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CAMPAÑAS ELECTORALES Y EMBUSTES

F. Javier Blasco*

Desde siempre se ha dicho, y además se conoce bien por ser tremendamente cierto, que las campañas electorales no valen para nada, salvo para llenar el aire de los mítines y las compradas mentes de los que concurren a éstos, las portadas de los periódicos, las tertulias y para abrir los telediarios de millones de promesas que jamás se cumplen por imposibles o disparatadas e irreales o por su desorbitado costo, lo que las hace inviables para la, generalmente, maltrecha economía del país al que ciertos malvados energúmenos quieren «salvar».

Cuanto peor está la situación política, la económica, la internacional y la social y apenas se mal vive gracias a la supervivencia familiar y a los donativos o limosnas de un variopinto elenco de organismos, mayores son las promesas electorales, las ofertas de empleo, las constantes ofertas de subidas de sueldo, una gran gama de vivienda social casi regalada, ciertos beneficios y prebendas varias y de todo lo que, una mente muy perversa, puede imaginar.

A pesar de que se conoce la realidad de que análogas promesas, en situaciones similares, han sido sistemáticamente incumplidas en un alto porcentaje o en su totalidad, la gente sigue creyendo en los falsos reyes magos, los conejos salidos de la chistera, en el político que miente más que habla o en aquel que nos tiene comprados con regalías o patrañas, porque no vaya a ser que no salgamos en la foto con los demás o que alguna vez, suene la flauta, aunque fuera por pura casualidad.

Este año con dos campañas electorales a la vista y con un presidente, maestro en el engaño, el corto plazo y en la búsqueda de motivos para embaucar a tiros y troyanos, lo tenemos muy claro. Aún no ha empezado de verdad, la campaña para las elecciones regionales y locales, y el cesto de las increíbles y multifacéticas ofertas está ya a rebosar.

Aunque los líderes políticos se esfuercen en decirnos y una y otra vez que las próximas elecciones no se deben tomar como ejemplo y guía de lo que ocurrirá a nivel nacional, las ofertas generales aparecen y se solapan en cuestión de horas y por ello, ya estemos inmersos de lleno, en el maléfico juego del quién da más.

Las ofertas  e ideas geniales aparecen a mansalva y no importa que nunca hayan sido ni siquiera citadas o que la inmensa mayoría de las muchas promesas realizadas a lo largo y ancho de la legislatura no hayan sido cumplidas, ni lo serán a corto y medio plazo o jamás; que haya más pobreza que nunca; que la deuda y el déficit suban diariamente con una velocidad de vértigo; que la enseñanza esté totalmente depravada y abandonada; que a pesar del alto índice de paro haya falta de personal laboral en general y sanitarios, jueces y demás miembros necesarios en la administración de justicia o de funcionarios para que funcione la más que imprescindible Seguridad Social en particular; que el campo se desangre por falta de agua debido a una pertinaz sequía y a la falta, durante años, de un plan general para arreglarlo o al menos, tratar de paliarlo; que los bosques por el excesivo calor, la falta de cuidados previos y por la maldad de la mano del hombre se quemen con la misma facilidad que arde una cajetilla de cerillas al acercarle una ligera llama; que el paro juvenil alcance cotas inauditas; que sobrevivamos a costa de un permanente incremento de la ya mencionada deuda o de las limosnas que nos dan los demás o, que estemos sumidos en una crisis económica, política o de identidad nacional e internacional. Aquí no pasa nada, el gobierno no es responsable de nada y nadie ponga en duda que absolutamente todo, tiene cabida en cualquier campaña electoral.

El mismo gobierno que, ilegalmente y sin remordimiento alguno, emplea todos los medios oficiales de propaganda estatal para hacer campañas en su beneficio, engañar a los contribuyentes y embaucar a los pobres de espíritu o a aquellos con muy poca memoria y corto nivel intelectual.

Mientras tanto, la oposición a duras penas resiste y hará bien en no caer en la provocación de dar más de lo que ofrece el gobierno —esos cartuchos suelen salir mal— debe centrarse en descubrir el pastel y la parafernalia montada en torno a tamañas mentiras, en airear, demostrar y denunciar la irresponsabilidad de quienes las mencionan o que las exponen sin recato ni dignidad.

Pero, por desgracia, en España este camino no siempre es bueno ni produce el efecto deseado. Aún recuerdo uno de los más importantes debates electorales pretéritos en los que el Partido Popular desbrozó, una por una, las falsarias teorías económicas del Partido Socialista en tiempos de Zapatero de la mano y en boca de un señor llamado Solbes, que tanto mal hizo a España por ser un vendido lacayo al mentir sir ruborizarse, a sabiendas que lo que decía no era verdad.

Por lo tanto, creo entender que es la propia ciudadanía la que, antes de depositar sus votos, debe resolver, analizar y pensar lo que le llega por diversos canales para dilucidar lo que es o no la verdad, lo que es puro engaño, que mensaje real encierra tal información y lo que puede llegar a suponer dejarnos engañar.

Aunque, da la casualidad que España no es un país donde se conozca, use y predique las ventajas y modos del Pensamiento Crítico, esa forma de pensar, desmenuzar y analizar la información que nos llega por la vista, el oído o el tacto, para descubrir que lo que oculta detrás y poder desenmascarar el verdadero mensaje que se nos quiere trasladar.

El gobierno se ha pasado toda la legislatura mirándose a ombligo, dándose besos y procurando tomar por la fuerza o a base de regalías los medios de comunicación, las voluntades individuales y colectivas y los diversos organismos y estamentos que controlan la independencia y el buen funcionamiento de la sociedad civil en un régimen democrático.

No hemos sido capaces de descubrir sus patrañas y tacticismos; y si lo hubiéramos hecho, no supimos denunciarlos con la suficiente fuerza y claridad para ganar una posición de ventaja que les hiciera descarrilar.

Ahora ya es tarde, todo o casi todo medio, organismo o entidad está copado, controlado o gobernado por peleles que ponen y pondrán toda la carne en el asador, porque de su supervivencia, además del prestigio, les va la continuidad en un cargo donde presumir y medrar que, además, está bien remunerado y donde no se suele trabajar mucho salvo en época electoral.

Tan solo les faltaba que las siempre vendidas a las izquierdas y bien amamantadas organizaciones sindicales, aprovechen el día de hoy —en un momento muy difícil para el trabajador o el emprendedor que quiere prosperar— pongan todo su empeño en ensalzar a un nefasto gobierno -que no ha hecho nada de lo que ahora promete y nos ha acribillado a impuestos- quien ya se ha encargado de nutrirles a manos llenas para cuando llegara el momento y, cómo ha ocurrido, les pudieran necesitar.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

LA MENTIRA

F. Javier Blasco*

Palabra femenina que proviene del latín y se emplea para denunciar la realidad de cualquier afirmación que hace una persona, cuando es consciente de que lo dice o asegura, no es verdad. Tiene muchos sinónimos, que traigo a colación porque con ellos se define mucho mejor el concepto: trápala, embustería, bola, falsedad, embrollo, engaño, farsa, embeleco y trola.

Por desgracia, esta actitud o desviación humana es muy frecuente y se emplea cada vez mucho más en todos los ámbitos de la vida social, política y económica; debido a su repercusión, generalmente suele ser repudiada y castigada en ambientes y personas serias y formales y hasta está considerada como pecado en muchas de las religiones en vigor.

Es importante en el ámbito judicial, donde mentir ante un tribunal, cuando se es citado en categoría de testigo, es un delito en la mayor parte de los países del mundo e incluso, constituye un hecho muy deleznable y repudiable hacerlo en lo que se conoce como sede parlamentaria; lo que en algunos países puede llevar al traste la carrera política hasta de grandes y asentados próceres.

En España —país dado tradicionalmente a la picaresca el ventajismo, la maniobra corta y el engaño— a pesar de que, aparentemente, sucede lo mismo que en la mayoría de países de nuestro entorno, la mentira, es observada y aplicada por muchos y cuando se descubre y denuncia, suele ser juzgada con mayor o menor saña y empeño, según sea quien caiga en el yerro o a la vehemencia y el espurio interés que ponga el denunciante. Tanto es así, que en muchos casos, mentir y hasta hacerlo reiteradamente y a lo grande a muchos peculiares personajes les sale gratis, son impunes o capaces de convertirlas en verdades como puños y, en muchos casos, no suele repercutir negativamente en su futuro o carrera.

De hecho, hoy contamos con un presidente de gobierno que está doctorado cum laude —en este caso de verdad y con todos los derechos y honores— en el arte, uso y abuso del engaño. Una persona en la que en él, su legado y entorno casi todo es mentira, una exageración o un producto del marketing dirigido a engañar al sufrido, desorientado o previamente convencido y bien amamantado espectador desde que aquel individuo inició sus pasos.

En su juventud no destacó en casi nada por sí mismo; fue un estudiante y un deportista mediocre que obtuvo su máxima titulación en economía debido a una tesis copiada y además corregida o evaluada por un grupo de amiguetes que le encumbraron a la máxima categoría sin merecerlo en absoluto, con lo que a pesar de aquel escarnio, a duras penas pudo obtener un mediano puesto de trabajo en la universidad dónde nadie recuerda sus escasas lecciones y consejos, porque poco o nada pudieron aprender de él.

Aprovechando su popularidad estudiantil, cierto porte chulesco y alguna dote personal, encandiló a la hija de un empresario dedicado al nunca claro negocio de las saunas de variopinto tipo, con la que se casó y gracias a dicho matrimonio, pudo costear un piso donde establecerse para los años venideros, así como un utilitario de poca monta.

Durante varios años, y como la mayoría de ineptos que se dedican a la política, se movió en ese mundillo, como casi todos ellos; o sea, de mamporrero, abraza farolas, lleva o paga Fantas y siempre actuando como un auténtico energúmeno de la cla (lugar que, según el Diccionario Akal de Teatro, es “el conjunto de personas que son contratadas para aplaudir y ovacionar desaforadamente determinadas representaciones, a las que por dicho ‘trabajo’, entran de balde”).

Tras su breve e inútil o poco fructífero paso por la política local y regional madrileña, consiguió, de rebote, un asiento en la Cámara de los diputados y allí se afanaba por seguir a pies juntillas todo lo que le mandaban votar; por cierto, algunas de aquellas cosas aprobadas con su voto, hoy están derogadas por él mismo u olvidadas para siempre, como si nunca hubieran existido.

Como buen medrador y para aumentar sus ingresos, previamente consiguió que, dentro del cupo socialista, se le encajara a frote duro en el consejo de administración de la expoliada Caja Madrid donde —a pesar de su formación como ‘economista’— apoyó, sin dudar lo más mínimo, todo lo que le ponían delante. Decisiones que, en gran parte, llevaron a la ruina a dicha caja y como resultado, la deuda de España para rescatar la mayor parte de las Cajas, que no a los Bancos, fue bastante mayor.

No es preciso que me extienda en el proceso de revolución, expulsión y recuperación, tras una fuerte lucha y posterior purga intestina, por su puesto en el PSOE para hacerse con la Secretaría General de un partido al que ha dado la vuelta como un calcetín, ya nadie reconoce e incluso, hoy no hay reparos en denominarlo el ‘partido Sanchista’. Propio modus operandi de un poco moderado ególatra y dictador, que ha llegado a subyugar —a base de auténticas mentiras y promesas todas ellas incumplidas— a su electorado y a los adocenados medios palmeros que le siguen, apoyan y adoran. Promesas, que por supuesto, cuando las lanzaba ya sabía, que nunca las iba a cumplir.

Llegado a este punto, conviene recordar como logró ganar una moción de censura contra un demasiado confiado, cansado y poco hábil Mariano Rajoy; moción que Sánchez tenía perdida de antemano pero que gracias a basarla en grandes y obscenas mentiras propias y de una persona que jamás debió ser juez, por su prevaricadora forma de usar su puesto para inmiscuirse en la aplicación de la justicia y sobre todo, a base de vender su alma y la de España, a los mayores enemigos de ésta y a aquellos otros partidos que solo viven de las miserias de los gobiernos en activo o de las promesas de aquellos otros que tienen visos o posibilidad de lograr el gobierno y, que indudablemente dada su debilidad o precariedad, van a precisar de sus votos, tanto para alcanzar el puesto, como para mantenerse en el poder.

Comenzó prometiendo a diestro y siniestro, no hacer lo que en horas si hizo, lo negó por activa y pasiva como Pedro a Jesús y no se despeinó un pelo, cuando cambió el guión sin ningún tipo de justificación, sólo recurrió a engaños, placebos y dulcificaciones o idealizaciones de execrables hechos para hacer comulgar a sus ya mencionados votantes y seguidores, aunque fuera con enormes y aparentemente intragables, ruedas de molino.

Su capacidad de mentir, engañar, pisotear y deshacerse de los demás, aunque sean sus más íntimos, no tiene límite. No se amedranta ante cualquier medida que deba tomar para salvarse él de la quema, salir airoso de situaciones difíciles o en culpar a los demás de los errores propios o colectivos, aunque sea bajo su mandato o dirección tal y como lo refleja en su famoso libro titulado, “manual de resistencia”; libro, que como es su costumbre, tampoco escribió él, sino una ‘negra’ a la que ha premiado con sucesivos y sustanciosos cargos políticos mientras le hizo falta, a pesar de su transfuguismo y poca valía.

Ha conseguido vencer el dicho de que es imposible engañar a muchos durante mucho tiempo, lo sigue haciendo a propios y extraños tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Su egocentrismo es patente y patético y como buen dictador teme la crítica, aunque sea constructiva. Se esconde en el oscurantismo y el empleo del decretazo con urgencia y nocturnidad para evitar ser puesto en ridículo o dejar patentes sus vulnerabilidades; de hecho, es el presidente que más ha empleado este procedimiento.

Ha dedicado ingentes esfuerzos en controlar todas las instituciones que apoyan o constituyen una parte importante del Estado y, por supuesto, aquellas que por su importancia y trascendencia deberían permanecer fuera de alcance y el procaz manoseo del gobierno. En su afán por lograr patentes y rentables objetivos, en un increíble breve espacio de tiempo, ha conseguido controlar, con demostrados seguidores a su persona, veinticinco entidades públicas, desde el Tribunal Constitucional (TC) o el Consejo de Estado y el CIS; hasta empresas como Correos, Indra o Aena.

Cada uno de estos esfuerzos tiene asignado un papel importante en su labor de engaño y convencimiento de la masa aborregada de españoles que viven pensando en las dadivas, las subvenciones, los favores y las desproporcionadas subidas de salarios y pensiones. Entre ellas destacar que el propio TC, máximo organismo para la defensa de la Constitución y los valores democráticos en España, su presidente y principal mozo de espadas de Sánchez, Conde-Pumpido ha cumplido con el plan de este para controlar el Tribunal, y en tan solo tres meses ya van seis leyes ideológicas aprobadas para darle marchamo de verdad sin paliativos. Tribunal que desde su creación se ha caracterizado por su lentitud y reposo para tomar decisiones dado el calado e importancia de las mismas.

Como resumen final y a modo de recordatorio, me gustaría recalcar que Sánchez ha mentido a todos sin dejarse nada ni nadie en el tintero: las víctimas del terrorismo; las familias en sus creencias, usos y costumbres; ha destrozado la enseñanza; engaña constantemente a los trabajadores y las empresas con las sucesivas subidas de impuestos. Ha mantenido a España bajo arresto domiciliario durante los meses de la Pandemia, sin poder hacerlo como lo hizo, olvidándose además de decenas de miles de fallecidos durante la misma.

Ha cambiado la política internacional y el papel de España en el mundo que nos rodea o en nuestra área de influencia con mentiras y añagazas rompiendo lazos, usos y costumbres y hasta poniendo en peligro nuestra economía.

Ha vendido humo constantemente en España y Europa; miente con ese afán de protagonismo a codazos, por llegar el primero, aunque sea con las manos vacías, a conflictos, países o personalidades de relevancia como Ucrania, China o EEUU; miente constantemente a la UE y a la OTAN con sus planes de inversión, dejando la patata caliente para quien le suceda; se arroga éxitos de los demás y un protagonismo que no le corresponde en la mayoría de los ámbitos nacionales e internacionales que pueden ser o no de su incumbencia.

Abusa de los medios del Estado para su uso personal o de partido con burdos engaños u ocultando los costos y realidades; está llevando la deuda, el déficit y el IPC de España a cotas nunca vistas y jamás es culpa suya que esto ocurra.

Engaña al mundo homo y transexual, así como a las víctimas de abuso sexual; libera a los presos de ETA o les hace su vida más fácil porque así consigue apoyos por los herederos de aquellos; ha anulado el delito de sedición y dulcificado la malversación para salvar a amiguetes y sobre todo, por contentar a los independentistas catalanes en busca de sus apoyos mientras al resto, nos aburre con fabulas y cuentos de normalización; no persigue los ataques y ultrajes a las FCSE, al Rey, la lengua española y a la unidad de España o su bandera por mucho que sus ‘compañeros de viaje’ se afanen en escupir sobre ellos.

Tiene al Ejército abandonado en su futuro, capacidades y situación económica y laboral, aunque los usa en todos los fuegos reales o no que él debe apagar; promete ayudas en catástrofes que nunca llegan a convertirse en algo material; inaugura tramos de alta velocidad en la España semi vaciada, cuando son mentira o muy lejos de la realidad y, no contento con todo ello y otras muchas cosas más, nos torpedea con videos que pretenden ser caseros, pero que son grabados para su uso y disfrute personal basados en escenarios y hechos falsos que no tiene nada de verdad.

Un hombre que se pavonea por el mundo, vestido con trajes de colores o prendas de abrigo no siempre muy apropiados o algo inusuales, creyéndose alguien importante; cuando realmente tiene que deambular, como alma en pena para tragar potentes sapos, desdecirse de lo dicho por el mismo e ir apagando fricciones creadas por su imprudencia, como acaba de suceder con su reciente visita a Italia.

Estoy convencido, que su figura, actitud y legado serán estudiados con verdadero interés por su ineptitud y negativa trascendencia en las facultades de medicina y psicología, amén que en las de ciencias políticas, economía y otras varias especialidades. No tiene desperdicio.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

APRIETAN Y AHORCAN

Iris Speroni*

Los que se llevan todo son quienes empujan a la Argentina una y otra vez al borde del precipicio.

Artículo publicado el 25/03/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/03/aprietan-y-ahorcan.html.

 

Esta semana fuimos testigos de un (nuevo) sablazo a los fondos previsionales por parte del gobierno. Como si el dinero le perteneciera y no fueran cuentas separadas.

Semejante barrabasada a dos meses de la finalización del año 2022 donde Argentina tuvo el mayor volumen de exportaciones de toda su historia, por más de 88 mil millones de dólares (2022: EL AÑO QUE NO ESTUVIMOS EN PELIGRO).

No sólo eso.

Este régimen, mediante la agencia paraestatal de recaudaciones denominada BCRA, se apropió del 50% de dicha cifra mediante el desdoblamiento del tipo de cambio.

Aun así, terminó el año y en lugar de tener 88 mil millones de dólares en el BCRA (o en su defecto 44 mil millones) como reserva, tienen cero —«fortalecimiento de reservas»—.

Como si esto fuera poco, durante el año 2022 el estado nacional, mediante la agencia oficial de recaudaciones impositivas, la AFIP [1], recolectó la cifra de tributos más grande de la historia argentina por 21.540.626 millones de pesos o lo que es lo mismo por 21,5 billones (continentales) de pesos.

Esta última semana de marzo 2023 va a ser de suma zozobra para todos nosotros. Las próximas, probablemente, también.

Argentina, una vez más, está al borde de otra hiperinflación y un nuevo default. Observamos que los países limítrofes, integrantes como nosotros del Mercosur, prosperan. Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil han aprovechado la oportunidad que nos dio – a todos nosotros – la economía internacional. PBUB viven en conjunto los siguientes fenómenos: crecimiento de su PBI, reinversiones de sus ganancias, mejora del salario real de la economía, desarrollo, aumento de las reservas, reducción de la deuda pública, ausencia de inflación [2]. ¿Por qué en Argentina no es igual?

¿Cómo se explica que estemos tan mal cuando la gente, a pesar de todas las barreras que pone el gobierno, trabaja, estudia y trata de vivir un poquito mejor?

Quienes nos gobiernan

Los desequilibrios que nos infligen nuestros gobernantes en forma periódica son adrede. No son “cosas que pasan”.

Quienes gobiernan:

    • provocan inflación,
    • contraen deuda pública,
    • deciden gastar por encima de la recaudación tributaria,
    • abandonan el mantenimiento de las obras existentes,
    • se desprenden de activos inmobiliarios públicos,
    • sobregravan impositivamente al sector más productivo de la economía; con ese acto frenan a todo el país,
    • desestimulan las exportaciones,
    • sobreestimulan las importaciones,
    • propician la mudanza de industrias a Brasil,
    • sobrepagan a los proveedores públicos,
    • no controlan las concesiones públicas,
    • fomentan la economía informal y la desocupación.

Son las consecuencias de actos conscientes de gobierno.

La corrupción como excusa

Corrupción: Por sobornos de contratistas del Estado o de concesionarios públicos o por vender bienes públicos a precio vil.

Esa explicación no convence.

Nada hace pensar que lo mismo (en diferentes grados) no ocurra en Brasil o Paraguay o Bolivia o Uruguay. De hecho conocemos numerosos escándalos entre funcionarios públicos y empresarios en Brasil o Paraguay. Aun así, ambos países progresan, aumentan las reservas de sus bancos centrales, repagan su deuda pública y no tienen inflación.

Reinversión de ganancias

EQUILIBRIO INESTABLE: «Este sistema actual de exacción de la riqueza de unos argentinos por una coalición podría durar indefinidamente, si la ganadores tuvieran mesura».

Un país produce tanto como sus factores de producción le permiten. Teorizó sobre este punto Juan Bautista Alberdi. Son tres: tierra, capital y trabajo.

Todos los años, los factores se reducen: la tierra pierde nutrientes, las máquinas sufren desgaste, los trabajadores no calificados, los artesanos y los profesionales se jubilan.

Por lo tanto todos los años la sociedad debe reponer esos factores para mantener el producto. Si se reinvierte menos que el desgaste, un país pierde factores [3].

Si se reinvierte lo mismo que el desgaste ocurrido, se mantiene el nivel de producción. Pero si aumenta la población, entonces lo que le toca a cada uno es un poco menos.

Para mantener la producción promedio por habitante, hay que invertir para que los factores (tierra, capital, trabajo) aumenten al mismo ritmo que el crecimiento de la población.

Si un agente externo (ej. el Estado o los ladrones a mano armada) se queda con toda o parte de la rentabilidad, entonces comercios, industrias, familias no pueden reinvertir en lo que cada uno hace. Si el estado, el dinero que saca a las familias, no lo reinvierte en mantener bienes públicos (ej. FFCC, hospitales), éstos se pierden paulatinamente.

Baja la producción, somos todos más pobres.

Si el Estado le da todo ese dinero que le saca a la población a unos pocos (funcionarios venales, contratistas del Estado, proveedores del Estado, concesionarios, capitalistas de amigos) y estos lo convierten en moneda dura y lo sacan del país o lo gastan en banalidades (ej. el ministerio de la mujer, filmar películas que nadie ve, Télam, intereses), entonces el país consistentemente pierde capital, cada vez produce menos, es cada vez más pobre.

Es un tobogán de reducción permanente.

Finalmente, quienes se apropian de la riqueza, llega un punto en el que no tienen nada más que quitarle a la población. En ese caso lo que hacen es endeudar el país, para tener un tesoro para llevárselo. Toman el dinero prestado, se lo llevan a sus cuentas personales y nos dejan la cuenta a pagar.

¿Por qué sucede esto último? Porque el monto del robo anual es mayor que la rentabilidad anual de la economía, por lo que comprometen – también – la rentabilidad futura.

El tamaño del expolio es lo que explica que el Estado se haya quedado con 44 mil millones de dólares de las exportaciones y con 1,6 billones de pesos de derechos de exportación durante 2022 y llegado mediados de marzo de 2023 no tenga dinero para hacer frente a los compromisos: porque se llevaron más que las cifras consignadas.

Los perdedores de este juego somos los de siempre: los trabajadores, los que hacen changas en negro, los jubilados, las clases medias que tratan de sobrevivir, los que tienen un taller o un comercio, las pymes, algunas empresas grandes, todos los que producen para exportar (industria, servicios, agropecuario). Toda esta gente muerde fuerte y prosigue: trabaja, estudia, sobrevive.

Somos quienes damos estabilidad a la Argentina: por el simple hecho de estar ahí. Conducir una ambulancia, sembrar maíz, recoger huevos, reparar un automóvil, expender nafta, reponer mercadería, jugar un deporte, ir a la cancha, mantener el pasto de dicha cancha, llevar a los hijos a entrenar o a la escuela o al conservatorio de música, dar clases, alimentar a los animales. Todos los que contribuyen a que haya módico orden y normalidad.

Luego están los que administran la Argentina y los amigos del poder. Los que se llevan todo. Son quienes empujan a la Argentina una y otra vez al borde del precipicio —en forma absolutamente innecesaria—. Todos ellos, los únicos beneficiarios del sistema, con su codicia desbocada, provocan una y otra vez el caos.

Porque, como dije en diciembre de 2019: «Hoy la República Argentina es inestable no por los que pierden, sino, paradójicamente, por quienes ganan».

Hay que echarlos.

Porque necesitamos orden, paz, unión, estabilidad para crecer, prosperar, capacitarnos, invertir, crear, cuidar a nuestras familias. 

Mientras que aquellos, quienes provocan el caos permanente, estén al frente de la Nación, nada bueno lograremos.

Hay que echarlos.

 

Notas

[1] El BCRA es la agencia paraoficial de recaudación de impuestos federales; la AFIP es la agencia oficial de recaudación de impuestos federales.

[2] Más allá de los actuales problemas de Bolivia de las últimas dos semanas.

[3] Las formas de perder factores son infinitas: a. repongo odontólogos pero la formación es inferior, b. no hay suficientes peritos mercantiles nuevos para cubrir los puestos administrativos, c. hay disturbios en zonas turísticas que interrumpen rutas, destruyen posadas, etc., d. no se mantienen las vías férreas, e. no se compran nuevos vagones de subte, f. no se repone la fibra óptica/cables de luz/cañerías de gas que se rompen, g. no se hace el mantenimiento de las generadoras de electricidad por lo cual hay que aumentar los márgenes de seguridad (reducir la producción máxima), h. roban una vez por semana en la panadería del barrio, i. asesinan trabajadores en las paradas de colectivo.

 

Referencias

AFIP. Recaudación 2022

https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/serie-anual/ 

 

Notas relacionadas

2022: el año que no estuvimos en peligro

http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html

Equilibrio Inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html