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A LA ARGENTINA LE URGE UN GRAN REDISEÑO ESTRATÉGICO. EJES DE LA PROPUESTA.

Marcelo Javier de los Reyes*

«La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes».

Peter Drucker

 

Si me preguntaran que haría para reconstruir la Nación, tendría que presentar una propuesta integral pero, dado el desastroso estado en que la casta política ha dejado las arcas nacionales, provinciales y municipales, habrá que trazar algunas prioridades, pero lo cierto es que no se debe emparchar sino proceder a un proyecto estratégico de reordenamiento nacional.

Para poner en contexto la tarea que se debe llevar desde el gobierno, me permito compartir con ustedes algunos párrafos de mi libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales: un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”[1]:

La inteligencia, entonces, resulta íntimamente vinculada a la geopolítica, a la economía, a la estrategia y a las relaciones internacionales —por ende, a la diplomacia—, a partir de relaciones cooperativas, competitivas o confrontativas que los actores internacionales —en este caso los Estados— generen entre sí.

Les cabe a los decisores del más alto nivel de un Estado diseñar, planificar y ejecutar los objetivos geopolíticos a partir de la información proporcionada por la Inteligencia Estratégica. De este modo, Geopolítica e Inteligencia deben actuar estrechamente[2]. Cabe aclarar que la Geopolítica debe ser entendida en un sentido actualizado que excede el concepto de “territorio”, habida cuenta la proyección de los Estados en el espacio celeste y en el espacio virtual. La observancia de esos objetivos nacionales es lo que lleva a los diversos gobiernos a jugar en el escenario internacional. De modo tal que es casi imposible que un país pueda desvincularse del acontecer internacional, de las tendencias y de las ideologías que se imponen en el escenario mundial, así como de las amenazas, riesgos y crisis que se convierten en transnacionales.

El mundo actual, plagado de incertidumbres, de cambios impredecibles, sometido incluso a alteraciones con motivo del cambio climático, lleva a que los Estados precisen, imperiosamente, de un alto nivel de inteligencia y de sus métodos de análisis para resolver o prevenir conflictos, para desarrollar el planeamiento estratégico y para llevar adelante los procesos de toma de decisiones. […]

La política exterior de un Estado no está necesariamente desvinculada de su política interna, por el contrario. […]

Para desarrollar su política exterior un Estado precisa de una estrategia, de objetivos nacionales claramente especificados y de instrumentos que no significan otra cosa que los recursos de poder con que cuenta para influir sobre los otros miembros de la comunidad internacional. […]

El concepto de estrategia, si bien es propio del lenguaje militar, puede ser aplicado a diferentes ámbitos y nos permite evaluar entre un determinado número de alternativas cuál es la solución más conveniente y aplicable para los intereses nacionales. De forma más clara podría expresarse que la estrategia nos sugiere cómo llevar adelante determinados objetivos.

El vocablo estrategia proviene del griego y se origina en strategós—στρατηγός— que traducimos por “general”. El diccionario la define como el arte de dirigir operaciones militares.

Es un término que en la actualidad ha sido muy aceptado por diferentes disciplinas y ha ocupado incluso espacio en la vida cotidiana: se habla así de estrategias de mercado, de estrategias publicitarias, de estrategia de vida, etc. Por ende la estrategia es una disciplina a la que tanto los militares, los políticos, los economistas, los profesionales de las ciencias sociales y de la ciencia política recurren para llevar a cabo sus respectivos objetivos y toman de ella la terminología necesaria para adaptarla a las diferentes ciencias o disciplinas.

Para ponerla en práctica la estrategia debe identificar actores, intereses —tanto propios como ajenos—, los obstáculos actuales o potenciales para el desarrollo de los objetivos. La estrategia constituye una habilidad o herramienta sumamente necesaria en materia de política exterior para que un Estado pueda imponer sus intereses en función de sus objetivos nacionales o saber cómo accionar ante estímulos externos.

En función de lo expuesto, se debe llevar a cabo una propuesta integral, estratégica, que nos permita diagnosticar los recursos disponibles y potenciales con que cuenta la Argentina para su desarrollo, para su proyección exterior —para lo cual es imperativo instrumentar las herramientas que le permitan desplegar un “poder blando”— y siempre trabajando de forma articulada sobre los ejes interno y externo.

Los ejes centrales

A los fines de llevar adelante una propuesta estratégica debemos debatir acerca de qué modelo de país queremos construir para fijar los Objetivos Nacionales. No cabe duda que Argentina debe ser reconstruida prácticamente desde cero y para ello se debe trabajar para que:

    1. surja una nueva dirigencia nacional en todos los órdenes;
    2. poner fin a la corrupción, un “impuesto” que a la sociedad argentina la somete a la pobreza y a restarle recursos —por ejemplo— a la Educación y a la Salud. En este sentido, se debe tener en claro que el problema de la Argentina no es económico, sino de falta de ética por parte de la clase dirigente;
    3. la población logre tomar conciencia de la crítica situación del país y tome conocimiento de la necesidad de abordar temas que, aunque parezcan distantes, son fundamentales para mantener/recuperar/defender la Integridad Territorial. Uno de ellos es reclamado por la sociedad, la Seguridad, el otro es la Defensa.

«Una buena estrategia comienza con tener el objetivo correcto».

Michael Porter

A estos efectos, es fundamental poner énfasis en el sistema de Justicia, porque el Poder Judicial tiene una gran responsabilidad en el estado de anomia que existe en el país. El Poder Judicial debe ser autónomo pero requiere poner fin al “garantismo” y ser la herramienta para atacar la corrupción, retomar el Estado de Derecho y garantizar el funcionamiento de las instituciones y de la República.

Para llevar adelante la Propuesta de Reconstrucción de la Argentina, se hace necesario implementar desde el primer día la “Reforma del Estado”, algo de lo que mucho se habló y que hasta dio lugar a que el gobierno de Macri, sin ningún sentido y solo a los efectos de generar más gastos, creara un Ministerio de Modernización.

A falta de inversiones externas e internas, mientras se procura la llegada de las mismas, el Estado deberá ser nuevamente el motor del desarrollo nacional —como lo fue para crear la industria petrolera y la industria siderúrgica con los generales Enrique Mosconi y Manuel Savio— y deberá reconstruir las áreas y las infraestructuras abandonadas y perdidas como consecuencia de la implementación de políticas liberales que prometían un Estado más eficiente y un compromiso del sector privado que no tuvo lugar.

Para lograr un Estado eficiente es relevante contar con personal de carrera idóneo y evitar las intromisiones del nepotismo y de los funcionarios políticos con “ideas innovadoras”.

Del mismo modo, se debe proceder a reducir considerablemente la cantidad de ministerios, de secretarías y de subsecretarías de Estado. No se deben crear esas áreas en función de un amigo que se quiera nombrar como funcionario sino como respuesta a los Intereses de la Nación. De modo tal que se deben mantener los ministerios necesarios para administrar el Estado Nacional y eliminar los que fueron funcionales para los gobiernos precedentes, los cuales en muchas ocasiones multiplicaron innecesariamente las funciones con resultados significativamente perjudiciales para el erario público.

La propuesta de Ministerios es la siguiente:

    • Jefatura de Gabinete
    • Ministerio de Producción, el cual abarcará las áreas de Agricultura, Ganadería, Pesca, Recursos Forestales, Industria, Minería, Ambiente y Desarrollo Sostenible y Turismo.
    • Ministerio de Defensa.
    • Ministerio de Desarrollo Social, que incluirá Deportes y áreas afines.
    • Ministerio de Economía.
    • Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
    • Ministerio de Obras Públicas, el cual tendrá a cargo, entre otras funciones, las que se refieren a Transporte, Infraestructura y Energía.
    • Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
    • Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
    • Ministerio del Interior, que incluirá la Secretaría de Seguridad Interior.

En el marco de una reestructuración del Estado —uno de los principales ejes— debe reducirse el número de ministerios a un máximo de 10 u 11, dentro de los cuales se deberán incorporar otros ministerios actuales como secretarías o subsecretarías. Es esencial cerrar el Ministerio de Género que se lleva un alto porcentaje del Presupuesto Nacional, del que buena parte podrá disponerse para Defensa.

La tan proclamada reestructuración del Estado debe ser real, reduciendo el costo de la política y apelando al personal de carrera capacitado para ocupar los cargos directivos. Esto implicará rescatar los funcionarios de carrera en actividad o la contratación de técnicos y especialistas que hayan sido dados de baja o jubilados para ser reemplazados por las diferentes “camadas de la política partidaria”.

La Inteligencia deberá ser puesta en valor, para lo cual se procederá a una reforma que permita crear nuevamente la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), tema sobre el que me explayaré más adelante.

Este es el achicamiento del Estado que permitirá que el mismo se convierta nuevamente en motor del desarrollo económico y de la producción, favoreciendo las condiciones para ello. Se reducirá así el gasto en funcionarios innecesarios (parte del “gasto político”) y se reasignarán los fondos para favorecer las áreas productivas.

En este sentido, será necesario potenciar y revalorizar la Dirección Nacional de Vialidad —lo que incluirá la reapertura de las cinco escuelas técnicas dependientes de esa dirección cerradas en 2018 por el gobierno de Macri— y la reconstrucción de la red ferroviaria acorde a los Intereses Nacionales y a las necesidades de las economías regionales. Se implementará un Plan Ferroviario Nacional que incluirá el transporte de pasajeros, el de mercancías, el estratégico y el de turismo. Por las mismas vías nacionales podrán transitar ferrobuses nacionales, provinciales o privados que permitirán las conexiones interurbarnas y el desarrollo de pueblos y ciudades.

La Planificación Estratégica requiere la reconstrucción del sistema ferroviario nacional, el cual podrá ser articulado con el de aquellas provincias que posean un servicio propio. Debe destacarse que por las mismas vías podrán circular:

    • trenes de larga distancia de pasajeros,
    • trenes de carga,
    • ferrobuses que podrán interconectar pueblos y ciudades del interior entre sí,
    • trenes turísticos de lujo, con lo que implicaría en el sector turístico;
    • y trenes estratégicos para el desplazamiento de material militar. Es inconcebible que se empleen camiones para el traslado de blindados (así se hace hoy) o que el Ejército Argentino debe rendar bandejas si desea usar ese medio.

El desarrollo ferroviario requerirá la modernización de los talleres ferroviarios (actualmente en estado calamitoso) y estudiar potenciales acuerdos o subsidios a empresas argentinas (por ejemplo Materfer y otras) así como alianzas estratégicas con otros países.

A los efectos de articular nuevamente el territorio nacional —cuya destrucción se produjo fundamentalmente durante el gobierno de Carlos Saúl Menem y continuada por sus sucesores— también se procederá al fortalecimiento y renovación de la empresa Líneas Aéreas del Estado (LADE), la que deberá cumplir nuevamente con el rol social que tenía hasta la década de 1990. Del mismo modo, la presencia de LADE en los diferentes puntos del país a donde no vuelan las empresas comerciales significa una defensa de nuestra Soberanía Nacional, una presencia esencial en el sostenimiento de nuestra integridad territorial.

En materia de transporte también se debe crear nuevamente la Marina Mercante, es decir, una empresa como ELMA (quizás con el mismo nombre ya que aún goza de reconocimiento) lo que debe impulsar nuevamente la reactivación de los astilleros. Una Marina Mercante Nacional reducirá costos de fletes, de seguros y garantizará el transporte de nuestra producción al interior y al exterior.

En el mismo campo, potenciar el transporte aéreo con un eficiente servicio de Aerolíneas Argentinas hacia el exterior e interior, retomando sus rutas internacionales que este gobierno ha —misteriosamente— compartido con Aeroflot.

Oportunamente, y considerando el desarrollo de un “poder global” para la Argentina, en 2007, formando parte de un grupo de trabajo asesor ad honorem para las direcciones de África Subsahariana (DIASA) y África del Norte y Medio Oriente (DANMO) de la Cancillería Argentina, había propuesto la creación de un “hub” de Aerolíneas Argentinas en Guinea Ecuatorial (sugiero leer mi artículo “Argentina y su inexistente poder blando”) ¿Por qué Guinea Ecuatorial? Porque tenemos lazos culturales, ya que ese país dependió del Virreinato del Río de la Plata, y porque hablamos español. Esta propuesta significaría trabajo e inversiones argentinas en ese país, con un gran potencial petrolero. Esto requeriría la participación de Aerolíneas Argentinas que desde allí podría expandirse a los países del Golfo —lo cual puede significar inversiones en la Argentina (por ejemplo Catar financia buena parte del desarrollo de la industria de Defensa de Turquía)— y a Asia (China, Corea, Japón, India, Vietnam, etc.) y con aviones de menor tamaño expandirse con una línea propia dentro del continente africano y conectando éste con Europa. Asimismo, involucraría a la empresa Aeropuertos Argentina 2000, que opera numerosos aeropuertos a nivel nacional e internacional (entre ellos en Armenia). Esta propuesta también apuntaba a la incorporación de otras empresas, como por ejemplo las de construcción.

Por su parte, un acercamiento a África que incluya la capacitación de personal por parte de nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad podrá favorecer el fortalecimiento e institucionalización de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS), vital para defender nuestros intereses soberanos en esa área así como potenciar nuestros astilleros y nuestra industria aérea a través del desarrollo de buques patrulleros y aeronaves.

La inversión en infraestructura y articulación del territorio basado en las comunicaciones terrestres, aéreas, fluviales y marítimas —a la que se suma la interconexión virtual— será relevante para generar riqueza, para desarrollar las economías regionales y para crear empleos en el sector privado.

El gran objetivo debe ser el Desarrollo Nacional, para lo cual debajo se dan algunas pautas. Este tema debe articularse con otros tres grandes temas: Educación, Salud y Ciencia y Tecnología. Estos grandes cuatro temas son de una proyección y consolidación a largo plazo. Todos están, en alguna medida, interconectados y giran en torno a la Educación, la que debe ser “desideologizada” descontaminada de los desvaríos ideológicos que provinieron de la “infiltración” llevada a cabo por los últimos gobiernos. Debe instrumentarse el respeto a los Símbolos Patrios y a la autoridad para que estos valores sean mantenidos durante la adultez. Sin embargo, debe tenerse presente que en esta democracia la Educación fue uno de los principales objetivos para proceder a un cambio de los valores y a la “reprogramación” de las mentes. Esto requerirá una evaluación de los diversos cuerpos docentes en todos los niveles.

Desde la vuelta de la democracia, la Educación denominada “enciclopedista” fue atacada por los “innovadores” pero ¡cuánto más sabemos aquellos que hemos recibido esa formación! La Educación debe servir para el desarrollo nacional y ser congruente con la reconstrucción del Ser Argentino porque estamos en la era del conocimiento y a los educandos se les debe instruir para que tengan avidez por el conocimiento.

El Desarrollo Nacional implica poner en marcha la producción, lo que a su vez favorecerá la creación de empleo.

Los jóvenes sin trabajo, que tampoco estén estudiando y que reúnan ciertas condiciones psicofísicas, podrán incorporarse a un “Servicio de Defensa” en las Fuerzas Armadas, ya que se precisa incrementar el número de efectivos y esto podría significar una salida laboral para esos jóvenes. Se deberá analizar la conveniencia o no de levantar la suspensión del Servicio Militar Obligatorio creado por la “Ley Riccheri” y suspendido por el presidente Carlos Menem en 1994. En paralelo debe considerarse una verdadera profesionalización y capacitación de las Fuerzas Armadas y el considerable incremento de sus efectivos.

Con el objetivo de lograr un gobierno que pueda llevar adelante una política estratégica para el Desarrollo Nacional se debe poner el acento en la reconstrucción del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN).

Para el ello debe aprobarse una nueva Ley de Inteligencia Nacional que no debe ser un corsé para los organismos que integren el SIN. Asimismo, es imprescindible contar con nuevas leyes de Defensa y de Seguridad Interior, la que deberá ser llamada como corresponde, Ley de Seguridad Nacional. Las actuales leyes responden al interés de la casta política de tener subordinadas a sus intereses —no al de la República— a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas de Seguridad, las que tras décadas han dado claras muestras de estar subordinadas a un gobierno civil.

La Inteligencia debe estar al servicio del Estado, de la Nación, y no de un gobierno. Pese a los cambios, los medios y la ciudadanía siguen hablando de la “SIDE” o de la “ex SIDE”. Esto facilitaría desterrar el nefasto nombre de AFI impuesto por el kirchnerismo, una nueva denominación para un organismo que tanto los gobiernos kirchneristas como el de Macri han utilizado —y utilizan en la actualidad— para manipular al Poder Judicial y mantener vigente no los “sótanos de la democracia” sino el “inframundo de la democracia”.

Sería apropiado considerar la conveniencia de jerarquizar la Inteligencia devolviéndole el rango de Secretaría de Estado con rango de ministerio —como tenía hasta la creación del engendro AFI— o, bien, crear el Ministerio de Inteligencia del Estado (MIDE) o Ministerio de Inteligencia de la Nación (MIN) por si no se desea volver al acrónimo SIDE. Ambas propuestas permitirían darle el lugar de relevancia que debe ocupar la Inteligencia. Este Ministerio absorbería a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación, la cual representa una duplicación inoperante para nombrar a un grupo de amigos. La nueva denominación de ésta área sería la Secretaría de Inteligencia Estratégica, inmediatamente por debajo del ministro y a la que deberán reportar todas las demás áreas: la Subsecretaría de Inteligencia Interior (Reunión y Análisis Interior) y la Subsecretaría de Inteligencia Exterior (Reunión y Análisis Exterior), a los efectos de evitar los “cajones estancos” a la que suelen recurrir los funcionarios.

El Ministerio deberá contar, asimismo —esto sería novedoso y esencial—, con una Subsecretaría de Inteligencia Competitiva que deberá implementar “bases regionales” (por ejemplo Cuyo, Patagonia, Centro, NOA, NOE) que tomarán contacto con las autoridades provinciales y los sectores productivos correspondientes a los efectos de favorecer el desarrollo de las economías regionales y articular los medios de comunicación apropiados para la exportación de productos o el transporte de las mercancías por el territorio nacional al menor costo. Esto supone el armado de diversos equipos interdisciplinarios que incluirían a Ingenieros (Viales, Ferroviarios, Aéreos, Agrónomos), así como a Médicos, etc., para llevar a cabo una Planificación Estratégica para cada región. De ese modo se contribuirá a la federalización real de la Argentina.

Otra de las innovaciones sería la creación dentro del Ministerio de una Dirección de Desarrollo Científico y Tecnológico con el objetivo de lograr una independencia respecto del material sensible. Esta aérea deberá tener vasos comunicantes con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), el cual deberá recibir un fuerte incremento de presupuesto.

En función de este desarrollo —del mismo modo en que se procuraría favorecer a la industria ferroviaria nacional—, desde el Estado se debe impulsar otros rubros de la industria. Por ejemplo, acompañar a la empresa Cicaré Helicópteros S.A., la que había desarrollado una nave destinada al Ejército Argentino y a las Fuerzas de Seguridad. El Estado debe colaborar con la creación de productos de un alto nivel de tecnología para cubrir las necesidades nacionales y suplir la importación en lo que hace a la industria de la Defensa, tanto económicamente como procurando inversiones para ese sector.

El Desarrollo Nacional en su conjunto debe apuntar a incrementar las exportaciones. Argentina en 2021 exportó lo mismo que hace una década, es decir que en 2011, lo que requiere poner el acento en la Producción y el Comercio Exterior como políticas de Estado. Un sector sumamente afectado es el de la industria metalmecánica y el de material agrícola, que ha visto una reducción en su producción y exportación.

En realidad, todo lo abordado debe ser considerado como políticas de Estado para tener continuidad y comprometiendo a la dirigencia de todos los sectores en estas políticas. Para ello, habida cuenta que el período de gobierno es de cuatro años, se debe proponer un plan trienal que permita a la gestión comenzar y terminar con propuestas reales y realizables, único camino para que la Argentina pueda nuevamente gozar de credibilidad en la comunidad de naciones.

Colegas de países de América del Sur me han sugerido en numerosas oportunidades que la Argentina debe recuperar su lugar —perdido— de liderazgo regional. Para ello es primordial contar con una nueva dirigencia nacional … o formarla.

En síntesis, se debe poner el acento en:

    • Justicia
    • Inteligencia
    • Seguridad (agenda propia y no global)
    • Reforma del Estado
    • Educación y Salud
    • Desarrollo Nacional
    • Producción y Comercio Exterior
    • Defensa

Con respecto a este último punto, ya me he explayado en la apremiante necesidad de reconstruir nuestra industria de la Defensa, destruida durante el gobierno de Menem, los Kirchner y Macri.

Como podrá apreciarse, todos estos temas están íntimamente relacionados y de ahí la necesidad de desarrollar un Pensamiento Estratégico, una Planificación Estratégica.

Sugerencias relevantes

Desterrar del discurso político conceptos o términos como progresismo, género, feminismo, lenguaje inclusivo, etc. La sociedad está hastiada de su utilización. Del mismo modo, alejarse de todo lo que implique socialdemocracia, neomarxismo y agenda global. Argentina debe tener su propia agenda.

Deben emplearse “ideas fuerza”.

Para implementar un Proyecto Estratégico Nacional se requiere armar un equipo multidisciplinario, evitando a rajatablas los advenedizos y los jugadores amateur, los cuales ya han pululado por los diversos organismos en 38 años de supuesta democracia.

Vale aquí recordar una frase de Peter Drucker:

«La mejor manera de predecir el futuro es crearlo».

Los argentinos debemos crear nuestro futuro.

Argentina necesita Voluntarios para su reconstrucción.

 

“En medio del caos, también existe la oportunidad”.

Sun Tzu

 

Invitación/Convocatoria: la presenta propuesta puede estar sujeta a variaciones pero ante todo se trata de una convocatoria para quienes consideren que pueden contribuir en la formación de un espacio de debate para crear un futuro para la Argentina. Los espero en: jreyes1@ceid.edu.ar

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] Marcelo Javier de los Reyes Giménez. Inteligencia y Relaciones Internacionales: un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones. Buenos Aires: Almaluz, 2019.

[2] Pedro Baños Bajo. “Geopolítica e Inteligencia”. En: Fernando Velasco, Diego Navarro, Rubén Arcos (eds.), La inteligencia como disciplina científica. Madrid: Ministerio de Defensa y Plaza y Valdés Editores, 2010, p. 24-25.

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LAS INNOVACIONES TECNOLÓGICAS DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA EN LA CIMA DEL PLANETA

Giancarlo Elia Valori*

Vehículos autónomos prestan servicios de transporte público en la Nueva Área de Xiongan, en la provincia septentrional china de Hebei, el 7 de diciembre de 2018. (Xinhua/Mu Yu)

En los últimos años, la innovación científica y tecnológica de la República Popular China ha hecho grandes progresos, y la fortaleza del país ha seguido aumentando. Sin embargo, vale la pena señalar que el entorno interno y externo del desarrollo de la innovación científica y tecnológica china también ha sufrido cambios profundos y se deben realizar ajustes oportunos en términos de objetividad, estrategias y estructura de tareas. Entre ellos, el fortalecimiento de la investigación básica es un aspecto sumamente importante como soporte para la autosuficiencia tecnológica de alto nivel.

Como indicador para evaluar las capacidades de innovación de varias economías, el Índice Global de Innovación publicado el pasado 20 de septiembre es un punto de referencia para que los gobiernos de varios Estados tomen decisiones económicas: un ranking anual de países en función de su capacidad y éxito en innovación. El índice es publicado por: Cornell University (Ithaca, Estado de Nueva York), Institut européen d’administration des affaires (Fontainebleau, Singapur, Abu Dhabi, San Francisco) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual: organismo especializado de la ONU), en colaboración con otras organizaciones e instituciones.

China ha continuado el progreso realizado el año pasado, pasando del puesto 14 en 2020 al 12 en el mundo, y sigue siendo la única economía de ingresos medios en el top 30. Desde 2013, la clasificación del Índice Mundial de Innovación de China ha aumentado constantemente durante nueve años consecutivos.

Además, en el ranking global de las “mejores tecnologías”, China tiene 19 grupos tecnológicos líderes en el mundo, de los cuales Shenzhen-Hong Kong-Guangzhou y Beijing, respectivamente, en segundo y tercer lugar. Las clasificaciones de Beijing (No. 3), Shanghai (No. 8), Nanjing (No. 18), Hangzhou (No. 21) y Wuhan (No. 25) han aumentado en comparación con el grupo de ciudades tecnológicas del mundo..

El Índice Mundial de Innovación (II) se basa en una colección de 81 indicadores de los sectores público y privado internacional. El II 2021 se calcula sobre la base del promedio de los dos subíndices de insumos y productos de innovación, incluidas las instituciones, el capital humano y la investigación, la infraestructura y la madurez del mercado. Existen diferentes aspectos de madurez empresarial, conocimiento y producción tecnológica y creativa.

El informe muestra que con el Covid-19, que ha causado numerosas víctimas y pérdidas económicas, los gobiernos y las empresas en muchas partes del mundo han aumentado su inversión en innovación, lo que demuestra que las personas son cada vez más conscientes de que las nuevas ideas son esenciales para superar la epidemia y garantizar una era posterior de crecimiento económico.

En 2020, la producción científica, el gasto en I+D, las aplicaciones de propiedad intelectual y las transacciones de capital de riesgo continuaron creciendo sobre la base del sólido desempeño anterior. Vale la pena señalar que, en comparación con recesiones anteriores, el gasto en investigación y desarrollo ha demostrado una mayor resiliencia durante la recesión económica relacionada con la epidemia.

De los datos del ranking del Índice Mundial de Innovación, con respecto a China, para el período de tres años 2019-2021 se puede ver que este año la producción de la innovación china es mejor que la primera. Este año, la inversión de China en innovación ocupa el puesto 25, más que en 2020 y 2019; y en términos de producción de innovación, China ocupa el 7º lugar.

En términos de subíndices, desde el punto de vista de los insumos de innovación, el comercio chino, la competencia, el tamaño del mercado y los investigadores en su conjunto, se encuentran entre las principales categorías de indicadores en la posición de líder mundial entre las ciencias matemáticas, la promoción de las empresas de capacitación, la diversificación de la industria nacional, el gasto promedio de las empresas de investigación y desarrollo, el puntaje promedio de las tres principales universidades,  desarrollo de grupos industriales, formación de capital total como porcentaje del PIB, financiación empresarial, etc.

Desde el punto de vista de la producción de innovación, las ventajas de China se concentran en los recursos intangibles, la creación y la influencia del conocimiento. Entre ellos, las solicitudes nacionales de patentes y marcas y la proporción de exportaciones de productos creativos en el comercio total y otros subíndices han alcanzado el liderazgo mundial.

En 2021, el índice de difusión de conocimientos amplios ha logrado avances significativos, en particular el índice segmentado de la proporción de los ingresos por propiedad intelectual en el comercio total, muestra que China se está transformando gradualmente de un país importante de introducción de la propiedad intelectual externa a un importante país de creación de propiedad interna.

Durante la Conferencia Anual del Foro de Boao para Asia de 2021, Liu Hua, Director de la Oficina de la OMPI en China, dijo en una entrevista exclusiva con “China Business News” que, según el Índice Mundial de Innovación 2020, varias economías asiáticas —en particular China, India, Filipinas y Vietnam— han logrado avances significativos en la clasificación de la innovación, año tras año, y las principales áreas de innovación se han movido gradualmente hacia el este, lo que demuestra la vitalidad del ecosistema de innovación asiático.

Según Liu Hua, China ha crecido rápidamente en la protección de la propiedad intelectual y le está prestando cada vez más atención. Dijo que el XIV Plan Quinquenal 2021-2015 menciona la implementación de la estrategia de fortalecimiento del país con derechos de propiedad intelectual.

Por ejemplo, entre los veinte indicadores principales de desarrollo económico y social, tres están relacionados con la innovación y la creación y los derechos de propiedad intelectual. La OMPI aprecia los logros de China en la protección de los derechos de propiedad intelectual y es muy optimista acerca de las perspectivas de China de aplicar la estrategia del país de fortalecimiento de los derechos de propiedad intelectual.

Desde el punto de vista de los indicadores específicos, el aumento general del indicador de nivel superior de la producción de conocimiento y tecnología aumentó de 55,1 en 2020 a 58,5 en 2021. Entre ellos, el porcentaje de exportaciones de productos de alta tecnología saltó directamente al primer lugar en el mundo.

Además, con respecto al mercado, la madurez y el rápido desarrollo de la construcción de infraestructura, en comparación con Europa y los Estados Unidos de América, que todavía se ven afectados por la epidemia, China está aprovechando la construcción y el desarrollo económico. Detrás del aumento del índice de innovación está la construcción de políticas científicas y tecnológicas y sistemas de innovación.

En el período del XIV Plan Quinquenal 2021-2025, la innovación científica y tecnológica se ha colocado en una posición de suma importancia. Según el Plan, China formulará e implementará un proyecto de acción de diez años para la investigación básica, centrándose en el despliegue de varios centros de investigación. La proporción de la financiación de la investigación básica con respecto a la financiación de la I+D se ha incrementado a más del 8%.

Recientemente, la XXX Sesión del Comité Permanente de la XIII Asamblea Popular Nacional examinó la Ley del Progreso Científico y Tecnológico.

La revisión de la Ley del Progreso de la Ciencia y la Tecnología pone de relieve el fortalecimiento de las fuerzas científicas y tecnológicas estratégicas nacionales y promueve la investigación tecnológica básica. El proyecto aclara el establecimiento y fortalecimiento de una fuerza científica y tecnológica estratégica con laboratorios nacionales, institutos de I+D científicos y tecnológicos, universidades de investigación de alto nivel y empresas importantes como componentes clave.

Al perfeccionar las tecnologías básicas clave en las condiciones de una economía de mercado socialista y un nuevo tipo de sistema nacional, se pueden organizar e implementar tareas científicas y tecnológicas relevantes que reflejen las necesidades estratégicas del país.

Chen Qiang, profesor de la Escuela de Economía y Administración de la Universidad de Tongji en Shanghai y director ejecutivo del Centro de Investigación del Ecosistema de Innovación Industrial de Shanghai, dijo a China Business News que la innovación científica y tecnológica de China ha seguido aumentando en los últimos años. Sin embargo, vale la pena señalar que el entorno interno y externo del desarrollo de la innovación científica y tecnológica también ha sufrido cambios profundos y que se realizarán ajustes oportunos en términos de objetivos, en cuanto a estrategias y estructura y asignación de tareas. Entre estos, el fortalecimiento de la investigación básica es un aspecto extremadamente importante para la autosuficiencia tecnológica de alto nivel, para no depender de segundos.

Hablando sobre el Índice Mundial de Innovación de este año, el Director General de la OMPI, Daren Tang, singapurense, dijo: “El Índice Mundial de Innovación de este año nos mostró que, a pesar del enorme impacto de la Covid-19 en las vidas humanas y los medios de subsistencia, muchos sectores han demostrado una resiliencia extraordinaria, especialmente aquellos que se centran en lo digital, la tecnología y la innovación”.

Bajo el fuerte capó epidémico, la economía digital de China se ha desarrollado rápidamente y han surgido muchos formatos y modelos nuevos.

La Oficina de Estadísticas de Beijing nos muestra que la producción e inversión china en la industria de alta tecnología ha crecido rápidamente. De enero a agosto recientes, el valor agregado de la producción de alta tecnología aumentó en un promedio de 13.1% en dos años y las inversiones relacionadas aumentaron en un promedio de 17% en dos años, ambos manteniendo un crecimiento constante. Además, el desarrollo de las industrias de servicios modernas, como la información, es relativamente bueno.

En una conferencia de prensa hace unos días de la Oficina de Información del Consejo de Estado, Xiao Yaqing, Ministro de Industria y Tecnología de la Información, respondió preguntas sobre la economía digital y dijo que se está desarrollando muy rápidamente. Y lo hace en términos de construcción de nueva infraestructura, como la red de fibra óptica 4G más grande del mundo. Y a finales de agosto, había casi 420 millones de conexiones de terminales 5G.

En términos del desarrollo de la industria de la información electrónica y las comunicaciones, a partir del año pasado, el beneficio operativo de la industria de producción de información electrónica ha superado las previsiones, alcanzando los 12,1 billones de yuanes. También hay que decir que los ingresos corporativos del software llegaron a 8,2 billones de yuanes, y los ingresos de las empresas de telecomunicaciones tocaron los 1,4 billones de yuanes, con una relación interanual de 1,72, 3,27 y 1,26 veces la de 2012.

Xiao Yaqing dijo que con respecto a las industrias digital, en red e inteligente, a fines de junio, la tasa de control numérico de los procesos clave en la industria manufacturera y la tasa de penetración de las herramientas digitales de diseño de I + D alcanzaron el 53.7% y el 73.7%, respectivamente, un aumento de 29.1 y 24.9 veces en comparación con 2012.

Los puntos porcentuales y la tasa de satisfacción del mercado interno para equipos de producción inteligente superan el 50%. En la actualidad, el impulso de desarrollo de la economía digital sigue siendo muy fuerte y constantemente surgen nuevas formas y modelos de negocio, lo que seguramente proporcionará un fuerte apoyo para el desarrollo de la industria manufacturera.

El último informe de la Academia China de Tecnología de la Información y las Comunicaciones también muestra que en 2020 la economía digital global ha alcanzado los 32,6 billones de dólares estadounidenses.

La economía digital de los Estados Unidos de América sigue siendo la primera del mundo, con una escala de 13,6 billones de dólares, pero China ocupa el segundo lugar con 5,4 billones de dólares.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

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SIERRA GRANDE, OTRA FRUSTRACIÓN ARGENTINA O EL DESMANTELAMIENTO DE LA SIDERURGIA ARGENTINA

Marcelo Javier de los Reyes*

 

Foto: Diario Río Negro

Entendemos que la industrialización del país es imprescindible e impostergable como factor de equilibrio económico social.

Grl. Ing. Manuel Savio

 

Días atrás, en un editorial del diario El Deber de Santa Cruz de la Sierra se hacía referencia a la suerte corrida por la planta siderúrgica de Mutún, donde está localizada una de las mayores reservas mundiales de hierro. El editorial alude a que hace cuatro años el gobierno del MAS suscribió un contrato por US$ 422 millones con un crédito chino del Eximbank para la ejecución del diseño, construcción, puesta en marcha y operación de la planta, cuya reactivación estaría a cargo de la constructora Sinosteel de China, encomendándose la fiscalización a Cisdi, otra empresa china. La planta debía estar terminada para procesar 150 mil toneladas de acero desde 2018 y la primera tonelada de acero laminado a partir de 2019, pero a julio de 2020 no ha producido nada[1].

El caso de Mutún recuerda al de Sierra Grande, ciudad localizada al sudeste de la provincia de Río Negro, Argentina. Sus orígenes como poblado se remontan a 1890 pero su suerte habría de cambiar cuando, en 1944, se descubrieron yacimientos de hierro en la región. Hacia 1960 se hicieron estudios de Geología Estructural de los yacimientos Sur y Este de Sierra Grande por parte de la Dirección General de Fabricaciones Militares[2].

A los efectos de explotar los yacimientos de hierro se creó la empresa Hierro Patagónico Sociedad Anónima (HIPASAM SA), de propiedad estatal, la que se estableció en Sierra Grande en 1969. Esta empresa fue el centro del desarrollo de la localidad que llegó a tener una población de 20.000 habitantes, de los cuales más de 1.500 trabajaban en la empresa. Sierra Grande llegó a convertirse en la mina de hierro más grande de América del Sur. La mina sumaba unos 96 kilómetros de túneles y una profundidad de más de 500 metros.

Foto: Diario Río Negro

La creación de HIPASAM SA tuvo su origen en una Argentina que aún contaba con una dirigencia que planificaba estratégicamente el futuro de la Nación. El hierro extraído por HIPASAM era destinado a los hornos siderúrgicos de SOMISA (Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina), empresa siderúrgica estatal argentina creada en 1947 en el marco del Plan Siderúrgico Nacional, impulsado por el general Manuel Savio, quien fuera presidente de SOMISA y fundador de Fabricaciones Militares SE (1941), considerado el padre de la siderurgia argentina. El general Savio afirmaba que “la industria del acero es la primera de las industrias y constituye el puntal de nuestra industrialización y sin ella seremos vasallos”.

Por esos años, el descubrimiento de yacimientos de hierro en Jujuy llevó a la construcción del complejo Altos Hornos Zapla, también a cargo del Estado a través de Fabricaciones Militares, dando así inicio a la producción de arrabio en 1945. Inmediatamente finalizada la Segunda Guerra Mundial, una parte de la oficialidad del Ejército Argentino promovió la producción de material bélico fabricado en el país mediante la creación de una fábrica de acero propia. Con ese acero se procedería a la construcción de buques y aviones. Esa producción siderúrgica posibilitó que en la década de 1950 se constituyera un polo de desarrollo en torno a la ciudad de Córdoba, con la instalación de industrias metal-mecánicas, para la producción de motores, automotores, locomotoras y aviones, entre las que cabe mencionar la Fiat —con su filial ferroviaria—, Materfer, IKA (Industrias Kaiser Argentina, 1955) y la transformación de la Fábrica Militar de Aviones en I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) y posteriormente en DINFIA (Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas).

La creación de SOMISA originó el desarrollo de los complejos mineros en donde se localizaban los yacimientos de hierro y carbón, en Sierra Grande y Río Turbio.

En 1960 fue inaugurada la planta durante la presidencia del Dr. Arturo Frondizi pero fue privatizada en 1991, cuando el grupo Techint se hizo cargo de la misma durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, responsable del desmantelamiento de áreas estratégicas del Estado Argentino.

Con el cierre de la planta, muchos pobladores de Sierra Grande emigraron, al igual que lo hicieron otros ante el cierre de los ramales ferroviarios, de unidades militares y empresas que daban trabajo a los habitantes de numerosos pueblos y ciudades.

En 1990 SOMISA era una de las empresas de mayor facturación anual del país, la principal productora de acero a nivel nacional, con una relevante presencia en la fabricación de bienes finales. Durante el gobierno de Menem se redujo el personal de planta y se la hizo deficitaria para, finalmente, venderla a un 10% de su valor.

Con respecto a Sierra Grande, la mina fue entregada en 2005, mediante un contrato de concesión por noventa y nueve años, a la firma minera china MCC (MCC – China Metallurgical Group Corp). Desde octubre de 2016, la empresa permanece paralizada debido a que los costos de producción o de logística superan lo que obtendrían como ganancia, por lo que no vende ni en el mercado interno ni exporta. Actualmente, la empresa está totalmente inactiva y sólo hace mantenimiento[3]. El mineral de hierro llegó en su mejor momento a los US$ 160 pero en la actualidad vender al exterior le generaría un déficit de US$ 43 por tonelada.

La empresa tiene un plantel laboral mínimo y el contrato por 99 años representa un gran obstáculo. No existen nuevos interesados en la concesión y al menos la empresa asume el costo del mantenimiento del yacimiento que, de ponerse fin al contrato, pasaría a ser un costo para la provincia[4].

El valor del hierro está sujeto al mercado internacional y de no operarse un cambio en dicho mercado la situación no variará. Sin embargo, no se trata solo del valor de mercado del hierro sino de la destrucción integral de la industria siderúrgica argentina, la que debía abastecer a un sistema ferroviario que fue destruido, a astilleros que no producen y a industrias que ya no existen… porque la economía argentina ha sido deliberadamente reprimarizada.

El pasado 31 de julio se conmemoró el 72° aniversario del fallecimiento del general Manuel Savio. Uno más de los prohombres y visionarios de la Argentina al que le hemos fallado.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] “Mutún, ¿nueva frustración?”. El Deber (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia), 14/7/2020, <https://eldeber.com.bo/189956_mutun-nueva-frustracion>.

[2] Navarro, Hernán, 1960. Geología Estructural de los yacimientos Sur y Este de Sierra Grande. Sierra Grande, Provincia de Río Negro. 36p. Rio Negro, Dirección General de Fabricaciones Militares. SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino), <https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/3085>.

[3] Ver: Vanesa Miyar. “La mina de hierro de Sierra Grande, sin presente y sin proyectos”. Río Negro, 02/11/2019, <https://www.rionegro.com.ar/la-mina-de-hierro-de-sierra-grande-sin-presente-y-sin-proyectos-1160059/>.

[4] Ídem.

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