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FUTUROS POSIBLES

Iris Speroni* (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

El peor de todos los escenarios, enterarnos después de que todo haya sucedido.

Mientras los políticos nos distraen con entretenimientos varios, las decisiones económicas y políticas corren por otro lado.

Nosotros, los comunes, solamente podemos especular a través de segmentos de información accesible luego de escarbar entre la mugre. O, el peor de todos los escenarios, enterarnos después de que todo haya sucedido.

La cual es nuestra situación más frecuente.

Sucede lo mismo en todo Occidente, por si es consuelo.

Separar lo real de lo que está a la vista requiere un esfuerzo. Quien trabaja de sol a sol o quien para ir a un trabajo de 9 a 5 requiere hora y media de viaje de ida y otro tanto de vuelta, no tiene tiempo para estos melindres.

Voy a dar un ejemplo del pasado para terminar con el presente:

El 2017 fue un buen año para el oficialismo. Con la levadura del BCRA, subió el empleo y el salario. Le permitió a JxC hacer una buena elección de mitad de término. Con ese resultado en la bolsa se dedicaron a dinamitarnos el presente y futuro.

Efectivamente, el 27 de diciembre de 2017 el Congreso de la Nación sancionó el Presupuesto Nacional. El 28 de diciembre a la mañana, el Jefe de Gabinete junto al Presidente del BCRA y los ministros de Economía y Finanzas nos dijeron, muy sueltos de cuerpo que lo aprobado la madrugada anterior estaba escrito en el agua. O dicho en criollo, se pasaban el Presupuesto Nacional por el trasero.

Esa conferencia inició una reacción en cadena.

Al informar el jefe de gabinete que bajaba la tasa en pesos de las letras del Central comenzó un efecto Puerta 12 de los fondos de inversiones colocados en pesos con garantía de tipo de cambio (bicicleta). En resumen, el gobierno tenía que sacar dólares de la galera para devolverles a sus amigos de Wall Street (y a sí mismos a través de oscuras empresas inscriptas en Delaware). Anduvo a los trompicones hasta que apareció el FMI y salvó no al gobierno, sino a los fondos de inversión[1]. Por lo cual la pregunta no es ¿dónde está el dinero del FMI? —como inquirió el diputado Kirchner el viernes 28 del corriente— sino ¿qué hizo el gobierno con los dólares que ingresaron desde el 10 de diciembre 2015 hasta el fatídico Día de los Santos Inocentes del 2017?

Puedo responder parcialmente. El BCRA y el Tesoro se endeudaron en dólares para poder venderlos. Sí, así como suena. Aumentar artificialmente la oferta de dólares para que los dólares estuvieran “baratos”. En resumen: se endeudaron para manipular el mercado de cambios[2]. Fue lindo mientras duró y duró hasta que el pueblo votó.

El 2018 implicó caída de actividad, pérdida de empleos, devaluación (ya no estaba el BCRA para vender dólares con el fin de manipular su precio a la baja) e ir a rogar al FMI.

Esto en el universo de lo real.

Veamos el mundo de lo aparente.

El gobierno pidió un préstamo al FMI para salvar a los amigos. Ahora bien, para hacerlo, requiere la autorización del Congreso (art. 75 CN), la que no fue solicitada[3].

¿Qué hizo la oposición y qué podía hacer? Pudo pedir la destitución de los cuatro fantásticos el mismo 28 de diciembre de 2019 por pretender desobedecer el Presupuesto Nacional recién aprobado[4]. No. Se fueron de vacaciones y volvieron en marzo.

Meses después, frente a la negociación con el FMI la oposición podría haber dicho “Pare mano, tallador”, haber comunicado fehaciente y preventivamente al FMI que cualquier deuda que se conviniera sin autorización del Congreso era nula y que no se repagaría en caso de convenirla y pedir juicio político a todos los involucrados. Nada hicieron.

¿De qué se ocuparon todos? Del aborto. El 2018 fue aborto, mañana tarde y noche. En TV, en radio, en la prensa escrita. Un vórtex que succionó a todos (yo incluida, mea culpa) mientras el Ejecutivo cerraba un pacto con el FMI y la oposición miraba para otro lado. Mientras la población perdía puestos de trabajo y quienes conservaron su empleo sufrieron la pérdida del poder de compra de su salario. La realidad pura y dura.

What’s up, doc?

(¿Qué hay de nuevo, viejo?).

¿Y ahora?

El presidente Fernández lo primero que hizo al asumir fue reconocer la deuda con el FMI. Podría haberla repudiado, porque el FMI no respetó el procedimiento obligatorio. No se puede desconocer el dinero ingresado, pero al estar el FMI en falta, se podría haber devuelto sólo el capital (o capital más interés razonable), desconocer todas las comisiones, además de establecer plazos de buena voluntad. (Luego de una puntillosa auditoría que demuestre que el dinero verdaderamente ingresó, lo que no sabemos).

No. Lo primero que hizo fue reconocer la deuda[5].

El gobierno actual sigue todas las políticas del gobierno anterior[6]. Tipo de cambio artificialmente bajo que destruye a la industria nacional, descapitaliza al agro (que podría exportar el triple de los volúmenes actuales) y sigue sin invertir en infraestructura de transporte, de salud o de educación. Listar las similitudes y la continuidad de políticas ministerio por ministerio nos llevaría horas. Hasta usó el mismo slogan que su antecesor “ser el supermercado del mundo”. ¡Ja! El dólar exportador cerró el viernes 28/05/2021 en $ 93,7500 ¿quién va a exportar una caja de medio litro de puré de tomates?

La realidad es un salario promedio de US$ 300 y desocupación récord. La realidad es que las actividades que podrían florecer en este contexto de pandemia mundial y que podría ayudar a la prosperidad general son perseguidas por el oficialismo a cambio de hacer “favores” a los amigos para que ganen una participación adicional de mercado[7].

Esto dentro del universo de lo real.

Lo que se ve. El diputado Máximo Kirchner critica la herencia recibida del ex presidente Macri (C5N 28/05/2021). El ex presidente y otros exponentes de JxC hablan mal del oficialismo (luego votan todos juntos en el recinto). Se denuncian mutuamente ante la justicia.

El oficialismo le “vende” a su base electoral que ellos cuidarán sus ingresos, no como Macri, miembro de la patronal; mientras aplican un ajuste feroz y el salario se reduce al mínimo desde 2003. JxC le “vende” a los productores rurales, parte de su base electoral, que JxC vela por sus intereses, no como el FdT que los maltrata (lo cual es cierto), cuando votaron aumentos de impuesto inmobiliario y de derechos de exportación y se hacen los tontones con el tipo de cambio.

Se realimentan mutuamente y nos embroman en equipo.

Durante el 2020 tuvimos covid mañana, tarde y noche por TV, radio, vía pública, prensa escrita. Fue la distracción necesaria mientras todos juntos se apoderaron de nuestro presente y nuestro futuro.

Hasta que no digamos nosotros “pare mano, tallador” y empecemos al menos a limitar los volúmenes de saqueo, estamos a la merced de mediocres, facinerosos y alcahuetes.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/futuros-posibles.html

 

Referencias

[1] Lo que sucedió es una transferencia de riesgo o una sustitución de acreedor. Wall Street volcó en un organismo internacional un mal crédito. Una vez más.

[2] Con eso mataban dos pájaros de un tiro: el dólar barato inflaba la economía y les permitía ganar las elecciones de mitad de término (lo que sucedió) y venderles dólares “baratos” a los amigos.

[3] En realidad el único que nos puede endeudar es el Congreso, quien le da la tarea operativa al Ejecutivo dentro de montos, plazos y tasa de interés preautorizados. El Ejecutivo no puede ir alegremente y endeudarnos. No tiene la potestad (lo que el FMI sabe perfectamente).

[4] La Comisión Bicameral que supervisa a los directores del BCRA podría haber removido a Sturzenegger (como en su momento lo hizo con Redrado). Para los otros tres, la cámara de diputados debió pedir el juicio político. La oposición podría argüir que no tenían los ⅔ necesarios. Verdad. Pero, vamos, es el FdV (luego FdT). Podía juntar 2.000.000 de firmas y exigir el tratamiento en el recinto. Podría haber ido a los canales de televisión y explicar por qué estaba mal lo que hicieron. Podría haber explicado al Pueblo cuánto costaba la bicicleta 2015/2017 y cómo afectaría al bolsillo de todos. O, lo más importante, en forma preventiva podría haber informado al FMI que desconocerían todo crédito no aprobado por el Congreso de la Nación, como exige el art. 75 de la CN.

[5] Está bien la declaración del presidente Fernández de denunciar penalmente al presidente Macri por administración fraudulenta por contraer deuda sin aprobación del Congreso.

Pero parece que el presidente actual se saltó algunas clases en la facultad. Al reconocer la deuda el Congreso, la transforma de nula a válida y reconoce (si bien ex post) el accionar de Macri, lo que vuelve abstracto cualquier denuncia penal. La denuncia quedará sólo en fuego de artificio (lamentablemente)

[6] Bicicleta con seguro de cambio para los bicicleteros.

[7] ¿Cuál es la diferencia entre Caputo que se vendía bonos del Tesoro a sí mismo a través de compañías suyas en Delaware y entre Kulfas-Cafiero-Español que ayudan a un frigorífico extranjero a tener mayor participación en las exportaciones de carne a costa de otros jugadores?

CARNE Y EL VALOR DEL SALARIO EPISODIO 258.701 BIS

Iris Speroni*

Deben evitar que el sueldo a US$ 300 les explote en la cara

Mi amigo @dcacademico es una de las personas más despiertas, con calle y laid-back que conozco.

Voy a traducir a lenguaje no académico, pero sí neutro, su frase y atarlo con dos temas: a) el último conflicto de la carne, b) EL TAMAÑO DEL BOTÍN, o cómo los amigos del poder se apoderan de US$ 27 mil millones[1] por año que se lo quitan a quienes producen bienes exportables.

Uno de los grandes reclamos eternos de la UIA fue siempre que los salarios son caros y por eso no pueden competir con sus colegas del exterior. Se quejaban cuando el sueldo era de US$ 1.000 por mes. Se quejan ahora, que es de U$D 300. Es un reclamo raro.

Lloraban porque la patronal china o brasileña pagaba menos salario que acá (literalmente).

Suiza produce y exporta acero o chocolates, Gran Bretaña exporta salmón, whiskey, indumentaria, Italia marroquinería e indumentaria y pasta y aceite de oliva y Ferraris, Canadá exporta abrigos confeccionados con lana de alpaca comprada en … Argentina, mientras paga salarios de 3.480 dólares estadounidenses por mes [2]. Ellos pueden limpiar, lavar, tejer lana de alpaca y confeccionar y comercializar sobretodos. Nuestros industriales argentinos, no, porque los salarios son altos. No sé, Rick…1

Ahora tienen los sueldos donde siempre quisieron. Tienen un gobierno que ellos pusieron. Sin embargo, las inversiones, la producción y las ventas no aparecen.

¿Qué sucede? Estamos viviendo el modelo económico-político en su máxima expresión. Este modelo se llama “vivamos todos del campo”. Y nadie vive tanto del campo como sus “empresarios” amigos del poder[3].

La eterna demanda de la UIA suena inoperante. ¿Para qué querrían pagar salarios baratos? La única explicación razonable es que desean comprar trabajo para producir cosas, venderlas y obtener ganancias por su actividad. Si obtuvieran insumos a bajos precios o precios manipulados (trabajo, electricidad, girasol) entonces les quedaría mayor margen.

Como proyecto es endeble y mezquino. Mezquino porque proponen a viva voz ganar dinero sobre la miseria de otras personas. ¿Qué clase de gente es la que desea que sus compatriotas ganen salarios inferiores a los de los chinos?

Olvidémonos de la ética. Vamos al dinero.

¿Por qué endeble? Una persona o empresa produce bienes. Desde ya que querrá pagar lo menos posible la materia prima, electricidad, alquiler o a sus trabajadores. Pero nada de eso tiene sentido si uno no vende lo que hace. Si uno tiene los mejores costos del universo pero no vende, no hay margen.

¿A quién le pueden vender los industriales argentinos? Al mercado doméstico o al exterior.

Vender al exterior es casi misión imposible si el BCRA compra a $ 92 lo que vale $ 155. O dicho de otra manera, como el BCRA “roba” gran parte de lo exportado, con lo que queda no se cubren los costos, ni siquiera los miserables US$ 300 que les pagan a los trabajadores. Entonces las exportaciones de productos industriales no agropecuarios son mínimas y en franca caída. Ejemplo: hace más de una década la industria de maquinaria agrícola (metalmecánica) exportaba tres veces los montos actuales.

Siempre queda el mercado interno.

Ahora, con un salario de U$D 300, el mercado doméstico se vuelve minúsculo.

El negocio es otro

Grupos empresariales apoyaron al gobierno para que llegara a la presidencia y lo sostienen ahora. No les importa que el sueldo sea el más bajo desde 2003, ni que no puedan vender ni un calcetín.

Porque su negocio es otro. A saber: proveer al Estado[4], comprar dólares que les vende el Banco Central a mitad de precio, recibir subsidios del Estado o que el Estado cree condiciones para que un privado les subsidie, embolsar créditos que jamás devolverán.

Luego están los que cita @dcacademico: los que importan partes con dólar a $ 98, las ensamblan y nos las venden a los precios internacionales (con dólar a $ 155) más el arancel de importación. Y si nosotros, porque somos pobres y cobramos US$ 300, no podemos comprarles, no importa. Se lo venden al Estado. Total, éste compra de todo: fideos, laptops, camionetas, indumentaria, cestos de papeles, medicamentos, colchones, ventanas. Gran parte (si no la mayoría) de estas empresas favorecidas por la actividad criminal del BCRA son extranjeras.

Carne

La élite sabe que deben evitar que el sueldo a US$ 300 les explote en la cara.

Entonces van a una fórmula mágica que en la Argentina se usa desde hace décadas: manipular los precios de los bienes más comprados por quienes ganan US$ 300 a como dé lugar y cualesquiera sean las consecuencias. Congelar tarifas, sentarse sobre el precio de la carne en un contexto inflacionario. Lo que sea.

Lo que pretenden quienes pagan salarios miserables es que quienes producen carne (vacuna, cerdo, pollo, oveja) regalen su trabajo para que ellos, contratistas del Estado, empresas de construcción y otros, puedan pagar US$ 300[5].

Aunque el costo sea tener menos cabezas de ganado, esto es, menos riqueza futura. Para todos. Para el pueblo (que pagará cada vez más caro la carne)[6], para los productores que malvenden su trabajo, pero también para todos los que integran la élite que sostiene este plan de “vivamos todos del campo”. Matan la gallina de los huevos de oro.

Los asalariados pueden ser momentáneamente beneficiados por una liquidación de existencias y venta de carne a precio vil (menor al costo), pero es pan para hoy y hambre para mañana. Mucha hambre para mañana.

Para todo aquél que tenga hijos y desee que vivan aquí, sabe que así no es cómo se erige un país. Sin affectio societatis, sin “garantizar los beneficios de la libertad para nosotros y para nuestra posteridad” y sin estrategia.

Reventar stocks de ganado para que Lascurain pueda pagar US$ 300 por mes es lo opuesto a una visión estratégica de futuro.

Por eso suena chocante que el gobernador de la provincia de Buenos Aires haya elogiado la medida de suspensión de exportaciones de carne[7], a diferencia de sus pares de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.

Visión Estratégica

Promover que Argentina tenga 200.000.000 de cabezas de ganado, y que los rodeos ovinos, caprinos, porcinos crezcan en la misma proporción, sí es una visión estratégica.

Les dejo el discurso del Presidente General Perón del 25/10/1973 donde nos dice qué tenemos que hacer.

Plan Trienal, Tomo 4, p. 7, 1974-1977, https://t.co/DkmMBLoyw0?amp=1

Comparemos con las medidas tomadas por Fernández, Kulfas, Español et al[8].

Nacional y Popular

Se llenarán la boca y se golpearán el pecho de que les importa la mesa de los argentinos mientras nos sacan nuestro sustento a razón del 4% mensual. No trabajan para nosotros. Son nuestros enemigos.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/carne-y-el-valor-del-salario-episodio.html

 

Referencias

[1] El cálculo de U$D 28.000.000.000 lo hice sobre números provistos por el INDEC a ese momento. Meses después corrigió los números de los montos exportados. Redujo las exportaciones a U$D 54.000.000.000 en un año. Por eso sostengo que el tamaño del botín, dinero que le quitan a toda la gente del interior (una parte a los ciudadanos, otra a las empresas y otra a los gobiernos) va todo al gobierno central que se lo da a los «amigos del poder» vía el BCRA. Llama la atención la pasividad con la cual todas las provincias aceptan este abuso. En particular la provincia de Buenos Aires, la más afectada de todas. Por eso es que ponen interventores, para que controle que la provincia no se rebele.

[2] https://www.jobillico.com/blog/en/the-average-canadian-salary-in-2020/

[3] Les recuerdo que Lascurain, ex presidente de la UIA, gran aplaudidor de los gobiernos de Cristina Fernández, está condenado en primera instancia por un tribunal oral por fraude al estado. Para entender un poco la composición de nuestra élite.

[4] Proveedores:

a) banca,

b) cámara argentina de la construcción,

c) proveedores habituales de dependencias oficiales,

d) laboratorios,

e) industria automotriz.

Subsidiados:

a) petroleras,

b) mineras,

c) banca.

[5] Esos precios manipulados «cuidados» no resultan un subsidio a la calidad de vida sino a los empresarios que así pueden pagar sueldos miserables sin que se sienta «tanto». Lo describió muy bien Jorge Altamira (Partido Obrero) hace una década atrás: los subsidios al precio del boleto de colectivo no son para favorecer al trabajador sino para poder permitir que la patronal pague salarios más bajos.

[6] Décadas atrás (’50, ’60, ’70) los obreros de la construcción y de las cuadrillas de reparaciones almorzaban todos los días asado. Eran épocas en que había 3 ó 4 vacas por habitante. 66 millones de vacas cuando echaron a Perón en 1955. 58 millones en 1973. Cuando el 80% de la producción se exportaba, acá quedaba sólo el costillar, parte de los cuartos traseros, achuras, lengua. Con eso la población comía como en ningún lugar del mundo. Asado, milanesas, lengua en escabeche. Por poco dinero. Porque el negocio del frigorífico era la exportación. El costo de lo que se compraba domésticamente era el retirar los costillares y achuras del frigorífico (flete) y la comercialización (los costos y margen del carnicero). Todos felices.

El asado durante el gobierno de Carlos Menem costaba de 1 a 1,20 dólares. Hoy serían $ 155 a $ 186 el kilo. Imaginen.

Para estar hoy en la misma situación que en el período 1945-1975 necesitamos 150.000.000 de vacas. Cualquiera que no proponga eso, no lo escuchen. Patea en contra.

[7] Kiciloff está al frente de “la” provincia agropecuaria. No alcanza con sacarse fotos con retrato de Rosas atrás. Rosas fue ganadero, al punto de escribir un manual del arte, y fue uno de un puñado de hombres que generaron lo que un siglo después sería la clave de nuestra prosperidad.

El gabinete de La Plata, los diputados y senadores por PBA son interventores. A favor de la banca y en contra de los bonaerenses.

Va siendo hora de que el pueblo de la provincia se autogobierne.

[8] Creo que la razón de la suspensión de las exportaciones de carne nada tiene que ver con que al gobierno le importe que la gente coma o no.

Entrevista que me hiciera Hernán Daicich por Frecuencia Zero: https://pluralnoticias.ar/por-las-retenciones-de-2006-18-000-familias-se-quedaron-sin-trabajo/

Entrevista que me hiciera Horacio Esteban para Portal Agropecuario: https://ar.radiocut.fm/audiocut/carne-eterno-retorno-al-fracaso/

 

LAVADO DE DINERO

Marcos Kowalski*

Imagen de klimkin en Pixabay

Cuando hablamos de “lavado de dinero” podemos decir que, al parecer, tuvo su origen en la práctica delictual de diversos grupos de la mafia, quienes en la década de los años veinte, en Estados Unidos de Norteamérica, utilizaban los comercios de lavanderías de ropa como fachadas para la realización de sus actividades ilícitas.

De ese modo, estos delincuentes adquirían estos establecimientos con el objeto de otorgarle una apariencia legítima al dinero obtenido mediante las prácticas criminales que llevaban a cabo, declaraban que sus activos ilegales, provenían del funcionamiento legal de sus comercios de lavandería, logrando así en aquella época, “lavar” su dinero e introducirlo al circuito económico como legal.

Aun cuando algunos dicen que lo narrado es un mito, por cuanto es casi imposible conseguir comprobarlo en forma fehaciente y para esa época no existían restricciones ni regulaciones punitivas de lavado de activos, de cualquier forma y más allá de la discusión del origen del término “Lavado de dinero”, recién para el año 1986, se transformó en un tipo penal, tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido, países pioneros en criminalizarlo.

La internacionalización del delito tuvo lugar en el año 1988, con la firma de la denominada Convención de Viena contra las drogas. Es que, en los años 80, las estructuras u organizaciones criminales de escala internacional, inicialmente dedicadas al narcotráfico, perturbaron el orden institucional de algunos países, tanto en las fuerzas de seguridad, como sus sistemas económicos, de justicia y de gobierno.

Citemos como ejemplo, lo ocurrido en esa época en la República de Colombia, donde los principales cárteles de Medellín, Cali y Del Valle; lograron un poder económico tal, que corrompían voluntades políticas, judiciales, policiales, civiles, creando inclusive fuerzas propias de seguridad y ataques que pusieron en riesgo al propio país.

La denominada “Comunidad Internacional” debió responder a estas organizaciones delictivas que traficaban a través de las fronteras, mediante la creación de numerosos instrumentos supranacionales para su prevención y lucha, el que se llevó a cabo mediante un proceso progresivo de estandarización.

Se destacan en este aspecto además de la Convención de Viena de 1988, contra el tráfico ilícito de drogas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas, el Consejo de Europa y la Unión Europea, ya que los países que la integraban comenzaron a analizar los aspectos penales del abuso y tráfico de drogas que culminó en 1990 con el Convenio sobre blanqueo, investigación embargo y decomiso del producto del delito en Estrasburgo, Francia.

Cabe mencionar asimismo al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), creado en 1989 por los países integrantes del G-7 —que estableció 40 recomendaciones estándares internacionales para combatir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo—, como así también el reglamento modelo sobre el control de lavado de la Comisión de OEA de 1992, la Convención de Palermo del año 2000 y a escala regional, en América del Sur, podemos citar al Gafisud.

De todas estas convenciones emerge la idea de realizar acciones tendientes al recupero del producto del delito, pues de esa forma se desmantelan los incentivos de quien delinque. Se destaca que fue la Convención de Palermo la que amplió la cantidad de delitos precedentes al lavado, ya que antes se limitaba al narcotráfico, a la vez que establece la responsabilidad de las personas jurídicas y criminaliza el autolavado.

Es el GAFI, como ente hacedor de políticas, como se ha mencionado, el que diseña estándares internacionales para promover la implementación de medidas operativas y legales contra el lavado de dinero, ahora llamado lavado de activos. La Organización de Estados Americanos (OEA), basada en estas políticas, insta a crear un régimen preventivo de lavado de activos, reclamando la creación de una Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), para recopilación, análisis e intercambio de información sobre la materia e informar operaciones sospechosas.

La Argentina se fue adaptando al cambio establecido por los estándares internacionales, atravesando el proceso de criminalización del lavado de activos a través de diversas etapas donde sucesivamente fue variando su ámbito de tutela.

La etapa inicial comenzó en el año 1989 cuando se sancionó la ley 23.737 de estupefacientes y psicotrópicos, donde el bien jurídico protegido es la “salud pública”; recordemos que la Convención de Viena fijó estándares en materia de lucha contra el narcotráfico, dado que el lavado de activos solo era concebido como un ilícito penal exclusivamente ligado al narcotráfico.

Párrafo aparte merece la incorporación que efectuara la citada ley de nuevos institutos al procedimiento penal, como la figura del agente encubierto, entrega vigilada, el arrepentido, prórroga de jurisdicción; todos ellos tendientes a lograr avances en la lucha contra el narcotráfico.

Como segunda etapa, en el año 2000 se derogó el art. 25 de la ley 23.737, reformulándose por completo la figura del lavado, que pasó a ser criminalizada en el art. 278 del Código Penal como una forma especial de encubrimiento, situado dentro de los delitos contra la administración pública, conforme lo estipulado mediante la sanción de la ley 25.246.

Esta es una reforma trascendental, pues significó la “desnarcotización” para el origen del lavado, ya que ahora se admitía como precedente a todos los delitos del sistema penal. Según la doctrina imperante, los bienes jurídicos tutelados por dicho delito eran la administración pública en general y la administración de justicia en particular.

Un tercer momento de criminalización del lavado, lo vemos con la sanción de la ley 26.683 del año 2011, la que adecuó el tipo penal de lavado de activos a los estándares internacionales fijados en el tema, desvinculó al lavado de activos de la figura de encubrimiento, se reformuló su configuración típica permitiendo reprimir el “autolavado”, también se instituyó la responsabilidad penal de las personas jurídicas y el decomiso sin necesidad de condena previa (solo en algunos casos) en materia de lavado de activos. Así se creó un nuevo título de delitos en el Código Penal argentino, denominado Delitos Contra el Orden Económico y Financiero, quedando estos bienes jurídicos bajo su órbita penal de protección. Cuando se salvaguardan en forma simultanea dos o más valores jurídicos, se suele identificar al delito como pluriofensivo o multiofensivo, en contraposición con aquellos que protegen un único bien jurídico uni-ofensivo.

A los efectos de mejor claridad reproduciremos los artículos 303 y 304 del Código Penal Argentinos plenamente vigentes en la actualidad:

Artículo 303.

“1) Será reprimido con prisión de tres (3) a diez (10) años y multa de dos (2) a diez (10) veces del monto de la operación, el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare, disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal, con la consecuencia posible de que el origen de los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito, y siempre que su valor supere la suma de pesos trescientos mil ($ 300.000), sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos vinculados entre sí.

2) La pena prevista en el inciso 1 será aumentada en un tercio del máximo y en la mitad del mínimo, en los siguientes casos:

a) Cuando el autor realizare el hecho con habitualidad o como miembro de una asociación o banda formada para la comisión continuada de hechos de esta naturaleza;

b) Cuando el autor fuera funcionario público que hubiera cometido el hecho en ejercicio u ocasión de sus funciones. En este caso, sufrirá además pena de inhabilitación especial de tres (3) a diez (10) años. La misma pena sufrirá el que hubiere actuado en ejercicio de una profesión u oficio que requirieran habilitación especial.

3) El que recibiere dinero u otros bienes provenientes de un ilícito penal, con el fin de hacerlos aplicar en una operación de las previstas en el inciso 1, que les dé la apariencia posible de un origen lícito, será reprimido con la pena de prisión de seis (6) meses a tres (3) años.

4) Si el valor de los bienes no superare la suma indicada en el inciso 1, el autor será reprimido con la pena de prisión de seis (6) meses a tres (3) años.

5) Las disposiciones de este artículo regirán aun cuando el ilícito penal precedente hubiera sido cometido fuera del ámbito de aplicación espacial de este Código, en tanto el hecho que lo tipificara también hubiera estado sancionado con pena en el lugar de su comisión.

(Artículo incorporado por art. 5º de la ley N° 26 683 B.O. 21/06/2011)

Artículo 304.

“Cuando los hechos delictivos previstos en el artículo precedente hubieren sido realizados en nombre, o con la intervención, o en beneficio de una persona de existencia ideal, se impondrán a la entidad las siguientes sanciones conjunta o alternativamente:

  1. Multa de dos (2) a diez (10) veces el valor de los bienes objeto del delito.
  2. Suspensión total o parcial de actividades, que en ningún caso podrá exceder de diez (10) años.
  3. Suspensión para participar en concursos o licitaciones estatales de obras o servicios públicos o en cualquier otra actividad vinculada con el Estado, que en ningún caso podrá exceder de diez (10) años.
  4. Cancelación de la personería cuando hubiese sido creada al solo efecto de la comisión del delito, o esos actos constituyan la principal actividad de la entidad.
  5. Pérdida o suspensión de los beneficios estatales que tuviere.
  6. Publicación de un extracto de la sentencia condenatoria a costa de la persona jurídica.

Para graduar estas sanciones, los jueces tendrán en cuenta el incumplimiento de reglas y procedimientos internos, la omisión de vigilancia sobre la actividad de los autores y partícipes, la extensión del daño causado, el monto de dinero involucrado en la comisión del delito, el tamaño, la naturaleza y la capacidad económica de la persona jurídica.

Cuando fuere indispensable mantener la continuidad operativa de la entidad, o de una obra, o de un servicio en particular, no serán aplicables las sanciones previstas por el inciso 2 y el inciso 4.”

 

Debemos puntualizar que se trata de un delito de resultado de peligro, de modo que, para tenerlo por configurado, no hace falta que los bienes hayan adquirido efectivamente apariencia de origen lícito; basta con que haya existido un peligro concreto de que ello sucederá.

Al respecto, nótese que la propia norma así lo explicita al indicar “con la consecuencia posible”, lo que permite colegir que, siendo las acciones idóneas para lograr el fin propuesto, el delito estará consumado.

Por otro lado, y sobre el conocimiento o bien la sospecha por parte del autor o partícipe del delito de blanqueo de dinero, del origen ilícito del capital, sentenció la Cámara Nacional de Casación Penal en los autos «ORENTRAJCH», que «(…) (no es necesario) que el autor o quienes participan en un proceso de lavado, tengan la concreta finalidad de darle a los bienes una apariencia de licitud; basta con que el autor sepa que con su acción puede ser que los bienes ilícitos adquieran aquel carácter (…)» y agrega que «(…) se ha sostenido que el conocimiento de la procedencia ilícita de los bienes por parte del sujeto activo, no implica que este debe ‘…saber a ciencia cierta cuál fue la concreta figura cometida, ni las circunstancias específicas de orden jurídico concurrentes sobre el caso…’ (…)».

Se trata, como vemos, de un delito doloso, pero que admite la posibilidad de un obrar con dolo eventual. De tal modo, no es requisito la demostración acabada del conocimiento por parte del sujeto activo en torno a la ilegal procedencia del dinero que se está blanqueando, sino que resultará suficiente acreditar, a partir de las particularidades del caso, que debió sospechar de la ilicitud de ese capital.

Nótese, además, que la letra del código indica al referirse como elementos prohibidos de ingresar en el sistema económico legal, a los bienes provenientes de un “ilícito penal”, no haciendo referencia a la ocurrencia de un delito propiamente dicho.

Hasta aquí nos hemos referido a los aspectos legales y a las implicancias jurídico penales que pueden aplicarse al sujeto que cometa el delito de lavado de activos o lavado de dinero, pero ¿cómo se realizan en la actualidad las distintas operaciones de lavado? Es de público y notorio que existen causas penales en proceso donde se imputa, en estos momentos, a diversas personas el delito. La procedencia de los fondos; tradicionalmente provenían del narcotráfico, pero ahora están más vinculados a la corrupción (como los sobreprecios en la obra pública) y la evasión.

Las modalidades más utilizadas para el blanqueo fueron siempre más o menos las mismas, de acuerdo con el Grupo de Acción Financiera (GAFI): a través de estructuras societarias “pantalla” (compañías, fideicomisos, etcétera) y los llamados “sistemas informales de transferencia de valores”, más conocidos como “cuevas financieras”.

Pero hagamos una breve descripción de los procedimientos más usuales del “Lavado de Activos” en nuestro país. Como decíamos, la mayor forma de blanquear dinero en Argentina es enviar los fondos a sociedades “pantalla” en paraísos fiscales, desde donde suelen derivarse a lugares con alto secreto bancario, como las islas Seychelles.

Sociedades o corporaciones que casi nunca están a nombre del verdadero titular y desarrollan pocas o ninguna de las actividades que oficialmente dicen, sino que aparentan hacerlas y presentan como ingresos legales a la plata en negro. Hasta que los fondos llegan al destino final en un “paraíso bancario” como Antillas Neerlandesas (Curazao, y San Martín) pertenecientes a los Países Bajos, por ejemplo.

Estas sociedades, en conjunto con otras u otros intermediarios, pueden hacer sucesivas operaciones financieras para dificultar el rastreo del origen del dinero, por ejemplo, transferencias entre bancos, cambios de moneda, compra de bienes físicos de gran valor (yates, casas, autos) o financieros (cheques, acciones, bonos, Bitcoin), entre otras. Lo único que cambia en el esquema de usar sociedades “pantalla” en el país es la forma de mandar la plata al exterior: puede hacerse a través de entidades financieras legales o de cuevas ilegales.

Para hacer esto, las cuevas suelen utilizar una operación llamada “dólar cable”, por la que cobran una tasa del 7% al 10%, usando la plata de otra persona en el exterior que quiera “entrar” dinero al país para abrir la cuenta afuera, y los fondos de quien quiere “salir” para ingresar los billetes del otro. Una vez afuera, el dinero sigue el mismo circuito que con la anterior forma; va a sociedades “pantalla”, que muchas veces las cuevas se encargan de abrir, y de ahí sigue hacia otro destino, como paraísos fiscales o “bancarios”.

Además de este servicio, las cuevas ofrecen otras modalidades para lavar dinero, como comprar cheques, con una comisión del 2,5%, a empresas que tienen una parte de su facturación en negro. Y también suelen hacer operaciones de “contado con liqui”, comprando bonos en pesos con fondos negros que luego venden en dólares en el extranjero, fuera del alcance del fisco.

Otra modalidad bastante usada en el lavado es la sobrefacturación de importaciones y exportaciones, o la llamada “doble facturación”, a través de la que se “pasa” dinero negro sobrevaluando operaciones comerciales con el exterior. La maniobra tiene el plus de que, en tiempos de cepo cambiario, puede conseguirse autorización del Banco Central para enviar valiosos dólares afuera.

Una variante que va perdiendo vigencia, pero que debemos mencionar, son los llamados “auto-préstamos”, mediante los cuales una empresa constituye una sociedad en el exterior, supuestamente sin vinculación a ella, para girarle dinero por supuestas deudas. También puede darse que dos empresas del mismo grupo se manden fondos “inflados” entre sí, por ejemplo, de una subsidiaria a una matriz.

A todas estas prácticas hay además que sumar en la actualidad el uso del Bitcoin y de las criptomonedas para lavar dinero. Autoridades gubernamentales, representantes de instituciones financieras y voceros de empresas argumentan que las criptomonedas, “sin fronteras, sin autoridad central, sin control ni censura y que permiten el anonimato, son un vehículo ideal para actividades delictivas, especialmente para el blanqueo de capitales”. También usan a ONG de discapacidad.

Tendríamos que preguntarnos por qué por si solas tienen más capital y poder y cantidad de sedes que fábricas de productos y servicios reales.

Pero, así como los mafiosos de antaño utilizaban “lavanderías” los delincuentes organizados de hoy, “blanquean” sus dineros ilícitos en la “producciones de espectáculos” y en la “edición de publicaciones” y “libros” virtuales o impresos, como sería el caso de afamados políticos en estos últimos años con dineros provenientes de la corrupción. En este sentido es particularmente llamativa la gran proliferacion literaria de políticos y de otras personalidades.

Pareciera como que se produjera lo que algún amigo nos refirió como “síndrome Borges” a muchos se les da por “escribir” libros de un éxito asombroso, incluso se venden antes de su presentación pública, debemos decir que, desde las épocas de los grandes escritores, el abultar cifras de ventas de libros, impresos o virtuales, también se utilizó para encubrir dineros ilícitos.

Del mismo modo, “recitales” o “eventos deportivos” fueron también muy utilizados a escala mundial, de los que figuras de relevancia fueron sospechosas de estar comprometidas en esas actividades; tampoco se debe dejar de mencionar en este accionar a los “pases de futbolistas” y todo el negocio relacionado a ese deporte que, puntualmente, tiene implicados a dirigentes de la misma FIFA.

 

* Jurista USAL con especialización en derecho internacional público y derecho penal. Politólogo y asesor. Docente universitario.

Aviador, piloto de aviones y helicópteros. Estudioso de la estrategia global y conflictos. 

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