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PESCA ILEGAL Y SEIS MILLONES DE NIÑOS POBRES EN ARGENTINA

César Augusto Lerena*

Publicado en El Economista, 02/08/2023.

 

La salud y la alimentación son un Derecho Constitucional en la Argentina, no una dádiva. En 1948, en la Declaración Universal de Derechos Humanos se afirmó que «toda persona tiene derecho a la alimentación» y, en 1966, en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se sostuvo que «el derecho a la alimentación tiene incluso el carácter derecho fundamental. Es el primer derecho económico de la persona humana».

El alimento es una sustancia que, ingerida, aporta al organismo la energía necesaria para el desarrollo de sus procesos biológicos y la alimentación, como afirmó la FAO y la OMS, debe ser suficiente, inocua y sana. Sin embargo, poco de ello ocurre en la Argentina. Hay pobres e indigentes y si hay indigentes hay hambre, porque estos son quienes no tienen al acceso suficiente a la alimentación que, además, en muchos casos suele ser de baja calidad.

Postergar la alimentación de los sectores más vulnerables, hasta que algún día improbable el presupuesto se encuentre equilibrado, es un delito deleznable que ignora los efectos mórbidos y letales del hambre y la desnutrición. Incorporar como una cláusula de ajuste al hambre, es indigno y ruin.  

La alimentación debiera estar accesible en el hogar de todo el grupo familiar, ya que si bien, la alimentación que se recibe fuera de aquel, contribuye a mejorar la nutrición de los niños y adolescentes en situación de pobreza, marginalidad e indigencia; el alimento en el hogar, amén de satisfacer los requerimientos nutricionales, reúne a todos los integrantes de la familia alrededor de la mesa y, promueve el diálogo y el fortalecimiento del núcleo familiar. La comida en el hogar no se sustituye con comedores, aunque estos sean -en muchos casos- quienes están proveyendo la alimentación de sostén.  

En 2000, en la «Declaración del Milenio» de la Asamblea General de la ONU se expresó, entre otras cosas: «Nosotros, jefes de Estado y de Gobierno, no escatimaremos esfuerzos para liberar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema y decidimos, asimismo, reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta que padezcan hambre». Llegó el 2015 y los gobiernos de Argentina no cumplieron y, por el contrario, se aumentó la pobreza. En la década del 70 la pobreza era del 5,7% y a mayo de 2023 es del 46%.

Es falso que la Argentina produzca alimentos para 400 millones de personas. Terminemos con esta errónea afirmación, la mayoría de la producción nacional exportable «no se destina al consumo humano directo, ni la soja ni el maíz, se usan para alimentar animales» (Vilella Fernando; director de Agronegocios, Facultad de Agronomía, UBA, 25/11/2019); no obstante, con la producción nacional, según Cispan y Fragan «queda en la Argentina alimento suficiente para cubrir las necesidades calóricas para alimentar alrededor de 60 millones de habitantes» (Martín Slipczuk, 25/11/2019).

Es decir, los gobernantes no pueden justificar 5.900.000 niños y adolescentes pobres, de los cuales 1.300.000 son indigentes menores de hasta 14 años (Infobae, INDEC, 31/3/2023) que representan el 34,1% de la indigencia total; además, de que las Autoridades no administran adecuadamente otros alimentos que son del Estado Nacional o de las Provincias del litoral marítimo, como es el caso de los recursos pesqueros. Todo ello, pese, a que el 59,3% de los niños y adolescentes reciben alimentos en forma gratuita del Estado, aunque, mayoritariamente harinas y no alimentos proteicos.

Con una información similar al INDEC, el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, indica que 6 de cada 10 niños y adolescentes menores de 17 años son pobres, es decir que, promediando con los indigentes, el 74,7% de éstos «no acceden total o parcialmente a la alimentación, educación y salud básica y, por su parte, los indigentes, no alcanzan a ingerir la cantidad mínima de alimentos para cubrir los requerimientos energéticos diarios» (Gabriel Matera, Ámbito, 15/05/2023).

La capacidad física e intelectual de millones de menores está en grave peligro. Deberían estar avergonzados los funcionarios de un país productor de alimentos, dando una muestra acabada de su incapacidad para administrar la producción de alimentos y distribuirla. Lo que suelen llamar «pobreza estructural» no es otra cosa que falta de ideas y administración adecuada para resolver esta indignidad, que ya superó dos generaciones de argentinos. Es una obligación impostergable del Estado Argentino, y de sus dirigentes con mayores posibilidades, en una acción organizada de solidaridad ejemplar, eliminar definitivamente este flagelo que denigra, desnutre, enferma y mata a una parte importante de su población, Gravísima cuando se trata de niños que no alcanzarán su madurez intelectual. 

¿Qué debería hacer el Estado para terminar con la indigencia de niños y adolescentes?, además de optimizar la producción e industrialización de alimentos; mejorar los planes y dar a las tarjetas alimentarias una acción generadora de empleo y nutrición y, no solo de acceso a los alimentos de baja calidad.

El Estado tiene recursos alimentarios propios, como son los pesqueros. La pesca constituye para la humanidad una fuente importante de proteínas, cuya calidad es solo comparable con la leche materna. Además, es una de las actividades de mayor ocupación de mano de obra intensiva. Una generadora de empleo en regiones inhóspitas del país que, de otro modo, sus poblaciones emigrarían hacia los grandes centros urbanos. Como muy pocas actividades, requiere de gran cantidad de operarias, que realizan tareas de supervisión, fileteado, emprolijado y empaque, donde suelen ser más eficientes que los hombres.

¿Cuántas toneladas de pescado se necesitarían para proveerle una ración diaria de la mejor proteína a seis millones de niños y adolescentes para terminar con la pobreza infantil? 600 mil toneladas de pescado/año, para proveer productos empanados, termoestabilizados, liofilizados, etc.

El Estado argentino puede hacerse de las referidas 600 mil toneladas de pescado si acuerda condiciones equitativas con los Estados de pabellón de los buques españoles, chinos, coreanos y taiwaneses que explotan en alta mar nuestros recursos migratorios originarios de la ZEE Argentina; se otorgan exenciones impositivas al gasoil, a la captura, aduaneros y otros beneficios de explotación a todas las empresas nacionales que pesquen en alta mar; se deja de descartar (Art. 21 m Ley 24.922) al mar el 30% de las capturas, estableciendo un precio sostén y, se lleva progresivamente a la Acuicultura en la Argentina a niveles compatibles con la producción mundial. Accesoriamente a ello, se cuadruplicaría el empleo registrado en la actividad pesquera y la acuicultura.

La soberanía alimentaria permitirá, mediante la administración adecuada del Atlántico Sudoccidental, recuperar la soberanía marítima y política de la Argentina, donde en las últimas décadas entre 350 y 500 buques extranjeros pescan ilegalmente (INDNR) en alta mar todos los años los recursos pesqueros migratorios originarios de la ZEE Argentina y, lo hacen en forma ilegal, porque pese a ser la pesca libre en esa zona, los Estados de pabellón a los que pertenecen esos buques no los controlan; no hacen investigaciones para determinar las capturas máximas sostenibles y, afectando el interés de terceros Estados, no hacen acuerdos pesqueros con los Estados ribereños (Argentina, Brasil y Uruguay).

No puede perderse de vista que la administración del recurso tiene efectos laborales y sociales que superan los daños que cualquier empresa de riesgo pueda asumir; ya que el pesquero se trata de un recurso de propiedad del Estado, que debe cumplir un fin social, sanitario, poblacional, industrial y estratégico, más allá de los efectos económicos que genere. Al respecto de su administración pesquera y su sustentabilidad, José Juste Ruiz considera que el desarrollo persigue tres objetivos esenciales: «a) el objetivo económico que  consiste en buscar la eficiencia en la utilización de los recursos y el crecimiento cuantitativo; b) el objetivo social y cultural que promueve la limitación de la pobreza, el mantenimiento de los diversos sistemas sociales y culturales, y la equidad social; y c) el objetivo ecológico ocupado de la preservación a perpetuidad de los recursos naturales que sirven de soporte a la vida de los seres humanos».

Es necesario entonces un nuevo orden en materia de la administración, captura, distribución, industrialización, protección y control de los recursos vivos marinos, para permitir que este recurso contribuya a eliminar la indigencia de niños y adolescentes del país y aumentar el consumo anual de 4,8 kg (Consejo para el Cambio Estructural del Ministerio Desarrollo Productivo, marzo, 2021) a 10 Kg per cápita por año de todos los argentinos, para equiparar -al menos- el consumo promedio anual de Latinoamérica, el Caribe y África, muy lejos aún de los 20 Kg. que consume el mundo; proveyendo de una mejor dieta, salud y trabajo. Somos un Estado Marítimo y deberíamos comenzar a mirar el mar y aprovecharnos de sus capacidades.

«Mi pescado grande tiene que estar en alguna parte» (El Viejo y el Mar, Ernest Heminway, 1989).

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado. Presidente de la Fundación Agustina Lerena (Fundada el 21/10/2002), Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana, CESPEL (Fundada el 02/04/1989).

Autor de “Malvinas 1982-2022. Una gesta heroica y 40 años de entrega” (2021) y de “Pesca Ilegal y Recursos Pesqueros Migratorios Originarios de los Estados Ribereños de Latinoamérica y El Caribe” (2022).

 

LA ARGENTINA 2023: SU LONGEVA CRISIS, SUS CONFLICTOS Y ESTADOS DE GUERRA.

Heriberto Justo Auel*

“El progreso es imposible sin cambio y detrás de todo cambio subsiste un conflicto”.

F. Aznar Fernández-Montesinos (1)

 

Introducción

Desde hace décadas nuestro Instituto ―IEEBA― viene señalando que la naturaleza de nuestra centenaria crisis-decadencia* es cultural y política (2), con severas consecuencias socioeconómicas que progresivamente se agravan con el transcurrir de los años. Debemos reconocer que aramos en el mar: lo objetivo y material oculta a las causas abstractas del drama y se continúa ―cíclicamente― atacando a las consecuencias e ignorando a la causa primera de esta crítica situación calamitosa.

Lo mismo ha ocurrido con las “primarias” de Sta. Fe, en las que gran parte de la prensa interpretó ―superficialmente― que triunfó la “moderación”, cuando en verdad triunfó el “progresismo globalista”, encubierto aliado del castro comunismo (3). No hay sensores para penetrar en la “ola profunda”. Hay confusión analítica y mientras esta siga adelante, habrá crisis-decadencia. Coincidentemente con este hecho Austria expulsó a Soros, pero ello no alcanzó para relacionarlo.

Una de las principales manifestaciones de la grave situación que transitamos es la inseguridad ―pública y estratégica― y su consecuencia, el número diario de muertes inocentes que ya se hace insoportable. Sin embargo la dirigencia política ―en plena campaña electoral― no encuentra una sola idea aceptable para alcanzar la Paz Social. Por el contrario, Larreta ―candidato a la presidencia― ha dicho ―en estos días― que “la Argentina no tiene una sola hipótesis de conflicto” y que por ello propone “enviar al Ejército a las fronteras y a la Gendarmería a reforzar a las Policías”. A semejante propuesta ―en castellano antiguo― se le llama “burrada”** (4).

Estamos pagando un precio muy alto por la falta de idoneidad de quienes ocupan cargos públicos en el área de la Seguridad Nacional. Conceptualmente atrasan casi un siglo. Cuando finalizó la IIGM ―1945― y se inició la GM conocida como “Guerra Fría” ―1947― ingresa en la investigación y desarrollo ―ID― la electrónica ―la computadora―, que acelera el proceso de innovación científico-tecnológico. El mundo desarrollado ingresó rápidamente a una nueva etapa civilizatoria: “la posindustrial” o “la del conocimiento”, un salto cualitativo del “progreso” y ―consecuentemente― un cambio en la forma de producir y de hacer la guerra. Como lo expresa Aznar Fernández Montesinos (1), “con ese cambio llegaron nuevos conflictos” (5).

Coincidentemente, en 1945 ―cuando finalizó la IIGM― en el ámbito político-estratégico internacional ingresó la posibilidad de la hecatombe*** ―con la presencia de las armas de destrucción masiva QBN― que ampliaron enormemente el espectro del conflicto, cumpliéndose así la sentencia clausewitziana que dice: “cada tiempo tiene su forma peculiar de guerra”. Dos años más tarde ―1947― se inició una GM absolutamente diferente, la citada Guerra Fría y ―en nuestro Hemisferio Sur― las primeras y sorpresivas guerras “diferentes”, asimétricas/híbridas, que los argentinos peleamos sin conocerlas ―una sublimitada y otra limitada―. A pesar de estos hechos, para gran parte de nuestra dirigencia nada ha cambiado en el ámbito de la Seguridad Nacional.

La mayoría de quienes manejan las palancas se forma en nuestras universidades. En ellas los conocimientos polemológicos, estratégicos o geopolíticos no tienen cabida en la currícula de Ciencias Sociales, o bien solo se desarrollan a través un barniz, de programas elementales. Lo mismo ocurre en el campo de la investigación académica y en los posgrados de estos conocimientos específicos.

Los Institutos Militares Superiores ―que capacitan a los Oficiales de Estado Mayor― no cuentan con posgrados especializados y la Universidad Nacional de la Defensa no vertebra su oferta académica sobre un eje belígero ―de cuarto nivel―. El resultado de estos graves atrasos curriculares ―en los niveles formativos y de perfeccionamiento― es la total falta de idoneidad en la alta conducción de la Seguridad Nacional, como lo hemos padecido en las últimas cuatro décadas y se lo comprueba ―sin lugar a duda― con la escandalosa situación alcanzada hoy, en esa área.

La ignorancia en la alta dirección de la Seguridad Nacional se agrava con la presencia de “la revolución” en los gobiernos ―desde el ‘83 en adelante― que de hecho crean zonas liberadas al delito organizado ―el narcoterrorismo― como principal sostén financiero del castro comunismo (6).

El cuerpo social ―“desinformado e indefenso”― paga diariamente ―y en aumento progresivo― una dolorosa cuota de sangre por las carencias conceptuales, legislativas, organizacionales, disuasivas y operativas del Estado, frente a las nuevas formas del delito y/o de la agresión.

El trastocamiento de la victoria táctica argentina frente al castro comunismo ―en los ‘70― se transformó en derrota política-estratégica ―en los ‘80― inducida por la inteligencia británica con una maniobra estratégica-jurídica de aproximación indirecta, ejecutada por los sucesivos gobiernos argentinos desde 1983. Desde entonces la Argentina se autodestruye.

Las dirigencias ignoran totalmente los actuales “estados de guerra” retenidos por los enemigos que agredieron a la Nación Argentina en la segunda mitad del siglo XX, se ignora la gravedad de la situación estratégica presente y se oculta al soberano el conocimiento de los nuevos riesgos y amenazas estratégicas activas en Iberoamérica y en nuestro país.

Los cambios civilizatorios llegaron, sus correlativos e inéditos conflictos también, pero el progreso no llega pues los conflictos continúan, la decadencia continúa y la disgregación está a la vuelta de la esquina. Si el soberano vota en las elecciones presidenciales como lo hizo en Santa Fe, el castro comunismo continuaría en el poder, con otros ropajes. No habrá pacificación nacional. Se agravará el conflicto.

Se homologaría ―en nuestro país― lo ocurrido con la sucesión Uribe-Santos en Colombia, que finalizó con Petro en el poder. El “topo” Santos apuñaló a su padre político, produjo un “Tratado de Paz” falso y la “revolución” logró llegar al poder ―siendo minoría―. Lo que no pudieron las bandas armadas más importantes de Iberoamérica ―las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19)―, a lo largo de décadas, lo alcanzó la hipocresía. La “revolución” tiene buena memoria: recorre los caminos que ya le han sido exitosos.

La longeva crisis

Luego de esta apretada y necesaria introducción, ingresemos ahora a nuestro subtema 2. Las Crisis ―como puerta de ingreso al conflicto―. La situación general de un país ―su statu quo****― no es estable, inmóvil o permanente. Por el contrario ―desde 1945― es altamente dinámica: cambia aceleradamente. Si nuestra dirigencia ideologizada no percibe la naturaleza y el ritmo de esos cambios civilizatorios, tenemos una crisis dirigencial y consecuentemente una crisis generalizada, que se origina en las universidades. Estas no son “universitas”*****, sino politécnicas. Cunas de avanzadas juveniles ideologizadas, desarraigadas y posmodernas. En consecuencia, una mayoría de nuestras elites intelectuales se transculturizan y son extemporáneas. Viven en el ayer. Pierden su identidad y buscan su bienestar, con lo cual todos perdemos el bien vivir.

El origen etimológico del término “crisis”, es griego y podría traducirse como “cambio” o “decisión”. El sentido lato que le damos hoy ―en las Ciencias Sociales― es descriptivo de “un sentido situacional peligroso, que exigiría tomar fuertes decisiones para recuperar una normalidad”. Como respuesta a esta probabilidad, los Estados Modernos han organizado sus mecanismos de “prevención, control y conducción de crisis”. Los Estados anticuados y burocratizados ―como lo es el nuestro― pueden sentir ―en un momento dado― la gravedad de no contar con la información o los medios que exige un hecho sorpresivo de crisis, como lo vivimos en 1959 o en 1982 que, si hoy se repitieran, sus consecuencias serían aún mucho más graves.

En términos militares, crisis es el estadio previo al desencadenamiento de un conflicto. Cuando existen mecanismos de “prevención” es posible desactivar una escalada de la crisis a conflicto armado, como lo hemos comprobado en los Balcanes Europeos en los últimos años. Cuando esos mecanismos están ausentes y las declaratorias de una parte escalan ―como lo vemos entre nosotros por parte de quienes hoy perciben perder el poder y prometen sangre― la natural interacción de las partes genera una dinámica de acción/reacción, con un empleo progresivo eventual de fuerza, hasta que una de las partes se imponga.

Otra forma de desescalar una crisis y evitar el conflicto, es el gatopardismo: Por ejemplo: privilegiar la “unidad” y simular el “cambio”, presentando nuevas apariencias: una coalición ampliada que incorpora al enemigo, pero con otro vestuario (6). Las coaliciones electorales ―que para ganar elecciones aceptan en su organización “quintas columnas”― pierden gobernabilidad: no habrá cambio. Se agravará el conflicto: lo vemos en el Brasil de Lula, el Chile de Boric o la Colombia de Petro.

Iberoamérica ingresó a una nueva etapa de crisis “revolucionaria” a partir del momento en que el Foro de San Pablo ―FSP― reunido en Caracas ―XXV Encuentro― el 24 de julio de 2019, lanzó su “contraofensiva revolucionaria” para:

    • ocupar nuevamente los gobiernos perdidos en elecciones libres o
    • retener los que podría perder, por ineptitud ―que es nuestro caso―.

La “contraofensiva” se inició de inmediato, con dos modos de acción diferenciados:

    • la aplicación del “hard-power” ―vía sedición― en Colombia, Ecuador y Chile (5) y
    • la aplicación del “soft-power” ―vía judicial― en Brasil (5).

Todos estos países se encuentran hoy ―con el agravamiento de sus respectivas crisis políticas― en el umbral del conflicto, aunque sus gobiernos llevan muy poco tiempo en el poder.

En la Argentina la fecha clave al respecto será el 22 de octubre de 2023 ―día de las elecciones presidenciales― pues en esa fecha se juega la continuidad “revolucionaria” o el cambio hacia la normalidad constitucional. El proceso de crisis provocado por el desgobierno kk indica que perderán nuevamente el poder y la “contraofensiva revolucionaria” prevé ambos modos de acción, que ya cursan las fases operativas preliminares:

    • el “soft-power” se ha encaminado en el frente judicial con el pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la sorpresa Marijuan, los retiros de querellantes e incontables “chicanas” en las causas pendientes de Ella.
    • El “hard-power” continúa su gimnasia preparatoria con los refuerzos de los “piquetes”, con los paros de transportes, las marchas, los acampes y los “taponamientos” diarios en la CABA y la “insurgencia sediciosa” en Jujuy (6) que cumple un mes de actividad continua, extendida a toda la provincia, bajo conducción de Casa Las Fuerzas Federales incumplen decisiones de la Justicia Federal jurisdiccional.

La percepción de hartazgo social crece sin pausa y surge ―naturalmente― el temor al contacto con el umbral del conflicto generalizado. En ese ambiente tensionado, Schiaretti inculpa a Macri y Bullrich de ¡¡“profundizar” la grieta!! Justamente él, que se prestó como móvil de la “puñalada trapera” (8) de Larreta. Parafraseando a Cicerón, le decimos “Quousque tandem abutere, Schiaretti, patientia nostra?”******.

Recordemos al Sr. Gobernador que “la hipocresía es el colmo de las maldades”. Schiaretti, Ud. y los socialdemócratas que lo invitan ingresar a Cambiemos ¡SON LA GRIETA! Uds. son los que votaron las leyes kk, fueron sus ministros, provienen de las formaciones armadas de los ‘70, de la Juventud Comunista, de los Socialismos. Uds. son lobos disfrazados de ovejas. Partidarios de la ideología de género, del aborto, de la eutanasia, de la política de los DD.HH. y de toda contracultura proveniente del globalismo progresista.

Se lo voy a decir también en cordobés básico: “!dejen de joooder alaaargentina, Schiaaretti¡”. Si quieren terminar con la grieta, organicen el Partido Socialdemócrata Argentino y preséntense en las elecciones, no infecten como quintacolumnistas a Cambiemos. ¡La mayoría de los argentinos no quieren ser castro comunistas ni vivir en un narcoestado! El horno no está para bollos Gobernador y los liceístas de todo el país lo estamos observando. Algunas “ovejas negras” hemos tenido, pero aquello fue antes de la caída del muro.

Los conflictos presentes

Violencia y violar reconocen una misma etimología. Para el sociólogo Wright Mills, “el poder es ―en esencia― violencia”. En el ámbito de la sociedad posmoderna muchos conceptos se han desdibujado, contribuyendo a una incertidumbre generalizada y a la erosión identitaria. De este modo el concepto de conflicto se ha ampliado, conteniendo al de las nuevas guerras y como resultado de la pérdida de poder de los Estados, que no siempre ostentan el monopolio de la violencia/fuerza ―como lo estamos viendo en el caso del Grupo Wagner en Rusia―. Es la evolución que dio origen a las Guerras de 4ta. Generación.

Los conflictos del siglo XXI son complejos, diversificados, fragmentados. Se han multiplicado sus formas y sus actores y se difuminan las fronteras entre sus diversas tipologías. Veamos el conflicto actual en Jujuy: hay insurgencia, sedición, violencia étnica, confesional, comunitaria, criminal transfronteriza e ideológica. ¿Será esa la razón por la que Larreta no los ve? (9).

Aparece una “zona gris” entre guerra y paz, lo interno y lo externo, los negocios y la política, lo estratégico y lo delictivo o lo público y lo privado y su consecuencia es la presente situación de inestabilidad. La legitimidad, la legalidad y la moralidad configuran un espacio difuso, de contornos inciertos y con un núcleo común. La perfección moral pone en riesgo a la seguridad frente al conflicto y la búsqueda constante de soluciones ―ante esta dinámica evolución― crea nuevos conceptos y nuevas organizaciones, sin solución de continuidad.

La parálisis política argentina ―en las últimas cuatro décadas― está signada por una doble situación de posguerras, controladas por nuestros enemigos del siglo XX. En el ámbito de la Seguridad Nacional dichos enemigos ―en colusión― nos han impuesto una legislación que inmoviliza a las FF.AA. ―espiritual y materialmente― y controla políticamente a las FF. S y P, alcanzando un nivel de inseguridad e indefensión inéditos en nuestra historia (10).

Los estados de guerra o de beligerancia, activos ******* 

La Argentina retiene ―en sus posguerras― dos “estados de guerra” o “estados de beligerancia”. En el caso de la guerra sublimitada “contrarrevolucionaria” ―1974/1989― el “estado de guerra” correspondiente es retenido por la actitud hostil del agresor ―a lo largo de siete campañas sucesivas ―1959/2023 (10)― y actualmente, travestido en kk, gobierna desde el 2003. En el caso de la guerra limitada provocada por el Reino Unido ―1982― el “estado de guerra” es sostenido por Londres, por cuanto no cumple con la Resolución 2065 XX de la Asamblea General de la ONU ―1965― que le obliga a negociar la soberanía de las Islas usurpadas y refuerza constantemente a la FT Conjunta establecida en el Atlántico Sur (11).

Sobre estos “estados de guerra” ―que nuestra dirigencia no “vive”― se enanca la maniobra en acto de la “contraofensiva revolucionaria” que conduce el FSP ―en su cuarto año de desarrollo― que en nuestra Patria tiene en las próximas elecciones presidenciales su momento álgido. Vivimos en estos días ―de junio, julio y agosto de 2023― las “preliminares” de la batalla por el poder.

Los “revolucionarios” somatizan los efectos del desastroso gobierno kk. Llegaron “para quedarse” pero todo indica que serán expulsados, por ello actúan con la reserva ―la quinta columna socialdemócrata enquistada en Cambiemos―. Ella ―la Cte― podría así llegar a las elecciones con dos fórmulas propias. Presenciamos tres hechos sorpresivos que apuntan en esa dirección: la puñalada “trapera” de Larreta, el incidente insurgente jujeño ―provocado en territorio “propio”― y la sorpresa electoral de Santa Fe ―Carrió mediante―, mientras la opinión pública se concentra en el juego de Massa con el FMI. Hay ansiedad, hay desinformación conducida, hay irresponsabilidad y “los buenos”, que son más, pueden suicidarse electoralmente. Si así no fuere, se echará mano al modelo chileno: al temido “hard power sedicioso”.

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

 

Aclaraciones

* Decadencia: período histórico en el que un movimiento artístico o cultural, un Estado, una sociedad va perdiendo su fuerza expansiva o los valores que lo constituyen e identifican y se debilita, hasta desintegrarse.

** Burrada: dicho o hecho necio, torpe o disparatado.

*** Hecatombe: suceso trágico en el que se produce una gran destrucción y muchas desgracias humanas y materiales.

**** Statu quo: expresión latina con que se hace referencia al estado o situación de ciertas cosas, como la economía, las relaciones sociales o la cultura, en un momento determinado.

***** Universitas: el conjunto de todas las cosas.

****** Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?: frase pronunciada por Cicerón en la primera oración de la Primera Catilinaria”. Se traduce del latín al español como “¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?”

******* Estado de Guerra: se da durante el lapso en que la voluntad de luchar se manifiesta de modo suficiente.

 

Citas bibliográficas

  1. Aznar Fernández-Montesinos. Entender la Guerra en el Siglo XXI. Ed. Complutense, enero de 2011.
  2. J. Auel. “La cultura, la civilización y la guerra: continuidad y cambio”. IEEBA, diciembre de 2001, www.ieeba.org.
  3. J. Auel. “¿Reencontrará ―la dirigencia occidental― el sendero de la ‘Paz Westfaliana’ en el siglo XXI”? IEEBA, 24/05/2023, www.ieeba.org.
  4. J. Auel. “Las claves de la inseguridad nacional”. IEEBA, 18/07/2018, www.ieeba.org.
  5. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. IEEBA, agosto de 2015, www.ieeba.org.
  6. J. Auel. “La contraofensiva revolucionaria iberoamericana en el 2019”. IEEBA, 26 de noviembre de 2019, www.ieeba.org.
  7. J. Auel. “20 Jun 23. Jujuy: “Insurgencia “ y “Sedición” impunes”. IEEBA, 09/07/2023, www.ieeba.org.
  8. J. Auel. “Una puñalada trapera, que veíamos venir”. IEEBA, 12/06/2023, www.ieeba.org.
  9. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a las guerras del siglo XXI”. IEEBA, diciembre de 2020, www.ieeba.org.
  10. J. Auel. “El futuro de la Argentina exige el sinceramiento del actual sistema de representación”. IEEBA, 21/04/2023, www.ieeba.org.
  11. J. Auel. “Un análisis sociológico-político de la crisis-decadencia de la Argentina”. IEEBA, julio de 2020, www.ieeba.org.

SANTA FE

Iris Speroni*

Provincia Invencible de Santa Fe

Con eso, los santafesinos, van a estar contentos y tal vez, tal vez, voten al oficialismo.

La semana pasada hubo elecciones primarias en la provincia de Santa Fe. En ellas el oficialismo tanto de la provincia como nacional (FdT/UP) quedó en segundo lugar a gran distancia de los candidatos de la oposición (JxC).

La mitad del electorado no fue a votar, por lo que no sabemos cómo serán los resultados en la votación definitiva.

Dicho esto hay razones objetivas para el malestar de numerosos santafesinos. Malestar originado y/o provocado por políticas públicas mayormente nacionales.

Voy a dar tres razones del disgusto de los votantes para con las autoridades:

    • el tipo de cambio manipulado por el BCRA que hace que las importaciones valgan el 50% de su valor real y por lo tanto sean competencia desleal con toda la industria del suburbio rosarino y del resto de la provincia, con su consecuencia de desempleo o de precarización laboral.
    • el tipo de cambio manipulado por el BCRA que se apropia de la mitad del valor de las exportaciones originadas en la provincia de Santa Fe y por lo tanto baja el PBI provincial y el PBI per cápita provincial.
    • la violencia originada en el tráfico mayorista y minorista de drogas.

No dudo que habrá otras razones adicionales.

Tipo de cambio importador a mitad de precio – Subsidio estatal a las importaciones – Mercosur

El destino del industrial argentino es o bien trabajar en negro o quebrar.

Se habla poco del daño que provoca en la industria doméstica un tipo de cambio artificialmente bajo. El dólar bajo es una herramienta con la cual el gobierno federal subsidia, abarata artificialmente, las importaciones que son competidoras de la fabricación nacional.

El importador paga el 50% del valor del producto que importa (porque paga el dólar/euro a un 50% de su valor).

Esta operación provoca que pueda ofrecer al 50% de su valor en el mercado doméstico en competencia desleal con los que producen localmente, ya sea metalmecánica, vidrio, cerámica, telas, calzado, lo que gusten.

Mercosur: si las importaciones son de Brasil, el daño es aún mayor, porque no sólo se importa al 50% del valor, sino que no hay aranceles. Tenemos la barrera abierta a importaciones al 50% del valor de origen. Luego les pedimos a los industriales argentinos que compitan.

Ya de por sí eso es razón suficiente para mandar a la quiebra a miles de talleres e industrias, con su consecuencia de: a) desocupación y trabajo informal, b) la pérdida de la cultura de trabajo calificado que debería pasarse de la gente mayor a los más jóvenes. Al romperse esa cadena de conocimiento los trabajadores actuales están menos preparados que los que teníamos hace 30 años en toda suerte de oficios.

El otro punto del Mercosur es el desfinanciamiento de Argentina. El dinero que se va, es dinero que no se usa para reinvertir, es pérdida de capital argentino. El déficit comercial con Brasil 2000-2022 fue de 54 mil millones de dólares acumulados.

Parte de esa pérdida de capital y de capital humano afectó a Santa Fe.

La política de manipulación de tipo de cambio lleva muchas décadas; sufrimos los últimos 12 años ininterrumpidos [1].

El objetivo es tener dólares baratos para que determinados sectores – los que gobiernan – puedan comprar divisas a mitad de precio [2].

A esta manipulación del tipo de cambio hay que sumar un sistema impositivo asfixiante, no sólo en los montos de impuestos a pagar sino en la cantidad de impuestos diferentes a liquidar y en la malsana costumbre de pedir adelantos impositivos que le quitan a las empresas su capital de trabajo (o disponibilidad de fondos). Todo eso encarece la posibilidad de producir localmente.

Si a eso se le suma que las importaciones tienen un subsidio del 50%, sin aranceles, el destino del industrial argentino es o bien trabajar en negro o quebrar.

Esas políticas monetarias y comerciales argentinas han provocado en las últimas décadas un tendal de quiebras en el conurbano de Buenos Aires, en el conurbano de Rosario y en el resto del país, con su verdadero estrago en la cultura del trabajo industrial, la pérdida de creación de trabajo calificado, bien pago.

No existe más la sana costumbre de que el trabajador se hiciera su casa, se comprara su fitito y se fuera de vacaciones 10 días a Santa Teresita.

Las políticas monetarias y comerciales nacionales han provocado este tendal de marginalidad, desesperanza y desindustrialización cuyas consecuencias están a la vista.

Exportaciones – Manipulación del tipo de cambio por parte del BCRA

Argentina exportó U$D 88.446 millones en el 2022.

De esa cantidad, U$D 19.163 millones corresponden a la provincia de Santa Fe. Constituye el 21,7% del total.

De ese dinero el BCRA se apropió de U$D 9.581 millones con el simple procedimiento de comprar los dólares a mitad de precio.

La población estimada de la provincia de Santa Fe es de 3.556.522 (Censo 2022). El gobierno central le robó U$D 2.694 a cada santafesino en el 2022.

Esto afecta a los santafesinos de dos maneras.

    • La primera es tener menos dinero en sus bolsillos. Para pagar mejores sueldos, para cobrar mejores sueldos, para reinvertir en el negocio, para irse de vacaciones, para comprar vajilla y cortinas, para tomar un café, para pagar impuestos provinciales y municipales.
    • La segunda manera es más dañina: hace que determinadas explotaciones pasen de ser redituables a trabajar a pérdida [3].

A esto hay que sumar que la Aduana se queda con DEX, quitando otro mordisco al 50% remanente. Si además ganó una moneda, la AFIP se queda con impuesto a las ganancias, y gane o pierda plata debe pagar impuesto al cheque, cargas sociales, ABL, caminos rurales, IIBB, etc. [4].

El tipo de cambio manipulado provoca desinversión y el mayor de los daños: las cosas que no se hacen porque los números no dan.

Drogas – Delito

No es mi tema. Sí queda claro que ni el gobierno nacional ni el provincial tienen un plan para acabar con el delito en Santa Fe (o en ningún otro lado, para el caso). ROSARIO, LA SOLUCIÓN BUKELE.

Conclusiones

Nuevamente, el sector productor agropecuario sigue sin tener representantes en las legislaturas provinciales y en el Congreso Nacional, a diferencia de Brasil o Paraguay.

La solución más rápida a muchos problemas de Argentina es sincerar el tipo de cambio y sostenerlo. Va a limitar las importaciones, en particular las chantadas como las pseudomillonarias inversiones de algunas industrias, simples dibujos para comprar dólares a mitad de precio.

Un dólar normal estimularía a la industria nacional sin necesidad de subsidio alguno.

El tipo de cambio sin manipulación no puede ser un espasmo. Debe ser una política para sostener. 

Fomentará las exportaciones, que sin mucho esfuerzo pueden llegar a 300 mil millones anuales. En particular la producción láctea, debe crecer a los niveles actuales de Brasil y poder exportar mientras los tamberos, en lugar de fundirse, ganen plata. Ídem producción de carne porcina.

El tipo de cambio alto va a permitir que el dinero que el gobierno central le quita a Santa Fe, quede en manos de los santafesinos y del fisco provincial y de los fiscos municipales [5].

Con eso, los santafesinos, van a estar contentos y tal vez, tal vez, voten al oficialismo que, simplemente, los deje vivir.

En cuanto al lumpenaje y violencia, es sólo querer acabar con ellos. Por ahora, no está en la agenda de nadie.

A los productores agropecuarios les recuerdo lo que escribí para la Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario: hay que ocupar bancas. En el concejo deliberante, en la legislatura, en el HCN. [6]

No es tan complicado. 

En cuanto a los industriales: no tienen que pedirle al estado ni créditos blandos, ni subsidios, ni ninguna canonjía que son sólo excusas para pedir peaje. Tienen que pedir un dólar sincerado que es la barrera natural contra las importaciones no aranceladas (Brasil, Mercosur), contra el contrabando (el contrabando es de aranceles, no de tipo de cambio) y las importaciones normales. Pedir que se acaben los adelantos impositivos y se cobren pocos impuestos en lugar de la actual maraña. Con esas pocas medidas van a trabajar más acá y van a poder exportar.

    • El objetivo número 1 para los santafesinos debería ser que el gobierno central les deje de robar con el tipo de cambio. 
    • El segundo, que les deje de robar con las tasas de interés altísimas.
    • El tercero que eliminen las DEX, como sucede en Bolivia, en Brasil, en Paraguay y en Uruguay. Como sucede en todo el resto del Mercosur. 
    • En cuarto lugar, que se eliminen los adelantos impositivos.

Con esto va a aumentar el trabajo y mejorar el sueldo promedio. El resto viene solo. Pero eso no va a pasar si no ponen a gente en las bancas.

Mejor suerte para el 2025.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Es política de Estado en tanto y en cuanto comprende el segundo mandato de Cristina Fernández y a los mandatos de Mauricio Macri y Alberto Fernández. Las herramientas variaron. Con los Fernández se usó el monopolio del mercado cambiario donde el BCRA fija un precio arbitrario por debajo del real (ahora del 50%). El gobierno de Macri usó otro mecanismo: endeudó al país para vender esas divisas, de esa manera aumenta artificialmente la oferta de divisas y manipula los precios a la baja. Dura lo que dura la oferta artificial de divisas.

[2] Ya sea para abaratar inversiones (las petroleras, las automotrices pagan la mitad de sus “millones de dólares en inversiones/plantas/exploración”; ya sea para comprar las divisas y remitirlas al exterior en forma de pago de servicios, repago de préstamos verdaderos o ficticios, ahorros, etc.

[3] Es el caso de la cría de cerdos (que además compiten con las importaciones brasileñas a mitad de precio), tambos, ganadería, arroz y mil y una producciones. Sus competidores de Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay reciben precio pleno mientras que los santafesinos, no. Miles de emprendimientos no se iniciaron porque uno debe calcular la factibilidad con un precio final del 50%.

[4] Además, el gobierno nacional no ayudó con la sequía, a diferencia de otros países, como España, donde el auxilio a los productores fue millonario.

[5] En cuanto al precio de los alimentos…si están tan preocupados, muchachos, saquen todos los impuestos a la comida, que llegan al 50% del precio de venta.

[6] Si no pueden, pongan a la hermana, hija, cuñado. En todas las listas. Lugar que ocupan, no lo ocupa otro. En JxC, en FdeT/UP, en terceros partidos, en cualquier partido vecinalista. Si tienen un hijo de izquierdas, se le paga el lugar en la lista en el FIT. Nadie defiende mejor los intereses que uno mismo.

 

Lecturas relacionadas

INDEC. Origen provincial de las exportaciones. 2022.

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/opex_03_23E165E1E942.pdf

Sobre ruedas

http://restaurarg.blogspot.com/2023/06/sobre-ruedas.html

Rosario, la solución Bukele

http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/rosario-la-solucion-bukele.html 

La participación del campo en la vida pública argentina

http://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html 

 

Artículo publicado el 22/07/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/07/santa-fe.html