Marcelo Javier de los Reyes*
22 de agosto de 1972. José López Rega, Juan Domingo Perón y Giancarlo Elia Valori en Madrid. La foto está dedicada por Perón “al querido amigo Dott. D, Giancarlo Elia Valori”.
Introducción
El 14 de septiembre el Equipo SAEEG publicó un documento inédito, una carta con fecha 20 de mayo de 1971 y escrita por el general y tres veces presidente de la República Argentina, Juan Domingo Perón, dirigida a su amigo el Profesor Doctor Giancarlo Elia Valori[1].
En esta oportunidad, publicaré nuevas cartas que el Doctor Valori me ha enviado personalmente y que él, oportunamente, ha recibido de su amigo el general Perón. Estas cartas ponen en evidencia no solo la amistad que los unía sino también la contribución que el Doctor Valori ha hecho para favorecer el retorno de Perón a la Argentina, retorno que le permitió asumir la presidencia por tercera vez el 12 de octubre de 1973, con su esposa, María Estela Martínez de Perón —“Isabel”— como vicepresidente. Como veremos más adelante, los buenos oficios de Valori fueron recompensados gentilmente por Perón.
Quiero dejar en claro que lo que me une a Perón es haber nacido, como él, el 8 de octubre y que el propósito de publicar estas cartas es la intención de hacer un aporte a la historia argentina, así como también que ellas contribuyan a conocer mejor el pensamiento de Perón y a superar las viejas divisiones de nuestra sociedad en pos de que solo nos detengamos a pensar en los objetivos nacionales y en el bien de la Patria y de la sociedad que la integra. En este sentido, estoy dispuesto a reconocer aquellos aspectos y aquellas visiones de estadista que, a mi juicio, fueron acertados por parte de Perón.
Una carta manuscrita
En una carta manuscrita, fechada el 22 de junio de 1970, Perón le escribe a su amigo en respuesta a una carta suya. El general, en su exilio, le hace llegar un “afectuoso saludo” y “los mejores deseos” de parte de su esposa. Además le informa que estaba en conocimiento de que el Doctor Valori pensaba viajar a Madrid, dado que el “señor López Rega” se lo había comunicado.
Carta manuscrita de Perón a Valori, Madrid, 22 de junio de 1970
El texto de la carta es el siguiente:
Madrid, 22 de junio de 1970
Señor D. Giancarlo Elia Valori
Roma
Estimado amigo:
He recibido su amable carta y deseo hacerle llegar mi agradecimiento por su recuerdo y saludo que retribuyo con mi mayor afecto. De la misma manera mi Señora me encarga le transmita junto con su afectuoso saludo, sus mejores deseos.
Le tendremos presente en nuestros votos este 24 de junio que brindaremos por su próspera felicidad.
Me ha dicho el Señor López Rega que piensa Usted viajar a Madrid, en cuyo caso deseo tener el placer de poderle saludar con un abrazo. Probablemente saldremos de vacaciones en julio pero espero estar nuevamente aquí en pocos días.
Le ruego que, junto con nuestro más afectuoso saludo, quiera aceptar nuestros mejores augurios.
un gran abrazo
Juan Perón
Reconocimiento, amistad y política
En otra carta fechada el 6 de marzo de 1971, Perón pondera unos artículos sobre la Iglesia y América Latina que había escrito el Profesor Giancarlo Elia Valori y le reconoce, del mismo modo, sus conocimientos sobre la región. Como ya se ha mencionado en la referida nota del Equipo SAEEG, el Profesor Valori era un gran conocedor de la Argentina debido a que su hermano Leo trabajó en nuestro país desde 1948 enviado por Enrico Mattei (1906-1962), impulsor de la creación del Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), del que luego llegó a ser presidente. Por ese motivo y por otros, el Doctor Valori viajaba asiduamente a la Argentina. Cabe agregar que Leo falleció joven en la Argentina y que estableció una estrecha amistad con Arturo Fondizi y que también conoció a Perón.
El texto de la carta es el siguiente:
MADRID, 6 de marzo de 1971
Señor Doctor Don Giancarlo Elia Valori.
ROMA
Mi querido amigo:
He recibido vuestra carta del 1º de marzo próximo pasado y le agradezco el recuerdo y saludo de retribuyo con mi mayor afecto. Me informaron en mi casa que Usted había llamado por teléfono pero lamentablemente estaba fuera: no debe preocuparse por no haber podido despedirse e imagino sus ocupaciones en los pocos días que ha permanecido en Madrid.
He leído sus excelentes artículos “La Iglesia en el Proceso de Integración Nacional en América Latina” y “Misión de la Iglesia en América Latina” donde Usted enjuicia con evidente acierto y ecuanimidad la situación de nuestro Continente, como asimismo la tarea de la Iglesia en nuestra integración y desenvolvimiento espiritual. No es común en los escritores europeos, encontrar un conocimiento tan completo y ajustado como el que Usted tiene de nuestros problemas. Sus viajes y su agudo sentido de observación le han permitido penetrar profundamente la situación de nuestros países y de ahí la eficacia con que los expone y juzga. Lo felicito.
Cuando viaje a Chile puede contar con toda la colaboración que yo pueda prestarle. Se encuentra allí un sacerdote peronista y amigo: ALBERTO BALLERINI que podrá ponerse a sus órdenes para acompañarlo en lo que sea. Él es amigo personal del Ministro de la Gobernación como asimismo del Presidente Allende. Además está vinculado a mucha gente. Es mi representante allí y también le podrá informar sobre cualquier cosa que a Usted le interese. Yo le daré una carta de presentación para él como para el Doctor Allende.
He leído también el artículo que me adjunta del “CORRIERE DELLA SERA” escrito con un gran sentido de la realidad de nuestro Movimiento. Es absolutamente real que la fuerza de aglutinación peronista se basa especialmente en la amistad, quizá el sentimiento más noble y verdadero que suele cultivar el hombre. Los peronistas, más que nada o por sobre todo, somos amigos. Dentro de eso practicamos el apotegma de un viejo amigo mío brasilero que decía: “AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA”.
Tiene razón Virgilio Lilli, yo he tratado de ser un “amigo del Pueblo Argentino” y servirlo como a tal. Por eso también nuestra unidad indestructible a pesar del tiempo y la distancia. Por eso también puedo yo tener absoluta fe en la conducta de ese Pueblo que sigue y seguirá siendo mi amigo. Ello también destruye la leyenda que nuestros enemigos han pretendido formarme como “DICTADOR”: yo fui elegido legal y constitucionalmente por una mayoría jamás alcanzada por Presidente Argentino alguno en toda la historia política de la República Argentina.
Por eso también sé que, en las actuales circunstancias, yo mando más que la dictadura militar que desgobierna la Argentina, porque mando sobre muchos millones de corazones argentinos.
Hay mucha gente que se asombra de mi popularidad después de más de quince años de estar ausente de la Patria: es que a los amigos se los recuerda siempre, cuando han sabido honrar esa amistad. No es extraño entonces que aun los jóvenes y los niños sean peronistas y amigos míos, porque es un sentimiento que han heredado de sus padres y se sienten amigos míos aunque no me hayan conocido personalmente. Así llegan a mi casa en Madrid, cientos de jóvenes universitarios que anhelan conocerme personalmente porque han oído a sus padres hablar de mí desde que nacieron. Estas son satisfacciones. De las pocas que el Gobierno puede ofrecer a un hombre de estado. Así la vejez puede ser más amable y llevadera.
La situación argentina sigue de mal en peor: ya nadie cree en las promesas de la dictadura militar que cuenta con la oposición generalizada de todo el país. Yo no alcanzo a comprender la necia contumacia de la camarilla militar que intenta gobernar con la repulsa y el odio de todos los argentinos. Cada día pienso más en que esto no puede terminar sino en un gran desastre. Desgraciadamente, será como siempre el Pueblo el que ha de pagar los platos rotos y eso es precisamente lo que me aflige.
También la situación del Mundo, la veo cada día más comprometida en los cinco continentes, es que en el mundo pasa lo que en la Argentina: la necia contumacia del imperialismo nos llevará paulatinamente hasta el borde del abismo. Dios quiera que todos nos demos cuenta antes de caer en él.
Querido amigo Valori: muchas gracias por todo. Le ruego que, junto con nuestro saludo más afectuoso, quiera aceptar nuestros mejores deseos. López ya ha regresado de la Argentina y de Brasil por donde ha viajado durante casi un mes y me encarga sus saludos.
Un gran abrazo
Juan Perón
Fragmento de la carta de Perón a Valori, Madrid, 6 de marzo de 1971
En esta carta, además de reconocer el conocimiento que el Doctor Valori tiene acerca de nuestra región, de poner a su disposición sus contactos en Chile y de manifestar su malestar por un artículo publicado en el “Corriere della Sera”, se explaya sobre su concepto de la amistad, la que destaca como un factor aglutinante del peronismo y expresa una célebre frase que le atribuye a un “viejo amigo brasilero”. “AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA”.
“Es absolutamente real que la fuerza de aglutinación peronista se basa especialmente en la amistad, quizá el sentimiento más noble y verdadero que suele cultivar el hombre. Los peronistas, más que nada o por sobre todo, somos amigos. Dentro de eso practicamos el apotegma de un viejo amigo mío brasilero que decía: ‘AL AMIGO TODO; AL ENEMIGO, NI JUSTICIA’”.
Este fragmento forma parte de la serie de videos que integran “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder”, grabados a mediados de 1971 por Pino Solanas y Octavio Getino en Madrid. En el video, Perón responde a la pregunta que le formuló Solanas: “¿Cómo identificamos al aliado y al enemigo? Usted definió al compañero y al traidor; ¿puede definir al aliado?”
La respuesta, obviamente, cercena el sentido de justicia, ya que la misma es un derecho que alcanza a todos los hombres, incluso a aquellos que han cometido sus peores felonías. Perón no estaba dispuesto a que los enemigos pudieran apelar a la ley.
El ex presidente en el exilio estaba perfectamente al tanto de lo que ocurría en la Argentina, así como de la situación difícil por la que atravesaba el gobierno militar, al punto que en la carta expresa: “yo mando más que la dictadura militar que desgobierna la Argentina, porque mando sobre muchos millones de argentinos”. Y no era mentira…
Perón era consciente de su poder a pesar de los años que llevaba en el exilio y se sentía la persona apropiada para llevar a cabo la pacificación que la Argentina necesitaba, tal como lo expresa en la carta del 20 de mayo de 1971, publicada en la nota anterior.
Aún más, a diferencia de nuestra clase política actual, Perón gozaba de una gran cultura, era un gran conocedor de los diferentes escenarios internacionales y era un ferviente anti imperialista. A su juicio, “el imperialismo nos llevará paulatinamente hasta el borde del abismo”. En este sentido es oportuno recordar su concepción acerca de la Tercera Posición, algo que alguno que se consideró seguidor y partidario suyo supo olvidar cuando fue presidente de la República.
Otras cartas
El 13 de marzo de 1971 le escribió nuevamente una carta manuscrita para saludar a su querido amigo, el Doctor Valori, con motivo de la Santa Pascua y para felicitarlo por su hijos.
Carta fechada el 13 de marzo de 1971
La carta del 25 de octubre de 1971 es muy importante porque le expresa al Profesor Valori un enorme agradecimiento:
Un millón de gracias por sus valiosas gestiones que tenemos que agradecerles todos los peronistas. Como me han llegado las ayudas prometidas, sé que se las debemos a Usted y a Usted nuestra gratitud.
Finaliza la misma enviándole saludos de “Isabelita y López” (Rega).
Carta fechada el 25 de octubre de 1971
La amistad entre Perón y Valori
Diversos autores que han investigado a Perón en el exilio y a todo lo concerniente a su retorno a la Argentina han considerado la importancia de la relación que existía entre Perón y Valori. Entre ellos puede mencionarse a Juan Bautista Yofre y a Carlos Manfroni.
En su libro La trama de Madrid. Los documentos secretos sobre el retorno de Perón a la Argentina, Juan Bautista Yofre lo menciona y deja en claro la confianza que Perón le tenía, al punto que le entregaba cartas para que se las diera a su delegado personal, Jorge Daniel Paladino, a quien también le comunicaba que Valori le informaría acerca de charlas que habían mantenido personalmente en Madrid[2]. Yofre también menciona que el Profesor Giancarlo Elia Valori fue un protagonista en la célebre visita que Arturo Frondizi le hizo a Perón, de la que también participó el propio Valori, el 13 de marzo de 1972. La presencia de Valori, destaca Yofre, “estaba vinculada con sus gestiones por un Plan Europa para la Argentina que nunca se llevó a cabo, ya que era una suma de grandes intenciones para un país carcomido por la violencia terrorista”.
El 29 de marzo de 1972, Frondizi volvió a visitar a Perón en Madrid.
Histórica visita de Frondizi a Perón en Madrid, 29 de marzo de 1972. A la izquierda el Doctor Valori. Fuente: Giancarlo Elia Valori.
Carlos Manfroni también le dedica al Profesor Valori un lugar protagónico en el retorno de Perón al país, un paso previo para asumir su tercer mandato como presidente de la Argentina[3].
15 de noviembre de 1972. Foto publicada por el Herald Tribune, que registra la llegada de Perón y de su esposa a la Argentina. En el centro Giancarlo María Valori.
Como reconocimiento y gratitud, Perón le entregó al Dr. Valori la Medalla Peronista por “los importantes servicios prestados a la causa peronista”.
Revista Las Bases, 2 de noviembre de 1972. Ceremonia de entrega de la Medalla Peronista a Giancarlo Elia Valori.
La Medalla Peronista que Perón le entregó a Valori.
La amistad siguió con María Estela Martínez de Perón
Juan Domingo Perón falleció en ejercicio de la presidencia el 1º de julio de 1974. A su muerte, le sucedió su esposa María Estela Martínez de Perón, quien fue derrocada por el golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 y puesta bajo arresto domiciliario durante cinco años, siendo liberada en 1981. Luego se exilió nuevamente en España, donde aún vive.
Su amistad con el Doctor Valori continuó tras la muerte de Perón como puede apreciarse en la siguiente carta manuscrita del 14 de enero de 1986, donde nuevamente —como en aquella que escribió el general el 6 de marzo de 1971— estuvo presente el tema de la amistad.
Don Giancarlo E. Valori.
Querido amigo:
Gracias por las infinitas atenciones y muestras de cariño de quien siempre ha sido un amigo fiel y sincero.
El Libro del Eclesiástico dice:
“Un amigo fiel es poderoso protector, el que le encuentra halla un tesoro.
Nada vale tanto como un amigo fiel, su precio es incalculable.
Un amigo fiel es remedio saludable; los que temen al Señor lo encontrarán.”
Los días pasados en Roma, tu madre como siempre tan tierna y maravillosa, tus amigos tan afectuosos conmigo y tu constante preocupación por mi salud y miles de detalles que sería largo enumerar.
Gracias Giancarlo por todo, un abrazo muy grande de tu amiga, extensivo a tu madre de
Ma. Estela Isabel Perón
Madrid, 14 de Enero de 1986
Carta de María Estela Martínez de Perón al Doctor Giancarlo Elia Valori, Madrid, 14 de Enero de 1986.
* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.
Referencias
[1] Equipo SAEEG. “Documento inédito: carta de Juan Domingo Perón a su amigo, El Profesor Giancarlo Elia Valori”. Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), 14/09/2020, https://saeeg.org/index.php/2020/09/14/documento-inedito-carta-de-juan-domingo-peron-a-su-amigo-el-profesor-giancarlo-elia-valori/
[2] Juan Bautista Yofre. La trama de Madrid. Los documentos secretos sobre el retorno de Perón a la Argentina. Buenos Aires: Sudamericana, 2013, 512p.
[3] Carlos Manfroni. Propaganda Due. Historia documentada de la Logia Masónica que operó en la Argentina sobre políticos, empresarios, guerrilleros y militares. Buenos Aires: Sudamericana, 2016, 504 p.
Cartas y fotos enviadas por el Profesor Doctor Giancarlo Elia Valori al Doctor Marcelo Javier de los Reyes para ser publicadas en exclusividad por la SAEEG.
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