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NUESTRA HERENCIA HISTÓRICA VULNERADA

Abraham Gómez R.*

Al hacer una rápida ilación (sin h) sociohistórica de los orígenes de esas inmensas islas situadas en el noreste de Suramérica, que luego recibieron las denominaciones de Trinidad y Tobago; se aprecia, con relativa facilidad, que pertenecieron al poderoso, para entonces, Imperio Español.

Trinidad y Tobago, incluso llegaron a formar parte de la Capitanía General de Venezuela, creada mediante Cédula Real de Carlos III, el 8 de septiembre de 1777.

Los aborígenes Caribes siempre habían poblado estas vastas extensiones de tierra y mar, antes de los procesos de conquista y colonización, iniciada por los españoles en el siglo XV.

Hay un interesante registro etimológico que da cuenta que el nombre indígena de Trinidad era Kairi o Leré cuyo significado habría sido “Tierra de colibríes” o acaso simplemente “La Isla.

El almirante genovés Cristóbal Colón, cumpliendo la misión de los reyes católicos, descubrió la principal de las islas el 31 de julio de 1498, y la bautiza “Tierra de la Santísima Trinidad”; y a los pocos días bordea una porción insular más pequeña que denominó “Bella Forma”, lo que es actualmente Tobago.

Suficientemente conocido es que estas islas fueron codiciadas y disputadas para su dominio y sometimiento por españoles, ingleses, neerlandeses y franceses. Cruentos enfrentamientos a cada instante para hacerse con estos estratégicos sitios.

Lo que más deseo resaltar, en el breve relato historiográfico, es que la Provincia de Trinidad fue creada en el siglo XVI por los españoles, siendo su capital San José de Oruña.

A fines del siglo XVIII la posesión la tenía España; porque Trinidad y Tobago hacían parte de la Capitanía General de Venezuela, como quedó dicho; pero, en el transcurso de las guerras napoleónicas, en febrero de 1797, una fuerza británica inició la ocupación del territorio.

Dejamos sentado que fue por una vil ocupación que no posesión, como nos arrebataron la Isla de Trinidad.

En 1802 mediante una maniobra llamada Tratado de Paz de Amiens, las islas de Trinidad y Tabaco (en inglés: “Tobago”) fueron transferidas para su completa ocupación y dominio al Imperio inglés. Por su parte Francia, que también tenía pretensiones sobre el territorio, entregó formalmente sus aspiraciones al Reino Unido en 1814; que se había fortalecido al vencer a Napoleón Bonaparte.

La población amerindia que estuvo poblando ese territorio insular se extinguió o la aniquilaron. Los aborígenes, como legítimos autóctonos, sufrieron de las maniobras inglesas de sustitución por la población africana; llevada, en barcos negreros a la fuerza por los británicos; con lo cual se aseguraban mano de obra esclavizada para las plantaciones de caña de azúcar y tabaco.

En el siglo XIX, los ingleses se percatan que también es posible instrumentar medidas de inmigración de coolies (culíes) desde India y China, Líbano, Siria; así como del resto de las Antillas; de tal manera, que cuando la Comunidad Internacional escuchó al señor Keith Rowley (quien funge de primer ministro) alardear con declaraciones destempladas, de la siguiente ralea: “Esta pequeña nación no puede convertirse en un campo de refugiados para la población venezolana”. Todo el mundo queda atónito. Pronunciamiento vergonzoso por ignorante de la historia.

Particularmente, el estado Delta Amacuro siempre ha sido un espacio amplio y generoso para las numerosas familias de Trinidad y Tobago, que permanentemente han hecho de esta entidad su lar para desarrollar potencialidades y desplegar sostenidos emprendimientos.

Nos llena de congoja la forma artera y ruin cómo nuestros compatriotas son perseguidos y maltratados por las autoridades de esa isla, bajo la conducción cobarde del “sargentón Rowley”; quien en un arrebato de extrema xenofobia se ha atrevido a declarar que los venezolanos (no hizo excepciones) que se han ido para Trinidad son malandros o prostitutas.

Conforme a nuestros registros locales, el 75% de quienes se han visto obligados a emigrar hacia la vecina isla son profesionales universitarios, que allá se desempeñan “en cargos rudimentarios” para subsistir.

El ignorante Rowley olvida los estrechos lazos de confraternidad de nuestros pueblos.

Las familias deltanas tenían, como natural costumbre, enviar a sus hijos a Trinidad para cursar estudios y, consecuentemente, aprender el idioma inglés. Así también, se han logrado con los años los hermosos entrecruzamientos de valores, tradiciones, y una apreciable lexicografía, con un sociolecto distintivo que nos enorgullece.

El señor Rowley de nula formación académica, cuya vida ha medrado en los intersticios de los partidos políticos, que llega a ese cargo luego de muchas maromas, desconoce la formación societal de ese pueblo.

Cuando superemos esta hora aciaga. Cuando esta crisis se convierta en una página amarga de nuestra historia contemporánea, el señor Rowley será “sepultado” como un canalla que se prestó al deleznable juego de descalificación de nuestra venezolanidad.

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.

 

Artículo publicado originalmente el 24/11/2020 en Disenso Fértil, https://abraham-disensofrtil.blogspot.com/

Publicado por SAEEG con expresa autorización del autor.

LOS PLATOS ROTOS

F. Javier Blasco*

Solemos identificar el final de los desastres en el hogar o las rupturas sentimentales con la rotura de la vajilla y, sobre todo, de los platos de la misma. No sé qué tendrá dicho utensilio tan necesario para comer a la manera occidental, pero suele ser lo primero que buscamos y nos echamos a las manos para romperlos si el enfado entre la pareja es mayúsculo o cuando la situación de relación en el hogar ha llegado a un punto de no retorno y para quererlo significar ruidosamente, aplacamos o demostramos nuestras iras con la estrepitosa y forzada rotura de aquellos.

Los añicos que quedan tras la debacle, suelen ser muchos, molestos y difíciles de hacerlos desaparecer de una sola pasada, porque siempre suelen quedar pequeños trozos por todos los rincones, lo que, de nuevo, nos retrotrae al momento de la crisis y además, nos recuerdan y magnifican el hecho de que aquella vajilla, fue la que un día comparamos o elegimos con mucho mimo, cariño y con la esperanza de que nos sirviera y acompañe toda la vida; vajilla que nunca jamás se volverá a recuperar porque suele ser difícil encontrar una copia en el mercado, salvo que esta sea de baratillo o un simple conjunto para salir del paso y cubrir una pasajera e intrascendente necesidad.

Pues bien, nuestro ínclito presidente, aquel de la sui generis  moción de  censura basada en hechos falsos y espurios; el de la tesis doctoral escrita por un negro, aprobada por amigos, llena de errores, plagios y mala a rabiar; el mismo que prometió a bombo y platillo y no una vez sino innumerables más, no pactar con Bildu, mantenerse alejado de su pesadilla Iglesias, respetar la Constitución y la Jefatura del Estado y no engañar a los españoles jamás, una vez quitada la careta, se lanzó cuesta bajo a toda prisa para incumplir todo lo prometido públicamente en sus campañas y hasta en sede parlamentaria e institucional.

Ha roto casi toda la vajilla de su dote de boda política y ahora hasta empieza a rebuscar por los rincones porque sabe que aún queda olvidada alguna pieza más y que para su desaparición total debe hacerles sufrir el mismo destino que sus compañeras de lote, con toda su ira y verdadera maldad. Cierto es que aunque él sea el presidente —aunque a veces a Iglesias se olvide o no lo crea de verdad— y por ello el máximo responsable de todo para bien y para mal, en este desaguisado y carnicería está muy bien acompañado y a veces, hasta parece ser guiado por dicho amigo del alma; aquel que desde el ruin y empalagoso “abrazo del oso” ya no le quita el sueño y puede dormir plácidamente en su colchón de Moncloa o en cualquier otro lugar, a pierna suelta y sin ningún tranquilizante que tomar; lugares, a los que, por cierto, viaja por la cara, bien acompañado por su clan, sin reparar en gastos y con mucha asiduidad. 

Ese amigo que era muy dado a los insultos a los demás, que hacía feos y sucios escraches a los políticos, se reía de todo y gozaba al ver a los policías y guardias con sus cabezas abiertas por las barras de hierro o ladrillos lanzados por sus colegas de ideas cuando estos salían a la calle a protestar contra el gobierno del momento; pero que ahora sin embargo, hace que rodeen su casa decenas de guardias civiles, denuncia a todo el que se mueve cerca de la misma o hablen mal de él y hasta provoca que suspendan de empleo y sueldo, durante dos meses, a un policía sindicalista porque le llama “el moños” y, a pesar de que lo lleva aunque sea mal llevado, dicha palabra le ofende de verdad. Un mal vestido (parece que no tiene ropa de su talla o la poca que tiene la compagina fatal) y peor aliñado auxiliar de profesor universitario en la facultad de políticas, cuyo nivel intelectual debe dejar mucho que desear porque, al parecer, es incapaz de sacar una plaza fija con lo fácil que eso allí deberá estar.

Sánchez en su permanente campaña de publicidad ha removido Roma con Santiago, no ha dejado títere con cabeza y hasta ha sacado de su tumba los restos de Franco porque, según él, su vicepresidenta primera y la entonces Ministra de Justicia y hoy Fiscal General, era un clamor popular y una urgente y perentoria exigencia nacional. Tras mucho trasiego político con implicación del Vaticano incluso, demasiado bombo en los medios y una excesiva cobertura por la televisión amiga en vivo y en directo, finalmente aquel circo mediático, sólo le rentó unas pocas horas de popularidad ya que el hecho quedó apagado por sí mismo a los pocos minutos de culminar. Si pensaba sacar mucho rédito a tanta hipocresía y a un considerable gasto, solo le ha servido para pasar a la historia, como el presidente que hizo revivir los muchos legados de Franco, al igual que le sucedió al Cid Campeador, aunque en este caso, tras cuarenta y cinco años de su muerte de viejo, en su cama y por causa natural. Tras tanto remover la memoria histórica, ahora resulta que por ello, algunas estatuas y calles dedicadas a socialistas y comunistas se verán obligadas a desaparecer o cambiar. Es lo que suele ocurrir cuando uno se pasa de frenada al legislar tanto y tan duramente, que se olvida que en su bando hay muchas, muchísimas cosas que callar y por ocultar, otras tantas más.

Su ira y afán de revancha han ido in crescendo tanto, que ya en su cabeza y modo de actuar cualquier cosa es posible que ocurra; todo absolutamente todo, tiene cabida en su mente perversa y poco armada; vive en un permanente odio impostado o inculcado, impropio de un joven pijo y mal criado que lo tuvo todo en la vida sin dar muchos palos al agua, al igual que su compañera conyugal, quien aunque procede de una familia con determinados negocios poco recomendables, está bien adinerada y, quien ahora además, goza de todos los posibles e imposibles privilegios personales, trabajos varios y soberbias pagas aunque no tenga un solo mérito en su curriculum con los que ninguno avalar o justificar ni siquiera alguno de aquellos.

Como fiel alumno, y hasta más bien el más aventajado, sigue los pasos o completa la faena del poco acertado Zapatero, aquel aprendiz de brujo que “estudió economía en dos tardes” y por ello nos llevó a la quiebra total, el inventor de la nación de naciones y de que el concepto de nación es discutido y discutible. Quien en lugar de estar contando nubes, como nos prometió al ser expulsado, sigue haciendo el ridículo dentro y fuera de casa, vendiendo humo y tratando de engañar al mundo entero, mientras oculta unos espurios intereses que aún están por descubrir, porque sinceramente, habría que padecer de idiocia, si hace lo que hace por nada a cambio, solo por figurar o por amor al arte; cosa que nadie, salvo alguien muy despistado, se lo puede tragar. 

Nuestro presidente como hombre “con suerte”, para allanar más fácilmente el camino en su inmensa perversidad, ha tenido la oportunidad de que llegara la Pandemia del Covid 19; gracias a dicha situación, y como consecuencia de haber mantenido los oídos sordos y la mirada fija en otros lados, aquella llegó a España y se estableció en ella con toda su crudeza, cosa que se agudizó por su mala o nula gestión. Así, nos convertimos en el peor país del mundo en gestión y el tercero en número de muertos en proporción a la población, lo que justificó un durísimo y penoso Estado de Alarma de tres meses en plazos prorrogados cada quince días y un confinamiento de mes y medio lo que le sirvió para, amparado por en una vieja Ley, hacer lo que viniera en gana durante tanto tiempo y sin tener nada que justificar.

Para ello, inicialmente, cómo casi todos le creyeron y confiaron en su palabra de presidente en momentos de grave crisis, contó con el apoyo de todo el espectro parlamentario, que dicho sea de paso, cayó en sus garras por ineptos, falta de claridad de ideas, poca experiencia y en algunos casos por su poca o nula dignidad. Más tarde, paulatinamente y cuando las cosas ya eran bien malas y patentes y debido a diversos factores como los muchos abusos legislativos, continuos desplantes, errores y determinados abusos, los apoyos iban disminuyendo hasta que se llegó al extremo en el que solo le apoyaban sus compañeros de investidura (lo peorcito de España) y un partido residual, Ciudadanos (Cs) que caminaba y camina contra corriente desde que les abandonó su líder natural y ahora está en manos de una señora, especialista en olvidarse de sus engañados votantes, hacer lo que le viene en gana y en criticar a los que luego les ruega ir juntos en las listas, aunque solo en aquellos sitios donde sabe que por sus méritos nunca lograrían una plaza.

Ahora —tras un verano desastroso para todos menos para él, su gobierno y una larga lista de amigos que, al parecer siempre le acompañan a todo trapo a lugares y en medios oficiales aunque todo ello, para mayor vergüenza y escarnio en lugar de dejarlo bien claro, en un esfuerzo vano de taparlo, lo ha  declarado como secreto oficial— la situación sanitaria debida a los fuertes rebrotes se ha vuelto a deteriorar y de nuevo, ni corto ni perezoso y apoyado por los mismos ineptos y/o rufianes, nos marca y deja bien sellado un largo calvario; aunque esta vez, aprendida la lección de la etapa anterior, con sutiles diferencias que hay que enumerar: ya no se prorrogan los plazos de Alarma cada quince días; la situación durará seis meses sin que nadie le pueda rechistar; el presidente ya no tiene que ir al hemiciclo a rendir cuentas ni a pedir apoyos para mantener la situación; es un trabajo duro y penoso y lo delega en el filósofo que ejerce de brujo como Ministro de Sanidad; él no está para tonterías, sino para otras cosas de mayor enjundia o calado aunque tenga al país sometido al Estado de Alarma más largo de la historia de la humanidad y sumergido en la segunda peor quiebra de la UE a la espera de unos fondos que Dios sabe, si alguna vez y cómo finalmente vendrán. La responsabilidad queda en manos de la Comunidades Autónomas a las que toda acción propuesta por ellas, el gobierno, según su personal —que no técnico— criterio y grado de animadversión personal (Madrid), debe aprobar y a lo sumo, si así lo estima oportuno, algunas de aquellas acciones y medidas las podrá coordinar.

Gracias a tanto Estado de Alarma ha podido remover, retorcer o aprobar leyes a su antojo y con carácter de urgencia, sin pasar los filtros preceptivos o los plazos recomendables y sin ningún consenso con los agentes sociales, los sectores afectados o la oposición privando a los españoles del legítimo derecho a que sean discutidas como corresponde en las Cámaras de las Cortes y el Senado. Un auténtico rodillo al más puro estilo absolutista y dictatorial; tanto, que la generalmente tímida y lenta UE, no ha podido mirar tanto para afuera y le ha tenido que llamar la atención en varias ocasiones porque sus pretensiones y humos olían muy mal.

En esta semana pasada, aprovechando que la propia UE ha levantado la mano y, al menos por dos años, mirará para otro lado en lo referente a la contención del gasto, al excesivo incremento del déficit y la deuda (el segundo gran golpe de suerte para él y la peor noticia para los españoles) ha aprobado un proyecto de presupuestos falsos e incumplibles por muchas vueltas y engaños que se le quieran dar o aplicar. También ha conseguido, por un solo voto más que la mayoría absoluta requerida, aprobar la peor, más sectaria y destructiva ley de educación que jamás los españoles pudimos pensar. Una Ley, que ataca y pone las bases para destruir la educación especial y la concertada, desprecia el esfuerzo y la verdadera capacidad; así como y esto sí que es grave, permite que según piensen y consideren las Comunidades, el español será o no lengua vehicular, aunque siga siendo oficial en todo el Estado.

Poco a poco han ido copando los puestos y funciones clave para el funcionamiento y el control de los estamentos y pilares del Estado y de los propios ciudadanos; hace ya años que se tomó al asalto, aunque oficialmente era de forma provisional, la dirección y administración de RTVE convirtiéndola en la más fétida herramienta de propaganda al servicio exclusivo del gobierno; luego se nombró Fiscal General del Estado a aquella persona que había sido, hasta pocos minutos antes, Ministra de Justicia —persona muy deslenguada y poco fiable por su inclinación a las reuniones y amistades peligrosas con gente juzgada por delitos o encarceladas y pendientes de juicos— por aquello de controlar las actuaciones y acusaciones judiciales de un órgano colegiado y orgánicamente estructurado; cosa esta que, sin ningún reparo, el presidente lo dejó bien claro y puso blanco sobre negro con aquella desafortunada frase lapidaria, sin cortapisa alguna, intencionada y en directo durante una entrevista pública “¿de quién depende la fiscalía? Pues eso”. Posteriormente, sin dilación ni pausa alguna, se fueron relevando a las figuras en los puestos fundamentales de las cúpulas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia civil para aposentar en ellos a personas “menos conflictivas o incluso más del acomodo” del ministro del ramo a imagen y semejanza de lo previamente sucedido en la dirección y el mando de las fuerzas armadas, cosa que este caso, esta misma semana se ha seguido haciendo. No contentos con ello, se empezaron a contralar los contenidos y las publicaciones en los medios y las redes, primero negándolo públicamente y en sede parlamentaria y más tarde, legislando de tapadillo sobre ello, con excusas tan vanas como evitar los bulos, las llamadas fake news procedentes de cualquiera menos del propio gobierno que las produce a mogollón y atacando así, un principio fundamental como es la Libertad de Expresión, recogido y defendido en nuestra Constitución. 

Siguiendo su táctica de lanzar globos sonda para analizar las reacciones o acostumbrarnos poco a poco a los ciudadanos a lo que se nos viene encima, ya se han dado muchos pasos y se empiezan a conocer otros nuevos o muy posibles. Pasos destructivos en todas las direcciones, coordinados y casi todos al mismo tiempo, para evitar que los podamos detectar y estudiar plenamente para poder reaccionar. Esta enloquecida pléyade de cambios, reformas y cesiones pueda que sea el hecho que justifique que Sánchez se haya rodeado del gabinete más numeroso, costoso, incompetente para lo bueno, pero muy eficiente para lo malo y destructivo de la historia de la democracia. Necesita torpederos por todas las bandas en este buque a la deriva antes de que él lo hunda definitivamente.     

Entre las lindezas en proceso o prontas a llegar están los indultos a los presos protagonistas hace tres años de un golpe de Estado contra España y su Constitución; aunque, más tarde, algunos organismos bien coordinados y alentados por diversas influencias o manos negras, lo rebautizaron como una tontería o una simple ensoñación y por aquello de ponerle un apellido algo más serio, lo disfrazaron de sedición en el grado más bajo para su calificación. No contentos con tamaña felonía, ya está en marcha el proceso de cambios en el Código Penal para dejar en nada los delitos contra el Estado, por entender que son decimonónicos y fuera de la actualidad aunque, realmente, acaba de pasar y sus protagonistas aún en la cárcel, anuncian a todo trapo que están dispuestos a volverlos a protagonizar.

En España, incluso alentado o con implicación directa de algunos miembros del gobierno, se ultraja al Rey, se quema y pisotea la Bandera, se pide una o varias repúbliquetas bananeras por canales ilegales y se ofenden y denigran a las víctimas de terrorismo hasta con menosprecios oficiales e indignos acercamientos de presos sin ningún signo de arrepentimiento y sin que nadie diga o haga nada para solucionar estos graves hechos que, incluso, hasta han perdido dicha consideración. Se realizan indecentes acuerdos y pactos de Estado con los que quieren romper la Nación, con los herederos de los terroristas que nunca han condenado los sufrimiento provocados por los casi mil muertos asesinados y los miles de heridos y afectados que dejó tras de sí la banda terrorista ETA en sus violentas correrías criminales. Se están fraguando nuevos Estatutos que den todo tipo de desconexiones y cesiones varias entre los territorios de España, que durante siglos constituyeron la nación más longeva del mundo occidental. La caja única de la Seguridad Social es una cosa que está a punto de reventar y entonces veremos que sucede con las pensiones y ese precepto de solidaridad que mantiene a aquellas para todos por igual.

España tras los dos o tres próximos años que nos esperan de un improvisado y más que seguro exagerado dispendio, dadivas a troche y moche y apoyos infectos por interesados en busca de votos y adeptos —realizados de forma desenfrenada y sin control o veto interior o exterior— acabará en una auténtica e irreparable banca rota; los diezmados trabajadores, aquellos que para entonces no estén viviendo del paro, si es que todavía persiste algún fondo para pagarlo, no podrán sobrellevar tanto impuesto y el costo para pagar unos gastos desorbitados de un gobierno sin freno ni recato; cuando se acaben las ayudas externas, que se acabarán, no se podrá costear a tantas personas viviendo de los pocos que trabajen y mucho menos, se deberá pensar en reducir en algo una deuda más que exagerada y un déficit espectacular, que solo por los intereses de la que quede sin pagar, seguirá creciendo sin parar.

No es precisamente la España actual y su gobierno ningún dechado o ejemplo positivo en las relaciones exteriores; en el flanco sur tenemos a Marruecos, que si bien siempre ha sido un divieso para España en los momentos de mayor debilidad o dificultad política, en estos últimos años anda a la greña con nosotros reivindicando aguas y recursos en zonas propias, nos tiene en vilo con los cupos de pesca, invade nuestros mercados con frutas y verduras frescas más baratas y no debemos olvidarnos de que las empresas españolas son las primeras inversoras en su territorio con lo que toda dificultad o poco entendimiento pondría en peligro mucho capital español que ha echado raíces y crece allí. Mantiene la llave del grifo de la emigración propia y vecina; grifo, que abre y cierra a su placer para ponernos en dificultad siempre que lo estime oportuno; sus fuerzas armadas se está equipando de material moderno, mientras las nuestras se desviven por sacar a flote y mantener, con escasos recursos y menor presupuestos, un material en muchos casos, casi obsoleto con el que pretendemos equilibrar  fuerzas. El problema del Sahara sigue latente en la ONU y en las relaciones entre el Polisario y Marruecos, mientras todos nos miran como el país que tiene la llave para encontrar la solución final cuando nos hemos olvidado de aquello. Entre tanto, nuestro presidente, desoyendo todo consejo aún no se ha dignado —como siempre ha sido costumbre por cortesía y seriedad— en visitar al vecino en Rabat y el vicepresidente segundo, en una más de sus guerras particulares, fomenta el mal rollo y la autodeterminación de los restos del pueblo saharaui, indisponiendo con ello al Rey de Marruecos, persona que, en estas cosas de feos y por lo que económicamente les supone, no se suele dejar amedrentar.

Nuestra relación con la UE, aparte de haber intentado mentir y sido tantas veces trileros con ellos, es la propia del segundo mayor pedigüeño y el peor situado sanitario y económicamente de entre todos los miembros de la Unión; por lo que nuestra imagen y prestigio están bastante dañados. En la OTAN somos una especie de apestados porque gastamos menos que un ciego en novelas en contribuir a los gastos generales y particulares en defensa de la Alianza. Veremos en que cambia nuestra relación con EEUU, muy dañada por la ojeriza política y económica desarrollada de forma personal por la Administración Trump y por último, con Suramérica, gracias a unos años de abandono oficial tampoco atravesamos una posición preferente o de gloria precisamente; la proliferación de movimientos bolivarianos y antiespañoles en aquellas tierras al considerarnos nocivos colonizadores y, también, las muchas injerencias de personajes de mayor o menor calado y prestigio de la política española en el desarrollo de sus políticas y futuro, llevadas a cabo sin ser invitados por nadie junto o en defensa de los movimientos más sanguinarios y radicales zonales, crean un caldo de cultivo muy propicio a perder nuestra influencia entre ellos de forma definitiva.

Un panorama particular y global tremendamente difícil y muy complicado de enmienda para el que ostente el ministerio del ramo; aunque mucho me temo, que con los bueyes que tenemos para arar en el presente en tanto lodazal, en mucho tiempo, la cosa no se pueda arreglar y el deterioro masivo en la arena internacional, sin duda, irá a más.

El pasado mes de junio escribí y publiqué un trabajo al que titule “España ¿ha muerto?” [https://sites.google.com/site/articulosfjavierblasco/espana-ha-muerto-1]; hoy con tan solo unos pocos meses de diferencia, me atrevo a decir afirmativamente “España ha muerto y está en camino de su extinción definitiva” somos un país sin futuro y a la mayoría de los españoles, tras años de sutil y directo adoctrinamiento, se les ha helado la sangre y han perdido las ganas de reaccionar. Vivimos inmersos en la esperanza en el subsidio y la subvención gratuita sin pensar mucho en el mañana, como si todas esas dadivas y prebendas fueran una especie de inagotable maná, que fuera a durar toda la eternidad.  

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España.  Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas.

Miembro de la SAEEG.

©2020-saeeg®

Artículo publicado en https://sites.google.com/site/articulosfjavierblasco/los-platos-rotos

   

LAS RAZONES BIOLÓGICAS Y RELATIVAS A LOS RECURSOS NATURALES QUE DAN SUSTENTO A LA DENUNCIA DE TODOS LOS ACUERDOS MARÍTIMOS Y PESQUEROS

César Augusto Lerena*

La armada anglo-francesa fuerza su paso a través de la Vuelta de Obligado
De Manuel Larravide (1871-1910), Enciclopedia Historia Argentina.

Por medio de la Ley 20.770, se instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado ocurrida en 1845. Si la Argentina pretende pasar de los dichos a los hechos e iniciar el camino de recuperación de la soberanía, cumpliendo con la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional: Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional (…) constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”, debiera derogar, rechazar o declarar finalizados los Tratados, Acuerdos, Convenios, Pactos u Hojas de Ruta —todos indecoroso/as— que se oponen a ello. Incluyo dentro de éstos los Acuerdos de Madrid (1989/90), el Convenio suscripto en Londres en 1990 con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte para “La Promoción y la Protección de Inversiones en la Argentina” sancionado por Ley 24.184 (1992); el Acuerdo de Nueva York sancionado por la Ley 25.290 (1995); el Pacto de Foradori-Duncan (el martes 13 de septiembre de 2016); el Convenio propiciado por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) y el Acuerdo sobre medidas del Estado Rector del Puerto (2009).

A todos los argumentos políticos, jurídicos, económicos y militares que justifican plenamente la derogación de los Acuerdos y Convenios citados precedentemente, debemos agregar como central la 50ª sesión plenaria de la Asamblea General de las Naciones en la que se dictó la Res. 41/11 el 27 de octubre de 1986 donde se declaró al Océano Atlántico, en la región entre África y América del Sur, como Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur” (ZPCAS) y se exhortó a todos los Estados de esta área a promover una mayor cooperación regional, entre otras, para el desarrollo económico y social; la protección del medio ambiente; la conservación de los recursos vivos y, la paz y seguridad de toda la región” a la par de impulsar la desmilitarización del Atlántico Sur y la eliminación de las armas atómicas.

Entiendo que resultan fundamentales para promover esas denuncias, tener muy presentes las cuestiones relativas al cuidado del ambiente marino, el ecosistema, el transporte y la explotación de los recursos migratorios originarios en la Zona Económica Exclusiva (en adelante ZEE) Argentina en el área de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (en adelante Malvinas) y más allá de las 200 millas en la alta mar que se ven afectados por los Acuerdos etc. que se propicia derogar.

Sobre la denuncia de los Acuerdos de Madrid y del Convenio de protección de las inversiones británicas en la Argentina ya me he referido en extenso (Lerena, César “El Pre-acuerdo de la Canciller Malcorra y los Acuerdos de Madrid de Cavallo”, 16/9/1916; “El oscuro Tratado de Madrid”, 2/4/2019; “El gobierno debe ‘declarar finalizadas’ las Declaraciones Conjuntas de Madrid”, 25/6/2020; “Las Innombrables Declaraciones de Madrid, 8/9/2020; “La Denuncia del Convenio de Promoción y Protección de las Inversiones del Reino Unido de Gran Bretaña en la Argentina, 7/10/2020).

Para ello, deberíamos tener en cuenta, en primer lugar, que las capturas con licencias ilegales británicas en las aguas del área de Malvinas o, fuera de éstas, afectan al Ecosistema, que debe ser considerado integralmente como indica la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (en adelante CONVEMAR), por lo tanto, atentan contra el “Rendimiento Máximo Sostenible” establecido en forma anual por el INIDEP para la explotación y preservación de la economía trófica de los recursos pesqueros en la ZEE Argentina.

Los buques extranjeros que capturan sin control en la alta mar rompen el ciclo biológico, ya que —ecológicamente— es necesario asegurar el regreso del recurso a la ZEE donde realiza su etapa biológica más importante y, como bien refiere el Código de Conducta para la Pesca Responsable (Art. 6º inc. 6.5, 6.8, 6.9 y 6.18), respecto a la Ordenación Pesquera, los Estados deben aplicar el Criterio de Precaución en la conservación y la explotación de los recursos, teniendo en cuenta, el hábitat crítico, las zonas de cría y desove. El caso del calamar patagónico (Illex argentinus) es un ejemplo típico, ya que inicia su ciclo de vida anual en el área continental de la ZEE Argentina, migra al área de Malvinas y de alta mar y regresa al área original del ciclo, por lo cual, su captura sin control en Malvinas y en alta mar no solo dificulta su sostenibilidad sino que —vinculada su ecología trófica a otras especies y actuando como depredador o presa— afecta al total de las especies con las que interactúa en el ecosistema y, en la Argentina, muy especialmente a la merluza, especie central en la generación de industrias y empleo. Ello se ratifica en los propios considerandos del Acuerdo de Nueva York donde destaca que la depredación se produce por la pesca de alta Mar: “…algunos recursos se están explotando en exceso…”.

Se debe tener en cuenta, en segundo lugar, que las Organizaciones Regionales o subregionales de Ordenamiento Pesquero (en adelante OROP) y su integración por parte de Estados de Bandera supone la resignación de Argentina a la administración de los recursos pesqueros en todo el Atlántico Sudoccidental (por la composición mayoritaria en las OROP de Estados de Bandera sobre los ribereños), no solo en la alta mar sobre sus recursos migratorios originarios de la ZEE Argentina, sino también dentro de ésta, conforme las normas de la CONVEMAR y las correspondientes al denominado Acuerdo de Nueva York (“las Poblaciones de Peces transzonales y altamente migratorios dentro y fuera de las Zonas Económicas Exclusivas”).

El Acuerdo de Nueva York es un engendro técnico que intenta hacerse de la administración del mar por parte de Estados de Bandera (contrario a la “Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur” que promueve la explotación del Atlántico Sur por parte de los países con ZEE en éste) y quitar o limitar las facultades soberanas de los Estados ribereños sobre la regulación de sus recursos pesqueros. Crea las OROP, organizaciones mayoritariamente integradas por Estados Banderas, que se constituyen en administradores que minimizan y dificultan las negociaciones directas entre Estados o empresas. Todo ello agravado, porque muchos de los principales Estados de Bandera (China, España, Corea del Sur, Taiwán, Japón, Reino Unido, etc.) que pescan en alta mar en el Atlántico Sur, subsidian con 35.000 millones de dólares (2019) las operaciones de captura; una cifra que representa el 35% del monto total mundial producido, lo que demuestra la vocación de estos países de hacerse de los recursos pesqueros, incluso a pérdida, contrario a todas las políticas de comercio de la OMC.

Por las reglas de la CONVEMAR y muy especialmente por la forma en que se pretende regular la pesca de la alta mar en el Acuerdo de Nueva York, se deja de manifiesto la clara intención de los Estados de Bandera (en su mayoría países desarrollados que pescan a distancia) de quedarse con los recursos de los Estados ribereños, de otro modo no podría entenderse que aquellos recursos que son de dominio de éstos en la ZEE, por el solo hecho de pasar la línea imaginaria de las 200 millas, puedan pescarlos terceros países y, aún peor, que los Estados de Bandera incidan sobre la administración de los recursos en la ZEE. Este criterio rompe con el más elemental modelo biológico y de sostenibilidad de las especies.

La Argentina en 1995 al ratificar la CONVEMAR efectuó algunas declaraciones al respecto (Ley 24.543 art. 2º inc. c): “…El gobierno argentino, teniendo presente su interés prioritario en la conservación de los recursos que se encuentran en su ZEE y en el área de Alta Mar adyacente a ella, considera que de acuerdo con las disposiciones de la Convención cuando la misma población o poblaciones de especies asociadas se encuentren en la ZEE y en el área de la Alta Mar adyacente a ella, la Argentina, como Estado ribereño, y los Estados que pesquen esas poblaciones en el área adyacente a su ZEE deben acordar las medidas necesarias para la conservación de esas poblaciones o especies asociadas en la alta mar. Independientemente de ello, el gobierno argentino interpreta que, para cumplir con la obligación que establece la Convención sobre preservación de los recursos vivos en su ZEE y en el área adyacente a ella, está facultado para adoptar, de conformidad con el derecho internacional, todas las medidas que considere necesarias a tal fin”, con lo cual la Argentina ha dejado clara su vocación de acordar las capturas en forma directa cuando existan poblaciones excedentarias.

Monumento a la Batalla de la Vuelta de Obligado, San Pedro, Provincia de Buenos Aires.

En tercer lugar, del total de 3.146.345 km2 de la ZEE Argentina el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante el Reino Unido) ocupa un territorio marítimo argentino aproximado a los 1.639.900 km2 alrededor de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, según los espacios unilateral y arbitrariamente establecidos por el Reino Unido como “Zona de Administración y Conservación interina Pesquera” (FICZ para los británicos); “Zona Exterior de Conservación Pesquera” (FOCZ para los británicos) ambas alrededor de Malvinas; el Área de reserva ecológica alrededor de las Georgias del Sur y Sándwich del Sur y el GAP, de 1.900 km2 en el área nordeste de Malvinas. Es decir que a pesar de la Res. 31/49 de las Naciones Unidas y de los Acuerdos que se solicita denunciar, el Reino Unido ha ocupado en forma creciente y sostenida territorio nacional de los espacios originales ocupados en 1982, a saber: archipiélagos Malvinas (11.410 km2), Georgias del Sur (3.850km2), Sándwich del Sur (310 km2) y un territorio marítimo de tres millas alrededor de estos territorios insulares, por lo cual en la actualidad el Reino Unido ocupa un 52% de nuestro territorio marítimo e insular. Ello, sin computar los más de 1.400.000 km2 de la Plataforma Continental Argentina que los británicos han reclamado a la Comisión de Límites de las Naciones Unidas y la disputa pertinente por la Antártida Argentina (965.597 km2) y los territorios marítimos correspondientes. Todo esto le ha permitido al Reino Unido extraer ilegalmente (a través del otorgamiento de licencias) recursos pesqueros argentinos por un volumen anual promedio de 250.000 toneladas desde 1982 a la fecha de un valor anual estimado en los 650 millones de dólares y efectuar exploraciones de hidrocarburíferos.

Solo de la explotación pesquera ilegal del gobierno ilegal de Malvinas, la Provincia del Tierra del Fuego ha perdido desde 1982 a la fecha la suma 16.787,9 mil millones de dólares, por la captura ilegal (INDNR) de la especie calamar loligo (Doryteuthis gahi, Orbigny, 1835), más los daños por pérdida de chance y los valores relativos al otorgamiento de licencias ilegales de U$S 224.720.874.

El Acuerdo de Nueva York se excede a las Disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (en adelante CONVEMAR) y, ello, no solo es contrario al propio Acuerdo que en su art. 4º indica que “Ninguna disposición en el presente Acuerdo se entenderá en perjuicio de los derechos, la jurisdicción y las obligaciones de los Estados con arreglo a la Convención…”, sino que, además, es absolutamente improcedente que un texto, que es parte de la CONVEMAR pueda modificarla, ya que para tal caso, requeriría de las Enmiendas previstas en ella y no abrir la puerta a que —en un futuro—- las OROP puedan modificar la letra y el alcance establecido por el conjunto de las Naciones e, incluso, generar discriminaciones entre los Estados según integren o no estas OROP como bien se ha fundamentado en el proyecto.

Respecto a las especies “altamente migratorias” el Acuerdo de Nueva York no podría ser aplicado jamás en las especies de la ZEE Argentina o su área adyacente, porque la CONVEMAR en su Anexo I, remite a en forma taxativa a determinadas especies que no incluyen a peces, crustáceos o moluscos del Mar Territorial o la ZEE Argentina. En cualquier caso, la falta definición de los términos “transzonal”, “altamente migratoria” o “migratoria”, mientras no se precisen los adjetivos especificativos y aprueben científicamente —dentro del Acuerdo— invalida toda pretensión de éste de reglamentar las prescripciones de la CONVEMAR.

La Argentina en los art. 4º, 5º y 22º de la Ley 24.922 reivindicó sus derechos sobre los recursos transzonales y altamente migratorios, por cuanto su biomasa global se encuentra en la ZEE Argentina, donde estas especies realizan gran parte de sus principales etapas del ciclo biológico, para luego migrar a la Alta Mar, donde son capturadas por los buques extranjeros, para, finalmente —los que logran evadir estas capturas— regresar a la jurisdicción de Argentina. Y esta última es la condición principal para considerar “migratorio” a un recurso, como lo indican los científicos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) Ana Roux, Juan de la Garza, Rubén Piñero y Daniel Bertuche en su trabajo “La ruta de migración del langostino patagónico” (INIDEP. Inf. Téc. Of. 7/12 del 3/4/12), donde se define: “El término migración, en el sentido biológico, se refiere a los movimientos periódicos que algunas especies de animales realizan desde una región geográfica, y su subsecuente regreso…”.

En cuarto lugar, accesoriamente a lo expuesto, pero muy importante, debería rechazarse igualmente, la pretensión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) de aprobar en la Argentina un Convenio (ya aprobado por el Reino Unido) que carece de todo sustento, por cuanto esta especie no está presente en la ZEE ni el Alta Mar aledaño (Cousseau-Perrotta, INIDEP, 2000), pero que —aun tratándose de un Convenio respecto a las especies de Atún— da lugar al acceso a otras especies agregadas a éste.

La preeminencia en la Administración del ecosistema en el Atlántico Sudoccidental (ZEE y Alta Mar) la deben tener los Estados ribereños de Argentina y Uruguay y ello debe ser así porque nuestros países son los que realizan los estudios que determinan las Capturas Biológicamente Aceptables (CBA) o los Rendimientos Máximo Sostenibles (RMS) y se funda en que hay una prueba biológica irrefutable que avala esta posición: si nuestros países agotasen el recurso en la ZEE Argentina o Uruguaya se agotarían los recursos del área de Malvinas y en la alta mar. Ratificar el Acuerdo de Nueva York y propiciar el Convenio del Atún sería contrario al interés nacional y violatorio de toda la legislación Nacional y de la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.

En quinto lugar, se entiende como necesario, mientras esté en debate el Pacto Foradori-Duncan y se procede a su denuncia, debieran suspenderse los vuelos autorizados a la República de Chile y Brasil. Respecto a este último vuelo autorizado a partir del referido pacto debería tenerse muy presente que la ciudad de San Pablo y Gran San Pablo con una población AB1 de 30 millones de personas puede absorber todas las extracciones pesqueras del área de Malvinas y es una puerta a exportaciones al mundo y el intercambio comercial necesario con las islas, además de servir para el recambio de tripulaciones, reposición de insumos, alimentos, etc. lo cual se agrava con la salida del Brexit que podría, a partir de enero de 2021, significar el retiro de Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur como territorios británicos (ilegales) de Ultramar en la Unión Europea y la consecuente aplicación de aranceles a los productos originados en Malvinas.

Argentinos, si vamos a conmemorar el día de la Soberanía Nacional, que sea con hechos que estén a la altura de nuestros héroes nacionales, los de 1845 y los de 1982.

 

 * Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad. 

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