Un año atrás —desde diciembre de 2020— el agua (H2O) comenzó a ser cotizada en el mercado de futuros de materias primas de Nueva York; ya no se la trata como recurso natural sino como mercancía. Mucho ha tenido que ver con esto la aguda escasez de agua que arrastra el estado más importante de EEUU. Si se midiera como unidad política independiente California sería la quinta potencia mundial, superando a Francia. Su gran economía y la escasez intrínseca del líquido elemento obligaron a que los californianos regulen el agua bajo dominio estatal.
El hecho de que el líquido elemento sea tratado como mercancía y no como materia prima ha provocado asombro general, pero también trajo consigo un principio de racionalidad en su control; se trata de un bien básico para el comercio, la agricultura, vida cotidiana e industrias en general. El agua es multiuso en todo ámbito, es esencial para la marcha normal de un país y hasta para asegurar la sobrevivencia y bienestar de su población.
El “Water Index” rastrea el precio del agua y está basado en los precios de las cinco principales cuencas fluviales de California, aunque en el cercano futuro tal vez podría ser utilizado como referente en la comunidad internacional.
Hace varios años que se viene hablando del agua, pero siempre hablando y actuando poco. Por ejemplo, la Argentina es un país absolutamente independiente en materia de agua, no solamente por la Cuenca del Plata y los lagos sino también por poseer parte del acuífero Guaraní, el reservorio subterráneo de agua más grande del mundo. Empero, he aquí que el 25 % de la población en la provincia de Buenos Aires carece de acceso a múltiples servicios hídricos.
En su momento comenté en otra nota el caso de Manaos, capital del estado de Amazonas en Brasil, país número uno mundial en materia de oferta de aguas. Manaos está ubicada sobre las costas del río más caudaloso del mundo, el Amazonas justamente. Pese a tanta abundancia hídrica, la ciudad tiene serios problemas de abastecimiento.
En muchos casos latinoamericanos y africanos, los problemas sociales del agua son derivados de pésimas administraciones estatales. En otros casos, sí son problemas estructurales de escasez, como es el caso comentado de California, y algunos otros en la inmensa región euroasiática. En Bolivia también tenemos inconvenientes con el aprovisionamiento de agua para consumo humano, fines sociales e industria y ello, casi siempre como resultado de malas administraciones y falta de previsión.
El hecho de que al presente el agua sea considerada como un derecho humano por las Naciones Unidas mientras en simultáneo tiene efectos comerciales y especulativos mediante su cotización bursátil, es de interés general; nos muestra con respecto al segundo elemento natural más importante (el primero es el aire) que el mundo está comenzando a tomarse seriamente las cosas.
Es probable que después de un año de experimentar, el mercado de valores de Wall Street se amplíe e incluya cotizaciones hídricas en los mercados internacionales; eso no se puede descartar ni anticipar, pero que debemos cuidar el agua sí lo sabemos muy bien y debemos hacerlo. He aquí uno de los dilemas del siglo XXI: cómo aprovechar y racionalizar —sin desperdicio y con capacidad de reciclaje— el uso de un producto natural precioso para la humanidad.
“¡Es preferible irse a pique que rendir el pabellón!”.
El Almirante Brown a la escuadra, antes del combate de Quilmes, 30 de julio de 1826.
En 2017 se conmemoraron 200 años de la designación de Hipólito Bouchard como comandante de la fragata La Argentina para emprender una nueva campaña de corso que llevó a que ese buque de guerra diera la vuelta al mundo portando la bandera argentina y enfrentando a los españoles en los más remotos lugares del mundo.
El 12 de julio de 1819 el Capitán Bouchard, al comando de la fragata, arribó al puerto de Valparaíso pero por orden del vicealmirante escocés Lord Cochrane, fue arrestado bajo cargos de piratería, siendo su cargamento confiscado. Tras varios meses de juicio fue liberado, recuperando su navío, el que le fue devuelto sumamente deteriorado.
Fue el primer buque argentino en realizar la circunnavegación al mundo.
¿Quién era Hipólito Bouchard?
Nació en Bormes, cerca de Saint Tropez, en Francia, el 15 de enero de 1780. Siendo joven se incorporó a la marina de Francia y combatió contra los británicos en Egipto y Haití.
En 1809 arribó a Buenos Aires, es decir, en vísperas de los acontecimientos de la Revolución de Mayo de 1810. La Junta de gobierno instituida como consecuencia de esos hechos, creó una pequeña escuadrilla naval integrada por el bergantín 25 de Mayo, la goleta Invencible y la balandra Americana bajo el mando del teniente coronel de Marina Juan Bautista Azopardo, quien nació en la población de Senglia, en la isla de Malta, el 20 de febrero de 1772[1]. El segundo comandante de esa escuadrilla fue el capitán Hipólito Bouchard, al comando del bergantín 25 de Mayo.
El 2 de marzo de 1811 esta escuadrilla se enfrentó a la escuadra española en San Nicolás de los Arroyos, en un combate en que fue derrotada, las naves capturadas y el capitán Azopardo tomado prisionero. Fue sometido a un proceso y, acusado de traición, fue trasladado a la prisión de Ceuta[2]. Por su parte, Bouchard logró escapar de ser apresado por los españoles y el 7 de julio y el 19 de agosto de ese mismo año defendió a Buenos Aires de los ataques de la escuadrilla comandada por el capitán de navío Juan Ángel de Michelena enviada por el gobierno realista de Montevideo.
Bouchard también participó del combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, como teniente del Regimiento de Granaderos a Caballo y luego volvió al mar como comandante de la corbeta Halcón que integró la expedición corsaria de Guillermo Brown[3] al Pacífico. Participó de los combates frente a El Callao, en enero de 1816, donde abordó la fragata española Consecuencia con un importante botín, del cual fue parte la nave misma que fue incorporada y rebautizada con el nombre de La Argentina, y que fue pertrechada y equipada para dar la vuelta al mundo al mando de Hipólito Bouchard.
La epopeya de La Argentina
El almirante Brown encabezó una expedición de corso a las costas del Pacífico de América del Sur entre 1815 y 1816 con el objetivo de importunar el comercio marítimo español y conseguir los recursos necesarios para continuar la guerra contra los realistas. Sin embargo, Brown encontró su límite en Guayaquil.
En ese punto de la campaña emprendida por los corsarios, Bouchard decidió continuar su camino al mando de la fragata Consecuencia y de la goleta Carmen. Bouchard retornó a Buenos Aires por cuestiones personales y el 9 de julio de 1817 partió al mando de La Argentina —la antigua Consecuencia—, cuyas dimensiones eran: eslora, 40m; manga, 6,25m; puntal, 4,85m; calado, 2,10m[4]. A los efectos de emprender la campaña de corso se la artilló con 34 cañones y se la dotó de una tripulación compuesta por unos 180 hombres.
Puso rumbo a las islas Filipinas, para continuar la persecución de las naves españolas y perjudicar el comercio marítimo del Reino de España.
Bouchard navegó hacia el cabo de Buena Esperanza y luego recaló en Tamatave, Madagascar, a los efectos de reaprovisionarse. Buena parte de la tripulación había contraído escorbuto, enfermedad producida por la escasez o ausencia en la alimentación de vitamina C. En su derrotero también combatió contra los barcos negreros, habida cuenta que en el Río de la Plata se había prohibido el tráfico de esclavos. En efecto, el accionar contra los barcos esclavistas se fundamentó en la actitud asumida por las Provincias Unidas del Río de la Plata frente a la esclavitud, conforme a la libertad de vientres decretada por la Asamblea del año XIII. En función de ello, impidió que tres buques británicos y uno francés procedieran a embarcar esclavos procediendo a la liberación de los mismos.
Bouchard puso proa hacia las Filipinas enfrentando a los piratas malayos en el sudeste asiático con los cañones de La Argentina. El 31 de enero de 1818 la fragata navegó por las aguas de la bahía de Manila y una vez llegada a Filipinas procedió a bloquear a las naves españolas, tomando a algunas y hundiendo a otras. Mediante el cañoneo y el abordaje llegó a tomar unos dieciséis navíos, distinguiéndose en esas operaciones Tomás Espora (1800-1835), quien había sido subordinado de Bouchard cuando era comandante de la corbeta Halcón.
El 18 de agosto de 1818, en Hawaii, Bouchard se encontró con la corbeta Santa Rosa o Chacabuco) —la antigua Liberty, construida en Filadelfia— que había zarpado en corso rumbo al océano Pacífico al mando del capitán José Turner, con una tripulación de 130 a 140 hombres, el 24 de mayo de 1817. Durante la travesía, la Santa Rosa fue escenario de dos motines, uno en proximidades de Valparaíso, en donde tomó el mando el piloto McDonald, y otro en Hawaii. La nave fue desmantelada y vendida al rey Kamehameha I por dos pipas de ron y seiscientos quintales de sándalo y la tripulación se internó en las islas. Bouchard se entrevistó con el rey Kamehameha I y luego de una serie de negociaciones —el rey puso como condición que le fuera reembolsado el valor que había entregado por la embarcación y los gastos ocasionados por la tripulación— devolvió a Bouchard la goleta e hizo entrega de gran parte de los amotinados[5].
Bouchard, por su parte, le obsequió al rey “una espada, sus charreteras, su sombrero, un uniforme a nombre del supremo gobierno junto con el título de teniente coronel de los ejércitos de las Provincias Unidas del Río de la Plata”. Del mismo modo, Kamehameha celebró tratados comerciales con la Argentina y, a través de ese acto, el Reino de Hawaii se convirtió en la primera nación que reconoció formalmente la independencia de la República Argentina[6]. Luego Bouchard y su tripulación navegaron hacia la isla Maui —bajo el consentimiento del rey Kamehameha— con el propósito de aprovisionarse. En esa isla apresaron a diecinueve tripulantes que formaron parte del motín y luego de dirigió a la isla Oahu, para completar el aprovisionamiento de las naves y en donde tomó contacto con el capitán estadounidense Peter Corney, quien fue puesto al comando de la Santa Rosa, con un poder de fuego de 18 cañones y una tripulación de cien hombres, de los cuales 30 eran nativos de las islas Hawaii y el resto eran españoles, portugueses, criollos y algunos ingleses. La tripulación de La Argentina fue completada con 50 hawaianos y por ciudadanos de otras nacionalidades[7].
La flotilla puso proa hacia las costas de California y el 22 de noviembre de 1818 ambos navíos anclaron en la bahía de Monterrey, capital de la Alta California. Al amanecer del día siguiente la corbeta Santa Rosa inició el ataque contra el fuerte de Monterrey pero quedó varada y recibió una fuerte respuesta por parte de los realistas, al punto que dañó seriamente a la nave, la cual arrió el pabellón[8]. Durante la noche trasladaron a los sobrevivientes de la Santa Rosa a La Argentina ―que no pudo intervenir hasta ese momento por falta de viento― y en la mañana del día 24 desembarcaron 200 hombres en botes y tomaron la fortaleza, quedando Monterrey en manos de los marinos argentinos, quienes procedieron a incendiar los depósitos de pólvora y a demoler las edificaciones, respetando sólo aquellas que eran de americanos[9]. La ocupación de la fortaleza se extendió durante cinco días en los que ondeó la bandera argentina. Del mismo modo, los marinos de Bouchard arrasaron la misión de San Juan, Santa Bárbara y otros poblados españoles de la alta y baja California, izando en ellos la bandera de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El día 29, ya reparada la Santa Rosa, partieron y el 16 de diciembre llegaron a la bahía de San Juan Capistrano donde Bouchard solicitó ser reabastecido a cambio de no hacer daños. Posteriormente emprendió el bloqueo de los puertos de México, arribando el 17 de enero de 1819 a San Blas, puerto que bloqueó desde el 25 de ese mes hasta el 1º de marzo. Luego se dirigió a Acapulco y el 18 de marzo la flotilla partió hacia Sonsonate, en El Salvador.
El 2 de abril las naves de las Provincias Unidas navegaron hacia Nicaragua donde atacaron El Realejo ―importante población, puerto y astillero de la costa oeste de la Capitanía General de Guatemala, situado en el territorio de Chinandega, en la actual Nicaragua―, en donde se apoderaron de dos naves españolas y destruyeron otras dos[10].
Mientras bloqueaba los puertos mexicanos como cuando estaba en El Realejo, Bouchard enfrentó a un barco corsario chileno debido a que los corsarios navegaban con falsas banderas por lo que emprendieron el combate dado que, mutuamente, se consideraban españoles y, por lo tanto, enemigos.
El 3 de abril de 1819 Bouchard decidió poner fin a la expedición y puso proa hacia Valparaíso. El 12 de julio de 1819 atracó en Valparaíso, puerto en el que fue sometido a un juicio bajo el cargo de piratería propiciado por Lord Cochrane, a la sazón jefe naval de ese puerto, quien injustamente lo acusó de apresar naves no españolas, por lo que procedió a capturarlo y a confiscarle La Argentina y otros barcos obtenidos como botín de corso. Fue Tomás Guido, representante argentino en Chile, quien ejerció su defensa y logró la liberación de Bouchard y la restitución de su buque. Tras ello, Bouchard puso sus buques a disposición de la campaña libertadora de José de San Martín, transportando las tropas hasta Perú. Allí San Martín creó la escuadra del Perú y le dio a Bouchard el mando de la fragata Puebla, considerado el buque más importante de esa nueva flota. En agradecimiento por los servicios prestados, el gobierno de Perú le obsequió dos haciendas, por lo que una vez retirado fundó un gran ingenio azucarero. En ese establecimiento, llamado “La Buena Suerte”, murió asesinado por un peón el 4 de enero de 1837[11].
Reflexiones finales
Durante los dos años que duró la campaña de corso, la fragata La Argentina y el capitán Bouchard y su tripulación enfrentaron trece acciones navales importantes, capturaron o destruyeron veintiséis buques y sometieron a registro cuatro barcos negreros, dos naves inglesas y una de los Estados Unidos[12].
La fragata La Argentina, comandada por Hipólito Bouchard, fue el primer buque argentino en circundar el globo. Su paso por California y de ahí por toda América Central llevó a que la bandera argentina obrara de inspiración para la bandera de varios países de esa región. La de Costa Rica puede parecer bien diferente con su franja roja pero para llegar a la insignia actual hay que ver su evolución y no cabe duda que tomó los colores de la bandera argentina.
Del mismo modo, debe considerarse que la creación de las Provincias Unidas del Centro de América, aunque efímera, tuvo su inspiración en las Provincias Unidas del Río de la Plata. En un muelle de California hoy ondean las banderas de los países que alguna vez ocuparon esa región: la del emperador Carlos V, la de España, la del Reino Unido, la de Argentina, la de México, la de cuando California fue independiente…
La República Argentina, quizás, no haya sido lo suficientemente agradecida a las proezas que en nombre de la Patria llevó a cabo el francés de nacimiento y argentino por adopción Hipólito Bouchard, por lo que esta historia que comenzó hace 200 años no es conocida, ni siquiera por muchos argentinos. Finalmente, quizás la República tampoco sea muy agradecida a la Armada que fue orgullo en tiempos del almirante Guillermo Brown, del coronel de Marina Tomás Espora, del griego Pedro Samuel Spiro y de tantos otros que se propusieron hacer de las Provincias Unidas del Río de la Plata una gran nación.
* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG).Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.
Referencias
[1] “Coronel de Marina Juan Bautista Azopardo”. Sitio oficial de la Armada Argentina, <http://www.ara.mil.ar/pag.asp?idItem=46>, [consulta: 12/08/2017].
[2] “La Primera Escuadrilla Argentina”. Sitio oficial de la Armada Argentina, <http://www.ara.mil.ar/pag.asp?idItem=27>, [consulta: 12/08/2017].
[3] Nacido como William Brown en Foxford, actual República de Irlanda, el 22 de junio de 1777 y fallecido en Buenos Aires, Argentina, 3 de marzo de 1857. Fue el primer almirante de nuestra fuerza naval, primero en la cronología y en el prestigio. Consagró su vida al servicio de su Patria de adopción.
[4] Luis Fernando Furlan. “El ataque corsario de Bouchard al puerto del Realejo”. En: FundaciónHistarmar, publicado en Ciclo de Conferencias año 2007, <http://www.histarmar.com.ar/AcademiaUruguayaMyFl/2007/AtaqueBouchardRealejo.htm>, [consulta: 22/07/2017].
[5] Oscar B. Ahumada. “Arribo fragata La Argentina a Hawaii”. Sitio oficial de la Armada Argentina, 15/07/2013, <http://www.armada.mil.ar/Archivos/1808%20Arribo%20a%20Hawai.pdf>, [consulta: 12/08/2017].
[8] Oscar B. Ahumada. “Inicio campaña de corso Fragata La Argentina”. Sitio oficial de la Armada Argentina, 15/06/2013, <http://www.armada.mil.ar/Archivos/0907%20Frag%20La%20Argentina.pdf>, [consulta: 12/08/2017].
[10] “Capitán de Navío Hipólito Bouchard”. Sitio oficial de la Armada Argentina, 15/07/2013, <http://www.ara.mil.ar/pag.asp?idItem=47>, [consulta: 14/08/2017].
El verano de 2018 trajo enormes pérdidas a la economía global que aún no se han calculado. Según Impact Forecasting, el centro de desarrollo de modelos de desastres de la compañía Aon Benfield, las pérdidas económicas de los agricultores alemanes por sí solas podrían ascender a 2.200 millones de euros (US$ 2.900 millones), y las pérdidas totales de los países europeos afectados por los incendios podrían superar los 4 mil millones.
A largo plazo, Europa y los Estados Unidos aún no han evaluado el coste de los incendios. Según los analistas, solo Carr Fire (23 de julio de 2018), que se ha convertido en uno de los diez incendios forestales más destructivos registrados en California, ha causado pérdidas de alrededor de $ 200 millones, más una cantidad de aproximadamente $ 160 millones en costos de ubicación y eliminación de incendios.
Además de Carr Fire, Mendocino Complex Fire, Nelson Fire y Holy Fire también estaban arrasando en California al mismo tiempo. Los bomberos operaron durante dos meses, apagando los incendios recién a finales de septiembre de 2018.
En Europa, los incendios más destructivos se han extendido a Portugal, Suecia y Grecia. Aquí, los incendios también han sacado a la superficie los casos de construcción no autorizada en Mati, señalados por algunos como posibles causas (directas o indirectas) de un incendio provocado, que algunos señalan como posibles causas (directas o indirectas) de un incendio provocado. Se cree que los incendios pueden haber estallado como un caso de especulación de la construcción o con el objetivo de saquear casas abandonadas.
Los analistas de Aon Benfield lo llamaron “el incendio más mortífero en Europa desde 1900”. Las autoridades confirmaron que al menos 92 personas murieron, al menos 905 estructuras fueron destruidas en Ática y 740 dañadas. Los daños causados por los incendios forestales en Suecia se han estimado en más de 100 millones de dólares. En el apogeo de los incendios de julio de 2018, el número telefónico de emergencia ha recibido 13.000 llamadas diarias.
La superficie de los incendios fue de unas 20 mil hectáreas. El país incluso ha solicitado más ayuda para la lucha contra incendios a la Unión Europea, y a principios de agosto la Comisión Europea anunció que se habían movilizado más de 360 bomberos, siete aviones, seis helicópteros y 67 vehículos para ayudar a Suecia. Fue la mayor operación civil de incendios forestales en Europa en una década y la mayor en términos de despliegue de personal. Se realizaron 815 horas de vuelos aéreos y 8.822 descargas de agua en centros de combustión.
La UE coordinó la ayuda colectiva a Suecia, proporcionada por los Gobiernos de Italia, Francia, Alemania, Lituania, Dinamarca, Portugal y Polonia. Se han asignado 1,15 millones de euros para apoyar a los bomberos de estos países europeos en los gastos de viaje. Austria, la República Checa y Turquía también han ofrecido su ayuda.
Además, se han elaborado 37 mapas satelitales en el marco del programa Copernicus de la UE. Obsérvese que el mecanismo de protección civil de la UE se aplica a 34 Estados europeos (27 Estados miembros de la UE, Reino Unido, República de Macedonia, Islandia, Noruega, Montenegro, Serbia y Turquía). La comisión observó que los incendios forestales destructivos se están convirtiendo en un fenómeno casi común en Europa, ya que las causas de su aparición están asociadas con el cambio climático global.
Traer a la memoria acontecimientos que parecen lejanos, dada la velocidad de comunicación de nuestros tiempos, significa reflexionar que tres años no es un momento para olvidar sobre todo porque las consecuencias las pagamos y las pagaremos hoy, de un día para otro e inesperadamente.
No podemos sorprendernos de que la primavera no existiera este año, y la mayoría de la gente haya sabido por qué.
Nos enfrentamos a una nueva realidad porque debemos aprender de estas tragedias y trabajar para reforzar un mecanismo no solo de protección civil, sino también de prevención para que colectivamente estemos mejor preparados para combatir estos fenómenos y responder con mayor eficacia a las numerosas catástrofes que se producen en el continente.
Sin olvidar imponer sanciones penales a los criminales que prendieron fuego para promover su miserable horizonte: individuos que en nuestro tiempo pasan en su mayoría sin problemas con el pretexto de ser inadaptados en general por “culpa de la sociedad”, como se enseñaba hace sesenta y ocho años.
La razón principal del aumento de la escala de los incendios forestales tanto en el mundo en su conjunto como en Europa es el cambio climático: los períodos de calor anormal y sequía se vuelven más largos e intensos, y por lo tanto, los incendios se vuelven cada vez más difíciles de tratar.
Como sabemos, esto también se ha puesto de manifiesto en otros incendios catastróficos en Alemania, Reino Unido, Brasil (2019 y 2020) y en muchos otros países y regiones del mundo, y nuestro país no es una excepción. El riesgo de incendios debido al cambio climático está creciendo más rápido de lo que los servicios de incendios forestales, incluso los más profesionales y bien equipados, tienen tiempo para adaptarse.
Científicos de la Universidad de Oxford han llamado la atención sobre el cambio climático global. Las temperaturas sin precedentes observadas durante el verano de 2018 son consecuencia directa del cambio climático.
Los investigadores analizaron datos de estaciones meteorológicas en el norte de Europa —Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Noruega y Suecia— y compararon las lecturas de temperatura con los registros históricos y señalaron que la ola de calor de 2018 no tenía precedentes.
El planeta puede y debe contener la creciente probabilidad de fenómenos meteorológicos extremos reduciendo en el menor tiempo posible las emisiones de gases de efecto invernadero. Los incendios forestales, a su vez, son una fuente adicional de gases de efecto invernadero. Normalmente, los bosques absorben dióxido de carbono, pero debido a la quema de madera, lo emiten en grandes volúmenes y afecta al calentamiento global, lo que a su vez conduce a nuevos incendios forestales en un ciclo urobórico.
En California, un incendio posterior, que se desató el 8 de noviembre de 2018, destruyó unos siete mil edificios en cuatro días y el fuego cubrió un área de 80 mil hectáreas. Treinta y una personas murieron y 150.000 residentes de California fueron evacuados.
Por lo tanto, el discurso no solo se limita al patrón climático a largo plazo, sino también a la seguridad de las personas y el impacto económico negativo.
Las pérdidas por incendios forestales en Europa y los Estados Unidos, como se mencionó anteriormente, ascienden a cientos de millones de dólares y euros. Las reservas forestales del planeta Tierra están en peligro.
Hasta ahora en Europa, la escala de los incendios forestales todavía no es tan grande como para tener un impacto significativo en el potencial de recursos de los bosques europeos en su conjunto. Sin embargo, estos bosques europeos —desde Portugal hasta Rusia— están bastante bien protegidos contra el fuego hasta que la pérdida de madera haya alcanzado un nivel que afecte gravemente a las posibilidades de cosecha y comercialización.
La silvicultura intensiva tiene un margen bastante amplio de seguridad económica y rentabilidad. Quizás en una o dos décadas, si los incendios aumentan al menos en nuestro continente, comenzarán a tener una influencia muy limitada en los resultados de esta actividad a la escala de los grandes países forestales europeos, sin olvidar que el continente tiene una superficie limitada, siendo solo una pequeña península de Eurasia.
Por el contrario, los incendios en California fueron causados principalmente por la sequía y los fuertes vientos, que contribuyen a la propagación del fuego, una situación favorecida por la centralidad interoceánica del continente americano. Sin embargo, los expertos señalan —como hemos señalado antes— que en la mayoría de los casos, la principal causa de su aparición es el factor humano entre el cálculo imbécil y el malicioso: una colilla de cigarrillo abandonada, una botella de vidrio rota, que puede funcionar como una lente.
Por ejemplo, en Rusia también en el largo y caluroso verano de 2018, se quemaron bosques en Yakutia y el territorio de Krasnoyarsk, Novosibirsk y Tomsk, es decir, en regiones escasamente pobladas, pero también hubo fallas humanas. A finales de agosto, más de 14,6 millones de hectáreas estaban cubiertas por el fuego. Greenpeace señaló que era aproximadamente la mitad de todo el Reino Unido.
Pero Rusia no se ve atrapada por los provocados por quienes requieren tener al psicólogo al lado, sino que sirven penas severas como advertencia de estupidez.
Desde 2015, las mismas acciones cometidas bajo un régimen especial de seguridad contra incendios implican un aumento de las multas para los ciudadanos de hasta 4 mil rublos y para las personas jurídicas de hasta medio millón: por ejemplo, los incendios resultantes de la práctica del uso de la tierra y los bosques (como la quema voluntaria de pasto seco, rastrojos, hojas, residuos de reducción y materiales combustibles similares en áreas naturales).
Si se destruyen vidas o bienes de otras personas o se daña la salud de los ciudadanos, la pena pasa a los autores del incendio, que pagarán el monto sin un psicólogo. Por no hablar de los pirómanos, sobre cuyo destino en Rusia dejo al lector reflexionando.
* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.
Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.