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DECIME CUÁNTO ME QUERÉS

Iris Speroni*

Contribuyente luego de calcular cuánto dinero le entregó a la AFIP en el 2022.

Las familias financian al estado federal en dos tercios del total.

Durante el año 2022, la AFIP recaudó $ 11.906.730.771.054 esto es, casi doce billones de pesos (millones de millones o billones continentales a diferencia de los billones sajones). Fuente: AFIP (https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/).

El 26% de ese dinero corresponde a la seguridad social, por lo que estrictamente, no son impuestos sino recaudación que hace la AFIP por cuenta y orden de la ANSES.

Entonces nos quedan —si sacamos el dinero de la seguridad social— $ 8.807.068.111.296 (casi nueve billones de pesos). Esto sí son ingresos tributarios. ¿De dónde vienen? ¿Quién pone toda esa plata?

Somos 46.234.830 según la estimación actual del INDEC (https://www.indec.gob.ar/). Cada uno de nosotros pagó en promedio $ 190.486.- en todo el año 2022. Dicho de otra manera, cada familia pagó $ 627.827 en un año.

La composición de la recaudación impositiva del gobierno federal

De estos casi nueve billones de pesos, el 16,3% proviene de las Rentas de la Aduana, y el 83,6% de impuestos:

  • IVA                                                                        38,6%
    • Ganancias                                                            26,6%
  • Impuesto al cheque                                                    8,5%
  • Combustibles                                                             4,0%
  • Bienes personales                                                       3,2%
  • PAIS (impuesto solidario)                                             1,3%

Impuestos internos

  • (tabaco, alcohol, gaseosas, etc.) – devoluciones)               1,4%

Como simple curiosidad, el impuesto a las transferencias inmobiliarias (1,5% del monto del inmueble) recauda el 0,1% del total. Les complican a las familias su acceso a la vivienda para ni siquiera mover la aguja. Es pura maldad.

El IVA (más de un tercio de la recaudación total) lo pagan íntegramente las familias. Esto es, porque todo pago que pueda hacer una empresa o un comercio, es a cuenta y lo carga finalmente a la compra minorista. La única excepción a la regla es el IVA de los insumos para exportaciones, en cuyo caso sí es un costo para la empresa. Es una fracción mínima del total.

Ganancias es poco más de un cuarto de los tributos. La mitad recae en los asalariados con trabajo formal (cuarta categoría) y el resto en las empresas, único objetivo original de este impuesto.

Los impuestos internos (tabaco, combustibles, gaseosas) también son abonados por las familias. Aún en el caso de combustibles, donde los fletes son abonados en gran parte por empresas, inciden en el costo final, que excepto en las actividades relacionadas con la exportación, terminan todas con impacto en el bolsillo familiar.

El impuesto PAIS es el sobrecosto que agrega el Estado a la compra de los US$ 200 mensuales del dólar ahorro. Va sobre las familias. Bienes personales también impacta a los hogares, como su nombre lo indica.

En resumen, los impuestos soportados por las empresas ascienden al 32,7% del total (13,3%, el impuesto al cheque 8,5% y los derechos de exportación de 10,9%).

Por las familias el 67,2% restante.

Las familias financian al Estado federal en dos tercios del total. Tanto si ese dinero se utiliza para lo que la Constitución prevé (defensa nacional, administración de justicia) o las veleidades huecas de las autoridades.

Relación entre la AFIP y los contribuyentes, descripción gráfica.
Impuesto al Trabajo

La recaudación de la seguridad social es un impuesto al trabajo. Por más que los políticos sostengan que una parte la paga la patronal, eso no es cierto. La totalidad de ese dinero sale del bolsillo del trabajador. Debemos considerar esta recaudación ($ 3.099.662.659.758) como un impuesto adicional a las familias.

Propuestas

Para no seguir con la coparticipación federal propongo que no haya impuestos coparticipables.

El impuesto a las ganancias debería tener una alícuota de 10% para personas físicas y 15% para empresas. Su recaudación ir 100% a las provincias (a la provincia origen de la actividad económica). Cero para las arcas federales.

Los impuestos internos, se eliminan. Nada para nadie.

El IVA debería quedar en 10% y todo para el gobierno federal. Quedarían exentos los alimentos, los combustibles y los servicios públicos (electricidad y gas).

Todo el resto, se elimina. En el caso del impuesto a los bienes personales ya existe el inmobiliario provincial. Cero impuesto a las transferencias de inmuebles o automotores.

¿Bajará la recaudación? Claro que sí. De eso se trata. Subir los ingresos familiares al bajar el costo del estado. ¿Habrá déficit fiscal? No necesariamente. Se cortará gasto acorde a la baja impositiva. Basta analizar brevemente en qué gastan nuestros gobernantes para entender que es sumamente fácil reducirlo.

Ingresos adicionales para las provincias

Las exportaciones corresponden en un 99,5% a las provincias. De la capital federal proviene la fracción ínfima restante.

Sobre ellas recae el costo de los derechos aduaneros a las exportaciones. Ese monto ($ 963.117.391.788 en 2022) el Estado federal se lo retrae a las economías provinciales: a los productores o fabricantes, a sus trabajadores, a los proveedores y a los fiscos provinciales. Si ese impuesto se deja de cobrar, pasaría a ser ganancias de la cadena productiva. Si se aplica una alícuota de 10% de impuestos a las ganancias, la recaudación conjunta provincial subiría en $ 96.311.739.179 por año; a cada una lo que corresponda. Por ejemplo, para provincia de Buenos Aires, un 35% de esa suma. 

Más aún recauda el gobierno federal mediante una agencia paralela: el BCRA. Sin leyes que lo ampare. Sin presupuesto de gastos para dicha recaudación. 

El gobierno nacional prefiere la recaudación del BCRA por sobre la de la AFIP.

De enero a noviembre los argentinos y sus empresas exportaron US$ 82.293 millones. La mitad de ese dinero quedó en las arcas del BCRA. El procedimiento es simple: el Banco Central les paga a los exportadores la mitad del valor de los dólares que consiguen para el país.

La alícuota aduanera más alta es del 35%. La alícuota del BCRA es 50%. Las alícuotas aduaneras van de 0% a 35% según el bien (35% soja, 0% peras). Pero a todos el BCRA les quita la mitad.

De enero a noviembre el BCRA recaudó US$ 41.146 millones. La cotización del dólar blue abrió a $ 202 el primer día hábil de enero de 2022 y cerró en $ 342 en el último de diciembre. En promedio lineal (no es el correcto) tenemos $ 272. El dólar oficial BNA abrió el 2022 con $ 102 y lo cerró con $ 175,25. La brecha fue consistente en 50% a lo largo del año.

Con esta triquiñuela el BCRA recaudó U$D 41.146 millones por $ 272/US$ = $ 11.191.712.000.000.

Comparen esta cifra con la que cito en el primer renglón. El gobierno federal recauda lo mismo por el BCRA que por la suma de impuestos y cargas sociales del ANSES. Con la diferencia que sobre esto no tiene presupuesto de gastos ni coparticipa ni un centavo. Clink-caja.

Va de nuevo, el poder ejecutivo tiene una recaudación paralela sobre la cual no da cuentas al Congreso, igual a la legal mediante impuestos y con presupuesto asignado.

Si este impuesto ilegal se eliminara y ese dinero fuera a las ganancias de personas y empresas, las provincias —únicas recaudadoras del impuesto a las ganancias según mi propuesta— recaudaría un 10% de estas cifras; un total de $ 1.119.171.200.000.- a repartir entre todas ellas. Un 35% corresponde a PBA.

Vaya que vale la pena tener un país federal en lugar de este engendro unitario.

Háganse esta pregunta: ¿Cuántos políticos opositores, cuántos diputados o senadores provinciales se ocupan de esto?

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

Fuente

AFIP

https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/

 

* Artículo publicado el 07/01/2023 por Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/01/decime-cuanto-me-queres.html

HECHO EN ARGENTINA

Iris Speroni*

Es una cancha inclinada y el árbitro que juega en contra es el BCRA como ejecutor y nuestra dirigencia política como autor intelectual del crimen.

 

En los últimos años describí el daño que la diferencia de tipo de cambio produce en los sectores exportadores, en particular, en los agropecuarios, fácilmente cuantificable: 100.000 familias menos en los últimos 15 años, retraso respecto a los países limítrofes, caída del nivel de vida general de la población, desocupación, informalización del trabajo con su consecuente abuso y desesperanza, tristeza generalizada.

Hoy quiero referirme al perjuicio que el retraso cambiario provoca en los sectores industriales, en particular en los cordones industriales.

Este fenómeno, que hoy solamente voy a enunciar, debería ser estudiado en profundidad, toda vez que es lo contrario a lo que las élites gobernantes (tanto del FdT como de JxC) sostienen. De hecho afirman, sin que les tiemble la mandíbula, que las autoridades buscan el retraso cambiario para “defender el salario de la población”.

Esto último es mentira. La defensa del salario es sólo una excusa para mantener el régimen que realmente prefieren: transformar el dinero mal habido (a.k.a. “el canuto”) a divisas valuadas a mitad de precio. Un empresario proveedor del Estado transforma sus dividendos a dólares subvaluados, acrecentando su ganancia medida en dólares. De igual forma, un político corrupto que recibe sobornos, transforma los mismos a dólares a mitad de precio; en ese sencillo acto duplica el valor del fruto de su crimen gracias a la gentileza del BCRA.

Ésa es la razón y no otra por la cual los políticos (FdT, PRO, UCR, CC) y sus amigos proveedores del Estado custodian con uñas, dientes y malas artes al dólar deprimido, aunque la consecuencia —a esta altura, luego de 11 años consecutivos—- sea imposible de ocultar: salario inferior al de Brasil, pobreza generalizada, desocupación, 50% de trabajo informal, jubilaciones miserables, cierre permanente de explotación (industriales y/o agropecuarias y/o comerciales), quiebra general del aparato productivo.

El dólar atrasado conjuntamente con la alta carga impositiva, genera un efecto de pinzas que asfixia a las explotaciones industriales, en particular a las PyMes, hasta lograr llevarlas a la quiebra.

Es cierto que algunos industriales se favorecen con el dólar barato. Compran rollos de tela en India, China o Pakistán con un dólar a $ 176 (07/12/2022, BNA). Luego lo llevan a cooperativas textiles para su confección à façon (eufemismo por pagar salarios por debajo del convenio colectivo de trabajo y no respetar las reglas de seguridad laboral). Usan energía eléctrica subsidiada por el Estado Nacional. Luego, el producto final lo venden a precios de la Quinta Avenida de Nueva York.

Pero son los menos.

Para el resto de los industriales, la situación es más que diferente. La producción industrial no agroindustrial es de calidad media o alta en la mayoría de los casos. No tan buena como la alemana (supongamos) pero no de mala calidad como la peor del sudeste asiático. Ha sobrevivido e incluso exportado por mantenerse en un rango intermedio entre los precios de los productos alemanes de gran calidad y los precios de productos chinos de baja calidad.

Eso les permitió tener su propio nicho. A eso hay que agregar producciones, a veces de pequeños volúmenes de exotismos de calidad. Como los helicópteros de Cicaré, o las tablas de surf de fibra de vidrio. Excelencia y buen precio. Imbatibles.

Hay productos críticos. Argentina necesita tener al menos un fabricante de jeringas descartables. Importar vietnamitas puede ser más barato, pero en caso de riesgo en la cadena de suministros, por la razón que sea, uno no puede quedarse sin insumos claves. Es un tema de seguridad nacional. El ejemplo de las jeringas puede extrapolarse a más de decenas de miles de productos.

Lo deseable es tener un mercado que conviva con productos de gran calidad, medios y muy baratos, para todos los usos y gustos y de todos los orígenes. De igual manera, poder exportar productos industrializados al nicho de mercado que nos cuadre.

Todo esto, que funcionó y que dio lugar a la industrialización media de nuestro país, es triturado por acciones coordinadas del Estado Nacional. La primera y más grave es el tipo de cambio atrasado. Toda industria argentina debe competir no con el mundo sino con el mundo a mitad de precio, ya que quien importa y compite con el productor argentino, compra con un dólar a $ 176 y no a $ 316: paga el 55,7% del valor del producto, por obra y gracia del BCRA. Ningún arancel aduanero, suponiendo que exista, puede compensar esta distorsión de precios. Por más eficiente que sea un industrial, por más salarios de hambre que pague (los salarios nuestros son inferiores a los brasileños y a los chinos) puede lograr que sus costos sean casi la mitad de los competidores.

Es una cancha inclinada y el árbitro que juega en contra es el BCRA como ejecutor y nuestra dirigencia política como autor intelectual del crimen.

Si por alguna razón un industrial logra sobrevivir la política cambiaria todavía le queda la inestabilidad macroeconómica y fiscal.

Nuestra macroeconomía se caracteriza por inflación, altas tasas de interés, retrasos en la cadena de pagos, cambios bruscos en los precios relativos y cambios regulatorios permanentes. A eso debemos agregar inestabilidad en los suministros porque, (¿quién hubiera podido imaginarlo?) regalar dólares a mitad de precio lleva a faltas periódicas de divisas.

Por lo tanto nuestro industrial hasta ahora debe:

  • competir contra importadores que obtienen el producto al 55,7% de su valor.
  • pagar tasas de interés superiores a 70% y/o descontar cheques a tasas entre 90% y 120%.
  • inflación permanente de costos.
  • devaluación diaria de los valores a cobrar (las ventas pendientes de cobro de la empresa pierden su valor en forma diaria gracias a que la inflación es del 7% mensual).

A esto hay que agregar el abuso fiscal. Quien produce debe pagar impuestos por adelantado (percepciones y retenciones de impuestos a los ingresos brutos y previsionales e IVA cuando se cobran las facturas por ventas). Impuestos a las transacciones: impuestos a las transferencias bancarias (a.k.a. “impuesto al cheque”), IVA, impuesto a los ingresos brutos, tasas de seguridad e higiene entre otros. Impuestos adelantados por ganancias futuras.

Para una empresa pequeña y mediana los costos son diversos, dañinos y distorsivos. Los impuestos pagados por adelantado le quitan capital de trabajo. Le impiden crecer, reponer maquinaria o insumos, mejoras, e incluso llegan a poner a riesgo su propia cadena de pagos. Los impuestos argentinos no sólo son muchos y caros (altas alícuotas) sino difíciles. Las reglamentaciones son intrincadas y se necesitan verdaderos expertos en criptografía para descifrarlos.

Los particulares no deberían ser agentes de retención de otros civiles. Cobrar impuestos es una obligación de las agencias estatales y sus decenas de miles de empleados bien pagos. Ser agente de retención es una carga pública injusta por la carga horaria que significa. Uno está haciendo el trabajo que corresponde a otros.

Todo esto hasta acá puede parecer una queja y lloriqueo de la patronal.

Sin embargo, la contrapartida ha sido el cierre de decenas de miles de empresas, la desindustrialización del país, la vulnerabilidad con insumos críticos, la devaluación del trabajo, la condena a millones de argentinos a la informalidad (la “economía social”, eufemismo que usa el presidente Alberto Fernández), la pobreza y la pérdida de dignidad.

Once años de manipulación del tipo de cambio, once años de caída del PBI per cápita y reducción del salario de US$ 750 por mes a US$ 250.

Soluciones
  • Tipo de cambio sin manipulación del BCRA (a.k.a. “alto” o “competitivo”).
  • Eliminación de decenas de impuestos y reformulación de los que queden.
  • Tasa de interés moderada.
  • Eliminación de la inflación.
  • Reservas en el BCRA.
  • Una Aduana que funcione y no sea un nido de contrabandistas.
  • Echar a los que gobiernan.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Artículo publicado el 10/12/2022 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2022/12/hecho-en-argentina.html,

PERLAS DEL PRESUPUESTO 2023

Iris Speroni*

Supongo que es más fácil quitarle dinero a un anciano a quien nadie representa que discutir con fuertes cámaras empresariales.

La próxima semana la HCD tratará el Presupuesto 2023 en base a la propuesta del Poder Ejecutivo.

Nobleza obliga, en esta ocasión está mucho mejor preparado que el que realizara Guzmán los años anteriores. El mismo defecto podía achacarse a los dos últimos remitidos durante la administración de Mauricio Macri.

El proyecto de presupuesto consta de 28 páginas y el mensaje que lo acompaña de 176. A esto se agregan decenas de planillas anexas.

Para no aburrir y para no deprimir un domingo, sólo me voy a ocupar de algunas perlas y tomarlas en tono de solfa. Ya que nos parten el lomo a impuestos y despilfarran el dinero en frivolidades, por lo menos, mejor reírnos.

Antes de esto quiero contestar algo que me preguntó @Csiena2 hace unos meses atrás.

¿Cuánto del gasto público nacional va a las prestaciones jubilatorias?

El presupuesto de gasto e inversión 2023 por todo concepto es de $ 28,95 billones de pesos (millones de millones).

Parte se destinará a la administración del Estado (salarios y compras), parte a pagar intereses, parte a transferencias a privados (subsidios a empresas), algunas inversiones y el resto irá a pagar jubilaciones.

Dentro de esto, el presupuesto de ANSES es de 12.975.774.688.833 ó $ 12,98 billones (el 45% del gasto total). Probablemente sobre eso hablaba el diputado Negri.

Sin embargo esto es engañoso (y mal intencionado). Voy a tratar de demostrarlo.

De todo este número, solamente $ 9.613.108.482.844 ó $ 9,61 billones corresponden a los pagos de la seguridad social. El resto está integrado por remuneraciones a los empleados, gastos operativos de la Administración (alquileres, teléfono, luz, resmas de papel, etc.), más obras en nuevas instalaciones o remodelación de las existentes. Dentro de los otros usos del presupuesto está comprar bonos del estado o amortizar deudas (¿qué deudas? sería bueno saberlo) por $ 659.561.313.112 ó $ 0,66 billones.

Volvamos un poco para atrás. Las prestaciones son $ 9,61 billones. Incluye jubilaciones y pensiones —que es el objetivo del organismo—, pero también prestaciones adicionales que están detalladas, como AUH, salarios familiares, subsidios por familia numerosa, indemnizaciones a ex-presos políticos, pensiones a los veteranos de Malvinas, etc.

Sobre los pagos de jubilaciones tengo dos notas previas aquí y aquí.

Los trabajadores y sus patrones aportan al ANSES para pagar las jubilaciones. Es dinero de los trabajadores, no de los diputados para disponer del mismo. En todo caso, el estado deberá auxiliar si las contribuciones fueran insuficientes. Contribuciones y aportes 2023: $ 6.226.352.551.000 ó $ 6,23 billones.

Por lo tanto, el resto de los contribuyentes, en el mejor de los casos, debemos solventar la diferencia que es: $ 9,61 BB – $ 6,23 BB = $ 3,38 billones.

Es más, los legisladores previeron que una porción de los impuestos nacionales sean destinados a financiar las prestaciones previsionales (IVA, Ganancias, PAIS, etc.). Los ingresos tributarios con destino específico de auxilio al ANSES son de $ 3.925.798.640.000 ó $ 3,93 billones; los cuales exceden las necesidades del organismo ($ 3,38 BB). Debe ser ese dinero al que quiere echar mano el diputado Negri. Según el presupuesto 2023 parte del dinero de impuestos que va al ANSES se utilizará para los gastos corrientes del organismo y a financiar al Tesoro Nacional (comprarle deuda). Además, el ANSES cuenta con un fondo administrado cuantioso. Supongo que los políticos también gustarían de apoderarse del mismo.

Tampoco está mal recordar que si hoy hay que suplementar los ingresos del ANSES es porque durante décadas los gobernantes usaron los fondos de la seguridad social para solventar los gastos corrientes del gobierno, el capitalismo de amigos y más de una fortuna argentina.

¿En qué gastará el Estado nacional en 2023?

Ya vimos que en auxiliar al ANSES irán $ 3,93 billones.

En salarios del personal: $ 3,04 billones.

En otros gastos: $ 0,86 billones.

En intereses del tesoro nacional: $ 2,91 billones [acá hay una trampa].

En transferencias a empresas privadas (transporte, energía, etc.): $ 4,54 billones.

Inversiones en infraestructura: $ 0,71 billones. 

Intereses

El presupuesto tiene una omisión respecto a los intereses porque sólo informa los que paga el Tesoro Nacional por los bonos emitidos. Faltan los intereses que abona el BCRA por las letras. 

No sabemos cuánto va a pagar. Sí sabemos que la inflación presupuestada es de 60% anual y que sostienen que el interés real será positivo. Un interés real positivo significa que la tasa de interés que se pague debe ser superior a la tasa de inflación. Esto implica 60% ó más. Supongamos 60% para ser prudentes.

Los pasivos remunerados a la semana pasada (octubre 2022) eran de $ 8,60 billones. Si fuera ése el monto emitido durante 2023 (será mayor), los intereses del BCRA 2023 serían $ 8,60 billones x 60% = $ 5,16 billones. (Será mayor).

Así que los intereses 2023 del gobierno nacional serán:

$ 2,91 billones + $ 5,16 billones = $ 8,07 billones

Si el diputado Negri quiere recortar gastos, en lugar de empezar por los jubilados, podría arrancar por acá; que después de todo, más que duplica el auxilio que se le brinda al ANSES.

Destino por orden

Intereses $ 8,07 billones

Subsidios a empresas $ 4,54 billones

Auxilio al ANSES $ 3,93 billones

Salarios de la administración nacional $ 3,04 billones

Otros gastos corrientes e inversiones muy por debajo de estos números.

Cada vez que un funcionario público (argentino o extranjero) habla de bajar jubilaciones, como el diputado Negri o en su momento la Sra. Lagarde —ex ministra de economía de Francia, ex responsable del FMI y actual presidente del Banco Europeo—, en realidad lo que dice es “no voy a recortar el pago de intereses ni el pago de subsidios a empresas”. Sirve para Francia, sirve para EEUU, sirve para la Argentina.

Supongo que es más fácil quitarle dinero a un anciano a quien nadie representa que discutir con fuertes cámaras empresariales. Igual, hay que ser canalla para retacearle dinero a alguien que trabajó toda su vida.

Ahora sí algunas perlitas del Mensaje al Congreso Presupuesto General 2023. Las negritas son mías.

Página 17 del Mensaje para Presupuesto General:

En materia cambiaria, el BCRA buscó propender al fortalecimiento de las reservas internacionales preservando el nivel de competitividad externa, …

Comentario: Se notó. Todo. Cómo fortalecieron las reservas y cómo aumentaron la competitividad de las exportaciones.

Página 30.

Con lo anterior, entre enero y julio el superávit comercial fue de USD 2.540 millones, reportando déficit comercial mensual en los últimos dos meses, luego de diecisiete meses consecutivos de saldo comercial positivo.

Comentario: Lo que expuse en anteriores notas, la constante durante el gobierno de Alberto Fernández fue el superávit comercial. ¿Cómo es entonces que no hay dólares en el Central?

Página 32.

En materia de agregados monetarios, la base monetaria registró en julio de 2022 un crecimiento interanual del 47,9%. El agregado M2 Privado, que contabiliza la demanda de dinero de medios de pagos de los privados lo hizo por 66,3%, y el M3 Privado lo hizo por 71,4%.Comentario: Justamente, la inflación del 2021 fue de casi 50%. Por lo que queda demostrado que la única razón de la inflación es la emisión de dinero (crecimiento de la base monetaria).

Página 47.

En este sentido, la reglamentación de la Ley del Contrato de Trabajo, realizada mediante el Decreto 144/2022, estableció que las empresas con 100 o más personas empleadas deben contar con espacios de cuidado para infancias.

Comentario: Esta gente no tiene idea del ridículo. “Infancias”. La infancia es un período en la vida de un humano. Si quieren usar una palabra “neutra”, pueden emplear “infantes”.  Suenan rebuscados, impostados, pedantes y falsos. Y, sobre todo, terriblemente imbéciles.

Página 62.

La estrategia para sostener el financiamiento en el mercado local se basa en los siguientes lineamientos: – Mantener un sendero de tasas reales positivas dentro de un rango sostenible para incentivar la participación inversores privados. 

Comentario: Es claro, presupuestan inflación de 60% y tasas positivas, esto es, superiores al 60%. No hay bolsillo que aguante. 

Agenda 2030

Página 120.

La Vinculación del Presupuesto Nacional con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) En el marco de la Organización de Naciones Unidas, nuestro país suscribió en el año 2015 la “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. Esta Agenda comprende 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se constituyen como un llamado universal a la adopción de medidas para alcanzar el desarrollo humano desde una dimensión económica, social, ambiental, basada en un fuerte enfoque de derechos. … Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas están constituidos de manera integral e indivisible, con un enfoque que aspira a su alcance mundial y aplicación universal. Los mismos proponen un marco global de desarrollo sostenible para los países en conformidad con sus propias prioridades y en virtud de los desafíos ambientales del planeta. Estos 17 ODS son: 

La Agenda 2030 tiene en cuenta dos cuestiones: por un lado, la indivisibilidad y la integralidad que constituyen a los ODS y, por otro, la transversalidad de sus metas. Esto significa que no existe un ODS más importante que otro, sino que el desarrollo sostenible sólo es alcanzable a partir de un tratamiento igualitario de todos los Objetivos en su conjunto. 

Comentario: En total el gobierno le dedica 9 páginas del Mensaje al Congreso por Presupuesto 2023 a demostrar su sumisión a la Agenda 2030.

Comentarios finales
    1. Presupuestar inflación del 60% es una falta de respeto a los argentinos en general y a nuestros representantes en particular. El Congreso no debería aprobarlo bajo ninguna condición. La obligación de los legisladores es la defensa del valor de la moneda (art. 75 inc. 19 de la Constitución Nacional “19. Proveer lo conducente … a la defensa del valor de la moneda,…”). Por lo tanto tendrían que rechazarlo.
    2. El presupuesto es deficitario. Tampoco es aceptable. Los representantes deberían devolver a las autoridades del ejecutivo y pedirles que presente un presupuesto equilibrado.
    3. Hay mucho gasto por recortar. La mayor parte son transferencias del estado a privados. Los ciudadanos pagamos impuestos para que los funcionarios jueguen a Papá Noel con bancos y empresas. Sin embargo, lo primero que hicieron los presidentes Macri y Fernández fue recortar las jubilaciones. Pareciera que el diputado Negri quiere tener más dinero disponible ¿para? ¿dárselo a los bancos o subsidios a empresas de servicios? Esperemos que Negri nunca tenga mayores responsabilidades que las actuales. Es evidente que los votantes cordobeses están de acuerdo conmigo.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

Referencias

Presupuesto 2023 – Ministerio de Economía

https://www.economia.gob.ar/onp/presupuestos/2023

Mensaje al HCN – Presupuesto 2023

https://www.economia.gob.ar/onp/documentos/presutexto/proy2023/mensaje/mensaje2023.pdf

Presupuesto 2023 – ANSES

https://www.economia.gob.ar/onp/documentos/presutexto/proy2023/jurent/pdf/P23E850.pdf 

Composición del Gasto por Destino-Función – Capítulo I – Planilla 1 Anexa al Art. 1

https://www.economia.gob.ar/onp/documentos/presutexto/proy2023/ley/pdf/planillas_anexas/capitulo1/anexa101.pdf 

 

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Artículo publicado el 22/10/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/perlas-del-presupuesto-2023.html