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CUANDO LA MENTIRA ES LA VERDAD

Iris Speroni*

Son todos cómplices.

 

¿Qué ves?

¿Qué ves cuando me ves?

Cuando la mentira es la verdad.

De Diego Arnedo / Federico Gil Sola / Ricardo Jorge Mollo

 

Esta semana el poder ejecutivo mandó un anteproyecto de ley al Congreso con el objeto de aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Es un documento que incluye anexos técnicos, prospecciones y exposición de motivos. Como cada medio publicó sus partes en diferente orden,  voy a usar la paginación de la versión de El Cronista para las citas.

En su exposición el ministro mezcla verdades con mentiras. Muchas verdades y muchas mentiras. 

El gobierno presenta una proyección macroeconómica incumplible. No tiene ninguna importancia. Lo único significativo de las 137 páginas es (pág. 8):

…  SANCIONAN CON FUERZA DE LEY:

ARTÍCULO 1º.- Apruébase, en los términos del artículo 2° de la Ley N° 27.612, el Programa de Facilidades

Extendidas a efectos de refinanciar la deuda existente entre la REPÚBLICA ARGENTINA y el FONDO

MONETARIO INTERNACIONAL, correspondiente al Acuerdo Stand By suscripto en el año 2018.

La aprobación del acuerdo tiene varias consecuencias: a) le cubrirá el trasero por las irregularidades cometidas a Christine Lagarde y a los restantes burócratas del FMI; b) tornará inefectiva toda persecución penal a Mauricio Macri, Luis Caputo y Nicolás Dujovne; c) justifica al ministro Guzmán, cuya tarea consiste en validar la transacción efectuada por el FMI durante el gobierno de MM.

El resto es irrelevante. Hay una serie de metas que no se van a cumplir, destinos del dinero que tampoco. Lo único cierto es que hasta hoy el préstamo del FMI es repudiable, por i) no respetar el estatuto del FMI; ii) por no respetar la Constitución Nacional Argentina. Dicho de otra manera, violó los requisitos de ambas partes. Luego de la aprobación, todo eso será agua bajo el puente. 

Por lo antedicho el bloque JxC aprobará el acuerdo. Porque salva definitivamente a su líder de un proceso penal. No puedo soslayar que ningún miembro de la oposición, en su momento, pidió la remoción por juicio político del presidente Mauricio Macri o de sus funcionarios Luis Caputo y Nicolás Caputo por abuso de autoridad y malversación de fondos públicos. De la misma manera que la comisión bicameral del HCN no removió al presidente del BCRA Federico Sturzenegger cuando la tasa de interés alcanzó el 80% anual. Son todos cómplices.

Van a aprobar este acuerdo, en lugar de hacer lo correcto, que es repudiarlo.

Recapitulemos

Una de las tantas verdades que señala el texto es que el dinero que entregó el FMI al gobierno argentino se utilizó para financiar la salida de dinero de privados. Lo denomina “exteriorización de activos”.

Durante los dos primeros años, el gobierno de Mauricio Macri expandió el gasto público (planes sociales; gastos corrientes; cubrió deudas dejadas por el gobierno anterior, algunas de las cuales debería haber repudiado; servicio de deuda). El objetivo era ganar las elecciones de mitad de término, lo que logró. Son dos años con aumento de consumo y caída de desocupación, lo que explicaría el resultado electoral del 2017.

Financió este carnaval con emisión (inflación 50% anual) y con deuda pública. Parte en dólares a altas tasas, parte en pesos. El inversor trajo dólares, la pasó a pesos, compró deuda pública en pesos (recuerden: 80% anual), y luego la pasó a dólares. 80% de tasa – 50% de inflación = tasa real en dólares de 30%.

Luego de ganar las elecciones de mitad de término y de obtener la aprobación del presupuesto 2018, el 28 de diciembre de 2017 el Jefe de Gabinete Marcos Peña le anuncia a la población que desconocerían el flamante presupuesto y que el BCRA bajaría las tasas. Ni me molesto en enumerar todo lo que está mal. Nuevamente, los diputados podrían haber pedido juicio político contra Peña. Se fueron de vacaciones.

Quienes no tomaron vacaciones fueron los inversores. Entendieron que la bicicleta del BCRA se había acabado y se llevaron o pretendieron llevarse los dólares traídos desde 2015 hasta 2017. Problema: la plata no estaba. Conclusión: salieron desesperados a buscarla. 

El FMI no le prestó el dinero a la Argentina, simplemente salvó a los fondos de inversión.

Verdades y mentiras del informe

El gobierno sostiene que el préstamo contraído es violatorio del estatuto del FMI. Cierto. Razón suficiente para repudiarlo. Que se usó para financiar la salida de capitales. Cierto [1]. 

Veamos qué promete Guzmán.

Página 14 del pdf.

Para el corriente año, que la inflación no será menor al 38%, que la cuenta corriente será equilibrada y que habrá crecimiento económico.

A continuación, en el texto general sostiene que las tasas de interés domésticas en pesos serán positivas para el depositante de plazos fijos y que habrá créditos a las pymes para que crezcan y den trabajo; mejoras de salarios reales y caída del desempleo.

Todo muy lindo, pero los objetivos se cancelan entre sí. Es como que yo dijera que voy a bajar de peso y que ahora iré a la confitería a comprar una torta de chocolate, dulce de leche y merengue para comerla yo sola. Los dos objetivos no son compatibles. O la torta o bajar de peso.

Cuando el ministro sostiene que la inflación no será menor al 38% y que la tasa pasiva de plazo fijo será no menor a la inflación (lo denomina tasa positiva en términos reales), nos dice que la tasa pasiva, la que se paga al señor que pone dinero en plazo fijo en el banco, será como mínimo 38,5% [2]. 

Para que eso suceda la tasa del banco a BCRA al banco deberá ser superior a la que el banco le paga al que tiene plazos fijos (¿40%?, ¿42%? ¿50%?). Con esas tasas de interés es imposible que la economía crezca.

Sostiene, asimismo, que aumentarán los salarios reales [3]. En ese caso, deberían aumentar no menos del 38%, de acuerdo con sus números. Pero en otra sección afirma que han acordado con las grandes empresas un aumento del 2% mensual (“precios cuidados” [3.b.]) con el objeto de que ese índice se tome para las negociaciones colectivas salariales con los sindicatos. Aumentos del 2% mensual acumulado llegan a 27% anual. Por lo tanto, lo que el simpático ministro no dice es que los convenios colectivos de trabajo serán del 27% anual, 11 puntos menos que el piso de inflación.

Varias veces afirma que la inflación es multicausal [4]. Es una excusa para decir: “hay inflación por tantas cosas… ¿qué querés que haga?”. A continuación asegura que continuarán con el freno a la cotización del dólar oficial porque ¡produce inflación! [5] (¿no era multicausal?). Según la Constitución reformada en 1994, la inflación es responsabilidad del Congreso: esto significa que es monocausada; al menos lo era para los Convencionales Constituyentes, incluida Cristina Fernández, vicepresidente de dicha Asamblea.

Luego se pisa el poncho cuando afirma que en los dos últimos años emitió para financiar al Tesoro [6] y que va a tratar de hacerlo pero no mucho.

Por último, una perla. Sostiene que va a reemplazar el endeudamiento externo por uno interno (bien) y que será a través del BCRA con altas tasas de interés [7].

Dicho de otra manera, sigue la gigantesca bola de nieve que es la deuda del BCRA. Imagino la desesperación de Ricardo Inti Alpert. Acá su hilo sobre el tema: HILO.

Fuente: Ricardo Inti Alpert.

Ahora bien, si la cotización del dólar oficial aumenta con la inflación, y las tasas en pesos que pagará el BCRA serán positivas entonces…sí, acertó, las tasas en dólares serán positivas con seguro de cambio. La tablita.

Por último, otros objetivos contradictorios. Afirma que estimularán las exportaciones [8] pero seguirán retrasando el tipo de cambio oficial [9] (nuevamente: ¿bajar de peso o comer torta de merengue?). Acá está lo más gracioso: no quieren aumentar la valuación oficial de la divisa porque … presten atención… ¡provoca inflación! Parece que no se dio cuenta que en 2021 devaluaron un 26% y la inflación fue del 50%. Pareciera que la relación causa-efecto está perdida con estos muchachos.

No mencionan que el dólar atrasado estimula las importaciones (así es que compramos jabón de tocador a Brasil), por lo tanto tenemos un superávit comercial muy inferior al que podríamos tener, o que Brasil devaluó y podría seguir haciéndolo, lo que nos perjudica.

Garantizan a la banca que continuará el proceso de reemplazo de efectivo por pago electrónico y que se combatirá el uso de criptomonedas.

Ah, y, oh sorpresa, van a aumentar los impuestos.

Lo que pueden estar todos seguros es que los diputados de todos los partidos concordarán sacarle la soga al cuello a Christine Lagarde (que todavía tiene procesos penales abiertos en Francia por malversación de fondos públicos) y a Macri (que ídem, pero no en Francia).

Otra cosa que no hizo el gobierno fue auditar los desembolsos. ¿Cuánto del dinero que salió del FMI llegó a la Argentina? ¿Estamos seguros que ninguna parte se perdió en el camino? Dadas las numerosas irregularidades de procedimiento de ambas partes, tanto el FMI como nosotros merecemos dicha auditoría detallada.

Lo que más me llamó la atención de estas 137 páginas es el profundo sesgo anticampo. Pero es para otro día. Cuesta entender tanta saña.

La Argentina podría ser una tierra de prosperidad, lástima ellos.

Divididos, «¿Qué ves?»

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas:

[1] El Presidente le pidió al BCRA un informe sobre quién se había llevado ese dinero. El BCRA hace el informe, ¡sobre ese punto no contesta! Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019, [http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Informe-Mercado-cambios-deuda-%20formacion-de-activos%20externo-%202015-2019.pdf ].

[2] Todas las citas del texto oficial se hacen con la paginación del siguiente pdf dado por El Cronista: https://www.cronista.com/economia-politica/la-letra-chica-del-acuerdo-el-fmi-este-es-el-texto-completo-del-proyecto-de-ley/ 

Página 21

“A tal fin, el BCRA procurará mantener una tasa de política monetaria efectiva positiva en términos reales, conservando coherencia con una trayectoria sostenible para los títulos del BCRA … Esto ayudará a garantizar que, en adelante, las tasas de interés de los depósitos bancarios a plazo sigan siendo positivas en términos reales, a fin de apoyar la demanda de depósitos en pesos y el desarrollo de un mercado interno de títulos públicos”. 

“el BCRA elevó la tasa de política monetaria efectiva anual (aplicable a Letras de Liquidez a 28 días) en 285 puntos básicos y simplificó los instrumentos de esterilización para mejorar la transmisión y la emisión de señales de la política monetaria”.

En resumen: bicicleta.

Pág. 84

“…una reducción gradual del financiamiento del BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA (BCRA) al Tesoro Nacional, el mantenimiento de tasas de interés de política monetaria positivas en términos reales que fortalezcan la demanda de activos locales y la reconstrucción del mercado de deuda en moneda doméstica…”.

Luego sostiene lo contrario, que va a reducir la bicicleta, pág. 114:

“En el mismo sentido, una reducción del peso relativo de los pasivos no monetarios del BCRA, fundamentalmente Leliq y pases pasivos, a niveles sostenibles, es una pieza clave dentro del paquete de estabilización macroeconómica. Si bien el BCRA, con motivo de las necesidades de gasto extraordinarias, consecuencia de la pandemia, asistió financieramente al Tesoro Nacional, con posterioridad comenzó un proceso de esterilización de los excedentes monetarios que permitió una convergencia de los agregados monetarios en torno a valores promedio históricos. En contrapartida, los pasivos no remunerados del BCRA crecieron en términos reales. Con la aplicación del presente esquema de políticas, fundamentalmente la consolidación fiscal y la reducción del financiamiento al Tesoro Nacional por parte del BCRA, se espera que ceda la presión sobre los pasivos del BCRA, al tiempo que el sostenido crecimiento económico y la mejor remuneración de los activos en pesos consoliden un aumento en la demanda de dinero, históricamente determinada por motivos transaccionales.

En este marco general, se analizarán medidas orientadas a mejorar las relaciones entre el BCRA y el Tesoro Nacional buscando estabilizar las fuentes de financiamiento y los mecanismos de control y diseñar una estrategia por la cual el BCRA opere con mayor fluidez en el mercado de títulos públicos, como es usual en gran parte de los países del mundo, de manera de reducir el costo cuasi fiscal de la política monetaria”. La negrita me pertenece.

[3] Pág. 4:

“…con el fin de lograr un aumento del poder del salario real de los trabajadores y las trabajadoras que redunde en un fortalecimiento de la demanda agregada…”.

Pág. 15:

“A corto plazo, se espera que la recuperación del empleo y los salarios favorezcan la recaudación,…”.

[3.b.] Pág. 21:

“21. Esto se complementó con políticas voluntarias de precios e ingresos. A mediados de enero se suscribió un nuevo acuerdo voluntario de precios (Precios Cuidados) con más de 150 participantes del sector privado, para que los aumentos de precios no superen el 2% mensual en 1.300 productos representativos de la canasta de consumo masivo. Estos acuerdos de precios serán un complemento importante de los acuerdos salariales vigentes para apoyar el crecimiento de los salarios reales”. La negrita me pertenece.

[4] Pág. 4:

“…la inflación es un fenómeno multicausal,…”.

Pág. 21:

“19. La alta y persistente inflación en Argentina es un problema multicausal, cuya solución requerirá una estrategia de varios frentes…”.

Pág. 103:

“Considerando que la inflación en Argentina es elevada y persistente, el Gobierno Nacional entiende que este fenómeno es multicausal …”.

[5] Pág. 4:

“ sin que ello conlleve presiones adicionales en el tipo de cambio y, por lo tanto, en la inflación”. 

[6] Pág. 4:

“Desde la óptica monetaria y financiera, se programa una reducción gradual y persistente de la asistencia monetaria que realiza el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA al Tesoro Nacional,…”.

Pág. 19:

“17. Nuestra política de financiamiento doméstica permanece enfocada en fortalecer el mercado de títulos públicos en pesos. Nuestro plan apunta a un financiamiento neto del sector privado en pesos al Tesoro de alrededor de 2% del PIB por año durante 2022-24”.

[7] Pág. 20:

“permitirá moderar el financiamiento monetario del déficit…Este apoyo oficial, combinado con un financiamiento neto del FMI al Tesoro en 2022 (0,7% del PIB), ayudará a reducir el financiamiento del presupuesto por parte del banco central a 1% del PIB en 2022…”.

Pág. 108:

“En este sentido, la política de tasas de interés interacciona con la política de reducción del déficit fiscal y en el mediano plazo permitirá reducir sustancialmente la creación monetaria por financiamiento al Tesoro Nacional…”.

Básicamente, que no van a emitir para darle dinero al Tesoro sino que van a emitir deuda en pesos para cubrir el déficit.

[8] Pág. 4:

“…lograr un crecimiento sostenido de las exportaciones que fortalezca las reservas internacionales…”.

Pág. 12:

“El superávit comercial alcanzó un máximo casi histórico de USD15000 millones. El fuerte crecimiento del volumen de exportaciones, en particular en el sector manufacturero industrial, sumado a términos de intercambio favorables, compensaron de sobra el notable dinamismo de las importaciones derivado de la recuperación de la inversión y el consumo privado”. El ministro sostiene que el aumento de las importaciones se debe al aumento de inversiones (?) y no a que los dólares los venden a mitad de precio. Curioso.

Pág. 13:

“Fortalecer nuestra balanza de pagos mediante políticas que respalden la acumulación de reservas, los superávits comerciales, incentive las exportaciones netas, y…”.

Pág. 14:

“…reformas orientadas a impulsar las exportaciones en sectores clave…”.

Pág. 24:

“Expansión de las exportaciones a través de incentivos para sectores estratégicos…hidrocarburos, minería, agroindustria, e industria automotor”. El agro no es un sector estratégico de la Argentina.

Pág. 91:

“…el crecimiento de las exportaciones permita sostener el balance comercial positivo de las cuentas externas a lo largo del tiempo. Se espera que el saldo positivo se mantenga en los años siguientes,…”.

Pág. 92:

“Fortalecer nuestra balanza de pagos mediante políticas que respalden la acumulación de reservas, los superávits comerciales, incentive las exportaciones netas, y las entradas de capitales de largo plazo”.

Pág. 104:

No piensan devaluar para estimular las exportaciones: “La experiencia argentina enseña que modificaciones abruptas en los tipos de cambio generan una inmediata reacción de la inflación y en muchos casos reflejos recesivos en la producción mientras que la contribución a través de una mejora en las exportaciones tiende a demorarse o, incluso, no manifestarse…”.

Pág. 115:

“Estas políticas tratarán de potenciar: el crecimiento y la diversificación de las exportaciones;…”.

“Existen numerosos sectores —energía, economía del conocimiento, hidrocarburos, minería, agroindustria, industria automotriz, sectores que colaboren a la transición energética, y otros sectores transables— con potencial de generar un cambio estructural en la macroeconomía argentina. Fomentar las exportaciones en tales sectores es un objetivo prioritario para este gobierno,…”.

“Generar políticas que fomenten las exportaciones, no solo sirve al objetivo de generación de valor y divisas, sino que, además, las ventas externas permiten mejorar el poder adquisitivo de la población y, con ello, disminuir los niveles de pobreza, por dos mecanismos. En primer lugar, al aportar divisas genuinas al país e incrementar la capacidad de crecimiento de la economía, se permite una mayor generación de puestos de trabajo, menor desempleo y, por ende, mayores ingresos reales de las familias. En segundo orden, las ganancias de productividad y los aprendizajes derivados de la exportación redundan en la suba de salarios en las firmas exportadoras: los salarios en las empresas exportadoras son, aproximadamente, 29% mayores a los de las no exportadoras (controlando por variables como el tamaño de la firma y el sector)”. ¿¿¿Entonces??? ¿Por qué castigan al campo?

[9] Pág. 22:

“Con este fin, y para ayudar a alcanzar las metas de acumulación de reservas en el marco del programa (criterio de ejecución cuantitativo), la tasa de ajuste del tipo de cambio oficial mantendrá el tipo de cambio real efectivo en 2022…”.

 

Artículo publicado originalmente el 05/03/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/03/cuando-la-mentira-es-la-verdad.html

ARGENTINA Y CHINA: DIPLOMACIA OLÍMPICA

Marcelo Javier de los Reyes*

Imagen: China Plus (official English website of China Radio International),  http://chinaplus.cri.cn/recommended/1661/553620

El pasado 1º de febrero el presidente de la Argentina, Alberto Fernández, partió desde el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini rumbo a Moscú en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, dando inicio a la gira que realizó por Rusia, China y Barbados y en la que se reunió con sus pares Vladimir Putin y Xi Jinping y con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, con el propósito de fortalecer las relaciones entre Argentina y esas naciones.

La visita a China coincidió con la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022, boicoteados por los Estados Unidos debido a “las flagrantes violaciones de los derechos humanos y las atrocidades de China en Sinkiang”, según informó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. Como es habitual, los gobiernos estadounidenses abordan los temas de los derechos humanos con un doble rasero pues, basta con mencionar Guantánamo o el uso de drones armados en su guerra contra el “terrorismo global”, que han provocado numerosos muertos entre la población civil en la zona de frontera entre Afganistán y Pakistán.

En esta edición XXIV de los Juegos Olímpicos de Invierno participaron seis deportistas argentinos aunque, cabe destacar, estos juegos no despiertan prácticamente interés en el público argentino.

A la ceremonia de apertura asistieron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Ecuador, Guillermo Lasso. También estuvieron presentes Vladimir Putin, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, y el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Una vez más en la historia de la diplomacia, las actividades deportivas sirven como excusa para llevar adelante otros acuerdos políticos y económicos. A modo de ejemplo, cabe recordar la “diplomacia del ping pong” a la que dieron origen —sin proponérselo— los jugadores Glenn Cowan de Estados Unidos y Zhuang Zedong de China en oportunidad de celebrarse el campeonato mundial de tenis de mesa de Nagoya (Japón). Todo se originó en 1971 cuando Glenn Cowan perdió su autobús que le llevaba de vuelta al hotel y fue invitado a subir al de la delegación china. En síntesis, ese sencillo hecho dio origen a lo que se denominó la “diplomacia del ping pong” que llevó a que, en 1972, el presidente de Estados Unidos Richard Nixon realizara su histórica visita a Beijing, la que llevó al establecimiento de relaciones diplomáticas en 1979.

Salvando las distancias de ese hecho histórico, estos juegos de invierno fueron el marco de la firma de una serie de acuerdos entre los gobiernos de China y de la Argentina. En oportunidad de esta visita, Argentina se sumó a la iniciativa china de las Nuevas Rutas de la Seda, a la iniciativa global de la Franja y la Ruta, la cual procura fomentar el flujo del comercio e inversiones. Ambos países firmaron un contrato para la construcción de una cuarta central nucleoeléctrica en Argentina —la central Atucha III— con una inversión de US$ 8.000 millones, la que será instalada en Lima, donde ya se encuentran Atucha I y II, a 100 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires. Atucha III será una central tipo HPR-100, de 1.200 megavatios eléctricos (MWe) de potencia bruta y una vida útil de 60 años. El reactor utilizará uranio enriquecido como combustible y agua liviana como refrigerante. China proveerá la ingeniería, construcción, adquisición, puesta en marcha y entrega de Atucha III[1].

Con respecto a la energía nuclear, cabe destacar que Argentina ha sido un país adelantado en la región ya que la Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina. Fue conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 y comenzó su producción comercial el 24 de junio de ese mismo año[2].

Los acuerdos incluyen el intercambio de monedas o swap, lo que posibilita que se trabaje en pesos y yuanes, sin necesidad de recurrir al dólar. Se ha estimado que la inversión china alcanza los US$ 23.700 millones.

En el marco de los acuerdos comerciales, Argentina autorizó el uso de emergencia de la vacuna de Sinopharm, de la que se adquirirán un millón de dosis.

Con anterioridad al viaje del presidente Alberto Fernández a China, ya se había acordado que el país asiático financiaría mejoras a la red eléctrica de Argentina. Por su parte, Argentina le abre a China la posibilidad de acceder a sus recursos naturales.

Los políticos argentinos procuran solucionar el déficit con créditos de los que se desconoce la letra chica. Ya existen en el mundo antecedentes de préstamos que no han podido ser pagados a China, como el caso de Sri Lanka con el puerto de Hambantota o el de Macedonia con la construcción de una autopista que aún debe pagar. En 2021, un estudio del centro internacional de investigación AidData —un laboratorio de investigación e innovación del William & Mary College que busca hacer que el financiamiento para el desarrollo sea más transparente, responsable y efectivo— revela que “el colosal programa chino de infraestructura internacional dejó a numerosos países en desarrollo con una ‘deuda oculta’ de 385.000 millones de dólares”[3]. Esto ha llevado a que países pobres que iban a sumarse a la iniciativa Franja y Ruta hayan desistido de hacerlo. China puede quedarse con la infraestructura o exigir recursos naturales o tierras como compensación.

La “diplomacia olímpica” del gobierno de Alberto Fernández implica un riesgo considerable para la Argentina. China es actualmente el segundo socio comercial de la Argentina detrás de Brasil y el intercambio tiende a crecer pero en detrimento de la Argentina. La apertura comercial a otros países siempre es importante pero debe ser equilibrada. Por otro lado, las inversiones chinas significan endeudamiento y debe recordarse que la Argentina está endeudada con el FMI y que se encuentra en una situación de fragilidad económica y con una alta inflación que tiende a incrementar la pobreza.

Los políticos argentinos deben comprender que la Argentina no solucionará sus serios problemas estructurales aplicando las recetas que ya han fracasado. El endeudamiento creciente solo incrementará los problemas. La Argentina solo saldrá adelante reduciendo el gasto y poniendo en marcha la producción del sector agropecuario con valor agregado, a la vez de establecer un plan nacional de reindustrialización y de reconstrucción de la infraestructura aplicada a todo tipo de transporte.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] “Argentina y China firman contrato para construir una central nuclear”. Deutsche Welle, 06/02/2022, https://www.dw.com/es/argentina-se-suma-a-la-iniciativa-china-de-las-nuevas-rutas-de-la-seda/a-60677598, [consulta: 15/02/2022].

[2] “Atucha I”. Nucleoeléctrica Argentina S.A., https://www.na-sa.com.ar/es/centrales-nucleares/atucha-1 [consulta: 15/02/2022].

[3] “Plan chino de infraestructura deja a países pobres con ‘deuda oculta’, según estudio”. France24, 29/09/2021, https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20210929-plan-chino-de-infraestructura-deja-a-países-pobres-con-deuda-oculta-según-estudio, [consulta: 15/02/2022].

 

Artículo publicado por el IGADI (Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional) en idioma gallego, https://www.igadi.gal/web/analiseopinion/arxentina-e-china-diplomacia-olimpica

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LA CASTA Y EL FONDO

Santiago González

Negociar con un dealer es inmoral, no hacerlo es por lo menos imprudente

 

Los cambiemitas se ufanan sin el menor rubor de haber contraído una deuda astronómica con el Fondo Monetario Internacional, el préstamo más grande que ese organismo haya concedido en toda su historia, y los kirchneristas se aprestan con impostado disgusto a renegociar ese préstamo impagable. Aunque una cosa es consecuencia de la otra, las dos son igualmente inmorales, similares al tráfico con un vendedor de droga. El FMI ha sido el dealer de la Argentina desde 1976 y, como suelen hacer los dealers, amenaza con usar de la fuerza a fin de asegurarse el cobro, y no le importa si para eso es necesario matar a un jubilado, o a millones de jubilados.

No hay nada moral envuelto en el trato con el FMI porque el FMI tiene la moral de un dealer. Un prestamista profesional jamás le habría entregado 50.000 millones de dólares al gobierno de Mauricio Macri. Al dealer no le importan las cualidades de su cliente, sólo le interesa mantenerlo abastecido y con vida mientras siga consumiendo y pagando. En realidad, el FMI tiene menos moral que un dealer, porque el dealer en definitiva está haciendo un negocio para obtener una ganancia, mientras que el propósito del FMI no es cobrar intereses sino afianzar la dependencia y sumisión de sus clientes, manteniéndolos endeudados en beneficio de terceros. No fue creado para eso, pero se convirtió en eso.

A mediados de los 70, los Estados Unidos acababan de abandonar el patrón oro, y estaban en proceso de imponer el dólar como divisa mundial de atesoramiento y referencia. Mediante complejos mecanismos financieros descriptos con todo detalle en media docena de libros por el economista estadounidense Michael Hudson, lograron ordenar la economía mundial en función de sus propios intereses, convirtiendo en satélites al resto de los países desarrollados y condenando al atraso permanente a las naciones en desarrollo. El gran instrumento para la consecución de esos fines fue el endeudamiento, y sus operadores los organismos multilaterales como el FMI.

A mediados de los 70 la Argentina era el país más promisorio de América latina, con estadísticas de desarrollo humano comparables con las de las naciones avanzadas, el sistema de defensa más poderoso de Sudamérica y desarrollos propios en áreas críticas de la ciencia y la tecnología, desde la energía nuclear y la cohetería hasta la medicina y la genética. Contaba con todo lo necesario para dar el salto: energía, praderas, agua, todos los minerales imaginables y una sociedad educada y sin conflictos. Hacía gala además de una inquietante tendencia al comportamiento independiente, como lo comprobó Henry Kissinger en la famosa conferencia sobre población de 1974. En suma, la Argentina reunía todas las condiciones como para ser blanco de un ataque. Y lo fue.

El golpe militar de 1976 tuvo el propósito declarado de combatir a la guerrilla, y el objetivo oculto de acomodar la economía argentina al orden mundial gestionado desde los Estados Unidos. El asesoramiento brindado por el Comando Sur (y también por algunos ex miembros de la OAS francesa) sobre la forma de reprimir la insurgencia, las señales ambiguas de Washington respecto de Malvinas, el flujo constante y generoso de dólares en préstamo asegurado por David Rockefeller, y las políticas económicas del ministro José Martínez de Hoz se combinaron en una sinergia letal. Cuando los militares volvieron a sus cuarteles en 1983, dejaron un país sin guerrilleros pero desarticulado, indefenso, endeudado como nunca antes en su historia, y herido en su estructura productiva. Es decir, lo dejaron en manos del FMI.

La Argentina ya había requerido los auxilios del Fondo en 1958, 1959, 1960, 1961, 1962, 1967, 1968, 1975 y 1976 (antes del golpe): se trataba de pequeños préstamos puente destinados a salvar ocasionales desajustes financieros, tal como había sido el propósito original del FMI. A partir de 1976, cuando la Argentina comienza a endeudarse seriamente con la banca privada y a recibir inversiones extranjeras, el FMI se convirtió de hecho en garante de que los prestamistas pudieran cobrar sus créditos y las empresas retirar sus dividendos en divisas fuertes sin inconvenientes. Ése fue el propósito central en los acuerdos firmados con el Fondo en 1976, 1977, 1983, 1984, 1987, 1988, 1989, 1991, 1992, 1996, 1998, 2000, 2003 y 2018, todos los cuales incluyeron recomendaciones o exigencias de política económica.

El FMI es un dealer de dealers, proveedor pero también agente de seguridad para otros proveedores y, al estilo de Barceló y Ruggierito en la Avellaneda del siglo pasado, servicial custodio de los consumidores sociales. El economista Hudson lo describió así en una reciente entrevista: “Otra vez la Argentina está a punto de defaultear o repudiar la deuda que tiene con el Fondo Monetario Internacional, que esencialmente es un arma de la política exterior norteamericana. El FMI le presta plata a un país como la Argentina para solventar la fuga de capitales. Hace posible que las empresas norteamericanas y las familias ricas de la Argentina saquen fuera del país sus fondos en pesos, o escudos, o lo que usen allí, convertidos en dólares.” Hudson no conoce muy bien la Argentina: duda sobre la denominación de su moneda. Pero la cita como ejemplo sobre cómo funciona el FMI, cuáles son sus políticas respecto de cualquier país.

El ex presidente Macri, probablemente de manera involuntaria, le dio la razón al académico estadounidense cuando confió en un reportaje que “la plata del FMI la usamos para pagarles a los bancos comerciales que se querían ir porque tenían miedo de que volviera el kirchnerismo”. Las críticas que suscitó esa declaración le obligaron entrar en detalles que no hicieron más que ratificar su admisión inicial: “La plata de la deuda fue para pagar uno a uno los préstamos que iban venciendo, porque el que tenía ese préstamo no lo quería renovar”, dijo y añadió: “El FMI nos prestó para que podamos pagar y no entrar en default, y seguir administrando la transición política hasta el segundo mandato”.

No es un secreto que Donald Trump intervino personalmente para que el FMI aceptara conceder a la Argentina, contra la opinión de los socios europeos, un préstamo de magnitud sin precedentes. Pero, ¿con qué intenciones? ¿Arrojarle un salvavidas a un amigo o, como supone Hudson, amarrar todavía más a la Argentina con los lazos de la deuda? Macri no tiene dudas. Piensa que Trump “se portó muy bien con nosotros” y cree en las bondades del Fondo: “No están para ganar plata, sino para que a la Argentina le vaya bien. Necesitan que todos los países del mundo se fortalezcan y contribuyan a mejorar la calidad de vida de los habitantes de este planeta. El FMI pide un plan. Si hay un plan, esto se refinancia.” El FMI pidió y obtuvo un plan en cada uno de los acuerdos citados, pero a la Argentina nunca le fue bien.

Hudson describe así la naturaleza de los planes solicitados: “Y entonces el FMI deja que la moneda local colapse, de hecho insiste en que la moneda colapse. Porque dice que cuando uno no puede pagar sus deudas, la manera de hacerlo es imponer la austeridad, bajar los salarios y recortar la inversión en infraestructura, detener el gasto público. Y así, el resultado de esta política del FMI, con el Banco Mundial detrás, es reducir cada vez más la capacidad de los países para pagar sus deudas. Y así es cómo se endeudan cada vez más, y se vuelven cada vez más dependientes del crédito oficial estadounidense. Los préstamos del FMI y esencialmente la deuda se usan internacionalmente para empobrecer a otros países, tal como se está empobreciendo ahora la economía norteamericana.”

Pero se necesitan dos para bailar el tango. El FMI no tendría poder sobre la Argentina si no hubiese encontrado aquí su pareja en la casta política. La coreografía entre el dealer y el adicto es así: la casta primero endeuda al país para cubrir su propio desorden presupuestario, para proveerse de dólares baratos que se vende a sí misma y a sus amigos, y para brindar oportunidades a los expertos en triquiñuelas financieras; como no puede pagar sus vicios, algo que tanto el FMI como la casta saben de antemano, acto seguido renegocia el pago de la deuda en condiciones cada vez más lesivas para el país pero que aseguran el mantenimiento del sistema.

El endeudamiento es una estafa a la Nación, siempre lo ha sido. Desde el último cuarto del siglo pasado, la Argentina se ha endeudado de manera multimillonaria (y también ha pagado deuda de manera multimillonaria), pero el crédito no se advierte en inversiones ni en infraestructura ni en desarrollo. El único efecto palpable del endeudamiento ha sido el de paralizar el desarrollo argentino, abaratar el trabajo argentino y rebajar el precio de los activos argentinos. Y aumentar los impuestos.

En 1975, la deuda externa argentina sumaba 7.947 millones de dólares y representaba un 35% del PBI. Al término del primer semestre de este 2021, la deuda alcanzó los 257.643 millones de dólares y representó un 70% del PBI. Entre una fecha y otra se suscribieron 17 acuerdos con el FMI, cada uno acompañado de sus pertinentes recetas sanadoras. O el médico no acierta con el diagnóstico, o el adicto no tiene cura, y le están robando la plata con tratamientos inútiles mientras lo mantienen convenientemente abastecido. El fallecido diputado Mario Cafiero dejó documentado ese robo en dos trabajos cuya consulta es aleccionadora. El primero figura como anexo del llamado “informe Carrió” sobre lavado de dinero, emitido en 2001 por una comisión investigadora especial de la Cámara de Diputados. El segundo se titula “El FMI y la debacle argentina (1976-2003)”, y también se lo encuentra en los archivos de la cámara.

La economía argentina no recuperó la salud con las recetas del Fondo, dice Cafiero en el segundo informe citado. Pero, en cambio, “el FMI logró en Argentina un resultado concreto; obtuvo una profunda transnacionalización de su economía, en beneficio directo, casualmente, de las empresas e intereses del grupo de países del G7, que controlan el FMI”. Y agrega: “los resultados de estas políticas, que se miden en dramáticos costos sociales, económicos y humanos, han recaído y siguen recayendo sobre las espaldas del pueblo argentino, en especial de los más desprotegidos y pobres”. En el anexo al “informe Carrió”, Cafiero muestra cómo el pago de los intereses de la deuda representaba en 2001 el 20% del déficit fiscal; ahora la proporción se redujo a casi el 16% pero sólo porque el gobierno incrementó el déficit en todos los demás rubros.

La renegociación del crédito exorbitante que el FMI concedió al gobierno de Macri no es un simple trámite financiero como el ex presidente sugiere con desconcertante puerilidad. Sus condiciones pueden afectar seriamente la capacidad de decisión de cualquier gobierno respecto del manejo de su economía. Hay que reconocer que la vicepresidente tuvo una mirada más cautelosa sobre el asunto: “Nuestro país tiene el peso inédito de una deuda también inédita con el FMI. Es un momento histórico de extrema gravedad, y la definición que se adopte y se apruebe puede llegar a constituir el más auténtico y verdadero cepo de que se tenga memoria”, escribió Cristina Fernández hace algunos días. Y descargó la responsabilidad, correctamente, en el Congreso nacional.

No se trató, sin embargo de un republicanismo tardío de la líder kirchnerista, sino de una olímpica lavada de manos: “No es Cristina”, dijo hablando de sí misma en tercera persona. “Es el titular del Poder Ejecutivo quien lleva adelante las negociaciones, en ejercicio de su responsabilidad constitucional en esta materia” y “son los 257 diputados y los 72 senadores quienes tienen la responsabilidad legal, política e histórica de aprobar o no cómo se va a pagar y bajo qué condiciones la deuda más grande con el FMI de todo el mundo y de toda la historia”. Si después vienen los reproches, nunca está de más preparar de antemano el “yo no fui” y el “yo avisé”. Resguardos que toma cualquier político avisado.

Alberto Fernández, por su lado, pretendió hacerse el duro: “Antes de cerrar un nuevo acuerdo”, intimó a Kristalina Georgieva, “haga su evaluación de lo que fue el fallido programa por el que se desembolsaron 44.000 millones de dólares que se mal utilizaron en pagar deuda insostenible y en financiar salida de capitales”. Fernández le alcanzó su propia evaluación, pero no era necesario. Antes de que el presidente argentino lanzara su desafiante exigencia, el Fondo ya tenía preparado el balance sobre la utilización del préstamo que ahora debe renegociar, algo rutinario en estos casos. “Hemos trabajado hasta ahora de manera constructiva, pero aún queda mucho por hacer”, lo sofrenó Georgieva, instándolo a “trabajar por un programa que mejore significativamente los fundamentos macroeconómicos de la Argentina y la coloque en una senda sólida para recuperarse de esta crisis”.

Mauricio, Alberto, Cristina y Kristalina pueden estar tranquilos: la casta política va a aprobar la renegociación, como lo ha hecho desde 1983, con algún tira y afloja irrelevante sobre sus términos y condiciones como para salvar la cara y entretener a la tribuna.

“Como siempre ocurrió en la historia argentina, y ahora no será excepción —escribió el consultor Marcelo Posada—, el acuerdo con el FMI es a favor de la perduración del endeudamiento de mediano plazo, a favor de que la casta siga su juego y, por consiguiente, a favor de prolongar la agonía de la sociedad. Cada intervención del FMI ‘a favor del país’, como la de 2018, es en contra de la sociedad, y ésta será lo mismo. Los parches de estos ‘acuerdos’ sólo sirven para impedir cualquier reforma estructural del Estado. Y no sólo cualquier reforma: también inciden para asegurar el mantenimiento de la presión impositiva. Al buscar mantener elevados los ingresos públicos (para destinarlos al pago de la deuda), el FMI se opone a la reducción de impuestos”.

5Negociar con el Fondo es inmoral, no hacerlo es por lo menos imprudente: lo sabe cualquiera acostumbrado a tratar con dealers. O abonado a Netflix. La casta parasitaria entiende muy bien el mensaje mafioso contenido en las cifras del “riesgo país”, la amenaza que agitan cada noche los noticieros televisivos.

 

Artículo originalmente publicado el 10/12/2021 por Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2021/12/la-casta-y-el-fondo.html

Tomado a su vez de https://gauchomalo.com.ar/la-casta-y-el-fondo/