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SUDÁFRICA CORRE EL RIESGO DE CONVERTIRSE EN ARGENTINA: SARB

BUSINESSTECH (Sudáfrica)Sudáfrica

El vicegobernador del Banco de la Reserva de Sudáfrica (South African Reserve Bank, SARB), Kuben Naidoo, dice que Sudáfrica no puede permitirse el lujo de rechazar la presentación de su presupuesto suplementario de coronavirus, ya que solo prolongará la recesión del país y dificultará la lucha contra la pandemia de coronavirus.

En respuesta a los críticos en una columna de opinión para Business Day, Naidoo dijo que si bien es cierto que el gobierno debería gastar más en las circunstancias actuales, a menos que establezca un camino claro y realista para reducir el déficit, el acceso de Sudáfrica a los mercados de capitales se convertirá más limitado y más costoso.

“A menos que demostremos que podemos pagar nuestras deudas, en el futuro no podremos aumentar las cantidades que necesitamos para enfrentar las devastadoras consecuencias económicas de Covid-19”, dijo.

Advirtió además que las finanzas de Sudáfrica estaban “en una situación mucho peor” de cara a la pandemia de coronavirus en comparación con la crisis financiera de 2009.

“¿Nos gustaría gastar más? Por supuesto que sí. ¿Nos gustaría tener el lujo de tener más tiempo para reducir el déficit? Por supuesto que sí. Pero debido a que hemos administrado mal nuestras finanzas durante la última década, no tenemos tales lujos.

“Cuando hubo llamamientos en la última década para restaurar nuestra salud fiscal y reducir el déficit, algunos de los mismos economistas que ahora escriben críticas al presupuesto rechazaron cualquier propuesta para reducir el déficit. Ahora estamos pagando el precio de esa locura”.

Naidoo dijo que Sudáfrica podría obtener financiación del exterior, pero indicó que esto sería solo una solución a corto plazo. A más largo plazo, tendríamos que devolver los préstamos con intereses en una moneda extranjera, dijo.

“Eso tendrá dos efectos. Primero, dará como resultado un flujo continuo y constante de fondos fuera del país y, segundo, aumentará la sensibilidad de nuestra moneda y economía a los shocks globales en el futuro.

“Nos arriesgamos a ser como Argentina: incapaces de pagar nuestra deuda, ceder nuestra soberanía a los acreedores externos y limitar el papel de desarrollo del Estado”.

Críticas

La Oficina de Investigación Económica (Bureau for Economic Research, BER) también ha indicado que algunas de las críticas dirigidas al Tesoro Nacional son infundadas.

En una nota publicada el lunes (6 de julio), el BER dijo que los analistas y economistas —incluido un grupo de casi 100 expertos— están criticando fuertemente al Tesoro Nacional por una serie de déficit presupuestarios y económicos que han salido a la luz en las últimas semanas.

“Se está produciendo un acalorado debate sobre la consolidación fiscal descrita en el presupuesto suplementario presentado el 24 de junio”, informó el BER.

“El debate abarca desde críticas vociferantes contra los recortes de gastos previstos para 2021, hasta un escepticismo por parte de las agencias calificadoras (y algunos analistas locales) sobre si los recortes previstos podrían incluso implementarse.

“En nuestra opinión, algunas de las críticas dirigidas contra el Tesoro están fuera de lugar”, dijo.

“Las demoras bien publicadas con la distribución de la subvención temporal de Alivio Social de Socorro Covid-19 para personas vulnerables que no califican para una subvención existente no se deben a que el Tesoro mantenga apretados los bolsillos. Más bien, es una función de ineficiencias gubernamentales más amplias”, dijo el BER.

“El impacto del paquete de ayuda también se está diluyendo por la baja aceptación del esquema de garantía de préstamos de R200 mil millones. Nuevamente, la culpa de esto no debe ser puesta en la puerta del Tesoro”, dijo.

 

Tomado de BUSINESSTECH (Sudáfrica) https://businesstech.co.za/news/finance/414055/south-africa-risks-becoming-like-argentina-sarb/

Traducción: SAEEG.

TODA LA ATENCIÓN DEL MUNDO PESQUERO EN EL ATLÁNTICO SUR ¿Y QUIÉN ESTABLECE LA POLÍTICA PESQUERA NACIONAL (Artículo 9º de la Ley 24.922)?

César Augusto Lerena*

La actividad pesquera no puede tener como referente en la estructura del gobierno a un Subsecretario, funcionario que a pesar de lo que indica la Ley 24.922 no fija la política pesquera, entre otras cosas, porque en esa misma Ley estaba prevista como Autoridad de Aplicación una Secretaría de Estado, que el ex Presidente Menem vetó en 1998 (y bien sabemos qué cuestiones de poder lo motivaron), razón por la cual, el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca debe delegar sus funciones (de dudosa legalidad el procedimiento) para que el Subsecretario pueda presidir el Consejo Federal Pesquero (CFP). Ahora, es un secreto a voces que la Pesca poco tiene que ver en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (luego de Pesca y Alimentación), generalmente manejada por gente vinculado al campo, nada más alejado del mar, a lo sumo cercanos a las costas del Paraná, al Surubí, el Pacú y al Dorado o al Pejerrey de la Laguna de Chascomús.

La Pesca, es la prima pobre y fea en ese Ministerio. La política, la maneja (se podría decir) gente que —con razón— está preocupada por la climatología, las hectáreas sembradas, el precio del grano en Chicago, las retenciones… y las retenciones. Si estuviéramos en España sería distinto, pero aquí se agrega que en la Argentina no se consume pescado (5/6 kg/per cápita, cuando el promedio mundial es de 21kg), mientras que los que han dirigido y dirigen (¿?) este sector, se creen que con decirles (alguna vez) a los argentinos que debieran comer pescado los días 19 la cuestión está resuelta; bue… la razón para elegir un determinado día al mes (¿un día al mes?) lo dice todo: el número 19 en la quiniela corresponde al pescado (¡!). Que tal si agregamos, por su afinidad con el pescado, también el día 5, que en la quiniela es el “gato”, así duplicamos el consumo. ¡Todo el ingenio argentino aplicado a aumentar el consumo! El nivel de nuestros funcionarios debiera preocuparnos, más aun teniendo en cuenta, que está en juego una exportación de unos 2.100 millones de dólares por año y decenas de miles de trabajadores, proveedores y de pueblos del litoral que viven de esta actividad.

No. Nunca en el Ministerio del Campo entenderán que éste, es un Estado Marítimo, que la actividad pesquera no debe ser una actividad extractiva sino industrial y que la Pesca es una herramienta no solo productiva y alimentaria, que debiera formar parte de la política de salud de la Nación, de ocupación territorial marítima y, de desarrollo industrial, en todo el litoral marítimo nacional y, especialmente patagónico, estratégico y de bajo índice poblacional.

Dicho esto, tampoco los Subsecretarios de Pesca han estado a la altura de las circunstancias. No han sido capaces, ni siquiera, de administrar la crisis sectorial —hoy es un ejemplo más— y, si bien desde la administración de las cuotas se puede hacer política, los números indican lo contrario, ya que la concentración ha sido creciente a través de los años, contrario a lo que cualquier administración del recurso del Estado requeriría: investigación, conservación y distribución adecuada de los recursos.

Ahora, cómo se ve el accionar de un Subsecretario, que es a su vez presidente del CFP, que dedica su tiempo a aplicar los artículos 7d, 9d y 27 de la Ley 24.922 (los permisos, las cuotas y las autorizaciones) y desatiende la aplicación de los artículos 4, 5d y 22 de esa misma ley (los recursos migratorios de la ZEE y de Alta Mar más allá de las 200 millas). ¿Alguien podría creer que con solo aumentar las multas a los buques extranjeros que pesquen ilegalmente dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) Argentina se resolverá el problema? O nos olvidamos que la Armada y la Prefectura no tiene los suficientes medios y que, en los últimos 40 años, solo se capturaron un promedio de dos buques por año y que el problema no se resuelve controlando solo la ZEE Argentina, sino administrando el conjunto de la biomasa, es decir también el control de nuestros recursos migratorios, transzonales y las especies asociadas en la Alta Mar, no solo por una cuestión económica y social, sino también de soberanía nacional, en relación con nuestros derechos marítimos y los vinculados a los archipiélagos (entre ellos Malvinas) y la Antártida.

¿Sabrá el Señor Subsecretario, que convivió varios años en el CFP sin oposición alguna a las políticas del gobierno de Macri que —entre otras cosas— firmó el Pacto de Foradori-Duncan y, con él, aprobó las investigaciones conjuntas de pesca con los británicos y puso al INIDEP al servicio de la Reina del Reino Unido y que ahora el Canciller Felipe Solá suspende, porque entiende “que es uno de los temas soberanos, (y) no podemos entregar datos estratégicos a quien nos usurpa”, gobierno de cesión de los recursos nacionales, en el que también se profundizó la extranjerización y concentración de la actividad? No, no veo que en las Actas del CFP estas cuestiones centrales de la actividad se hayan tratado o se traten antes (y nunca) que el Poder Ejecutivo de la Nación anuncie hechos que inciden sobre la actividad pesquera; motivo por el cual, habría que preguntarse ¿quién establece y conduce la política pesquera nacional? ¿La que obligan los artículos 7º y 9º de la Ley 24.922?

Los hechos, sobre la política de fondo, han colocado, al Subsecretario y presidente del CFP, en el mejor de los casos, en el rol de vocero. Tranquilos, no es de ahora; pero, el Subsecretario de Pesca está desde hace tiempo y hoy en una dificultad superlativa y, con él, todo el sector pesquero nacional. La estrategia no la elabora y, a los problemas graves de administración interna del recurso (la rentabilidad, baja de precios y de consumo, pérdida de empleos, etc.) le debe agregar la política internacional, que ha resuelto hacerse de los recursos pesqueros del Atlántico Sur, por sus propias necesidades y ante la ausencia manifiesta del poder político pesquero nacional. El empresario y el trabajador producen y el gobernante ejerce la dirección y el control de Estado y en una actividad interdependiente internacionalmente debiera adelantarse a los hechos. El poder, si se dispusiese, ¡se ejerce! ¡Tamaña responsabilidad para un Subsecretario! Pero no es un lote del continente donde se realiza actividad y las decisiones que se toman en la UE o las necesidades alimentarias de los países asiáticos interfieren en la explotación y el comercio nacional, ya que estos países, no solo compran productos, sino que se apoderan de ellos con importantes flotas que pescan a distancia. Ya vimos hace días unos treinta buques chinos por el Estrecho de Magallanes, unos pocos, de los miles que tienen.

En la XXVII EXPOMAR reunidos bajo el lema ¿Y ahora qué?, la Comisión Europea anunció que restringiría la pesca en un 30% en las aguas comunitarias e incluso la declararía actividad non grata en el 10 % de las mismas. Aquí, la Secretaria General de Pesca Alicia Villauriz explicó “los retos que tiene por delante el sector y la necesidad de integrar las dos vertientes (económica y social) en un mensaje de tono verde que no se limitaría a las aguas de la UE, sino que extendería hasta alta mar. El Tratado sobre Biodiversidad que se negocia en Naciones Unidas, advirtió Villauriz, no debe dejar al margen a las ORP (organizaciones regionales de pesca), expertas en pesca y capaces de matizar el sesgo verde que amenaza al sector pesquero”. Toda una definición la de esta secretaria: la restricción de la pesca en aguas comunitarias se compensaría en aguas extracomunitarias (el Atlántico Sur, por ejemplo) y para los amantes de las OROP, éstas se ocuparían de matizar el color verde del pretexto conservacionismo con que se las promueven. Es decir, capturar fuera de Europa lo que no pueden hacer allí.

Pero, para que los españoles estén aún más seguros, el Secretario General de CEPESCA Don Javier “Paz y bien” Garat, sí, el mismo que les vino a vender espejitos de colores a las Cámaras de Argentina, aprovechó la ocasión para pedir nuevamente “Ayudas” al gobierno “medidas de choque que garanticen la liquidez de las empresas, así como seguridad jurídica y estabilidad presupuestaria, para afrontar la que ha definido como la ‘hecatombe económica y social’ que ocasionó el Covid-19”. Señalando que “la recuperación pasa por el incremento del endeudamiento y medidas de estímulo fiscal y de aplazamiento de impuestos (…) y aportar liquidez (…) la reducción urgente del IVA del 10% al 4% (…) y realizó un “llamamiento, a la gran distribución para priorizar la producción pesquera española y comunitaria y promover así la conocida como soberanía alimentaria”. Esto se llama juntar al gobierno y los empresarios para defender el interés de los españoles, por cierto, en un evidente perjuicio para el sector empresario y laboral argentino.

¿Eso es todo? No. El Brexit es una preocupación de británicos, de los isleños en Malvinas y de los españoles que pescan tanto al norte, como con licencia ilegal británica en el Área de Malvinas de la ZEE Argentina. El Reino Unido (RU) pretende acordar en forma anual el acceso a las aguas, contrario a lo que piensa el presidente de la Alianza Europea de la Pesca (EUFA) Gerald van Balsfoort, de que “no habrá acuerdo de libre comercio si no se cierra un arreglo de largo plazo sobre la pesca”.

El calamar de las islas Malvinas es un objetivo de negociación británica con Bruselas, ya que esta especie (Illex y Loligo) junto a otras, tienen como principal destino la UE (90%) a través del puerto español de Vigo, motivo por el cual, si no se mantiene libre de aranceles la importación habría un impacto negativo en Malvinas, pudiendo sufrir estos productos aranceles del 6% al 18%, aunque, el Reino Unido argumente que hay un interés compartido con la UE ya que los buques españoles son responsables en gran parte de las capturas en aguas de las islas y, que “Reino Unido actuaría en nombre de todos sus territorios de ultramar y buscaría resultados que apoyen su seguridad e intereses económicos”. Es decir, el Reino Unido no solo buscará fortalecer los negocios de Malvinas, sino a través del otorgamiento de licencias ilegales en el área de Malvinas de la ZEE de Argentina profundizará las capturas en el Atlántico Sur y seguramente los españoles —los primeros licenciatarios en las islas— les servirán de acceso a las materias primas a la UE, procurando compensar las restricciones de pesca en las aguas comunitarias.

A lo dicho habría que agregar las tradicionales y crecientes capturas ilegales de los buques chinos y de otros países asiáticos que a cientos depredan los recursos pesqueros en el Atlántico Sur.

Pero, si falta algún detalle más, los buques de todos estos países son construidos con créditos a baja tasa de interés y sus buques operan a distancia con fuertes subsidios.

En este escenario, Señor Subsecretario de Pesca, debería mutar del papeleo a la imprescindible e impostergable tarea, de establecer la política pesquera nacional, como lo obligan los art. 7º y 9º de la Ley 24.922. A mi juicio, y en lo inmediato:

  1. Llamar a Concurso para explotar en Alta Mar. El Estado Argentino en base a lo previsto en la CONVEMAR y la Ley 24.922 debiera constituirse en Estado Ribereño Administrador de los recursos migratorios originarios de la ZEE Argentina y asociados en la Alta Mar y, hacer un llamado público a empresas nacionales y extranjeras interesadas en su explotación en la Alta Mar, en base a un pliego de condiciones, con la limitación prevista en la ley 26.386 para las empresas de aquellas nacionalidades que al momento del llamado pesquen con licencia británica en el área de Malvinas de la ZEE Argentina.
  2. Poner la flota argentina a pescar en la Alta Mar. Promover e incentivar fuertemente y dar todo el apoyo de seguridad necesario a los buques argentinos que pesquen en Alta Mar, quienes no deberían pagar derecho alguno de captura, ni impuestos internos y de exportación sobre las extracciones efectuadas en la Alta Mar. Accesoriamente y para equiparar su actividad a la de los buques extranjeros, los buques nacionales que extraigan los recursos en la Alta Mar no deberían pagar impuesto alguno al gasoil y otorgar otros incentivos a la flota potera argentina que pesque en la zona límite con el área de Malvinas de la ZEE Argentina.
  3. La construcción nacional de buques. El CFP debe abocarse a la búsqueda de fuentes de financiación para facilitar la construcción de buques en el país, reactivando los Astilleros Públicos y apoyando a los privados para modernizar la flota pesquera nacional.

Nada está hecho mientras quede algo por hacer (Romain Rolland).

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

 

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LOS INMIGRANTES Y LAS APLICACIONES DE DELIVERY COMO OPORTUNIDADES DE DESARROLLO

Agustin Gándara*

Así como las ciudades son los primeros entes gubernamentales en darle la bienvenida a los migrantes, las plataformas de delivery y plataformas relacionadas con la economía colaborativa, son los primeros agentes económicos en ofrecer una solución concreta, rápida y efectiva a los problemas de la inmigración.

Sabemos que la integración cultural es un tema complejo y encontrar un trabajo adecuado es sin dudas un requisito importante para los migrantes.

En países con problemas de desempleo es peor aún debido a que en algunos casos los habitantes comienzan a sentir resentimiento contra los migrantes, lo cual puede convertirse en una amenaza para el proceso de integración social o adaptación cultural de ambas partes.

Es por esto que este tipo de plataformas están liderando la integración de los migrantes en lo que respecta al mercado laboral. Sin dudas son el puntapié inicial que permite cubrir las necesidades básicas en el menor tiempo posible.

Estas aplicaciones resuelven la urgencia de generar un ingreso para salir adelante mientras buscan un trabajo en relación de dependencia, se adaptan a la nueva cultura o simplemente se adaptan con lo que han logrado en este nuevo estilo de vida.

Este grupo de migrantes se convierte rápidamente en una población económicamente activa con ingresos variables, es decir, que mientras haya demanda ellos generarán ingresos.

¿Que tienen estas plataformas que no tienen quizás los empleos tradicionales? En términos generales y a lo que concierne este artículo, no existe un proceso de selección sino más bien cumplir con la reglamentación fiscal y otro tipo de documentos que se obtienen de manera relativamente sencilla. Digo relativamente porque en algunos casos depende de la misma burocracia estatal en otorgar antecedentes y documentos de identidad. Su ingreso a la plataforma los convierte en sujetos de obligación fiscal, es decir pagan impuestos y aportan al sistema, lo que supone una serie de beneficios que por su corto historial en algunos casos no sucede.

Los principales problemas que identificamos actualmente no están del lado de sus ingresos sino más bien del costo adicional en sus egresos debido a la imposibilidad de acceder un sistema de confiabilidad que les permita evitar cauciones de alquiler, créditos, seguros de salud, compras de vehículos de transporte en condiciones accesibles, entre muchos otros.

Por su parte, sus ingresos deberían poco a poco generar oportunidades de desarrollo cómo alquilar un mejor hogar, poner un comercio propio, tener atención de salud, conseguir financiamiento para un emprendimiento o bien para cambiar la moto o la bicicleta entre infinidad de otras opciones.

Este estado de situación nos invita a revisar el rol que deben cumplir las autoridades estatales como facilitadores, evitando intervenir entre la actividad privada de quienes dan una oportunidad concreta y quienes la aprovechan para salir adelante.

El Estado con un rol de facilitador fuerte puede generar acceso a nuevas oportunidades de desarrollo en las cuales muchas empresas privadas pueden ofrecer beneficios accesibles a los colaboradores de plataformas de delivery que sin dudas lo harán de manera onerosa, pero con un sentido fuerte de responsabilidad social empresaria.

 

* Licenciado en Comercio Internacional graduado en la UADE. Magister Estrategia y Geopolitica, Escuela Superior de Guerra. Profesional con experiencia en varias industrias y áreas, incluso en Educación.

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