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LOS BRICS Y LA ARGENTINA

Iris Speroni*

Ilustración: Yuri Laptev

Amigos de todos, casados con nadie.

Este artículo es una continuación de UNA VENTANA AL MUNDO; 2022: EL AÑO EN QUE NO VIVIMOS EN PELIGRO e IMPERIO AUSTRAL. No es imprescindible haberlos leído previamente.

Nuestro Comercio Internacional

Durante el año 2022 la Argentina exportó por U$D 88.446 millones, pico histórico desde 1810 a hoy. El presente año 2023 debería ser para los argentinos uno de prosperidad y festejo.

La continuación económica del Campeonato Mundial de Fútbol.

No.

Deberíamos estar todos gozando un veranito de buenos ingresos.

No.

En su lugar sufrimos inflación, desempleo, sueldos de U$D 200 mensuales y ausencia de reservas en el BCRA.

Las autoridades deberían explicarnos a todos qué hicieron con ese dinero: 

    • Dónde están los 88.446 millones de dólares que obtuvieron los argentinos que trabajan y exportan,
    • Por qué los argentinos no gozamos de la estabilidad monetaria de nuestros vecinos Uruguay, Brasil y Paraguay, los cuales tienen las mismas condiciones internacionales favorables que nosotros,
    • Por qué las reservas del Banco Central no crecen como sí lo hacen las de los países vecinos los cuales gozan del mismo ciclo propicio internacional al igual que nuestro país.

Usted y yo tenemos las respuestas a todas estas preguntas. Eso no quita que las autoridades tengan la obligación de rendir cuentas y nosotros tengamos el derecho a pedirlas.

Dejemos esta triste realidad y vamos a los BRICS.

Los BRICS

Las exportaciones totales del país fueron por todo concepto y a todos los países: U$D 88.446 MM, como ya indiqué.

Los BRICS constituyen un grupo económico de países integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Las exportaciones de Argentina al grupo BRICS ascendieron en el año 2022 a la suma de U$D 26.154 MM.

El destino de las exportaciones Argentina, entonces, es 29,6% a los BRICS y 70,4% al Resto del Mundo.

Se abren de la siguiente manera:

Brasil                             U$D 12.637 MM 

China                            U$D   8.015 MM 

India                             U$D   4.543 MM 

Rusia                              U$D    498 MM

Sudáfrica                        U$D     461 MM

TOTAL                               U$D 26.154 MM

Los BRICS son, también, origen de importaciones relevantes para nosotros.

Argentina importó durante 2022 por U$D 81.523 MM por todo concepto (100%).

De los BRICS importó U$D 35.817 MM, un 43,9% del total.

Así que los números quedan: BRICS, 43,9%; Resto del Mundo, 56,1%.

La distribución es la siguiente:

Brasil                    U$D    15.979 MM

Rusia                    U$D        278 MM

India                    U$D      1.849 MM

China                   U$D     17.516 MM

Sudáfrica              U$D         195 MM

TOTAL                   U$D     35.817 MM

Productos

¿Qué exportamos?

El 75% de nuestras exportaciones a Brasil se concentran en muy pocos productos: vehículos y autopartes (40%), trigo (11%), combustibles y lubricantes (5%), malta y cebada cervecera (5%).

Lo mismo sucede con China. Cuatro productos concentran el 75% de las exportaciones a ese país. Porotos de soja 36%, carne bovina deshuesada y congelada 26%, cebada en grano 8%, sorgo 6%.

En el caso de India la concentración en pocos productos es aún mayor: aceite de soja 68%, aceite de girasol 15%, “confidencial” (SIC) 10%, cebada cervecera 1%, harina y pellets de soja 1%. El resto de los productos se reparten el 5% restante.

Rusia es un comprador menos importante dentro del grupo. El 28% de sus importaciones corresponden al rubro “confidencial”, el resto son productos alimenticios: hígados bovinos congelados 6%, manteca 6%, peras frescas 6%, limones 6%, maníes sin cáscara 5%, camarones 4%,merluzas congeladas 4%, queso duro 3% y despojos bovinos y lenguas bovinas 8% entre ambos rubros.

Sudáfrica fue uno de los pocos compradores de carne vacuna que nos quedaron durante el siglo XX luego de que Europa nos cerró sus puertas. Actualmente exportamos poco a ese país que supo ser un gran cliente nuestro. Productos principales: trigo 24%, “confidencial” 51%, trozos y despojos de gallos y gallinas 5%, rabos de bovinos congelados 2%.

¿Qué importamos de los BRICS?

De Brasil: Vehículos, autopartes, carrocerías 22%, tractores 2%, hierro y pellets de hierro 5%, fuel oil, lubricantes y energía eléctrica 4%. Todo el resto de los productos se dispersa, no llega cada uno de ellos al 1%. Abundan insumos químicos para la industria, excavadoras, motores, calzado, y productos tropicales como café, cacao y derivados.

China es el principal origen de nuestras importaciones. Supera a Brasil. Los productos son diversos. Sólo mencionaré los principales: partes de computadoras, circuitos, etc., partes de electrodomésticos, generadores eléctricos 12%, paneles solares 10%; motos en partes 1%, agroquímicos 7%. Componentes de celulares por U$D 596 MM (4%), herramientas, productos químicos, calzado, telas. Curiosidades:

  • Maquillajes para ojos                 U$D   5.211.662,15
  • Hortalizas                                U$D   5.117.568,80
  • Bombones y caramelos              U$D   5.031.626,57

Para que los productores de té de Misiones sepan en qué se gastan los dólares que el Estado les paga a mitad de precio.

India: Gasoil 25%, medicamentos fraccionados o a granel 22%, vehículos 3%, hilados, prendas de vestir, calzado 9%, neumáticos 2%. El resto distribuido en numerosos productos. 

El futuro

Como he dicho en alguna otra oportunidad, en lo que a Relaciones Exteriores compete, sólo debería importarnos nuestra conveniencia. Amigos de todos, casados con nadie. El eje de nuestro comercio exterior se desplazó desde Europa un siglo atrás (en caída libre desde la posguerra a hoy) hacia los BRICS.

La novedad es la mayor relevancia de EEUU ausente en casi toda nuestra historia, con algunas excepciones memorables [1], al punto de ser hoy el 3º en importancia. Bienvenido sea. Pero no es el tema de hoy.

A nosotros nos conviene ingresar al bloque con quien hoy tenemos nuestro principal vínculo.

Mal nos ha pagado Europa. Luego de haberles matado el hambre toda la guerra y que el Reino Unido declarara el default con el oro que teníamos depositado en el Banco de Inglaterra, prohibieron nuestros productos. No a nosotros en especial. La misma afrenta sufrieron Canadá, EEUU, Australia, NZ y Uruguay. Mordieron la mano que les dio de comer.

Que toda nuestra clase política siga rindiéndole pleitesía a los europeos hoy, como si fuera 1920, es incomprensible.

Saltan a cada capricho europeo (Cambio climático, Amazonas, Acuerdo de París, Global Compact —Acuerdo Migratorio—), como si nuestro destino estuviera atado al de ellos. Señores, no lo está. Ese barco ya partió. Hace décadas.

Con el siglo empezó un mundo nuevo. Lleno de esperanza y buenas perspectivas para nosotros. Se dio vuelta la taba.

Nuestro gran problema hoy no es ni el entorno internacional, ni el deterioro de los términos de intercambio —todo lo contrario—, ni la falta de divisas, todo lo contrario. Todos esos problemas se fueron con el siglo XX.

Nuestra dificultad actual es que toda la dirigencia política, toda, vive en el siglo XX, con los prejuicios de esa época. Lamentablemente incluyo a Javier Milei, quien aporta ideas nuevas en varios rubros excepto en relaciones exteriores.

La mentalidad desfasada de quienes toman decisiones hoy es lo que impide que aprovechemos este ciclo largo TOTALMENTE favorable a nuestro país.

Es nuestra oportunidad para:

    • aumentar las exportaciones del país,
    • mejorar el nivel de vida de la población,
    • invertir en infraestructura,
    • tener pleno empleo, 
    • pertrechar a nuestras FFAA,
    • recuperar las Islas Malvinas.

Necesitamos deshacernos de esta clase política y poner en su lugar una que sea inteligente, formada, que entienda que el viento cambió y que sepa llevarnos por estos nuevos rumbos.

Estemos tranquilos: enfrentamos un ciclo largo (no menos de 50 años) propicio para el país. Es nuestra oportunidad de construir nuestro IMPERIO AUSTRAL.

Es nuestra obligación llevar a la Argentina, octava superficie mundial, al lugar que nos corresponde, esto es ser la octava economía mundial y la octava potencia mundial, en todos los órdenes, incluido el militar.

Es lo que nos toca.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

[1] Ganamos la Batalla de Montevideo con buques comprados en EEUU por nuestro embajador en Washington, el Sr. Thompson, esposo de Mariquita Sánchez.

 

Fuente INDEC

Intercambio comercial argentino 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_23044100BE61.pdf

Complejos exportadores 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/complejos_03_2309E029401F.pdf

Consultas comercio exterior INDEC

https://comex.indec.gob.ar/?_ga=2.259596810.1847343698.1682723652-1001522160.1682723652#/

* * *

Notas relacionadas

Una ventana al mundo

http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/una-ventana-al-mundo.html

2022: el año que no estuvimos en peligrohttp://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html

Imperio Austral

http://restaurarg.blogspot.com/2023/04/imperio-austral.html

 

Artículo publicado el 29/04/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/04/los-brics-y-la-argentina.html.

EL MISTERIO DE LA ADUANA

Iris Speroni*

¿Por qué se recauda más de aranceles de exportación que de importación?

¿No debería ser al revés?

El cuadro de recaudación de la AFIP presenta tres grandes fuentes de ingresos:

  1. Impuestos (ganancias, IVA, combustibles, bienes personales, al cheque, etc.).
  2. Seguridad Social (previsional, obras sociales, etc.).
  3. Aduana

Personalmente considero como ingresos al tesoro el 1 y el 3 (aquí) , ya que (supuestamente) los ingresos de la seguridad social constituyen una cobranza por cuenta y orden de terceros (ANSES, OOSSSS, etc.), con usos específicos, la cual está en manos de la AFIP por razones instrumentales únicamente. 

Vamos a los ingresos del Tesoro.

  • En el caso 1 (Impuestos), algunos de ellos son coparticipables (IVA, Ganancias) y otros no (combustibles, al cheque, PAIS, a las gaseosas).
  • En el caso 3 (Aduana), no son coparticipables; así lo determina la Constitución Nacional.

De hecho, según la Constitución, tal como lo explica Alberdi en “Bases…”, la Aduana debería ser la fuente de ingresos del gobierno nacional. En realidad, la única. Los impuestos directos (como ganancias, bienes personales, transferencias de inmuebles y automotores) corresponden a las provincias. 

Todo el diseño tributario que sufrimos en la actualidad es profundamente abusivo e inconstitucional. No tiene redención posible. Habría que eliminar todos los impuestos y empezar de nuevo.

Ahora bien, en el 2022, si tomamos únicamente los impuestos y los ingresos aduaneros (1 y 3), la Aduana aportó únicamente el 15% de los ingresos del Tesoro. En lugar del 100% que proponía Alberdi. 

Existe una enorme disparidad entre el daño que los derechos de exportación producen en el tejido productivo del país y la importancia de los mismos en el total de la recaudación.

Los últimos años

Desde 2010 a enero 2023, los ingresos aduaneros oscilaron entre un mínimo de 9% a un máximo de 19%. 

Esto demuestra que estamos a años luz del objetivo planteado por Alberdi, el cual llevó a décadas de guerras civiles. ¿Tanto lío para esto? 

La recaudación impositiva (del 81% al 91% del total), recae sobre los hombros de las familias más humildes (aquí).

¿La Aduana? Bien, gracias.

La Aduana oficial recauda poco. No se puede decir lo mismo de la aduana paralela. El BCRA se queda con la mitad del valor de todas las exportaciones. Actúa así como a) una aduana paralela, b) una agencia de recaudación paraoficial, sin mandato del Congreso, sin presupuesto de gastos, c) no coparticipa. Constituye un abuso del poder ejecutivo a la población y del gobierno federal a las provincias [1].

Volvamos a la aduana (oficial).

La idea de nacionalizar la Aduana (1853) era que con ese dinero se sostuviera el gobierno federal. Sus principales objetivos —como queda claro en el Preámbulo de la Constitución— es la Defensa Nacional [2] y luego la paz interior, administración de justicia y dejarnos a todos ser felices lo mejor que podamos.

Todos los constituyentes, cuando pensaban en los ingresos aduaneros, hablaban de los aranceles por importación, no por exportación.

Porque, seamos serios, ¿a quién se le ocurre gravar una exportación? Todos los países estimulan las exportaciones; no las combaten, como en nuestro caso. Otros países, no el nuestro, tienen un tipo de cambio competitivo, eximen de impuestos, subsidian, dan créditos, tienen un sistema diplomático que funciona, etc.

Exportaciones e Importaciones

Del período 2010-2022, sólo un año (2017) tuvo mayores ingresos por aranceles de importación que de exportación (51%/49%). Todo el resto los aranceles por EXPO superaron y con largueza los de importación, con un pico de 20% (impo) – 80% (expo) en el 2010 y un promedio de 30% (impo) – 70% (expo).

En castellano, de los ingresos aduaneros, dos tercios provienen de las exportaciones y un tercio de las importaciones.

¿Por qué? ¿Por qué son tan poco importantes? 

Según todos los libros de economía, las exportaciones deberían, peso más, peso menos, igualar las importaciones. Obviamente hay excepciones [3]. 

En la mayoría de los países, lo que se exporta y lo que se importa, se equilibra, ya que se usa el dinero de lo primero para financiar lo segundo.

Argentina, como argumenté (aquí) , tuvo un superávit comercial consolidado de 183 mil millones de dólares desde el 2001 a hoy. Ese dinero debería estar depositado en el BCRA (como es el caso de Bolivia, Uruguay, Brasil). Ese dinero desapareció.

Aun así, no se explica la disparidad de recaudación entre aranceles EXPO y aranceles IMPO. 

Si bien la soja en esta década ha pagado entre un 30% y 35% según el año, muchos productos tienen aranceles más bajos (0%, 6%, 12%).

Por otro lado, los aranceles de importación son generalmente altos (hasta 35%). ¿Por qué no hay mayor recaudación de aranceles de importación?

Una explicación es Brasil. Si yo importo un Volkswagen desde Alemania, pago arancel; si lo traigo de Brasil, no. Un auto de U$D 10.000 alemán, con un arancel de 30% (supongamos) acá estaría en U$D 13.000. Volkswagen lo trae a U$D 12.000 desde Brasil y se apodera total o parcialmente del arancel aduanero. El Mercosur permite que empresas particulares se apropien del diferencial arancelario respecto de los países por fuera del mercado común. El Tesoro Nacional pierde ingresos y nosotros no mejoramos nuestro nivel de vida (ya que pagamos todo igualmente caro). Podríamos preguntarnos: ¿quién se beneficia? Bueno, las multinacionales que se instalaron en Brasil (VW, Unilever, P&G, etc.), por ejemplo.

Una segunda explicación son las exenciones. Si es maquinaria, no paga arancel. Todo el equipamiento petrolero y minero no paga [4]. Los mismos privilegios reclama la industria petrolera. 

En tercer lugar está el gran complejo de terminales automotrices (todas extranjeras) que se mueven por la aduana sin control, sin abonar aranceles (salvo raros casos).

Propuestas
  • El mayor ingreso del Tesoro debería ser aduanero y sólo marginalmente el IVA. De la recaudación de la aduana, un 90% debería provenir de importaciones. Un país con grandes volúmenes de comercio exterior puede recaudar, y mucho, con un arancel general pequeño. Alícuota baja, volúmenes grandes.
  • El IVA debería ser del 10% (0% para alimentos, combustibles y servicios públicos). No coparticipable.
  • Ganancias debería tener una alícuota de 10% para familias y 15% para empresas e ir íntegramente a las arcas provinciales.
  • El impuesto a los bienes personales debería ser recaudado por las provincias en la forma de impuesto inmobiliario.
  • Todo el resto se elimina.
  • Cortarle las alas al BCRA, el cual no es (no debería ser) una agencia de recaudación.

Algo huele mal y no es en Dinamarca.

 

Notas

[1] La provincia más perjudicada es la de Buenos Aires. Un 35% de la recaudación ilegal del BCRA es quitada a PBA. Eso explica por qué para el orden político actual (FdT y JxC) es imprescindible tener la provincia intervenida (Scioli, Vidal, Kicillof), todos porteños instalados en La Plata por el poder central.

[2] Lo más importante del gasto federal debe ser la Defensa. Para eso existe un gobierno nacional. Todo el resto, todo el resto, es secundario. Basta analizar el presupuesto para ver las mil y una estupideces, oquedades, y chiringuitos que lo integran.

[3] China y Alemana tienen grandes saldos exportadores. Los excedentes o bien los acumulan en reservas o financian a sus compradores para sostener la demanda de sus fábricas. Ése fue el secreto del crecimiento industrial alemán desde el 2000 a hoy.

EEUU tiene un déficit de cuenta corriente fenomenal. El dinero que no obtiene mediante exportaciones, las cuales son insuficiente para sostener el volumen importado, lo cubre con emisión de efectivo y de deuda pública.

[4] La minería no sólo no paga impuestos en general (ganancias) ni aranceles de exportación ni debe liquidar divisas (a diferencia de un productor de maíz), sino que importa su maquinaria sin aranceles aduaneros.

 

Referencias

Recaudación AFIP https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/serie-anual/ 

 

Lecturas relacionadas

Decime cuánto me querés http://restaurarg.blogspot.com/2023/01/decime-cuanto-me-queres.html). 

2022: el año que no estuvimos en peligro

http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html 

 

Artículo publicado originalmente el 25/02/2023 por Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/el-misterio-de-la-aduana.html  

2022: EL AÑO QUE NO ESTUVIMOS EN PELIGRO

Iris Speroni*

Visita oficial de Cristina Fernández a Viet Nam.

La decisión de continuar con la deuda pública, rifar las reservas, emitir a lo loco y tener dólar atrasado artificialmente tiene enormes consecuencias en la vida real.

 

El INDEC publicó los datos de las exportaciones e importaciones argentinas del 2022 (1).

En 2022 logramos el máximo histórico de exportaciones: U$D 88.446 millones.

Vamos a desmenuzarlas un poco. Pero antes, un poco de historia.

Exportaciones 2000-2021

Fuente: INDEC.

Como verán, en azul, el máximo de exportaciones se dio en el año 2011 (reelección de Cristina Fernández) con U$D 82.981 millones. Desde entonces no pararon de caer (hasta 2020), o simplemente no crecer, debido —a mi entender— por un tipo de cambio retrasado que desestimula las exportaciones.

Dicho de otra manera, si el gobierno, a través del BCRA, no manipulara el tipo de cambio, éste sería más alto y las exportaciones llegarían a triplicar o quintuplicar el volumen actual. 

A partir del 2021 suben las exportaciones nuevamente, parte por caída del consumo local, parte porque se abrieron nuevos mercados en Asia, parte porque hay que compensar el enorme déficit comercial que tenemos con China, (la exportación de carne puede ser parte de esa solución), parte porque mejoraron los precios internacionales por la guerra en Ucrania.

Fuente: INDEC.

En estas más de dos décadas, Argentina tuvo superávit de la balanza comercial. Sólo tres años fueron de déficit (en rosa en el cuadro). Por lo tanto tendríamos que tener el BCRA reventando de dólares. Al menos con U$D 183.482 millones más que hace 20 años.

Deberíamos estar en la misma situación que Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil, que como nosotros tienen crecimiento de las exportaciones y superávit comercial; con la diferencia que ellos sí poseen reservas crecientes en sus bancos centrales; a diferencia nuestra, que brillan por su ausencia.

Además, no tienen inflación.

¿Cómo es posible que esos cuatro países tengan macroeconomías estables -sin inflación, con crecimiento de reservas, con caída de deuda externa -; más crecimiento del PBI y mejora de la calidad de vida de sus habitantes, mientras que nosotros seamos los únicos que no? 

Creo que ése y no otro debería ser el principal reclamo a nuestros gobernantes. ¿Por qué no pueden hacer lo que todos los otros integrantes del Mercosur – a veces con menos recursos que nosotros – sí pueden?

Exportaciones 2022

El país exportó U$D 88.446 millones en 2022, el máximo en la historia de nuestra Patria.

Es para celebrar.

Cierto que con otro manejo macroeconómico por parte de las autoridades, hubiéramos, con mucha facilidad, podido superar ese número. La omisión no es menor: mayores exportaciones es más trabajo y más prosperidad para la población. La decisión (bipartidaria) de continuar con la deuda pública, rifar las reservas, emitir a lo loco y tener dólar atrasado artificialmente (para que a los amigos le aproveche) tiene enormes consecuencias en la vida real: atraso, pobreza, estancamiento, vulnerabilidad, falta de infraestructura.

Aun así, contra toda traba instalada por quienes gobiernan nuestro país —los que dan la cara y los otros—, el país produce, el país exporta. Detrás de ambas acciones hay millones de argentinos que se levantan a las cinco de la mañana, que aprenden un oficio, que perfeccionan su arte, que diseñan, que invierten, que arriesgan, que sueñan y que venden. A todos ellos, mi homenaje y agradecimiento.

Argentina, durante el gobierno de Alberto Fernández, logró su máximo histórico de exportaciones [1].

De esos U$D 88.446 millones, nada queda en el BCRA. Gran parte se fueron en importaciones (verdaderas o simuladas) de productos subsidiados por el dólar a mitad de precio; parte en pagar intereses de deuda y los “préstamos” del BM y BID; parte en viajes subsidiados al exterior para beneficio de las clases medias, en su mayoría empleados públicos; parte para manipular el mercado cambiario paralelo —el precio del blue lo controla la mesa de dinero del BCRA—; y parte, simplemente, se fue.

Nuestros socios comerciales

Nuestro principal cliente es Brasil. Hasta acá no hay novedades. El segundo es China. Con ese país tenemos un fuerte déficit y hay que reconocer que ha hecho un gran esfuerzo por equilibrar el comercio entre ambos países al incorporar nuevos productos al comercio bilateral.

El tercero es EEUU. Es una buena noticia. Históricamente fue un país reacio a comprarnos. Esa tendencia cambió en el último tiempo. Aun así tenemos déficit neto (importamos más que exportamos).

Chile es un tradicional cliente nuestro. Países Bajos es la puerta de entrada a la Unión Europea. Manzanas y peras con destino final a Grecia o Italia pueden entrar por los puertos holandeses.

India, Indonesia y Vietnam son mercados nuevos que no paran de crecer. Empezó con el viaje de la presidente Cristina Fernández a Vietnam y se consolidó con los tratados comerciales firmados por el presidente Mauricio Macri. Lo que demuestra que si hay políticas de Estado, no hay límite.

Corea es un cliente que puede crecer (es destino de exportaciones de carnes paraguayas).

Dentro del “Resto” está el norte de África (Magreb+Egipto). Es un destino con enorme potencial. Uruguay provee al Magreb y a Medio Oriente de carne de oveja (que nosotros casi no exportamos). Tanto el norte como el África Subsahariana podrían ser grandes clientes de maquinaria agrícola, insumos pecuarios (alambre, bebederos, molinos, bombas, tanques australianos); farmacéutica veterinaria, y servicios veterinarios y de ingeniería agrónoma. En África hay una revolución productiva y ya existen grandes lazos, en particular en el renglón servicios (asesoría de ingenieros agrónomos y veterinarios; software de uso agronómico). A eso se le puede sumar gran cantidad de productos finales. Pero, para que eso sea posible, el tipo de cambio debe hacer competitivas nuestras exportaciones.

INDEC – Comercio Exterior – Vol. 7 nº 1, pág. 27.

En resumen: podemos venderle más a nuestros clientes tradicionales y conquistar nuevos mercados. Para eso necesitamos mejorar la calidad; pero por sobre todas las cosas, estabilidad macroeconómica.

 

Las cosas que vendemos

El INDEC divide los productos exportados en “primarios” (minerales, animales en pie, granos), manufacturas agropecuarias (aceite, lácteos, carnes procesadas), manufacturas industriales (cajas de cambio, cubiertas, material quirúrgico) y combustibles.

Es una división con la que no estoy de acuerdo. La inventaron los soviéticos y la usan todos en el mundo (incluido los EEUU). Me parece obsoleta y que no representa la realidad. Ejemplo: ¿Cuánta urea se necesita para producir una tonelada de semilla de girasol? ¿Qué tiene de primario lo que requiere una enorme inversión en insumos? ¿Cuántos dólares en transporte hay invertidos en una tonelada de algodón del Chaco? Pero vaya uno a explicar esas cosas a los cabezas de piedra que siguen colgados en la década del ’50 del siglo pasado.

A continuación presento el cuadro del INDEC donde muestro los principales rubros de exportación.

Casi el 25% de las exportaciones son granos y oleaginosas. U$D 1500 millones en pescados y mariscos. Casi el 10% del total son aceites (Argentina es uno de los principales exportadores del mundo), más de U$D 4.000 millones en carnes (es un buen avance respecto a las épocas de prohibición de exportar), tortas y pellets de soja (forraje para animales, es lo que queda luego de extraer el aceite) U$D 13.000 millones. Han mejorado las exportaciones de lácteos y quesos. Es sólo una fracción de nuestro potencial pero estamos mejor que años anteriores.

En los industriales, casi U$D 8.000 millones de la industria automotriz y autopartes (altamente deficitario), U$D 2.600 millones oro y otros, U$D 6.000 millones en productos químicos.

En cuanto al combustible, aumentaron las exportaciones, no lo suficiente para compensar las importaciones, pero en franca mejora respecto a años anteriores. Hago notar que exportamos crudo e importamos refinados. Conclusión: hay que invertir en refinerías de petróleo: las que tenemos no son suficientes [2].

Propuesta

Existen numerosos rubros que pueden crecer y mucho: lanas procesadas; algodón, hilados y tejidos de algodón; frutas; carnes no bovinas; pesca; maquinaria agrícola; autopartes; industrias del vidrio, metalmecánica y química. Las exportaciones de cuero son irrisorias e inexistentes sus manufacturas (marroquinería, calzado, talabartería). Con la fama que la Argentina tiene en deportes ecuestres, principalmente polo, deberíamos exportar fortunas en monturas, aperos, botas. Son trabajos especializados muy bien pagos (o deberían). Nuevamente, con un dólar a $ 180 es imposible. Retomar la senda de las exportaciones de vino. Ofrecer a contraestación frutas y carnes de animales pequeños. Invertir en refinar combustibles. Repensar todo el negocio de la pesca, la estructura actual no nos sirve. En cuanto a los lácteos, sólo en queso el objetivo debe ser U$D 4.000 millones anuales. Nuevamente, casi no exportamos maquinaria agrícola, cuando podríamos hacerlo en magnitudes de miles de millones. Incentivar la industria farmacéutica veterinaria.

Es cuestión de analizar renglón por renglón, hablar con las cámaras de cada sector e idear un plan. Nada de subsidios o créditos o exenciones impositivas caso por caso. Ésa es la solución De Mendiguren/Massa que sólo sirve para crear peajes en la secretaría de Producción.

A los que producen y venden hay que dejarlos en paz. Sólo preguntar qué necesitan. Verán que las respuestas serán dos en todos los casos: tipo de cambio e infraestructura de transporte. Otros agregarán reducción de impuestos.

En menor medida, si son pequeños, ayudarlos a presentarse en las ferias comerciales en el exterior.

Con tipo de cambio competitivo e infraestructura de transporte que ande, caminan solos.

Futuro

Vivimos un ciclo largo favorable a la Argentina. Tenemos por delante 50 años de crecimiento si lo sabemos explotar. Producir lo que el mundo pide y está dispuesto a pagar buenos precios. Producir y exportar: alimentos (agropecuarios y pesca), combustibles y cuidar el agua y el medio ambiente, tal como nos aconsejó el presidente Perón en 1973. Si finalmente hacemos eso, llevamos el rodeo a 200 millones de animales, cuidamos la pesca y renovamos toda la infraestructura de transporte de cargas: nadamos todos en prosperidad.

Museo del Prado, Pedro Pablo Rubens, «Tres ninfas con el cuerno de la abundancia».

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencia

INDEC– Comercio exterior – Vol. 7, n° 1. Intercambio comercial argentino – Cifras estimadas de diciembre de 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_23044100BE61.pdf 

 

Notas

[1] Lo que voy a comentar a continuación es totalmente anecdótico, pero llama la atención la falta de habilidad del gobierno para usar a su favor lo que debería ser razón de festejo. Debe ser por su sesgo antiexportador y pro financiero. El negocio del gobierno es el BCRA, no la producción. No valoran el trabajo —más allá de los discursos públicos— y por lo tanto, no entienden la importancia de este hito.

El otro tema por el que creo que no hacen mucha alharaca es porque todo ese dinero entró al país y así como entró, salió.

Explicarle a la población que exportamos “un montón” pondría al gobierno en una posición incómoda: ¿entonces dónde está el dinero? En particular, porque el BCRA no lo controla ni el kirchnerismo ni el albertismo, está en manos de la UCR capital desde Alfonsín hasta hoy con excepción del gobierno de Menem (Pou y Roque Fernández). El gran negocio de la Argentina no es producir y exportar; es controlar el BCRA.

[2] Como simple curiosidad, los principales compradores de petróleo crudo son: Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Brasil, Países Bajos, Chile. EEUU, Emiratos (todos exportadores de combustible) nos compran crudo.

 

Lecturas relacionadas

Una ventana al mundo, http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/una-ventana-al-mundo.html

Exportaciones – pidamos a los reyes magos, http://restaurarg.blogspot.com/2021/08/exportaciones-pidamos-los-reyes-magos.html

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Estrategia II, http://restaurarg.blogspot.com/2021/04/estrategia-ii.html

Vendemos proteínas,http://restaurarg.blogspot.com/2019/10/vendemos-proteinas.html

 

Artículo originalmente publicado el 04/02/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html