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CAMBIO CLIMÁTICO Y TERRORISMO EN IRAK EN TIEMPOS DE COVID

Estefanía Belén Ducasse*

 

 Imagen de David Peterson en Pixabay 

Introducción

La pandemia ocasionada por el covid-19, popularmente conocido como coronavirus, es el tema que centralizó los focos de atención en la primera mitad del año 2020. No obstante, incluso antes de que la pandemia se expandiera hacia Europa, Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ubicaba al cambio climático como uno de los puntos más importantes para tratar el presente año. A esto se suma la advertencia de parte de la ONU, en febrero del 2020 sobre el rearme del Estado Islámico (ISIS) para abordar a Irak y Siria.

Irak cuenta con el antecedente de haber experimentado una simil guerra por el agua en el año 2014 mientras se conformaba como campo de batalla del Estado Islámico. Cuatro años más tarde, este grupo terrorista se ve disgregado y pierde varios territorios que había conquistado a lo largo del país. Sin embargo, la situación iraquí podría cambiar con el reagrupamiento de ISIS en busca de su revancha en el establecimiento del califato en Siria e Irak que advierte la ONU. Esto se presenta en el 2020 dentro de un escenario de disconformidad política de la población iraquí y una nueva ola de sequías en su territorio y pone nuevamente como foco de conflicto al agua. De esta forma, Irak se enfrenta con múltiples dificultades para garantizar la seguridad humana de su población. Como resultado, el cambio climático puede contribuir con las condiciones para la nueva conquista de un grupo terrorista en el territorio de Irak. Esto en un contexto de retiro de las tropas de las Fuerzas Armadas pertenecientes a la coalición anti Daesh ubicadas en Irak ante el pedido del parlamento iraquí en enero e impulsado, también, por el riesgo de la pandemia.

Escenario de Irak

La República de Irak se caracteriza por ser un área relativamente fértil dentro de Medio Oriente, una región conocida por su suelo árido. En el siguiente mapa se puede observar la geografía de Irak en la que las llanuras del Tigris y del Éufrates componen un terreno cultivable y con agua abundante. La zona de Chatt el-Arab, donde desembocan los ríos, forma un área pantanosa con abundancia de agua que riega grandes palmerales. Una condición similar la tiene la meseta de Al-Jazeerah que dispone de terreno cultivable pero, a diferencia de las zonas anteriores, sufre problemas de sequía. En contraposición con esto, el norte y noroeste se caracterizan por ser regiones montañosas en correlación con el oeste y suroeste que es desierto[1]. Sin embargo, el aceite crudo de petróleo es la exportación principal del país acaparando casi la totalidad de las exportaciones, Irak posee la quinta mayor reserva de petróleo del mundo y es el segundo mayor productor de la OPEP.

Mapa 1. Geografía de la República de Irak

Fuente: Maps Iraq (https://es.maps-iraq.com/irak-geografía-mapa)

Uno de los factores que tiene gran influencia en las problemáticas y la toma de decisiones de Irak es la amplitud de composición étnico-religiosa de su población. La religión preponderante es el Islam que concentra el 95% de los habitantes del país siendo en su mayoría chií (60-65%), y le sigue la rama sunni (32-37%), el 5% restante se divide en cristianos caldeos y asirios, yazidíes, sabeanos. Cabe destacar que a raíz de la diversidad poblacional del país, desde el año 2005 existe un acuerdo por el que el presidente debe ser kurdo, el presidente del Parlamento suni y el primer ministro shii[2]. A su vez, la población iraquí convive con fuerzas internacionales asentadas dentro de su territorio como las bases estadounidenses y personal de la coalición anti-Daesh, formada por un grupo de países europeos y Estados Unidos para combatir al Estado Islámico.

La economía en Irak progresó luego de la derrota del Estado Islámico por los esfuerzos de reconstrucción, demanda interna y mejores condiciones de seguridad así como mejoró el clima social y político. A pesar de estas mejorías, según UNICEF, uno de cada 4 niños son pobres y el acceso a la electricidad, combustible y agua es muy limitado. La tasa de desempleo es alta, especialmente en mujeres y jóvenes adultos, en un contexto en el que el Estado es el principal empleador[3]. En adición, con la llegada del coronavirus, la economía iraquí se vio estancada por la baja de la producción y la caída del precio del petróleo, con lo que las protestas políticas se mantienen latentes. 

Cambio climático y terrorismo

A pesar de que con el desarrollo de la pandemia se ha hablado sobre el efecto positivo en el cambio climático con la rotura de la “normalidad” en varios Estados, este fenómeno sigue existiendo y continuará avanzando. Diversos expertos enfatizan en el presente y el futuro del cambio climático junto con las consecuencias negativas sobre el suministro de agua y alimentos, sector agrícola y bienestar social, especialmente en Medio Oriente.

Una prueba de los efectos del cambio climático es la situación que tiene Irak respecto al agua. Ya para mediados del 2019 los niveles de los ríos iraquíes se redujeron a menos de una tercera parte de su capacidad normal. Dos de los ríos más importantes del país, Tigris y Éufrates, contienen el 98% del suministro de agua usado para saneamiento, irrigación y como bebida, y se espera que disminuyan su descarga en un 50% hacia el 2030. A su vez, el segundo lago más grande de Irak, el Lago Milh, prácticamente ya no existe[4]. Por ende, los suministros de agua más importantes del país de Medio Oriente están en peligro de agotarse dejando toda el área dependiente de formas secundarias de abastecimiento. Sumado a esto, la calidad del agua restante está deteriorada debido a la salinización que deviene, junto con la evaporación el agua, en la desertificación de un valor estimativo de 92% del territorio iraquí y en la pérdida de 100 km2 de tierra fértil por año[5].

Como consecuencia de la escasez y salinización del agua que viene de la mano de la degradación de la tierra, las tormentas de arena se vuelven más usuales lo que repercute en diversas áreas. Esta situación perjudica, por un lado a la industria de la aviación cuyos vuelos se tornan dificultosos y cuya maquinaria requiere mayor mantenimiento y, por el otro, afecta a la biodiversidad generando pérdidas en la vida silvestre y agricultura.

De esta forma, nuevamente confluyen en el escenario iraquí las amenazas del cambio climático y el terrorismo que, si bien fue en gran parte derrotado en el año 2018, la ONU advirtió sobre el posible resurgimiento de las actividades del Estado Islámico. Se debe considerar que con la aparición de la pandemia algunos grupos terroristas pudieron no hacerse visibles lo que no significa que desaparecieran sino al contrario, estos grupos se verán fortalecidos con el contexto actual. El Estado Islámico incrementó su presencia en redes sociales a causa del retraimiento de las actividades y desde abril recrudeció sus ataques en el territorio iraquí.

Aquí se considera terrorismo a aquellos “actos de violencia cometidos contra personas inocentes o no combatientes, con la intención de obtener fines políticos a través del terror y la intimidación”[6]. En este sentido, el Estado Islámico encontró en Irak un campo susceptible para implantar el califato utilizando las vulnerabilidades causadas por la diversidad en la composición poblacional, por la inestabilidad política y por los antagonismos entre los mismos habitantes.

Con la retirada de las tropas de la coalición anti Daesh a raíz del cese de actividad terrorista percibida en la zona y el coronavirus como valor agregado, el Estado Islámico tiene mayor libertad de acción. Según un informe de Adelphi, el cambio climático funciona como un “multiplicador de amenazas”, es decir, da lugar a un contexto en el que el terrorismo puede crecer debido a dos mecanismos principales: primero, contribuye a crear un ambiente frágil que permite al grupo terrorista operar en forma más libre y, segundo, impacta en forma negativa sobre el sustento de la población local de manera que facilita el reclutamiento de personas a estos grupos[7]. La reducción abrupta del caudal de agua genera la necesidad de abastecerse de este insumo elemental en formas alternativas de manera que ante un Estado que no logra saciar la demanda, un grupo terrorista puede ocupar el vacío de poder. De la misma forma, el impacto del cambio climático sobre el suelo junto con la proliferación de las tormentas de arena dificultan la actividad económica de los sectores más precarios, elemento que los grupos terroristas usan para conseguir integrantes a cambio de solventar sus necesidades.

Estos dos mecanismos se vinculan con tres tipos de relaciones causales entre el cambio climático, terrorismo y radicalización: las “causas instigadoras” se fundan en causas profundas del terrorismo que refieren a la pobreza, desigualdades entre grupos sociales, entre otros; los “factores permisivos” refieren a elementos que facilitan los actos de violencia como los vacíos de poder de un Estado; y los “eventos precipitantes” son los desencadenantes finales del acto de violencia, por ejemplo, un desastre natura[8]. Por ende, estos mecanismos y relaciones causales aglutinan los fundamentos por los que Irak se conforma como un escenario ideal para la proliferación del terrorismo en un contexto de cambio climático. Este Estado de Medio Oriente presenta una inestabilidad política instalada junto con profundas desigualdades económicas y sociales, condiciones que se ven exacerbadas por la vulnerabilidad ocasionada por la falta de agua y la pérdida de recursos y por un Estado que no garantiza la seguridad humana de sus habitantes. Estas causas componen las condiciones propicias para que un grupo terrorista ocupe el vacío de poder, sacie necesidades y aumente sus filas. De esta forma se puede ver que la confluencia de variables que caracterizan la realidad iraquí proporciona las bases para que el Estado Islámico se asiente y busque continuar con su objetivo de establecer un califato.

Tanto el cambio climático como un grupo terrorista como el Estado Islámico no quedan restringidos a límites políticos sino que son amenazas transnacionales. Esto conlleva a que puede tener repercusiones en el ámbito doméstico e internacional, es decir, la realidad producto de los efectos ocasionados por estas amenazas puede generar migraciones masivas hacia otros países e incluso conflictos a raíz de la lucha por los recursos perdidos a causa del deterioro ambiental, por ejemplo el agua. 

Conclusiones

La República de Irak atraviesa una situación doméstica propicia para la proliferación de grupos terroristas y esto se debe, en parte, a los efectos que tiene el cambio climático en el país, lo que no solo afecta al suelo y recursos naturales como el agua sino que repercute en los habitantes. A raíz del cambio climático, se ven truncadas algunas actividades económicas, sumado a la dificultad de obtener insumos básicos como el agua. Por otro lado, la debilidad estatal no garantiza la seguridad humana de su población. En este contexto, los grupos terroristas hacen uso de la disconformidad, necesidades insatisfechas y vacíos de poder para conseguir seguidores al grupo.

Esta condición se ve reforzada con la figura del coronavirus siendo que como efecto colateral de las decisiones tomadas durante la pandemia el precio del petróleo cayó y las actividades del país junto con él. La retirada del Estado Islámico en 2018 junto con el repliegue de las tropas anti Daesh sumado a que la pandemia ocasionó que la población en general se resguarde, devino en el fortalecimiento de este grupo terrorista y el retorno a sus ataques.

En conclusión, el cambio climático junto con un Estado que no puede responder a las necesidades de la población generan las condiciones propicias para la actuación y crecimiento de grupos terroristas. Por otro lado, se da lugar a estudiar otra línea dentro consecuencias de la relación entre ambas amenazas transnacionales como es la generación de un conflicto entre países limítrofes por los recursos y las migraciones masivas en pos de mejores condiciones de vida.

 

* Investigadora en CEMOC – CARI.

 

Referencias

[1] Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores (2017), Ficha país: Irak, <http://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/IRAQ_FICHA%20PAIS.pdf>.

[2] Ibídem.

[3] Nordea Trade. Iraq: Economic and Political Overview. Nordea, <https://www.nordeatrade.com/fi/explore-new-market/iraq/economical-context>.

[4] Karasik, T. y Spezia Depretto, J. “Climate Change Is Exacerbating Iraq’s Complicated Water Politics”. ECC Platform Library, 14/08/2019, <https://www.climate-diplomacy.org/news/climate-change-exacerbating-iraq%E2%80%99s-complicated-water-politics>.

[5] Ibídem.

[6] Bartolomé, M. La Seguridad Internacional en el año 10 D.G.(después de la Guerra Fría). Buenos Aires: Instituto de Publicaciones Navales, 1999.

[7] Adelphi. Climate change will see terrorism thrive. 2016, <https://www.adelphi.de/en/publication/insurgency-terrorism-and-organised-crime-warming-climate>.

[8] Telford, A. “A climate terrorism assemblage? Exploring the politics of climate change-terrorism-radicalisation Relations”. Political Geography, volume 79, May 2020, 102150, <https://doi.org/10.1016/j.polgeo.2020.102150>.

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XXXIII CUMBRE DE LA UNIÓN AFRICANA: SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS E INTEGRACIÓN CONTINENTAL

Yoslán Silverio González*

Según las normas establecidas por la organización continental africana, a principios de año, la Unión Africana (UA) celebra su máxima reunión a nivel de Jefes de Estado y Gobierno en su sede en la capital etíope. En esta ocasión, la XXXIII Cumbre de la UA tuvo como lema principal “Silenciar las armas: crear condiciones propicias para el desarrollo de África”. Una vez más, los líderes africanos se reunieron para discutir y analizar sobre los principales retos en materia de seguridad que enfrenta el continente. En este sentido, el tema fundamental fue profundizar en la reducción y/o eliminación de los conflictos armados que aun aquejan a diferentes regiones del continente y adoptar políticas encaminadas a fortalecer el diálogo político y la mediación por parte de los organismos africanos, sin interferencias extranjeras. Las discusiones sobre las causas de los conflictos, sus consecuencias y las maneras de solucionarlos, han estado siempre dentro de la agenda de los diferentes cónclaves africanos. Este año 2020, la UA centrará todo su esfuerzo en lograr una mayor reducción de los enfrentamientos armados.

El segmento de alto nivel de la XXXIII Cumbre de la UA, desarrollado entre el 9 y el 10 de febrero de 2020, estuvo presidido por las sesiones del Comité de Representantes Permanentes – 21 y 22 de enero –, la reunión del Consejo Ejecutivo – los días 6 y 7 de febrero – que reúne a los Ministros de Relaciones Exteriores, así como debates en diferentes sesiones, donde los principales funcionarios de la Comisión y otros órganos de la UA presentaron sus respectivos informes.

Entre las cuestiones abordadas por los máximos líderes africanos destacaron la condena al llamado plan estadounidense “Acuerdo del Siglo” con respecto a Palestina. En su discurso inicial, el Presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat casi dio inicio a su intervención criticando este plan de Estados Unidos. Planteó que éste constituía una violación de múltiples resoluciones de la ONU y que desconocía los derechos del pueblo palestino. Señaló que su aplicación generaría más tensiones en la región del Medio Oriente. De igual manera, se ratificó el apoyo de la UA a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y la necesidad de trabajar en conjunto con la ONU para lograr la autodeterminación del pueblo saharaui.

Entre los problemas abordados por Moussa Faki estuvieron las afectaciones ocasionadas en varios países producto de desastres naturales: las inundaciones en Zimbabwe, Malawi y Mozambique, la plaga de la langosta en Etiopía, Uganda y Kenya —la cual comenzó a afectar a Sudán del Sur— y amenazas de hambrunas en otros países de la región del África Austral. El alto funcionario expresó su solidaridad con el pueblo chino por la pandemia del coronavirus. También hizo en repaso por los principales conflictos en la región, en particular el tema del terrorismo, sobre el cual señaló que estaba muy lejos de ser erradicado. Con respecto al conflicto libio se opuso a una solución militar de la crisis y que se debían implementar las iniciativas del Comité de Alto Nivel de la UA sobre Libia presidido por el mandatario Denis Sassou Nguesso, de acuerdo con el principio defendido por la UA de aplicar soluciones africanas a los problemas africanos, sin interferencias extranjeras.

Otros de las cuestiones abordadas en las intervenciones de los mandatarios fue el relacionado con el empoderamiento de la mujer, el logro de la paridad e igualdad de género —es decir lograr la paridad en los porcentajes de la mujer en cargos decisorios—, y su protección frente a la violencia. En este sentido, el mandatario sudafricano Cyril Ramaphosa, en su discurso de aceptación del cargo como Presidente pro témpore de la UA, planteó que el decenio 2020-2030 fuese declarado como “Década sobre la Inclusión Económica y Financiera de la Mujer Africana” e hizo un llamado a fortalecer el trabajo de la Organización Panafricana de Mujeres (PAWO, por sus siglas en inglés) que fuera creada incluso un año antes de la OUA, en 1962. Ramaphosa declaraba la necesidad de que las mujeres fuesen incorporadas a las estructuras de toma de decisión en gobiernos, parlamentos y otros sectores, obteniendo, al menos, una representación de hasta el 50%.

También se realizó por parte del Presidente de la Comisión un balance de los avances alcanzados en 2019 en el trabajo de la organización. Se siguió el proceso de reforma institucional con la restructuración y mejoría en la rendición de cuentas dentro de las estructuras de la Comisión, se avanzó en la división de funciones entre la Comisión y las Comunidades Económicas Regionales (RECs, por sus siglas en inglés), así como en la implementación del nuevo sistema de financiamiento de la UA, que busca disminuir su dependencia de los donantes extranjeros. Para el 2020 se deben seguir los pasos hacia la culminación del proceso de implementación del Área de Libre Comercio Continental (AfCFTA, por sus siglas en inglés) para lo cual es necesario seguir desarrollando las infraestructuras.

Sin embargo, quedaba pendiente la adopción del Protocolo de Libre Movimiento de Personas y Bienes. Este instrumento ha sido firmado por 33 países, pero solo cuatro Estados lo han ratificado. De igual forma, otro tema por concluir sería el relacionado con el completamiento de los cargos del Secretariado General del AfCFTA, el cual va a radicar en la capital ghanesa. En esta Cumbre se decidió nombrar como Secretario General del AfCFTA al sudafricano Wamkele Mene. El presidente de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, afirmó que el Secretariado General estaría ya en completo funcionamiento para finales de marzo del presente año para lo cual su país había contribuido con 3 millones de dólares y organizado, durante el mes de diciembre de 2019, seis reuniones diferentes sobre el AfCFTA. Están realizando todos los esfuerzos para que el Área de Libre Comercio Continental entre en funcionamiento en julio del presente año. Con vistas a ajustar la implementación de dicha zona de libre comercio, Sudáfrica acogerá una Cumbre Extraordinaria de la UA, el 1 de julio próximo.

En el plano político, Moussa Faki destacó que al concluir el año 2020 se debían de haber organizado un total de 40 procesos electorales en 31 países, sumando los realizados ya en 2019. Este es un tema importante, porque muchas veces, la celebración de los comicios constituye una de las vías por excelencia para la solución de las crisis políticas y los conflictos. Por lo tanto, la buena ejecución de los mismos y en los calendarios previstos, es una garantía para que no se produzcan o agudicen posibles crisis políticas por problemas electorales.

A pesar de la continuación de determinados conflictos en el continente, el Presidente de la Comisión indicó ciertos avances experimentados por ejemplo en Sudán. En este país, el proceso de mediación africano condujo al acuerdo que estableció las Instituciones de Transición: el Consejo Soberano y el Gobierno Civil, los cuales están en negociación con los diferentes grupos armados. Hizo un llamado a que Estados Unidos eliminara a Sudán de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Como sabemos, esta lista es realizada de manera unilateral por Washington. Con respecto a Somalia indicó los esfuerzos realizados por la Misión de la Unión Africana en este país (AMISOM, por sus siglas en inglés) en su lucha contra el terrorismo del grupo Al Shabaab. También reconoció los discretos avances en materia de reconciliación dentro de Sudán del Sur desarrollados sobre todo por la IGAD en la formación de un gobierno de Unidad Nacional, aunque todavía quedaba mucho por hacer. Sudáfrica, en el marco del tema que la UA priorizará durante este 2020, dará prioridad a las acciones en torno a la gestión de los conflictos de Sudán del Sur y Libia. Con este propósito, en la ciudad de Johannesburgo se celebrará una Cumbre Extraordinaria, en el mes de mayo, para perfilar la hoja de ruta a seguir en torno a los diferendos africanos más críticos.

De todas maneras, persisten los conflictos armados de diferentes características y alcance dentro de África, cuyas consecuencias humanitarias todavía no logran ser mitigadas. Moussa Faki, en otra parte de su discurso, detalló como parte de las tensiones que se generan en determinados escenarios políticos en África las disputas pre y postelectorales, los conflictos intercomunitarios, el deterioro de las condiciones climáticas y los trastornos en los sistemas de economía tradicional, lo cual incrementa la competencia por el acceso a recursos vitales para dichas comunidades. Incluso hizo referencia a las disputas entre Estados africanos, al menos en el plano político-diplomático. La combinación de todos estos factores, junto a su manipulación por parte de algunas élites con fines políticos —planteó Moussa Faki— crean las condiciones para el aumento de la violencia.

En el 2013, la UA había adoptado un Plan de Acción con el propósito de terminar con los conflictos armados en el 2020, impulsando su propia agenda de seguridad. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, este objetivo no pudo ser cumplido y dadas las condiciones existentes en los países afectados por estos conflictos, es poco probable que se logre su completa eliminación en el corto plazo. Sin embargo, persiste la voluntad política en avanzar, en todo lo que se pueda, para alcanzar este objetivo. Al respecto, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (UNECA), la camerunesa Vera Songwe planteó en su intervención, que el número de países africanos con conflictos armados, en alguna parte de su territorio, se había triplicado en los últimos 15 años, desde 2005.

Esta afirmación la realizó al citar datos del Instituto de Investigaciones para la Paz de Oslo. Según este centro, en 2005, seis países africanos tenían conflictos activos y siete conflictos armados. Para el 2019, según este mismo informe, 17 países africanos tenían un conflicto armado, por lo tanto, la situación había transitado para peor. La UA al respecto afirma que se ha producido una reducción en el número de los conflictos en la última década, en comparación con períodos anteriores, mientras existen solo unos pocos que ya llevan más de 30 años, Somalia, y el este de la República Democrática del Congo (RDC), desde 1996, que son de larga data. Según directivos de la UA, el número de conflictos activos en África asciende a la cifra de 14.

Una valoración objetiva de la situación de los conflictos en África —que sigue siendo una realidad— no puede sustentarse solo en números redondos, puesto que las situaciones en las que se dan estos conflictos son muy variadas. Primero habría que preguntarse cuáles serían los presupuestos para definir un conflicto armado, una guerra civil, acciones terroristas o enfrentamientos intercomunitarios. Por lo tanto, se está en presencia de un proceso mucho más complejo que habría que analizar caso por caso. Por solo citar dos ejemplos, en 2005, Sudán todavía no se había dividido en dos países y en Côte d´ Ivoire había una guerra civil (2002-2007) que ya concluyó. Por lo tanto, mientras en unos países se activaban los conflictos armados en otros concluían. También, una parte de ese supuesto incremento —indicado por el dicho Instituto en Oslo — tiene que ver con el terrorismo que comenzó a tomar fuerza en el Sahel occidental a partir de 2007 y 2014, en países como Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad y Camerún, con acciones muy puntuales y concentrando sus ataques en las zonas rurales y más apartadas. De todas maneras, a pesar del aumento del terrorismo, no es un fenómeno que se haya comportado por igual en todos los países ni que se haya generalizado en el continente.

Por otra parte, se han mantenido los mismos conflictos armados —estructuralmente más complejos y de mayores dimensiones— en Somalia, en la República Centroafricana, en el este de la RDC, Sudán y desde 2013, en Sudán del Sur. Si hacemos un análisis con una perspectiva histórica mucho mayor, tendríamos que se ha producido una reducción drástica de la cantidad de conflictos desde la década de 1990 hasta la actualidad. También se han eliminado prácticamente los golpes de Estado: en 2019 solo hubo una sola acción militar que derrocó a Omar al Bashir en Sudán.  Mientras, la tendencia ha sido al surgimiento de crisis políticas coyunturales que han sido oportunamente abordadas y solucionadas. En estos resultados, han desempeñado un rol decisivo, los mecanismos de integración subregionales y de la UA, en cuanto a los procesos de mediación y al envío de misiones de observación durante el desarrollo de los comicios. Aun así, mientras exista un solo conflicto en el continente, la UA seguirá adoptando todas las medidas políticas pertinentes para lograr su erradicación, por lo que silenciar las armas en África estará dentro de las principales prioridades de los líderes africanos.

Un momento significativo dentro de la Cumbre fue la elección del nuevo Presidente de turno de la UA. Las riendas de la organización pasaron por segunda vez —la primera fue en 2002 cuando se creara la UA— a manos de Sudáfrica, como ya se indicó. El presidente egipcio Abdel Fattah el Sisi entregó el liderazgo continental al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa. Sudáfrica también asumió la dirección del Mecanismo Africano de Evaluación Periódica (African Peer Review Mechanism, APRM) hasta el 2022 e hizo un llamado a que el resto de los países africanos ratificasen este mecanismo donde hay solo 40 Estados africanos. El mandatario ruandés, Paul Kagame fue electo presidente de la Agencia para el Desarrollo de la UA —Nueva Asociación para el Desarrollo de África (African Union Development Agency— New Partnership for Africa’s Development, AUDA-NEPAD), aprovechando su experiencia al frente de varios procesos políticos dentro de la organización, entre ellos, haber dirigido el relacionado con la reforma institucional.

Sudáfrica también será la sede de dos Cumbres extraordinarias: una en el mes de mayo para debatir el tema del año —sobre cómo silenciar las armas en el continente— y la 13 Cumbre Extraordinaria del AfCFTA a desarrollarse el 1ro de julio. Como parte del proceso de reforma institucional la Cumbre ordinaria de medio año que celebraba la UA fue eliminada, por lo que el resto de las que se convoquen tendrán carácter extraordinario y se pueden hacer en cualquier fecha que se decida. Bajo la presidencia de Sudáfrica, la UA seguirá apostando por el multilateralismo y el fortalecimiento de las relaciones con la ONU. En la arena internacional, uno de sus retos mayores será seguir presionando por lograr una reforma dentro del Consejo de Seguridad de la ONU y alcanzar una mayor representatividad africana dentro del Consejo e incluso alanzar derecho al veto. También los líderes africanos plantearon sus esfuerzos por hacer cumplir el Acuerdo de París sobre Cambio Climático y trabajar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Con este fin, también acompañan a Sudáfrica como parte de la Troica de la UA, Egipto como presidente saliente y la República Democrática del Congo, al ocupar la Vicepresidencia de la UA. Esto indica que la Presidencia de la UA en 2021 pasará a ser ejercida por Félix Tshisekedi, presidente de la RDC. El actual mandato de la Comisión concluye en este 2020, por lo que el 2021 será además un año de elección o ratificación de los principales cargos que conducirán el trabajo diario de la UA en la próxima etapa.

Las Cumbres de la UA constituyen un momento importante para evaluar el trabajo de la organización y plantearse nuevos objetivos. En este foro se seleccionan o ratifican los principales cargos, se adopta el presupuesto para el año en curso y se establecen las líneas de trabajo y los objetivos a cumplir hasta el próximo período. Las cumbres también se confirman como el foro de concertación política más importante del continente y un momento crucial para la coordinación de las agendas y la valoración de los avances realizados en temas cruciales para el continente. Uno de estos temas neurálgicos, además de la eliminación de los conflictos, será el fortalecimiento del proceso de integración económica a nivel continental, manteniendo el principio de african solutions to african problems.

 

Bibliografía consultada

“AfCFTA Secretariat Will Be Operational By 31st March” – President Akufo-Addo Assures AU.  9 February 2020. Disponible en: http://presidency.gov.gh/index.php/briefing-room/news-style-2/1493-afcfta-secretariat-will-be-operational-by-31st-march-president-akufo-addo-assures-au?fbclid=IwAR2okeuxlWdAfT0x8ZP9H92YLWdrGrxV6E4r7xwKVfJyp50d7nJnojZjxeQ

Acceptance Statement by South African President H.E. Cyril Ramaphosa on assuming the Chair of the African Union for 2020. February 09, 2020. Disponible en: https://au.int/en/speeches/20200209/acceptance-statement-south-african-president-he-cyril-ramaphosa-assuming-chair

Arranca en Addis Abebala 33ª Cumbre ordinaria de la UA con presencia del Presidente saharaui. Addis Abeba, febrero 09, 2020. Disponible en: https://www.ecsaharaui.com/2020/02/arranca-en-addis-abebala-33-cumbre.html

AU leaders reject US Middle East Peace plan during Summit. 10/02/2020. Disponible en: http://www.rfi.fr/en/international/palestine-israel-african-union-au-leaders-reject-us-middleast-peace-plan-during-summit

President Ramaphosa assumes chairmanship of African Union monitoring agency. South Africa, 9 February 2020. Disponible en: https://www.iol.co.za/news/south-africa/president-ramaphosa-assumes-chairmanship-of-african-union-monitoring-agency-42378874

President Ramaphosa officially assumes chair of AU for 2020. Disponible en: https://ewn.co.za/2020/02/09/president-ramaphosa-officially-assumes-chair-of-au-for-2020

Sabiiti, Daniel. AU Elects Kagame to Drive Africa 2063 Agenda. February 09, 2020. Disponible en: https://www.ktpress.rw/2020/02/au-elects-kagame-to-drive-africa-2063-agenda/

Statement of H.E. Moussa Faki Mahamat, Chairperson of the African Union Commission at the 33rd Ordinary Session of the Assembly. February 10, 2020. Disponible en: https://au.int/en/speeches/20200210/statement-he-moussa-faki-mahamat-chairperson-african-union-commission-33rd

* Jefe Grupo de África y Medio Oriente. Centro de Investigaciones de Política Internacional. Cuba.

CAOS EN SIRIA: DESACUERDOS INTERNACIONALES Y EL AVANCE DEL CALIFATO

Isabel Stanganellli*

 

Introducción

A pesar de haber transitado su “primavera árabe” en 2011, en 2013 el presidente sirio Bashar al Assad mantenía un firme control sobre Damasco y gran parte del país, aunque los rebeldes ya habían logrado dominar varias regiones del territorio sirio[1].

Sin embargo en abril 2015 diversos grupos de derechos humanos calculaban que el conflicto ha resultado en la muerte de más de 220.000 personas y millones de refugiados.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Gutiérrez, advirtió ya en 2013 que en caso de una guerra civil en Siria sería imposible contener las consecuencias humanas, políticas y de seguridad. La organización no gubernamental británica Save the Children indicó que cada vez más menores estaban siendo reclutados por los dos principales grupos combatientes y UNICEF anunció que casi 2 millones de menores de 18 años enfrentaban una situación de extrema pobreza, que casi 800.000 menores de 14 años no tenían hogar y más de 500.000 niños habían dejado Siria debido a la violencia[2].

La posibilidad de una intervención externa que lograra finalmente derrocar a al Assad podía llevar al caos por lo que era una decisión de alto riesgo que Occidente no deseaba tomar, dados los resultados de las restantes revoluciones en el mundo árabe en 2011. En Siria, la oposición podía enfrentarse entre sí, pues abarcaba un gran espectro que incluía a algunos grupos radicalizados y si esta situación ocurría, podía tener consecuencias regionales que cambiaran el panorama estratégico. Además podían dar lugar a la distribución de armas químicas a países vecinos o a ataques con las mismas[3]. Otra posibilidad era la de que Siria se desintegrara en numerosos Estados[4].

El presidente sirio al Assad sostenía que entre los rebeldes predominaban los jihadistas y que estaban relacionados con al-Qaeda.

En septiembre 2013 Vladimir Putin lanzó una iniciativa sobre Siria para evitar un ataque militar estadounidense y al mismo tiempo eliminar la amenaza de las armas químicas de Siria. La adopción de tal iniciativa fue considerada un éxito rotundo de Putin e hizo que se evaluara otorgarle el premio Nobel de la Paz ese año.

La iniciativa también ofrecía al presidente Obama la posibilidad de evitar acciones militares que la mayoría de los estadounidenses no aprobaban —así como Rusia, China y otros Estados—[5].

Tanto la ONU como la Unión Europea y el Vaticano respaldaron la búsqueda de una solución política en Siria. Bashar al Assad anunció que pondría las armas químicas de su país bajo control internacional y que remitiría a la ONU la documentación necesaria para preparar un acuerdo sobre dichas armas[6]. El gobierno de Bashar al Assad aceptó destruir este arsenal como parte de un acuerdo con Estados Unidos y Rusia.

La situación parecía estar bajo control.

El año 2014 cambió toda la situación estratégica

1.- La destitución del presidente ucraniano Viktor Yanukovich en Ucrania, el plebiscito en Crimea en marzo —considerado ilegal por la UE y EEUU— y la posterior incorporación de la península a la Federación de Rusia hizo que la OTAN suspendiera en marzo sus relaciones militares con Rusia. Como consecuencia fue suspendida la primera operación conjunta OTAN-Rusia, una misión de escolta naval rusa para el buque estadounidense Cape Ray, usado para recibir y eliminar con seguridad las armas químicas de Siria. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen confirmó que “Rusia no participará en el acompañamiento de la nave estadounidense”[7]. Aun así, a fines de ese mes el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró que confiaba en que la crisis de Crimea no dañaría la cooperación con Rusia en los esfuerzos internacionales para destruir las armas químicas de Siria.

A mediados de marzo 2014 Kerry confirmó que aproximadamente la mitad del arsenal de armas químicas de Siria ya había sido entregada o destruida dentro del país. “Eso es significativo, pero es importante que eliminemos todas las armas (químicas)”, dijo[8].

2.- Se produjo la separación irreconciliable de los grupos relacionados con al Qaeda, especialmente Jabhat al-Nusra, de los que conformaban el ISIL. Si bien ambos son sunnitas, sus objetivos difieren radicalmente. Y el primer escenario de este conflicto dentro del conflicto fue Siria, pronto ampliado al norte de Iraq.

3.- Desde febrero 2014 se estaban aplicando sanciones internacionales contra Moscú, —antes del plebiscito en Crimea— dirigidas por EEUU y pronto emuladas por la UE y otros Estados como Noruega y Japón, mientras algunos altos funcionarios de EEUU dudaban si la cuestión de Crimea justificaba el deterioro de las relaciones con Moscú y al mismo tiempo perjudicaba los intereses geopolíticos a mediano plazo de Washington.

La diplomacia rusa sirvió enormemente a los intereses de Washington en esta crisis de Medio Oriente. Sin la oportuna intervención de Rusia, Bashar al Assad nunca habría accedido a renunciar a su arsenal de armas químicas. El Kremlin apoya al actual gobierno sirio, entendiendo que la alternativa sería una guerra civil que podía conducir a una victoria de jihadistas[9].

4.- Occidente redobló sus esfuerzos para deponer a al Assad. En mayo 2014 Rusia calificó de «destructivos» a los países occidentales y árabes que acordaron aumentar el apoyo a los opositores de Bashar al Assad. El Viceministro de relaciones exteriores, Mikhail Bogdanov, respondió que «A diferencia de algunos de nuestros socios occidentales, trabajamos con todas las partes sirias, no apoyando a una contra la otra. (…) Para nosotros, el enfoque de Londres es destructivo”[10].

En julio 2014, Rusia elogió a al Assad en su lucha contra los terroristas a los que ambos consideraban agentes extranjeros trabajando para derrocar al gobierno legítimo. Como se divulgó en diversos medios que la campaña de al Assad era una guerra sectaria contra los musulmanes sunitas, los medios rusos indicaron que era la oposición, no el régimen, quien estaba llevando a cabo una guerra sectaria.[11]

5.- En junio, el embajador de Rusia ante la ONU, Ambal Vitaly Churkin, dijo que con los avances del grupo Estado Islámico en Iraq y el Levante (ISIL) había brotado un estado terrorista que se extendía desde la segunda ciudad de Siria, Alepo, hasta la capital de Iraq, Bagdad.

Efectivamente, a fines de junio el ISIL declaró un califato islámico (sunnita) constituido por territorios de Iraq y Siria, donde impuso la sharia. El objetivo declarado del ISIL es el establecimiento de un califato que respete los límites máximos del califato abásida durante el gobierno de Harum al-Rashid (786-809)

Un mes más tarde y basado en un borrador de declaración redactado por Rusia, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó por unanimidad cualquier venta de petróleo de Siria o Iraq por parte de grupos terroristas apuntando específicamente a dos ya sujetos a sanciones de la ONU: Jabhat al-Nusra, asociado a al Qaeda y uno de los más poderosos grupos de rebeldes en Siria, y el ISIL, que se había apoderado de una amplia franja de territorio en Siria Oriental unificándola con Iraq occidental y pasó a denominarla Estado Islámico (EI)[12].

[13]

Ambos grupos se habían apropiado de yacimientos petroleros y oleoductos en Siria e Iraq que podían generar ingresos económicos que facilitarían sus esfuerzos de reclutamiento y su capacidad operativa para organizar y llevar a cabo ataques terroristas. El primer borrador de la resolución sólo mencionaba los yacimientos de petróleo en Siria, pero se añadieron los de Iraq durante las negociaciones sobre el texto final.

Armas para Siria

Aunque los ciudadanos estaban convencidos que Washington no estaba colaborando con armas para los rebeldes, después se supo que desde abril 2013 la CIA sí lo estaba haciendo[14].

Ya en marzo 2013 el Reino Unido y Francia habían solicitado levantar el embargo de armas impuesto a Siria para permitir a Europa ofrecer armas a los grupos rebeldes que se oponían a al Assad, aún corriendo el riesgo de militarizar el conflicto.

Junto a la iniciativa europea, un mes más tarde EEUU aportó $ 500 millones de dólares para las facciones opuestas a Bashar al Assad para “entrenar y equipar a la oposición armada de Siria para defender el pueblo sirio, estabilizar las zonas bajo control de la oposición, facilitar la prestación de los servicios esenciales, contrarrestar las amenazas terroristas y promover las condiciones para una solución negociada”, dijo en un comunicado la Casa Blanca[15].

Sergei Lavrov confirmó a mediados de abril 2015 que Rusia está armando a Iraq y Siria para ayudarlos a combatir el EI, considerando a ese grupo radicalizado la principal amenaza contra la seguridad de su propio país. Rusia ha criticado los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos contra posiciones del Estado Islámico en Siria e Iraq sin la anuencia del presidente y alentó a Washington a trabajar con al Assad. «Estamos ayudando más que ningún otro Estado a Iraq y Siria, al proveer armas a sus ejércitos y fuerzas de seguridad «, dijo Lavrov[16].

Un alto funcionario del Pentágono dijo que los ataques aéreos de Estados Unidos contra el ISIL solo lograron interrumpir parcialmente su avance. William Mayville Jr, director de comunicaciones del estado mayor conjunto de EEUU, advirtió que “Es poco probable que estos ataques afecten las capacidades globales de ISIL o sus operaciones en otras zonas de Iraq y Siria”[17].

Según Obama, los ataques aéreos de Estados Unidos podrían continuar durante meses, pero Georgy Mirsky, investigador en el Instituto de economía mundial y relaciones internacionales de Moscú señaló que el islamismo radical es una amenaza para Rusia y también para Occidente y requiere tareas conjuntas. Esto es más difícil pues la situación entre Rusia, Estados Unidos y Occidente en general se deterioró aún más con los dichos y pedido de asilo político del ex contratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden.

A mediados de agosto el senador John McCain, conocido por sus posturas aguerridas, pidió ataques en contra de ISIL en Siria. Irónicamente, en 2012 McCain pidió que Estados Unidos lanzara un ataque contra el gobierno de al Assad que estaba luchado contra lo que actualmente es el ISIL.

El necesario acuerdo no llega

En la Conferencia de la OTAN en Gales en septiembre 2014, los líderes de la Alianza reconocieron que necesitaban ayuda rusa para superar el extremismo islámico en Siria e Iraq. Mientras los líderes norteamericanos han buscado apoyo para sus objetivos en Siria e Iraq, pasando por alto a Rusia, aliado clave con el que numerosos Estados árabes tienen estrechas relaciones[18].

Los conflictos del Medio Oriente entraron en una nueva era el 24 de septiembre de 2014 cuando Estados Unidos, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Bahrein y Qatar iniciaron ataques aéreos en Siria contra el ISIL y el frente al-Nusra (el ala sirio de al-Qaida).

Rusia ha cuestionado la legalidad de la participación de Estados Unidos en Siria, pero hasta Teherán desde hace varios meses había mostrado disposición a trabajar con EEUU y Occidente. El presidente iraní Hassan Rouhani se reunió con su par ruso a principios de septiembre con el objetivo de mejorar vínculos bilaterales, que incluyen mayor apoyo para Siria.

A pesar de la crisis, las desinteligencias continúan

Mientras nos acercamos a fines de 2014, Rusia, junto con Irán e Iraq, han buscado rehabilitar la imagen de Bashar al Assad. En cambio Estados Unidos ha afirmado categóricamente que busca su destitución. Esta posición tan radical es insostenible y afecta los intereses estadounidenses de derrotar al Estado Islámico y sus afiliados[19].

Ante las atrocidades atribuidas al Estado Islámico podríamos preguntarnos si los analistas en Washington evaluaron que tal vez, el presidente Vladimir Putin tenía razón sobre Siria. Por supuesto, dada la actual situación internacional, tal reconocimiento es improbable. Desde el comienzo la lógica rusa respecto de Siria ha sido más sólida que la estadounidense. La lógica estadounidense para Siria fue empañada por la visión que Estados Unidos tiene de sí mismo y que puede sostener debido a su enorme potencia militar y a la influencia que ejerce sobre numerosas potencias y Organizaciones aliadas. Desde su posición, Estados Unidos podría fácilmente destituir a al Assad. Rusia, por el contrario ha experimentado caos y humillación tras los cambios de régimen hasta en su propio territorio.

Rusia ha sostenido que al Assad no podía simplemente renunciar o ser depuesto mientras la guerra civil hacía estragos en el país, porque había una clara posibilidad de que alguien aún peor aprovechara el caos y rápidamente llenara ese vacío. Rusia sostuvo que tenía más sentido tratar con actores estatales, como al Assad, que son más previsibles que los actores no estatales. Y fueron los rusos quienes, desde el principio, advirtieron sobre diversos grupos rebeldes en Siria, señalando que algunos eran extremistas o tenían vínculos con organizaciones extremistas en la región.

Las recientes victorias militares del Estado Islámico han avalado la lectura de Rusia[20].

Pero la posición de EEUU tiene seguidores. La visita del presidente ruso a Turquía a fines de noviembre 2014 fue fructífera, pero se mantuvieron importantes diferencias sobre Siria. El presidente turco, Tayyip Erdogan, se opone al respaldo de Rusia a Bashar al Assad[21]. De hecho ya en junio la propuesta de Australia, Luxemburgo y Jordania de permitir el ingreso de ayuda humanitaria a Siria a través de Turquía, Iraq y Jordania había sido rechazada por Estambul[22].

Unidos por una profunda hostilidad hacia los islamistas, el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi —cuyas relaciones con EEUU son cada vez restringidas— y su par de Rusia fortalecieron su compromiso a luchar contra la amenaza del terrorismo.

En marzo de 2015 la relación del Medio Oriente sunnita con Rusia se redujo notablemente. Contribuyeron con ello por una parte la visita del presidente ucraniano Petro Poroshenko a Abu Dhabi —considerada un desaire para Rusia— y el ascenso del rey saudí Salman al trono y por otra la visita del Secretario de Consejo de seguridad ruso, Nikolai Patrushev, a Egipto y los Emiratos Árabes —muy críticos sobre cualquier acuerdo nuclear de Rusia con Irán— para discutir la situación en Libia y los avances en la relación con Irán y Siria molestaron a Washington.

La República Islámica busca apuntalar su posición en el Levante y Yemen. Moscú tendrá a Irán como un aliado en su apoyo a al Assad mientras los Estados árabes del Golfo continuarán culpando a Moscú de apoyar a los chiítas contra los sunitas[23].

Fracaso de propuestas de paz en 2015

La ronda de conversaciones sobre el conflicto de Siria realizada con el gobierno de Damasco en Moscú, que terminó el 29 de enero de 2015, fue rechazada por la oposición política en Siria y por no incluir a los principales grupos insurgentes en el país, esperaba que una nueva ronda en abril 2015 aportara soluciones[24].

La nueva ronda celebrada entre el 6 y el 10 de abril 2015 para poner fin al conflicto en Siria y centrarse en cuestiones humanitarias resultó boicoteada por Coalición Nacional Siria, la pro occidental y con sede en Estambul, que anunció que participaría en ellas sólo si las conversaciones conducían a la renuncia de al Assad[25].

El ministro de relaciones exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que la ausencia de este grupo de la oposición no debía sobrevaluarse.

A pesar que Rusia advirtió que luchar contra el terrorismo en Siria debía ser prioritario y del pedido a la oposición de colaborar con al Assad a tal fin, esta reunión también fracasó. Las delegaciones acordaron en la necesidad de luchar contra el terrorismo y poner fin a la intervención extranjera pero discreparon sobre exactamente qué significaba esta conclusión[26].

Conclusiones

El teórico militar del siglo XIX Carl von Clausewitz dio una definición clásica de guerra como la «continuación de la política por otros medios». Teniendo en cuenta la estrategia de Occidente durante varias crisis en los últimos años, parece que los líderes estadounidenses y europeos han revisado radicalmente esa idea y ven a la guerra no tanto como una continuación de la política sino como una alternativa a ella. La más reciente confirmación de esta observación son los bombardeos de Washington contra el Estado Islámico, iniciados en septiembre 2014 -junto con el Reino Unido y posiblemente Francia- en una campaña que podría durar varios años. Por cierto, los bombardeos no resolverán la cuestión del extremismo islámico en Siria e Iraq como no lo lograron en Libia o Afganistán.

La campaña de bombardeos inevitablemente seguirá alimentando al mismo extremismo islámico que Occidente está intentando eliminar.

Dada su proximidad y mayor conocimiento, la comunidad mundial no puede lograr una solución duradera al extremismo en Medio Oriente sin la participación de Siria, Irán y Rusia. Parece que la única solución viable es la de formar la coalición lo más amplia posible para aislar a los extremistas y dar paso a grupos moderados tanto sunnitas como chiítas, tanto en Siria como en otros escenarios conflictivos en Medio Oriente.

* Profesora de Geografía de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Magister en Relaciones Internacionales graduada en la UNLP. Doctora en Geografía, UNLP. Secretaria académica del CEID.

NOTA: Ponencia oficial del XXVII Simposio Electrónico Internacional “Medio Oriente y Norte de África: problemáticas actuales en un escenario cambiante”, organizado por el Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo (CEID), mayo de 2015.

 

Referencias 

[1] Para más información véase Stanganelli, Isabel. “Repercusiones regionales e internacionales de la primavera árabe: Siria y la cuestión de las armas químicas”. En XXV Simposio Electrónico Internacional, CEID, Buenos Aires, mayo 2013.

[2] Jonathan Marcus. “Siria: dos años de un conflicto que no parece tener salida”. BBC Mundo, 16/3/13 http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/03/130315_siria_aniversario_dos_anios_conflicto_men.shtml

[3] Bob Rigg. “West faces chemical fait accompli in Syria”. En Asia Times, abril 11 de 2013, http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MID-02-110413.html

[4] Rusia tiene presencia en el mar Mediterráneo oriental con el puerto Tartus, en Siria.

[5] Rosenberg, Steven. “Siria: Rusia un paso adelante de EE.UU.”. En BBC Mundo, sept. 12 de 2013. Disponible en http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/09/130912_siria_rusia_diplomacia_am Sitio visitado abr. 25, 2015

[6] Siria declaró ante la ONU poseer 1.300 toneladas de armas químicas.

[7] “NATO Suspends Military Relations With Russia”. En The Moscow Times, mar. 07, 2014. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/495758.html? V. mar.10, 2014.

[8] “Kerry Hopes Crimea Won’t Hit Russian Cooperation on Syrian Weapons”. En Reuters, mar. 25, 2014. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/496724.html? V. mar 26, 2014

[9] Lozansky, Edward.  “7 Reasons Obama Should Forget About Crimea”. En TMT, abr. 01, 2014. http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/497152.html? V. abr 3, 2014.

[10] “Russia Criticizes Western Support for Syrian Opposition”. En Reuters, may. 16, 2014. En http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/500222.html? V. may 20, 2014.

[11] Miller, James. “Putin Practiced His Ukraine Strategy in Syria”. En TMT, jul. 16, 2014. En http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/503581.html? V. jul 18, 2014-

[12] “UN Adopts Russian Statement Condemning Terrorist Oil Sales”. En The Associated Press, jul. 28, 2014.  http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/504207.html? V. jul. 30, 2014.

[13] diarioelprisma.es Sitio visitado el 25 de abril de 2015.

[14] Jared Metzker. “Cold War lessons applied to Syria”. En Asia Times, 24/4/13. http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MID-02-240413.html

[15] Dolgov, Anna “White House Wants $1 Billion War Funding to Help ‘Friends’ Like Ukraine”. En TMT, jun. 27, 2014. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/502609.html? V. jun 30, 2014.

[16] “Russia Arming Iraq and Syria to Fight Islamic State, Lavrov Says”. En Reuters, abr. 22, 2015. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/519573.html? V. abr. 24, 2015

[17] Nechepurenko, Ivan «Can Radical Islamists Drive Russia and the West Back to Each Other?”. En TMT, ag. 12, 2014. En http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/505021.html? V. ag. 15, 2014.

[18] Petro, Nicolai N. “Russia and NATO Should Be Allies, Not Enemies”. En TMT, sep. 29, 2014. http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/508063.html? V. sep. 30, 2014.

[19] Karasik, Theodore y Galustian, Richard. “Middle East Threat Must Unite Russia and U.S.” En TMT, oct. 07, 2014. http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/508581.html? V. oct. 9, 2014.

[20] Antonova, Natalia. “Russia Is Right About Syria”. En TMT, oct. 12, 2014. http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/509291.html? V. oct. 13, 2014.

[21] “Putin Heads to Ankara to Deepen Energy Ties With Turkey”. En Reuters, nov. 30, 2014. http://www.themoscowtimes.com/top_stories/article/newsletter/512052.html? V dic. 3, 2014.

[22] “Australia´s UN Envoy Criticizes Russian Plans to Boost Syria Aid”. En Reuters, jun. 20, 2014. En http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/502232.html V. jun. 22, 2014.

[23] Karasik, Theodore. “Middle East Is Keeping a Cautious Eye on Russia”. En TMT, mar. 23, 2015. http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/newsletter/517897.html V. mar 24, 2015.

[24] “Putin and Egypt’s Sisi Reaffirm Commitment to Fighting Terrorism”. En Reuters, feb. 11, 2015. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/515734.html? V. feb. 12, 2014.

[25] “Expectations Low After First Day of Russia-Hosted Syria Talks”. En Reuters, abr. 06, 2015. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/518680.html? V. abr 8, 2015.

[26] “No Hope for Peace as Syria Talks End in Moscow”. En Reuters, abr. 10, 2015. http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/518919.html? V abr. 11, 2015.