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LA APERTURA DEL MAR ARGENTINO A BUQUES EXTRANJEROS QUIEBRE DE LA EMPRESA NACIONAL, EVASIÓN Y PÉRDIDA DE EMPLEOS

César Augusto Lerena*

Ningún país desarrollado en el mundo abre su mar a la explotación de sus recursos pesqueros por parte de buques extranjeros. Independientemente del acceso a recursos excedentes que refiere la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), solo Cuba, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Puerto Rico, la República Dominicana y los países africanos, que no tienen desarrollada su flota pesquera como la Argentina, admiten la captura extraña en la Zona Económica Exclusiva (ZEE); con el agregado de que los desembarcos de la captura puedan realizarse en cualquier puerto fuera del país y, con ello, se terminen el procesado de esas capturas en plantas industriales del país. A Estados Unidos, la Unión Europea, Japón o China no se le ocurriría semejante proyecto.

Muchos técnicos y diplomáticos del mundo dieron lugar a la CONVEMAR obteniendo el dominio y la jurisdicción de los Estados ribereños en la ZEE, precisamente, para administrar sus recursos económicos, pesqueros, generar industrias y empleo. Este proyecto tira por la borda este esfuerzo fenomenal de las empresas y trabajadores argentinos.

Por cierto, se tendrá menos certeza aún sobre qué, cómo y cuánto se captura sino desembarca en el país, con la consiguiente apropiación y evasión y no habrá más datos estadísticos que puedan asegurar la sostenibilidad de las especies. Este proyecto destruirá el esfuerzo de los investigadores para explotar sostenidamente los recursos pesqueros y también afectará la economía nacional.

El Capítulo XVIII Sección III de la Ley de “Bases y Puntos de partida para la Libertad de los Argentinos” respecto al Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922) abre el mar argentino y lo hace formalmente con autorizaciones y cuotas a los buques extranjeros y, con ello, no solo no cumplirá con ninguna de las premisas del gobierno de bajar el costo del Estado sino que además producirá una imprevisibilidad inadmisible en el sector pesquero que tiene una estructura industrial, una flota disponible y una plantilla de operarios, astilleros, etc., que dependen del principal bien de la actividad: el pescado.

La actividad pesquera tiene mucho que corregir y yo soy partidario de ello; pero esta reforma no atiende ninguno de los cambios centrales que podrían potenciar la actividad. Es posible que al sector se le pueda exigir más; aunque, es bueno decir que lo ya hecho se hizo, pese a los pésimos funcionarios del área, los crecientes costos internos y a las erráticas políticas de los gobiernos de turno.

Las empresas pesqueras en la Argentina y el mundo no son empresas constructoras que licitan una obra y luego de efectuada la misma se va. En la pesca hay una super estructura cimentada desde hace años con inversiones periódicas donde se explota integralmente la actividad y a su riesgo: captura los recursos (con su complejidad biológica, marítima y de seguridad); los industrializa en forma directa (con su complejidad por tratarse de recursos altamente perecederos); los exporta sin intermediarios (donde el mercado internacional fija el precio) y realiza sus operaciones con trabajo intensivo (con la problemática laboral). No hay otra actividad productiva en la Argentina que sobrelleve semejante complejidad.

La reforma que se propone es errónea, insuficiente y abre gravemente el mar argentino a buques extranjeros y, para facilitarlo, termina con la exigencia de que los tripulantes sean argentinos, en un país que sufre de desocupación.

Dentro de las reformas de esta ley ómnibus observamos:

Respecto al artículo 242º que reforma el artículo 7º de la Ley Federal de Pesca agrega la obligatoriedad de licitar las cuotas de captura anual”; lo cual es un procedimiento que la ley actual podría aplicar sin reforma alguna, por cuanto, como puede observarse en el citado artículo 7º original-reformado, dentro de las funciones de la Autoridad de Aplicación está la de “regular la explotación”, aunque elimina cuestiones muy importantes ―se trate de licitación o no― respecto a que la adjudicación debe estar referida a la “captura anual por buques, por especies, por zonas de pesca y por tipo de flota”; lo cual pareciera estar demostrando el desconocimiento de que hay reglas técnicas, biológicas y operativas internacionales y nacionales que están destinadas a asegurar la sostenibilidad de las especies. Basta ver las reglas de la Unión Europea para ello.

Respecto al Artículo 243º que reforma el artículo 9º de la Ley Federal de Pesca elimina la facultad del Consejo Federal Pesquero de “Aprobar los permisos de pesca comercial y experimental”; lo cual es absolutamente contradictorio a la reforma que se propone, donde se mantiene en el artículo 7º que, dentro de las funciones (inc. d) de la Autoridad de Aplicación está la de “emitir los permisos de pesca, previa autorización del Consejo Federal Pesquero”. Obviamente toda la pesca en el mar territorial o la ZEE Argentina, sea comercial o experimental, debe ser aprobada. Salvo que la intención sea ―directamente― liberar el mar argentino. Entiendo que no; pero, los efectos son los mismos.

Respecto al Artículo 244º que deroga el artículo 25º de la Ley Federal de Pesca que deja sin efectola obligatoriedad de descargar la producción de los buques pesqueros en muelles argentinos”. El autor parece desconocer los procedimientos habituales de captura y descarga y que la mayoría de la pesca ilegal, según la FAO y todos los institutos internacionales y nacionales especializados, deriva del transbordo en alta mar o, de la utilización de otros puertos que no están dentro de la jurisdicción del Estado ribereño. Ello, por supuesto, generará una fenomenal evasión jamás vista en la Argentina ni siquiera en la etapa que se autorizó “el plan barrido”. Por supuesto ello contradice las consignas de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Ley 24.543); el Acuerdo de Nueva York (Ley 25.290) y el Plan Rector del Puerto que promueve las Naciones Unidas y podría llevar a una importante reducción de los desembarques en la Argentina y la consecuente disminución de las exportaciones nacionales. ¿A quién le van a cobrar las retenciones? Por ejemplo, ¿a qué empresa radicada en la Argentina que le vende su producción a Brasil se le ocurriría desembarcar en puertos argentinos en lugar de desembarcar directamente en Brasil y no pagar retención alguna o que para evitar el 15% de estas retenciones que acaba de anunciar el gobierno las empresas desembarquen en Uruguay para evitar estos costos y otros. Esta decisión parece apuntar a facilitar la pesca con buques extranjeros y nosotros nos adelantamos a decir que, como ocurrió con la pesca en la ZEE con buques rusos, españoles y otros, aprobados por el Congreso de la Nación, se produjo un descontrol total, la utilización de buques mellizos y la depredación más grave que sufrió el caladero argentino.

Esta decisión hace caer una de las herramientas centrales para la lucha contra la pesca ilegal, el narcotráfico y el trabajo esclavo.

Respecto al Artículo 245º que reforma el artículo 26º de la Ley Federal de Pesca entendemos que este cambio será letal para industria que opera radicada en el país y para la industria naval argentina, además de atentar contra el trabajo nacional, cuando indica: “la autoridad de aplicación solo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques. Los permisos no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques”.

Esta reforma establece, además, que “los permisos tendrán como mínimo una duración de veinte (20) años”, lo que parece ignorar que el recurso pesquero es renovable pero agotable; sujeto a procesos biológicos referidos a las especies, al medio marino y al esfuerzo pesquero que realizan los buques en la ZEE, pero también en alta mar (donde la Argentina no tiene jurisdicción), ya que se trata de explotaciones que actúan sobre recursos de un mismo ecosistema. No se pueden otorgar permisos como “mínimo” de 20 años, porque es desconocer los fenómenos biológicos de la naturaleza y la periódica actualización de condiciones que podrían establecerse tanto en las “licitaciones” como cualquier otro sistema contractual de concesión.

Esta reforma deja de manifiesto la vocación de ignorar el esfuerzo de las empresas nacionales o extranjeras radicadas en el territorio nacional que han consolidado esta actividad desde hace más de 50 años, donde en muchos casos se trata de sociedades familiares, de tercera generación, que comenzaron su actividad pesquera en pequeñas lanchas amarillas, vendiendo sus productos en el mercado central y hoy tienen importantes flotas pesqueras, plantas industriales y ocupan un importante número de trabajadores; además de exportar a los mercados más exigentes del mundo, pese a la situación macroeconómica nacional y la incapacidad reiterada de los gobiernos.

Es verdaderamente asombroso que retrotrayéndonos al siglo XIX, un gobierno no promueva la construcción de buques en el país (que en el exterior está subsidiada); que despreocupado por la desocupación nacional no exija que los buques empleen mano de obra nacional especializada, que la Argentina está en condiciones de proveer. Que no se considere importante la antigüedad de los buques, que ha sido el motivo de decenas de naufragios (en los últimos 15 años los buques “Jesús del Camino”, “Santa Lucía”, “Atlántida”, “Unión”, “San Jorge I”, “San Antonino” y “Repunte”) con la consecuente pérdida humana; aparte que la modernidad hace a la operatividad más eficiente y menos contaminante; que se deseche la promoción de procesar en plantas industrias que permite una mayor demanda de operarios; que no se exija el mayor valor agregado al producto final, lo que significa regalarles a los países importadores la transformación y la mano de obra argentina. Un verdadero desconocimiento de la actividad y de sus efectos y la “limpieza de exigencias” que deja en evidencia la intencionalidad del gobierno de abrir el mar argentino a buques extranjeros, cuestión que se consolida en el artículo siguiente.

Respecto al Artículo 246º que reforma el artículo 27º de la Ley Federal de Pesca. Esta reforma precisa que las capturas se asignarán mediante un “sistema de licitaciones internacionales, a quién aporte el mayor arancel para la captura determinada” y agrega: “el porcentaje que fijará el Consejo Federal Pesquero a efectos de evitar concentraciones monopólicas indeseadas”. Y remata “En la primera licitación de especies que han sido cuotificadas con anterioridad a noviembre de 2023 se deberá crear un sistema de preferencia. Las empresas que ya tienen cuota asignada tendrán una preferencia que les permitirá obtener hasta la mitad de la cuota que tenían al mayor precio ofrecido en la licitación”. Bueno, contaremos hasta diez, si no fuera una cuestión seria y estuviera el autor cursando el secundario, le diríamos te vas a marzo directo.

El autor ―perdón no queremos ser agresivos― no tiene la más pálida idea de cómo desarrolla sus actividades una empresa pesquera, pero tampoco conocimientos gerenciales y económicos, de cómo una empresa elabora su presupuesto anual. Sepa el autor: el principal recurso de una empresa pesquera es “el pescado”. Sin pescado no hay empresa, no hay buques, no hay industria, no hay trabajadores, no hay exportaciones o consumo interno, no hay desarrollo poblacional y, por supuesto, se despoblaría aún más la Patagonia. Sabe ese autor que ese “pescado” ha sostenido a cientos de empresas nacionales y extranjeras y dado sustento directo a miles de trabajadores, en un marco de libre competencia con el mundo.

Según el proyecto de reforma habrá muchos buques extranjeros en el mar argentino, con tripulantes extranjeros, sin necesidad de desembarcar sus productos en los puertos argentinos: no más pesca ilegal, a la que le pondremos “el sello de pesca legal” y no más empresas radicadas en Argentina. De exportadores pasaremos a importadores.

Conocemos en detalle lo que pasa en Latinoamérica y en la Unión Europea. No existe viabilidad para iniciativas de este tipo en ninguna parte del mundo. Nadie regala sus recursos, mucho menos cuando las empresas radicadas en el país tienen capacidad para explotar el recurso, como dijimos, en condiciones muy desfavorables.

Dice el proyecto que las cuotas se otorgarán “a quién aporte el mayor arancel para la captura determinada”. ¿Sabe el autor que toda la flota que opera a distancia lo hace en forma subsidiada y con trabajo esclavo? Los países desarrollados vienen por nuestras proteínas y en muchos casos operan a pérdida. Los valores ofertados pueden, incluso, ser absurdos, porque, por ejemplo, los buques chinos son del Estado (un régimen que criticó el Presidente de la Nación) y no se trata de valores, se trata de hacerse de toda la proteína posible para alimentar a sus poblaciones.

Este camino no tiene vuelta atrás. Se tirará por la borda 50 años de esfuerzo en una disciplina que se inició en la Argentina con el aporte físico, intelectual y material de cientos de italianos, españoles, belgas y en los últimos años de empresas nacionales y extranjeras.

Refiere el autor que “Las empresas que ya tienen cuota asignada tendrán una preferencia que les permitirá obtener hasta la mitad de la cuota que tenían al mayor precio ofrecido en la licitación”. O sea, el empresario desguaza la mitad de los barcos o los malvende a la empresa extranjera que pretende pescar en la Argentina; apaga la mitad de las cámaras; da de baja la mitad de sus empleados y comunica a los compradores del mundo que no va a poder cumplir con las compras pautadas; pese a haber cumplido con un mercado exigente desde los inicios de su actividad. Y luego, con el precio mayor ofrecido por la mitad de la cuota operará hasta quebrar porque su ecuación no cierra, ¿quién es el autor de este engendro?

Y cómo va lograr que se “evite la concentración indeseada” cuando las descargas podrán ser efectuadas en cualquier puerto del mundo y la Argentina no tiene ni tuvo nunca capacidad o voluntad de control del extenso mar argentino y menos aún de las especies que migran a alta mar. Vamos al descontrol total del mar argentino, a la depredación hasta el agotamiento del recurso y a naturalizar la pesca ilegal.

Respecto al Artículo 247º que reforma el artículo 27º bis (Artículo 1º Ley 26.386) de la Ley Federal de Pesca el autor considera viable que las empresas pesqueras radicadas en la Argentina, también lo podrán hacer en el área Malvinas, directamente o a través de subsidiarias, etc., sin que ello implique ninguna acción por parte de la Autoridad de Aplicación. Formalizan el incumplimiento sostenido de la ley 26.386.

Respecto al Artículo 248º que reforma el artículo 28º de la Ley Federal de Pesca está en línea con el artículo 247º citado.

Respecto al Artículo 249º que reforma el artículo 29º de la Ley Federal de Pesca indica que “El derecho de extracción a pagar por quienes hayan sido adjudicatarios en las licitaciones de cupos de pesca será definido en dicho proceso licitatorio y no podrán ser modificados”. Esto favorecerá a las empresas extranjeras que liciten por las cuotas e igualmente a las empresas nacionales. Ahora, al no haber establecido un presupuesto para la administración, investigación y control y, frente a la altísima inflación que sufre la Argentina, podría darse que las recaudaciones en materia de derechos de captura no alcancen para sostener los servicios básicos de la actividad.

No olvidemos que pudiendo realizarse los desembarcos en cualquier puerto extraño, no habrá forma de cobrarle retenciones. Nosotros, por el contrario, sostenemos que las retenciones deben eliminarse y las empresas deben autofinanciar la administración, la investigación y control, participando en la elaboración de presupuesto.  

Respecto al Artículo 250º que reforma el artículo 34º de la Ley Federal de Pesca abre la libre importación de buques extranjeros de países que subsidian la construcción y tienen bajas tasas de fomento. No se diseñan iguales políticas para que la industria naval argentina pueda competir en similares condiciones. Por cierto, esto terminará con la industria naval nacional. También se elimina la exigencia de que la construcción de un buque debe hacerse luego de obtener el permiso y ello es central porque el recurso está sujeto a la determinación de la Captura Máxima Sostenible de modo de no agotarlo.

Respecto al Artículo 251º que reforma el artículo 36º de la Ley Federal de Pesca a primera vista no parece que el cambio sea sustancial, salvo que está afectado por la reforma del artículo 27º.

Respecto al Artículo 252º que deroga el artículo 40º de la Ley Federal de Pesca ataca directamente la exigencia de usar en las embarcaciones personal argentino y es evidente: es otra medida para facilitar el ingreso en la ZEE de buques extranjeros, pese a que el propio artículo 40º original ya preveía que “en ningún caso podrán dificultar la operatoria normal de los buques pesqueros, quedando facultado el Consejo Federal Pesquero para dictar las normas necesarias para cumplir esta disposición”

Respecto al Artículo 253º en este se indica que Se respetarán y serán válidos los permisos, autorizaciones de pesca y cuotas ya otorgadas mediante la Ley Nº 24.922 hasta su vencimiento”; lo cual, diremos, es puro marketing, ya que el autor debería saber, que las cuotas deben renegociarse en pocos días: 2024.

Ahora, la culpa no solo la tiene el chancho, sino también quien le da de comer: La industria debería haber promovido una modernización de una ley que ya tiene 26 años.

La Argentina no necesita recursos económicos del Estado para financiar la actividad pesquera; pero tampoco se le deberían agregar retenciones no previstas al momento de concesionar la explotación, quitándole rentabilidad; dificultando reinversiones; impidiendo mantenimiento y reposición de buques y plantas industriales; el desarrollo poblacional e industrial en áreas desfavorables o generación de nuevos empleos.

Abrir permisos, cuotas y autorizaciones a buques extranjeras en la ZEE es de un país sin proyecto. Incapaz de explotar sus propios recursos y la Argentina no lo es. Ha competido en el mundo hasta hoy, con este proyecto no sé si lo seguirá haciendo.

De la soberanía marítima, un área más amplia que el territorio continental no hablamos. De Malvinas, la Antártida, el acceso a los océanos Pacífico e Índico; de la pesca ilegal que se apropian británicos, chinos, españoles, coreanos, taiwaneses, etc. no hablamos por ahí nos dicen: “No hay plata”.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado. Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana (CESPEL). Presidente de la Fundación Agustina Lerena. Web: cesarlerena.com.ar  

 

CANTOS DE SIRENAS

Iris Speroni*

«Ulises y las sirenas», óleo, Léon Auguste Belly.

 

En Argentina hay grupos que medran a costa tanto de ciudadanos de a pie como de otros empresarios.

Los ganadores gozan de alto nivel de organización, eficiencia en su lobby y llegada a los centros de decisión política.

El abuso de las corporaciones organizadas se hace relativamente fácil debido al nivel de atomización y ausencia de coordinación político-corporativa de los sometidos.

La enumeración de abusados (más o menos) la reflejé en EL CLUB DE LOS PERDEDORES.

Un país desinvertido

El problema de fondo de la Argentina, a mi entender, es la ausencia de inversión, verdadero origen de nuestros males.

Quienes producen la mayor cantidad de riqueza en nuestro país se quedan con el mínimo de su producido, cuando no es que se comen su capital. Toda su rentabilidad la transfieren a los estados municipales, provinciales o nacional.

El Estado, a su vez, transfiere ese dinero a patronales bien organizadas y con lobby eficiente.

La verdadera razón por la que el país se empobrece es porque los réditos no son reinvertidos en la producción y por lo tanto la misma no crece.

La cadena de causalidad sería: 1) no hay reinversión de las ganancias, 2) la producción no crece, 3) el PBI está estancado y el PBI per cápita baja, 4) somos cada vez más pobres.

Lo que empieza con una brecha cambiaria y un derecho de exportación que le quita la rentabilidad a un productor de arroz en Santa Fe termina en malos sueldos para los enfermeros del Hospital Posadas. Poder unir causa y efecto de esos dos eventos es todo un desafío comunicacional, pero no imposible.

Los ganadores, los que reciben año tras año toda la riqueza que otros producen, son los que sumen al país en la pobreza, la tristeza, la desesperanza y una inestabilidad intrínseca, porque todo se siente, cíclicamente, a punto de explotar, más allá de paliativos aplicados. 

Los ganadores, desde 1983 a la fecha, son siempre los mismos: la banca, la UIA, la Cámara Argentina de la Construcción, los concesionarios de empresas públicas o de rutas, las terminales automotrices, los ensambladores de partes importadas (en Tierra del Fuego o de motos en el resto del país), importadores en general, farmacéuticas, y probablemente haya otros más.

En Argentina puede haber alternancia de partidos políticos. Lo que no hay es alternancia de los ganadores del sistema.

Ahí radica el cansancio. Nunca hay un respiro para el pueblo.

Los que producen riqueza no la invierten porque se la quitan vía impuestos, inflación o diferencia de tipo de cambio (un trabajador que no tiene excedentes para hacerse su casa, un comerciante que no puede aumentar sus inventarios, un productor que no renueva maquinaria o no siembra pasturas).

Quienes se apoderan de ella, la atesoran en lugar de invertir. Porque sus actividades dependen del favor estatal y por lo tanto son inestables, o bien porque lo ponen a resguardo de un eventual embargo judicial. Ejemplo: la condena a Lascurain, ex presidente de la UIA, por fraude al Estado, impartida por Tribunal Oral (sentencia no definitiva).

Los ganadores han puesto funcionarios desde hace décadas. Eligen a las autoridades del BCRA, economía, producción, financian carreras de legisladores, etc.

El paroxismo se alcanzó estos últimos meses, cuando los ganadores colocaron a Massa al frente del ministerio de Economía y abrieron todas las tranqueras. Mayor brecha cambiaria (que empobrece al interior y concentra la riqueza en Capital Federal), dinero sin fin a importadores, condonación de deudas a concesionarios públicos, canjes de bonos, BCRA con pasivos remunerados a tasas de tres dígitos. Descontrol. Hÿbris.

La contrapartida fue un galopante impuesto inflacionario que sufrió toda la población, un parate de la actividad económica y un golpe durísimo al campo, agravado por la sequía.

No son los ciudadanos enojados quienes imprimen inestabilidad política al país; no es el movimiento sindical organizado; no son los productores agropecuarios, ni las cámaras de comerciantes de Paso de los Libres. No. La inestabilidad argentina la producen los ganadores. EQUILIBRIO INESTABLE.

Una vuelta de hoja

Pasó lo inesperado: los perdedores (CLUB DE LOS PERDEDORES) se organizaron. Los bomberos, comerciantes, canillitas, productores agropecuarios, transportistas, vendedores de choripán de Morón, jugadores de rugby en clubes franceses, los mecánicos de Lanús, los jornaleros de Río Negro, los policías de Corrientes, los remiseros de General Pico y las dependientes de panadería de La Rioja Capital votaron Milei-Villarruel. El cisne negro. El error en la matrix.

Podríamos haber votado a Bregman tranquilamente. Pero las quejas del trotskismo son vagas. “El sistema”. “El capitalismo”. No sonó decidida a acabar con este yugo.

En cambio la descripción que hizo Javier Milei en campaña fue concreta y puntual: las LELIQs (la banca), los importadores que compran a $ 350 los dólares (las farmacéuticas, terminales automotrices, armadores de productos importados, los galpones de TdF), el Club de la Obra Pública alias Cámara Argentina de la Construcción, la UIA, los funcionarios públicos con altos sueldos, a todos los aunó como sanguijuelas del esfuerzo de los argentinos y los denominó “la casta”. Todos entendimos. Todos lo sabíamos de antes, pero no teníamos un medio para expresarnos. Finalmente lo hubo.

¿Cuál era la promesa implícita en este contrato electoral? Todos aquellos con poder atomizado, que trabajan pero no tienen un lobby atrás que defienda sus intereses o al menos que lo haga en forma eficiente, finalmente lograrían una voz: el representante de la gente de bien. ¿Quién es la gente de bien sino quienes se ganan su pan con su trabajo?

El pueblo argentino es un caballo exhausto. Años de tirar del carro, malnutrido y que, además, envejece.

Lo único que queremos es que se dé vuelta la taba. Aunque más no sea por un ratito que nos permita descansar para luego seguir. (Recomiendo “El sueño de los héroes” de Adolfo Bioy Casares).

El canto de sirenas

Ahora bien, la dupla Milei-Villarruel ya ganó. Ya asumieron. ¿Cuál es el gran desafío que enfrenta el presidente, en su carácter no sólo de primer magistrado sino de principal economista?: Los cantos de sirenas.

Todos aquellos que han ganado fortunas en estos años, no quieren parar. Todos aquellos que, como dijo Cristina Fernández: “Conmigo se la llevaron en pala”, quieren seguir.

Todos los ganadores tienen:

    • dinero (el tesoro acumulado) que les permite comprar voluntades, periodistas, influyentes, etc.
    • organizaciones eficientes y profesionales de lobby,
    • red de contactos privados y públicos, locales y en el exterior,
    • experiencia (después de todo gobiernan desde hace décadas),
    • mucho que perder.

Enfrente tienen ciudadanos que su energía se agotó el día de la votación. No hay energía excedente para organizarse y dar pelea, por ejemplo, contra el lobby automotriz o contra los bancos. Simplemente, no hay ni organización, ni dinero, ni fuerzas.

Todos los ganadores tratarán de marear al Presidente con lisonjas. Ofrecerán funcionarios “que la tienen clara y tienen experiencia”, los curros “no se pueden desarmar porque caso contrario estalla el universo”. Intentarán halagar y llenar de oropeles (recordemos todos los doctorados honoris causa que recibió Alfonsín en su momento, mientras reconocía la deuda heredada de la dictadura militar sin revisión alguna).

La serpiente en el Edén, Expulsión del Paraíso, Miguel Ángel Buonarroti.

Es la serpiente en el paraíso. En este caso la casta (ex funcionarios K, la banca, todas las cámaras empresariales enumeradas) es quien susurrará consejos.

Deseo de corazón que el Presidente sepa poner cera en sus oídos. Entendemos que debe ser muy difícil.

El Presidente invocó, al jurar por la Constitución Nacional, la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia. Que las fuerzas del cielo le sirvan para ser indiferente a los cantos de sirenas y para proteger el derecho a ganarse el pan de las 14.554.560 voluntades que lo designaron como defensor de sus derechos constitucionales a trabajar y a tener un trato impositivo justo. Terrible responsabilidad sobre sus hombros.

El pueblo supo votar. Ahora pedimos a Dios que le dé templanza al Presidente.

Lo único que deseamos es que, aunque más no sea por un rato, sea otro el que tire del carro.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas relacionadas

El Club de los Perdedores, 2020.

https://restaurarg.blogspot.com/2020/02/el-club-de-los-perdedores.html

Equilibrio inestable, 2019.

https://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

Gente de bien, 2023.

https://restaurarg.blogspot.com/2023/12/gente-de-bien.html

 

* Artículo publicado el 16/12/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/12/cantos-de-sirenas.html.

REBELIÓN INTERIOR

Iris Speroni*

Contra este expolio, contra el statu quo, votó el interior del país

 

El domingo 19 de noviembre de 2023 ganó la fórmula Milei-Villarruel, en casi todas las provincias argentinas y en el interior de la provincia de Buenos Aires.

Aun así, el oficialismo, obtuvo casi once millones quinientos mil votos, el 44,3% del total. Nada mal por parte de quienes nos someten a una inflación galopante. Resulta llamativo luego de un desastroso manejo de la cosa pública, lo cual se hace más evidente si se lo compara con la senda de estabilidad y crecimiento de nuestros vecinos Paraguay, Uruguay y Brasil.

Si bien los votos de la fórmula ganadora provinieron de todo el país, de las zonas rurales y urbanas por igual (*) es en el interior que depende directa e indirectamente del campo donde la diferencia ha sido abrumadora. 

A continuación intentaré entender las razones por las cuales millones de compatriotas desde Jujuy a Tierra del Fuego, desde Entre Ríos a Mendoza, decidieron apostar a lo que, finalmente, no es más que una incógnita.

Mi hipótesis es que la población, votó en contra del oficialismo y eligió a la fórmula opositora para notificar ―cual carta documento― su profundo rechazo al expolio al cual son (somos) sujetos por parte de una banda criminal formada por funcionarios públicos y pseudoempresarios asociados (**).

¿Por qué el interior?

En varios distritos del interior de la provincia de Córdoba, la fórmula Milei-Villarruel obtuvo más que el 70% de los votos (76,7% en Juárez Celman, 77% en Río Primero). Ganó en Chubut, con un 66% en Gaiman. Obtuvo el 58% de los votos de Santa Cruz. La fórmula ganadora hizo campaña prometiendo acabar con el curro de los ensambladores de Tierra del Fuego. Aun así obtuvo el 53% de los votos, lo que demuestra que hace tiempo que los ingresos de la población local tienen otro origen que ese desastroso fraude que ya lleva décadas. En Entre Ríos el triunfo fue por el 61% con picos en Diamante (69,8%) y Federación (66%).

Podría ir provincia por provincia, donde se percibe el mismo fenómeno: localidades donde dos tercios votaron a la oposición. Guarismos propios de Putin hoy o de Perón en 1973.

¿Por qué?

En la Argentina existe un plan económico, que lleva años de funcionamiento ―el statu quo― al que denomino “Vivamos todos del campo”.

Esto provoca una gigantesca transferencia de recursos desde el interior del país al gobierno federal primero y desde el gobierno federal a los amigos de siempre después. El estado federal recauda impuestos (AFIP), tasas aduaneras (Aduana) y diferencial de tipo de cambio (BCRA).

Sobre cuánto dinero se le quita a las provincias he escrito en varias oportunidades, en cuanto el monto en general y en cuánto a cada provincia en particular. Algunos ejemplos acá y el listado completo al pie

Ese dinero lo distribuye a los “amigos”, los cuales una parte se la quedan y otra se la dan a funcionarios venales (***).

¿Cuáles son las consecuencias macroeconómicas de estas estafas? (****)

Vamos a las consecuencias.

En primer lugar, no hay reinversión en las actividades productivas y superavitarias que le entregan el dinero al gobierno federal. Lo que ha hecho la élite gobernante es quitarle el combustible a la locomotora de la economía argentina.

Los productores de maní que de sus mil millones de dólares de exportación le entregaron quinientos millones de dólares al BCRA en el 2022 (ídem productores de té de Misiones o productores de cerezas Santa Cruz o arroz de Corrientes o ganaderos de todo el país o tamberos a los que las usinas les pagan monedas…), todos ellos han sido privados de reinvertir en su negocio, pagarle bien a sus proveedores y trabajadores. O invertir en capital de soporte: en su propio negocio (silos, frigoríficos) o comprar una concesión de FFCC, o barcazas para el Paraná o buques de ultramar para llevar la cosecha o ser accionistas de YPF para garantizarse el gasoil para la próxima cosecha, o instalar plantas de fertilizantes. Con plata en la mano, las ideas son infinitas.

Repercute en el interior:

    1. Trabaja a costo sin margen.
    2. Al no tener margen no hay reinversión o ésta es muy baja.
    3. Esto hace que el sector no crezca o lo haga muy poco y que no crezcan los puestos de trabajo y el sector no ofrezca buenos salarios.
    4. Al quedar la mitad del precio del producto en el BCRA, se le paga menos a toda la cadena. Cofco o Cargill o YPF Agro, le paga la mitad a los acopios, que le pagan la mitad a los productores, quienes pagan poco a transportistas, empleados y fertilizan poco sus sueldos (hasta el punto de deteriorarlos), no invierten en maquinaria agrícola (subcontratan) y pagan bajos impuestos locales.
    5. En resumen, no se reinvierte en la actividad con mayor margen del país, con la consiguiente pérdida potencial de puestos de trabajo, malos sueldos y empobrecimiento en general. (Ej.: el comercio de ropa local vende menos y productos de mala calidad de lo que podría vender en cantidad y calidad si la población tuviera mejores salarios y se duplicara la actividad de cosecha, frigoríficos, tambos, etc.).
    6. Al no reinvertir, el PBI no crece, somos cada vez más pobres porque el PBI per cápita decrece. El contraste con Brasil, Uruguay y Paraguay es muy violento. Uruguay exporta carne de oveja, nosotros no. Paraguay exporta carne de cerdo, nosotros no; y así.

Este expolio del gobierno central ha sido explicado bastante bien por Schiaretti en el debate presidencial.

El gobierno kirchnerista-macrista-fernandista ha sido el más unitario de toda la historia de la Argentina. Listado de notas sobre unitarismo al pie.

Aclaro que la provincia más afectada de todas es la Provincia de Buenos Aires. De ahí la necesidad de que los gobiernos unitarios coloquen interventores provinciales en lugar de gobernadores. Caso de Scioli-Vidal-Kicillof.

¿Qué pasa con todo ese dinero que se le saca al interior?

Como ya dije, lo recauda el gobierno central vía AFIP, Aduana y BCRA.

Luego lo reparte. Partidas para Sigman, para los colectivos, las distribuidoras de electricidad, las rutas concesionadas, “obras públicas”, personal sobreabundante, subsidios directos. A algunos se les da millones de dólares. A otros la tarjeta ALIMENTAR. Los pequeños beneficios son fáciles de explicar: pretenden que sean su soporte electoral; ese dinero la gente lo gasta en el almacén. Lo más interesante es el dinero a los grandes “empresaurios”.

¿Qué sucede cuando se le paga a una empresa constructora el triple del valor de la obra? Es un ejemplo como cualquier otro. Podríamos decir lo mismo con la compra de vacunas o las empresas que ensamblan motocicletas o cualquier cosa.

Fácil, quedan rendimientos excepcionales. Se gasta un tercio de lo percibido en la realización de la obra, se da dinero de soborno y el resto sobra. Son dividendos. Con ese dinero se compran dólares y se depositan en el exterior. Nunca montar empresas productivas. Nunca una hilandería. Nunca reinvertir en Argentina.

Así describí la fuga de capitales que, paradójicamente, denunciaba cínicamente Cristina Fernández. Expliqué con lujo de detalles ―perdón si aburrí― cómo los 500 millones de dólares que el gobierno le robó en 2022 al complejo exportador de maní cordobés terminaron en una cuenta en un paraíso fiscal a nombre de proveedores del estado y funcionarios públicos. El dinero es fungible. Son los millones de dólares de todo el interior (44.223 millones en el 2022) que terminaron en manos de banqueros (no más de diez), laboratorios medicinales, empresas constructoras, concesionarios públicos, proveedores del estado, funcionarios corruptos.

Contra este expolio, contra el statu quo, votó el interior del país. El interior quiere quedarse con el fruto de su trabajo. Prosperar. No tener que ir a vivir a una villa miseria en José C. Paz. Como bien explicó Juan Martín Perkins: votaron igual los trabajadores y el empleador.

Es una coalición que rara vez se da en la historia argentina. Se dio en 1946. Se dio en 1973. Antes no se votaba de igual manera, pero fue la coalición que soportó a Julio Argentino Roca.

Esperemos que las nuevas autoridades lean correctamente el cambio de época y las expectativas de sus votantes.

Ahora mi opinión: Urge cortar este expolio para que los que hacen cosas reinviertan en su negocio. Los maniseros en su maní, la panadería de Azul (PBA) en su local, que los productores sean dueños de su maquinaria agrícola, fertilizar los suelos, duplicar o triplicar la cantidad de frigoríficos, no sólo de vacunos sino de porcinos, ovinos, caprinos y aviar, que la dependiente de la tienda de Azul pueda comprar cortinas o poner el adelanto para comprar un terreno, los arroceros de Entre Ríos en bombas de agua. Lo más importante, que se reinvierta en la infraestructura esencial para el negocio: FFCC de carga, puertos, buques y barcazas, acopios, silos. Todo esto, como verán, son puestos de trabajo. El objetivo: que el productor local cobre igual que un productor de EEUU y que pague a sus trabajadores los mismos salarios (un peón de un criadero de cerdos cobra allá 34.000 dólares por año).

¿Lo hará el nuevo gobierno? No sabemos.

El mandato lo tiene. Fuerte y claro.

https://twitter.com/i/status/1725590733912965475 

Setecientas mil personas participaron de la Procesión de la Virgen del Milagro, en Salta, 2023.

Ni la Televisión Pública (ex Canal 7, ex ATC), ni los canales privados, cubrieron este enorme acto popular.

La “intelligentzia” rivadaviana porteña muy responsable del desprecio hacia los pueblos del interior de la Patria. Les roban y les desprecian.

 

Otro sí digo:

La élite gobernante tiene una suerte inmerecida. La población argentina decidió acabar con el status quo que la empobrece en forma pacífica, mediante las herramientas institucionales a su mano.

Podrían haber decidido colgarlos de faroles, pero los abusadores son gente de suerte.

Sepan aprovechar esta advertencia en lugar de buscar las formas de sortear la voluntad popular para volver a las andadas.

Por el bien de todos.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

(*) Un millón en capital federal, ciento sesenta mil en Lomas de Zamora ciento cuarenta mil en Almirante Brown, cuatrocientos treinta mil en Rosario.

(**) Por ejemplo, por el Tribunal Oral que condenó por fraude al estado a Lascurain, miembro de la CAC y ex-presidente (dos mandatos) de la UIA. No son mitos urbanos, sino verdad verdadera, toda vez que los fallos judiciales de la justicia penal son considerados verdad indiscutible. Aclaro que la condena a Lascurain puede ser revertida por la Casación, por lo cual no es fallo firme.

(***) Existen miles de casos de esta operatoria, pero me detendré en una, que ejemplifica casos similares con cualquier proveedor o concesionario estatal (farmacéuticas, bancos, constructores). Ejemplo: El gobierno de Kirchner, y luego el de Cristina Fernández, en ambos casos a través de De Vido, le dieron dinero a concesionarias de ferrocarriles para que hagan obras. Éstas, en lugar de hacerlas, se guardaban el dinero. Esto es: un fraude al estado. De ese dinero, una parte se lo quedaban y otra se lo daban a los funcionarios corruptos. Las empresas eran Roggio, Macri padre y Cirigliano (testaferro de Macri). Esto fue expuesto por el estrago de Once, y sólo cayó preso Cirigliano y algunos funcionarios. A pesar de ser hecha pública la maniobra (el método, el camino del dinero), no se investigó a las otras empresas (Roggio y Macri padre). Esto fue posible por la connivencia de los sindicatos, a los que, para comprar su silencio, se les habilitó un fraude marginal. Las empresas contrataban personal a una empresa, con salarios de convenio y dicha empresa les pagaba a los trabajadores el salario mínimo. Verdadera plusvalía. Esa empresa “colocadora de personal” era propiedad de sindicalistas. En este caso, Pedraza. Una protesta de los trabajadores que reclamaban su salario pleno, fue reprimida por patovicas a las órdenes de Pedraza, que terminó con la muerte de un muchacho y la cárcel para Pedraza. El sindicalista “Pollo” Sobrero denunció la operatoria en todos los ámbitos: organismos de contralor, secretaría de transporte, Justicia. Sus denuncias fueron auditadas y halladas ciertas por la Auditoría General de la Nación. Esto le costó al Sr. Sobrero que le metieran preso por causas armadas, ante la absoluta indiferencia de la casta política. 

(***) Es lo que enseñan en todas las facultades del país, públicas y privadas, con la excepción ―tal vez― de UCEMA. Es lo que se enseña en el CBC y en los secundarios. De ahí derivan perversiones como la “sustitución de importaciones” y otras lacras.

(****) Los fraudes por mayores o menores montos se repiten en todas las agencias del Estado y en todos los ministerios.

 

Notas relacionadas

El plan económico vigente:

La participación del campo en la vida pública argentina

Https://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html 

El expolio al interior por la diferencia de tipo de cambio:

  1. El tamaño del botín Https://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-tamano-del-botin.html
  1. Santa Fe https://restaurarg.blogspot.com/2023/07/santa-fe.html
  2. Mesopotamia https://restaurarg.blogspot.com/2021/11/mesopotamia.html
  3. Exportaciones NOA https://restaurarg.blogspot.com/2021/03/exportaciones-noa.html
  4. Región Pampeana https://restaurarg.blogspot.com/2021/02/region-pampeana.html
  5. Cuyo https://restaurarg.blogspot.com/2021/04/cuyo.html
  6. Zanahoria https://restaurarg.blogspot.com/2021/06/zanahoria.html
  7. El botín del BCRA provincia por provincia 2021 https://restaurarg.blogspot.com/2022/04/el-botin-del-bcra-provincia-por.html
  8. Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis https://restaurarg.blogspot.com/2021/05/carne-y-el-valor-del-salario-episodio.html
  9. La industria y el tipo de cambio https://restaurarg.blogspot.com/2021/03/la-industria-y-el-tipo-de-cambio.html
  10. Precio pleno, Https://restaurarg.blogspot.com/2020/02/precio-pleno.html

El unitarismo del régimen:

  1. Unitarismo del siglo XXI
    https://iris-speroni.blogspot.com/2019/02/unitarismo-siglo-xxi.html
  2. Entrevista en Radio Nacional Neuquén – Unitarismo
    https://iris-speroni.blogspot.com/2019/02/entrevista-en-radio-nacional-neuquen.html
  3. Überunitario https://restaurarg.blogspot.com/2021/06/uber-unitario.html
  4. Federalismo https://restaurarg.blogspot.com/2020/11/federalismo.html
  5. Federales y unitarios https://restaurarg.blogspot.com/2022/09/federales-y-unitarios.html
  6. Unitarismo 2.0 https://restaurarg.blogspot.com/2021/07/unitarismo-20.html
  7. De vuelta al pago. “¿Cuál es la principal razón por la cual las personas no pueden ganarse el sustento en el interior?”
    Https://restaurarg.blogspot.com/2020/12/de-vuelta-al-pago.html  

 

Artículo publicado el 25/11/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/11/rebelion-interior.html.