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RIÑAS

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Cristina Fernández explica cómo entiende que funciona el tipo de cambio.

Sus ideas son relevantes porque reflejan la ideología predominante en la mayoría de legisladores, políticos, funcionarios y economistas.

 

La vicepresidente de la Nación escribió dos cartas abiertas entrelazadas entre sí, una de octubre de 2020 y la actual, del 16 de septiembre de 2021.

La más interesante en lo que respecta a mis obsesiones es la primera de ellas. Quien fuera dos veces presidente de la Argentina explica cómo entiende que funciona el tipo de cambio. Es relevante porque su percepción no sale de la nada sino que refrita ideas que están vigentes por lo menos desde el gobierno de Illia. Me fue machacado mañana, tarde y noche cuando estudié en la UBA donde debí sufrir profesores en su mayoría radicales que a su vez recomendaban textos de radicales. Es lo que ellos autodenominaban estructuralismo.

A lo que voy es que las ideas de la señora vicepresidente ex presidente ex diputada nacional ex senadora nacional es la ideología predominante en la mayoría de los legisladores, políticos, funcionarios y economistas tanto del radicalismo, su derivados (PRO, CC, etc.) y de esta fusión radical-alianza-izquierda que conforma el Frente de Todos. En resumen, es la ideología dominante.

Es importante en cuanto refleja su cosmovisión en base a la cual toman decisiones que nos afectan a todos.

Otra aclaración. Voy a tomar los dichos de la vicepresidente bona fide. Obviamente, es una política y veterana. Debe de haber cosas que no dice pero no voy a pensar que tiene otra idea del tipo de cambio, manejo del BCRA, comercio exterior, ahorro, diferentes a las que manifiesta.

Entremos al texto.

26 de octubre 2020

TERCERA CERTEZA

Sin embargo, la restricción externa —léase: escasez de dólares o excesiva demanda de dicha moneda; según como se mire— que apareció luego de haber soportado 6 corridas cambiarias —la última durante el año 2011, en el que fui electa por segunda vez consecutiva Presidenta de la Nación— motivó la regulación cambiaria que los medios hegemónicos bautizaron “cepo”.

Todos los políticos y economistas hablan siempre de “escasez de dólares”.

Sin embargo omiten, todos ellos, ya sea por desconocimiento o malicia, que nunca escasearon dólares en Argentina. Lo que sucede es que el BCRA los vende a un precio inferior al que los agentes económicos (las familias y las empresas) están dispuestos a pagarlo.

Lo digo de otra manera. Un Mercedes Benz clase E está alrededor de US$ 128.000 más impuestos. Si mañana un concesionario se volviera loco y los vendiera a US$ 22.000 le sacan las existencias de las manos. Al final del día no le quedaría ninguna unidad.

Bueno, eso es lo que le pasaba al BCRA con Cristina Fernández. Vendían a $ 10 un dólar que en la calle querían comprar a $ 15.

Alguien les hizo creer a los políticos (el 98% de los economistas) que si “retrasaba” el dólar, influirían en la inflación, por lo tanto en el poder de compra de los asalariados, jubilados y pensionados y por lo tanto ganarían las elecciones.

Por lo que el funcionariado de CF pasó años haciendo malabarismos vendiendo dólares baratos por un lado y luego tratando de llenar un balde sin fondo. Les consumió energía, mala sangre, les distrajo de la tarea de gobernar y al final del camino, CF perdió las elecciones de mitad de término y Scioli no ganó las generales.

¿Por qué perdió Macri? Porque hizo exactamente lo mismo que Cristina Fernández: endeudó al país para tener dólares para venderlos “baratos”. Léase, para venderlos a menor precio que el que el público estab dispuesto a pagar.

No hace falta repetir que el gobierno de Alberto Fernández (en estos temas cruciales para la economía argentina) siguió los lineamientos de Mauricio Macri que siguió los del último gobierno de Cristina Fernández, en un contínuo desde el 2011.

Cristina Fernández sostiene que hubo una disrupción, ya que MM subió las tarifas que ella había retrasado (“Cuatro años de tarifazos impagables en los servicios públicos, cierre masivo de PyMES, pérdida del salario y jubilaciones”). Le da entidad a una política económica que no la tiene (excepto en los gastos del Tesoro). Porque el asalariado lo que no gasta en una cosa, la gasta en otra. Si yo pago $ 200 una cuenta de electricidad que debería valer $ 1000 y el Estado pone los $ 800 de diferencia, yo esos $ 800 los gasto en otra cosa. En un contexto inflacionario y con precios relativos distorsionados, lo único que hago es desplazar la actualización de precios a otro producto; al final del camino el índice de inflación da igual ¿cuánto da? Exactamente el porcentaje de emisión monetaria.

Pero vaya uno a explicar esto a un político. Lo que para CF fue la piedra basal de su mandato (la contención ficticia de las tarifas de servicios públicos) resultó al ñudo. ¿Cómo la puede uno convencer? Se va a morir creyendo que fue un acierto[1].

Vuelvo al tipo de cambio. Cristina Fernández con el auxilio de los ministros de economía Lorenzino y Kicillof y los presidentes del BCRA Marcó y Vanoli pusieron toda la política económica al servicio de contener ficticiamente el valor en pesos del dólar. Con una inflación del 25% (CF dixit).

“26 de octubre 2020…TERCERA CERTEZA…La inflación, medida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no superaba el 25% anual”.

¿Para qué tanto contorsionismo? Nos endeudó con China, retrasó los pagos de gas a Bolivia, subsidió exportaciones. El listado de decisiones demenciales en pos de “mantener” el dólar fijo en un contexto inflacionario fue innumerable. ¿Por qué? Porque los economistas educados en la UBA sostienen que la inflación es de costos, que el valor nominal en pesos del dólar (el tipo de cambio en criollo) “forma” los costos y que si uno ancla, fija, amura, el tipo de cambio, no va a haber inflación. Si no hay inflación, los obreros van a estar felices y la van a votar. Ésa es la fantasía radical (radical de UCR) que enseñaban en la facu.

Los resultados son otros.

En primer lugar están las consecuencias de un dólar “atrasado”, que traté muchas veces pero voy a repasar.

En segundo lugar están los costos de mantener la ficción.

Empiezo con las consecuencias de un tipo de cambio artificialmente retrasado.

– Desestimula las exportaciones, lo que provoca que haya menos dólares disponibles. Por lo tanto una de las razones de la “escasez” es, justamente, la decisión del BCRA de pagar $ 1 lo que vale $ 2. Un dólar bajo equivale a menos exportaciones. Hay menos exportaciones porque un dólar retrasado baja la rentabilidad de las producciones destinadas a la exportación y por lo tanto se opta o por no invertir o por dedicarse únicamente al mercado interno. Eso va para la gente que plantó 4 hectáreas de tulipanes en Chubut para exportar en contraestación a Holanda y ahora lo usa de atracción turística “porque los números no dan”, o para las pequeñas producciones de arroz de Entre Ríos que se volcaron a otros cultivos. Ni hablar del sector metalmecánico. En diez años las exportaciones de maquinaria agrícola bajaron de US$ 200 MM a US$ 60 MM cuando debieron crecer a US$ 2000 MM.

– Subsidia el costo de las importaciones. En efecto, al tener “barato” el dólar, salen baratos los productos importados. Tanto para substitución de insumos como para importación de productos finales. Constituye una competencia desleal con quienes producen en Argentina. El estado, a través de su política cambiaria, hace dumping de las importaciones respecto a lo producido en el país porque hace que el producto importado salga menos sólo porque vende los dólares a menor precio. Un ejemplo claro de la segunda presidencia de Cristina fue la importación de maquinaria agrícola de Brasil. No porque ésta fuera realmente más barata y ciertamente no es de mejor calidad, sino porque el dólar valía $ 15 y el BCRA lo cobraba $ 10. Por lo que el comprador obtenía un “descuento” de 33% financiado por el BCRA. La contracara era que los exportadores le vendían al BCRA a $ 10 lo que valía $ 15.

– Estimula al consumidor de comprar bienes y servicios importados. De ahí el boom de venta de autos caros importados del final del gobierno de CF, y el paseo por Europa de funcionarios públicos de tercera y cuarta categoría[2].

En resumen, con un dólar artificialmente retrasado se estimulan las importaciones y se desestimulan las exportaciones porque ambas actividades buscan su equilibrio en el precio del dólar que el BCRA fija.

Lo último, que no es menor, es la oportunidad para negocios o la especulación por la diferencia de valor entre el tipo de cambio que debía ser y el que era. Al final del gobierno de Cristina Fernández el dólar BCRA valía $ 10 y el libre $ 15. Cuando el BCRA se quedó sin dólares para vender, se dedicó a vender promesas de dólares (dólares futuros). Uno podía hacer la siguiente operación en el día: comprar dólares futuros vendidos por el BCRA a $ 10 y en el mismo día vender esa promesa en NY a $ 15. Por lo que ganaba un 50% sólo con esta intermediación. Fue una sangría fatal para el BCRA y por supuesto, de resultados nulos[3].

En la carta del 26 de octubre de 2020 continúa la vicepresidente:

“Dicha regulación establecía un tope para la compra de dólares para ahorro que era de USD 2.500 por mes. Si, tal como se lee: USD2.500 por mes”. 

En realidad lo que hace es administrar el privilegio de vender dólares a menor precio que el comprador está dispuesto a pagar.

Es como si el concesionario de Mercedes Benz del ejemplo dijera: “Vendo a US$ 22.000 lo que vale US$ 128.000, pero sólo uno por persona”.

¿Por qué el Estado debería vender a un precio menor un bien que tiene un valor público? Al privilegiar a unos ciudadanos sobre otros, resulta injusto, arbitrario y desleal.

No hay privilegiado bueno o privilegiado malo. Los exportadores con un dólar atrasado financiaron la compra de BMW a sectores acomodados, el giro de US$ 100 de familias bolivianas desde Liniers a La Paz, el viaje a Tailandia del muchacho del mostrador de tribunales y la compra de automóviles VW a Brasil[4].

La otra gran argumentación es que con un dólar contenido, los insumos importados no generan inflación. En una economía donde las importaciones constituyen el 20% del PBI, se le da más entidad de lo que tiene. Somos una economía cerrada; no nos engañemos, no tiene ninguna importancia en la generación de costos. Lo que sí importa son los impuestos (50% de la economía) y la inflación.

Continúa la carta:

«Tercera certeza: la Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla”.

No coincido con la señora vicepresidente. La economía bimonetaria no es el problema de la Argentina. El problema es querer vender dólares a menor precio del que los argentinos estamos dispuestos a pagar. El problema es la inflación del peso.

Y les recuerdo que tanto el tipo de cambio como defender el valor de la moneda propia (peso) son responsabilidad del Congreso (art. 75 incs. 11 y 19). No se requiere un gran acuerdo de sectores sociales, mediáticos, económicos, políticos, celestiales, galácticos o caprinos. Se necesita que las autoridades electas cumplan con la Constitución de 1994; Fernández fue la vicepresidente de la Asamblea Constituyente.

El resto, se arregla solo: si no emiten, no va a haber inflación. Si deja que todo el mundo compre y venda dólares al precio que se les ocurra, van a subir las exportaciones y se van a moderar las importaciones y los viajes a Europa. Se va a comprar un BMW solamente aquél al que le dé el cuero.

MM siguió con esta política, pero la financió de otra manera: con deuda. Nos endeudó en dólares para poder vender dólares a un precio menor. El mecanismo fue: endeudar al país en dólares, volcarlos al mercado por lo que la sobreoferta de divisas tiraba su precio a la baja. Lo hizo de dos maneras: convenciendo a fondos de inversiones externos a traer sus dólares, venderlos baratos por pesos, poner los pesos a 80% en LEBACs (Sturzenegger). Duró hasta que se asustaron, vendieron sus LEBACs y compraron dólares. Luego siguió (Caputo) endeudando el país en dólares, para repagar a los fondos de inversión que se fueron y para seguir con una sobreoferta pública de dólares. Endeudó al BCRA, al Tesoro y a YPF.

Alberto Fernández siguió con esta política. Dólar deprimido (a mitad del precio del dólar libre), elección de compradores privilegiados (amigos del poder), desestímulo de exportaciones y estímulo de importaciones —limitadas por la caída del poder adquisitivo de la población—, altas tasas de interés, deuda cuasifiscal.

Acá está la explicación de por qué el país no crece desde hace 10 años y por qué el salario actual es igual que en el 2002/2003. Acá está la explicación de por qué perdieron las elecciones.

Cuando digo que mantener la ficción de un tipo de cambio atrasado es costosa me refiero justamente a todo esto: PBI que no crece, desestímulo de inversiones, estímulo de importaciones, compra de bienes suntuarios, endeudamiento, déficit comercial eterno con Brasil, transferencia de riqueza desde el interior a las manzanas que van desde el BCRA a la AFIP.

Diez años de tipo de cambio atrasado nos destruyeron. Sin embargo, los políticos, todos, creen que una práctica conveniente.

Dos puntos adicionales.

Tangencialmente la vicepresidente toca el tema de los dólares como refugio de valor y fuga de capitales.

«26 de octubre…Tampoco es una cuestión de clase: los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior, siendo esta última actitud una de las que más han contribuído a las crisis cíclicas de la Argentina».

Fuga de capitales es tanto depositar dólares en un banco extranjero como tener dólares en la caja de seguridad del banco. Es trasladar riqueza desde la moneda local a una extranjera y en lugar de invertirla, mantenerla como tesoro (inmóvil).

Llegamos a la razón principal por la cual los políticos mantienen el dólar retrasado. Porque el mejor negocio de la Argentina es comprar el dólar al precio que el BCRA lo vende y mantenerlo como tesoro o venderlo a precio libre. Los políticos atesoran (encanutan) el dinero robado en dólares. Si pueden comprar el dólar a mitad de precio, duplican los montos robados. Y la tasa de robo de dineros públicos se consolidó en 25% a partir del SXXI. Por lo que el tipo de cambio atrasado es el mejor negocio de la Argentina. Pero si el dólar fuera vendido por el BCRA a su valor, otras inversiones empezarían a ser más interesantes, incluso para los políticos corruptos que compran departamentos en Miami. Por lo que “fugar … activos financieros al exterior … actitud … que más ha contribuido a las crisis cíclicas” es una consecuencia de la política del BCRA y no la causa de la crisis.

En resumen, ¡oh, sorpresa!, las crisis cíclicas de la Argentina son consecuencia de las decisiones políticas de manejo del BCRA. Y una vez más, desde 1994, es responsabilidad indelegable del Congreso de la Nación; responsabilidad que a la fecha no ha asumido.

En su carta del 16 de septiembre de 2021 la vicepresidente revista estos temas, habla mucho de sus diferencias palaciegas con el Presidente (ajo y agua) pero lo que me interesa es lo que no dice. Sostiene que el Congreso le aprobó un déficit fiscal al ejecutivo que éste podría gastar en repartir entre los ciudadanos (supongo que para que los voten). De lo que no habla la vicepresidente es de cuánto dinero se gasta en pagar intereses. Que gran parte de los impuestos y del endeudamiento y de la caída de sueldos públicos y jubilaciones se destina a pagar billones de pesos en intereses. Lo cual sucedió en su gobierno, en el de Macri y en el actual.

Pero claro, del pago de intereses a la banca no se habla.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Por si hay algún distraído, aclaro lo que pienso respecto a las tarifas. Que las cosas hay que cobrarlas lo que valen. Que el precio de la electricidad debe ser uno solo en todo país, considerando que tenemos un sistema interconectado. Que las tarifas deben ser libres de todo impuesto. Que las personas deben ganar buenos sueldos que le permitan pagar la garrafa de gas y el Kwh lo que vale producirlos.

[2] El turismo externo es una importación de servicios para las cuentas públicas.

[3] Lo explico en una entrevista que me hicieran @oconaf y @reaxionario https://youtu.be/Jjpwx_SFcCM

[4] De hecho los 12 años de kirchnerismo 2003-2015 nos costaron un déficit comercial con Brasil de US$ 55.000 millones.

 

Artículo publicado originalmente el 18/09/2021 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2021/09/rinas.html

MÁS CHANCHO

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Otro riesgo para los productores locales es que parte de la producción de las granjas «chinas» sea volcada al mercado interno, con precios por debajo del costo de producción.

 

De acuerdo con a la información brindada por Cronista Comercial[1], el plan de instalar granjas de cerdos chinas en Argentina sigue su marcha.

En su momento planteé mis objeciones al proyecto[2].

Los políticos continúan con la iniciativa, sin importar qué daño puedan provocar.

Como por ejemplo, mandar a la quiebra a los productores locales de porcinos.

La producción local de carne de cerdo crece sin pausa en la última década. En base a inversión propia, básicamente reinversión de rentabilidad, el sector creció al 8% anual. Al límite biológico, cuando se crece con madres propias.

Este tema no es menor. No importar animales nos ha permitido mantener la sanidad del rodeo.

Uno de los grandes puntos oscuros del proyecto sostenido por Cancillería y el embajador Vaca Narvaja es el riesgo de terminar como China o Alemania. China nunca dio a conocer las razones por las cuales debió sacrificar millones de animales ni cuáles medidas tomó para evitar una repetición del evento. Ya sufrió dos pandemias porcinas (amén de aviares) en menos de diez años.

En las discusiones previas, uno de los interesados en este proyecto sostuvo, en un primer momento, que no pensaban importar madres. Como al mismo tiempo proponía construir un lazareto, me permití dudarlo. Luego resultó que sí, que iban a importar, pero no de China sino de Canadá.

El proyecto propone cría intensiva, con concentraciones de 12.500 individuos cada una. Para que tengamos una idea, un cerdo es en peso, en cantidad de comida y en cantidad de desechos, como un humano. Más de cien kilos, comida, orina, heces[3]. Una granja de 12.500 cerdos tiene el impacto ambiental de una ciudad de 12.500 humanos. Con la única diferencia que, pobrecitos, los tienen más confinados. Toneladas de granos, hectolitros de agua, toneladas de desechos orgánicos. Diarios.

Los que vienen con esta idea sostienen contar con todas las respuestas. Magia. Van a tratar las heces y con eso generar energía, van a comprar soja y maíz y generar burlanda y pellets.

En sí, no tiene nada de malo. La gente de Río Cuarto, en Córdoba, lo hace desde hace años, con comprobado éxito.

El problema es que esto lo van a dirigir chinos con método chino. El mismo método que provocó la enfermedad de millones de animales y que concluyó con el sacrificio de cientos de millones de ellos. Una crueldad fruto de la falta de higiene. ¿Esto queremos importar? ¿A cambio de qué?

La nota de Dinatale es muy interesante. Informa que actualmente en el Chaco producen carne de cerdos y la venden a China.

Una relación clara y limpia. Los chaqueños ofrecen un producto de calidad, con condiciones sanitarias impecables. Lo venden al mundo. Clientes satisfechos lo compran. Ésa es la única relación sana. Toda otra es enferma y por lo tanto para desconfiar.

Si el gobierno chino está preocupado por la disponibilidad de volúmenes —duda razonable si tenemos en cuenta que el gobierno argentino prohibió las exportaciones de carne vacuna, restricción que afectó particularmente al comercio con China— lo que debe solicitar son contratos de compra con cláusulas de abastecimiento.

La actual iniciativa tal como está descripta en el Cronista Comercial proporciona un riesgo gigantesco para los actuales productores locales de cerdo.

El gobierno extranjero contará con garantías a diferencia de los locales: exenciones impositivas, exenciones de aranceles aduaneros, excepción de liquidar divisas por exportación (al igual que las mineras y las petroleras).

Otro riesgo para los productores locales es que parte de esta producción sea volcada al mercado interno, con precios por debajo del costo de producción. Perdón, del costo de producción de los locales. Quienes, a consecuencia de estos actos, entren en dificultades económicas, no tendrán alternativa sino vender sus madres. Justo, justo lo que este emprendimiento del gobierno chino en conjunto con Vaca Narvaja-De Mendiguren-Kulfas necesita.

Con las “fábricas” chinas de cerdos, los productores locales van a vivir con el corazón en la boca. Serán furgón de cola para satisfacer la demanda externa y rogarán todos los días que parte de la producción no termine en el mercado doméstico.

Amén de alguna genialidad del gobierno argentino de turno, como “prohibir” las exportaciones para forzar la “baja de precio” en el mercado doméstico. ¿Les suena?

Será un riesgo también para quienes producen otras carnes de exportación, ya que nuestros compradores sospecharán de la condición sanitaria de nuestro país con estas “fábricas” instaladas en Argentina. 

Sabemos los millones de dólares que cuesta cada año vacunar contra la aftosa. ¿Quieren tener una “aftosa 2” con los chanchos?

Si la enfermedad se extiende a Paraguay, Brasil o Uruguay ¿vamos a pagar resarcimientos?

Entiendo la posición del gobernador del Chaco. Prometen trabajo. Pero realmente, ¿360 puestos de trabajo valen la pena todos los riesgos que la provincia toma? ¿360 x 3 = 1.080 puestos de trabajo valen la pena?

¿No es mejor exigirle al gobierno central rentabilidad para los actuales productores así pueden crecer en su métier en lugar de comprarse todos los boletos para una pesadilla zoosanitaria?

¿No es mejor que el gobierno del Chaco exija para sus productores las mismas condiciones que Cancillería y Kulfas están dispuestos a regalarle al gobierno chino?

¿Qué podría pedir el gobernador del Chaco para incentivar la cría de cerdos en su provincia?

    • Que los productores no tengan la obligación de liquidar los dólares en el BCRA (privilegio que van a tener las granjas chinas).
    • Que los frigoríficos no deban liquidar dólares de exportación en el BCRA.
    • Créditos del Banco Nación y BICE para plantas de biodiesel y biodigestores[4].

En resumen, lo mismo que Kulfas-De Mendiguren-Cancillería van a darle a los chinos (con la nuestra).

El acuerdo Chaco-China debería consistir entonces en compromisos de provisión por nuestra parte y de compra y pago por la contraparte.

De esa forma se garantiza trabajo, rentabilidad y control sanitario para los chaqueños.

Los argentinos producimos. Los chinos compran. La cosa sana.

El negocio como está planteado es claro: comprar el maíz a precio doméstico (con dólar a $ 95 y detraída la alícuota del derecho de exportación) y disponer de dólares de $ 180 para pagar sueldos, combustible y maquinaria. En esas condiciones cualquiera está dispuesto a invertir.

Las cámaras del sector deberían tomar nota y ponerse en pie de guerra. Tener en cuenta las siguientes premisas: a. los funcionarios mienten, b. los funcionarios mienten siempre, c. los funcionarios son malas personas; desprecian y detestan a los productores argentinos, d. el ministro Kulfas ha demostrado la verdad de las premisas a, b, c en su tratamiento de los cierres de exportaciones de carne vacuna donde ha tenido y tiene un papel activo en la destrucción de valor y en perjudicar a los productores para favorecer a dos o tres operadores.

Los productores locales de carne porcina, organizados en sus cámaras, podrían impedir la instalación de estos complejos productivos. Probablemente con un amparo o una medida de no innovar.

Su fundamento es:

    • riesgos sanitarios a la luz de lo sucedido en China y en Alemania (con los mismos métodos que se quieren imponer en Argentina).
    • riesgo de dumping a la producción local,
    • insuficiencia de madres.
    • riesgo de importación de animales vivos.
    • deslealtad en el tratamiento impositivo, crediticio y cambiario.

Si los productores argentinos no toman en serio los riesgos de que se instalen estas plantas, pueden despedirse del dinero invertido. Los tendrán vendiendo a costo (como los tamberos), trabajando a riesgo y ganando 1% sobre capital. O condenados a vender carne en negro para subsistir. En resumen, en pocos años, van a perder todo. Las únicas granjas que sobrevivirán serán las de propiedad del gobierno chino y alguna otra propiedad de funcionarios públicos.

No es descabellado. Después de todo, la principal cerealera argentina es propiedad del gobierno chino. ¿Por qué no tendrán en un futuro el monopolio de la producción y exportación de carne porcina?

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Inversión de 129 millones de dólares: ya tiene fecha la primera venta de la megaproducción de cerdos china en Argentina, https://news.agrofy.com.ar/noticia/195057/inversion-129-millones-dolares-ya-tiene-fecha-primera-venta-megaproduccion-cerdos?utm_source=NoticiasDeCampo&utm_medium=twitter

[2] El que me toca es un chancho, http://restaurarg.blogspot.com/2020/07/el-que-me-toca-es-un-chancho.html 

[3] Marvin Harris.“Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas”. Madrid: Alianza Editorial, 2004, ISBN 9788420639635.

[4] Más de lo mismo, https://restaurarg.blogspot.com/2020/08/mas-de-lo-mismo.html?showComment=1627767400541#c7547941675660102512

 

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/07/mas-chancho.html

UNITARISMO 2.0

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)*

De enero a junio 2021 el gobierno central le robó a los provincianos la suma de $ 2.435.563.000.000.-

 El BCRA le quitó a los fiscos provinciales sólo por coparticipación de impuesto a las ganancias la suma de $ 410.546.940.000.-

 ¿Qué harán nuestros diputados y senadores nacionales frente a este atropello?

 

En varias oportunidades escribí sobre la diferencia de tipo de cambio y el daño que dicha política produce en las economías provinciales.

En efecto, cuando el BCRA paga $ 95 lo que vale $ 184, ese dinero se lo quita a todos los agentes económicos de las provincias. Le demuele la riqueza a familias, empresas y a los fiscos provinciales, ya que todos sufren con esta estafa organizada desde el gobierno central.

En artículos anteriores expuse el daño que esta maniobra provoca en cada provincia y cómo el dólar atrasado cristaliza la pobreza en el interior; contrario a lo que exige el artículo 75 inc. 19 de la Constitución Nacional.

Además, esta medida tiene la virtud de casi no perjudicar a la capital federal (como distrito) ya que de él provienen solamente el 0,6% del total de las exportaciones del país (Fuente: INDEC, 2020).

Hoy me quiero detener en cuánto afecta a los fiscos provinciales este impuesto “en negro”. Cuánto dinero el fisco nacional deja de girarles a cada gobierno provincial con la maniobra de sostener atrasada la cotización del dólar. El BCRA les roba a quienes producen bienes de exportación (en un 99,4% situados en territorios provinciales) casi la mitad[1] del fruto de su trabajo al pagarle los dólares a precio vil.

En resumen; el Estado Nacional de forma inconstitucional e ilegal, con el BCRA como ente de recaudación y en abuso de sus atribuciones, no sólo despoja del fruto de su trabajo a quienes producen; sino que les quita dinero a los fiscos provinciales.

Robó, huyó y nunca lo pescaron

Todo el dinero que el BCRA roba a los productores de bienes exportables (software, maquinaria agrícola, aluminio, cueros, lana, leche en polvo, arándanos o cebada) por dólar atrasado, es una quita del precio de venta. Por lo tanto afecta directamente, en un 100%, a su ganancia. Esto es así porque quien produce ya solventa todos sus costos. Es una quita de rentabilidad.

Tiene enormes consecuencias económicas. Al bajar su rentabilidad no se reinvierte en la propia actividad, se paga mal a los proveedores de bienes y servicios, a los trabajadores y en términos generales quien produce busca un punto de equilibrio mediante la reducción de los niveles de producción. Todo lo contrario a lo que podría ser una Argentina de pleno empleo, con un salario medio de US$ 1.500 y con infraestructura en impecable condiciones; la Argentina que yo propongo.

Este manoteo de riqueza de empresas y familias que efectúa el BCRA ocurre bajo las órdenes del gobierno central. Al afectar de lleno (en un 100%) las ganancias de las empresas, por lo tanto, reduce el impuesto a las ganancias que recauda la AFIP.

La AFIP es el ente oficial de recaudación del país a diferencia del BCRA que es el ente paraoficial.

¿Cuánto pierden las provincias?

Voy a analizar los números del primer semestre de 2021. Son números provisionales, así lo aclara el INDEC (https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_07_210890F81832.pdf).

Total exportaciones enero-junio 2021: 35.339 millones de dólares.

Le resto minería (US$ 204 MM) y combustibles (US$ 1.885 MM) los cuales tienen regímenes especiales.

Total exportaciones enero-junio 2021 que pagan el impuesto “en negro” detractado por el ente paraoficial de recaudación (BCRA) = US$ 33.250 MM.

Nuestro universo será, entonces, de 33.250 millones de dólares en un semestre.

El impuesto ilegal recaudado por diferencia de tipo de cambio por el BCRA fue de US$ 33.250 millones x 43,60% = US$ 14.497 millones[2].

Valuado en pesos, el dinero quitado por el BCRA a quienes producen, al pagar a precio vil los dólares, es de $ 2.435.563.000.000.

Ése es el dinero que le quitó a las familias y empresas de todo país el gobierno central en forma ilegal en sólo un semestre.

Ese dinero representa ganancias que las empresas y familias no tuvieron.

Si hubiera llegado a la mano de los agentes económicos, pagaría impuesto a las ganancias por $ 852.447.000.000 (calculado al 35%). [$ 2.435.563.000.000.- x 35%].

¿Cómo se hubieran repartido esos $ 852.447.000.000?

El impuesto a las ganancias tiene por destino, según ley, reforzar las cajas previsionales (15%) y el 85% restante se reparte entre nación y provincias.

La recaudación del impuesto a las ganancias se divide entre nación y provincias en una cuenta muy complicada que básicamente sería así: se retrae un 15% para financiar los gastos previsionales y el resto, luego de unas retracciones de suma fija, se divide entre nación y provincias según una tabla de porcentajes. Para la cuenta que voy a hacer ahora no tomaré las sumas fijas porque supongo que ya se detraen de la actual recaudación.

Así que: 85%[3] de la recaudación que tendrían las provincias y nación si el BCRA no robara dinero: $ 724.580.000.000

Se distribuye según art. 3º de la ley 23.548:

  • 42,34 % al Tesoro Nacional. (art 3º inc. a)
  • 54,66 % a las Provincias. (art. 3º inc b)
  • 1 % al Ministerio del Interior (Fondo de Aportes del Tesoro Nacional a las provincias – ATN). (art. 3º inc. d)
  • 2% entre cuatro provincias (Ley 23548 art.3 inc. c):
    • Buenos Aires 1,5701%
    • Chubut 0,1433%
    • Neuquén 0,1433%
    • Santa Cruz 0,1433%

Dinero para provincias 54,66% = $ 396.044.000.000 en sólo un semestre según esta participación[4]:

  • Buenos Aires          19,93%
  • Catamarca             2,86%
  • Córdoba                9,22%
  • Corrientes             3,86%
  • Chaco                   5,18%
  • Chubut                 1,38%
  • Entre Ríos             5,07%
  • Formosa               3,78%
  • Jujuy                     2,95%
  • La Pampa              1,95%
  • La Rioja                2,15%
  • Mendoza               4,33%
  • Misiones                3,43%
  • Neuquén               1,54%
  • Rio Negro             2,62%
  • Salta                     3,98%
  • San Juan               3,51%
  • San Luis                2,37%
  • Santa Cruz            1,38%
  • Santa Fe               9,28%
  • Santiago del Estero 4,29%
  • Tucumán               4,94%

Dinero que cada provincia no percibe por la exacción ilegal de retraso de tipo de cambio.

Tenemos cuatro provincias que perciben por dos conceptos [art. 3 inc. c) y art. 4º] y el resto sólo por art. 4º.

En esos cuatro casos voy a poner ambas cifras, la primera por art 4º y en segundo lugar por art. 3 inc. c). El resto se sobreentiende que es sólo por la distribución general, art. 4º.

Perjuicio a cada provincia sólo por semestre enero-junio 2021:

Conclusiones

¿Por qué lo hace la Nación? Porque así el estado nacional vía el BCRA se queda con el 100% del dinero que le quita a quienes producen bienes de exportación.

Si el BCRA cumpliera la ley y pagara el dólar lo que vale o entregara los dólares a sus verdaderos dueños, los estados se quedarían sólo con el 35% de esa cifra. Y el estado nacional se quedaría con el 42,34% del 35%.

El estado nacional percibiría 14,82% del total[5] que es mucho menos que el 100% que recauda (ilegalmente) en la actualidad. El crimen paga. El estado nacional, si cumpliera la ley, perdería el 85,18% de US$ 14.497 millones (en sólo un semestre). La gente asesina por mucho menos de esas sumas.

La situación actual de tener el BCRA como agente de recaudación paraestatal tiene una ventaja adicional: el gobierno central no tiene que explicar qué hace con esos US$ 14.497 millones, mientras que lo que cobra por la AFIP debe gastarlo según el presupuesto nacional.

Si las provincias reclamaran su dinero, esto es, que el BCRA pague lo que valen los dólares o le dé los dólares a los dueños de la cosa, tendrían sus territorios con familias y empresas prósperas. Entrarían a un boom de exportaciones y pleno empleo que la Argentina no conoce desde hace décadas.

Además los fiscos provinciales serían prósperos y no mendigos como actualmente. 

En estos momentos hay una amarga discusión en la Legislatura de Neuquén porque deben endeudarse para pagar gastos corrientes, cuando el estado nacional les birló 7.137,58 millones de pesos en sólo seis meses (enero-junio 2021). De eso nadie habla.

Por último, y esto lo quiero destacar, explica por qué es tan importante para el gobierno central tener a la provincia de Buenos Aires intervenida. Eso explica la seguidilla de gobernadores ex funcionarios de la capital (Ruckauf ex diputado nacional por la Capital, al igual que Scioli y Kiciloff; Vidal ex vicejefa de gobierno de la capital).

Por eso Costa, actual ministro de economía de la Provincia de Buenos Aires, en lugar de estar enardecido por la quita de ingresos fiscales provinciales provocados por el arbitrario retraso cambiario y por los derechos de exportación, por el contrario, promueve mayores derechos aduaneros y ve con buenos ojos el retraso cambiario. Es la voz de la intervención. Actúa en contra de los intereses provinciales. Para comparar, ARBA recaudó por todo concepto en enero – mayo 2021 $ 299.297 millones. Lo perdido por el accionar del BCRA es casi un tercio de esa cifra.

Hice todos estos números para que cada gobernador y ministro de provincia y cada ciudadano provinciano sepa cuánto les roba el gobierno central. Algunas provincias tienen un mecanismo de distribución automático entre los municipios. Cada intendente puede calcular cuánto le costó en ingresos públicos el robo del BCRA enero-junio 2021.

Si queremos prosperar, los senadores deberán asumir su responsabilidad e impedir las acciones ilegales del BCRA. Los gobernadores en lugar de mendigar deberán reclamar lo que corresponde.

Lo más importante: los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires deben internalizar que la provincia está intervenida por el poder central y oponerse a todo político que no privilegie los intereses bonaerenses. Mientras los 70 diputados y los 3 senadores nacionales por PBA voten a favor del poder central, los bonaerenses están fregados y la pobreza sólo seguirá en aumento.

Veremos si quienes se dedican a repetir mis notas como si fueran propias, se animan a hablar del robo que representa un tipo de cambio atrasado y cómo es un negocio para los “amigos” del gobierno central. Si juntan coraje, enhorabuena. 

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Dólar blue 23-07-2021 vendedor $ 185

Dólar Banco Nación comprador 23-07-2021 $ 95,50

Diferencia que recauda el BCRA ($ 185 – $ 95,50 = $ 89,50

Proporción sobre la riqueza producida = $ 89,50 ÷ $ 195 = 0,4838 = 48,38%

[2] Dólar blue 30-06-2021 vendedor $ 168

Dólar Banco Nación comprador 30-06-2021 $ 94,75

Diferencia que recauda el BCRA ($ 168 – $ 94,75 = $ 73,25

Proporción sobre la riqueza producida = $ 73,25 ÷ $ 168 = 0,4360 = 43,60%

[3] 100% – 15 % = 85%

Total recaudación ganancias menos financiación previsión social = remanente.

[4] Lo que corresponde a Tierra del Fuego sale de lo que recibe Nación, 1,3%

[5] 14,82% = 42,34% x 35%.

 

Fuentes

INDEC, exportaciones enero – junio 2021:
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_07_210890F81832.pdf

Recaudación Provincia de Buenos Aires enero – mayo 2021

https://www.gba.gob.ar/hacienda_y_finanzas/direccion_provincial_de_politica_tributaria/recaudacion_provincial

http://www.ec.gba.gov.ar/areas/hacienda/PolTributaria/Recaudacion/Recaudaci%C3%B3n%20Provincial_Prensa%202021.xlsx

Total enero – mayor 2021 = $299.297 millones.

Pobreza franciscana

http://restaurarg.blogspot.com/2021/02/pobreza-franciscana.html

Zanahoria

http://restaurarg.blogspot.com/2021/06/zanahoria.html

Memoria de Cálculo

https://docs.google.com/spreadsheets/d/15eg3og-4DkaBBk1DFCxEwjIaApDfVD4gD9hGPWX1dDI/edit?usp=sharing

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/07/unitarismo-20.html