INCONVENIENTES PARA NAVEGAR POR EL CANAL TAMENGO

Agustín Saavedra Weise*

Canal Tamengo. Fuente: Ministerio de Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia, http://www.mindef.gob.bo/maritima/cancaltamengo.html

 

El canal Tamengo es esencial para la salida de Bolivia hacia el Atlántico por medio de la hidrovía Paraguay-Paraná. Pese a tener importancia geopolítica y geoeconómica casi suprema, este curso de navegación —que partiendo de laguna Cáceres nos conecta con el eje fluvial central— deja bastante que desear. Persisten problemas; los someramente enumerados acá son solo algunos de los más relevantes.

La hidrovía ocupa el 17% de la superficie sudamericana. Su área de influencia engloba alrededor de 100 millones de personas. Desde Bolivia y a través del Canal Tamengo, los tres puertos habilitados (Jennefer, Aguirre y Gravetal) han estado moviendo más de un millón y medio de toneladas año. El futuro incremento de cargas, con el transporte del mineral de hierro del Mutún y el natural crecimiento de la producción regional, amenaza con embotellar nuestro conducto hacia la hidrovía si no se toman medidas para hacerlo más eficiente, necesidad vital, máxime tras el estrepitoso fracaso en La Haya del gobierno de Evo Morales en su litigio legal con Chile. Y como Puerto Busch —nuestra única salida soberana al río Paraguay— aún sigue siendo un proyecto, debe maximizarse lo que se tiene, sin perder el tiempo.

El Tamengo arrastra sedimentos, camalotes y otras especies vegetales que pululan a lo largo de las bandas del canal, dificultando la navegabilidad. Existen otros obstáculos de diversa laya que felizmente son solucionables. Tiempo atrás, las autoridades brasileñas locales construyeron en un sector del Canal una toma de agua que luego fue transformada en “monumento”. Esta estructura dificulta sobremanera la navegabilidad; debe ser removida o trasladada. Asimismo, el dragado del canal debería ser responsabilidad conjunta de ambos países, pero con preponderancia del Brasil, por un simple tema de asimetrías. Hasta ahora sigue ahí el tal “monumento” y el dragado es esporádico. Sabemos que existe un esquema de cooperación holandesa para el tema camalotes; confiemos que se encamine hacia lo práctico pronto. Y para colmo, del lado nacional, se nos ha informado que como ni Quijarro ni Puerto Suárez tienen programas de saneamiento hídrico, sus aguas servidas se descargan en la laguna Cáceres, algo que obviamente irrita a los brasileños, que también usan dichas aguas para sus necesidades básicas. Parece que ninguna de esas dos localidades tiene programas de saneamiento y potabilización. Es más, fuentes fidedignas han señalado —además— que hasta los militares bolivianos asentados en la zona largan sus desperdicios a la laguna, otro elemento irritante y que, de ser cierto sería bien que la Armada lo rectifique o aclare.

Al margen de esas fallas que pueden solucionarse mediante entendimientos constructivos, cabe resaltar un factor jurídico fundamental: el artículo 5º del tratado de Petrópolis de 1903 sentó las bases de la más amplia libertad de tránsito terrestre y navegación fluvial, tanto para Bolivia como para Brasil, derecho reconocido a perpetuidad. Sobre estas bases hay que lograr acuerdos que fortifiquen la integración bilateral y mejoren la navegabilidad de este curso de agua tan importante para las exportaciones de nuestro país.

El Sistema de la Cuenca del Plata incluye al Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata), Banco de Desarrollo con sede en Santa Cruz de la Sierra y que podría ser fuente tanto de financiamiento como de ayuda técnica. Debemos ser proactivos en este vital campo; camarón que se duerme es arrastrado por la corriente…

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/168055_inconvenientes-para-navegar-por-el-canal-tamengo

XXXIII CUMBRE DE LA UNIÓN AFRICANA: SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS E INTEGRACIÓN CONTINENTAL

Yoslán Silverio González*

Según las normas establecidas por la organización continental africana, a principios de año, la Unión Africana (UA) celebra su máxima reunión a nivel de Jefes de Estado y Gobierno en su sede en la capital etíope. En esta ocasión, la XXXIII Cumbre de la UA tuvo como lema principal “Silenciar las armas: crear condiciones propicias para el desarrollo de África”. Una vez más, los líderes africanos se reunieron para discutir y analizar sobre los principales retos en materia de seguridad que enfrenta el continente. En este sentido, el tema fundamental fue profundizar en la reducción y/o eliminación de los conflictos armados que aun aquejan a diferentes regiones del continente y adoptar políticas encaminadas a fortalecer el diálogo político y la mediación por parte de los organismos africanos, sin interferencias extranjeras. Las discusiones sobre las causas de los conflictos, sus consecuencias y las maneras de solucionarlos, han estado siempre dentro de la agenda de los diferentes cónclaves africanos. Este año 2020, la UA centrará todo su esfuerzo en lograr una mayor reducción de los enfrentamientos armados.

El segmento de alto nivel de la XXXIII Cumbre de la UA, desarrollado entre el 9 y el 10 de febrero de 2020, estuvo presidido por las sesiones del Comité de Representantes Permanentes – 21 y 22 de enero –, la reunión del Consejo Ejecutivo – los días 6 y 7 de febrero – que reúne a los Ministros de Relaciones Exteriores, así como debates en diferentes sesiones, donde los principales funcionarios de la Comisión y otros órganos de la UA presentaron sus respectivos informes.

Entre las cuestiones abordadas por los máximos líderes africanos destacaron la condena al llamado plan estadounidense “Acuerdo del Siglo” con respecto a Palestina. En su discurso inicial, el Presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat casi dio inicio a su intervención criticando este plan de Estados Unidos. Planteó que éste constituía una violación de múltiples resoluciones de la ONU y que desconocía los derechos del pueblo palestino. Señaló que su aplicación generaría más tensiones en la región del Medio Oriente. De igual manera, se ratificó el apoyo de la UA a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y la necesidad de trabajar en conjunto con la ONU para lograr la autodeterminación del pueblo saharaui.

Entre los problemas abordados por Moussa Faki estuvieron las afectaciones ocasionadas en varios países producto de desastres naturales: las inundaciones en Zimbabwe, Malawi y Mozambique, la plaga de la langosta en Etiopía, Uganda y Kenya —la cual comenzó a afectar a Sudán del Sur— y amenazas de hambrunas en otros países de la región del África Austral. El alto funcionario expresó su solidaridad con el pueblo chino por la pandemia del coronavirus. También hizo en repaso por los principales conflictos en la región, en particular el tema del terrorismo, sobre el cual señaló que estaba muy lejos de ser erradicado. Con respecto al conflicto libio se opuso a una solución militar de la crisis y que se debían implementar las iniciativas del Comité de Alto Nivel de la UA sobre Libia presidido por el mandatario Denis Sassou Nguesso, de acuerdo con el principio defendido por la UA de aplicar soluciones africanas a los problemas africanos, sin interferencias extranjeras.

Otros de las cuestiones abordadas en las intervenciones de los mandatarios fue el relacionado con el empoderamiento de la mujer, el logro de la paridad e igualdad de género —es decir lograr la paridad en los porcentajes de la mujer en cargos decisorios—, y su protección frente a la violencia. En este sentido, el mandatario sudafricano Cyril Ramaphosa, en su discurso de aceptación del cargo como Presidente pro témpore de la UA, planteó que el decenio 2020-2030 fuese declarado como “Década sobre la Inclusión Económica y Financiera de la Mujer Africana” e hizo un llamado a fortalecer el trabajo de la Organización Panafricana de Mujeres (PAWO, por sus siglas en inglés) que fuera creada incluso un año antes de la OUA, en 1962. Ramaphosa declaraba la necesidad de que las mujeres fuesen incorporadas a las estructuras de toma de decisión en gobiernos, parlamentos y otros sectores, obteniendo, al menos, una representación de hasta el 50%.

También se realizó por parte del Presidente de la Comisión un balance de los avances alcanzados en 2019 en el trabajo de la organización. Se siguió el proceso de reforma institucional con la restructuración y mejoría en la rendición de cuentas dentro de las estructuras de la Comisión, se avanzó en la división de funciones entre la Comisión y las Comunidades Económicas Regionales (RECs, por sus siglas en inglés), así como en la implementación del nuevo sistema de financiamiento de la UA, que busca disminuir su dependencia de los donantes extranjeros. Para el 2020 se deben seguir los pasos hacia la culminación del proceso de implementación del Área de Libre Comercio Continental (AfCFTA, por sus siglas en inglés) para lo cual es necesario seguir desarrollando las infraestructuras.

Sin embargo, quedaba pendiente la adopción del Protocolo de Libre Movimiento de Personas y Bienes. Este instrumento ha sido firmado por 33 países, pero solo cuatro Estados lo han ratificado. De igual forma, otro tema por concluir sería el relacionado con el completamiento de los cargos del Secretariado General del AfCFTA, el cual va a radicar en la capital ghanesa. En esta Cumbre se decidió nombrar como Secretario General del AfCFTA al sudafricano Wamkele Mene. El presidente de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, afirmó que el Secretariado General estaría ya en completo funcionamiento para finales de marzo del presente año para lo cual su país había contribuido con 3 millones de dólares y organizado, durante el mes de diciembre de 2019, seis reuniones diferentes sobre el AfCFTA. Están realizando todos los esfuerzos para que el Área de Libre Comercio Continental entre en funcionamiento en julio del presente año. Con vistas a ajustar la implementación de dicha zona de libre comercio, Sudáfrica acogerá una Cumbre Extraordinaria de la UA, el 1 de julio próximo.

En el plano político, Moussa Faki destacó que al concluir el año 2020 se debían de haber organizado un total de 40 procesos electorales en 31 países, sumando los realizados ya en 2019. Este es un tema importante, porque muchas veces, la celebración de los comicios constituye una de las vías por excelencia para la solución de las crisis políticas y los conflictos. Por lo tanto, la buena ejecución de los mismos y en los calendarios previstos, es una garantía para que no se produzcan o agudicen posibles crisis políticas por problemas electorales.

A pesar de la continuación de determinados conflictos en el continente, el Presidente de la Comisión indicó ciertos avances experimentados por ejemplo en Sudán. En este país, el proceso de mediación africano condujo al acuerdo que estableció las Instituciones de Transición: el Consejo Soberano y el Gobierno Civil, los cuales están en negociación con los diferentes grupos armados. Hizo un llamado a que Estados Unidos eliminara a Sudán de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Como sabemos, esta lista es realizada de manera unilateral por Washington. Con respecto a Somalia indicó los esfuerzos realizados por la Misión de la Unión Africana en este país (AMISOM, por sus siglas en inglés) en su lucha contra el terrorismo del grupo Al Shabaab. También reconoció los discretos avances en materia de reconciliación dentro de Sudán del Sur desarrollados sobre todo por la IGAD en la formación de un gobierno de Unidad Nacional, aunque todavía quedaba mucho por hacer. Sudáfrica, en el marco del tema que la UA priorizará durante este 2020, dará prioridad a las acciones en torno a la gestión de los conflictos de Sudán del Sur y Libia. Con este propósito, en la ciudad de Johannesburgo se celebrará una Cumbre Extraordinaria, en el mes de mayo, para perfilar la hoja de ruta a seguir en torno a los diferendos africanos más críticos.

De todas maneras, persisten los conflictos armados de diferentes características y alcance dentro de África, cuyas consecuencias humanitarias todavía no logran ser mitigadas. Moussa Faki, en otra parte de su discurso, detalló como parte de las tensiones que se generan en determinados escenarios políticos en África las disputas pre y postelectorales, los conflictos intercomunitarios, el deterioro de las condiciones climáticas y los trastornos en los sistemas de economía tradicional, lo cual incrementa la competencia por el acceso a recursos vitales para dichas comunidades. Incluso hizo referencia a las disputas entre Estados africanos, al menos en el plano político-diplomático. La combinación de todos estos factores, junto a su manipulación por parte de algunas élites con fines políticos —planteó Moussa Faki— crean las condiciones para el aumento de la violencia.

En el 2013, la UA había adoptado un Plan de Acción con el propósito de terminar con los conflictos armados en el 2020, impulsando su propia agenda de seguridad. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, este objetivo no pudo ser cumplido y dadas las condiciones existentes en los países afectados por estos conflictos, es poco probable que se logre su completa eliminación en el corto plazo. Sin embargo, persiste la voluntad política en avanzar, en todo lo que se pueda, para alcanzar este objetivo. Al respecto, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (UNECA), la camerunesa Vera Songwe planteó en su intervención, que el número de países africanos con conflictos armados, en alguna parte de su territorio, se había triplicado en los últimos 15 años, desde 2005.

Esta afirmación la realizó al citar datos del Instituto de Investigaciones para la Paz de Oslo. Según este centro, en 2005, seis países africanos tenían conflictos activos y siete conflictos armados. Para el 2019, según este mismo informe, 17 países africanos tenían un conflicto armado, por lo tanto, la situación había transitado para peor. La UA al respecto afirma que se ha producido una reducción en el número de los conflictos en la última década, en comparación con períodos anteriores, mientras existen solo unos pocos que ya llevan más de 30 años, Somalia, y el este de la República Democrática del Congo (RDC), desde 1996, que son de larga data. Según directivos de la UA, el número de conflictos activos en África asciende a la cifra de 14.

Una valoración objetiva de la situación de los conflictos en África —que sigue siendo una realidad— no puede sustentarse solo en números redondos, puesto que las situaciones en las que se dan estos conflictos son muy variadas. Primero habría que preguntarse cuáles serían los presupuestos para definir un conflicto armado, una guerra civil, acciones terroristas o enfrentamientos intercomunitarios. Por lo tanto, se está en presencia de un proceso mucho más complejo que habría que analizar caso por caso. Por solo citar dos ejemplos, en 2005, Sudán todavía no se había dividido en dos países y en Côte d´ Ivoire había una guerra civil (2002-2007) que ya concluyó. Por lo tanto, mientras en unos países se activaban los conflictos armados en otros concluían. También, una parte de ese supuesto incremento —indicado por el dicho Instituto en Oslo — tiene que ver con el terrorismo que comenzó a tomar fuerza en el Sahel occidental a partir de 2007 y 2014, en países como Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad y Camerún, con acciones muy puntuales y concentrando sus ataques en las zonas rurales y más apartadas. De todas maneras, a pesar del aumento del terrorismo, no es un fenómeno que se haya comportado por igual en todos los países ni que se haya generalizado en el continente.

Por otra parte, se han mantenido los mismos conflictos armados —estructuralmente más complejos y de mayores dimensiones— en Somalia, en la República Centroafricana, en el este de la RDC, Sudán y desde 2013, en Sudán del Sur. Si hacemos un análisis con una perspectiva histórica mucho mayor, tendríamos que se ha producido una reducción drástica de la cantidad de conflictos desde la década de 1990 hasta la actualidad. También se han eliminado prácticamente los golpes de Estado: en 2019 solo hubo una sola acción militar que derrocó a Omar al Bashir en Sudán.  Mientras, la tendencia ha sido al surgimiento de crisis políticas coyunturales que han sido oportunamente abordadas y solucionadas. En estos resultados, han desempeñado un rol decisivo, los mecanismos de integración subregionales y de la UA, en cuanto a los procesos de mediación y al envío de misiones de observación durante el desarrollo de los comicios. Aun así, mientras exista un solo conflicto en el continente, la UA seguirá adoptando todas las medidas políticas pertinentes para lograr su erradicación, por lo que silenciar las armas en África estará dentro de las principales prioridades de los líderes africanos.

Un momento significativo dentro de la Cumbre fue la elección del nuevo Presidente de turno de la UA. Las riendas de la organización pasaron por segunda vez —la primera fue en 2002 cuando se creara la UA— a manos de Sudáfrica, como ya se indicó. El presidente egipcio Abdel Fattah el Sisi entregó el liderazgo continental al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa. Sudáfrica también asumió la dirección del Mecanismo Africano de Evaluación Periódica (African Peer Review Mechanism, APRM) hasta el 2022 e hizo un llamado a que el resto de los países africanos ratificasen este mecanismo donde hay solo 40 Estados africanos. El mandatario ruandés, Paul Kagame fue electo presidente de la Agencia para el Desarrollo de la UA —Nueva Asociación para el Desarrollo de África (African Union Development Agency— New Partnership for Africa’s Development, AUDA-NEPAD), aprovechando su experiencia al frente de varios procesos políticos dentro de la organización, entre ellos, haber dirigido el relacionado con la reforma institucional.

Sudáfrica también será la sede de dos Cumbres extraordinarias: una en el mes de mayo para debatir el tema del año —sobre cómo silenciar las armas en el continente— y la 13 Cumbre Extraordinaria del AfCFTA a desarrollarse el 1ro de julio. Como parte del proceso de reforma institucional la Cumbre ordinaria de medio año que celebraba la UA fue eliminada, por lo que el resto de las que se convoquen tendrán carácter extraordinario y se pueden hacer en cualquier fecha que se decida. Bajo la presidencia de Sudáfrica, la UA seguirá apostando por el multilateralismo y el fortalecimiento de las relaciones con la ONU. En la arena internacional, uno de sus retos mayores será seguir presionando por lograr una reforma dentro del Consejo de Seguridad de la ONU y alcanzar una mayor representatividad africana dentro del Consejo e incluso alanzar derecho al veto. También los líderes africanos plantearon sus esfuerzos por hacer cumplir el Acuerdo de París sobre Cambio Climático y trabajar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Con este fin, también acompañan a Sudáfrica como parte de la Troica de la UA, Egipto como presidente saliente y la República Democrática del Congo, al ocupar la Vicepresidencia de la UA. Esto indica que la Presidencia de la UA en 2021 pasará a ser ejercida por Félix Tshisekedi, presidente de la RDC. El actual mandato de la Comisión concluye en este 2020, por lo que el 2021 será además un año de elección o ratificación de los principales cargos que conducirán el trabajo diario de la UA en la próxima etapa.

Las Cumbres de la UA constituyen un momento importante para evaluar el trabajo de la organización y plantearse nuevos objetivos. En este foro se seleccionan o ratifican los principales cargos, se adopta el presupuesto para el año en curso y se establecen las líneas de trabajo y los objetivos a cumplir hasta el próximo período. Las cumbres también se confirman como el foro de concertación política más importante del continente y un momento crucial para la coordinación de las agendas y la valoración de los avances realizados en temas cruciales para el continente. Uno de estos temas neurálgicos, además de la eliminación de los conflictos, será el fortalecimiento del proceso de integración económica a nivel continental, manteniendo el principio de african solutions to african problems.

 

Bibliografía consultada

“AfCFTA Secretariat Will Be Operational By 31st March” – President Akufo-Addo Assures AU.  9 February 2020. Disponible en: http://presidency.gov.gh/index.php/briefing-room/news-style-2/1493-afcfta-secretariat-will-be-operational-by-31st-march-president-akufo-addo-assures-au?fbclid=IwAR2okeuxlWdAfT0x8ZP9H92YLWdrGrxV6E4r7xwKVfJyp50d7nJnojZjxeQ

Acceptance Statement by South African President H.E. Cyril Ramaphosa on assuming the Chair of the African Union for 2020. February 09, 2020. Disponible en: https://au.int/en/speeches/20200209/acceptance-statement-south-african-president-he-cyril-ramaphosa-assuming-chair

Arranca en Addis Abebala 33ª Cumbre ordinaria de la UA con presencia del Presidente saharaui. Addis Abeba, febrero 09, 2020. Disponible en: https://www.ecsaharaui.com/2020/02/arranca-en-addis-abebala-33-cumbre.html

AU leaders reject US Middle East Peace plan during Summit. 10/02/2020. Disponible en: http://www.rfi.fr/en/international/palestine-israel-african-union-au-leaders-reject-us-middleast-peace-plan-during-summit

President Ramaphosa assumes chairmanship of African Union monitoring agency. South Africa, 9 February 2020. Disponible en: https://www.iol.co.za/news/south-africa/president-ramaphosa-assumes-chairmanship-of-african-union-monitoring-agency-42378874

President Ramaphosa officially assumes chair of AU for 2020. Disponible en: https://ewn.co.za/2020/02/09/president-ramaphosa-officially-assumes-chair-of-au-for-2020

Sabiiti, Daniel. AU Elects Kagame to Drive Africa 2063 Agenda. February 09, 2020. Disponible en: https://www.ktpress.rw/2020/02/au-elects-kagame-to-drive-africa-2063-agenda/

Statement of H.E. Moussa Faki Mahamat, Chairperson of the African Union Commission at the 33rd Ordinary Session of the Assembly. February 10, 2020. Disponible en: https://au.int/en/speeches/20200210/statement-he-moussa-faki-mahamat-chairperson-african-union-commission-33rd

* Jefe Grupo de África y Medio Oriente. Centro de Investigaciones de Política Internacional. Cuba.

LA URGENTE NECESIDAD DE POLÍTICAS INTEGRALES

Agustín Saavedra Weise*

Imagen de Wokandapix en Pixabay

En castellano no contamos con diferentes palabras para los términos en inglés “policy” y “politics”. Ambos se traducen como “política”, pese a sus connotaciones diferentes. La política trata del gobierno y la organización de las sociedades. Política es la actividad de los que gobiernan —o aspiran a gobernar— los asuntos de un país. Es válido expresar, además, que la política es el proceso de tomar decisiones aplicables a todos los miembros de una comunidad por parte de quienes tienen el poder.

La capacidad de modificar la conducta de otros se refleja en el poder, elemento básico de la vida política; quien decide cómo se distribuirán los bienes en una sociedad debe tener autoridad (poder) para hacerlo. Así sucesivamente, el estudio de la Ciencia Política nos puede llevar hacia modelos más sofisticados, pero lo esencial es saber que la actividad política se centra en el poder y en la lucha por alcanzar ese poder, o por preservarlo.

Por otro lado, la expresión anglosajona “policy” implica tomar un curso de acción determinado y propuesto por un gobierno, asociación “x” o un simple ciudadano. Es así que se habla de “excelentes políticas asumidas (“policies”) o de “erráticas políticas (“policies”). Al no disponer del término “policy” en castellano, urge agregar algo para que se diferencie de la política en sí. Es posible mencionar “políticas integrales” o “políticas estructurales”; otros pueden referirse a políticas de corto, mediano o largo plazo. En definitiva, las políticas siempre implican un plan de acción propuesto en el marco del poder político y con el fin de darle rumbo determinado a una sociedad.

En Bolivia últimamente hemos tenido exceso de política y falta de políticas. Casi todo es manejado por la coyuntura o motivado por la presión que ejerce sobre la comunidad política (en democracia) la proximidad de una elección para definir quién o quiénes serán los futuros detentadores del poder. Y en ese combate pacífico entre ideas y propuestas se pierde la perspectiva. Es lo que nos señaló con acierto Manfredo Kempff en su columna del sábado 8 de febrero pasado titulada “Terremoto electoral”. Básicamente se refirió a que nadie en estos momentos provee políticas que reflejen cambios de estructura. Todos los contendientes para las elecciones del 3 de mayo compiten sobre las mismas reglas, tampoco están presentando novedades que atraigan al votante, salvo las usuales promesas de “desarrollo”, “estabilidad”, “más empleo”, etc. Faltan políticas integrales. Nos guste o no, el MAS en el pasado presentó e impuso su concepción y hasta la plasmó en un texto constitucional extenso, teñido de sangre, con fuerte oposición en Santa Cruz y otras regiones. Pero al final, en 2009, se impuso la ilegalidad de ese amañado texto constitucional con el baño de legalidad de un referendo.

Ahora urge que quienes tienen la posibilidad de seguir manteniendo a nuestra Bolivia en democracia (impidiendo el retorno del autoritarismo) tengan la capacidad de presentar políticas basadas en el retorno a cauces constitucionales sensatos y coherentes, en lugar de mantener la demagógica CPE vigente. Al respecto, creo que las constituciones de 1967 y la de 2004 —con las reformas agregadas en la breve presidencia de Carlos Mesa— son instrumentos más sólidos y modernos que la demagógica CPE actual, plagada de errores de sintaxis y de tamaño enciclopédico.

Quienes posibilitaron el triunfo del movimiento cívico de noviembre 2019 espero que consideren algunos de estos aspectos e incluyan en sus plataformas electorales políticas (“policies”) integrales. Hace falta una visión más amplia de la Bolivia que queremos y de lo que debe hacerse para lograrla. Menos política y más “policy”, es lo que precisamos aquí y ahora.

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de Diario Nuevo Sur, Bolivia, https://eldeber.com.bo/167527_la-urgente-necesidad-de-politicas-integrales

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales

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