EL MATRIMONIO ENTRE NARCOTRÁFICO Y SIONISMO EVANGÉLICO EN BRASIL

Rafael Machado*

Ignorar las religiones como si fueran actividades puramente privadas y sin repercusiones graves en la esfera pública impide al Estado anticipar el surgimiento de sectas peligrosas, lo que facilita fenómenos como el narcopentecostalismo.

 

¿Qué pasaría si te dijera que en cierto lugar un grupo de narcotraficantes fuertemente armados gobierna un territorio de aproximadamente 200 mil habitantes, es dirigido por un sacerdote, tiene sus armas bendecidas en templos y justifica sus actividades criminales con discursos y narraciones sacadas de un libro sagrado?

Probablemente pensarías que estoy hablando de algún lugar del Medio Oriente o África gobernado por otro grupo terrorista salafista-wahabí, que habría encontrado su principal fuente de financiación en el tráfico de drogas.

Pero si te dijera que me refiero a un grupo supuestamente cristiano, entonces dirían que debe ser la trama de una nueva película. Y si les dijera que se trata de un grupo de narcotraficantes evangélicos neopentecostales liderados por un pastor que bautizó su territorio como «Complejo de Israel», entonces dirían que estoy delirando.

Sin embargo, este grupo y este lugar existen justo en Río de Janeiro, Brasil.

El proyecto del «Complejo de Israel» no surgió ahora. Es el resultado del esfuerzo concentrado de uno de los líderes del Tercer Comando Puro (una de las principales facciones criminales de Río de Janeiro), Álvaro Malaquias Santa Rosa, también conocido por los apodos «Aarão» (Aarón) y «Peixão» (Pez Grande), el primero como referencia al patriarca hebreo del Antiguo Testamento y el segundo como referencia a uno de los símbolos más importantes del cristianismo, el pez. El proyecto en cuestión comienza en la favela de Parada de Lucas, para de allí anexar las favelas de Vigário Geral, Cidade Alta, Pica-Pau y Cinco Bocas. Y si la región en cuestión ya pasó por las manos de innumerables líderes criminales diferentes, la mayoría de los cuales ya están muertos, «Peixão» comanda esta fracción del TPC desde 2015, volviéndose cada vez más fuerte.

Este territorio controlado por el narcotráfico sigue la lógica típica de modelos similares: terror y violencia contra quienes se resisten al dominio de los criminales, soborno y cooptación de policías corruptos para ignorar las acciones de las pandillas, y asistencia social para que la «comunidad» tolere o incluso valore a los criminales.

Lo innovador aquí es la dimensión abiertamente religiosa que se da a la acción criminal.

La primera evidencia de algo que podríamos llamar «narcopentecostalismo» en el que están implicados los mismos actores apareció también en 2019, con la llamada «Bonde de Jesús», un grupo de traficantes que realizaba ataques a templos religiosos afrobrasileños. El grupo, liderado por el propio «Peixão», identificado simultáneamente como «jefe del narco» y «pastor evangélico», iba de templo en templo ordenando clausuras, vandalizando y amenazando de muerte a los fieles y líderes.

Era común en estas acciones que los criminales destruyeran específicamente las estatuas e imágenes de las entidades veneradas en estos templos. Antes de eso, este tipo de situaciones solo se veían esporádicamente, también por parte de fanáticos neopentecostales contra imágenes incluso de santos católicos.

Esta iconoclasia evoca,  casi inmediatamente, imágenes de la iconoclasia salafista en algunos países de Oriente Medio y Asia Central, como el trágico caso de la destrucción de las estatuas de Buda en Afganistán.

La iglesia donde «Peixão» es pastor es la Assembleia de Deus Ministério de Portas Abertas, una entre las miles de diferentes denominaciones cristianas existentes en Brasil, ya que el Estado no regula ni siquiera supervisa la actividad de las religiones y sectas, siendo posible que cualquier persona cree una nueva religión, secta o denominación religiosa, lo que implica el acceso a diversos beneficios, como la exención de impuestos para sus actividades «religiosas».

En 2020, Peixão anunció la creación del Complejo de Israel, a partir de las favelas de Parada de Lucas, Cidade Alta y Vigário Geral, con el objetivo de expandirse a otras favelas vecinas. En esta búsqueda de expansión, la retórica es la de una «guerra santa». Durante la invasión de la favela de «Cidade Alta», por ejemplo, la retórica fue que iban a «liberar al pueblo de Cidade Alta».

Las fuerzas del pastor «Peixão» también tienen sus propios apodos, además del temporal y ya superado «Bonde de Jesús». Sus hombres, que se cuentan por centenares, también se autodenominan «Ejército del Dios Vivo», «Tropas de Aarón» y «Bonde de la Cábala”. En varios lugares del Complejo de Israel se izan banderas israelíes, así como grafitis en las paredes en homenaje al Estado sionista.

No se sabe si existen vínculos directos entre este fenómeno y el lobby sionista en Brasil, pero como ya hemos señalado en otro artículo para la Fundación Cultura Estratégica, la difusión del neopentecostalismo en Brasil tiene su origen en un proyecto estadounidense para suavizar el natural rechazo brasileño al neoliberalismo, al atlantismo y al sionismo.

En cierto sentido, tal vez este fenómeno deba considerarse inevitable. El crecimiento demográfico desordenado de las zonas urbanas periféricas de Brasil, las favelas, se produjo precisamente en un momento de crisis «vocacional» en la Iglesia Católica (la religión más tradicional en la formación cultural brasileña), en un momento en que la Iglesia luchaba por formar sacerdotes en cantidad suficiente para hacer frente al crecimiento demográfico.

Pero como el ser humano tiene anhelos espirituales que deben ser satisfechos (y en este sentido el hombre también es «homo religiosus»), alguien debería llenar ese vacío y era precisamente el protestantismo neopentecostal el que estaba mejor preparado para hacerlo. Con un menor tiempo de formación y menos formalidades, las iglesias evangélicas pueden producir pastores en cantidades mucho mayores para ocupar el espacio dejado por la Iglesia Católica.

La forma en que esto se ha mezclado con la violencia es algo más complejo. Las iglesias siempre han tenido que mostrar cierto grado de connivencia y tolerancia con la criminalidad para poder operar en esos territorios. Los pastores también han hecho de las cárceles un lugar de predicación, con el objetivo de convertir a los presos. Muchos se han convertido a la religión; es cierto que algunos de ellos realmente han cambiado sus vidas. Pero muchos presos neopentecostales han vuelto a la vida delictiva sin abandonar su nueva fe.

Con el crimen y el neopentecostalismo ya normalizados y coexistiendo durante décadas en el mismo espacio, tal vez era sólo cuestión de tiempo hasta que convergieran en una figura que desempeñara un papel de liderazgo criminal y religioso a la vez. Esto es lo que permitió el surgimiento del Complejo de Israel. Y tal vez también era sólo cuestión de tiempo hasta que esa peligrosa fórmula desembocara en una persecución religiosa contra los católicos, como años atrás ya había afectado a los seguidores de las religiones afrobrasileñas.

Este mes, sin embargo, sucedió lo mismo: el jefe evangélico del narcotráfico ordenó el cierre y fin de las actividades de las parroquias católicas que aún funcionaban en el Complejo de Israel, prohibiendo la celebración de misas, bautismos, casamientos y festividades. Tres parroquias católicas fueron afectadas: las de Santa Edwiges, Santa Cecília y Nossa Senhora da Conceição e Justino, cuyos sacerdotes y fieles fueron amenazados de muerte.

La policía respondió en los últimos días con un operativo policial a gran escala en la región, pero teniendo en cuenta la historia de Brasil en la lucha contra el crimen organizado, es difícil creer que estas medidas eliminarán definitivamente el Complejo de Israel.

Fenómenos extraños como el del narcopentecostalismo pueden verse facilitados por el hecho de que Brasil aún no cuenta con ninguna política pública específica ni con un organismo estatal especializado en supervisar las actividades religiosas.

El hecho de ignorar las religiones como si fueran actividades puramente privadas y sin repercusiones serias en la esfera pública impide al Estado anticipar el surgimiento de sectas peligrosas, lo que facilita fenómenos como el narcopentecostalismo. En el mismo sentido, preocupan las noticias recientes que indican que también puede haber un cierto crecimiento, aunque modesto, del salafismo en las favelas brasileñas.

 

* Editor, analista geopolítico y político, escritor especializado en asuntos latinoamericanos.

 

Artículo publicado en inglés el 22 de julio de 2024 por Strategic Culture Foundation, https://strategic-culture.su/news/2024/07/21/the-marriage-between-drug-trafficking-and-evangelical-zionism-in-brazil/.  

 

LAS EMBAJADAS DE LA OTAN CONSPIRAN CONTRA EL ACERCAMIENTO ENTRE BRASIL Y LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS

Rafael Machado*

Tenemos más pruebas de que los países de la OTAN están efectivamente comprometidos en cooptar a Brasil y vincularlo al Occidente atlántico.

 

Según dijo Juan Domingo Perón, en el año 2000, vería a los países iberoamericanos unidos o, en caso contrario, aometidos. El nuevo milenio llegó, la integración continental no llegó (salvo algunas tímidas iniciativas) y, de hecho, los países de la región, en general, quedaron bajo la tutela del Occidente colectivo.

Este sueño de integración iberoamericana viene desde hace mucho tiempo, como ya hemos tenido oportunidad de mencionar en otras ocasiones. Ya estuvo presente en el propio proceso de independencia y en el pensamiento original de Simón Bolívar, aunque prevalecieron los intereses de las oligarquías sectarias locales. Y el papel de Brasil en este proyecto, visto como incierto en tiempos de Bolívar, ya era prácticamente consensuado a finales del siglo XIX, cuando se desarrolló la escuela «arielista», que perfilaba una oposición fundamental entre la América de raíces anglosajonas y la América de raíz ibérica, y propugnaba la unión de la segunda frente a la primera.

Uno de los factores que se ha identificado como obstáculo para esta integración continental es el hecho de que las elites brasileras tienen sus ojos más puestos en el Atlántico que en el «corazón» de Iberoamérica. Quizás porque la colonización de Brasil comenzó como una colonización costera, quizás simplemente por cómo fueron educadas las élites brasileñas, sin embargo tenemos ahí un hecho.

Gran parte de las elites brasileras (lo que se refleja en el pueblo) no se identifican como pertenecientes a la misma civilización que los pueblos vecinos y se sienten culturalmente más cerca de Estados Unidos que, por ejemplo, de argentinos, peruanos o mexicanos.

Una de las explicaciones ofrecidas para esta «alienación continental» por parte de muchos brasileños ha sido el hecho de que nosotros hablamos portugués, mientras nuestros vecinos hablan español. Es difícil aceptar esta explicación por varias razones: 1) No tiene sentido que el brasilero se identifique más con el estadounidense que con nuestros vecinos sobre esta base, ya que el inglés es obviamente menos comprensible entre sí frente al portugués; 2) El portugués y el español son suficientemente próximos, por los orígenes comunes del idioma, que surge del gallego-portugués, una de las lenguas pertenecientes a la familia lingüística de las lenguas ibéricas occidentales.

Nuestra «alienación continental», obviamente, tiene razones distintas a las lingüísticas: razones socioculturales, resultado de la «fascinación» de las élites brasileras en relación con los patrones culturales del «centro del mundo». Sin embargo, es obvio que la familiaridad lingüística une a los pueblos, por lo que nos parece parte de la construcción de las condiciones necesarias para que la integración continental acerque a los brasileros al idioma español y a nuestros vecinos al idioma portugués.

En este sentido, para intentar empezar a solucionar este problema, el gobierno de Vargas, en 1942, incluyó la enseñanza del español en el currículo brasilero obligatorio a través de la Ley Orgánica de Educación Secundaria nº 4.244. Esto ya seguía una lógica continentalista, ya que Vargas percibía el destino iberoamericano de Brasil y consideraba necesario el alineamiento mutuo entre los países de la región. No fue casualidad que más tarde él, Perón y el chileno Ibáñez organizaran el «Proyecto ABC» como semilla de un proyecto para estructurar un «Gran Espacio» continental integrado.

Pero aunque el impulso de Vargas en este sentido fue importante, debido a una serie de reveses y convulsiones históricas, a principios de siglo muchas escuelas brasileras todavía no ofrecían el español. Es necesario reconocer el mérito de Lula por haber cambiado esta situación al hacer obligatoria la enseñanza del español en los establecimientos de educación secundaria de Brasil a través de la Ley 11.161 de 2005.

Ahora que se discute una reforma del sistema educativo en Brasil, la llamada «Nueva Educación Secundaria», que ya está sacudida por una serie de polémicas, se reveló que durante la construcción y votación del proyecto de ley de la Nueva Educación Secundaria hubo una acción secreta de un lobby de las representaciones diplomáticas de Italia, Alemania y Francia, bajo el liderazgo de esta última, con el objetivo de sacar el español del currículum obligatorio.

Hablamos aquí de «lobby secreto» porque esta operación de sabotaje cultural del proyecto sólo fue publicitada por los medios de comunicación, como CNN (que también es un medio extranjero de un país de la OTAN), después de que el proyecto de ley ya había sido aprobado y ya estaba en el escritorio del Presidente Lula para su firma. Teniendo en cuenta que un movimiento de tres embajadas extranjeras junto con, probablemente, decenas (¡o más!) de diputados y senadores, así como de asesores, difícilmente podría permanecer en absoluto secreto y ser conocido por los periodistas sólo después de su aprobación.

Es más fácil considerar que los medios de comunicación ya estaban al tanto, pero calcularon el momento «correcto» para revelar informaciones obviamente controvertidas e indicativas de intervención estatal extranjera en el currículum escolar brasileño.

Tras la revelación del lobby antiespañol en Brasil, representantes de las embajadas implicadas salieron a revelar su perspectiva, según la cual el uso obligatorio del idioma español sería una «calamidad», pero ¿para quién?

Es fácil deducir cuáles serían los intereses de los países en cuestión.

La generalización del idioma español en Brasil facilitaría el acercamiento del pueblo brasileño con los países vecinos, lo que tendría consecuencias en todas las dimensiones sociales, desde el aumento del turismo hasta la aprobación de decisiones geopolíticas continentales, que obviamente irían en contra de la intenciones de cooptación que los países de la OTAN tienen en relación con Brasil.

Debemos recordar, por ejemplo, que Macron tiene una estrategia específica en relación con Brasil, cuyo objetivo es involucrar a Brasil en compromisos de diferentes tipos (desde económicos hasta militares) con los países de la OTAN para limitar el potencial de Brasil de alinearse con países contrahegemónicos.

Para lograrlo, naturalmente, sería esencial popularizar el francés en detrimento del español en Brasil.

Algunos parlamentarios brasileños pidieron aclaraciones a las embajadas, además de enviar una carta a Itamaraty para pedir al Ministerio de Relaciones Exteriores que comente e investigue esta injerencia extranjera en nuestros asuntos internos.

En cualquier caso, la conclusión es que tenemos más pruebas de que los países de la OTAN están efectivamente comprometidos en cooptar a Brasil y vincularlo al Occidente atlántico.

Esto requiere que Brasil tenga un mayor grado de conciencia sobre las contradicciones y amenazas geopolíticas de nuestro tiempo, si queremos contribuir efectivamente a la construcción de un nuevo orden multipolar.

 

* Editor, analista geopolítico y político, escritor especializado en asuntos latinoamericanos.

Artículo publicado en portugués el 26 de julio de 2024 por Strategic Culture Foundation, https://strategic-culture.su/news/2024/07/26/embaixadas-otan-conspiram-contra-aproximacao-entre-brasil-os-paises-da-america-latina/

LA CONECTIVIDAD Y SU IMPLICANCIA ESTRATÉGICA PARA ARGENTINA EN LA «CONECTOGRAFÍA» MUNDIAL

Martín Rafael López*

Imagen: geralt en Pixabay, https://pixabay.com/es/photos/globo-red-conectividad-conectar-2679754/.

Desde las postrimerías del siglo XX se ha intentado identificar y comprender el impacto del exponencial desarrollo tecnológico y sus consecuencias para la sociedad a nivel local-global.

Tan es así que ya desde aquel entonces el prestigioso sociólogo alemán Ulrich Beck se preguntaba qué era realmente la globalización y/o el globalismo. La primera dificultad con la que se encontró el autor fue desentrañar la polivalencia y ambigüedad de estos términos y de sus múltiples dimensiones de análisis para su comprensión.

Los detractores al entendimiento de la emergencia de un mundo globalizado como un «nuevo fenómeno» plantearon que desde ya hacía mucho tiempo era posible aseverar la existencia de un mundo interconectado: con una sociedad abierta al mismo y en donde ninguna entidad política o grupo podía vivir al margen de los demás.

Sin embargo, presuponer esta postura de «sociedad mundial» como una «pluralidad homogénea» no tiene en cuenta la autopercepción disímil que puede poseer cada sociedad acerca de su propia identidad previa a ser inmiscuida en el entramado de la totalidad de relaciones sociales, económicas, políticas y/oi culturales que se pueden producir a nivel global.

Para una primera aproximación al concepto, Beck sugería que la globalización puede ser entendida como aquellos procesos a través de los cuales los Estados se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios.

Empero, la globalización no es lo mismo que la conectividad. De hecho, resulta dable aclarar que la globalización es sólo el volumen de uso de la conectividad, la cual es entendida como la creciente capacidad de interacción a través de las redes de transporte, energía y comunicaciones.

Impulsar la conectividad es imprescindible para mejorar la vinculación de las sociedades e impactar positivamente en sus estructuras productivas, logrando así promocionar las nuevas relaciones de producción propias de la denominada economía del conocimiento.

Dicho esto, resulta irrefutable que la conectividad es una necesidad fundamental de la era actual. El auge de las redes de comunicación, la big data, la infotecnología, la inteligencia artificial, el 5G y las criptomonedas son sólo algunos ejemplos de otros tantos servicios y productos logrados a partir de la planificación de políticas públicas que incentivaron la promoción de la investigación y el desarrollo de infraestructura crítica para la innovación.

Este contexto propició escalonadamente el origen del ciberespacio y delimitó una «nueva frontera digital» que, dado su carácter transnacional y no territorial, desafía la soberanía de los Estados y se convierte en un nuevo teatro de operaciones para la concreción y el resguardo del interés nacional.

Estas características, rasgos y tendencias que continúan moldeando el escenario internacional conllevaron a que también las tensiones y conflictos (que otrora se desarrollaban casi exclusivamente en el plano político-militar) se produzcan en nuevas dimensiones de carácter económico-tecnológico y en donde reviste de total importancia la «geoconectividad». Sin ir más lejos, el escalonamiento de las tensiones en torno al enfrentamiento tecnológico-comercial entre Estados Unidos y la República Popular China fue -y es- un ejemplo de ello.

El caso argentino en la «conectografía» mundial

El reconocido analista internacional de origen indio,  Parag Khanna, va más allá de los planteos preliminares y plantea la existencia de un nuevo orden mundial de «conexión». El mismo está signado por la emergencia y rápida expansión de redes que posibilitan la transferencia eficaz y eficiente no sólo de bienes y capital, sino también de conocimientos y tecnología.

Esta extensa conectividad geográfica global o «conectografía planetaria» se plantea como otra forma de estudiar y debatir la geografía, en función de dimensiones estratégicas como la construcción y el resguardo de infraestructura crítica o de cadenas de valor agregado de interés en términos geopolíticos y geoeconómicos.

Reflexionando en tal sentido, los incipientes debates académicos plantean que uno de los desafíos mundiales al desarrollo de la conectividad es la disputa contemporánea por la implementación de la red de cables submarinos.

Estos cables, que suman un total de 530 alrededor del mundo, son la base de la red global de telecomunicaciones que posibilitan el uso de Internet. Más allá del imaginario vulgar por el cual vinculamos la conectividad a una necesidad exclusivamente espacial y vinculada al uso de satélites, solo el 1% de la transferencia de datos a nivel mundial se transmiten por esta vía, mientras que el restante 99% viaja por redes de cables submarinos tendidos en los lechos marinos a escala global.

Mapa de cables submarinos, TeleGeography, https://www.submarinecablemap.com/

Frente a este panorama, la dotación de fibra óptica es un objetivo que reviste de importancia geoestratégica y que todo Estado debe contemplar y valorar como un activo crítico y vital.

En el caso de Argentina, «Firmina» es el nombre del último cable submarino que comenzó su funcionamiento a principios de este año e ingresó al país a través de una estación de amarre localizada en el balneario de la ciudad de Las Toninas, perteneciente al Partido de la Costa de la Provincia de Buenos Aires.

Su instalación estuvo a cargo de las empresas Google y Telxius y requirió el tendido de alrededor de 13.500 km de cable desde Myrtle Beach (playa ubicada en Carolina del Sur, en la costa este de Estados Unidos) hasta el balneario bonaerense.

Este nuevo tendido fue realizado con el objetivo de mejorar el funcionamiento y la prestación del servicio que brinda «Tannat», otro cable puesto en funciones en el año 2020 y gestionado por la misma empresa estadounidense en conjunto a Alcatel.

Empero, también se encuentran tendidos otros cables como el «Malbec», «SAM-1», «Atlantis II» o el «Unisur» operados por otras firmas joint venture o conglomerados creados para tal fin.

Exceptuando las especificaciones de seguridad técnicas y operativas del servicio, es interesante al menos advertir que el requerimiento logístico necesario para su funcionamiento involucra la garantía de seguridad del tendido físico de estos cables en el balneario argentino.

En un contexto de mayor vulnerabilidad a ataques cibernéticos o por medio del empleo de vehículos no tripulados (sin posibilidad de ser identificados), el empleo de los medios adecuados y pertinentes para el resguardo de la transferencia y el almacenamiento de la información se traduce como un imperativo estratégico crucial para nuestro Estado nacional.

 

* Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales (UCALP). Profesor de Relaciones Internacionales (UCALP). Diplomado en Estudios Estratégicos Chinos (UNDEF). Miembro investigador del Centro de Estudios Chinos (IRI – UNLP). Coordinador del Área Estudios Internacionales (IAPE – UCALP).

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