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ANOMIA, TRIBULACIONES Y ESPERANZA

Marcos Kowalski*

 

Emile Durkheim (1858-1917), uno de los fundadores de la sociología moderna, fue el introductor del término «anomia».

La anomia, que estrictamente significa ausencia de normas es un concepto más bien descriptivo, procedente de las ciencias sociales[1] y se refiere a un desorden social por la inexistencia de normas y control que mediante un colapso de gobernabilidad impide que algunas personas consigan las metas socialmente esperables, hecho que provoca una situación desorganizada que resulta en un comportamiento antisocial[2].

Desde hace muchos, muchos años, todos nuestros “dirigentes” políticos han estado más preocupados por lo que les dicta el Orden Mundial que por nuestra Nación Argentina, dejándonos en un embrollo, en la economía y en todo lo que han hecho, gobernando a favor del esquema del Nuevo Orden Mundial, desgobernaron la Nación.

Este despropósito apropósito está produciendo un colapso de gobernabilidad por no poder controlar esta emergente situación de alienación, provocada por las subculturas, minoritarias que se intentan imponer a las mayorías, hecho que promueve una situación desorganizada que resulta en un comportamiento no social.

El agravamiento del conflicto social y el delito se encuentran en la imposición de un modelo que reduce las obligaciones del Estado ante la sociedad, incrementa la desigualdad entre los seres humanos y destruye el nivel de vida frente a la pérdida de la capacidad adquisitiva mínima del ciudadano. Y es cuando se produce una opacidad de la conciencia colectiva, no se logra producir una solidaridad orgánica y las normas correspondientes se quiebran[3].

Podríamos hacer un seguimiento del estudio sociológico de la anomia a través de distintos autores, sobre todo norteamericanos, pero en general, el concepto de anomia podría considerarse un concepto más de tipo sintomático, es decir que expresa o manifiesta una situación, más que suministrar una explicación de la misma[4].

Siempre tenemos que recordar que el concepto de anomia, es ante todo un síntoma y por lo tanto no funciona solo. Es, como venimos diciendo una violación a las normas, el análisis no responde tanto a por qué se produce esa violación, sino que su valor es más descriptivo que explicativo. En el caso argentino podemos dar varios ejemplos actuales de posibles casos de anomia según las definiciones clásicas[5].

El cumulo de situaciones que generan anomia en nuestro país, (tráfico de drogas, lavado de dinero, contrabando, economía informal, desempleo, delitos violentos usurpación etc.) forjaron unas zonas marginales urbanas que han surgido por deterioro de sectores de la sociedad producto de la desocupación y el mono centrismo urbano desatendido por las autoridades.

Autoridades políticas que parecen desentenderse de la cuestión y solo hacen apariciones esporádicas y, para colmo, son el problema y no la solución, la casta política gobernante suele ser la enfermedad que produce el síntoma anomia en la sociedad al adoptar soluciones ideológicas globales y no dar respuestas particulares a la mayoría del pueblo de la Nación.

Todo esto es parte de lo que, en el hombre sencillo, la persona común, su familia, su núcleo social de amistades, produce una gran tribulación, la congoja consume a la mayoría con un sufrimiento interior que lo angustia y nubla su capacidad de comprensión, sabe que su entorno no lo deja llevar su cuerpo por el camino de la seguridad y la inseguridad siempre produce miedo.

Las grandes dificultades personales a la que se enfrentan hoy los argentinos, son sin embargo otra prueba más de nuestra capacidad de supervivencia como pueblo, como Nación. Son tribulaciones que debemos enfrentar con un realismo sobre nuestra sociedad actual, pero esperanzados que podremos supurarlo a condición que podamos conseguir en algún futuro próximo una nueva forma de gobernar la Argentina.

La anomia, el descontrol, la supresión de las libertades, el empoderamiento de lo marginal con el pretexto de inclusión de minorías, el imponer agendas del denominado Nuevo Orden Mundial, pero por sobre todo el tratar de atomizarnos como pueblo con las teorizaciones marxistas, o neoliberales. A todo eso, oponemos el sentido Nacional, el argentinismo latente, que a la gran prueba que produce este desastre que se nos impone, surgirá prevaleciendo.

Nos quieren imponerla teoría de Ernesto Laclau[6] y transformar nuestro pueblo en muchos pueblos. A Laclau como marxista le falto Patria y realidad para interpretar al hombre, además de nunca haber sido pueblo. A través del esloveno Zizek, el intento de “vendernos” un nuevo comunismo, más humano y más comunitario[7]. Del liberalismo a través del coreano Han una mayor opresión de los Estados sobre el individuo[8]. En definitiva, nos quieren robar la idea de Patria.

Todas estas pretensiones de imponer teorías chocan irremediablemente contra el hombre real primero y después contra sus sentidos como tal. En primer lugar, el hombre tal cual es y no como nos gustaría, lleva en su inconsciente colectivo dos sentidos, el religioso, que existe hasta en los ateos y el nacional, que hemos venido explicando en varios trabajos, el sentido nacional es esencial para propiciar la pertenecía del hombre integrado con sus compatriotas.

En ese aspecto, se integra como pueblo y no como que pretende el “populista” atomizado en diferentes partes de una masa amorfa con padecimiento de anomia generalizada. No importa ni quien ni como se pretenda gobernar una Nación, siempre que el grupo gobernante intente despojar de patriotismo a los ciudadanos de la misma, más tarde o más temprano, el patriotismo aflorará y el gobierno será desplazado. Esa es siempre la Esperanza.

 

* Jurista USAL con especialización en derecho internacional público y derecho penal. Politólogo y asesor. Docente universitario. Aviador, piloto de aviones y helicópteros. Estudioso de la estrategia global y conflictos.

 

Referencias

[1] El concepto “Anomia” no es exclusivo de la Sociología. En Psicología, por ejemplo, utilizando su raíz latina significa un trastorno del habla que alude al olvido de los nombres, y en Biología hace referencia a un molusco bivalvo, es en el contexto disciplinar sociológico en donde ha tenido un mayor desarrollo.

[2] La noción de “Anomia” fue introducida por Durkheim y desarrollada por la sociología norteamericana para estudios de control social, desviación, delito y criminalidad. Al tomar un nuevo aire en los años 80, fue exhaustivamente estudiada y algunas situaciones contemporáneas lo han puesto de nuevo en escena.

[3] Conforme lo enuncia Émile Durkheim (Épinal, Alsacia-Champaña-Ardenas-Lorena, 15 de abril de 1858 – París, 15 de noviembre de 1917), quien fue un sociólogo y filósofo francés.

[4] Autores como Orrú, Parsons, Merton, con su importante teoría funcionalista y muchos otros.

[5] Se puede ver las obras de Parsons, el ya mencionado Merton, entre los europeos Dahrendorf o Peter Waldmann.

[6] Ernesto Laclau. “La razón populista”.

[7] Slavoj Žižek. “El dilema es barbarie o comunismo renovado”.

[8] Byung-Chul Han. “Vamos hacia un feudalismo digital y el modelo chino podría imponerse”.

 

 

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Repensando una Argentina Nacionalista, libre y Soberana

Hace unos días, en charla con camaradas y amigos, surgió la inquietud con respecto al destino incierto de nuestra querida Patria en vista a la actual situación socio-política imperante. La preocupación era general, ya que las riendas del gobierno no están en manos de gente que en verdad se preocupe por algo más allá de lo mediato, claramente se vive el hoy sin tomar en cuenta la factura que la historia nos pasará por sus actos de (des) gobierno.

Pasando de un tema a otro, pero con un marcado Norte en cuanto a que lo único que nos va a sacar de esta situación es una política nacional, una que piense en el bienestar de Argentina y sus habitantes, una política como la que hace varias décadas no se ve. Fuimos compartiendo pensamientos, ideas, y comenzaron a surgir nombres de autores que muchos leímos en nuestra juventud y que por algún motivo, algunos, (entre los que me incluyo), hemos dejado sus obras a merced del polvo, el tiempo y el olvido, en un anaquel de la biblioteca.

Sostengo firmemente que la historia es cíclica, y que, de un modo u otro, se repite una y otra vez. Surgieron en la charla los nombres de Jordán Bruno Genta, Antonio Caponnetto, Carlos Sacheri, Calderon Bouchet y José Enrique Miguens, entre otros, y al volver a los viejos textos,  se cae en la cuenta de que todo esto, de forma similar, ya lo hemos pasado.

Volver a leer décadas después, por ejemplo:

«Los masones se dedican febrilmente a provocar la desconfianza y la odiosidad hacia el nacionalismo, con la perversa intención de menoscabar el fervor patriótico en el pueblo, al que quieren blando, dócil, sumiso y entregado.»

«De ahí que el síntoma inconfundible de la acción masónica en el gobierno de una nación católica, sea la hostilidad manifiesta hacia el católico definido que llaman clerical, y hacia el nacionalista que llaman nazifascista.»

«Y en la Argentina de hoy dominada por la Masonería y el Comunismo, no hay otro modo de ser católico de veras que proclamarse clerical, ni otro modo de ser acabadamente patriota que definirse nacionalista.»

«La libertad de especulación y los derechos de la pereza son causa de miseria, hasta en un país inmensamente rico como el nuestro.»

«No olvidemos que ya no se trata de seguir perdiendo posiciones. Ahora la cuestión es de ser o dejar de ser. Se trata de establecer y restaurar todas las cosas de la Patria en Cristo; o de convertirnos en una tierra de nadie, sin Dios, ni Patria, ni familia.»

Son párrafos de la Carta de Jordán Bruno Genta fechada en Buenos Aires un 2 de Abril de 1956, (fecha tan cara a los argentinos bien nacidos desde 1982), pero que parece escrita ayer mismo.

No deja de asombrar la actualidad de sus palabras. Estamos viviendo en una Argentina en la cual, el definirse  como nacionalista es tomado casi como un insulto, como una enfermedad, como un pensamiento anacrónico. Una Argentina en la cual, los vergonzantes actos de vandalismo de minorías violentas hacia instituciones como la Iglesia Católica, las FFAA o FFSS es tomado como mínimo, con indiferencia. Una Argentina en la cual los funcionarios ya no juran sobre las Santas Escrituras, sino por los treinta mil nunca aparecidos y unos tales Fulan y Mengan, entre risas y convencidos soberbiamente de que la Patria que están destruyendo no se los va a demandar. Nos dice que “los derechos de la pereza son causa de miseria, hasta en un país inmensamente rico como el nuestro», (¡si nos viera ahora!).

Es hora de pensar una Argentina para los argentinos, abierta a aquellos que quieran venir a trabajar y ayudar a poner de pie a esta Nación llamada a ser potencia, que por los des-gobiernos sucesivos ha llegado a un Estado casi comatoso. Una Argentina que vuelva a dar el lugar que merecen a sus instituciones, sus FFAA, la Familia, la cultura del trabajo honrado.

¡Por una Argentina libre y soberana!

DyPoM

Por Der Landsmann para Saeeg.


Notas:

  • Jordán Bruno Genta – En defensa de la Fe y de la Patria I

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ENTRE BIBLIOTECAS, CANDIDATOS, VOTACIONES, RIQUEZA Y POBREZA

Agustín Saavedra Weise*

 

Diseño SAEEG

A) He visto (ustedes lectores igual) que a todo el mundo le gusta fotografiarse delante de una biblioteca. Políticos, escritores, estudiantes, empresarios, comentaristas, etcétera, aparecen en la foto de turno con una impresionante serie de libros atrás.

Me pregunto, en caso de que alguien quiera sacar una foto del suscrito para el público: ¿Qué haré con mi humilde biblioteca, que consiste solamente en un lector electrónico Kindle? ¿Me dejo sacar la foto con el Kindle —es del tamaño de un cuadernillo pero acumula cientos de libros— o voy a algún lugar con abundantes libros de papel para hacer pinta? Biblioteca clásica ya no tengo, me adapté al siglo XXI y solo uso el formato digital.

Tal vez los aficionados a sacarse fotos con bibliotecas de papel como telón de fondo tendrán que repensar sus estrategias para el futuro inmediato; el papel comienza a ser historia y felices los árboles, ya no serán talados para hacer pulpa. En fin, si alguien lo pide, aceptaré que me saquen la foto con el Kindle…

B) Este nuestro país Bolivia es “trés bizarre” (muy raro) hasta el punto de tal vez ser único, lástima que no siempre en lo bueno. Sabido es que los representantes para la legislatura se aprueban en primera vuelta, algo olvidado u omitido por la romería de candidatos para los comicios de octubre; que luego no vengan los lloriqueos… Se dice que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con una piedra. Habría que agregar que la subespecie boliviana tropieza 10 veces o más y nunca aprende de los errores pasados. Se habla de unidad y es lo menos que se hace en la actual coyuntura.

El sistema de votación es uno de los culpables de esa enorme e irresponsable dispersión. Mientras persista la representación proporcional este carnaval de candidatos seguirá; aunque algunos saben que apenas sacarán el 1% siguen adelante con la esperanza de por lo menos tener un curul.

Esa aberración con el sistema de mayoría y minoría no sucede y ahí está la esencia de la durabilidad democrática en las naciones anglosajonas frente a su vulnerabilidad en las naciones latinas. A lo largo del tiempo, el sistema de mayoría y minoría ha probado ser superior para consolidar la democracia y asegurar estabilidad, algo que no proporciona el demagógico y divisivo método de representación proporcional.

C) Ser rico o aspirar a serlo es pecado en nuestras sociedades subdesarrolladas mientras en otras partes es virtud. Al reformista chino Deng Xiaoping se lo recuerda por su expresión “no importa el color del gato mientras sepa cazar ratones”, pero hay otra frase que también lo definió como arquitecto del progreso chino. Den Xiaoping expresó al iniciar su etapa de cambios: “ser rico es glorioso”. El líder chino revirtió errores de la era maoísta y logró que China supere muchos bolsones de miseria.

La mitad de la población (700 millones) ha dejado de ser pobre y muchos otros chinos recorren actualmente el mismo camino. En América Latina hay un siniestro “corsi ricorsi” al respecto. Sin ir muy lejos, Argentina era uno de los países más ricos del globo hace 100 años. Hoy 2020, de cada tres argentinos uno es pobre, la nación platense está en quiebra y muy disminuida en el ranking mundial. Pero ser rico no es fácil, requiere talento y constancia.

A nivel macro, el estado debe proveer seguridad jurídica, libertad económica y buenas oportunidades. Recordemos además que hay países para los cuales la riqueza es pecado y exaltan la pobreza, sesgo perverso anulador del progreso. Por el contrario, creo que todos tienen el derecho de pretender mejorar y hacer fortuna con esfuerzo propio. Quien gobierna debe crear condiciones para ello, en lugar de obstaculizar las ansias de superación.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

* Nota original publicada por El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/entre-bibliotecas-candidatos-votaciones-riqueza-y-pobreza_201139