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AFGANISTÁN ¿UNA DERROTA MÁS? ¿UNA NUEVA FALLA DE INTELIGENCIA?

Marcelo Javier de los Reyes*

Titular del diario español ABC del 01/04/2004. Titular de France 24 del 14/08/2021.

¿Qué es más importante para la historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos locos islamistas o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?

Zbigniew Brzeziński[1]

 

Cuando ocurre lo que la Inteligencia no prevé

El domingo 15 de agosto de 2021 los talibanes llegaron a Kabul, la capital afgana. En cuestión de horas tomaron la ciudad sin derramamiento de sangre mientras que el presidente Ashraf Ghani salió en secreto del país.

Los talibanes aseguraron que “la guerra” había “terminado” y que en breve informarían sobre el rumbo político y religioso que tomará el país.

Los medios informaron inmediatamente que el aeropuerto internacional en Kabul estaba en situación de caos con miles de personas rodeando los aviones sin que ninguno pudiera despegar por prohibición de vuelos comerciales, además de que miles de personas intentaban ingresar al mismo, ya que era la única zona controlada por militares estadounidenses, el resto de la ciudad había sido tomada por los talibanes. Sin embargo, las imágenes de la televisión no mostraban que las fuerzas estadounidenses mantuvieran algún control sobre el aeropuerto ya que solo se observaba caos y cientos de hombres intentando subir o colgándose de los aviones que comenzaban a carretear. Las imágenes eran por demás conmovedoras.

Mientras tanto, el líder talibán, Mullah Baradar, les decía a sus seguidores: “Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba, deberíamos mostrar humildad ante Alá… ahora es el momento de la prueba, ahora se trata de cómo servimos y aseguramos a nuestra gente, y aseguramos su futuro”.

Por su parte, el Pentágono autorizó 1.000 soldados adicionales para ayudar con la evacuación de Kabul, dijo un funcionario estadounidense, lo que elevó el número total de tropas en Afganistán temporalmente a 6.000. El gobierno de España aceleraba el plan de evacuación en Kabul: dos aviones fueron enviados rumbo a Dubái para dirigirse a Afganistán, aunque también se informaba la posibilidad de llevar a cabo la evacuación de personal español y de colaboradores afganos a través de Uzbekistán, país que ha permitido la entrada en la frontera de los soldados desertores pero no de las armas y armamento que portaban. Varios vuelos más se sumaron a esos dos.

La Agencia de Prensa Saudita SPA informaba que Arabia Saudí había evacuado a todos los miembros de su misión diplomática en Afganistán, debido a las condiciones inestables en el país.

Fuentes del Reino Unido indicaron que ese país aumentaría su presencia militar en Afganistán en 900 efectivos para evacuar a sus ciudadanos a la vez que se informaba que el ejército británico planeaba, además de evacuar a sus perros militares, evacuar también sus gatos y al personal veterinario afgano que estuvo a cargo de ellos durante estos meses. Cabe recordar que en febrero de 2014 los talibanes difundieron un vídeo de un perro capturado al ejército estadounidense, de nombre Colonel, que consideraron que debía ser muy importante dado que las tropas estadounidenses lanzaron una operación para rescatarlo.

En este escenario caótico, Turquía evacuó a 324 de sus ciudadanos en un primer vuelo desde Kabul.

Quizás en el peor momento de la presidencia de Joe Biden, al menos hasta ahora, su antecesor, Donald Trump, expresó: “Lo que Joe Biden ha hecho con Afganistán es legendario. ¡Será una de las mayores derrotas en la historia de Estados Unidos!”

Más realista y sincera ha sido la canciller alemana Angela Merkel al expresar: “Todos, y por eso también asumo mi responsabilidad, evaluamos erróneamente la situación. Toda la comunidad internacional dio por supuesto que podríamos seguir con la ayuda al desarrollo”. Es evidente que si “todos” se guiaron por la inteligencia estadounidense, estuvieron —una vez más— mal informados o, quizás, la cuestión pasa por los tomadores de decisión.

Los informes de inteligencia

El 15 de abril de 2021, la agencia de noticias turca Anadolu difundió información acerca del reporte anual de evaluación de amenazas de la Directora Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, Avril Haines. Según el mismo, la inteligencia estadounidense evaluaba “que las perspectivas de un acuerdo de paz seguirán siendo bajas durante el próximo año. Es probable que los talibanes obtengan ganancias en el campo de batalla, y el gobierno afgano luchará para mantener a raya a los talibanes si la coalición retira su apoyo”[2].

El documento fue publicado el día anterior a que el presidente Joe Biden anunciara oficialmente la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán a más tardar en septiembre. El informe expresa que “Kabul sigue enfrentando reveses en el campo de batalla, y los talibanes confían en que pueden lograr la victoria militar” y agrega que “las fuerzas afganas continúan asegurando las principales ciudades y otros bastiones del gobierno, pero siguen atadas en misiones defensivas y luchan por mantener el territorio recuperado o restablecer una presencia en áreas abandonadas en 2020”.

Sin embargo, hubo otro informe de inteligencia más reciente que ha alcanzado mayor difusión en la prensa estadounidense. El primero en difundirlo fue el The Wall Street Journal, el 23 de junio[3]. Según la nota, la comunidad de inteligencia de Estados Unidos había concluido la semana anterior que el gobierno de Afganistán podría colapsar seis meses después de que fuera completada la retirada de las tropas estadounidenses.

A los militares afganos se habían unido algunas milicias de ese país dispuestas a repeler a los talibanes, las cuales se encontraban luchando en el norte. Las fuerzas afganas se rindieron a menudo sin ofrecer resistencia, dejando en manos de los talibanes el material proporcionado por Estados Unidos, vehículos blindados y arsenales de armamento, incluidas piezas de artillería, morteros y ametralladoras pesadas.

Cuando el norte cedió y los insurgentes continuaron su avance, las agencias de inteligencia estadounidenses revisaron sus estimaciones, anteriormente más optimistas.

Hasta ese momento, el ejército ya había retirado más de la mitad de sus 3.500 soldados y su equipo y el resto debía ser evacuado antes del 11 de septiembre, fecha que fue tomada en forma simbólica.

El tema del informe de inteligencia fue abordado también por el The Washington Post[4]. El informe había sido entregado unos días antes a los funcionarios estadounidenses y mostraba un panorama desolador mientras los talibanes continuaban avanzando sobre el territorio, ante la falta de resistencia de los militares afganos o tras enfrentamientos sangrientos con el ejército regular. Esta situación llevó a que se considerase que la caída del gobierno afgano podría anticiparse.

Cuando el 25 de junio el presidente afgano Ashraf Ghani se reunió en la Oficina Oval con el presidente Biden, éste le afirmó que Estados Unidos continuaría apoyando a Afganistán.

El vocero del Pentágono, John Kirby, se negó a comentar sobre la evaluación de inteligencia difundida por primera vez por The Wall Street Journal, aunque reconoció la preocupación ante el deterioro de la seguridad en algunas partes de Afganistán[5].

Según la información, Estados Unidos continuaría apoyando financieramente al gobierno afgano, pero Biden concluyó que ya no le conviene “a los intereses estadounidenses” mantener su ejército en Afganistán después de 20 años de guerra.

El presidente Ghani, además de reunirse con su par estadounidense, lo haría con el secretario de Defensa Lloyd Austin y otros altos funcionarios de Estados Unidos. Según el portavoz Kirby, el secretario Austin le garantizaría al mandatario afgano que su país nunca más se convertiría en un “refugio seguro para los grupos terroristas que representan una amenaza para el territorio estadounidense”[6].

¿Cuál es el origen de este desmadre?

La respuesta es el Acuerdo de Doha, celebrado el 29 de febrero de 2020 entre el gobierno de Estados Unidos, representado por el enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, y el referente de los talibanes, Abdul Ghani Baradar. A pesar de que en numerosas oportunidades de la historia reciente, altos funcionarios estadounidenses se cansaron de expresar —haciendo uso de una gran pero ya natural hipocresía— que “Estados Unidos no negocia con terroristas” o que “no hace concesiones a terroristas”. La historia los desmiente en varias regiones del mundo, a través de los muyaidines en Afganistán, con el mismísimo Osama Bin Laden, luego con los talibanes, con los albanos-kosovares en la guerra contra Yugoslavia, también con los rebeldes en Siria o, en América, cuando quedó al descubierto el famoso caso “Irán – Contras”, una operación que involucró a la CIA pero también al Mossad de Israel.

De tal modo que en ese Acuerdo de Doha estuvieron los talibanes, pero no estuvo el gobierno afgano —al que supuestamente el gobierno de Washington respaldaba—, tampoco estuvieron los aliados de Estados Unidos, sobre todo los europeos, siempre llevados de las narices a participar de las “aventuras” por los imprevisibles dirigentes de la gran potencia del norte.

29 de febrero de 2020. El enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, a la izquierda, y el mulá Abdul Ghani Baradar, líder político del grupo talibán, en oportunidad de la firma del acuerdo de paz entre talibanes y funcionarios estadounidenses en Doha, Qatar. Foto: © Hussein Sayed / AP

El ex presidente Donald Trump negoció ese acuerdo con los talibanes, según el cual les exigía que rompieran con Al-Qaeda, una solicitud que albergaba una gran ingenuidad ya que durante todos estos años ambos grupos no solo han contribuido en la lucha, sino que también se habían emparentado entre sí a través de casamientos mixtos. En síntesis, Al-Qaeda ha logrado una protección por parte de los talibanes y esto ha saltado a la luz en una redada llevada a cabo en octubre de 2020 en una remota aldea de Afganistán, operación que había sido poco difundida. El hecho tuvo como objetivo al anciano líder de Al-Qaeda Husam Abd-al-Rauf —quien resultó muerto—, en la provincia afgana de Ghazni. La redada reveló que el grupo terrorista sigue activo y prosperando en Afganistán bajo la protección de los talibanes y permitió detectar mensajes de Al-Qaeda entre Afganistán y Siria, según un funcionario afgano[7]. Los resultados de la operación contra Husam Abd-al-Rauf, conocido como “Abu Muhsin al Masri”, quien figuraba en la lista de los terroristas más buscados por el FBI desde 2018, ha dejado al descubierto que Al-Qaeda no se ha debilitado y que mantiene lazos con otras ramas de la red en otras regiones. Mientras que los miembros de Al-Qaeda instruían a los talibanes en lo referente a la recaudación de fondos y en la fabricación de artefactos explosivos, los insurgentes afganos les otorgaban protección pero, como puede apreciarse, ya no solo existía una relación ideológica sino también familiar entre ambas organizaciones terroristas.

Husam Abd-al-Rauf en un cartel de los más buscados por el FBI de 2019.

Este descubrimiento pone en tela de juicio no solo lo que la administración Biden sostenía, que Al-Qaeda estaba debilitada, sino que el “objetivo” de la presencia de Estados Unidos en Afganistán no había sido cumplido. Bien, quizás no se necesitaba mucha inteligencia para llegar a esos resultados.

Varios medios inmediatamente dieron cuenta que Trump pedía la renuncia de Biden por la estrepitosa retirada y caída de Afganistán, mientras que el Independent en Español informaba que los republicanos han eliminado la página web en la que se celebraba el acuerdo de Trump con los talibanes[8]. La página que promocionaba el “histórico acuerdo de paz” del ex presidente habría desaparecido durante el fin de semana.

El día 10 de agosto de 2021, en un nuevo artículo del The Washington Post, los periodistas indicaban que la administración Biden se estaba preparando para que la capital de Afganistán cayera mucho antes de lo que se temía debido a que “una rápida desintegración de la seguridad ha provocado la revisión” del informe de inteligencia en cuestión. El artículo menciona que un funcionario que habló bajo condición de anonimato debido a la delicadeza del tema, expresó que el ejército de Estados Unidos había actualizado su evaluación, por lo que un colapso podría ocurrir en 90 días mientras que otros dijeron que podría suceder dentro de un mes. Algunos funcionarios, confidencialmente, percibían que la situación en Afganistán era más grave que en junio, “cuando los funcionarios de inteligencia evaluaron que una caída podría producirse tan pronto como seis meses después de la retirada del ejército estadounidense”[9].

A pesar de la delicada situación en el terreno, el presidente Biden insistió en que su decisión de retirar las fuerzas estadounidenses no está en debate y que no se “arrepintió” de haberla tomado para poner fin a la campaña de 20 años, más allá del avance de los talibanes.

Biden manifestó a los periodistas en la Casa Blanca que gastaron más de un billón de dólares en 20 años y que entrenaron y suministraron equipo moderno a más de 300.000 efectivos afganos[10], pero esto es parte del relato estadounidense. En diciembre de 2019, The Washington Post publicó un artículo de investigación en el que revelaba “18 años de mentiras en la guerra de Afganistán”, basado en “miles de páginas de entrevistas a los protagonistas que desmontan la narrativa oficial de que se estaban produciendo progresos en el conflicto”[11]. El diario informa que se basa en más de 400 entrevistas realizadas a militares, diplomáticos, cooperantes y oficiales afganos, todos protagonistas del conflicto que ofrecieron sus declaraciones “creyéndose amparados por el anonimato”. Se trata de documentos que forman parte de “un proyecto federal, bautizado como Lecciones Aprendidas, puesto en marcha en 2014 para diagnosticar los errores en el conflicto”. Según revela el diario, en 2015, el general de tres estrellas Douglas Lute, quien ejerció el alto mando en la guerra durante las administraciones de George W. Bush y Barack Obama, expresó: “Carecíamos de un conocimiento fundamental de Afganistán, no sabíamos qué estábamos haciendo. ¿Qué tratamos de hacer aquí? No teníamos la más remota noción de lo que estábamos acometiendo”[12].

Este artículo hace referencia a otro más amplio, del reportero del The Washington Post Craig Whitlock, autor del libro The Afghanistan Papers: A Secret History of the War (“Los documentos de Afganistán: Una historia secreta de la guerra”), en el que afirma que “desde 2001, más de 775.000 soldados estadounidenses se han desplegado en Afganistán, muchos de ellos repetidamente. De ellos, 2.300 murieron allí y 20.589 resultaron heridos en acción, según cifras del Departamento de Defensa”[13].

El informe del periodista Craig Whitlock cita a Neta Crawford, profesora de ciencias políticas y codirectora de Costos de Proyecto de guerra en la Brown University, quien estima que desde 2001, el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) han gastado o asignado entre US$ 934 mil millones y US$ 978 mil millones. Entre estas cifras no se incluyen los gastos de otras agencias como la CIA y el Departamento de Asuntos de Veteranos, que es responsable de la atención médica de los veteranos heridos[14]. En este punto debe tenerse en cuenta que esa suma se estima desde 2001 pero debe tenerse en cuenta que, con anterioridad, los Estados Unidos financiaron la “Operación Ciclón”, nombre en clave del programa de la CIA para reclutar a los fundamentalistas islámicos —los muyahidines— que enfrentaron al gobierno de la República Democrática de Afganistán (1978-1992) y al ejército de la Unión Soviética entre 1979 y 1989.

Basado en información del Departamento de Defensa, del Proyecto de Costos de Guerra de la Brown University, de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán y del Comité para la Protección de Periodistas, el artículo del The Washington Post presenta un gráfico titulado “El peaje de la guerra”, en el que muestra que desde 2001 se estima que 157.000 personas han muerto en la guerra de Afganistán[15]:

64.124 fuerzas de seguridad afganas (estimado)

43.074 civiles afganos (estimado)

42.100 combatientes talibanes y otros insurgentes (estimado)

3.814 contratistas de EE.UU.

2.300 personal militar de EE.UU. (cifra actualizada hasta noviembre de 2019)

1.145 tropas de la OTAN y de la coalición

424 trabajadores de ayuda humanitaria

67 periodistas y trabajadores de los medios.

Podría continuarse con las evaluaciones previas al descalabro que hoy presenciamos en Afganistán, pero la estrepitosa y humillante salida del ejército estadounidense está a la vista, por más amenazas que Biden quiera esgrimir ante potenciales ataques a su personal.

Estados Unidos y Afganistán antes de la ocupación soviética: inteligencia y toma de decisiones desde 1978

Adolph “Spike” Dubs, diplomático de carrera que sirvió en Alemania, Liberia y la Unión Soviética —desempeñándose en este último destino como encargado de negocios en la Embajada de los Estados Unidos en Moscú, en los años 1973-74—, considerado un experto en temas soviéticos, en 1978 fue nombrado embajador en Afganistán, tras el golpe de Estado del 27 de abril de ese año —la Revolución de Saur— que llevó al poder a la facción Khalq del Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA), alineado con los soviéticos.

El 14 de febrero de 1979, Dubs fue secuestrado por militantes armados que se hicieron pasar por policías, y exigieron la liberación del líder de su partido encarcelado. El gobierno se negó a negociar con los secuestradores, rebeldes que enfrentaban al régimen prosoviético, quienes llevaron al embajador Dubs como rehén a una habitación del hotel Kabul, en el centro de la ciudad. Los policías afganos, acompañados de asesores soviéticos, atacaron el hotel, hecho en el que resultó muerto el diplomático. Su muerte dejó algunas dudas respecto a los perpetradores y sus reclamos, pero estaba claro que el país ya estaba fuera de control. No se nombró a un sucesor de Dubs y la Unión Soviética invadió Afganistán en diciembre de 1979. La embajada de Estados Unidos finalmente se cerró en 1989 debido al deterioro de la seguridad.

Mientras tanto, se sabía que desde Pakistán los rebeldes islamistas pergeñaban una revolución para derrocar al gobierno marxista, lo cual significó una fuerte alarma para la dirigencia soviética en Moscú, atento a que unos cuarenta millones de musulmanes vivían en las repúblicas soviéticas de Asia Central[16]. Ante esta percepción de amenaza, Yuri Andropov, jefe de la inteligencia soviética, declaró “no podemos perder Afganistán”[17].

Tim Weiner, reportero del New York Times y ganador del Premio Pulitzer, afirma que la CIA, durante los siguientes nueve meses “fue incapaz de advertir al presidente de Estados Unidos de una invasión que cambiaría la faz del mundo”[18]. El 23 de marzo de 1979, en un informe de alto secreto de la CIA a la Casa Blanca, se expresaba: “Los soviéticos serían bastante renuentes a introducir un gran número de fuerzas terrestres en Afganistán”. En la misma semana, 30.000 efectivos soviéticos comenzaban su despliegue en cercanías de la frontera afgana en camiones, tanques y transportes blindados[19].

Entre julio y agosto del mismo año, al intensificarse los ataques de los rebeldes, Moscú envió un batallón de unidades de combate aerotransportadas a la base de Bagram en las afueras de Kabul. La CIA hizo uso de sus mejores analistas, de sus satélites y de toda su aparatología de reunión de información para brindar un nuevo informe, el 28 de septiembre de 1979, en el que afirmaba que la Unión Soviética no invadiría Afganistán. Mientras tanto, las fuerzas soviéticas continuaban llegando a Afganistán[20]. Nuevamente, el 19 de diciembre, los analistas de la CIA consideraron que “el ritmo de los despliegues soviéticos no sugiere … una contingencia urgente”[21].

Sin embargo, hay que retrotraerse unos pocos meses atrás de ese informe de diciembre. A instancias del consejero de seguridad Zbigniew Brzezinski, el 3 de julio de 1979, el presidente Jimmy Carter firmó la primera directiva de asistencia secreta en apoyo a los muyahidines que enfrentaban al régimen prosoviético de Kabul[22]. El propio Brzezinski afirmó que ese mismo día le escribió una nota al presidente en la que le explicaba que con “esa ayuda provocaría una intervención militar de los soviéticos”[23]. Es decir que reconoció que los Estados Unidos se involucraron en el conflicto afgano antes de que los soviéticos invadieran el país, dando origen a la mencionada “Operación Ciclón” de la CIA.

Cuando en una entrevista que le realizó Le Nouvel Observateur —en enero de 1998— le preguntaron a Brzezinski si no se había arrepentido “de haber favorecido el integrismo islamista, de haber aportado armas y consejo a futuros terroristas”, el polaco devenido en consejero de seguridad de Carter respondió:

¿Qué es lo más importante para la historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos locos islamistas o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?

En la entrevista le hicieron una última pregunta: “¿Algunos locos? Si se está diciendo constantemente que el fundamentalismo islámico representa hoy una amenaza mundial”. A lo que Brzezinski contestó:

¡Tonterías! Se dice que Occidente debería tener una política global con respecto al islamismo. Es una estupidez: no hay islamismo global. Miremos al Islam racionalmente y no demagógicamente o emocionalmente. Es la religión líder en el mundo con 1.5 mil millones de seguidores. Pero, ¿qué tienen en común la Arabia Saudí fundamentalista, el Marruecos moderado, el Pakistán militarista, el Egipto pro-occidental o el Asia Central secularizada? Nada que no sea lo mismo que une a los países de la cristiandad …[24]

Entrevista a Zbigniew Brzezinski, Le Nouvel Observateur, 15/01/1998.

En esa entrevista Brzezinski hizo uso del cinismo que caracterizó a la dirigencia política estadounidense y británica respecto al tema del islamismo, entre otros. Estos son los antecedentes que, primero, llevaron a la invasión soviética de Afganistán y, luego, a la implosión de la Unión Soviética. Por lo tanto, es justo recordar estas circunstancias para la comprensión de por qué el radicalismo islámico logra esa fuerza que le permite una expansión global.

Cabe agregar que este “nuevo juego” en Afganistán se produjo durante el gobierno iraní de Mehdi Bazargan, quien lo encabezó de forma interina tras la Revolución Islámica, gobierno con el que Estados Unidos mantenía contactos. Además del triunfo de la mencionada revolución en 1979, el 4 de noviembre se llevó a cabo el asalto de la embajada de los Estados Unidos y el secuestro de los diplomáticos. A finales del mes de diciembre el Ejército Rojo ingresó a Afganistán.

Arabia Saudí y las monarquías del Golfo, wahabitas y sunitas, no estaban dispuestos a perder el control religioso en favor de los chiítas iraníes por lo que se aliaron a los muyahidines afganos, quienes solo contaban con algunas facciones de filiación wahabita y con los partidarios de la yihad armada[25]. En el noroeste de Pakistán, en torno a Peshawar, en donde existían bases y campos de entrenamiento, había tres millones de refugiados, “el caldo de cultivo para el islámico internacional”[26]. Con financiamiento saudí, armamento estadounidense, tráfico de heroína y colaboración de los servicios de inteligencia paquistaní y estadounidense —el ISI (Inter-Services Intelligence) y la CIA—, además del componente religioso de las grandes organizaciones paquistaníes, principalmente Jami’at-e islami fundada por Abul Ala Mawdadi (Aurangabad, India, 1903 – Búfalo, Estados Unidos, 1979), periodista y teólogo musulmán fundamentalista que desempeñó un papel importante en la política paquistaní y la red de madrasas deobandis[27].

Este movimiento, apadrinado por los Estados Unidos, Arabia Saudí, los Estados del Golfo y Pakistán, desempeñó un papel clave en la derrota que sufrieron las tropas soviéticas en 1989 y que llevó a la evacuación del país. Pero allí también está el semillero que dio origen al terrorismo de sesgo islámico.

Los medios gráficos también dejaron plasmados aquel encuentro que, en febrero de 1983, el entonces presidente Ronald Reagan mantuvo con los talibanes en la Casa Blanca y que fue registrado por su fotógrafo oficial, Michael Evans.

Febrero de 1983. Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos, reunido con una delegación de los talibanes en un salón de la Casa Blanca. Foto: Michael Evans.

En abril de 1992 Kabul y Afganistán cayeron en manos de los muyahidines. En 1994 aparecieron los talibanes, quienes durante ese año se apoderaron de Kandahar y de las provincias meridionales de Lashkargah y Helmand. Los talibanes gobernaron la casi totalidad de Afganistán entre 1996 y 2001 y la empresa petrolera argentina Bridas de Carlos Bulgheroni obtuvo un contrato para la construcción de un gasoducto de 1.492 kilómetros desde Turkmenistán hasta Pakistán con el visto bueno de los talibanes. Bien pronto, con el avance de los Estados Unidos en el espacio postsoviético, la empresa argentina fue perdiendo todos sus negocios en favor de las estadounidenses, principalmente con Unocal [28]. ¿Se trataba entonces de cuestiones de seguridad de Estados Unidos? ¿Se trataba de derrotar a Al-Qaeda en Afganistán?

Estos datos son relevantes para comprender los motivos que fueron llevando a la implosión soviética y a la expansión de los Estados Unidos en el espacio postsoviético. La globalización propuesta por Washington estaba en marcha en un esquema que los propios estadounidenses y algunos analistas internacionales consideraron como “unipolar”.

Otra cuestión que, a la luz de los hechos actuales, se ha tornado como una preocupación es el papel que China tomaría en la actual situación. Bien, aquí también debemos regresar a la historia y citar nuevamente a Tim Weiner, quien informa acerca de lo que considera “la misión de tráfico de armas más importante de la CIA” para poder proveer a los muyahidines, operación que contó con un respaldo de los saudíes que igualó al que estaba llevando a cabo la CIA, mientras que “los chinos enviaron armas por un valor de varios millones de dólares, y lo mismo hicieron los egipcios y los ingleses”, mientras la CIA coordinaba los envíos[29]. Entonces queda claro que China se involucró en Afganistán gracias a la “invitación” de los Estados Unidos, para lo cual debe recordarse que pocos años antes Richard Nixon y Henry Kissinger habían sido protagonistas en la denominada “diplomacia del ping-pong”. Como en inteligencia es fundamental verificar las fuentes, veamos que nos dice el propio Kissinger:

En Afganistán, la Unión Soviética vivió muchas de las vicisitudes que había sufrido Estados Unidos en Vietnam, en este caso, con el apoyo y la coordinación de Estados Unidos, China, los países del Golfo y Pakistán, que financiaron y prepararon a la resistencia armada.[30]

Otros “compromisos” con el islamismo

En el marco de la guerra contra el terrorismo, algunos periodistas y analistas internacionales aseguran que el gobierno estadounidense de turno se equivocó al llevar adelante la invasión de Iraq para derrocar a Saddam Hussein cuando aún no se había consolidado en Afganistán. Esa operación se inició el 20 de marzo de 2003 con los primeros bombardeos.

Tras la invasión de Iraq, los estadounidenses establecieron un campo de detención en el desierto de ese país, en las afueras de la ciudad de Basora, al que denominaron “Camp Bucca”, en el que tuvo su origen el grupo extremista que luego pasó a autodenominarse “Estado Islámico”. Muchos de los más de 25.000 detenidos en ese presidio fueron transferidos desde la cárcel de Abu Ghraib, luego del escándalo que dio vuelta al mundo con fotos que mostraban las torturas y abusos que sufrían los prisioneros.

En “Camp Bucca”, precisamente, estuvieron detenidos varios de los que serían los miembros principales de la dirigencia del Estado Islámico (ISIS o DAESH), entre ellos su líder Abu Bakr al-Baghdadi. Por otro lado, el desmantelamiento del ejército iraquí también nutrió las filas de esta organización con hombres bien entrenados.

Como si esto fuera poco, desde Estados Unidos se respaldó lo que se denominó la “primavera árabe” (2010 – 2012), lo que derivó en la desestabilización de varios regímenes de los países árabes. Debe también mencionarse el ataque a Libia para derrocar a Mamuar Gadafi, operación militar llevada a cabo por Estados Unidos, acompañado por varios países europeos, y que contó con la anuencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, en marzo de 2011, votó en su favor. Una vez más, las democracias occidentales favorecieron a los rebeldes, ya que esta decisión benefició al último bastión rebelde que quedaba en Bengasi.

La insurgencia siria también recibió apoyo de las democracias occidentales y del gobierno turco con la intención de derrocar al gobierno de Bashar Al-Assad. Cuando se inició el conflicto en Siria, en marzo de 2011, el cual se originó a partir de una manifestación en la ciudad de Deraa, que fue propagándose por otras ciudades del país y reprimidas fuertemente por el gobierno, comenzaron a aparecer diferentes grupos rebeldes, algunos de los cuales contaron con el apoyo económico y de armas por parte de Estados Unidos, Turquía y otros países. El diario alemán Bild, en agosto de 2012, publicó que un buque espía de la Armada alemana navegaba frente a las costas de Siria. Esta nave en ese momento, contaba a bordo con la última tecnología de espionaje del Bundesnachrichtendienst (BND) —el servicio alemán de inteligencia exterior— y proporcionaba información específica a los rebeldes sirios en su lucha contra el presidente Bashar al-Assad. Esa tecnología le permitía observar movimientos de tropas hasta 600 kilómetros de profundidad en territorio sirio. Según el informe, las observaciones se transmitían a los servicios asociados estadounidenses y británicos. Estos, a su vez, también transmitían esa información al Ejército de Liberación de Siria[31]. Otros medios alemanes también replicaron esa información; por el ejemplo, Welt, basándose en información de Bild am Sonntag, informaba que “los agentes del BND también están estacionados en la base turca de la OTAN en Adana. Desde allí, interceptaron llamadas telefónicas y comunicaciones por radio de Siria”[32]. Asimismo, agregaba que se mantenía un contacto informal con fuentes cercanas al régimen de Al-Assad. Según esa información, un funcionario del servicio secreto estadounidense habría afirmado que “ningún servicio secreto occidental tiene fuentes tan buenas en Siria como el BND”[33].

Welt también informaba que el servicio secreto británico estaba apoyando a los rebeldes sirios con información sobre los movimientos de las tropas sirias. Los británicos seguían la situación de Siria desde Chipre —donde mantiene dos bases militares con fines de inteligencia—, según habría manifestado un representante de los insurgentes a The Sunday Times. Esta fuente reveló que la información recopilada luego se transmitía a los Estados Unidos y a Turquía y que ellos lo conseguían a través de los turcos. La información proporcionada por los británicos permitió a los insurgentes conocer el movimiento de las tropas sirias en su despliegue en dirección a Alepo, en el noroeste de Siria, lo que favoreció un ataque que los rebeldes llevaron a cabo contra el ejército sirio a principios de agosto de 2012, cerca de la ciudad suroccidental de Idlib[34].

El entonces presidente del BND, Gerhard Schindler —quien debió renunciar en abril de 2016 por el escándalo de las escuchas telefónicas a los aliados por parte de la NSA estadounidense—, en una entrevista explicó que su servicio tenía recursos limitados, por lo cual establecía prioridades, como por ejemplo, Siria y Afganistán[35].

Quien haya seguido de cerca estos veinte años de intervención estadounidense en Afganistán se ha familiarizado con expresiones como “errores de inteligencia”, “daños colaterales” y otras similares que sirvieron para “justificar” los ataques que las fuerzas de ocupación hicieron sobre la población civil. Pueblos enteros en la frontera Af-Pak fueron sometidos al terror de los drones estadounidenses, los cuales sobrevolaban los mismos mientras sus habitantes esperaban el momento en que lanzaran sus bombas. Hubo noticias en las que se informaba de “ataques por error” a afganos que se encontraban celebrando una boda.

Además de las violaciones y torturas en “Abu Ghraib” y de “Guantánamo” deben recordarse los centros clandestinos de detención de la CIA en Europa, en países europeos, y los vuelos que la CIA realizó a través de ese mismo continente trasladando supuestos terroristas durante el gobierno de George W. Bush, cuya difusión comprometió seriamente a varios gobiernos europeos. 

Reflexiones parciales en un momento de incertidumbre

Como puede apreciarse, la historia nos permite precisar cómo han sido los hechos y quitar el velo de algunas cuestiones que la “propaganda” ha impuesto a lo largo de estos últimos cuarenta años.

El gobierno estadounidense ha sido el sustento del islam radical desde antes de la invasión de la Unión Soviética a Afganistán, como lo ha afirmado el propio Brzezinski, y con la intención de provocar la intervención de Moscú para llevarlos a su “propio Vietnam”.

Los ataques del 11-S fueron una débil argumentación para proceder a la invasión en Afganistán, como también lo fue la falsedad de la existencia de armas de destrucción masiva para justificar el ataque a Iraq. A eso le siguió el involucramiento en Siria y la embestida contra Libia. En este contexto, nunca dejó de agredirse a Irán, aun cuando su gobierno pareció acogerse a lo pactado respecto del acuerdo nuclear. Finalmente el entonces presidente Donald Trump retiró a su país del acuerdo nuclear, en el marco interno, por su intención de deshacer todo lo realizado por su antecesor, Barack Obama, y en el marco externo, para alinearse con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien mantuvo siempre vigente su propaganda contra Irán a escala mundial, influyendo no solo en Medio Oriente sino también en América del Sur. De alguna manera, la destrucción de los países que se constituían en adversarios de Israel ha borrado a sus grandes enemigos, salvo Irán, y abrió las puertas a que estableciera relaciones diplomáticas —Acuerdos de Abraham— con Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, países árabes del Golfo Pérsico.

Sin embargo, esas operaciones de la CIA, esas prisiones clandestinas y toda la política que han llevado a cabo en el marco de la “guerra contra el terrorismo global” que, precisamente provocó una gran desestabilización en una amplia región que se extiende desde el norte de África, pasando por Medio Oriente hasta llegar a Afganistán, ha llevado a que ese terrorismo que Brzezinski negaba que fuera global, a la vez que consideraba que solo se trataba de unos locos islamistas, se haya transformado en una metástasis a escala mundial.

Una vez más, como una concreción de una profecía, luego de que la Casa Blanca y sus países aliados alertaran de potenciales ataques en el aeropuerto de Kabul, el jueves 26 de agosto dos explosiones provocaron la muerte de al menos 90 personas —entre ellos 13 soldados estadounidenses— y más de 150 heridos en la capital de Afganistán, incluidos niños y mujeres. Una nueva franquicia ha aparecido en el espectro terrorista y se constituye como el principal enemigo de los talibanes: ISIS-K o Provincia del Estado Islámico de Khorasan.

Estados Unidos, una vez más, se ha mostrado como un aliado nada confiable, capaz de cambiar de rumbos sin advertir a sus propios aliados de esos virajes que los someten a un verdadero caos en el que los pone innecesariamente en riesgos. Este es un claro ejemplo de ello como así también, mediante la “política del ping pong”, dejó fuera del juego a Taiwán e hizo su apuesta por la República Popular China, la que pasó a sentarse en la banca de Taiwán en el Consejo de Seguridad, con derecho a veto. Allí está el origen del poder que fue tomando el régimen de Beijing que, como se pudo ver, también fue invitado a colaborar con los rebeldes afganos en la década de 1980. Haciendo una digresión, en este contexto, ¿cuál será el futuro de Taiwán luego de esta retirada de Estados Unidos que mostraría una clara debilidad ante China?

¿Cómo hoy pueden sorprenderse de que China y Rusia estén negociando con los talibanes desde antes de esta bochornosa retirada? Los que “se mudan” lejos son los estadounidenses, quienes les dejan nuevamente a sus molestos vecinos, contra los cuales comenzaron a combatir los soviéticos en 1979. Bien, ante un acuerdo unilateral, ante una decisión inconcebible y sin un “plan B” por parte de Washington, los rusos y los chinos, así como otros vecinos de la región que no pueden “mudarse” lejos como los estadounidenses, deben establecer alguna negociación para convivir desde ahora y de cara al futuro. No obstante, la retirada de Estados Unidos no deja de ser un alivio, al menos por ahora, para Rusia y China. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin expresó la esperanza de que el talibán (movimiento proscrito en Rusia) “cumpla sus promesas de restaurar la paz en Afganistán”.

Las contradicciones han quedado a la vista. Al inicio de este artículo se ha mostrado un titular del diario español ABC del 01/04/2004 que decía que los gobiernos occidentales prometían no abandonar Afganistán a su suerte y otro de France24 del 14/08/2021, que titula que “Occidente se apresura a abandonar Afganistán, mientras el Talibán se toma más de la mitad del país”.

En función de ello, debe considerarse que los gobernantes de Occidente siempre han llenado horas con pomposos discursos humanitarios, pero a la vez impidiendo que los migrantes llegasen a sus costas y a sus territorios, quienes huían —en muchas ocasiones— de los desastres y guerras que de la mano de Washington y de la OTAN, con sus serviles europeos y australianos que siempre hacen de “coro griego” y participan de la tragedia, pero ya no en los escenarios de un teatro sino en escenarios regionales: desde Corea, Vietnam hasta los más recientes de Afganistán, Iraq, Siria, Libia. Tampoco debe olvidarse que de ese coro también forman parte Canadá y Nueva Zelanda.

Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, en una entrevista que le realizaron el 18 de agosto en la RTVE, expresó que lo sucedido en Afganistán es una derrota del mundo occidental. A continuación agregó: “Hay que extraer lecciones de eso y saber los errores que hemos cometido, por qué hemos llegado hasta aquí y saber de qué manera podemos defender mejor nuestros valores y nuestros intereses en el mundo”.

Como dijo Aldous Huxley: “Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”.

Los líderes de los países occidentales acaso deban preguntarse: el fracaso de Occidente en Afganistán ¿no es el resultado de no haber tenido en cuenta las experiencias de décadas que están hasta escritas en la Historia?

Bien, queda en el aire la pregunta pero hay otros interrogantes que debemos tener en cuenta. En función del acuerdo celebrado entre el gobierno de Estados Unidos y los talibanes, no ha habido ataques de este grupo a las fuerzas estadounidenses, los que se retiran, “regalándoles” no solo el país a los talibanes sino también todo un arsenal que podrá ser empleado por ellos. Toda la inversión en armamento destinada a las fuerzas armadas de Afganistán, ahora está en posesión de los nuevos dueños del país. ¿Quizá haya habido un nuevo acuerdo con los talibanes como en la década de 1980?

Finalmente, la ocupación y la desbandada de Afganistán ha puesto en evidencia, como en tantas otras ocasiones, que quizás lo que se consideran “fallas de inteligencia” en verdad no lo son, sino que la dirigencia política —es decir, la que toma las decisiones— hace caso omiso a lo que la inteligencia le informa y procede por su lado responsabilizándola de las cosas que parecen salir mal.

El paso del tiempo permitirá ver con mayor claridad algunas cuestiones que aún parecen inexplicables.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] “Les révélations d’un ancien conseiller de Carter. ‘Oui, la CIA est entrée en Afghanistan avant les Russes…’” Nouvel Observateur, 15/01/1998.

[2] Michael Gabriel Hernández. “Reporte de inteligencia de EEUU afirma que es poco probable lograr un acuerdo de paz en Afganistán”. Agencia Anadolu, 15/04/2021, https://www.aa.com.tr/es/política/reporte-de-inteligencia-de-eeuu-afirma-que-es-poco-probable-lograr-un-acuerdo-de-paz-en-afganistán/2209343, [consulta: 20/04/2021].

[3] Gordon Lubold y Yaroslav Trofimov, “Afghan Government Could Collapse Six Months After U.S. Withdrawal, New Intelligence Assessment Says”. The Wall Street Journal, 23/06/2021, https://www.wsj.com/articles/afghan-government-could-collapse-six-months-after-u-s-withdrawal-new-intelligence-assessment-says-11624466743

[4] Dan Lamothe y Shane Harris. “Afghan government could fall within six months of U.S. military withdrawal, new intelligence assessment says”. The Washington Post, 24/06/2021, https://www.washingtonpost.com/national-security/afghan-government-could-fall-within-six-months-of-us-military-withdrawal-new-intelligence-assessment-says/2021/06/24/42375b14-d52c-11eb-baed-4abcfa380a17_story.html

[5] Ídem.

[6] Ídem.

[7] Nick Paton Walsh, Evan Perez, Mohammed Tawfeeq. “ómo una redada en Afganistán reveló que al Qaeda sigue teniendo alcance mundial bajo la ‘protección’ de los talibanes. CNN en Español, 28/05/2021, https://cnnespanol.cnn.com/2021/05/28/al-qaeda-sigue-creciendo-bajo-la-proteccion-de-talibanes-trax/

[8] John Bowden. “Republicanos eliminan página web que celebra el acuerdo de Trump con los talibanes”. Independent en Español, 17/08/2021, https://www.independentespanol.com/noticias/republicanos-eliminan-web-acuerdo-trump-talibanes-b1903686.html

[9] Dan Lamothe, John Hudson, Shane Harris and Anne Gearan. “U.S. officials warn collapse of Afghan capital could come sooner than expected”. The Washington Post, 10/08/2021, https://www.washingtonpost.com/national-security/2021/08/10/afghanistan-intelligence-assessment/

[10] Ídem.

[11] Pablo Guimón. “Una investigación de ‘The Washington Post’ revela 18 años de mentiras en la guerra de Afganistán”. The Washington Post, 10/12/2019, https://elpais.com/internacional/2019/12/09/estados_unidos/1575911162_574027.html, [consulta: 10/12/2020].

[12] Ídem.

[13] Craig Whitlock. “The Afghanistan Papers. A secret history of the war. At War With The Truth”. The Washington Post, 09/12/2019, https://www.washingtonpost.com/graphics/2019/investigations/afghanistan-papers/afghanistan-war-confidential-documents/ [consulta: 10/12/2020].

[14] Ídem.

[15] Ídem.

[16] Tim Weiner. Legado de cenizas. La historia de la CIA. [1ª ed.] Buenos Aires: Debate, 2008, p. 380.

[17] Ídem.

[18] Ídem.

[19] Ídem.

[20] Ibíd., p. 381.

[21] Ídem.

[22] “Les révélations d’un ancien conseiller de Carter. ‘Oui, la CIA est entrée en Afghanistan avant les Russes…’” Nouvel Observateur, 15/01/1998.

[23] Ídem.

[24] Ídem.

[25] Gilles Kepel. La yihad. Expansión y declive del islamismo. Barcelona: Península, 2001, p. 207.

[26] Ídem.

[27] Los deobandis son uno de los grupos de los musulmanes. Está íntimamente relacionado con la Universidad de Deoband, en India (Dar al-‘Ulum, “Casa del Conocimiento”. En sus orígenes en la India ya expresaba un fuerte rechazo contra el avance de Occidente y su civilización materialista laica en el subcontinente indio. Sus objetivos eran preservar las enseñanzas del Islam, su fuerza y sus rituales, resistir a las destructivas actividades misioneras del invasor británico y su cultura y difundir el Islam y su cultura.

[28] Ahmed Rashid. Los talibán. El Islam, el petróleo y el nuevo “Gran Juego” en Asia Central. Barcelona: Península, 2001, 375 p.

[29] Tim Weiner. Op. cit., p. 400.

[30] Henry Kissinger. China. Buenos Aires: Debate, 2012, p. 403

[31] „Deutsches Spionageschiff laut «BamS» vor Syrien im Einsatz”. Bild, 19/08/2012, https://www.bild.de/news/aktuell/deutsches-spionageschiff-laut-bams-vor-syrien-1-25725408.bild.html, [consulta 26/08/2012].

[32] “Deutsches Spionageschiff hilft syrischen Rebellen”. Welt, 19/08/2012, https://www.welt.de/politik/ausland/article108682338/Deutsches-Spionageschiff-hilft-syrischen-Rebellen.html, [consulta 26/08/2012].

[33] Ídem.

[34] Ídem.

[35] Martin Lutz, Uwe Müller. „Alle sollten stolz sein, für den BND zu arbeiten”. Welt, 11/08/2012, https://www.welt.de/politik/deutschland/article108568246/Alle-sollten-stolz-sein-fuer-den-BND-zu-arbeiten.html, [consulta 26/08/2012].

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FINANCIACIÓN DEL TERRORISMO: EL PRECIO QUE TENEMOS QUE PAGAR POR EL DINERO A VECES ES LA LIBERTAD

Giovanni Ramunno*

El alcance de los yihadistas se ha expandido dramáticamente en África Occidental en los últimos años desarrollando y extendiendo sus tentáculos financieros.

Además, algunos grupos son ahora poderosas fuerzas insurgentes, que controlan el territorio, suplantan al Estado y gobiernan con una mezcla calibrada de coerción y cooptación. Más recientemente, el Estado Islámico ha aumentado la complejidad de la crisis política y social alimentada por la presencia de Al-Qaeda en la región del Sahel.

El Sáhara es ahora casi exclusivamente un punto de tránsito para el comercio ilícito que ha generado una economía de protección que parece haber aumentado los costos de todo movimiento de mercancías. En toda la región, el comercio ilícito —tanto el comercio informal como el tráfico más pernicioso— ha obstaculizado la consolidación del Estado central y se ha convertido en un importante impulsor de la inestabilidad y el conflicto.

Además, algunos grupos son ahora poderosas fuerzas insurgentes, controlan el territorio, suplantan al estado y gobiernan con una mezcla calibrada de coerción y cooptación. Más recientemente, el Estado Islámico ha aumentado la complejidad de la crisis política y social alimentada por la presencia de Al-Qaeda en la región del Sahel.

El primer producto genuinamente ilícito que comenzó a transitar por el Sahara fue la resina de cannabis procedente de Marruecos, siguiendo respectivamente la costa norteafricana, que incluye el uso de barcos, y una ruta hacia el sur desde Marruecos, luego atravesando hacia el este a través del Sahel, a lo largo de la frontera entre Libia y Chad hasta Egipto y luego entrando en Europa a través de los Balcanes.

Más recientemente, la cocaína comenzó a transitar por el África subsahariana a principios de la década de 2000, con destino al mercado europeo. Los traficantes latinoamericanos atacaron varios Estados costeros de África occidental, de los cuales el más conocido y vulnerable era Guinea-Bissau. La llegada de cocaína a las costas de África occidental coincidió con el comienzo de varias transiciones políticas frágiles. Además, la ruta hacia el norte desde la costa de África occidental ha tenido un impacto decisivo en la estabilidad en el norte de Malí y Libia, ya que la rentabilidad de la cocaína superó con creces cualquier producto que hubiera pasado previamente por esa región.

Más recientemente, la Interpol informó el pasado mes de mayo acerca de un marcado aumento del número de traficantes de drogas que utilizan Libia como punto de transbordo, incluso para las drogas. El norte de África había surgido como centro de tránsito de cocaína después del Cocainegate en Argelia.

En 2011, Europol ya estaba informando que “… algunos grupos delictivos de África occidental se encuentran entre los más capaces de gestionar todas las fases sucesivas de la inmigración ilegal desde los países de origen hasta los países de destino. Los migrantes en tránsito son frecuentemente explotados en mano de obra ilícita, lo que marca un punto de contacto entre la inmigración ilegal y la trata de seres humanos (THB)”. Por lo tanto, la migración hacia el norte a través del Sáhara, que estaba impulsada y exacerbada por la fragilidad del Estado, se había convertido en un pilar de la economía criminal regional.

El control de las corrientes ilícitas y la protección de la circulación de mercancías ilícitas es ahora una fuente importante de recursos para los grupos de milicias armadas y una forma de consolidar el poder local.

En este sentido, tanto el Toubou a lo largo de la frontera sur de Libia con Chad y Níger, como el más pequeño pero poderoso Zintani en la frontera suroeste, se han fortalecido en gran medida en el proceso.

En todo el Sáhara, la naturaleza de los Estados y la naturaleza del desarrollo de la trata han aumentado el nivel de violencia, socavando la autoridad estatal central, lo que finalmente ha empoderado a los agentes de poder locales.

Grupos terroristas que prosperan para obtener recursos financieros se reubicaron, desde Argelia primero y Siria después, para beneficiarse del comercio ilícito gravando el movimiento de mercancías a través del territorio que controlan. Además, entre los principales métodos y técnicas para recaudar fondos se encuentran las extorsiones, los robos, el abastecimiento ilegal de petróleo, el uso indebido de ONG/organizaciones benéficas y la trata de personas. Por lo tanto, hay cada vez más evidencia de un nexo entre el financiamiento terrorista y la actividad criminal. Es decir, en Malí los líderes terroristas disfrutan de una libertad de movimiento que casi no tiene rival en otras partes del mundo debido al fracaso del gobierno maliense para reconstruir instituciones sólidas y la actual incapacidad de que el ejército maliense pueda reconquistar el territorio perdido. En Nigeria, Boko Haram también ha seguido atacando a civiles y explotando a mujeres y niños, incluidas niñas. Como resultado de sus actividades, la cuenca del lago Chad se ha convertido en una zona afectada por el conflicto armado y la trata de personas.

En la misma línea, informes recientes han indicado la persistencia de los mercados de esclavos en línea operados por ISIS y sus partidarios para continuar recaudando fondos. Los gobiernos aprobaron finalmente una resolución del Consejo de Seguridad que permite la designación de terroristas sancionados por violencia sexual y trata de personas para apoyar el terrorismo.

Aún más preocupantes que la convergencia del terrorismo y la criminalidad en África son los casos en los que el Estado es cómplice. Guinea-Bissau es un ejemplo frecuentemente citado de “Estado criminal” en el que los peldaños más altos de la dirección del gobierno se han visto arrastrados a la delincuencia. Es evidente que esta criminalización completa representa un desafío para la seguridad europea, ya que reduce el número de socios elegibles en la región.

El terrorismo fundamentalista religioso es una “corporación empresarial virtual” que opera en un escenario global, con una base de apoyo global, sin fecha de finalización hacia un amplio estado final (dominación global islamista).

Los terroristas han encontrado condiciones favorables para desarrollar sus actividades en el Sáhara precisamente porque pueden ser fácilmente móviles y explotar la debilidad de los Estados territoriales y la debilidad de los sistemas financieros Sub-Saharianos.

Se está financiando la sangre vital de una red terrorista eficaz. Las redes terroristas, como mafias, necesitan mover dinero criminal al extranjero y luego recorrer el sistema de pagos internacionales para ocultar la pista de auditoría. En abril de 2013, por ejemplo, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos identificó el lavado de dinero basado en el comercio de África Occidental facilitado por casas de cambio libanesas.

El terrorismo transnacional y la delincuencia organizada se han convertido en un problema mundial y, por lo tanto, el esfuerzo por perturbar su financiación debería extenderse más allá de las fronteras para bloquear el dinero dondequiera que esté escondido y rastrearlo dondequiera que se mueva. Para que la comunidad internacional desarrolle un estado de derecho que esté a la altura de la globalización del comercio y el movimiento mundial de personas, habrá que abordar las cuestiones planteadas por el agujero en el sistema jurídico y fiscal internacional.

Los Panama Papers han hecho sonar una clara señal de alarma que no podemos permitirnos subestimar más.

 

* Periodista y responsable de prensa, ocupó el cargo específico en los principales teatros operativos, incluidos la ex Yugoslavia, Kosovo, Irak y El Líbano. Fue jefe de la oficina de prensa de la operación europea “Althea” en Bosnia y asesor de comunicaciones del presidente del comité militar de la Unión Europea. Como piloto de helicóptero, trabajó con las Naciones Unidas en El Líbano como jefe de las actividades aéreas de la misión de la FPNUL y dirigió el grupo de vuelo en Kosovo; fue observador en la Misión de Observadores de la Comunidad Europea en Serbia, Montenegro, Croacia y Bosnia y en la Misión de Observadores Diplomáticos de Kosovo en Kosovo y Macedonia. Ha publicado “Magreb o un espacio de cooperación y desarrollo”, “Irán desde la primera posguerra hasta el acuerdo de Argel” y “La dama de los cristales: el desafío de la vida”. Colabora con revistas y sitios sobre los principales problemas de seguridad.

 

Artículo traducido por la SAEEG con expresa autorización de su autor. Publicado originalmente el 08/08/2021 en OFCS.Report – Osservatorio – Focus per la Cultura della Sicurezza, Roma, Italia, https://www.ofcs.it/internazionale/financing-for-terrorism-the-price-we-have-to-pay-for-money-is-sometimes-liberty/#gsc.tab=0

EMIRATOS ÁRABES UNIDOS EN CLAVE “DEFENSA NACIONAL”

Ariel Pfurr* – Ehsan Sherbi**

Ejercicio militar entre EAU y Egipto, 21 de mayo de 2021. Fuente: Ministerio de Defensa, Emiratos Árabes Unidos.

5 NODOS PRINCIPALES: POLÍTICA EXTERIOR, FUERZAS ARMADAS, DIVERSIFICACIÓN ECONÓMICA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA E INDUSTRIAS DE DEFENSA.

Introducción

Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha materializado un desarrollo sostenido de sus Fuerzas Armadas en todas sus variables desde comienzos del siglo XXI. Fenómeno que tiene origen en los logros de su expansiva economía, la política interior altamente planificada —y particularmente— su metódica política exterior que ha influido en los planos regionales e internacionales; interpretando favorablemente las asimetrías del sistema para posicionarse de forma competitiva y jerárquica.

En lo que respecta a la dimensión de la Seguridad Regional, EAU intervino en los últimos años en dos conflictos militares que tuvieron como teatros de operaciones Libia y Yemen. Eleonora Ardemagni (2020) sostiene que «Más recientemente, los Emiratos Árabes Unidos intensificaron su asertividad militar al involucrarse directamente y elegir bandos, aunque en diversos grados de participación, en las guerras civiles de Libia y Yemen. Las fuerzas emiratíes han llevado a cabo ataques aéreos contra las fuerzas con base en Trípoli y han proporcionado apoyo militar terrestre a la Coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen»[1].

Cabe recordar en el caso de Libia, que las Fuerzas Armadas emiratíes apoyaron a la facción denominada LNA liderada por el militar Khalifa Haftar. Es importante incluir a lo anterior, la experiencia escalonada que han tenido las Fuerzas Armadas en la liberación de Kuwait (Tormenta del Desierto 1991), el levantamiento de Bahrein (2011), Mali (2013), Siria y la Guerra regional contra Isis y otros grupos yihadistas a partir de 2014 (incluyendo Afganistán). 

Es oportuno remarcar también que, entre los gobiernos árabes, EAU se ha ganado un espacio permanente en las decisiones axiales regionales, ya no como un actor prominente de la economía y las finanzas, sino como ejecutante de acciones en la dimensión estratégico-militar.  Incluso tomando iniciativas geoestratégicas como la instalación de bases militares en Eritrea, Yemen y Libia. Por añadidura, su comprometida participación en operaciones militares multilaterales como aliado de Occidente le ha dado un nuevo lugar en la Seguridad Internacional. 

Expansión económica y desarrollo en Defensa Nacional

Dicho impulso en el plano militar se vislumbra como parte de la estrategia emiratí de expansión y consolidación regional multinivel. En términos fácticos, los indicadores económicos del país han tenido saldos incrementales en las últimas 4 décadas (duplicando su PIB en el período 1986-2019)[2]. Aunque como fenómeno yuxtapuesto, EAU ha tenido que compensar rápidamente los aspectos de la Defensa desde el comienzo de los levantamientos árabes en 2010; con el propósito de evitar el avance de amenazas regionales de carácter estatales: preferentemente Irán, que tiene una disputa histórica por las islas Abu Musa, Tunb Mayor y Tunb Menor. Pero además, se suma el comportamiento expansionista del régimen iraní en Yemen, Iraq, Líbano y Siria, el cual es visto por el gobierno de EAU como una amenaza directa a su estabilidad. Por otro lado, EAU debe enfrentar organizaciones terroristas internacionales (definidamente yihadistas) que han tenido vínculos evidentes con el gobierno turco de Erdogán y el Emir Tamim Bin Hamad de Qatar.

Actualmente, para cubrir los objetivos militares EAU deriva un 5,6% de su PIB para gastos en Defensa Nacional (último dato de 2020) y ha destinado a adquisiciones militares durante 2010 y 2019 aproximadamente un 15% del  presupuesto[3].

La diversificación económica de EAU ha desbordado del sector energético hacia otras ramas de la economía. Incluso los sectores tecnológicos de la Defensa vienen creciendo a un ritmo vertiginoso. Es innegable que la disponibilidad de recursos y la planificación estratégica de EAU han definido los aspectos militares sobre múltiples ejes que pueden enumerarse de la siguiente manera: 1- la protección, explotación y gestión de los recursos energéticos junto a infraestructuras críticas; 2- la protección del flujo del comercio internacional y el auge emiratí en gestión portuaria internacional; 3- el sostén estratégico militar a sectores económicos en el extranjero (principalmente la infraestructura portuaria, logística y cadena de suministros); 4- profundización de la cooperación militar internacional y regional en la lucha contra el terrorismo internacional y contra los estados que apoyen a estos actores beligerantes; 5- política incisiva de adquisiciones militares acompañada del desarrollo gradual de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación de Defensa.

Política Exterior y el nuevo rol militar de EAU

En lo concerniente a su diplomacia internacional podemos observar algunas acciones relevantes de EAU que se circunscriben a la «mediación para promover la distensión de conflictos y disputas», como también, para participar militarmente en aquellos conflictos que se han considerado de interés estratégico de acuerdo a sus alianzas regionales e internacionales (con EE.UU, Arabia Saudita y Egipto), demostrando una adaptabilidad relevante en lo que respecta a la Política Exterior y la interpretación de contextos y escenarios para su proyección en Oriente Próximo y el Norte de África. Buscando sopesar, claro está, la expansiva influencia iraní en sus fronteras.

Ebtesam Al Ketbi (2020) lo define sintéticamente exponiendo que «Los rápidos cambios que se han producido, tanto en el Oriente Medio como en el entorno internacional en general en las dos últimas décadas, han generado un mayor compromiso regional e internacional como objetivo esencial de los Emiratos Árabes Unidos. La consecuente evolución de la política de los Emiratos Árabes Unidos ha estado marcada por un cambio en el énfasis de las soluciones diplomáticas y el poder blando que caracterizaron a la diplomacia emiratí durante la era del padre fundador de la nación, el difunto Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan, hacia una mayor intervención, participación y acción. En la actualidad, los Emiratos Árabes Unidos emplean cada vez más el «poder inteligente», un equilibrio entre el poder duro y el blando, para promover sus intereses nacionales y contrarrestar los riesgos existentes y potenciales para su gente, la seguridad, la economía y el éxito del desarrollo»[4].

En este nivel, encontramos la normalización de las relaciones bilaterales con Israel, llevadas adelante con los Acuerdos de Abraham (promovida por EE.UU) en agosto del 2020.  Dicho acuerdo fue decisivo para redefinir la política exterior entre los Estados, situación que resultó ser un factor catalizador de mejora en las «capacidades militares». Derivadamente, se habilitaron los contratos de adquisiciones de armas mayores como los UAV´s MQ-9 Reaper y se destrabó el programa F-35 Lightning II. Sin embargo, la consolidación de este «espacio común»  provocó nuevos debates en EE.UU que giraron en torno a la redefinición de la estructura de poder en Oriente Próximo, planteando interrogantes sobre el efecto colateral de este tipo de transferencias y si afectarían el «sostenimiento de la ventaja militar competitiva por parte de Israel, por consiguiente, su codificación en aminorar el posible impacto de la carrera armamentista y la competencia estratégica con el principal proveedor de armas» (Sharp; 2020)[5].

A su vez, EAU ha ampliado su participación en las relaciones internacionales intentando penetrar en esferas críticas como la disputa entre: Egipto, Sudán y Etiopía por la construcción de la «Represa Etíope del Renacimiento» conocida con las siglas GERD, que lleva más de 10 años con ribetes de compleja resolución. Debemos recordar, que anteriormente EAU había actuado en un rol conciliatorio entre Etiopía y Eritrea en 2018.

Actualmente EAU se ha inmerso en el perenne conflicto entre India y Pakistán, buscando distender las relaciones entre ambas potencias nucleares. Paralelamente, interviene en la política del Mediterráneo Oriental consolidando acuerdos de cooperación militar con Grecia y Chipre, sin olvidar la profundización del vínculo con Egipto en esa zona naval. En este último caso, EAU se ubica como contendiente de los intereses estratégicos de Turquía, a pesar que —desde mayo de 2021— Ankara haya planteado distender las relaciones con Egipto, Arabia Saudita y EAU.  En otro orden global, EAU es uno de los aliados más próximos de EE.UU en la región y además posee grandes lazos con los países occidentales; de los cuales se abastece de armamento de modo progresivo.

En términos geopolíticos observamos que EAU comienza a materializar uno de sus objetivos explícitos, buscando convertirse en un «actor global proactivo» con profunda proyección estratégica regional.  De modo tangible, puede percibirse la participación activa en las relaciones internacionales del Golfo Pérsico, Golfo de Omán, Mar Arábigo,  Golfo de Adén (Cuerno de África), Mar Rojo y el Mediterráneo Oriental. Básicamente, el epicentro de la economía y el intercambio comercial emiratí, donde se superpone su influencia militar con distintas intensidades efectivas. Es por ello, que la proyección militar se ha sustentado en expandir la Armada y la Fuerza Aérea.

Ejercicios militares internacionales y Cooperación en Defensa

EAU ha desarrollado un instrumento militar independiente con capacidad de desplegar operaciones de forma autónoma, como también, en cooperación con EE.UU y aliados regionales. Con la particularidad de poder proyectar sus fuerzas asentadas en medios militares de alta tecnología; el mejor ejemplo es su Fuerza Aérea. Dicha concepción motivó a estructurar un diseño de fuerzas que se conforma con: 1) el Ejército (44.000 efectivos); 2) la Armada (2.500); 3) la Fuerza Aérea (4.500); 4) la Guardia Presidencial (12.000). Sus efectivos totales ascienden a 63.000 (Ibish: 2017)[6]. A medida que se intensificó la competencia global, los EAU establecieron una relación entre medios y recursos humanos altamente competitivos para sus FF.AA, comparativamente menor en tamaño a sus vecinos, pero sumamente tecnificadas y adiestradas.

Los puntos clave de su diseño de fuerza se orientan a: 1- Defender la integridad territorial y la soberanía; 2- Proteger a los gobernantes y al pueblo emiratí; 3- Contribuir a la seguridad interna; 4- Construir una nación firme y desarrollada; 5- Apoyar la política exterior[7]. Cada uno de estos puntos clave tiene como efecto subsidiario o correlato los siguientes conceptos:

  • La alianza estratégica con EE.UU obliga a establecer el mismo pie de igualdad tecnológica con el fin de poder desarrollar operaciones militares y cooperar en materia de Defensa.
  • Debido a su configuración estratégica, sus medios militares deben ser lo suficientemente capaces, flexibles y netamente ofensivos (superioridad tecnológica) vis a vis en la región, cuya piedra angular es su programa de adquisiciones.
  • Una estrategia orientada al pueblo emiratí tendiente a incrementar los niveles de participación de la población civil en las acciones de la Defensa, lo que conlleva a establecer dos elementos interdependientes. Por un lado, un sistema de educación militar y por otro, la conformación del servicio militar obligatorio. 
Ejes y diversificación  de la Cooperación en Defensa Nacional

Los ejercicios militares internacionales de relevancia en la agenda emiratí han ido en aumento, asociado preliminarmente a la profundización de las relaciones bilaterales y multilaterales respectivamente. Estos son instrumentos sumamente relevantes que sustentaron: 1) la Política Exterior de la Defensa; 2) permitieron la interoperabilidad de medios (definiendo doctrinas de empleo); 3) profundizaron el conocimiento de pares militares que facilitó la coordinación de las operaciones; 4) contribuye al establecimiento de medidas de confianza mutua (ej. con Israel). Todos estos elementos se asocian a  la vertiginosa incorporación de medios a sus Fuerzas Armadas.

Entre los ejercicios más importantes se cuentan: Medusa 2020 (Francia, Egipto, EAU, Grecia y Chipre); Seif al Arab 2020 (Egipto, Arabia Saudita, EAU, Jordania, Bahréin y República de Sudán); Misión Skyros 2021 (en el marco de la agenda de la misión aérea francesa); Varuna 2021 (India, Francia y EAU); Zayed-3 (EAU -Egipto); Desert Flag VI – 2021 (EAU, India, Arabia Saudita, Bahréin, Jordania, Grecia y Qatar, teniendo como observadores a Corea del Sur y Egipto); Iron Union, Red Flag, y Native Fury 20 (EAU y EE.UU); Iniohos 2021 (teniendo de anfitrión a Grecia y donde participarán: EE.UU, EAU, Israel, España, Francia, Canadá y Chipre); Tuwaiq-2021 (EAU, Arabia Saudita, Jordania, Egipto, Omán, Kuwait y Bahréin).

Paralelamente al desarrollo de los ejercicios, los EAU han incrementado los niveles de cooperación militar, como un marco ampliado de la política exterior tendiente a favorecer la transferencia tecnológica, los intercambios de experiencias y mejora en el adiestramiento de las fuerzas, el desarrollo de operaciones militares y acrecentando la proyección estratégica. Entre los ejes de cooperación más destacados están:

  • Acuerdo bilateral de Cooperación en Defensa de 2019 con EE.UU.
  • EAU ha establecido en 2021 un nuevo plan de Cooperación en Defensa con Marruecos para extender su influencia estratégica en el Mediterráneo Occidental (con un concreto interés en el Mar de Alborán).
  • Actualmente en 2021 participa en la conformación del nuevo gobierno en Libia, luego de haber intervenido activamente en el conflicto armado junto a Haftar (quien fue también respaldado por Rusia, Francia y Egipto).
  • La Fuerza Aérea emiratí ha enviado en agosto de 2020 aviones F-16 a Creta para alinearse y cooperar con Grecia, en el contexto por la disputa con Turquía por los recursos y límites marítimos.
  • EAU ha incrementado su vínculo con Chipre en cuestiones atinentes a la seguridad regional desde 2020, firmando un Acuerdo de Cooperación Militar en enero de 2021.
  • EAU incrementó su presencia en el Cuerno de África concretando alianzas, ayuda económica, inversiones, contratos portuarios y la instalación de bases militares[8].
  • Fortalece ininterrumpidamente los lazos con los países de la Unión Europea en materia de Seguridad Regional y el mercado de industrias de Defensa.
  • EAU ha fortalecido la vinculación militar en la región Indo Pacífico con India y Corea del Sur.
  • Continúa avanzando en la cooperación militar con sus aliados regionales principales Arabia Saudita y Egipto, con los cuales posee una agenda nutrida en materia de Defensa.
  • A partir de 2021 EAU busca distender paulatinamente las relaciones con Qatar y Turquía, con quienes ha tenido disputas residuales en toda la región luego del estallido de las Primaveras Árabes.
  • Es un actor que se destaca en el Concejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, mediando en diferentes etapas críticas y conflictivas de los países miembros, e incrementa su jerarquía en esa órbita.
  • Luego de los Acuerdos de Abraham firmados con Israel y avalados por EE.UU, comenzaron a efectivizarse avances en el campo de la Ciencia y la Tecnología, específicamente en Inteligencia Artificial y Big Data (con Rafael Advanced Defense Systems y G42)[9]. Asimismo, los vínculos en Defensa Nacional se ampliarán con la participación de ambos países en ejercicios militares. Durante la crisis de mayo de 2021 entre Israel y las organizaciones armadas palestinas, EAU tuvo un rol conciliatorio para la desescalada del conflicto. 
Programas de adquisiciones bélicas

Como sucede en otros países de Oriente Próximo, el programa de adquisiciones bélicas se estructura a través de la incorporación de medios militares foráneos —y en menor medida— de aquellos que integran el proceso de producción local de armas. Ambos elementos se implantan dentro de un contexto amplio de encadenamientos productivos, inserto en los planes de la  política de Defensa Nacional y al sostenimiento de las capacidades militares. EAU se ubica en el puesto 9° a nivel global como importador de armas mayores, pero un dato interesante es que se ubica en el puesto 18° como exportador mundial y 3° en la región después de Israel y Turquía (2016-2020)[10].

Con respecto al sistema de adquisición de armas mayores, entre los proveedores más importantes de las Fuerzas Armadas de EAU se encuentran EE.UU, Francia y Rusia[11]. En paralelo, es posible observar la diversificación de proveedores contando además a: Italia, Suecia, España, Alemania, Turquía, Suiza, Singapur, Sudáfrica, Reino Unido, Países Bajos, Canadá y Finlandia[12].

Con respecto a EE.UU, se han firmado numerosos acuerdos para transferencias de material bélico —y específicamente— un convenio marco de Cooperación en Defensa como se ha citado más arriba[13]. Dichos compromisos de cooperación han mejorado sustantivamente las capacidades militares de los EAU, no solo para el logro de sus objetivos estratégicos, sino también, para posicionarse como un poder equilibrador regional[14].

Según datos oficiales de EE.UU, los EAU tienen U$S 28,100 millones de dólares en activos gubernamentales en contratos bajo el sistema de Ventas Militares en el Extranjero (FMS). Donde las aeronaves y el sistema de misiles (sistema Patriot Pac-3 y THAAD) son el centro de las adquisiciones[15][16]. Extendiendo la descripción pueden enumerarse los siguientes programas:

  • Programa F-16: En el año 2000, los EAU adquirieron 80 aviones F-16 estadounidenses, equipados con el misil AMRAAM, el Misil HARM y los AIM 9X Sidewinder, con un valor de alrededor de U$S 8,000 millones[17]. En abril de 2013, EE.UU vendió a EAU 30 F-16 adicionales y municiones aire-superficie (EAU también posee alrededor de 60 aviones de combate Mirage 2000 de fabricación francesa).
  • Programa F-35: EAU ha buscado adquirir esta aeronave desde 2014 y recién el 20 de enero de 2021 se ha firmado un contrato por U$S 23 mil millones para la adquisición de 50 unidades F-35 y 18 Reaper MQ-9 Block V, dicho acuerdo fue puesto bajo revisión por la Administración Biden, aunque funcionarios indicaron en Abril de 2021 que planean proceder con la venta[18] [19].
  • Helicópteros de ataque Apache: En 2010, la DSCA notificó al Congreso de EE.UU por dos ventas potenciales, incluyendo U$S 5,000 millones por 30 helicópteros Apache AH-64D (tiene operativos 28 en 2021)[20].
  • En noviembre de 2019, el Departamento de Estado aprobó una posible venta de 10 helicópteros CH-47F Chinook y equipo relacionado por un costo estimado de U$S 830,3 millones[21]. Actualmente tiene 22 CH-47F Chinook, 11 UH-60L Black Hawk, más de 33 UH-60M Black Hawk, entre otros[22].
  • Misiles Balísticos y UAV´s: posee un pequeño número de 6 Scud-B obtenidos de Proveedores de EE.UU. En 2017, recibió una venta comercial por valor de U$S 200 millones del UAV Predator XP fabricado en EE.UU[23]. El 24 de mayo de 2019, el Departamento de Estado aprobó la venta del UAV Blackjack RQ-21, con un valor estimado de $ 80 millones. Sin embargo, EAU posee UAV´s que ha adquirido de China (Wing Loong I y II) los cuales fueron utilizados en Libia y Yemen.
  • Adquirió municiones de Ataque Directo (JDAM), misiles balísticos de corto alcance (PGM) incluido el ATM-84SLAM-ER y las bombas GBU-39/B comúnmente conocidas como las destructoras de bunkers y las Bombas Guiadas por Laser Paveway IV[24] [25].

El Ejército de EAU tienen operativos 380 tanques franceses Leclerc. Por su parte, Estados Unidos vendió el sistema de lanzamisiles múltiple ligero (HIMARS) y sistemas de misiles tácticos del ejército (ATACM), valuados en unos $750 millones de dólares.

La Armada Emiratí se ha insertado en la cadena global de producción, generando acuerdos con los principales astilleros (con capacidad de construcción y transferencia tecnológica). Este es el caso del acuerdo con Naval Group para la adquisición de dos corbetas clase Gowind 2500, con la opción de construir 2 buques más en el astillero Abu Dhabi Ship Building (ADSB)[26][27]. Además pueden citarse como antecedente:

  • Las corbetas Clase Baynunah (CMN Group´s): 1 buque construido en Francia y 5 en EAU[28]. El proyecto se inició en 2005 y actualmente están todos los buques operativos. La última unidad se presentó en 2017.
  • Corbetas Clase Abu Dhabi: 2 buques misilísticos construidos en Italia por Fincantieri y 2 más en EAU[29].
  • Buque patrullero OPV Clase Falaj III: se fabricarán 4 patrulleros de altura por ADSB y se suman 2 IPV Falaj II entregado por Fincantieri[30][31].
  • Buque Ghannatha: lanchas de transporte de alta velocidad Fase I: 4 se construyeron en Suecia (entregadas en 2010) y las 8 restantes construidas en los EAU[32].
  • Se han firmado acuerdos con la empresa Thales para incorporar equipos de guerra electrónica y sistemas de detección antisubmarina.
El Servicio Militar Obligatorio

Los EAU han recurrido al Servicio Militar Obligatorio como un elemento para modificar: «la tradicional concepción de las relaciones cívico-militares, que se habían basado estrictamente en la seguridad del régimen y como una estrategias a prueba de golpes en las que había una clara separación entre soldados y ciudadanos. Al movilizar las identidades nacionales, los soldados ahora están desempeñando el papel de «modernizadores» forjando una relación más estrecha entre la sociedad y las Fuerzas Armadas. En este marco, los estados del Golfo conciben y utilizan cada vez más el servicio militar obligatorio como un proyecto de ingeniería nacional para brindarles el apoyo público necesario con el fin de hacer la transición a modelos pos-rentistas en un entorno regional tenso» (Ardemagni; 2018).

Adhiriendo al debate convencional sobre la implementación del Servicio Militar Obligatorio, los EAU lo efectuaron en 2014 por medio de la Ley de Reserva y la Ley de  Servicio Nacional, ambas fueron emanadas por el Consejo Nacional Federal[33]. La Ley de Servicio Nacional es el marco jurídico que regula el servicio militar en el país; de carácter obligatorio y su cumplimiento efectivo consta de la integración de hombres entre 18-30 años de edad que deben prestar servicios entre 9 y 24 meses. Aunque los períodos de reclutamiento suelen variar hasta 16 meses dependiendo del nivel de educación. En el caso de las mujeres, también son llamadas a prestar servicios pero de forma voluntaria con un período de 9 meses, independientemente su nivel de educación[34].

Desde el momento de su implementación funcional, el servicio militar tiene distintos niveles de integración con las Fuerzas Armadas, los cuales van desde su incorporación inicial a las unidades hasta el despliegue en las zonas de operaciones.

Con respecto a la formación y adiestramiento, la Ley de Reserva contempla que todos los ciudadanos están llamados a realizar una instrucción anual de dos a cuatro semanas con el fin de mantener la aptitud y el nivel de alistamiento para desempeñarse dentro del Sistema de Defensa, con el fin de mantener la preparación militar tomando como referencia a las fuerzas regulares. Esta medida responde a participar en los programas de servicio nacional en un sentido “ampliado”, es decir, tendientes a contribuir a la comunidad profundizando las relaciones con el Estado, además de mantener la preparación militar. De esta forma se amalgama la sociedad en la participación del «Servicio Público de la Defensa». Ambos instrumentos son los que inciden en la movilización nacional, concepción que supone esencialmente la adecuación de todos los recursos de la nación  a las necesidades estratégicas.

Finalmente, las instituciones militares de EAU que componen el sistema de formación son; el Colegio del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA; la Academia Militar Zayed II; el Colegio Militar Khawla Bint al Azwar; la Escuela Naval; la Escuela Aérea Khalifa; el Colegio de Defensa Nacional y la Escuela de Enfermería[35].

Plan de desarrollo de las Industrias de Defensa en EAU

EAU se encuentra en el puesto 18° (año 2020) de los principales exportadores de armas, habiendo incrementado el volumen  de ventas en un 86% en el período 2010-2014. Los destinos principales de la emergente producción industrial emiratí son Medio Oriente (55%) y África (35%)[36].

Es útil indicar, como soporte de este auge, a la estructura organizacional del Estado emiratí, la cual regula e interviene en los planos productivos del sector: 1- el Ministerio de Defensa; 2- Ministerio de Industria y Tecnologías Avanzadas; 3- Ministerio de Energía e Infraestructura; 4- Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación; 5- Ministerio de Economía; 6- Ministerio para la Inteligencia Artificial (a través del Programa Nacional de IA); 7- Ministerio de Educación; 8- Ministerio de Salud; 9- Consejo Emiratí de Científicos. Es importante aclarar, que dicho entramado se vincula a través de políticas públicas con las compañías privadas, tanto dentro como fuera de EAU.

Por otra parte y en el marco regional, EAU no es un caso aislado, ya que presenta algunas características similares a la de otros países vecinos. Heiko Borchert (2019) resume y describe esta tendencia enumerando los aspectos rectores describiendo que: «Los países del Golfo Arábigo han intentado establecer una base industrial de defensa local durante décadas. Recientemente, estos esfuerzos se han vuelto mucho más serios debido a un contexto geoestratégico cambiante, la transformación local y la lucha por un papel de política exterior más activo que desborda la región. El eje de la defensa actual del Golfo Arábigo se basa en cuatro pilares: ampliar la base de proveedores de defensa tradicional; el establecimiento de industrias de defensa autóctonas; establecer una red industrial de defensa dentro y fuera de la región; ampliar la influencia de la política exterior mediante exportaciones de defensa, donaciones de material de defensa y financiación de la defensa de terceros países. Pero a pesar del progreso, persisten los desafíos relacionados con la estabilidad estratégica y financiera y los conjuntos de habilidades locales»[37].

En el plano interno,  EAU no se ha detenido en comenzar a edificar una Base Industrial de Defensa mediante grandes inversiones económicas a pesar que las adquisiciones más importantes son del extranjero, por el contrario, busca generar una simbiosis tecnológica con las grandes potencias industriales. Dalton y Shah (2021) explican que: «Las inversiones en las capacidades de planificación estratégica de los EAU también podrían estar vinculadas a un enfoque integrado del desarrollo industrial de tecnología y defensa para construir, no solo la base industrial de los EAU, sino también para desbloquear nuevas oportunidades para la producción y el desarrollo conjunto con los Estados Unidos y otros socios extranjeros»[38].

En esa dimensión descrita por los autores, el aspecto pragmático advertido es haber creado una estrategia bicéfala, ya que el objetivo principal de EAU es acortar los tiempos en el fortalecimiento de sus Fuerzas Armadas y adquirir material de máxima tecnología en el mercado global de defensa. Sobre este punto, la prematura producción tecnológica local (con altos niveles de transferencia y de componentes foráneos) ha encontrado la mayor cantidad de clientes y volúmenes de ventas en el exterior.

Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI): hitos destacados

En el campo de la CTI, EAU ha invertido desde 2016 —a través del Fondo de Innovación Bin Rashid— U$S 544 millones anuales y ha apostado a la creación, incubación e instalación de empresas en territorio emiratí que propendan a acumular «know how»  y crear ambientes de I+D+i en los múltiples segmentos que abarcan las industrias de Defensa que se proveen de esos fondos[39]. El plan «Unidos en el Conocimiento» ha generado en un corto plazo que EAU ocupe el puesto 34° en innovación global. En este contexto, una institución fundamental es el «Centro de Innovación Gubernamental Mohamed Bin Rashid», donde se canalizan la «Estrategia de Innovación Nacional» (2014) y la «Estrategia Nacional para Innovaciones Avanzadas» (2018), ambas contienen ejes e impactan en la CTI de Defensa[40].

Aunque por encima de los objetivos específicos actuales de la Defensa Nacional aparecen otros proyectos claves de desarrollos vinculantes: Ciencia y Tecnología Espacial (teniendo como hito importante la Misión Hope Mars y la Misión Lunar Emiratí -2024), Ciencia y Tecnología Nuclear (donde se construyó la Central Nuclear de Barakah, inaugurada en 2019 bajo la órbita de ENEC con un costo aproximado de U$S 30,000 millones), desarrollo de TIC´s, Impresión 3D, Educación y Salud [41].

Otro de los sucesos con alto impacto militar ocurrió el 2 de diciembre de 2020, donde se puso en órbita el satélite de observación terrestre Falcon Eye II al servicio de las FF.AA de EAU producido por Airbus Defense and Space y Thales[42]. Sumándose a 3 satélites de comunicaciones Yah Sat (puestos en órbita entre 2011-2018). Como agregado, En Junio de 2021 Yahsat y Airbus completaron la revisión preliminar del diseño del satélite de próxima generación Thuraya 4-NGS[43].

En cuanto a la gestión, vinculación tecnológica y la creación de ambientes propicios para los negocios del sector de industrias de Defensa EAU ha creado IDEX y NAVDEX (Abu Dhabi), ambas representan la conferencia internacional de Defensa más importante del mundo y en 2021 convocaron a más de 2400 delegaciones de 80 países.

Clústeres tecnológicos de Defensa

Una de las entidades más relevantes es el Grupo EDGE; un conglomerado que se ha estructurado en 5 clústeres a conocer:

1- «Plataformas y Sistemas» que reúne a las firmas ADASI (subsidiaria de Tawazun), ADSB, Al Jasoor, Al Taif, Earth y Nimr (dedicándose a los segmentos de sistemas autónomos terrestres, aéreos y navales, la presencia de un astillero naval, actividades relacionadas al mantenimiento y conversión del material militar, producción del vehículo anfibio 8×8 Rabdan y vehículos terrestres Nimr, y a la vez, existen estructuras para la gestión de proyecto en I+D de Defensa).

2- «Misiles y Armas» promovidos por las empresas Al Tariq, APT, CARACAL (Subsidiaria Tawazun y comprende el Holding Al Jaber integrado dentro de EDIC), Halcón, Lahab y Remaya (centradas en el diseño y producción de armas livianas, municiones para el Ejército y la Fuerza Aérea y sistemas de misiles de precisión).

3- «Ciberdefensa» (dedicadas a la consultoría, adiestramiento, sistemas, comunicaciones, transformación digital, centros de operaciones de seguridad móviles y fijos).

4- «Guerra Electrónica e Inteligencia» con las firmas Beacon Red y Sign4l proveedoras de sistemas de adiestramientos y diversos servicios del segmento.

5- «Apoyo a Misiones» es un clúster dotado de una variada gama de servicios de las compañías Ammroc, EPI, ERS, ETS, GAL, Horizon, Jahezya, Knowledge Point[44].

El Grupo EDGE, en 2019, exportó U$S 4,750 millones teniendo como principales compradores a Egipto, Libia, Jordania, Argelia, Yemen, Kuwait, Sudán del Sur, Líbano, Nigeria, Camerún y Turkmenistán, entre otros[45] [46]. 

Otros actores de Ciencia, Tecnología e Innovación de relevancia en EAU:

Compañía

Asociación/subsidiaria

Área de desarrollo

Abu Dhabi Systems Integration LLC (ADSI)

Subsidiaria de  Abu Dhabi Ship Building y SELEX ES

Diseño, desarrollo, integración y mantenimiento de sistemas electrónicos y de combate naval

Adcom Systems

 

Fabricación de vehículos aéreos no tripulados (UAV), objetivos aéreos, sistemas de radar de control de tráfico aéreo (ATCRS) y sistemas de comunicación avanzados.

Al Jaber Group

 

Construcción y desarrollo de infraestructura, edificios y sitios industriales

Al Marakeb and Raytheon International

 

Fabricación de vehículos autónomos de superficie para mejorar la vigilancia marítima

Advanced Military Maintenance, Repair and Overhaul Center

Una joint venture  (Mubadala), Sikorsky Aerospace Services y Lockheed Martin. Integradas dentro de EDIC

Servicios de soporte y mantenimiento de aeronaves para las Fuerzas Armadas de los EAU y otros operadores militares en el sur de Asia, Oriente Medio y África del Norte

Advanced Technology Investment Company,

Subsidiaria de  Mubadala

Industria de semiconductores

Al Taif Technical Services

Subsidiaria de  Mubadala

Mantenimiento “reddines” MCO de equipos y componentes del sistema de defensa

Al Yah Satellites Communications Company

Subsidiaria de  Mubadala

Sistema satelital

ATK Middle East

Una joint venture entre AL TUFF International and orbital ATK (adquirida por Northrop Grumman Innovation systems)

Fabricación de municiones, armas de precisión y de ataque, sistemas de alerta de misiles y motores de misiles tácticos para transporte aéreo, marítimo y terrestre

 

Bayanat for Mapping & Surveying

Subsidiaria de Mubadala, se encuentra integrada en dentro de EDIC

Servicios de relevamiento topográfico, cartografía y recopilación de información geoespacial

Burkan Munitions Systems

Una joint venture entre Tawazun y comprende el Holding Al Jaber integrado dentro de EDIC

Fabricación, ensamblaje y prueba de una amplia gama de municiones para aeronaves, artillería y aeronaves.

EDIC and Reliance Defense Ltd (India)

 

Fabricación y Mantenimiento de vehículos terrestres, marítimos y aéreos, armas, sistemas de defensa electrónica

Emirates Training Technology,

una joint venture entre Cubic Corporation (EEUU) y  Emirates Defense Technology

Entrenamiento militar

Fidelity Middle East

una joint venture entre Fidelity Technologies Corporation y Al Tuff  International

Servicios de mantenimiento

Global Aerospace Logistics

 

Mantenimiento de servicios aeroespaciales y servicios profesionales

Gulf Logistics and Naval Support,

Es una joint venture entre  Abu Dhabi Ship Building y BVT Surface Fleet

Amplia gama de servicios de apoyo a las fuerzas de defensa marítima que cubren todo el espectro de apoyo logístico integrado y formación.

Horizon Flight Academy

Es subsidiaria de Mubadala y se encuentra integrada en EDIC

Entrenamiento de vuelo de aviones militares y helicóptero

IGG-ASELSAN

Es una joint venture entre the Emirates group IGG y the Turkish public company ASELSAN

Desarrollo y fabricación de sistemas de armas operados a distancia

 

IGG Photonis Night Vision,

Es una  joint venture entre  IGG y la compañía francesa  Photonis

Fabricación de dispositivos de visión nocturna adaptados para uso militar.

Mahindra Emirates Vehicle Armouring

 

Ingeniería, prototipado y fabricación de vehículos blindados

Nibras Al Ain Aerospace Park

Una joint venture creada entre Mubadala Aerospace y Abu Dhabi Airport Company Mubadala

Construyendo una industria aeroespacial sostenible en los EAU

NIMR Automotive

Subsidiaria de Tawazun, integrada dentro de EDIC

Construye vehículos militares

Rockford Xellerix

Subsidiaria de Tawazun Holding

Diseño y fabricación de sistemas electrónicos y mecánicos

Strata

Subsidiaria de Mubadala

Base industrial aeroespacial para los EAU

Tawazun Advanced Defence Systems

Subsidiaria de Tawazun Holding con Caracal International

Fabricación de armas de fuego, largas y cortas

Tawazun Dynamics

Una joint venture entre el holding de  Tawazun y  Denel Dynamics integradas dentro de EDIC

Diseño, fabricación, suministro y mantenimiento para el sector de municiones guiadas de precisión (PGM)

Tawazun Precision Industries

Una joint venture entre el holding de  Tawazun  integradas dentro de EDIC

Servicios industriales que incluyen ingeniería, producción, reparación y revisión de unidades de producción.

Tawazun Safety, Security & Disaster Management City

 Subsidiaria del holding Tawazun

Capacitación técnica y vocacional en operaciones de seguridad, protección, crisis y manejo de desastres.

Thales Advanced Solutions

Es una joint venture entre Thales Group y  EDIC

Comunicaciones por satélite, radar, radio, red y soporte

Ciberseguridad de Emiratos Árabes: el desafío de la integración.

El Sistema de Ciberseguridad de EAU tiene como principal objetivo brindar protección a las «infraestructuras críticas de tecnologías e información» generando las capacidades institucionales para poder responder de manera oportuna ante amenazas, riesgos y desafíos para la Seguridad Nacional. En este sentido, el desarrollo de los nuevos sistemas de comunicación genera un ambiente con particularidades muy específicas donde los tiempos de implementación y respuesta son sumamente dinámicos y complejos. Así la estrategia de seguridad cibernética involucra a todos los sectores gubernamentales, privados, ciudadanos y el ciberespacio internacional. Todos ellos, actúan de forma sinérgica para proteger la información que se maneja a través de los distintos medios digitales y/o informáticos. Para lo cual, cada actor debe estar en capacidad de manejar el entorno virtual con el fin de reducir la incidencia a la inseguridad.

Esto puede ilustrarse en el desarrollo e implementación de la Estrategia Nacional de Ciberseguridad, la cual tiene como objetivo garantizar la protección de las infraestructuras críticas, tanto para la confianza ciudadana como para lograr mayores niveles de innovación en base a una infraestructura cibernética segura y sólida[1]. La estructura de ciberseguridad está conformada por dos grandes organizaciones: la civil y la militar. Incluso ambas esferas abarcan los aspectos públicos y privados que actúan de forma interdependiente en la protección de infraestructuras críticas. Es decir, aquellos sectores cuya sostenibilidad y continuidad de «funciones y servicios» son vitales para el desarrollo de la sociedad y que su incapacidad o destrucción tendrá un impacto drástico en la sociedad, la economía y, por consiguiente, en la seguridad.

En este contexto, el sistema de ciberseguridad de los EAU está conformado por la  Autoridad de Seguridad Electrónica (NESA) [2] [3], como órgano rector de todo el sistema, tiene a su cargo la protección de la información crítica y de la infraestructura de los EAU contribuyendo a la Ciberseguridad Nacional. Para desarrollar esta tarea, la Ley establece que NESA actuará en colaboración con el Equipo de Respuestas a Emergencias Informáticas de los EAU (aeCERT)[4] quienes evalúan las medidas técnicas y organizativas implementadas por las diferentes organizaciones, pero su función más importante en el seguimiento e inspección de la infraestructura critica en tiempo real. Además, NESA evalúa la aptitud y flexibilidad de las medidas implementadas para evitar y minimizar el impacto de los incidentes que afectan la seguridad de los servicios gubernamentales y asegurar la continuidad de las tareas desarrolladas por las distintas organizaciones[5].

Asimismo, el sistema se encuentra constituido por el Centro de Información y Sistemas Abu Dhabi (ADSIC)[6] y Centro de Seguridad Electrónica de Dubai (DESC)[7] siendo un órgano responsable de la implementación de la «Estrategia de Seguridad Cibernética de Dubai 2020»[8].

En el desarrollo del marco de la seguridad, los EAU han definido como sectores críticos a: la Energía, TIC´s, Gobierno, Electricidad y Agua, Finanzas y Seguros, servicios de emergencia, servicios de salud, transporte y el sector alimentario[9]. El sector del comercio electrónico y el turismo, que son sumamente dinámicos, han sido incorporados recientemente[10].

Con respecto al marco legal aplicable al ciberespacio, tiene como principal orientación lograr la seguridad cibernética y mejorar la conciencia de toda la sociedad en el uso de internet[11][12]. Actualmente, no hay una legislación unificada en términos de protección de datos, aunque hubo considerables avances en términos de la Ley Federal N° 2 (2019) para regular los datos del sector de salud. Por otro lado, la ley de Protección al consumidor (Ley Federal N° 15 – 2020), aprobadas por el Consejo Nacional Federal se acoplaron a estas iniciativas regulatorias.

Paralelamente al marco legal de las Zonas Francas, el Centro Financiero Internacional de Dubai (DIFC) y el Mercado Global de Abu Dhabi (ADGM) han tomado medidas importantes para alinearse con los estándares globales (en particular con la Unión Europea) en la protección de datos y a la estructura organizativa local, contribuyendo a generar mejores prácticas.

El Reglamento de protección de datos de ADGM 2021 (Reglamento de ADGM) recientemente promulgado estableció un marco legal más sólido y sustantivo para la protección de datos personales. Por ejemplo, el Reglamento ADGM crea una nueva Oficina de Protección de Datos encabezada por un Comisionado de Protección de Datos para supervisar el cumplimiento de los Reglamentos ADGM. Además, aquellas entidades que controlan o procesan datos personales (según se define en las Regulaciones ADGM), y que contravengan las disposiciones de las Regulaciones ADGM, pueden estar sujetas a multas administrativas de hasta USD28 millones. Este es un aumento significativo de la multa administrativa máxima anterior de USD 25,000 bajo las regulaciones de 2015.

El DIFC también tomó recientemente algunos pasos importantes para alinearse con los estándares GDPR al introducir la nueva Ley DIFC de Protección de Datos No 5 de 2020 (Ley DIFC DP), que consolida y reemplaza las leyes de protección de datos anteriores y reduce las brechas con los regímenes locales federales y con los estándares globales en esa materia[13]. También se han introducido multas importantes, así como nuevas obligaciones para los procesadores y controladores de datos para notificar a las autoridades en caso de una infracción.

Tal como se ha podido observar de manera muy breve, los EAU han creado un ecosistema a través de asociaciones locales e internacionales que incluyen al sector público, sector privado, los consorcios internacionales y el sector académico, basados en estándares globales cada vez más sofisticados, actuando como reguladores de los riesgos en el ámbito de la ciberseguridad.

Consideraciones Finales

EAU puede ilustrarse como un caso clave y relevante de Defensa Nacional contemporánea, gestionada integralmente para el desarrollo sostenido de sus Fuerzas Armadas. Sin embargo, este es un eslabón de una cadena compleja que se inserta en múltiples procesos de reorganización de: su capacidad industrial, científico-tecnológica, militar y de la Política Exterior. Con el fin de construir poder estatal con proyección regional e inserción internacional. 

En el ámbito regional y dentro de un periodo temporal reducido, sucedieron cambios decisivos en la Agenda de Seguridad de Oriente Próximo y EAU influyó con audacia; jerarquizándose entre otros actores estatales. En primer lugar, surgió una nueva estructuración de equilibrios en el poder regional tras el avance de Irán, con quien tiene una marcada incompatibilidad ideológica e intereses antagónicos. Ello motivó la implementación de estrategias proactivas en la Política Exterior de EAU, no sólo en términos de alianzas con EE.UU, Francia (que gana protagonismo con los países árabes) y el Reino Unido, sino principalmente con aliados regionales como Arabia Saudita y Egipto.

Asimismo, el gigante asiático intenta acomodarse en la región, aunque EAU no ha establecido una alianza con China en el plano militar a pesar de su fluido intercambio político y comercial, Abdulkhaleq Abdulla (2021) explica: «Los Emiratos Árabes Unidos han trabajado para desarrollar un diálogo con China, pero China por su parte, aún no parece estar lista para ser un aliado creíble para los emiratíes. En esta etapa temprana de su surgimiento como una “potencial superpotencia global”, China es ciertamente un socio comercial creíble para los EAU, pero aún no es un aliado en Seguridad»[14].

En la misma línea, el concepto de reparto de capacidades militares a nivel subregional «off shore balancing», le permite a EAU incrementar su capacidad de maniobra a nivel local. Sumado a ello, la materialización de los Acuerdos de Abraham en el 2020 (Israel, Estados Unidos, EUA), posibilitó explotar aún más esos márgenes, no sólo en términos de su definición como aliado estratégico, sino también como un actor clave en la Seguridad Regional.

EUA supo desarrollar una Política Exterior activa asociando las potencialidades del poder blando y duro, generando las bases de un «poder inteligente» que le permitió resguardar sus intereses vitales.  Dicha configuración de poder, tuvo un correlato directo en el reposicionamiento geoestratégico de los EAU en la región, siendo protagonista en: 1) disuasión junto a EE.UU frente al avance de Irán; 2) proyectando fuerzas al Mediterráneo Oriental (Chipre, Grecia y Egipto); 3) movilizando tropas a Afganistán; 4) participando activamente como equilibrador regional en Libia, Yemen, Siria e Iraq  con acciones militares concretas.

Asimismo, los cambios en las capacidades materiales motivaron el rediseño del instrumento militar, cuya base de sustentación se orienta a la defensa de sus intereses vitales y a la cooperación con poderes regionales y globales. Además del incremento de estos espacios de ejercicio de poder a nivel subregional, se suma la configuración del espacio geopolítico de escasa profundidad estratégica que limita las operaciones defensivas de desgaste. En este sentido, los EAU han generado capacidades militares flexibles —que además de poseer el mismo pie de igualdad tecnológico para operaciones combinadas con sus aliados estratégicos— le permitan proyectar fuerzas más allá de sus fronteras. Y ser lo suficientemente  capaces de contrarrestar ataques en base a una estrategia ofensiva en un ámbito geográfico altamente conflictivo y volátil.  

Otro hito destacado en el desarrollo de las capacidades militares es la consolidación de una base industrial ampliada y sumamente tecnificada que está generando una paulatina reducción de su dependencia como «importador neto» de material bélico. Con el fin de asegurar una cadena logística con disponibilidad de medios en tiempo y forma adecuada. En este contexto actual, los EAU construyen un sistema industrial mixto y dual para satisfacer las necesidades estratégicas.

De acuerdo a lo anterior, fueron concebidos los clústeres como elementos catalizadores del desarrollo de los recursos nacionales orientados a la producción de sistemas de armas, lo cual no solo implica una asociación de largo plazo, sino también abre la posibilidad de innovar y realizar desarrollos autónomos.  El elemento fundamental recae en establecer alianzas comerciales que permiten asegurar una fuente permanente del equipo militar y, posteriormente, posicionarse como un proveedor de armamento.

Dicha tendencia es notable y se materializa en el conglomerado denominado Emirates Defense Industries Company (EDIC) y sus empresas subsidiarias (caracal, Borkan, Nimr, etc.) y Abu Dhabi Ship building Company (ADSC), tan solo para mencionar algunos ejemplos, que se nutren de sustantivos fondos soberanos y privados como herramientas mixtas de inversión permanente, lo cual incide positivamente en el desarrollo industrial y no genera dependencia de los ingresos de hidrocarburos. Esta simbiosis dio lugar a la generación de sostenibilidad en los proyectos, incluso ante eventuales caídas en el precio internacional del crudo.

Esta arquitectura organizacional —producto de la convergencia entre el sistema militar y el industrial— fue crucial para el incremento del poder naval emiratí, dado que presentaba una desventaja estratégica muy particular. Para subsanarla, se promovieron una serie de acuerdos con astilleros extranjeros y una fuerte presencia del complejo industrial naval local tendiente al diseño y posterior construcción de los buques patrulleros clase Falaj II y III (ADSB y Fincatieri Italia), las corbetas clase Abu Dhabi (ADSB y Fincatieri Italia) y la clase Baynunah (CMN group y Francia). El incremento de las capacidades navales respondió a la necesidad estratégica de controlar los espacios marítimos adyacentes (dado los incrementos en la piratería, delitos trasnacionales e Irán), la vigilancia de las principales rutas marítimas y la posibilidad de proyectar su instrumento militar desde el Golfo Pérsico hasta el Mar Rojo. Asimismo, como un importante elemento de apoyo en el desplazamiento de las FF.AA hasta el teatro de operaciones en  Eritrea y Yemen.

Finalmente, Si bien estos factores de crecimiento pueden derivarse de la nutrida disponibilidad de fondos económicos del gobierno emiratí, vale resaltar el grado de cumplimiento en la planificación estratégica del Ministerio de Defensa en el periodo 2000-2020. En otro orden, los factores relevantes que posee EAU en el plano de políticas públicas de Ciencia, Tecnología e Innovación de Defensa vinculada a la promoción industrial son: la capacidad de financiar los proyectos de investigación y desarrollo; la rápida creación de compañías, clústeres y la implantación de infraestructuras demandadas para las actividades tecnológicas y productivas; la contratación masiva de recursos humanos en el mercado internacional del trabajo (conocimiento que posee de otras ramas de la economía); rápida obtención de transferencia tecnológica de compañías internacionales en base a acuerdos de máximo nivel político y económico con los aliados globales; promocionar en el extranjero sus productos y generar facilidades de financiamiento en mercados poco explotados como África.

 

*  Magister en Defensa Nacional. Licenciado y profesor universitario en Relaciones Internacionales por la Universidad Católica de Salta. Se especializa en temas referidos a la Economía de Defensa, Estrategia y Geopolítica.

** Especialista en Seguridad Internacional, Geopolítica y Estrategia. Licenciado en Ciencia Política, con especialización en Administración Pública, por la Universidad Nacional de Rosario, Obtuvo el título de posgrado de Magister en Defensa Nacional de la Escuela de Defensa Nacional Argentina (UNDEF). Ha cursado la Maestría en Gestión de la Ciencia, La tecnología y la Innovación en la Universidad Nacional de General Sarmiento. Conforma el Comité Nacional de la Cámara Argentina de Profesionales en Seguridad integrada (CAPSI), siendo el coordinador de cooperación Internacional.

 

Bibliografía y referencias 

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[2] BANCO MUNDIAL (2021) Series de Datos: Información disponible en: https://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.PCAP.CD?locations=AE

[3] JO, H. (2021) Can the UAE emerge as a leading global defense supplier? Disponible en: https://www.defensenews.com/digital-show-dailies/idex/2021/02/15/can-the-uae-emerge-as-a-leading-global-defense-supplier/

[4] AL KETBI, E. (2020) Contemporary Shifts in UAE Foreign Policy: From the Liberation of Kuwait to the Abraham Accords, Israel Journal of Foreign Affairs, 14:3, 391-398. Disponible en https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/23739770.2020.1845067

[5] SHARP, J. (COORD.); ZANOTTI, J; KATZMAN, K; ARABIA, C.L. Y THOMAS, C. (2020) Israel’s Qualitative Military Edge and Possible U.S. Arms Sales to the United Arab Emirates. Washington, D.C: Congressional Research Service. 26 de Octubre. Disponible en: https://crsreports.congress.gov/product/pdf/R/R46580

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[7] MINISTERIO DE DEFENSA DE EAU (2021). Información disponible en: https://mod.gov.ae/

[8] CRISIS GROUP (2018) The United Arab Emirates in the Horn of Africa. Briefing 65. Middle East & North Africa. N° 6, Noviembre de 2018. Disponible en https://www.crisisgroup.org/africa/horn-africa/somalia/260-somalia-and-gulf-crisis

[9] FRANTZMAN, S. J. (2021) Israel and UAE Defense Companies Partneron Artificial Intelligence. The National Interest.  21 de Abril. Disponible en: https://www.meforum.org/62243/israel-and-uae-companies-partner-on-ai

[10]  WEZEMAN P.D; KUIMOVA, A. Y  WEZEMAN S.T. (2020) Trends in international arms transfers, 2020. SIPRI. Estocolmo. Marzo de 2021. Disponible en: https://sipri.org/sites/default/files/2021-03/fs_2103_at_2020.pdf

[11] SIPRI ha desarrollado una metodología de análisis de armas mayores con sus correspondientes valores monetarios definiendo cinco categorías de análisis las cuales se agrupan en: 1) Aeronaves (incluye, aeronaves de ataque, helicópteros, aviones de patrulla, aviones utilitarios, UAV UCAV); 2) Sistemas de Defensa Aéreos (incluye todos los sistemas de misiles tierra-aire (SAM) emplazados en tierra, cañones antiaéreos con un calibre de más de 40 mm o con múltiples cañones con un calibre combinado de al menos 70 mm incluyendo sistemas autopropulsados en chasis blindados o sin blindaje); 3) Armas de guerra antisubmarino; 4) Blindados (incluye tanques, vehículos livianos, con blindaje y sin blindaje, vehículos especiales); 5) Artillería (incluye cañones fijos navales, autopropulsados, remolcados de calibre igual o superior a 100mm); 6) Misiles (incluye, antitanques, antibuques, antiaéreos y de superficie, guiados y no guiados); 7)Sensores (incluye los sistemas de vigilancia activos – radar – y pasivos, terrestres, aéreos y marítimos con un alcance de al menos 25 kilómetros, con excepción de los radares meteorológicos y de navegación, todos los radares de control de incendios, con la excepción de los radares de alcance exclusivo, sistemas de sonar antibuque y de guerra antisubmarina para barcos y helicópteros) 8) Satélites y, por último, 9) Buques (a) todos los buques con un tonelaje estándar de 100 toneladas o más, y (b) todos los buques armados con artillería de calibre de 100 mm o más, torpedos o misiles guiados, y (c) todos los buques de menos de 100 toneladas donde el la velocidad máxima (en km/h) multiplicada por el tonelaje total es igual a 3500 o más).Estas definiciones contribuirán a conformar el presente apartado en términos de  base de datos. SIPRI (2021) Arms Transfer Database-methodology. Disponible en: https://www.sipri.org/databases/armstransfers/background 

[12] SLIJPER, F. (2017) Underthe radar: The United Arab Emirates, arms transfers and regional conflict. The Netherlands. Disponible en: https://paxforpeace.nl/media/download/pax-report-under-the-radar–arms-trade.pdf

[13] A partir de 2021, EE.UU ha desplegado alrededor de 3500 efectivos militares en EAU, incluido el puerto de Jebel Ali (entre Dubai y Abu Dhabi) con capacidad para operar portaaviones además de los buques de la Armada, en la Base aérea de Al Dhafra (cerca de Abu Dhabi) y en instalaciones navales en Fujairah. Este despliegue implica acciones de disuasión a Irán, contrarrestar acciones de grupos terroristas e interceptar cargamentos ilícitos de armamentos o proliferación (esta cooperación tuvo sus antecedentes en las operaciones realizadas para capturar al Ingeniero Nuclear Iraní Khan). U.S. DEPARTMENT OF STATE (2021) U.S. Security Cooperation with the United Arab Emirates. Fact Sheet. 20 de Enero. Disponible en:  https://www.state.gov/u-s-security-cooperation-with-the-united-arab-emirates/ y KATZMAN, K. (2021) The United Arab Emirates (UAE): Issues for U.S. Policy. Washington, D.C: Congressional Research Service [CRS]. 15 de Abril. Disponible en: https://fas.org/sgp/crs/mideast/ RS21852.pdf

[14] Esta postura teórica dentro del ámbito de las relaciones internacionales es retomada, aunque no exclusivamente, por Mearsheimer (2016) en the case for Offshore balancing, su postulado redunda en generar una alianza con un actor regional con capacidad militar efectiva que contribuya al equilibrio local. MEARSHEIMER, J.J. y WALT, S.M. (2016) The case for Offshore Balancing: A superior U.S grand strategy.EE.UU. Foreign Affairs. Julio-Agosto 2016. Disponible en: https://www.foreignaffairs.com/articles/united-states/2016-06-13/case-offshore-balancing

[15] CSIS (2018) Terminal High Altitude Area Defense (THAAD). Missile Threat. EE.UU. Center for Strategic and International Studies. 15 de Junio. Disponible en: https://missilethreat.csis.org/system/thaad/.

[16] BARRIE, D. (2020) Regional power play, propelling Middle East stand-off weapons. Military Balance Blog. EE.UU. International Institute for strategic studies. Enero. Disponible en: https://www.iiss.org/blogs/military-balance/2019/12/middle-east-stand-off-weapons

[17] Para 2011 se transfirieron con un costo estimado en $251 millones. DEFENSE SECURITY COOPERATION AGENCY (2012) United Arab Emirates – Terminal High Altitude Area Defense System Missiles (THAAD). Washington D.C. 5 de Noviembre. Texto disponible en: https://www.dsca.mil/press-media/major-arms-sales/united-arab-emirates-terminal-high-altitude-area-defense-system

[18] KERR, P. (2021)  Arms Sales: Congressional  Review  Process U.S. Policy (Washington, D.C.: Congressional Research Service. 24 de Mayo. Texto disponible en:  https://fas.org/sgp/crs/weapons/RL31675.pdf

[19] KATZMAN, K. (2021) The United Arab Emirates (UAE): Issues for U.S. Policy (Washington, D.C.: Congressional Research Service. 15 de Abril. Disponible en: https://fas.org/sgp/crs/mideast/ RS21852.pdf

[20] DEFENSE SECURITY COOPERATION AGENCY (2010) United Arab Emirates – AH-64D BLOCK III APACHE Helicopters. Washington. 4 de Noviembre. Texto disponible en: https://www.dsca.mil/press-media/major-arms-sales/united-arab-emirates-ah-64d-block-iii-apache-helicopters 

[21] DEFENSE SECURITY COOPERATION AGENCY (2020) United Arab Emirates (UAE) – Foreign Military Sales Order (FMSO) II CASE. Washington. 23 de Abril. Texto disponible en: https://www.dsca.mil/press-media/major-arms-sales/united-arab-emirates-uae-foreign-military-sales-order-fmso-ii-case

[22] THE INTERNATIONAL INSTITUTE FOR STRATEGIC STUDIES (IISS) (2021) The Military Balance 2021. Sección: Capitulo VII Medio Oriente y Norte de África – UAE. EE.UU. Febrero 2021.

[23] EUA no forma parte del régimen MTCR, por lo cual, EE.UU no podría transferir este tipo de tecnología, solo vender UAV´s cuya velocidad no supere los 800 km/h. Para mayor referencia ver KERR, P. (2021) y KATZMAN, K. (2021).

[24] DEFENSE SECURITY COOPERATION AGENCY (2013) United Arab Emirates (UAE) – Various munitions and support. Washington 15 de Octubre. Texto disponible en: https://www.dsca.mil/press-media/major-arms-sales/united-arab-emirates-uae-various-munitions-and-support

[25] KERR, P. (2021)  Arms Sales: Congressional Review Process U.S. Policy (Washington, D.C.: Congressional Research Service. 24 de Mayo. Texto disponible en:  https://fas.org/sgp/crs/weapons/RL31675.pdf

[26] NAVAL GROUP (2021) GOWIND 2500. Francia. Disponible en: https://www.naval-group.com/en

[27] Aún no está confirmado por fuentes oficiales la construcción de dos buques en ADSB. Para más información ver: ADSB (2021). Disponible en: https://adsb.ae/

[28] NAVAL TECHNOLOGY (2021) Baynunah Class Corvettes. Secciòn: Proyectos. Articulo disponible en: https://www.naval-technology.com/projects/baynunah/

[29] FINCANTIERI (2021) Abu Dhabi Class Corvettes. Italia. Disponible en: https://www.fincantieri.com/en/products-and-services/naval-vessels/abu-dhabi-class/

[30] GALAXIA MILITAR (2021) Abu Dhabi Ship buildings recibe un contrato de mil millones de dólares para fabricar patrulleros clase Falaj 3. 19 Mayo. Disponible en: http://galaxiamilitar.es/abu-dhabi-ship-building-recibe-un-contrato-de-mil-millones-de-dolares-para-fabricar-patrulleros-clase-falaj-3/

[31] FINCANTIERI (2021) Falaj 2. Italia. Disponible en: https://www.fincantieri.com/en/products-and-services/naval-vessels/stealth-attack-craft/falaj-2/  y https://www.fincantieri.com/en/media/press-releases/2012/000448/

[32] ADSB UAE (2021) Naval Products. Disponible en: https://adsb.ae/navy-products

[33] MFNCA UAE (2021) Disponible en: https://www.mfnca.gov.ae/

[34] BARANY, Z. (2018) Soldiers of Arabia: Explaining Compulsory Military Service in the Gulf, Journal of Arabian Studies. DOI: 10.1080/21534764.2018.1551471  Otra consulta : LING LIM, H. (2018) Perceptions of Emirati Youths on National Service at Initial Implementation Stage. SAGE Open , Abril- Junio. Texto disponible en https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/2158244018774827 

[35] UEA GOVERNMENT (2021). Information and Services: Armed Forces. Disponible en: https://u.ae/en/information-and-services/justice-safety-and-the-law/armed-forces

[36] BÉRAUD-SUDREAU, L; LOPES DA SILVA, D; KUIMOVA, A; Y WEZEMAN, P.D. (2020) Emerging Suppliers in the Global Arms Trade. SIPRI. Estocolmo. No. 2020/13. Diciembre. Disponible en: https://www.sipri.org/sites/default/files/2020-12/sipriinsight2013_emerging_suppliers.pdf

[37] BORCHERT, H. (2019) The Arab Gulf defense pivot: Defense industrial policy in a changing geostrategic context. Comparative Strategy. 37/4. Febrero. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/330925855_The_Arab_Gulf_defense_pivot_Defense_industrial_policy_in_a_changing_geostrategic_context

[38] DALTON, M. Y SHAH, H. (2021) Evolving UAE Military and Foreign Security Cooperation: Path Toward Military Professionalism Civil-Military Relations in Arab States. Enero. Disponible en: https://carnegieendowment.org/files/DaltonShah_UAEMilitary.pdf

[39] JO, H. (2021). Can the UAE emerge as a leading global defense supplier? Disponible en: https://www.defensenews.com/digital-show-dailies/idex/2021/02/15/can-the-uae-emerge-as-a-leading-global-defense-supplier/

[40] UAE GOVERNMENT (2019) Government of the future: Innovation. Disponible en: https://u.ae/en/about-the-uae/the-uae-government/government-of-future/innovation-in-the-uae

[41] UAE GOVERNMENT (2019) Ciencia y Tecnología. Gobierno de Emiratos Árabes Unidos. Disponible en: https://u.ae/en/about-the-uae/science-and-technology/key-sectors-in-science-and-technology

[42] AIRBUS (2020) Launch success for UAE’s FalconEye satellite. Disponible en: https://www.airbus.com/newsroom/press-releases/en/2020/12/launch-success-for-uaes-falconeye-satellite.html

[43] ZAWYA (2021) Yahsat and Airbus complete preliminary design review of next generation satellite, Thuraya 4-NGS.9. EAU. junio. Disponible en: https://www.zawya.com/mena/en/press-releases/story/Yahsat_and_Airbus_complete_preliminary_design_review_of_next_generation_satellite_Thuraya_4NGS-ZAWYA20210609074506/

[44] EDGE GROUP (2021). Entidades. EAU. Disponible en: https://edgegroup.ae/entities

[45] BÉRAUD-SUDREAU, L; LOPES DA SILVA, D; KUIMOVA, A. y WEZEMAN, P.D. (2020) Mapping the international presence of the world’s largest arms companies. SIPRI Insight on Peace and Security. Nº 2020/12, Diciembre. Disponible en: https://www.sipri.org/publications/2020/sipri-insights-peace-and-security/mapping-international-presence-worlds-largest-arms-companies

[46] SIPRI (2020). Arms Transfers Database. Estocolmo. Marzo de 2020. Disponible en: https://www.sipri.org/databases/armstransfers

[47] Definición otorgada por la Estrategia de Ciberseguridad de los Emiratos árabes Unidos. Para mayor información ver: UAE (2019) National Cybersecurity strategy 2019. Disponible en: https://u.ae/en/about-the-uae/strategies-initiatives-and-awards/federal-governments-strategies-and-plans/national-cybersecurity-strategy-2019 Dicha estrategia fue iniciada en 2019 y estableció métricas claramente definidas para evaluar su implementación funcional, previendo actualizaciones permanentes.

[48] EAU adoptó las normas ISO 27001, normas internacionales de Seguridad de la Información que pretende asegurar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información de una organización y de los sistemas y aplicaciones que la tratan. Y las normas 27002 para crear un plan con el fin de establecer los presupuestos del sistema general de seguridad informática. ISO (2021). Disponible en: https://www.iso.org/home.html

[49] NESA-UAE (2015). Information Assurance Standards. Disponible en: https://www.dionach.com/blog/nesa-uae-information-assurance-standards/

[50] TDRA-UAE (2021). AECERT. Disponible en: https://www.tdra.gov.ae/aecert/en

[51] AL-KARAKI, J.N; GAWANMEH, A. y EL-YASSAMI, S. (2020) GoSafe: On the practical characterization of the overall security posture of an organization information system using smart auditing and ranking. Arabia Saudita. Journal of King Saud University – Computer and Information Sciences. Diponible en: www.sciencedirect.com

[52] Es el órgano responsable de la agenta de IT  de Abu Dhabi y supervisa la implementación del programa de gobierno electrónico del emirato en todas las entidades gubernamentales. La organización patrocina iniciativas relevantes, propone políticas y define estándares tecnológicos para el gobierno de Abu Dhabi. Tiene la autoridad para emitir reglas y pautas con respecto a la implementación de políticas de TI y especificaciones técnicas y las comunica con las entidades gubernamentales de ese distrito.

[53] Implementado a partir de la Ley N° 11 y se erige como órgano rector en seguridad cibernética y protección de información contra amenazas externas. Para mayor información ver: UAE-DESC (2021) Portal. Disponible en: https://www.desc.gov.ae/

[54] Puede ser descargada en UAE-DESC (2020): https://www.desc.gov.ae/cyber-strategy/ y el documento completo en https://www.desc.gov.ae/app/uploads/2020/05/CSS_Eng.pdf

[55] La estrategia nacional de ciberseguridad ha definido 9 activos críticos que pueden ser observados íntegramente en: UAE (2019) National Cybersecurity strategy 2019. Disponible en: https://u.ae/en/about-the-uae/strategies-initiatives-and-awards/federal-governments-strategies-and-plans/national-cybersecurity-strategy-2019

[56] GOVERNMENT OF DUBAI (2021) Critical Information Infrastructure (CII). EAU. Disponible en: https://www.desc.gov.ae/regulations/critical-information-infrastructure/

[57] BEN IDIR, A; KARIM, S. y EL NAJJAR, N. (2021) CyberSecurity 2021. UEA. Chambers And Partners Disponible en: https://practiceguides.chambers.com/practice-guides/cybersecurity-2021/united-arab-emirates/trends-and-developments

[58] Se pueden consultar los datos de como se ha incrementado el acceso y consumo de internet en los países de Oriente Medio en: INTERNET WORLD STATS. Web Site Directory. Disponible en:  https://www.internetworldstats.com/stats5.htm

[59] Puede consultarse  el informe generado por la autoridad de servicios financieros de Dubai, donde publica informes regulares sobre ciber-riesgos, como una forma de seguir mejorando el sistema, además de tener una base de datos actualizada para cooperar con otras áreas gubernamentales y facilitar el desarrollo de la infraestructura de ciberseguridad. UAE-DFSA (2021). Disponible en: https://www.dfsa.ae/

[60] ABDULLA, A. (2021) The Rise of the United Arab Emirates. The Cairo Review of Global Affairs. Egipto. Disponible en: https://www.thecairoreview.com/essays/the-rise-of-the-united-arab-emirates/

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