, y complementada por decenas de miles de datos de fácil acceso de proveedores de datos como Apple y Google y muchos otros, la Inteligencia Artificial será una ola lo suficientemente grande como para revolucionar la industria de la construcción.

Una vez que comencemos a identificar patrones y paradigmas de trabajo y aprendamos de estas experiencias y procesos, las computadoras serán más útiles y la industria de la construcción se volverá mucho más eficiente.

El procesamiento de big data puede revelar enormes conocimientos que los humanos podemos sospechar pero que aún no somos capaces de revelar y/o demostrar, y las máquinas ayudarán en gran medida a nuestro proceso de toma de decisiones en las actividades de ingeniería civil.

Las nuevas revoluciones tecnológicas que se están produciendo en el sector minorista y de los servicios financieros, etc., se extenderán gradualmente al sector de la construcción. La aplicación de la IA a la ingeniería civil tiene excelentes ventajas: un gran número de tareas rutinarias de planificación y diseño se han vuelto tan sencillas y la eficiencia se ha mejorado hasta el punto de que puede vincularse directamente con el proceso de construcción. El lado negativo también será más peligroso y requerirá que las instituciones profesionales piensen en cómo estas tecnologías influirán en el futuro.

La Inteligencia Artificial hará que muchas tareas profesionales simples sean redundantes, lo que podría reemplazar actividades para las que los nuevos ingenieros y otros profesionales necesitarían aprender muchos detalles para dominarlas. Es posible que los ingenieros experimentados tengan menos de qué preocuparse, al menos inicialmente, pero si se quiere informatizar el trabajo de los jóvenes ingenieros de hoy, entonces se tomarán decisiones sobre cómo formar a los futuros profesionales. Luego, a medida que los sistemas expertos reemplacen los pasos tradicionales de mejora de procesos, la ética de la profesión también se reconsiderará a medida que se programe un nuevo software para llevar a cabo gran parte de lo que ahora se llama proceso de toma de decisiones de ingeniería humana.

BIM, drones y vehículos autónomos son tecnologías y se pueden prever muchas oportunidades para su desarrollo e implementación en la industria de la construcción del mañana. La Inteligencia Artificial es la tecnología del futuro que revolucionará todos los aspectos de este sector, principalmente por los enormes beneficios que aportará.

También puede desempeñar un papel importante en la gestión de la construcción y el mantenimiento de los proyectos. Por ejemplo, los algoritmos de aprendizaje automático se pueden utilizar para optimizar y controlar el proceso de construcción y mejorar la eficiencia y la calidad de la construcción. En cuanto a la gestión del mantenimiento, los sensores inteligentes y los sistemas de monitorización pueden utilizarse para controlar y advertir de proyectos de ingeniería civil en tiempo real, detectar y resolver problemas de forma oportuna y alargar la vida útil del proyecto.

Al analizar las aplicaciones de la IA en la ingeniería civil, podemos ver que la IA tiene amplias perspectivas de aplicación. Como ya se ha visto, la Inteligencia Artificial puede ayudar a los ingenieros civiles a procesar datos a gran escala, optimizar los planes de diseño, mejorar la precisión del análisis estructural y la evaluación de riesgos, optimizar los procesos de construcción y la gestión del mantenimiento, mejorando así la calidad y la eficiencia de la ingeniería civil. Aunque la aplicación de la IA a la ingeniería civil aún enfrenta algunos desafíos, como la calidad de los datos y la interpretabilidad de los algoritmos, se cree que, con el avance continuo de la tecnología y la investigación en profundidad, estos problemas se resolverán gradualmente.

En el futuro, la Inteligencia Artificial se convertirá en una herramienta importante en la ingeniería civil, proporcionando así un fuerte apoyo para el desarrollo y progreso de este sector.  

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

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NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

F. Javier Blasco Robledo*

Existe una tendencia universal a magnificar todo lo que nos llega precedido o acompañado de una buena y aparentemente inocente y bien calibrada propaganda.

El marketing bien llevado y sin escatimar esfuerzos es francamente muy rentable y son numerosos los adeptos que se crean y apuntan al carro de lo novedoso, lo acogen, aplauden, lo hacen suyo y hasta lo defienden sin ningún tipo de miramiento o duda.

Los que asiduamente me leen, conocen que una parte muy importante de mi vida profesional la he dedicado directa o indirectamente al estudio, análisis, desarrollo, dirección y aplicación de la Inteligencia tanto como a través de la diplomacia militar. Son precisamente los varios destinos y comisiones de servicio en cada uno de ellos, los que me han llevado a conocer de primera mano las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) de bastantes servicios de inteligencia militares de países aliados o amigos y poder comprobar la eficacia de casi todos ellos, con especial mención o fijación en los jordanos e israelíes.

Es por ello que siempre he dudado de la eficacia de la tan cacareada y elogiada nueva inteligencia más bien conocida y llamada Inteligencia Artificial (IA). Una herramienta que apareció hace escasos años, como algo novedoso y con mucha fuerza a la que una inmensa mayoría auguraba grandes éxitos y que, en breve, sería capaz de desplazar los viejos procedimientos, antenas, medios desplegados en el terreno y analistas especializados en nuestros centros, porque un simple ordenador cubriría y superaría con creces, las débiles, peligrosas y costosas capacidades de todo ese mencionado tinglado desplegado entorno a un territorio o evento de más o menos importancia.

El otro día, repasando mis apuntes y conocimientos sobre el tema, me encontré que entre las causas que pueden provocar un fallo de inteligencia de este tipo, se encuentran: el cansancio por la observación repetitiva sobre el objeto de atención especial, la obsolescencia del motivo que la originó, la reducción de los presupuestos y personal necesario para obtener ciertas garantías de éxito y fiabilidad, el profundo desconocimiento del tema de observación y análisis por parte de los nuevos implicados en caso de relevo de observadores, el no repasar y aplicar las lecciones aprendidas en otros eventos o momentos similares como el Yom Kippur ―hace cincuenta años― tal y como refleja la fotografía, la extensión del objetivo y los cambios en sus formas de actuar y, por último, pero no menos importante, los cambios de procedimiento empleado por la parte observadora sin haber mantenido un mínimo tiempo de solape entre los nuevos y los viejos, para poder contrastar los resultados de cada uno de ellos.

En razón a uno de aquellos destinos, conozco de primera mano y creo que bastante bien, las TTPs empleadas por las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) tanto en Gaza como en El Líbano para mantener un control fiable y preciso sobre Hamás y Hezbollah respectivamente, dado que ambos grupos terroristas, fuertemente alimentados y armados por Irán (su eterno enemigo a ultranza), son movidos por estos cada vez que quieren desestabilizar la zona o impedir que se practiquen negociaciones o iniciativas de paz israelíes con países árabes de la zona, o se lleven a efecto, una vez firmados.

Una teoría y situación que lleva ya muchos años sobre el tapete de juego y que no aporta nada nuevo, salvo dos cosas de mucha importancia, tanto el numero como las capacidades de entrenamiento y el armamento a su disposición puesto por Irán ha mejorado exponencialmente y quedaron muy atrás aquellos tiempos que disponían de una serie de cohetes de fabricación artesanal, con corto alcance y fácilmente detectables por sus trayectorias y velocidad de crucero; también figura entre sus cambios importantes, sus medios de comunicación, que se basan más en el mensajero a pie, en bici o patinete y cada vez se usan menos las obsoletas radios militares o civiles, que eran fácilmente detectables.

Pues bien, a pesar de aquellas facilidades que ya no existen hoy en día, el número de personas infiltradas, compradas u obligadas a permanecer disfrazadas y dispersas entre los terroristas y sus dirigentes políticos -por diversos motivos o deudas contraídas con Israel- al parecer, ha decrecido enormemente. Parece ser que era muy caro, tremendamente delicado y se confiaba en que la propia IA era la que les proporcionaría la necesaria información, pero que, en razón a lo expuesto en el párrafo anterior, no les llega nunca o en cuentagotas.

No quisiera pontificar con este tema, no me encuentro en disposición de elementos de peso en estos momentos para hacerlo categóricamente, pero esta posibilidad con un elevado grado de probabilidad de ser cierta, cosa que se llegará a saber dónde y en qué ha estado el fallo de información, cuando ―una vez acabado este grave conflicto― se aclare de verdad, porque de no corregirlo adecuadamente, va en ello su supervivencia y ni los políticos ni sus fuerzas armadas, están en situación de soportar una vergüenza similar en otra ocasión cercana. Israel y los israelíes son gente que, como hemos visto, se juegan el cuello a diario sin importar quien se es o que hace y por ello son muy exigentes con su seguridad.

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales

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