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EN MEMORIA DEL SUBOFICIAL PRINCIPAL MAQUINISTA (R) MARTIN ALBERTO PADILLA, SOBREVIVIENTE DEL CRUCERO ARA GENERAL BELGRANO

Con motivo de cumplirse 40 años del Conflicto del Atlántico Sur, la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG) desea realizar un modesto homenaje a quienes dieron la vida por la Patria y a los Veteranos de Guerra que honraron nuestro Pabellón Nacional defendiendo la Soberanía Argentina ante el colonialismo británico.

Ante el lamentable proceso de “desmalvinización”, iniciado ya por el propio gobierno cívico-militar y acrecentado por los sucesivos gobiernos democráticos, nos proponemos participar del proceso de “malvinización” que ciertos sectores de la sociedad están llevando a cabo.

La presente carta del Suboficial Principal Maquinista (R) Martin Alberto Padilla fue oportunamente publicada en La Gaceta Malvinense (Órgano de Prensa y Difusión de la Asociación Veteranos de Guerra de Malvinas, AVEGUEMA), Año 5, Nº 18, diciembre de 2006, gracias a la gestión de Mariano Luis Carrara, a quien le hemos solicitado la autorización para publicarla nuevamente.

Estamos convencidos de que debe ponerse en valor los esfuerzos realizados por nuestros soldados y que debemos exigirle a los gobiernos que las Malvinas vuelvan a ser consideradas una Política de Estado, ya que en los últimos años solo se han hecho declamaciones en lugar de haber denunciado un sinnúmero de tratados y declaraciones que solo han logrado vulnerar nuestra integridad territorial.

Consideramos que las vivencias de Nuestros Héroes deben ser difundidas para mantener viva la llama y para que las generaciones más jóvenes tomen conocimiento de lo que han hecho por nuestra Patria quienes les precedieron.

Agradecemos al Señor Mariano Luis Carrara por habernos permitido publicar la carta de quien fuera su suegro, amigo, ejemplo y guía hasta su deceso, tal como lo ha expresado en oportunidad de haber sido publicada por La Gaceta Malvinense. 

 

Me llamo Martín Alberto Padilla, soy Sub Oficial Principal Motorista retirado de la Armada Argentina. Tenía 15 años recién cumplidos cuando dejé mi Tucumán natal para ingresar en la Escuela de Marinería, que por entonces se encontraba en la isla Martín García.

Durante mis 36 años en la institución revisté en distintos destinos, como:

Base naval Puerto Belgrano, 1ª y 2ª División de destructores, Escuela de buceo en Mar del Plata, lanchas torpederas en Ushuaia, y en diferentes cursos de capacitación en máquinas navales, guerra química bacteriológica y nuclear (QBN), también cumplí funciones administrativas de logística , en la obra social y en la compañía de custodia en el Estado Mayor General de la Armada.

Tuve el honor de ser seleccionado para realizar un curso de dos años en Inglaterra, sobre turbinas a gas, y luego formé parte de la primera dotación del destructor “Hércules” que fue el primer buque misilístico de la Armada Argentina y de Sudamérica. (Viaje con mi esposa y mis dos hijas por entonces, una de las cuales era Claudia, la mamá de Naara).

En el año 1981 con el grado de Cabo Principal soy destinado al Glorioso “Crucero General Belgrano”, en el año 1982, cuando el conflicto con Gran Bretaña, realizábamos tareas de patrullaje y apoyo a naves y aeronaves entre Ushuaia, Canal de Beagle  y la isla de los Estados.

El día 2 de mayo a las 0400hs dejo mi guardia de máquinas y me voy a descansar, siendo las 0600hs suena la alarma de combate real, tomo mi salvavidas, casco y la linterna, y me dirijo a cubrir mi puesto de combate, como encargado del trozo nº 3 de control de averías e incendio, esto duró hasta las 0900hs en que el Sr. Comandante ordena continuar con las tareas normales, yo me fui a descansar hasta las 1200hs en que tomo guardia nuevamente hasta las 1600hs.

Durante la guardia que en ese momento era tranquila, pues no se movía el Buque, escuchaba los comentarios de una radio de Chile que había posibilidades de un acuerdo diplomático con la mediación del gobierno del Perú; a las 1500hs, aproximadamente, me encontraba confeccionando las planillas de guardia de máquinas, cuando escuché una fuerte explosión seguido de un fuerte sacudón y corte de energía eléctrica; en un primer momento lo atribuí a un problema en los equipos generadores de electricidad, así que me aboqué a la tarea de cerrar las válvulas de vapor, agua y aire de los equipos. Al pasar frente a la porta (puerta) de acceso a la máquina percibo un fuerte olor a humo picante y a pólvora, y a través de la luz de mi linterna observo personal que corría hacia las escaleras con destino a las cubiertas principales, y escuchaba que se corría la voz de que habíamos sido atacados; sin perder  la calma me coloqué mi campera antártica y el salvavidas y me dirigí hacia la cubierta principal.

En ese momento el humo era tan intenso y el olor insoportable, tenía que caminar agarrándome de donde se podía, porque el piso estaba con aceite y petróleo, cuando logro llegar a cubierta principal, el Buque se encontraba escorado hacia la banda de babor (inclinado hacia la izquierda) salía humo por todas partes y había personal herido o con quemaduras, debido a que al explotar el torpedo provocó una lengua de fuego que se desplazó por los pasillos.

Encontrándome en cubierta me entero de que habíamos sido atacados por un submarino inglés con un torpedo en el centro del buque (zona de máquinas); de la misma. Entre los que más nos encontrábamos bien, pusimos las bombas de gran achique, para tratar de mantenerlo a flote. Pero era imposible, debido a la gran cantidad de agua que entraba por segundo.

A las 1630hs aproximadamente el Sr. Comandante da la triste orden de abandonar el Crucero, yo abordo la balsa asignada (nº 32) y cuando la completamos, soltamos amarra, pero debido al fuerte viento y oleaje nos aplastaba contra el costado del buque, lo que provocó la pinchadura y comenzó a desinflarse, algunos de mis compañeros se arrojaban al agua, en busca de otras balsas, pero debido al frió del agua se acalambraban y desaparecían de la superficie. Cuando yo paso a una balsa, caigo al agua, pero por suerte un marinero alcanzo a tomarme del hombro, y me sube a la balsa. (Solo me moje hasta la cintura pero el chapuzón me hizo tragar un poco de agua salada con petróleo, lo que me provocó vómitos durante unas horas).

Cuando se completó la balsa con 18 hombres (tiene la capacidad para un total de 20), soltamos amarras, pero debido al viento, no podíamos separarnos del buque; cuando ya había perdido las esperanzas, aparece un teniente con un bote de goma a motor fuera de borda y formó un trencito con varias balsas y nos alejó unos 50 metros del buque, que se dio vuelta de campana, y comenzó a hundirse lentamente.

Como si nos hubiésemos puesto de acuerdo, de todas las balsas comenzamos a cantar el Himno Nacional Argentino y luego de a vivar al Crucero, a medida que se hundía sentía que se hundía parte de mi vida, porque a pesar de solo haber estado dos años a bordo, lo aprendí a querer, porque era mi segundo hogar y mis camaradas eran mi familia que se hundía con él.

Cuando se hundió totalmente fue un silencio total y solo se veía el techo color naranja de las balsas, a continuación vino la tarea de organizarnos, para ver si había algún herido y tratar de no dormirnos, porque con el frió suele ser fatal; el viento en esos momentos era de unos 120 kph y el frió de 7 u 8 grados bajo cero; estábamos mojados e inmóviles y acalambrados, orinábamos en una bolsa de polietileno y la usábamos de bolsa de agua caliente. Recuerdo que rezábamos mucho y contábamos cuentos y anécdotas; a las 24hs de estar a la deriva amaneció un día de mucho sol y un mar de aceite (calmo) de pronto escuchamos el ruido de un motor, y se trataba de un avión de reconocimiento, de nuestra Armada, que al divisarnos nos hacía señas con las luces y se inclinaba de un lado hacia el otro, en señal de saludo; seis horas más tarde divisamos en el horizonte tres columnas de humo, nos empezamos a inquietar pero luego comprobamos que se trataba de destructores Piedrabuena y Bouchard y del Aviso Gurruchaga de la Armada Argentina.

A las 40 hs de seguir a la deriva y siendo ya muy de noche, se levanta viento y oleaje nuevamente, cuando se nos acerca el destructor Piedrabuena, para rescatarnos, lo cual se dificultó, debido del mal tiempo.

Una vez en el destructor, nos proveen de ropa seca, atención médica y de alimentos, luego se acercaban camaradas para preguntarnos si habíamos visto a hermanos o amigos que tenían en el Crucero, navegamos dos días más buscando sobrevivientes y luego nos destacamos al puerto de Ushuaia, donde llegamos de madrugada, de allí fuimos a la base aeronaval, donde nos hicieron un censo y nos abordamos un avión naval para ser trasladados a la base aeronaval Comandante Espora (Bahía Blanca) y de allí, por vía terrestre a el hospital Naval Puerto Belgrano. A lo largo del camino (26 km) la gente en la ruta nos saludaba.

En el hospital nos revisaron y luego me fui al Comando de la Flota de Mar, donde pude afeitarme y darme un buen baño, mientras algunos compañeros me conseguían ropa y calzado, ya que solo tenía lo puesto.

Lo más doloroso fue el tener que enfrentar a algunos familiares de mis camaradas, algunos de los cuales sabía que estaban muertos, y de otros no sabía nada, (y les contestaba que en comisión y era  nuevo en el buque, por ue no quería dar una información falsa).

Por la noche en un ómnibus de Costera Criolla, emprendí el regreso a mi hogar; durante todo el viaje comentábamos lo sucedido y preguntábamos si alguien había visto a fulano etc., etc. Por momentos llorábamos y en otro cantábamos recordando lo sucedido. A las 8 de la mañana llegué a la puerta de mi casa, y me invadió el miedo de encontrarme con una mala noticia, mi esposa estaba embarazada de 7 meses y también temía por la salud de mis padres y mis suegros, pero gracias a Dios no sucedió nada. Fue una alegría inmensa volver abrazarme a mi esposa y mis dos hijas.

Hoy casi 22 años de aquella experiencia, me queda el orgullo de haber servido a Mi Patria cuando me necesitó y cumplir con el juramento que hice a la bandera cuando tenía 15 años, de defender a la Patria hasta la muerte si fuera necesario.

Hace dos años que estoy retirado del servicio activo, y estoy recuperando el tiempo que estuve separado de mi familia, que siempre me apoyó y sufrió a mi lado.

Y disfruto de mis nietas Evelyn, Naara y Agustina.

 

Martín Alberto Padilla,   Sub Oficial Principal

Veterano de la Guerra de Malvinas

 

Como anexo póstumo, y como un amigo y servidor, rindo homenaje fiel a su memoria, incorporando a su relato los nombres de sus nietos y bisnietos que seguramente estarán orgullosos de conocer y compartir la historia desde los ojos de quien vivió estos hechos.

A sus hijos Martin Alberto Padilla García, Rosana Elizabeth Padilla García.

A sus nietos Camila, Micaela, Máximo, Lourdes, Sol,  Sebastián y Julieta.

A sus bisnietos Faustino y Franceska.

Mariano Luis Carrara

¡Gloria y Honor a Nuestros Héroes de Malvinas!

ALEMANIA Y LA PROPIEDAD

Iris Speroni*

Los dadores y receptores de subsidios hacen propaganda en contra de la propiedad del pueblo común.

A pesar del título, éste no será un artículo sobre Alemania. No del todo. Sino sobre nosotros.

Sobre nosotros y la propiedad. Sobre si la propiedad debe ser de las familias o de las empresas. Sobre la relación propiedad-familias y propiedad-empresas.

Soft-landing

Alemania más de una vez es citada como ejemplo de la izquierda champagne.

Hace unos meses la población de Berlín votó un plebiscito donde ganó que el Estado asumiera la propiedad de viviendas en alquiler las cuales hoy forman parte de portafolios de grandes fondos de inversión. En ese momento, tuvo gran cobertura en Página 12 y otros medios de comunicación.

Intentaré aportar datos y hablar no de alquileres sino de propiedad.

Alemania

Es un país que hace tres décadas se reunificó. Esto quiere decir que la mitad del país está a una generación de distancia de un régimen donde el Estado era dueño de todo. Proveía educación, salud, trabajo, automóvil (a veces) y vivienda. Porque todo era del Estado. Las viviendas y las fábricas. Luego de la reunificación algunas propiedades fueron reintegradas a sus dueños pre-régimen, pero no ocurrió en todos los casos y ciertamente no con los bienes construidos por el gobierno comunista.

Vamos a las viviendas. En la fabulosa, magnifica, moderna, emprendedora, canchera, Alemania, que le dice a todo el mundo cómo debe vivir, qué combustible puede usar en su automóvil, cómo debe generar electricidad, y qué está bien y qué está mal, sólo el 46% (menos de la mitad) de los hogares poseen vivienda propia, según datos de la agencia nacional de estadísticas.

Aun así, verificamos una gran dispersión. Desde estados donde el 64,7% de los hogares es propietario a Berlín donde sólo el 17,4% lo es.

Si bien no es estricta la distribución, vemos que los estados del sur y del oeste tienen más propietarios y los ex-soviéticos (con una excepción), no los tienen. Sin embargo hay un detalle que rompe este relato: las tres grandes ciudades (ex o no ex) carecen de propietarios con Berlín con el deshonroso primer puesto, seguido por Hamburgo y Bremen.

¿Quién es el dueño de las viviendas en esos lugares? No sucede como en Argentina (o en Italia), donde un propietario, con sus ahorros, compra o edifica para alquilar y logra tener dos, tres o seis departamentos que le proveen renta. Por el contrario, son grandes empresas que poseen miles de edificios de alquiler.

El caso de Berlín es particular (aquí). Luego de la unificación el gobierno evaluó la situación edilicia de Alemania ex Oriental y comprobó que existía hacinamiento (varias personas en el mismo departamento), falta de mantenimiento de los edificios y en algunos casos, los mismos deberían ser demolidos.

El Estado nacional con los fondos para la reunificación decidió dar millonarios subsidios a tres empresas para que construyeran cientos de edificios en alto y alquilaran los departamentos. En lugar de dar créditos hipotecarios para que los mismos sean vendidos en cómodas cuotas a flamantes propietarios. Los primeros años fueron de felicidad: alquileres contenidos (a pesar de la inflación del euro), debido a la falta de costo inicial de inversión para las empresas y a bajos costos de mantenimiento propios de edificaciones nuevas. Con el correr de los años sucedieron tres eventos: 1) el deterioro de los edificios que requieren crecientes costos de mantenimiento, 2) el negocio fue vendido por los tres empresarios alemanes a fondos de inversión internacionales que pretenden retorno por su inversión al contrario de los propietarios originales que habían recibido subsidios estatales, 3) inflación del euro combinado con una presión demográfica agravada por la incorporación de cinco millones de inmigrantes. Por todo esto, los actuales propietarios y administradores decidieron subir el monto de alquileres frente al enojo general (después de todo 82,6% de berlineses alquilan).

Respecto a las otras dos ciudades, Hamburgo y Bremen, sufrieron desde la posguerra a la fecha la afluencia de personas, fruto primero del despoblamiento rural y luego la inmigración propiciada por el gobierno. Esos nuevos habitantes urbanos, en lugar de ser provistos por créditos hipotecarios que les permitieran comprar una vivienda, como es el caso en Italia, España y Francia, son condenados al alquiler eterno, en particular en el primero de los casos (23,9%).

Cerdos y alemanes

Alemania es uno de los principales productores y exportadores de carne porcina del mundo, por lo que abastece a su exigente mercado interno y genera excedentes cuantiosos de exportación, que tienen por destino otros países de la Unión Europea y China. El 80% de la producción está en manos de cuatro firmas propietarias de criaderos, frigoríficos y comercialización. Controlan toda la cadena. Poseen megagranjas con decenas de miles de animales alimentados a forraje (mayormente importado) y en condiciones de sanidad inadmisibles en nuestro país. Es por eso que han tenido un brote de fiebre y han debido sacrificar rodeo hace poco.

La porción de mercado que le queda al pequeño productor es poco y nada.

No es de extrañar la conformación de estos gigantescos conglomerados. El Estado entrega sustanciosos subsidios y estas empresas, además de tener su ingreso genuino de más de mil millones de euros anuales cada una y darle trabajo a miles de personas, son una ventanilla de recepción de dinero estatal. Demasiado precioso para dejarlo en manos de simples granjeros. Es más, el sistema socialista/capitalismo de amigos que es Europa favorece la creación de firmas al sólo efecto de recibir subsidios. Cuanto más grande la empresa y su producción, más grande el subsidio y más el incentivo a aplastar al pequeño productor.

Por lo cual, la fabulosa Alemania, ejemplo de los socialdemócratas de café de nuestra cámara de diputados y favorita de nuestra izquierda champagne, ha construido ladrillo a ladrillo un sistema que sólo favorece los grandes conglomerados económicos e impide o deniega el acceso a la propiedad al ciudadano de a pie, tanto para tener su hogar como para acceder a un medio de producción.

Es la clase gobernante de Alemania (los dadores y receptores de subsidios) una de las que hace propaganda en contra de la propiedad del pueblo común. “No tendrás nada y serás feliz”. Propuesta lanzada por el Fondo Económico Mundial en Davos hace dos años atrás y subscripto y publicitado por Naciones Unidas en la Agenda 2030.

Argentina

La situación es bien distinta.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, sólo el 19,7% de las familias alquilan (en el censo la proporción es mayor aún que en la muestra de EPH). El 60,6% es propietario, y el resto tiene algún tipo de usufructo. El 97,4% no sufre hacinamiento crítico. Bien lejos de Alemania… a nuestro favor.

Veamos la producción porcina. Sólo el 18% de la producción porcina proviene de lo que acá se denominan “megaproductores”, que son aquéllos con más de 1.200 madres. Mega productor acá y en Alemania significan, como vemos, dos cosas bien distintas.

La popularización de la propiedad en Argentina está más extendida que en Alemania. No es lo único. El consumo de carne en el país europeo no llega a los 60 kg por habitante por año, cuando nosotros (los pobres) consumimos fácilmente el doble. Esto es para otro día.

Estamos a la víspera de la discusión del impuesto a la herencia, ya sea en las legislaturas provinciales, ya sea en el Congreso. No importa qué dicen los miembros de la casta sino qué buscan (y no dicen). La discusión es sobre si las familias serán o no unidades de producción económica. ¿Queremos una sociedad donde sólo las empresas generen riqueza o aceptaremos a la familia como unidad productiva como lo ha sido desde la antigüedad a hoy?

Para un gobernante es mucho más fácil manejarse con tres empresas grandes —si son corruptas, mejor— que lidiar con decenas de miles de familias-empresarias, por definición ingobernables.

Para poder hablar del impuesto a la herencia, tendremos que repasar a Chesterton y a Hilaire Belloc y sus conceptos sobre la propiedad, esto es: explorar a la familia (y no al individuo) como unidad de generación y propagación de riqueza.

Por lo pronto, tenemos información sobre los modelos que nos ofrecen los propagandistas de la Agenda 2030, de la cual el impuesto a la herencia es un paso ineludible.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Fuentes

% Propietarios de Viviendas – Instituto Alemán de Estadísticas (Statistisches Bundesamt)

https://www.destatis.de/EN/Themes/Society-Environment/Housing/_Graphic/_Interactive/owner-occupier-rate.html 

Alquileres en Alemania: una economía planificada

http://restaurarg.blogspot.com/2019/09/alquileres-en-alemania-una-economia.html

EPH – Encuesta Permanente De Hogares – INDEC – propiedad de vivienda

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_indicadores_hogares_05_211885439BED.pdf

Producción Porcina – Informe CONINAGRO

http://www.coninagro.org.ar/DocsVarios/Informes/2018-01-Porcinos.pdf

 

Notas relacionadas

Nada será tuyo (Sertorio)

http://restaurarg.blogspot.com/2021/03/nada-sera-tuyo.html

El Nuevo «Consenso De Washington». Davos y la Agenda 2030 (Cristian Taborda)

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-nuevo-consenso-de-washington-davos-y.html

El gran reseteo es el nuevo NOM (James Delingpole)

http://restaurarg.blogspot.com/2020/11/el-gran-reseteo-es-el-nuevo-nom.html

La deuda y las mentiras verdaderas

https://restaurarg.blogspot.com/2021/12/la-deuda-y-las-mentiras-verdaderas.html

Alquileres en Alemania: una economía planificada

http://restaurarg.blogspot.com/2019/09/alquileres-en-alemania-una-economia.html

 

Artículo original publicado el 01/01/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/alemania-y-la-propiedad.html

LA SEGUNDA GUERRA FRÍA

Nicolás Lewkowicz*

El espectro de la Segunda Guerra Fría ya informa todos los aspectos de las relaciones entre los estados.

La contienda entre Estados Unidos y China revela la lucha entre, 1) el concepto de globalización basado en la voluntad de generar una creciente centralización económica y política, y 2) la idea de una interconectividad internacional diferenciada por las particularidades de cada ecúmene cultural.

El objetivo de los Estados Unidos y de sus aliados es forzar a China a unirse a un sistema de estados basado en las normas económicas, políticas y culturales que emanan de la potencia que aún domina los mares y que, por ende, regula el comercio internacional.

El objetivo de China es preservar su estabilidad política en un ambiente de gran aceleración tecnológica, apelando a valores tradicionales y a un férreo control social.

La Segunda Guerra Fría estará sustentada en una tripolaridad en la cual los Estados Unidos y sus aliados circunstanciales lucharán para contener el avance de China, sobre todo en lo que se denomina el “Indo-Pacifico”, el cual fue un área de disputa entre el Imperio Británico, Francia y Japón durante buena parte de los dos últimos siglos.

China pudo haber llegado al fin del período de alto crecimiento económico. Una de las consecuencias del desplazamiento de los Estados Unidos hacia el Indo-Pacífico, fortalecido por la Alianza del Cuadrilátero con India, Australia y Japón, y el AUKUS, es una suerte de encierro naval de China.

Cercada en el Indo-Pacifico, China no tendrá otra alternativa que salir al mundo por vía terrestre y fortificando el frente interno con un discurso de altos ribetes nacionalistas. Contará con el apoyo de Rusia, con la cual comparte una larga frontera, además de un oponente común.

Esto explica el modus vivendi logrado con Rusia y la importancia de la alianza informal de Pekín con los países eurasiáticos, en el marco del Tratado de Cooperación de Shanghai.

El encierro naval de China en el Indo-Pacifico supone que el epicentro el sistema político internacional se traslada definitivamente a Asia y que Taiwán se transforma en el punto neurálgico de la Segunda Guerra Fría, así como Berlín lo fue durante la Primera Guerra Fría.

La contienda dará lugar a grandes innovaciones tecnológicas. Durante la Segunda Guerra Fría, la cuál podría durar hasta fin de siglo, habrá una transición hacia la sexta generación de innovación tecnológica, la cual supone un aceleracionismo exponencial en áreas como la inteligencia artificial y la biotecnología.

La posibilidad de un conflicto cinético es cada mas reducida, debido al gran daño que esto acarrearía. El conflicto será híbrido, constante y de baja intensidad en la mayoría de los casos. Las consecuencias de la confrontación entre los Estados Unidos y China afectarán todas las áreas de la vida humana.

No habrá linealidad en la contienda que se está configurando. Habrá ciertas desprolijidades en la forma de ejercer poder geopolítico, lo cual paulatinamente minará el poderío de las unidades dominantes del sistema político internacional.

A diferencia de la Primera Guerra Fría, la transferencia de conocimiento tecnológico será mucho más fluida. Esto otorgará a ciertas regiones del mundo la posibilidad establecer espacios de autonomía.

La Primera Guerra Fría enseña que el conflicto entre potencias nunca es disruptivo, sino que sirve para acomodar áreas de influencia.

En efecto, la rotura de las cadenas de abastecimiento, las venideras plagas cibernéticas, la proliferación de enfermedades y la misma oposición a la centralización política y económica llevarán en algún momento al resquebrajamiento del mundo globalizado tal cual lo conocemos.

¿Cómo afectara la Segunda Guerra Fría a la Argentina?

La Primera Guerra Fría impactó negativamente a la Argentina. Hay una correlación entre el ascenso de los Estados Unidos como potencia hegemónica y el declive geopolítico y económico de la Argentina.

Por ello, en principio, no hay mucho lugar para el optimismo cuando se analizan las posibles consecuencias de la Segunda Guerra Fría para la Argentina.

En una situación de conflicto creciente en las potencias de tierra (China y Eurasia) y las potencias de mar (Estados Unidos y la Anglósfera), es de esperar que Washington busque consolidar su dominio sobre el “Hemisferio Occidental”. Esto implica tener un control mucho más efectivo sobre América Latina y la Cuenca del Caribe.

Por el momento no se avizora en la clase dirigente una voluntad de trascender la idea de una Argentina insertada en el mundo post-histórico engendrado en las dos décadas que sucedieron al fin de la Primera Guerra Fría.

De todas formas, en algún momento, no sería impensable que hubiera una reacción a la idea de la Argentina como sujeto pasivo de la historia.

La Segunda Guerra Fría nos dejará un mundo mucho más balcanizado, el cual ofrecerá la posibilidad de establecer espacios de autonomía, que solamente pueden ser materializados a través de un decisionismo geopolítico de fuerte impronta.

Los países que se aferren a la idea de un “mundo feliz” y post-histórico sufrirán los embates inevitables que implica ser unidad subalterna en un sistema político internacional que diferenciará de manera mucho más marcada entre los países que detentan poder y aquellos que no.

La Segunda Guerra Fría ha llegado para quedarse. Eso supone el ocaso de la “gran ilusión” de un mundo unido por reglas comunes y en creciente ascenso económico. Vuelve a tener importancia el factor civilizacional. En un contexto de creciente conflicto, los valores culturales serán vistos cómo lo que realmente son: herramientas para negociar los vaivenes inevitables de la historia.

 

* Realizó estudios de grado y posgrado en Birkbeck, University of London y The University of Nottingham (Reino Unido), donde obtuvo su doctorado en Historia en 2008. Autor de Auge y Ocaso de la Era Liberal—Una Pequeña Historia del Siglo XXI, publicado por Editorial Biblos en 2020. 

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