Archivo de la categoría: España

EL BARCO A LA DERIVA

F. Javier Blasco*

Aún recuerdo perfectamente, porque me impresionó mucho, que siendo un joven estudiante de bachillerato, vi una película de 1959, titulada “Misterio en el barco perdido”; trataba de las desventuras de un gran buque carguero a la deriva en mitad del Canal de la Mancha, fustigado constantemente por una grandísima borrasca con vientos huracanados y olas de varios metros que le zarandeaban a su capricho, poniéndolo en peligro y con graves problemas a su supervivencia.

En el buque, que se dedicaba encubrir cierto contrabando de armas, debido a una serie de incendios provocados a bordo por cierto tipo de sublevaciones o motines para hundirlo por los efectos del abandono en medio de la borrasca, tan solo quedaba una persona viva, dada previamente por muerta y un cadáver enterrado en la carbonera de la sala de calderas. El vivo, una vez despierto y consciente de la situación de soledad y peligro, luchaba con todo su empeño por combatir contra las inclemencias del tiempo, poner en marcha las calderas para darle presión a los motores de las máquinas y evitar que zozobrara contra unos acantilados que sabía estaban próximos y hacia los que se encaminaba por los efectos de las graves corrientes y la fuerte marea.

Posiblemente, aquella película, a pesar de ser rodada con un elenco de muy buenos y famosos actores, tuviera algunos detractores, no muy buenos efectos especiales, problemas de realización o de otro tipo porque, casualmente, no la he vuelto a ver en las carteleras ni repuesta en las cadenas de televisión, esas que reiteradamente nos traen a la memoria tantas viejas buenas o menos buenas joyas.

En cualquier caso, aquella película me gustó mucho; de lo contrario, no mantendría con total nitidez el gran impacto que me produjo hace algo más de cincuenta años. No recordaría, el efecto que deja en la mente un gran barco a la deriva; abandonado por su tripulación; sin capitán que le dirija o dé las órdenes oportunas para que aquella enorme masa de hierro, entonces quejumbrosa y llena de ruidos extraños en sus dolidas vigas y cuadernas, se pusiera de nuevo en marcha, generara luz y la necesaria energía para que las máquinas y sus potentes bielas de potencia lanzaran fuera el encuadre de la gran zozobra y el pánico que aquellas escenas mostraban con crudeza y proporcionar la posibilidad de meter la nave en el rumbo y la ruta adecuada para salvarla de aquellos peligrosos escollos de los que se sabía de su existencia.

Pues bien, la película acaba bien, como casi todas las de la época; un pequeño remolcador se acerca a la nave, no sin grandes y graves peripecias y con la ayuda de aquel valiente y aparentemente único superviviente en el barco en cuestión, se arregla el desaguisado, se ponen las maquinas en marcha y se salva la nave en el último momento antes de una más que segura y nefasta colisión y con ello, finalmente, se descubrió toda la trama que se pretendía ocultar.

He tenido el atrevimiento de contarles la sinopsis de una película de suspense y acción porque cada día que pasa, tengo una mayor sensación de que España es hoy en día, una gran nave a la deriva; con un gobierno que, como aquel capitán y su equipo de oficiales y tripulación, decidieron abandonar el barco en plena tormenta para ocultar sus problemas (se han ido de largas y lujosas vacaciones en medio de la segunda oleada de la pandemia, a las puertas de la vuelta al colegio, con la economía destrozada, en un país en bancarrota, sin arreglar ni regular nada y dejando que los muchos y variados problemas ya existentes o por llegar crecieran); que se queda a solas, sin mando, a oscuras y al albur de los vientos, las grandes olas y las fuertes mareas que la dirigirán de cabeza a unos teóricos acantilados que serán, sin duda, a su desaparición dada por bastante cierta. Donde alguien queda a bordo —la población en este caso— que solo y sin ayuda de nadie (la oposición), trata de poner algo de luz en las ideas, comprueba las cartas de navegación, piensa en lo que se necesita, se remanga y se pone a la faena para darle presión y potencia al sistema sin importarle los problemas que oculta y los cadáveres que aparecen bajo el carbón en la carbonera.

Aunque ya venía de largo, desde marzo, España ha entrado en una mayor espiral de zozobra y de mal fario; nada ni adrede podía salir peor de lo que ha sucedido; en muchos casos por falta de previsión, en otros por indolencia y en casi todos ellos debido a la poca o mala calidad y preparación intelectual del personal al mando. Su capacitación e interés son tan pobres o inexistentes, que han ido dejando pasar el tiempo sin adelantarse a las necesidades; despreciaron o se escondieron ante la crudeza de las lecciones aprendidas; perdieron la oportunidad de adaptar la añeja legislación existente a las nuevas necesidades y de cubrir las más que conocidas necesidades de material y personal cualificado, en cantidad suficiente para evitar volver a pasar por situaciones vergonzosas de tener que reconocer la falta de lo necesario y suficiente, tras haber anunciado y garantizado a bombo y platillo, como suele ser su costumbre, que se disponía de lo necesario para hacer frente a cualquier tipo de rebrote o potente oleada que pudiera despuntar (existencias de Remdesivir).

Meses y meses llenos de mentiras, engaños y de propaganda zafia y barata que abochorna a cualquiera dentro y fuera de España menos a ellos mismos a tenor de los auto aplausos que rastreramente se conceden o de una pléyade de palmeros y estómagos agradecidos que pululan en su entorno en busca de un premio, un sueldo o un puesto en la administración que garantice la solución a sus problemas económicos a perpetuidad aunque el susodicho o susodicha, no tengan ni los méritos ni la preparación que para aquellos se precisa y se deban demostrar.

Un mundo donde la llamada nueva política y su forma de actuar, ha dado paso al menosprecio del existente funcionario, aquel que suele estar preparado y capaz de cubrir todo tipo de necesidades porque jamás se ha visto un número tan grande de sobradamente bien pagados asesores que cada uno de estos desenfrenados parásitos dedicados a la política necesita para poder seguir engañando a un público, que por otra parte, parece bien dispuesto a dejarse engañar.

Somos los que más récords negativos hemos logrado acaparar; doblamos y hasta triplicamos a los demás pares con los que nos podamos comparar; a todo se llega tarde y mal; no se ha parado de anunciar diversos tipos de ayudas económicas e incentivos al necesitado ciudadano y a los diversos sectores que pasan por problemas y su posible recuperación no es cosa de días, sino de varios meses o quizá más. Ayudas e incentivos, que tardan mucho en llegar y que a veces se quedan en nada o en la mitad de la mitad.

Iniciativas, anunciadas como novedosas y muy dadivosas sin contar con el respaldo suficiente y real. Para hacer frente a su pago se necesitarán cantidades multimillonarias (prestadas o regaladas) que desde los prestamistas o de la UE deberán llegar una vez sean aprobadas de verdad y cuando la perezosa maquinaria europea se ponga en marcha y encuentren los fondos; por lo que, en su mayor parte, estos llegarán pasados bastantes meses desde que se planteó tal necesidad. Mientras tanto, ha habido que recurrir a la emisión de deuda que por muy poco que suban los crecientes intereses, su monto total ha crecido tanto que estamos llegando a límites jamás sospechados poderse superar.

El endeudamiento al que se está sometiendo al país es tan grande que para su devolución total se precisará o bien de una potente y misericordiosa, aunque nada probable, condonación o de dos o tres generaciones sucesivas, que trabajando sin descanso y sufriendo muchas apreturas puedan, céntimo a céntimo, ir pagando lo que sus abuelos y bisabuelos gastamos alegremente, porque unos ineptos políticos no quisieron hacer caso a los avisos y a ciertas normas externas, que al no sernos impuestas dura y tajantemente, nos dejaron libremente cabalgar hacia el caos, la vergüenza propia y ajena o la asegurada banca rota sin solución de continuidad.

Durante algo más de cuarenta años hemos sido víctimas de nuestro propio auto engaño, estábamos convencidos y creíamos sin fisuras que disfrutábamos de una potente, joven y saneada democracia. Democracia, que era tomada como ejemplo y origen de la envidia ajena en muchos países de nuestro entorno. Que además, teníamos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, que no podía fallar y que afrontaría mejor que nadie cualquier esfuerzo extraordinario que se le pudiera exigir en situaciones de extrema necesidad. Que nuestro sistema de pensiones, más potente y generoso que el mejor de entre nuestros socios y aliados, era tan bueno y eficaz, que hasta podría alimentar y engordar sin descanso una importante hucha para tiempos de flojedad; hucha, que a la hora de la verdad, ha resistido muy poco tiempo y ahora, el sistema se encuentra quebrado y con visos de no poder continuar por el mismo sendero por muchos años más.

Igualmente, creímos que no deberíamos preocuparnos por el acatamiento sin fisuras de nuestra Constitución, la admisión sin vacilar de la Monarquía parlamentaria y el máximo respeto a la separación de poderes, a la libertad de expresión e información porque dichos principios y valores eran los pilares inquebrantables que jamás se podían ni debían derribar. Ahora, sin entrar en muchos detalles, sabemos que nos encontramos en que, de todo aquello tan bonito y necesario, queda muy poco o nada en realidad.

Son muchos los esfuerzos, inclusive dentro del actual gobierno, por tumbar la Constitución, convertir a España en algo diferente y derribar la monarquía como Jefatura del Estado. Con respecto a la administración de justicia fue todo un puro espejismo con intentos de crearnos una sensación de equilibrio y tranquilidad. Sensación, que hoy en día y sin tapujos, se nos antoja como algo demasiado politizado, vano e irreal; basta con ver la mayor parte de las decisiones judiciales de los últimos tiempos, sus sentencias y alegatos completamente variopintos y bien diferentes según sea la persona, partido o región donde se aplique en función del tinte político del juez o de la mayor parte del susodicho tribunal. Alegatos que, hasta sin venir a cuento, siendo muy desafortunados y bastante inciertos, fueron la base y el fundamento de una moción de censura que acabó con un gobierno legalmente establecido y sin sucia mancha extra política que alegar.

Hasta el actual gobierno ha anunciado —sin ningún tipo de recato o contrición— que ha creado una especie de fuerza policial para escudriñar entre las redes para censurar e incluso borrar las críticas al gobierno de los que no opinan parecido a ellos o igual. Sé de lo que hablo, porque yo mismo en este sentido y en más de una ocasión, he visto cercenados mis derechos de libertad de expresión.

La España de hoy en día me recuerda al mismo barco a la deriva que un día vi en aquella película; con las calderas apagadas, sin capitán en el puente de mando, sin oficiales ni tripulación que cumplan sus cometidos, sin luz ni potencia que mueva los elementos básicos de navegación y comunicación; un buque que sufre los azotes del mal tiempo y que solo espera que alguien de fuera lo rescate o que la borrasca amaine por sí sola y pueda salir de ella con el menor daño posible y algo de dignidad.

Una nave que precisa de alguien fuerte y lo suficientemente capaz en la sala de calderas para lograr obtener el necesario vapor que precisa la inmensa y compleja maquinaria del buque, el personal suficiente para usar los sistemas que administran la potencia y el necesario equipo de mando que la gobierne con seguridad, tiento y acierto hacia un buen y seguro puerto donde pueda cobijarse y restañar sus muchas y graves heridas.

Pero no, parece que este sueño que nos podría traer la solución no se va a dar por mucho que todos veamos y sintamos su necesidad. Hoy, tras un mes de vacaciones a todo postín y con determinados y muy precisos miembros del gobierno, desaparecidos o inactivos durante un mayor periodo, ante todo lo que tenemos y se nos viene encima, con un país en banca rota, con las residencias de ancianos amenazadas de nuevo de convertirse en centros de pánico, dolor y muerte, a diez días de la vuelta al colegio, convertidos en auténticos limosneros y con una economía que cruje como las cuadernas del buque de la película, Sánchez retoma su costumbre del Aló Presidente y nos anuncia sus dos “grandes medidas”; apoyar a la Comunidades siempre y cuando estas previamente soliciten el confinamiento total o parcial de sus territorios (nada nuevo ya que esta situación está contemplada en la misma ley que regula el Estado de Alarma de 1981) y poner al servicio de toda España, solamente 2.000 soldados para que en su voluntarioso carácter polivalente y policarburante, cubran las necesidades de varias decenas de miles de “personal cualificado” para que actúen de rastreadores en los lugares donde la pandemia se extiende de forma potente y descontrolada. Hay que ver, de que poco les ha servido tantos días de vaguear.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Reserva) de España.  Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

Publicado originalmente en https://sites.google.com/site/articulosfjavierblasco/el-barco-a-la-deriva

AVISOS A NAVEGANTES

F. Javier Blasco*

Por fin se pudieron celebrar las elecciones regionales en Galicia y el País Vasco; dos comunidades completamente distintas, nada o poco extrapolables al resto de España y que se mueven bajo la hegemonía de dos partidos fuertes, bien engrasados y estupendamente apoyados; el PNV en una, que en realidad, es el partido del empresariado vasco y el PP en la otra, que se basa en la tradición, el apego al terruño y en no marear a una población —que personalmente conozco bastante bien— de la que se dice mucho y hasta peyorativamente, pero que aunque es difícil de penetrar, una vez alcanzado su corazón y mente, y siempre que no se les mienta o prometa imposibles ni se les agite en demasía, su fidelidad y acompañamiento están garantizados por mucho tiempo y casi a eternidad.

Se han tenido que superar los inconvenientes de la pandemia que obligaron al retraso electoral y que han seguido dando la lata hasta el último día, sirviendo de excusa de aquellos que, al saber que perdían, buscaban que se aplazaran de nuevo o quisieron presentarlas como forzadas, injustas y poco reales. Las medidas tomadas en general y en particular en los lugares más castigados y los apabullantes resultados dejan por tierra todo aquel mamoneo y mentiras más propias del mejor trilero por ser falsas en sí y en sus mezquinos razonamientos.

Una vez superado todos los inconvenientes y celebradas con seguridad y tranquilamente, los resultados saltaron ayer noche sobre la mesa exponiendo, de nuevo, que no es fácil acertar de pleno en las muchas encuestas previas realizadas por diversas empresas; sobre todo, por las más manipuladas, las del CIS de Tezanos; un organismo público al servicio espurio y fétido de un gobierno que, sabiendo que todo lo que aquel dice y fabrica es mentira y que justifica tan costoso halago prefabricado —que pagamos religiosamente los ciudadanos— porque le viene bien para regalarse el oído y seguir engañando a sus adormilados y desnortados seguidores y votantes.

Los vencedores en ambos comicios estaban cantados, aunque no en tanta proporción de buenos resultados. Nadie pronosticaba el total descalabro de Unidas Podemos (UP) y sus muchas marcas en Galicia y el bajón a la mitad en el País Vasco cuando venían de haber ganado allí las votaciones en unas elecciones generales recientes. En Galicia la debacle ha sido total al perder la totalidad de los 14 escaños que ostentaban durante el último mandato y a pesar del esfuerzo personal del líder del partido y de la actual ministra de trabajo, presumiendo ambos por doquier durante la campaña de lo logrado en España con sus medidas sociales y de protección al trabajador. Medidas, que no han servido para evitar que desapareciera del mapa gallego un partido polémico y lleno de rencillas, que basa su política en el amor y casi adoración personal entorno al líder en Madrid y su cohorte que le acompaña por sus dominios en Galapagar y que le cubre y disculpa de sus escarceos y problemas de todo tipo con asesoras, abogados, subvenciones, chivatazos así como, de las exigencias derivadas de arcanas ideologías comunistas bolivarianas que cada vez entienden menos personas y de las que él y su entorno cercano quedan exentos.

Iglesias, en un alarde de aparentar autocrítica, aunque escondiéndose de salir a la palestra, en un tweet corto quiso hacer ver su fracaso pero, y no por casualidad, no usó la primera persona del singular en ningún caso. Debe ser por aquello de la socialización de la derrota y por abrir el camino para la caza de las brujas que se convertirán en las auténticas responsables de esta innombrable derrota que, en un partido decente y con arraigo le llegaría a costar la coleta. Pero, estoy seguro, que sus letras y pagos derivados de su arcadia particular le llevarán a echar hoy mismo, tierra por encima, dejar algún muerto en la cuneta y pasar rápidamente a otra cosa porque aún queda mucha hipoteca por delante y también lo que le resta por medrar y estropear desde su puesto y sillón en el gobierno de España.

Si a alguien se le hubiera ocurrido pensar o argumentar que el descalabro de UP es una mera consecuencia del desgaste en el poder nacional tras una nefasta gestión de la pandemia y ante las previsiones nada halagüeñas de lo que ya vemos y nos espera a partir de este otoño en materia económica, que lo deje aparcado en el cajón. El PSOE en ambas regiones, a pesar de todo lo malo dicho y hecho en lo que lleva de legislatura, no ha sido afectado para nada en sus resultados que inclusive, en algo mejoran.

Eso sí, con ciertos matices que conviene resaltar; en Galicia no ha recogido gran parte de los muchos despojos de UP y sus confluencias; votantes, que en su día partieron de las filas socialistas y sin embargo, ahora se han ido al Bloque Nacionalista Gallego (BNG) o a la abstención en su mayoría. Además, el PSOE ha perdido su influencia y dominio en las zonas industriales gallegas azotadas ya por los efectos de la pandemia y sus derivadas económicas. En cualquier caso, su maquinaria de propaganda y marketing bien manejada por un experto embaucador desde Moncloa, sigue siendo efectiva y no les hace perder resultados aunque si cambia de determinados tipos de apoyos.

El PP se siente muy satisfecho y respira tras haber pasado días de gran duda y zozobra ya que hasta el mismo Feijóo pensaba que esta vez, su necesaria mayoría se le iba a escapar y un triunvirato le podría retirar de un gobierno tranquilo y sin sobresaltos por otros cuatro años más en un terreno que conoce a la perfección y manteniendo (anoche lo dejó bien claro) ese estilo muy gallego de no saber nunca si sube o baja y ni si viene o se va.

El líder gallego hizo una apuesta muy arriesgada al no hacer las maletas y venirse para Madrid tras la defenestración de Rajoy. Ayer, el mismo lo mencionaba en su discurso de agradecimiento y se le vio y sintió muy aliviado por haber acertado al tomar aquella decisión. Acierto, que le da un margen grande de confianza, le hace indiscutible en muchas cosas y decisiones dentro del partido y hasta puede que su forma de hacer política llegue a ser una rémora o punto de comparación con la que práctica el propio Casado. Ya hoy varios diarios empiezan a insistir en que la oposición debe estar basada en la moderación y en lo perjudicial de los pactos con fuerzas que no llevan a ningún lugar más que a la pérdida de escaños para el partido, traiciones por la espalda y con nocturnidad a altas horas de la madrugada o a la confrontación guerra civilista y abrupta que asusta a la mayor parte de la población.

Por el contrario, los resultados en el País Vasco han sido más bien discretos, por no decir decepcionantes, aunque mejor de lo augurado en todas las encuestas. Los cambios en la dirección y de candidato del partido en dicha Comunidad realizados a última hora y los bandazos de los últimos años en sus políticas, visiones regionales y modo de enfrentarse a sus oponentes políticos en una sociedad, que por fin respira sin el olor de la pólvora de las armas ni de la sangre de los muertos en sus calles y plazas, no han sido los adecuados, por lo que se desprende que necesitan de una gran adaptación y reflexión para evitar que hasta Vox, que en estas elecciones ha conseguido un escaño, algún día les sobrepase con su discurso deslenguado lleno de retos y desplantes.

Ciudadanos (Cs) ha sacado tajada (un escaño en el País Vasco) a base de insistir en ir en coalición con el PP; de lo contrario no lo hubiera conseguido al igual que en Galicia donde Feijóo se negó a ceder ni un solo escaño de su lista compensada y contrastada. Inés Arrimadas, su lideresa, cambiante como su predecesor, juega a todas las cartas posibles con tal de conseguir una bocanada de oxígeno para seguir respirando y por un poco de visibilidad personal; va en ello su propia supervivencia y la de un partido hoy casi residual, que juega con acierto sus pocos escaños a base de ceder y arrimarse al poder por todos los lados aunque les engañen y les llamen de todo en su propia cara; cosas, que sin duda les han pasado factura en ambos procesos. Un partido que nunca tuvo nada que hacer en estos dos lares y que jamás llegará a algo significativo antes de su desaparición definitiva, como parece que ese será su sino y destino final.

El BNG se ha mostrado como el Ave Fénix, resurgiendo de nuevo de sus cenizas y con un buen plantel de candidatos y programas, que alegran los oídos de los que quieren escucharlos, han dado un sorprendente zarpazo al PSOE gallego, que con un mensaje antiguo y frentista, cuasi cavernario, se ha mantenido a duras penas aunque, como ya se ha dicho antes, a base de perder caladeros de votos de los trabajadores de la no muy importante industria del metal gallega.

El BNG ha atraído a su campo y recaudo los votos de los desalentados votantes de Podemos y sus Mareas quienes tras mucho movimiento y giro extraño en Galicia, han quedado cansados de tanta mentira y mamoneo y muy mareados de esa política de carácter caudillista y dictatorial. Un partido que, al igual que sucede con Bildu en el País Vasco, se constituye en segunda fuerza en Galicia y el referente de una oposición nacionalista de profundo calado. Ambos partidos, sin duda alguna, constituirán un gran hándicap y se convertirán en un constante dolor de cabeza y un desvelo para los socialistas.

Es el PNV el partido que más ha rentabilizado su política saprofita y de aprovechamiento de toda oportunidad, soporte o cambio, ha ido modulando sus apoyos al gobierno central a la vez que este le compensaba sus aspiraciones y deseos, con lo que sus votantes han visto cierto provecho en dichos pasos aunque fueran poco serios y nada honrados. 

A pesar de que su gestión con el COVID no ha sido muy ejemplar, que se esperan fuertes problemas en la crisis económica que ya está instalada en toda España y que desde el pasado 6 de febrero permanecen sepultados dos trabajadores en el vertedero de Zaldibar sin que el gobierno haya solucionado el tema por incapacidad material, no han sido lo suficientemente importantes para que sus apoyos populares disminuyeran; aunque si bien es cierto que una tan alta abstención (la mayor en unos comicios regionales) si debe achacarse a la gestión del gobierno regional. Abstención, que a su vez, ha podido propiciar que el resultado final electoral no haya sido un fiel reflejo de lo que la ciudadanía vasca quiere de verdad.

En dicha región, el caso de Bildu es similar a lo sucedido con el BNG gallego, pero su crecimiento es tan grande e inesperado que hace incomprensible que los sucesores de ETA, que hasta hace pocos años han llenado el País Vasco de sangre, miedo y terror, sean ahora la segunda fuerza política a gran diferencia con el tercero que es el PSE, salvo que hayan sabido rentabilizar y mucho los apoyos selectivos al gobierno central en temas muy recurrentes como la derogación de la famosa reforma laboral pactada con nocturnidad en Madrid a espaldas de los responsables económicos como Nadia Calviño, lo que le llevó a poner sobre la mesa su posible dimisión. Dimisión, que, en breve, podrá llegar a ser efectiva por su traspié con la dirección del Eurogrupo, porque en realidad, aquel acuerdo tan solo ha sido aparcado y no derogado, así como, se espera que Iglesias haga algo impactante, si es quiere recuperar parte de su perdido prestigio.

Lo que sí que queda bien claro y escrito en negro sobre blanco, es que la política del gobierno social-comunista de ceder en todo, a base de alimentar las aspiraciones de los partidos regionalistas, nacionalistas y de otros pelajes, a cambio de sus manchados, ventajosos y escorados votos, no sólo está siendo nefasta para España, sino que en unos casos (UP) les hace perder votos porque el electorado prefiere buscar y votar al original y no a la copia o no recuperar el espacio perdido (PSOE) cuando quedan antiguos votos propios, libres en el aire y sin saber a quién votar. Por el contrario, lo que si hacen es engordar y mucho los caladeros y escaños de dichos partidos nacionalistas, separatistas y filoterroristas en sus regiones respectivas (PNV, Bildu, BNG, Compromís y todos los catalanes).

Como novedoso y más que posible mayor peligro para España, nos encontramos con que la actual composición del Parlamento Vasco posibilita la confección de un nuevo estatuto para la región que se redacte sin límite o freno alguno por parte de los partidos que oficialmente deben defender la Constitución. Estatuto que, aunque deberá pasar el filtro de las Cortes Generales, sin duda acarreará muchos problemas de interpretación y muchos más para su justificación por un gobierno social-comunista que necesita de los apoyos del PNV y en ocasiones de Bildu para sobrevivir.

Sánchez resiste pero no tanto porque en un proceso normal debería haber aprovechado la gran caída de Podemos y no lo ha hecho. Iglesias empieza a dejar bien claro que su flor y estrella personal ha dejado de lucir y la gente, que le seguía a pies juntillas y sin rechistar, le ha abandonado ya; lo que muy posiblemente, hará que hasta se pueda reconsiderar el pacto del abrazo. Casado puede tener un problema con una estrella en su partido que brille más que él y le pueda seguir marcando el ritmo y hasta el paso. Arrimadas, no tiene nada que hacer y le será difícil convencer a Casado para que le regale algún que otro escaño más. Abascal, seguirá vociferando, exagerando y celebrando tener algún escaño aunque no le sirva para nada salvo para fastidiar al PP y los separatistas y nacionalistas, seguirán con sus políticas de apoyos selectivos porque Sánchez es el mayor chollo y no para de ceder y otorgar lo que sea necesario para poder seguir ocupando el sillón y el colchón de la Moncloa, aunque sepa que es el peor presidente de la historia de España (incluido Zapatero) y que en Europa se ríen de él por su poca mano izquierda, nefasta habilidad para negociar y por regalarlo todo en busca de un puesto que al final se queda en el limbo y sin lograr.

Muchos pensaban que estas elecciones tan solo eran un paso, que todo estaba escrito y que nada importante podía pasar; pero como vemos, las cosas ni son tan sencillas como parecen y tienen sus consecuencias que surgen cuando menos lo piensas. Malos tiempos se avecinan para España con una grave y enorme crisis económica a la vuelta del verano; con una economía quebrada, parada y sin ganas de arrancar; con muchos conflictos laborales a la vista y por arribar; con un paro desproporcionado y una pobreza sin igual; finalmente, llegaremos a tal punto y en las manos de un gobierno que solo hace que prometer lo que no tiene; siempre nos engaña; llega tarde, con poco dinero y mal y ya veremos como acaba el tema del tan esperado y deseado maná europeo que no termina de concretarse ni de llegar.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Reserva) de España.  Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas.

Miembro de la SAEEG.

 

Artículo publicado en https://sites.google.com/site/articulosfjavierblasco/avisos-a-navegantes

INQUIETANTE Y PERTUBADOR

F. Javier Blasco*

El pasado 8 de julio, el presidente Sánchez se desahogó con dicha frase calificativa al aludir a las noticias que saltaban a la prensa inculpando al Rey Emérito Juan Carlos I en un caso de fraude a Hacienda por la no declaración de impuestos sobre ciertas comisiones o donaciones por el AVE a la Meca y su traspaso a una señora despechada quien, a pesar de haber logrado un pastizal, se ha dedicado a largar al mayor y más fétido representante de las llamadas cloacas del Estado. Perla la de Sánchez, que coronó con un “agradecimiento a la Casa Real por poner distancias” con el caso y en el tema.

Frases ambas nada justificables para un Presidente del Gobierno por no respetar en la figura de Juan Carlos I, la presunción de inocencia y por inmiscuirse directamente en un caso que está siendo investigado por la justicia; cosas que siempre repudia en los demás, proclama y exige a todos sobre todo, en los casos que afectan a su partido, al gobierno o a personas allegadas a su ideario.

Tampoco es de recibo que él, como Presidente del Gobierno agradezca nada al Jefe del Estado. En dicho agradecimiento, queda de manifiesto un encubierto deseo y sentimiento de superioridad sobre Felipe VI, cosa más que probada por muchos de sus gestos y totalmente reprobable en su persona dado el cargo que ostenta.

Para darle el justo peso y valor al tema, debemos encajarlo en el escenario o contexto donde se produjo; lo hizo, aprovechando la rueda de prensa conjunta con el Primer Ministro italiano de visita oficial en España, y ante los medios internacionales que la cubrían. Pretendiendo de esta forma y con gran apariencia de naturalidad, mostrar con dos frases —tremendamente calculadas y mendaces— una situación y sensación de control total, así como una parcialidad y una superioridad sin igual.

Por si esto último no hubiera quedado bien claro, en la misma rueda de prensa y cambiando de tercio, se le ocurrió deslizar un mensaje nítido a España y a Europa, al menos. Con él que quiso dejar bien claro que nunca le ha pasado por su cabeza hacer ningún tipo de pacto con el Partido Popular, ni siquiera en los momentos más graves y difíciles para España. Mensaje externo en clave interna, que dice mucho de su arrogancia, egocentrismo y falta de visión de Estado. Que muestra que se encuentra sobrado, que no piensa cambiar de política y que todo lo que afirma y pregona de forma dura contra la oposición al acusarles de remar en sentido contrario, es falso, como casi todo lo que hace y dice en su vida de truhan.

Semana negra para su popularidad y maldad personal en la que ha ido sumando una serie de actos poco recomendables para alguien que ostenta la presidencia de un gobierno que dice ser plenamente democrático; como por ejemplo, el desprecio a los difuntos y familiares de los más de cuarenta y cuatro mil fallecidos durante la pandemia del COVID-19 al no asistir a la misa funeral oficial, celebrada —con la presidencia de la Familia real en pleno— y organizada por la Iglesia católica española en su honor, alegando posteriormente en su defensa, que aquello no era un funeral de Estado. Con su postura y poco apego pisa de nuevo, a unos fallecidos, que él aún no reconoce en su número real, a los que se ha resistido a honrar y de los que, en muchos casos, de su horrenda y solitaria muerte, el gobierno en pleno se intenta desmarcar.

Santa Misa celebrada en recuerdo de todas las víctimas del COVID-19 en la Catedral de la Almudena con la presencia del Rey Felipe VI, la Reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Foto: EFE

Hecho feo, chulesco y burlesco tanto en su persona como en la del nefasto vicepresidente Iglesias, personaje siniestro y amenazador sin igual, que cada día se va implicando en más temas a cual más fétido y vulgar. Temas, de los que veremos si el gobierno y con todos sus execrables resortes de “protección jurídica” a su entero y personal servicio podrán, algún día, librarle completamente.

Para finalizar la semana horribilis solo faltaban una serie de declaraciones, soltadas a modo de globo sonda, por las que trataba de resucitar un hecho que es imposible llevar a cabo sin la concurrencia del principal partido de la oposición, como es la revisión de la inviolabilidad del Jefe del Estado, el Rey mientras este ejerza el cargo. Porque para ello, es preciso una revisión de calado de la Constitución, lo que supone disolver las cortes, ganar las elecciones, aprobar de nuevo dichos cambios en las nuevas cortes y ser sancionados mediante un referéndum nacional. Por lo que todos saben que no es más que ganas de mover el rabo, tratar de quitarle seguidores a Podemos y aparentar que es todo un auténtico revolucionario.

No se puede asegurar a ciencia cierta que todas estas palabras, frases, gestos y hechos por si solas o en conjunción, hayan tenido una gran y directa influencia en el fallido nombramiento de la Sra. Calviño cómo Presidenta del Eurogrupo el pasado jueves 9 de julio. Hecho y momento de gran vergüenza para el gobierno de Sánchez por haber mostrado una nefasta estrategia diplomática, un exceso de confianza, un selectivo acercamiento a los países más grandes y un grave desprecio de los pequeños y a los partidos de centro derecha, sin tener presente que dichos países tienen el mismo peso a la hora de depositar su voto y que son además los que ponen y pondrán las principales pegas a la hora de que la UE nos vaya a financiar. Vender la piel del oso, con desprecios y postureos, antes de cazarlo, suele tener malas consecuencias para el cazador, ya que puede hasta resultar ser cazado, como ha sido el caso.

Situación que, seguramente, tiene sus bases en otros muchos aspectos, actos, desprecios y salidas de patas de banco, así como en las graves repercusiones ya probadas de la alianza social-comunista al establecer un gobierno apoyado en partidos regionalistas, separatistas y filoterroristas, muy poco preparado, totalmente desnortado, incoherente, anacrónico y que marcha por un camino completamente equivocado y contrario a los demás para ir hacia ningún lado y menos, para salir de la grave crisis económica en la que ese mismo gobierno nos ha metido por su falta de previsión, mirar para otro lado y dada su pésima gestión de una crisis sanitaria, derivada de una pandemia global, que, a su vez, ha colocado a España en los peores podios en materias tales como el número de muertos, personal sanitario contagiado y los más pésimos indicadores económicos que solo prevén una gran dificultad para nuestra recuperación.

Todo influye, nada pasa desapercibido, máxime cuando muchos saben que por parte de los protagonistas del “pacto del abrazo”, nada ocurre por casualidad o es fruto de un desliz poco madurado. Los muchos cientos o miles de asesores que les rodean y las directrices marcadas por el mercenario de la propaganda que domina y dirige las cloacas Moncloa, hacen que todo esté pensado, aparezca en el momento que estimen más oportuno y que su nueva versión, cambio o replica esté calibrada, ensayada y preparada para surgir si fuera necesario.

Lo de Calviño, es un claro aviso a navegantes; los mismos que nos denegaron su apoyo, son los que tiene bien hechos sus deberes, se han sacrificado previamente y no están dispuestos a que sean sus conciudadanos los que paguen con sus impuestos los excesos y las alegrías de los países gobernados por descerebrados, gastadores a manos llenas y totalmente despreocupados por lo que pueda venir mañana.

Estoy plenamente convencido que el proceso que se inicia ahora mismo y que será el que nos saque o no del abismo, no va a ser un camino plano y lleno de rosas como muchos imaginaban, ya que el poder de los más fuertes dentro de la UE no es hoy, ni mucho menos, tan grande como lo fue antaño, lo que hace pensar en que el proceso negociador será a cara perro y ya veremos cómo y en qué acaba este desaguisado.

Los charcos en los que se mete el gobierno son cada vez mayores, ya he perdido la cuenta del número de subvenciones, apoyos o planes de refuerzo a la economía y diversos sectores que como si fuera el más poderoso del mundo y no el más endeudado, firma y aprueba por doquier con todo su desparpajo, aunque tarde y sin dinero para financiarlos.

Las querellas y demandas que por decenas le vienen llegando, de momento las van soslayando; pero llegará el día en que el muelle de protección se romperá de tanto tensarlo y entonces, será incluso la propia justicia europea la que ponga orden en tanto mamoneo y excesivo quebranto.

Las chulerías no son nada baratas; en esta vida todo se paga, aquellos que se ufanan de sus gestos o actos aunque vayan contra tiros y troyanos acaban finalmente mordiendo el polvo, incluso con mayor dureza y escarnio. Lo malo de todo esto es que, en nuestro caso, seremos los españoles los que pagaremos la factura y el dolor recaerá sobre nuestros bolsillos y espaldas. Mientras tanto, estos dos dictadores y tiranos pasarán a engrosar las filas de los muchos ex dirigentes que, al estilo de Zapatero, pululan por el mundo sacando pingües beneficios, a costa de defender a capa y espada causas perdidas en países que, habiendo sido otrora muy ricos y prósperos, ahora nadan y retozan en la miseria, la pobreza, la desesperación y el paro. Por eso me atrevo a decir, sin ningún reparo, que TODO esto sí que es INQUIETANTE y PERTURBADOR, señor Sánchez.

* Coronel de Ejército de Tierra (Reserva) de España.  Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas.

Miembro de la SAEEG.

Artículo publicado en https://sites.google.com/site/articulosfjavierblasco/inquietante-y-pertubador