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LA GRAN ESTAFA

Iris Speroni*

En Argentina “lo natural” es el pleno empleo, exportar, producir, innovar.

En estos primeros días de junio de 2022 se percibieron síntomas de desequilibrios económicos y sociales que acarreamos de larga data.

El primero es el desabastecimiento de gasoil. Probablemente se trate de acaparamiento por parte de las petroleras o de algún otro eslabón de la cadena de comercialización. Es sólo la consecuencia. La razón es que el precio no es el internacional. Debemos agregar que el año pasado el gobierno bajó el corte de biodiésel a pedido de … las petroleras.

Hoy no sólo estamos con escasez de gasoil por los problemas de precio descriptos. El problema está amplificado por la ausencia de FFCC (que se mueve a gasoil, pero menos por tn-km). Como acotó un lector, la ausencia de FFCC es un subsidio —uno más— a la industria del camión de Brasil. Lo que demuestra, una vez más, que nuestros gobernantes privilegian los intereses extranjeros sobre los nacionales.

¿Por qué persisten en la política dañina del BCRA que pervierte los precios relativos de la economía? Aquí: “CARNE Y EL VALOR DEL SALARIO EPISODIO 258.701 BIS”.

Con este esquema del BCRA hay gente que gana mucho dinero. Si usted pudiera comprar dólares a $ 127 ¿no lo haría?

El segundo hecho de la semana: una marcha en paz, casi como si fuera un ensayo de cómo entrar a la capital, de diversas agrupaciones integradas por beneficiarios de planes sociales. La “economía social” que el presidente Fernández tanto alaba en sus discursos. En Argentina millones sufren desocupación y trabajo informal; situación ésta motivada por el gobierno con el objeto de contar con un ejército de desocupados. Para a) maniatar/controlar la CGT; b) contar con fuerzas de choque; o d) con fiscales para las elecciones. Por alguna o todas estas razones, reducir a millones de argentinos e inmigrantes a una situación vulnerable e inestable es un objetivo político ejecutado con frialdad. No “son cosas que pasan”. No, son resultados propiciados. Una vez obtenidos, hacen un gigantesco esfuerzo en mantener el statu quo, aún a costa de paralizar el país.

Lo Natural

En economía llamamos una situación natural, cuando no hay que hacer esfuerzo para que llegue a ella (y se estabilice en ese punto). Lo que llamamos equilibrio estable. En Argentina “lo natural” es el pleno empleo, exportar, producir, innovar. Es lo que sabemos y podemos hacer y contamos con los recursos. Para no estar en pleno empleo, destruir o limitar la industrialización y restringir las exportaciones (industriales y agropecuarias), el gobierno debe tomar medidas para evitarlo. Las autoridades y el gobierno emplean mucha energía en “contener” la economía. Es como tener un caballo de carreras. A menos que uno lo tenga atado o encerrado en un establo o subalimentado, lo lógico es que corra, se mueva, trote. La economía argentina es igual. Es un caballo árabe de primera que espera en la gatera.

El rol del BCRA en la destrucción de la economía nacional

Los amigos del gobierno se quedan con dólares a $ 127 mediante artilugios conocidos tanto por las autoridades aduaneras, como las monetarias, como las económicas. A) Importar bienes por valores ficticios. Decirle al BCRA que uno tiene que importar un container de autopartes (o chucherías chinas) por US$ 650.000 cuando en realidad valen US$ 35.000. B) Comprar maquinaria (para la fábrica, ¿vio?) por US$ 3.000.000, cuando es un usado de US$ 550.000; en este caso el rédito es doble si se obtiene un crédito de algún banco estatal “para modernizarse”. C) Devolución de deuda privada (empresas contra acreedores del exterior) cuando en realidad son autopréstamos (back-to-back). D) Importaciones genuinas: todas subsidiadas a $ 127. Es el caso de maquinaria para petroleras y mineras.

Pregunta: ¿Los impuestos de la minería aurífera se calculan sobre cambio a $ 127 o cambio libre?

La industria nacional

Es difícil entender la postura de los “industriales”. Porque más allá de cincuenta vivos, la gran mayoría debe pelear con sus competidores brasileños o chinos en desigualdad de condiciones. En efecto, el cambio atrasado (desdoblado o no) constituye un subsidio a las importaciones. Un fabricante local tiene todos los precios locales. Sin embargo, Unilever trae jabón de Brasil que compra con un dólar de $ 127, o mejor dicho, con un real de $ 2.690. Paga por dicho jabón, la mitad. Es competencia desleal donde el Estado vía el BCRA favorece al extranjero en contra de la producción local. Let’s that sink in.

Mi duda es: ¿Por qué los industriales no se quejan del tipo de cambio atrasado del BCRA?

Es más, Argentina produce una gran variedad de productos industriales de calidad. No los exporta, ni puede hacerlo, porque tenemos un cambio atrasado desde hace más de diez años. Es el resultado de políticas públicas de los gobiernos de Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández por igual. En estos catorce años hemos desaprovechado una oportunidad de prosperar. Entre políticos y contratistas del Estado nos sustrajeron el diferencial de aumento de precios internacionales, nos desvalijaron la “mejora de los términos de intercambio”. Nos birlaron el presente y el futuro. Los mejores años económicos de los últimos 100 años fueron usados para destruir: el ingreso de las familias, el acceso a la vivienda, la salud, la educación. No tienen – ni deben tener – perdón de Dios. Son 14 años de una GRAN ESTAFA contra toda la población.

Las artes liberales

Argentina tiene una larga tradición que cruza todo el siglo XX de exportar cine, música (Gardel, Lolita Torres, Soda Stereo, Tini, Oreiro, por ejemplo), teleteatros, literatura, publicidad y prensa escrita. En el siglo XXI disminuyeron varios de los ítems anteriores pero se sumó la exportación de programación de sistemas.

Hay otros servicios profesionales que se podrían sumar como asesoría y auditoría. Además, vía utilización de aplicativos como Zoom, docencia. Hoy por hoy sufren una gran restricción: el tipo de cambio atrasado. Si la persona factura legalmente, el BCRA le cambia sus dólares obtenidos con su trabajo a $ 121 (comprador BNA del 10/06/2022). Esa persona además debe pagar IVA, IIBB e impuesto a las ganancias.

Argentina podría ser un gran exportador de “inteligencia”. Hoy por hoy, la alternativa que les queda a todos ellos es facturar desde Uruguay o desde Madrid. Una vez más las autoridades en un boicot permanente contra el pueblo argentino.

Sin las restricciones que nos imponen las autoridades (tipo de cambio atrasado, tasas de interés estratosféricas, carga impositiva, inflación), en muy poco tiempo podríamos quintuplicar las exportaciones, no por caída del consumo local sino por aumento de la producción. No sólo eso, sino que generaría un aumento notable del poder de compra de los sueldos.

Mayor producción, mayor trabajo, mejores sueldos.

La realidad

Por sentido común y por el beneficio que traería a millones de argentinos, tener un tipo de cambio alto es lo más razonable. No sólo eso, sino que es una medida federal, porque la riqueza quedaría en las provincias. Formosa con sus arrozales, Corrientes con su madera, La Rioja con su aceite de oliva, Mendoza con su ajo y Chubut con sus tulipanes. Entonces, ¿por qué los gobernadores no lo exigen? ¿Por qué los senadores nunca llaman a los presidentes del BCRA a dar explicaciones?

La excusa de los defensores de los compradores de dólares a $ 127 (tanto los kirchneristas como los radicales como los macristas) van a decir “Subo el dólar y sube la comida”. En primer lugar no es cierto. En el último año la comida subió más del 50% y el dólar menos del 30%. El dólar sube porque sube la comida. Es al revés de como la cuentan. Si realmente quieren abaratar el precio de la comida, que hagan como en cualquier país, donde el pan no tiene impuesto alguno. Coldplay no paga IVA, pero el pan paga 10,5%.

Propuesta

Combustible sin impuestos, comida sin impuestos, electricidad sin impuestos. Ahí veremos cuánto incide el tipo de cambio y cuánto el impuesto.

Nosotros necesitamos trabajar, ganar bien y ser felices. El gobierno adrede nos lo impide.

Es hora de echarlos de los lugares decisorios. Por nosotros, nuestra posteridad y los hombres de bien que quieran habitar el suelo argentino.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Lecturas relacionadas

Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis 

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Equilibrio inestable

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La cuerda rota

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Artículo publicado originalmente el 11/06/2022 en Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2022/06/la-gran-estafa.html

 

ES LO QUE DAN

Iris Speroni*

 

– ¡Observen nuestra nueva ronda de sanciones!

– no más gas.

– más migrantes.

– acabemos con la carne.

– sin géneros.

– energía verde.

– impuesto al carbón.

– cuarta dosis.

– sin propiedad.

– ¿Estás seguro que esto nos ayudará a derrotar a los rusos?

– ¿Rusos?

*Posteado por William Cacusso https://twitter.com/williamcacusso/status/1519345795941687296

 

El viernes 29 de abril de este año escuché con atención al Sr. Jorge Castro en su intervención en el programa Industria Verde bajo la conducción del Ing. Huergo.

No es de extrañar que coincidiera con el expositor toda vez que varias de mis notas y mis dichos han sido inspirados y desarrollados a partir de los libros “Perón y la globalización” y “La visión estratégica de Juan Domingo Perón” de autoría del Sr. Jorge Castro [1].

Vamos a los conceptos vertidos. Señaló que gran parte de la riqueza del país es generada por el sector agropecuario y complementariamente por la industrialización de dichos productos (agroindustria). Estamos en condiciones de aumentar varias veces los volúmenes de producción y por lo tanto de exportación de innumerable cantidad de productos sin desatender el mercado externo. Vivimos una situación excepcional a nivel internacional a favor de los intereses de nuestra nación. Lamentablemente las decisiones de la nación las toman otros sectores y el campo no cuenta con una visión estratégica del país ni la forma de hacerla valer. Instó a brindar una estrategia para la nación y llevarla adelante.

Espero haber entendido todo correctamente. Si así no fuere, pido disculpas de antemano y haré las correcciones pertinentes cuando me las hagan notar.

Hasta acá Jorge Castro. Ahora arranco con mis añadidos.

El campo al igual que otros sectores que generan riqueza en la nación no forman parte del diseño estratégico de nuestro país ni participan de las decisiones —ni siquiera de las conyunturales, mucho menos de las estructurales—. Los medios de comunicación y las universidades (“La Catedral”), al igual que el conjunto de políticos y hombres públicos, es decir, la totalidad de la voz pública, defiende los intereses y el proyecto de futuro de quienes viven de los sectores sin voz (trabajadores activos y pasivos, campo, pymes, programadores de sistemas, profesionales monotributistas y/o independientes, y un largo etcétera). “Quienes gobiernan” ofrecen permanentemente cómo quitarle riqueza a cualquiera o a varios o a todos estos sectores sin voz. Lo expuse en EQUILIBRIO INESTABLE.

“Quienes gobiernan” es el mote que le puse a un conjunto de personas miembros de la política; o de cámaras empresariales como la banca, la industria automotriz, la minería, las petroleras, algunos sectores industriales (no todos), algunos “agroindustriales”; o algunos sindicalistas (no así los trabajadores). Todos ellos defienden sus propios intereses que consisten en lo político pervivir y preservar su lugar de privilegio, en lo económico continuar la succión de la riqueza de la nación para sí. Todos ellos se conocen se llevan bien más allá de alguna disputa menor, y pretenden continuar su marcha. Lo desarrollé hasta el hartazgo.

Me interesa el resto de nosotros. Los que no tenemos ni voz ni voto ni en nuestro presente ni en nuestro futuro (además de que nos cuentan cambiada la historia).

Los trabajadores formalizados sufren desde hace más de una década: salarios bajos y en retroceso, impuesto a las ganancias sobre el sueldo, desempleo creciente, inflación. Los trabajadores informales sufren precarización, inflación. Los trabajadores pasivos sufren la inflación y algunos hasta deben pagar impuesto a las ganancias. En ninguno de estos casos los supuestos representantes han protestado con seriedad, de tal forma que sea creíble, por ninguna de estas injusticias que no nacen del aire sino que son producidas por “quienes gobiernan” en cualquiera de sus submarcas: Cristina Fernández, Mauricio Macri o Alberto Fernández. Debo recordar que sindicalistas han apoyado a Macri aún después de que no quitó el impuesto a las ganancias al sueldo del trabajador. El sueldo no es ganancia. Sindicalistas han apoyado a Cristina Fernández, a pesar de la precarización del 50% de los trabajadores y de que un millón de asalariados pagaran impuesto a las ganancias. Sindicalistas sostienen al actual gobierno a pesar de que se han incrementado los perjuicios sostenidos por ambas administraciones anteriores. La inflación es responsabilidad del gobierno. Los impuestos son responsabilidad del gobierno. Generar las condiciones para la precarización laboral es responsabilidad del gobierno. Alberto Fernández, en particular, en forma descarada, ha defendido la economía informal y clamó ante la Asamblea Legislativa que pensaba incrementarla. Lo logró.

El campo no está mejor. Tironeado cual Tupac Amaru por sus proveedores (semillas, agroquímicos, maquinaria agrícola, farmacéuticas veterinarias), por el estado (SENASA, gobiernos municipales, provinciales y federal por impuestos, trabas burocráticas y servicios inexistentes o defectuosos) y por sus clientes (cerealeras, alimenticias, frigoríficos), no es dueño ni de su negocio ni de su margen económico.

Ambos sectores no tienen un proyecto estratégico para el país y se defienden como pueden de las condiciones generadas por “quienes gobiernan” en cualquiera de sus submarcas.

Ambos sectores, y otros sectores más que también son huérfanos, no tienen voz pública, ni siquiera para quejarse o peticionar a las autoridades en cosas mínimas como que no haya inflación (una decisión gubernamental), que las tasas de interés sean más bajas (una decisión gubernamental) o que se bajen los impuestos (una decisión gubernamental).

En LA PARTICIPACIÓN DEL CAMPO EN LA VIDA PÚBLICA ARGENTINA propuse que el campo integre los órganos colegiados de nuestra patria. Es válido no sólo para este sector sino para todos los desangelados. Propuse esta forma y no otra porque es la prevista en el artículo 1º de nuestra Constitución. Si alguien tiene otra forma, que lo diga.

Ahora bien. Si no hay proyecto estratégico de nación, todos seremos veletas al viento. Hay que tenerlo y ofrecérselo al país. Mejor que lo que hay va a ser.

Es lo que dan

Acá voy a la otra cara de la moneda. “Quienes gobiernan” en EEUU decidieron que no podían aguantar a Trump e hicieron trampa para gobernar ellos. Lograron lo que querían, gobernar. ¿Esto es lo que pueden dar? ¿Inflación, desasosiego, una nueva guerra?

Schwab es el vocero de “quienes gobiernan” en el mundo. Nos adelanta todas sus fantasías de lo que quieren para nosotros, como nuevos déspotas ilustrados. Pero cuando pasan a la acción con sus interventores elegidos desde jovencitos (“handpicked”), instruidos y aleccionados, no nos ofrecen un futuro venturoso. El proyecto estratégico para la civilización que tan pomposamente pretenden dirigir sólo da magros resultados. Me refiero no sólo a Biden sino a Trudeau, Macron, Rutte, Ardern, Morrison.

En el plano local “quienes gobiernan” sólo saben desaprovechar situaciones internacionales favorables que permitirían prosperidad, pleno empleo, buenos salarios para los trabajadores y buenos beneficios para las patronales. Una y otra vez. Porque el “proyecto”, en cualquiera de sus submarcas (K, PRO, CC, UCR) sólo nos trae retroceso, pobreza, precarización, baja de autoestima, humillaciones y desesperanza.

Futuro

Considero que estamos en una situación inmejorable. Las condiciones internacionales están a nuestro favor (competidores nuestros salieron momentáneamente del mercado) y porque “quienes gobiernan” han demostrado acabadamente en la Argentina y en el resto de Occidente que su deseo de poder no posee ninguna cualidad excepto esa: perdurar en el poder. No tiene nada para dar. Al menos no a nosotros, los comunes.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Jorge Castro. Perón y la globalización. Buenos Aires: Ed. Catálogos, 1999.

Jorge Castro. La visión estratégica de Juan Domingo Perón«. Buenos Aires; Ed. Distal, 2012.

 

Notas citadas

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

La participación del campo en la vida pública argentina

http://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html

Artículo publicado originalmente por Restaurar.org, el 30/04/2022, http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/es-lo-que-dan.html

VIVAMOS TODOS DEL CAMPO

Iris Speroni*

Estamos en un desequilibrio que espirala en forma caótica.

 

En enero 2020 la Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario, amablemente, publicó una nota donde urjo a las personas con intereses en la producción agropecuaria a: a) acercarse a la política —la polis, el lugar común donde se tratan los temas que nos atañen a todos—, b) leer el artículo primero de la Constitución Nacional, donde se establecen las reglas de juego para nuestra convivencia, y c) representar los intereses de sus familias donde corresponde, esto es, en los órganos colegiados de nuestra República.

¿Por qué? Porque el status quo está en manos de unas personas que creen que es su derecho vivir a costa de una parte de la sociedad, más precisamente, a costa de quienes producen bienes agropecuarios.

Antes de que salten los que ven a los trabajadores como el enemigo, aclaro. No. No me refiero a los beneficiarios de planes sociales. Ellos son sólo una parte de nuestros males y, en todos casos, son personas a las que la propia política les ha acotado su libertad de acción, esto es, su posibilidad de ganarse la vida con un trabajo en blanco y bien pago. Es una voz comprada al sólo efecto de ser silenciada.

Me refiero a todos aquellos que integran la coalición gobernante y han armado una serie de artilugios para apropiarse de dinero ajeno como: 1) la banca con su bola gigante de Letras del BCRA; 2) los proveedores del Estado; 3) el Club de la Obra Pública (Cámara Argentina de la Construcción); 4) el Club “Traigamos autos berretas y caros de Brasil” (ADEFA); 5) laboratorios de medicamentos proveedores de hospitales públicos, PAMI, Plan Nacional de Vacunación y Plan Nacional de Castración de Niños y Adolescentes [1] también conocidos como Big Pharma (Grandes Empresas Farmacéuticas); 6) empresas de servicios públicos (actualmente en manos de fondos de inversión que no son más que los administradores de patrimonios de políticos argentinos); 7) transportistas de pasajeros corta, media y larga distancia, también en manos de políticos; 8) las fundaciones y asociaciones civiles (mal llamadas ONG’s); 9) “industriales” que viven lloriqueando créditos a tasa real negativa y preferentemente no reembolsable, subsidios, aranceles preferenciales y, ahora, no pagar indemnizaciones al personal; 10) los mil y un kioskos para quedarse con el dinero público. 

Los que ejecutan la transferencia de riqueza desde las familias y las empresas al Estado y desde el Estado a todos los ya nombrados son los políticos. Como los montos involucrados son cada vez más grandes, la parte que piden los miembros de la “política” para ser los responsables operativos de la maniobra es, a su vez, cada vez mayor.

Así estamos en un desequilibrio que espirala en forma caótica.

A este esquema político y económico le doy el nombre de “VIVAMOS TODOS DEL CAMPO”. No se trata más que del viejo plan Prebisch (el que se aplicó en 1955). Raúl Prebisch ha sido ascendido a calidad de prócer por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Su concepción económica es la base del desarrollismo, del radicalismo (en cualquiera de sus versiones), de la incomprensible izquierda local (problemas de brújula), y post-Alianza, del kirchnerismo. Todo lo que regurgitan los supuestos economistas del Instituto Patria no es más ni menos que refritos de Prebisch. No debe extrañarnos, ya que sus ideas son el corazón ideológico de la CEPAL, del cual fue director, institución que abandonó para asumir como Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

Como verán, el plan “Vivamos todos del campo” ya cuenta con varios añitos. Es curioso como los antiperonistas endilgan al peronismo este plan que en su cara pública es más o menos así: “saquémosle dinero a los productores agropecuarios, total ganan demasiado dinero, y se lo damos a gente que quiera establecer una industria, o subsidiamos la energía eléctrica para abaratarle los costos a dichos industriales o para inventar empleo público que maquille el índice de desocupación”.

El plan es exitoso, por lo menos en lo más importante: perdurar. Sobrevive porque tiene una masa de beneficiados numerosa y porque los damnificados se quedan piolas en el molde mascullando bronca pero quietitos.

Esto no quiere decir que entre los beneficiados no haya reyertas internas (y/o peleas a sangre y fuego). Que la coalición gobernante esté en estado de ebullición permanente no impide mantener la voluntad de quitarle la rentabilidad al sector más productivo del país con el objeto de apropiársela.

¿Qué hacen los miembros de la coalición gobernante con ese dinero? Algunos la embolsan y la sacan del país. Si bien nunca les pasó nada en los últimos 70 años, siempre puede aparecer un juez codicioso y/o traidor que les embargue los bienes. Por eso desde funcionarios de tercera como Romina Picolotti o el secretario privado de Kirchner ponen su dinero en el exterior, hasta sindicalistas (Santamaría) y grandes popes de los grupos empresarios nombrados colocan parte de sus fortunas a resguardo de la justicia local.

No sólo es por miedo a una inexistente justicia. También porque el esquema económico que tan útil es para apropiarse de la rentabilidad del agro hace imposible que cualquier negocio legítimo sea rentable en la Argentina. O una cosa o la otra. Eligen, entonces, seguir como estamos.

La coalición gobernante podría dejar parte de la rentabilidad agropecuaria en el propio sector para que éste reinvierta, lo que provocaría un aumento de la producción y por lo tanto de las ganancias (¡más dinero para robar, muchachos!). Sería un ciclo beneficioso no sólo para los gobernantes sino para todo el país por la capacidad de reproducción de riqueza que genera. Pero el cambio que sugiero pone en riesgo la estabilidad de todo el esquema armado. ¿Qué pasaría si algunos miembros de la coalición gobernante se dieran cuenta que ganan más con una Argentina productiva en lugar de una parasitaria y deciden defeccionar? ¿Qué pasaría con los trabajadores del sector que con esta variación cobrarían mejores sueldos? O peor aún, ¿si los paganini levantan la cabeza y quieren decidir sobre los destinos del país? ¿Si la coalición gobernante entra en crisis y pone en riesgo todo el andamiaje?

Lo mejor es dejar todo como está, total la coalición está firme al frente del país y el proyecto “vivamos todos del campo” está fuerte y coleando.

Si tienen dudas de lo que digo, vamos a los hechos. Con una diferencia de cambio del 100% entre oficial y paralelo todo el 2021, (el BCRA se queda con la mitad de la cosecha y de las exportaciones de carne), con derechos de exportación e impuestos al cheque y a las ganancias e inmobiliario, la producción agropecuaria general aumentó respecto al año anterior. Por lo tanto, la coalición gobernante – siempre apoyada por los técnicos del FMI que sugieren una y otra vez aumentar los derechos aduaneros – domina el fino arte de esquilmar casi casi hasta rozar la piel.

El “establishment” prebisheano y el statu quo

Los defensores de la teoría prebischiana (desarrollistas-radicales-Plan Fénix-Instituto Patria-troskos – etc.) dirán que lo importante es industrializar, que los países fuertes no viven del campo y sí de la industria. Que el campo es riqueza primaria (y por lo tanto supuestamente sin valor, como si la riqueza no fuera riqueza venga de donde venga). Que lo que da trabajo es la industria. Estos argumentos los escuchamos miles de veces por décadas. En la actualidad los repiten todos los días en C5N, TN, IP, Diputados TV, Canal Nueve. En fin, todos. Diputados y senadores, no importa de qué facción de la coalición gobernante provengan, son fieles sacerdotes del culto prebisheano.

Sin embargo es todo mentira. La industria no es la única que da trabajo. El campo no es riqueza primaria porque necesita numerosos insumos que forman parte de un combo inescindible. No puedo hacer ganadería sin alambradas; por lo tanto necesito a Acindar. Para criar chanchos requiero obra civil. Para sembrar, semillas y fertilizantes. Camiones y vagones de FFCC para el transporte. Silos. Maquinaria.

Pensar en el sector agropecuario como una actividad económica primaria es tan retrógrado como el Plan Prebish. No es de extrañar. Esa clasificación la inventó un economista ruso-norteamericano (en realidad muy soviético), don Wassily Leontieff, 1906-1999. Creó su tabla de ingreso-producto basada en, ¡sorpresa!, Karl Marx, en 1931, su tabla dinámica en 1953 y recibió el premio Nobel en 1976. Son contemporáneos. Ambos, obviamente, deslumbran a todas las facetas ideológicas argentinas que son el soporte académico y propagandístico del Plan “Vivamos todos del campo”, más conocido como Plan Prebish / Fénix / Instituto Patria / Lavagna-de Mendiguren / UCR / desarrollismo.

Esta propaganda pro industrialismo anti agro también miente cuando dice que los países industrializados no pierden el tiempo con la producción de productos mal llamados primarios. Al pie daré las exportaciones de trigo, soja, maíz, carne vacuna, carne porcina, carne aviar, queso, almendras, nueces de EEUU, Canadá, Francia, Alemania. Países que bajo ningún concepto se pueden calificar de “economías primarias” [2].

Exportar carne de cerdo está bien para EEUU y Alemania. Acá es una actividad que se castiga, más allá de algún negociado con nombre y apellido para tratar de estafar a chinos (¡suerte con eso, campeones!). 

Plan Agropecuario – Futuro Posible

Lo que hay que hacer es fácil. Tipo de cambio alto, derechos aduaneros nulos o mínimos, impuesto a las ganancias en cabeza de las provincias. Riego y forestación en las zonas de secano (Andes, Patagonia, oeste de la Región Chaqueña), puertos sobre el Paraná, flota fluvial mercante, flota marina mercante, FFCC.

Llevar los rodeos: i) vacuno a 200 millones de cabezas, ii) ovino a 40 millones, iii) caprino a 10 millones, iv) porcino a 15 millones, v) equino como está o un poco más. Necesitamos para esto una fuerte inversión en frigoríficos y curtiembres en todo el país.

Aumentar la acuicultura en particular de moluscos (Tierra del Fuego y Santa Cruz) y pescados de agua dulce en las lagunas naturales o artificiales (diques). Conquistar el Mar Argentino.

Aumentar la producción de frutas secas, finas y tradicionales (pepita y cítricos), olivares, viñedos, forestación – para las próximas generaciones -, gusanos de seda, legumbres (muy bien conceptuadas en el exterior), maní y otros cultivos de secano de alto valor por tonelada como la alfalfa o el azafrán. En fin, las posibilidades son infinitas y podríamos exportar diez veces los volúmenes actuales. Todos tendríamos trabajo bien pago y viviríamos como reyes.

Pero no con los actuales gobernantes al frente de los destinos de la Nación.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

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Notas

[1] https://www.argentina.gob.ar/noticias/guia-de-atencion-de-la-salud-integral-de-personas-trans-travestis-y-no-binarias  https://bancos.salud.gob.ar/sites/default/files/2020-10/guia-salud-personas-trans-travestis-nobinarias.pdf  https://bancos.salud.gob.ar/sites/default/files/2021-06/2021-06-24-recomendaciones-para-la-atencion-integral-de-la-salud-de-nineces-adolescencias-ttnb.pdf 

[2] Exportaciones 2020.

 

Exportaciones de porotos de soja. EEUU 25,5 miles de millones de dólares.
Exportaciones de soja. EEUU 444 millones de dólares.
Exportaciones de trigo. Francia 535 millones de dólares, Canadá 2.280 millones de dólares, EEUU 1.040 millones de dólares.
Exportaciones de maíz. EEUU 9.720 millones de dólares.
Exportaciones de carne porcina. Dinamarca 3.210 millones de dólares, EEUU 5.880 millones de dólares, Alemania 4.870 millones de dólares.
Exportaciones de carne aviar. EEUU 3030 millones de dólares.
Exportaciones de carne vacuna. EEUU 3.290 millones de dólares.
Exportaciones de almendra. EEUU 3.540 millones de dólares.

Artículo publicado originalmente por Restaurar.org, el 16/04/2022, http://restaurarg.blogspot.com/2022/04/vivamos-todos-del-campo.html