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EL GIRO HACIA LA GUERRA FRÍA

Giancarlo Elia Valori*

Imagen de ANIL OZTURK en Pixabay 

Europa se ha dividido una vez más política, económica y militarmente: Rusia en el este, la OTAN y la UE en el oeste, y los países intermedios —Ucrania, Bielorrusia, Moldavia y los Estados del Cáucaso— se han convertido en un área de conflicto potencial. Una guerra entre las grandes potencias en Europa que parecía haber permanecido en las páginas de los libros de historia, ha vuelto a ser posible, aunque improbable (debido a cuestiones nucleares).

El equivalente de la acción militar han sido las sanciones económicas y la guerra de información que se ha desarrollado en pleno apogeo. Aunque Rusia y Estados Unidos ya estaban al borde de un enfrentamiento por Georgia en 2008, el episodio fue demasiado fugaz, bastante periférico y quedó sin consecuencias debido al estallido de la conocida crisis financiera mundial y el cambio de administración en Washington con la presidencia de Barack Hussein Obama (2009-2017). Sin embargo, a diferencia de Georgia, Ucrania ha logrado cambiar el sistema de relaciones internacionales más de treinta años después del final de la “primera” Guerra Fría.

El giro abrupto en las relaciones entre Rusia y Occidente se ha producido después de veinticinco años de lentos esfuerzos por ambas partes para construir una relación inclusiva. En los últimos dos años de Mikhail Gorbachev (Secretario del PCUS de 1985 a 1991) gobernando la URSS, Rusia esperaba crear un “hogar europeo común” y un liderazgo mundial conjunto con los Estados Unidos. Pronto quedó claro que ambos postulados, por así decirlo, eran ilusorios. El primer presidente de la Federación de Rusia, Boris Yeltsin (1991-1999), intentó integrar plenamente el país con Occidente a través de la membresía de la OTAN y una alianza directa con los Estados Unidos. Eso tampoco funcionó, especialmente cuando alguien en Rusia se dio cuenta de que su país estaba en peligro de ser literalmente vendido primero y luego colonizado por el poder blando alogénico, por decirlo suavemente.

Después de investigar informalmente a Occidente sobre la entrada de Rusia en la OTAN, el presidente Vladimir Putin (2000-2008, y desde 2012 hasta la fecha) declaró en un discurso pronunciado en alemán ante el Bundestag en 2001 que Rusia había creado una alianza con los Estados Unidos de América, y anunció públicamente la elección europea del país. El tercer presidente, Dmitry Medvedev (2008-2012), pidió un tratado de seguridad europeo, sugirió que Rusia y la OTAN crearan un perímetro de defensa común y buscó activamente “alianzas de modernización” con los países económicamente avanzados de Occidente.

A pesar de los esfuerzos del último Secretario General del PCUS y de los tres primeros presidentes rusos, los líderes occidentales nunca han mostrado ningún interés real en la integración rusa.

Tenían buenas razones para evitarlo. Rusia es demasiado grande para tal empresa, especialmente en términos de asistencia económica necesaria para acercarla al nivel de Europa Occidental y, a pesar de la pérdida del estatus de superpotencia, es demasiado independiente y no tiene sentido de semicolonia, que está en el ADN de una UE que carece —además de las habilidades y los medios necesarios— de un ejército y de la voluntad de construir uno. Además, Rusia posee un enorme arsenal nuclear y una élite que piensa en términos de gran poder y lucha por la igualdad con los Estados Unidos de América. No tiene políticos ni representantes que aspiren a puestos y escaños ricos en Bruselas, Estrasburgo, a nivel nacional o internacional, o a sobornos ricos, como estamos descubriendo estos días.

Rusia sería un aliado demasiado obstinado e incómodo para los Estados Unidos. Finalmente, Occidente no tiene ninguna amenaza externa que requiera que Rusia se una al sistema de alianzas liderado por Estados Unidos porque, en opinión de los intelectuales anteriores, la amenaza proviene precisamente de Rusia, e incluso antes de la crisis ucraniana.

En lugar de integrar a Rusia en su sistema de estructuras internacionales, Occidente trató de dirigirla para crear las instituciones políticas, económicas y sociales que la acercarían a Occidente en términos de cualidades competitivas. Los gobiernos occidentales apoyaron programas orientados al mercado en Rusia, con la esperanza de que pronto se convirtiera en parte de una sociedad subyugada a la globalización dirigida por otros. Antes de la crisis financiera rusa de 1998, el país fue sostenido durante seis años por el “equipo de soporte vital” del Fondo Monetario Internacional. En muchos niveles del aparato estatal ruso, especialmente en su bloque económico, había asesores occidentales. Los Estados occidentales apoyaron a Yeltsin en momentos críticos como el conflicto armado con el Parlamento ruso en 1993 y la campaña electoral de 1996.

Sin embargo, a pesar del hecho de que Yeltsin había demostrado ser un títere de Occidente, Rusia de todos modos decepcionó a su contraparte. Recién recuperada del mencionado incumplimiento causado por los altos precios del petróleo, su economía se volvió dependiente de las exportaciones de energía. El sistema político pasó del caos inicial al gobierno oligárquico y luego al autoritarismo. La sociedad rusa soportó el impacto del cambio radical, experimentó el desempleo y la pobreza —en la época del socialismo era impensable ver a la gente morir de frío en la clandestinidad, ya que ni siquiera tenían sus hogares garantizados por el PCUS— e incluso desarrolló un gusto por la prosperidad para unos pocos, pero nunca desarrolló la necesidad de escuchar servilmente la moral occidental y copiar ciegamente y subordinarse a los sistemas políticos occidentales. En cambio, la gente comenzó a apreciar la estabilidad, es decir, un retorno a la seguridad que ofrecía la difunta URSS y, habiendo tenido suficiente de Gorbachov y Yeltsin, apoyó a Putin. Los liberales, la única categoría de oposición rusa que interesaba a Occidente, seguían siendo una minoría pequeña, aunque abierta. Cada vez que Moscú tosía, tenía el eco en Occidente amplificado en altavoces de millones de vatios. Finalmente, Rusia insistió en mantener su estatus de gran potencia, que para muchos occidentales parecía cosa del pasado. Esto molestó a mucha gente.

Sin embargo, hay que decir que no hubo ningún intento de aislar a Rusia:

1) se le ofreció convertirse en un socio menor y discapacitado de los Estados Unidos, la UE y la OTAN;

2) en 1991, Rusia fue autorizada a retener mediante devolución el asiento de la URSS en el Consejo de Seguridad de la ONU;

3) en 1996 fue admitida en el Consejo de Europa;

4) en 1998 fue admitida en el G8;

5) el Consejo Rusia-OTAN para la Cooperación Militar se estableció en 2002;

6) Rusia estableció una estrecha asociación con la UE, reforzada en 2003 por el concepto de los cuatro espacios comunes (a. el espacio económico; b. el espacio para la libertad, la seguridad y la justicia; c. el espacio para la seguridad exterior; d. el espacio para la investigación, la educación y la cultura);

7) en 2012, Rusia se convirtió en miembro de la Organización Mundial del Comercio e inició el proceso de adhesión a la OCDE;

8) todos los líderes rusos sostuvieron reuniones privadas e informales con sus homólogos estadounidenses y, a su vez, con sus homólogos occidentales.

Al mismo tiempo, sin embargo, se descartó el reconocimiento de Rusia como socio en pie de igualdad de los Estados Unidos de América y su carro de la UE. En Occidente, la Federación de Rusia fue vista —y de hecho todavía se ve— como un actor internacional más pequeño, cuya influencia e importancia estaban disminuyendo. No se trataba de otorgar a Rusia privilegios especiales en forma de esfera de influencia, especialmente sobre los catorce Estados que componían (junto con la antigua República Socialista Federativa Soviética de Rusia, ahora la Federación Rusa) las Repúblicas de la antigua Unión Soviética. La política de Rusia hacia sus vecinos —los Estados bálticos, Ucrania, Bielorrusia, Moldova y las Repúblicas del Cáucaso antes mencionados— ha sido cuidadosamente analizada en busca de elementos “neoimperiales”. Desde la primera mitad de la década de 1990, Occidente ha observado las acciones de Rusia contra los terroristas separatistas en Chechenia y en todo el Cáucaso Norte, considerándolas un indicador de violaciones de los derechos humanos, posible deslizamiento hacia métodos de la era soviética y una influencia excesiva de los militares y los servicios especiales en el país.

Según los Estados Unidos de América y la UE, Rusia debería haber aceptado la decisión de sus antiguos aliados del Pacto de Varsovia de unirse a la OTAN. Para Rusia, eso fue particularmente difícil por dos razones. En primer lugar, Polonia, Hungría y la República Checa (miembros de la OTAN desde 1999), así como Eslovaquia, los Estados bálticos, Rumania y Bulgaria (miembros desde 2004) recibieron lo que Rusia no tenía permitido. En segundo lugar, la expansión de la OTAN fue en contra de las promesas que muchos rusos creían que los zorros occidentales habían hecho al ingenuo e inexperto Gorbachov en 1990: no se permitiría que una Alemania reunificada permaneciera en la OTAN (la República Democrática Alemana se integró en la Alianza Atlántica en el proceso de unificación con la República Federal de Alemania). Los gobiernos occidentales consideraron las protestas de Rusia, sobre la “doble Alemania” en la OTAN como su expansión agresiva, como evidencia de las ambiciones imperiales de Rusia e incluso de sus reclamos sobre Europa Central y Oriental.

Rusia, por otro lado, vio la expansión de la OTAN como una violación de las obligaciones de Occidente.

Si hemos llegado a este punto, hay razones que no radican en el estado emocional del último presentador de noticias, sino que se pierden en la historia reciente que a menudo se olvida para la conveniencia de un solo lado.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

©2022-saeeg®

 

CARNE: EL ALIMENTO DE LOS PUEBLOS LIBRES

Iris Speroni*

No dejar de comer carne aunque vengan a degüello.

 

Falta quebrar, desafiar

Destronar y descalificar

todo aquello que es llamado tradicional y cultural

Connie Isla

 

Del 19 al 21 de octubre de este año se celebró en Buenos Aires una cumbre de intendentes de ciudades de varios lugares del mundo. Vinieron, entre otros, Ahmed Aboutaleb, alcalde de Rotterdam, Holanda y Sadiq Khan, de Londres, Reino Unido. El gobierno municipal cometió el desaire de agasajar a los invitados con pseudohamburguesas de lentejas.

Los objetivos de la reunión fueron ultra progres. Según el sitio oficial: 

Los compromisos incluyen reconocer la emergencia climática …, limitar el aumento de temperatura a 1,5°C y ser carbono neutrales a 2050, presentar planes de acción y climática (SIC), y publicar Inventarios de Gases de Efecto Invernadero y evaluaciones de riesgo.

Se suma al compromiso asumido primero por Cristina Fernández y luego por Mauricio Macri con el Acuerdo de París.

1° de noviembre, Día del Veganismo, en conmemoración de la fundación de la Sociedad Vegana en Gran Bretaña.

Hay mucho dinero canalizado no sólo para difundir el hábito de la ingesta vegana sino para combatir – incluso en forma militante – el consumo de carnes rojas en particular y las carnes, huevos, quesos y leche en general.

Energúmenos, probablemente pagos, atacan la fachada del restaurant Güerrín, en Capital Federal, el 1° de noviembre de 2018.

Quienes se manifiestan abiertamente como partidarios de la “Current Thing” [“lo que se usa ahora”] se garantizan publicidad, exposición, etc. 

¿Por qué hay tanto dinero, poder y gente en puestos jerárquicos interesados en que nosotros, los comunes, no comamos carne?

En primer lugar hay intereses comerciales. Las Big Pharma (grandes empresas farmacéuticas) han patentado la producción de carne en laboratorio. Actualmente todavía no es económicamente rentable, pero en el futuro puede serlo. Concentraría la producción y comercialización de carne en pocas manos y dejaría afuera a millones de pastores y vaqueros en todo el mundo. Hoy millones de consumidores se han acostumbrado al gusto de los animales criados a corral a diferencia de los criados a pasto, lo cual facilitaría la transición al consumo de carne de laboratorio. Además,  cuando hay hambre, no hay pan duro.

En segundo lugar, hoy gran parte de la producción de vegetales se hace bajo semillas modificadas, esto es: tienen dueño. Hablar de una alimentación en base a únicamente vegetales más los imprescindibles complementos nutricionales (de ahí la necesidad de exóticos como la harina de grillo) implicaría una concentración aún mayor del universo de la elaboración y comercio de alimentos en pocas manos.

La visión economicista se me ocurre limitada. Deja afuera otras variables. 

El antropólogo norteamericano Marvin Harris, gran divulgador, ha dedicado toda su vida a estudiar la relación entre nosotros, los humanos, y los alimentos. Lo recomiendo enfáticamente, en particular a toda persona que se relacione con la producción, comercialización o divulgación de temas agropecuarios y/o alimentarios en general. Pueden empezar con “Good to eat” (“Bueno para comer”, Marvin Harris, Editorial Alianza).

“Aunque los alimentos vegetales pueden proporcionar grandes cantidades de proteínas adecuadas para la nutrición si se ingieren en variedad y abundancia, la carne es una fuente más eficiente de nutrientes esenciales que el alimento vegetal, kilo por kilo».

Página 116 de “Nuestra Especie”, Marvin Harris, Ed. Alianza, Madrid, 1998.

La FAO, la suborganización de Naciones Unidas, dedicada a los alimentos y la agricultura, recomienda un consumo mínimo de proteína animal de 9 g diarios, que se duplica para las personas con alta carga física, como un atleta, un albañil, un bailarín, etc.

La carne es el alimento más sofisticado de todos. Tiene la particularidad de proveer cadenas de aminoácidos complejas, las cuales necesitan poca transformación, es decir, poca energía, para convertirse en tejido del cuerpo humano, en particular los músculos. La substitución de la carne por vegetales requiere combinar diferentes cadenas proteicas cuya transformación gasta gran parte de la energía consumida. Por todo esto la ingesta de carne y si es carne roja, mejor, es la forma más fácil y eficiente de convertir alimento en músculo, huesos, etc., y fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Hay una segunda particularidad, tratada por numerosos autores, y es que la ingesta de carne provoca una mayor producción de testosterona en los varones. Hay un viejo dicho: “Los pueblos guerreros comen carne”.

Por lo tanto, un motivo detrás de toda esta movida de demonización de las vacas a la que le dedican tanto dinero, tiempo, portadas del New York Times, financian periodistas y militantes, y por la cual las Naciones Unidas emite informes, es provocar que los pueblos no coman carne para que los varones tengan insuficiencias en la producción de testosterona. O dicho de otra forma: que los comunes de este mundo no sean guerreros. Es una jugada audaz.

Este año la Unión Europea sancionó varias leyes que obligan a los granjeros a sacrificar a millones de animales, lo que ha provocado encendidas protestas en Alemania, Holanda y España. Renunció el ministro de Agricultura de Holanda. Aun así no dieron marcha atrás.

Consumo de carne en la Argentina y en Mundo

A pesar de toda la cháchara alrededor de las pretensiones de bajar la ingesta de carne, la militancia vegana, las leyes antigranjeros de los europeos, las reuniones COP a donde van a pasear Grosso, Camaño y González, o las reuniones de alcaldes por el cambio climático con Larreta, Kahn y Aboutaleb, lo cierto es que el consumo de carne de la humanidad no para de subir.

En lo que va del siglo XXI numerosos países aumentaron el nivel de vida de la población. Cuanto mejor vive una persona, más carne come (“Elemental, Watson!”). Comer carne mejora el sistema inmunológico, entonces uno se enferma menos y vive mejor. El cuerpo que come carne puede practicar deportes, tiene más vitalidad y, como dijimos antes, es más eficiente. Además, la carne es sabrosa. Por eso los humanos siempre hacemos una celebración en las oportunidades en las cuales comemos carne. De la misma forma, no hay celebración, sin carne. “Hoy comamos y bebamos/y cantemos y holguemos/que mañana ayunaremos”, Juan del Encina “Cancionero de Palacio”, 1496.

El aumento de nivel de vida en África, América Hispana, Brasil, Asia, Europa Oriental ha llevado a un mayor aumento en el consumo mundial de carne.

Europa Oriental, que sufría enormes carencias de alimentos, en particular de proteína animal, durante el gobierno soviético, ha mejorado notablemente la alimentación de su población. Rusia pasó de ser importador de alimentos a exportador neto. China es un gran comprador mundial, pero también el mayor productor. África ha pasado a producir soja, pero también mejora sus rodeos de animales. 

En el siglo XXI se abrió todo un mundo para la agricultura lejos de las rígidas y obtusas e interesadas reglas de Occidente, representada por extraños seres como Mark Rutte o Emmanuel Macron (Unión Europea), o Jacinda Ardern (NZ) o Joe Biden (EEUU).

La ingesta de carne en Argentina

Luego de tocar el piso el consumo de carne en 2002, desde entonces nos hemos mantenido arriba de los 100 kilos por habitante por año en las últimas dos décadas (Fuente: BCR). Es el consumo de carne per cápita más alto del mundo después de los EEUU.

Consumo de carnes diferentes países. Fuente: ex Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.

Sí se produjo un cambio en la composición de estos casi 110 kg por año per cápita en lo que va del siglo. 50 kg son de carne vacuna, el resto es aviar y cerdo. Esta conversión ya está prevista en el Plan Trienal 1973-1976. El gran desafío a futuro es aumentar la ingesta de pescado y carne ovina y caprina.

Según el cuadro de la BCR, ni bajó tanto el consumo de carne durante el gobierno de Macri (a pesar de la propaganda de la oposición de “volver a comer asado”), ni bajó durante la pandemia o en el horrible año 2021 de Alberto Fernández. Tal vez esto explique por qué la gente está enojada, pero no tanto.

Si me aguantaron hasta acá, les pido un último esfuerzo. Les dejo esta arenga del capitán de la selección nacional de fútbol, Lionel Messi, antes de la final de la Copa América. Presten atención a qué conceptos y palabras utiliza; cuáles son las prioridades: las familias de los protagonistas, Argentina y Dios (*). Comienza en el segundo 26 de la grabación. Está a las antípodas del discurso globalista de Connie Isla.

Ésta es la batalla que tenemos por delante. Las dos posturas las explicitan con claridad Messi e Isla. 

Según el cuadro de la BCR, ni bajó tanto el consumo de carne durante el gobierno de Macri (a pesar de la propaganda de la oposición de “volver a comer asado”), ni bajó durante la pandemia o en el horrible año 2021 de Alberto Fernández. Tal vez esto explique por qué la gente está enojada, pero no tanto.

Si me aguantaron hasta acá, les pido un último esfuerzo. Les dejo esta arenga del capitán de la selección nacional de fútbol, Lionel Messi, antes de la final de la Copa América. Presten atención a qué conceptos y palabras utiliza; cuáles son las prioridades: las familias de los protagonistas, Argentina y Dios (*). Comienza en el segundo 26 de la grabación. Está a las antípodas del discurso globalista de Connie Isla.

Ésta es la batalla que tenemos por delante. Las dos posturas las explicitan con claridad Messi e Isla.

Fuerza a redoblar nuestro compromiso a no dejar de comer carne aunque vengan a degüello: es nuestra tradición, pero también la garantía de conservar nuestra salud.

Debemos defender la carne con uñas y dientes. Como hizo la humanidad desde tiempos inmemoriales.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

(*) Me causó gracia la suposición de que Dios prefiera a los argentinos por sobre los brasileños. ¿Por qué habría de hacerlo por uno u otro? Lo que sí queda claro es que si alguien tiene la convicción de que cuenta con la preferencia divina, no lo para nadie.


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Referencias

BCR – Bolsa de Comercio de Rosario

Consumo de Carne por habitante por año – Argentina

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/consumo-de

Carne vacuna en el mundo en niveles récord

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/carne-vacuna

Análisis del consumo de carne bovina en Argentina

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/analisis-20

Cárnica- Producción y Consumo de Carne en el Mundo

https://carnica.cdecomunicacion.es/noticias/42514/produccion-y-consumo-de-carne-en-el-mundo-en-2021-previsiones-de-la-usda

Chacra. En el 2021 la producción de carne a nivel mundial alcanzó su mejor desempeño histórico

https://www.revistachacra.com.ar/nota/44127-en-el-2021-la-produccion-de-carne-a-nivel-mundial-alcanzo-su-mejor-desempeno-historico/

La Nación. Ranking de consumo de carne

https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/ganaderia/la-argentina-sigue-en-el-podio-de-un-ranking-de-consumo-de-carne-pero-la-acecha-uruguay-nid18042022/

 

Artículo publicado originalmente el 05/11/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/11/carne-el-alimento-de-los-pueblos-libres.html

FUMANDO EN EL POLVORÍN

Heriberto Justo Auel*

Imagen de ThePixelman en Pixabay 

“No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo”.

Aristóteles -384/332 a. C.

 

  1. La opción nuclear en el Norte Europeo.
  2. La opción revolucionaria castro-chavista en el Sur Americano.
1. La opción nuclear en el Norte

Recientemente —el 04/07/2022— el IEEBA publicó “La Guerra en Ucrania, la Disuasión Ausente y la Inseguridad Argentina” (1). Decíamos en él:

“Ucrania es un país clave para la Seguridad de la UE y de una gran importancia para la maniobra geopolítica china en curso, en la búsqueda de la hegemonía mundial. Oficialmente la OTAN nunca se animó a invitar a Ucrania para formar parte de la Alianza. Había conciencia de la hipersensibilidad histórica de Rusia por su seguridad, en particular en la frontera Oeste.

Sin embargo la inclusión de Ucrania en la UE/OTAN fue impulsada por —vía indirecta privada— a lo largo de décadas, por las fuerzas del “globalismo occidental”. En 1997 se le otorgó a Kiev una “relación privilegiada” con la Carta Atlántica. En 2008 se dio lugar a su “Revisión” y en 2009 se creó la “Comisión Ucrania-OTAN”. En 2016 —dos años después de la ocupación rusa de Crimea— la OTAN aprobó en Varsovia el “Programa de Amplia Asistencia a Ucrania”, orientado a capacitar a sus FF.AA. en guerra híbrida y ciber-guerra y a partir de la invasión rusa —24/02/2022— la OTAN coordinó toda la asistencia occidental a Ucrania en la “3ra. guerra civil europea” —que la UE/OTAN “culturalmente contractivas”— no quisieron ni supieron evitar y esta —como ocurrió con las anteriores— podría evolucionar a “guerra mundial”, en un ambiente internacional nuclear carente de “disuasión”.

Días después —21/07/2022— el IEEBA publicó “Y… ¿si Putin apretara el botón rojo?” (2). En él se agregaba, recordando la sentencia de Einstein, “Dios no juega a los dados”:

“A partir del lanzamiento nuclear sobre Japón —en 1945— la presencia de los arsenales de Armas de Destrucción Masiva —ADM— expande el espectro del conflicto. Surge en uno de sus extremos la probabilidad de la hecatombeel invierno nuclear— y, en el otro, la probable regresión a las formas más primitivas de la violencia: el terrorismo. La ciencia y el arte de la Estrategia inicia en esa fecha una nueva etapa —compleja, innovadora y cambiante—. La hemos llamado “Estrategia Contemporánea” —EC—.

Aparecen actores “no estatales” y “Estados Fallidos” irresponsables. El 24/02/2022 Putin invadió a Ucrania —a través de una “Operación Especial”— iniciando la “3ra Guerra Civil Europea” —híbrida, asimétrica, limitada y eventualmente nuclear— incardinada en la guerra mundial en curso —la contraterrorista globalCTG— que dada la envergadura de su evolución podría cambiar su inicial patronímico por uno más apropiado. El paso por dar —para mundializarse— es muy corto.

Esta eventual nueva Guerra Mundial —natural evolución dentro de la CTG—, sin disuasión, podría escalar a nivel de guerra mundial nuclear: la hecatombe/invierno nuclear. Hemos señalado esta probabilidad —tangencialmente— en nuestros últimos ensayos. Hoy vamos a desarrollar un elemental ejercicio teórico/estratégico, de posibilidades probables”: Planteábamos las siguientes —en el caso de que Moscú lanzara un primer golpe nuclear, aunque fuere táctico—:

“OPCIÓN 1:

EE.UU./OTAN condenan retóricamente la detonación nuclear rusa y no reaccionan militarmente.

OPCIÓN 2:

EE.UU./OTAN reaccionan con sus armas nucleares.

OPCIÓN 3:

EE.UU./OTAN ingresan a la guerra —directamente— con movilización convencional terrestre y aérea, en gran escala”.

El tiempo cronológico nos indicará —en su devenir— a cuál de ellas nos estamos acercando. Nuestras apreciaciones se valen normalmente de las publicaciones de la prensa especializada, pero hoy ya contamos con la del actual Jefe del Comando Estratégico de EE.UU. —el Almirante Charles Richard— (3), que valora como “posible” —sería peligroso si lo calificara como “probable”— al conflicto, ´con una potencia nuclear´, dice el Almirante:

“Rusia y China pueden escalar a cualquier nivel de violencia que elijan, en cualquier dominio y con cualquier instrumento de poder, en todo el mundo. Washington no se ha enfrentado con competidores y oponentes como estos, desde hace tiempo. No sabemos adónde la amenaza va a terminar si por parte de Rusia ella sigue aumentando, junto con otros desafíos a los que nos enfrentamos”.

Esta apreciación —desde los EE.UU.— coincide con la de un alto funcionario moscovita, Dimitri Medvédev (4), expresidente y hoy vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, que declaró: “Imaginemos que Rusia se ve obligada a utilizar el arma más temible contra el régimen ucraniano, que ha cometido un acto de agresión a gran escala, peligroso para la existencia misma de nuestro Estado. Creo que la OTAN no interferirá directamente en el conflicto, incluso en este escenario” y agregó: “Los demagogos al otro lado del Océano y en Europa, no van a morir en un apocalipsis nuclear. Tengo que recordárselo de nuevo, para aquellos oídos sordos que solo se escuchan a sí mismos: Rusia tiene derecho a utilizar armas nucleares si es necesario”.

La declaración de Medvédev fue respuesta a la “advertencia” del asesor de seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan (4), quien afirmó: “hay que tomarse muy en serio el posible uso de armas nucleares, por primera vez desde la IIGM”.

Esta situación nos recuerda una anécdota del Grl San Martín —en El Plumerillo— cuando se presentó ante la puerta de un polvorín, para ingresar vistiendo espuelas. El centinela cumplió con su consigna y se lo impidió. Ello le valió al soldado una felicitación pública de su Jefe. Los diferentes actores de la guerra en desarrollo “fuman en el polvorín” y pareciera que no hay centinela alguno que los detenga. Pareciera que no quieren “sacarse las espuelas”.

El 21/07/2022 (2) decíamos:Putin ha logrado el apoyo asiático con China y la India a la cabeza, con lo que ha diluido a las sanciones económicas y financieras de Occidente. Queda el recurso de convencer a los asiáticos para que condicionen su apoyo a Putin, siempre que se abstenga del empleo nuclear. ¿Tiene Occidente “prendas de negociación” para lograr esa actitud de los gigantes del Oriente? No. A la vista, no existen”.

Nos preguntamos si Biden o Úrsula von der Leyen ¿no están fumando en el polvorín? El Estagirita —padre de la Lógica Occidental— planteó hace más de dos mil años que “No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo”. Hoy —en términos estratégicos— lo diríamos así: “Los objetivos de los fumadores ¿son los óptimos para el hemisferio?”. La oportunidad —para negociar— podría estar presente, pero ¿se la quiere ver?

El portavoz de la Cancillería china —Wang Wenbin— acaba de expresar: “Hacemos un llamado a las partes relevantes para que realicen un alto el fuego a través del dialogo y la consulta y encuentren una solución que se adapte a las preocupaciones legítimas de seguridad de todas las partes, lo antes posible”. Simultáneamente, Scott Pelley le preguntó a Biden: “¿Qué le diría a Putin ante la posibilidad de empleo de armas nucleares o químicas?”. El presidente le respondió: “No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas. Cambiaría el rostro de la guerra, como algo distinto a lo que hemos visto desde la IIGM”.

Pero hasta hoy no conocemos la iniciativa de EE.UU./UE para reunirse con China/India y encontrar el camino de la Paz.

¿Existe algún otro camino para encontrar una alternativa al “invierno nuclear”? No lo creemos. Lo hemos planteado en (1): son urgenteslos buenos oficios y la mediación” de los EE.UU/UE y China/India”. Los “progresistas occidentales” están controlados por las fuerzas del “globalismo” o “mundialismo” que destruye al Occidente Cristiano desde su núcleo fundador (5).

Los dos Papas que conviven en Santa Marta son la representación viviente —en su cimiento— de la fractura cultural de nuestro Hemisferio.

Thomas Friedman (6) —desde su reconocida experiencia belígera— se pregunta: “¿Cómo termina esta guerra con un resultado estable?”, y responde:

    1. Intento de victoria ucraniana total: traería como consecuencia el empleo nuclear por parte de Putin.
    2. Acuerdo sucio con Putin: asegura un alto el fuego, pero divide a Occidente y enfurece al sector nacionalista de los ucranianos.
    3. Acuerdo menos sucio con Putin: ambos contendientes podrían aceptarlo, pero Putin sería eyectado en Moscú —por el fracaso de la guerra— y esto también conlleva el empleo nuclear.

La conclusión de Friedman —luego de un detallado análisis— es que“que ninguna solución es fácil”. De ello no nos quedan dudas y pensamos que la Canciller en retiro —Ángela Merkel— tiene plena razón cuando dijo recientemente: es necesario incorporar a Rusia en la arquitectura de seguridad europea, para tomar las riendas de su destino y abandonar la dependencia de Washington”.

Olaf Schulz —su sucesor en la Cancillería— le ha prestado oídos. No cree en EE.UU., pues Biden ha incumplido con sus promesas para reemplazar el gas faltante —para el invierno alemán que ya llega— y apuesta por mantener los contratos de gas con Moscú, que ante el ofrecimiento no ha demorado en proponer la rápida reparación del gasoducto Nord Stream I, recientemente saboteado, sin dejar de inculpar a los “atlantistas” por el hecho delictivo de trascendencia internacional.

Esta es una fisura en el bloque Occidental que coincide con la movilización rusa y la promesa de Moscú de “iniciar ahora a la guerra”, abandonando a la “Operación Especial” y a la “chatarra” de sus arsenales. Olaf le ha dado la espalda a las sanciones económicas establecidas por la OTAN y en particular a Polonia, Ucrania y EE.UU.

Mientras esto sucede y los frentes en Ucrania se reacomodan —ante el Grl Invierno— el viejo “Plan Primakov” toma encaminamiento y se produjeron —a fines de septiembre de 2022— los primeros ejercicios militares combinados —terrestres y aéreos— en territorio ruso, con la participación de China, la India y los países centroasiáticos.

Felipe Shajagún (7) ha predicho:Rusia se convertiría en un importante actor internacional independiente, aunque no en una superpotencia como las otras dos, que busca mantener un equilibrio, sin equidistancia, en el contexto de la rivalidad chino-estadounidense”.

Mientras los ideologizados líderes “atlantistas” fuman en el polvorín, China siente el efecto de la “3ra Guerra Civil Europea” y actúa con total realismo político para preservar su gigantesca maniobra geopolítica mundial, encaminando su “soft-power” por la “Franja de la Seda”, que tiene su límite occidental en la Cordillera de los Andes (7). La sola observación del mapa al pie da una idea de su envergadura, custodiada por su elaborada política exterior y sus resilientes pasos estratégicos en el Asia-Pacífico.

La influencia del gigante asiático en el mundo

François Hartog Albertville, Alpes franceses, 1946 profesor emérito de la prestigiosa Escuela Superior de Ciencias Sociales de París, está especializado en analizar el tiempo histórico. Afirma que “este tiempo vuelve a acelerarse en manos de Vladímir Putin o Xi Jinping, con permiso de la pandemia” en su última obra —“Chronos”, Editorial Gallimard— que recibió el “Gran Premio Gobert” de la Academia Francesa. Su pensamiento puede resumirse en una sola frase, que es título de una exposición que se encuentra disponible en Internet: “Putin piensa a largo plazo y Occidente está atrapado en el presentismo”. La dirigencia iberoamericana culturalmente parte de Occidente es un claro ejemplo de la asertiva expresión de Hartog. Es lo que veremos en el próximo punto 2.

2. La opción revolucionaria castro-chavista en el Sur Americano.

Nuestras dirigencias —de las más diversas ramas— están totalmente “atrapadas en el presentismo” —mirándose el ombligo— sin mañana, sin visión estratégica y a los “codazos para ganar algún mejor lugar”, mientras “fuman en el polvorín”. Si en unos días más Lula triunfara en la 2da. vuelta, con Petro en Colombia, AMLO en México, Castillo en Perú, Arce en Bolivia, Ortega en Nicaragua y Boric en Chile, hay que avisarles —a los argentinos que fuman— que los kk tienen asegurada la elección presidencial en el 2023.

A pesar de la evidente presencia activa —en los últimos 63 años— de la “revolución castro-chavista” en Iberoamérica y en particular en nuestra querida Argentina, nuestros académicos, intelectuales, políticos y periodistas jamás citan a la “revolución”. ¿Ignorancia, temor o compromiso? (8). Es muy extraño que “miren y no vean”. Como lo expresa Clausewitz en “De la Guerra”, la guerra —revolucionaria— es “como el camaleón”: cambia de formas y de color a través del tiempo. Como la serpiente, pierde la piel, pero sigue siendo serpiente. Ahora y aquí, es “híbrida/irrestricta” (9).

La “revolución castro-comunista” —hoy “castro-chavista”— después de la etapa que Heinz Dieterich llamara “Socialismo siglo XXI”, transita en nuestro país —1959/2022— la Séptima Campaña (10) —pues nunca se fue— cambió de ropaje, de dirección y de estrategias, pero siempre retuvo el objetivo: alcanzar el poder. Lo hizo reiteradamente y hoy está en el poder, bajo el simulacro mimetizado de “peronismo”, al que vació de doctrina y liderazgos. Es lo que nuestros “fumadores ciegos” llaman “populismo”.

Lula, que es apoyado como candidato al Planalto por gran parte de estos mismos “fumadores ciegos”, es cofundador —con Fidel— del elemento director —desde 1990— del proceso continental revolucionario comunista: el “Foro de San Pablo”. Lara Farias ha afirmado: a pesar de las sentencias absolutorias, Lula y los suyos están condenados por la historia como las cabezas del mecanismo de corrupción más perverso que se pudo haber ideado, para garantizarle al Foro de Sao Paulo su expansión. Y para garantizar que hasta el fin de los tiempos el socialismo iberoamericano sea sinónimo de corrupción e impunidad. (11).

Lara Farías se refiere a la creación de nuestra conocida Odebrecht”, y agrega: Por ‘manu militari´, con la justificación siempre presente del “interés de Estado”, se tenía a la empresa como la constructora oficial de la obra pública, de cualquier dimensión y en todo el territorio nacional”. A los argentinos ¿esto no les recuerda a “Austral Construcciones”? Pero no es el único arbitrio que aquí se intenta imitar. Así como Lula recuperó su libertad y —llamativamente— la posibilidad de volver a participar en elecciones a través de un fallo de la Corte —que él mismo había nombrado—, en Buenos Aires este arbitrio, que se intenta a través del aumento del número de Jueces de la Corte, —por ahora— no tiene viabilidad.

Es por ello por lo que —simultáneamente— están en plena gimnasia preparatoria las eventuales insurgencias que acompañarían a la sentencia por la causa Vialidad. Mientras la dirigencia “opositora” fuma en el polvorín argentino, bajo comando externo unificado del FSP se activaron los araucanos —RU/FARC— en Río Negro, el EPP en el Norte, los movimientos sociales, los sindicatos kk, los Colegios Secundarios en la CABA y el atentado contra “la jefa revolucionaria”, que huele mal, muy mal. Hay muchas anécdotas en los medios, pero “de aquello no se habla”. La “revolución” no se nombra.

La opción revolucionaria en el Sur Americano” queda hoy muy bien descripta por una “asociación de no fumadores” que hace años entendieron y se ocupan del grave conflicto que destruye a la Argentina. En una carta de lectores la “Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia”, expresa con absoluta claridad: 

La patria indefensa.

“En una excelente nota publicada el sábado pasado, Héctor Guyot concluye que ‘sin autoridad, sin ley, el país se desliza hacia un virtual estado de anarquía’. Asistimos a un penoso espectáculo de violencia, colegios secundarios tomados, acampes en la vía pública, empresas bloqueadas al borde del cierre. En el sur, el terrorismo secesionista disfrazado de ‘mapuche’, con apoyo y presencia de jerarcas montoneros, ataca a las fuerzas de seguridad, que tienen orden de no responder. Detrás de todos esos fenómenos se encuentra la izquierda revolucionaria, a quienes se les entregó en 2004 el diseño y manejo de una política de derechos humanos que mantiene desde entonces a la Justicia Federal abocada al juzgamiento de las más bajas jerarquías de las Fuerzas Armadas y de seguridad por hechos ocurridos hace 50 años, mientras sufre la sociedad el flagelo de la corrupción y el narcotráfico. El descalabro económico, la pobreza, la indigencia, la demolición de la familia, la gigantesca corrupción y la inacción tanto de la Justicia como de las fuerzas federales son fruto de esa alianza que le ofreció el kirchnerismo, y que los encuentra unidos en busca del caos, funcional al plan de impunidad de Cristina Kirchner.

Desde esta asociación hemos venido denunciando desde hace más de una década que la distorsión de los principios del derecho con el fin de reabrir los juicios de los 70 llevaría a la claudicación y sometimiento de la Justicia Federal, como parte del plan de saqueo del Estado y demolición de los principios republicanos. Estamos padeciendo sus efectos, un Estado fallido y una patria indefensa. Urge acabar con el populismo y restablecer la Justicia para alcanzar la concordia política”.

Alberto Solanet

Presidente

Carlos Bosch

Secretario

 

“No todo término merece el nombre de fin, sino tan sólo el que es óptimo”.

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

Citas y aclaraciones

(1). H. J. Auel. “La Guerra en Ucrania, la Disuasión Ausente y la Inseguridad Argentina”. IEEBA, 04/07/2022, www.ieeba.org.

(2). H. J. Auel. “Y… ¿si Putin apretara el botón rojo?”. IEEBA, 21/07/2022, www.ieeba.org.

(3). C. Richard. “Nuclear war is posible”. HomeWorld News. 22/09/2022.

(4). D. Medvédev. “No es broma”. Infobae, 27/09/2022.

(5). A. León. “Cuando los matones se tragan la soberbia”. Cubanet.org.

(6). T. Friedman. “Como podría terminar la guerra de Putin en Ucrania”. Reuters, 22/09/2022. Es un periodista y escritor estadounidense, ganador del Premio Pulitzer en tres oportunidades. Es columnista de The New York Times, en el que comenzó a trabajar como reportero en 1981, tras haber estudiado en El Cairo, Oxford, Boston y Beirut.

(7). H. J. Auel. “La Geopolítica del ´virus chino´”. IEEBA, mayo de 2020, www.ieeba.org.

(8). H. J. Auel. “Los Setenta nunca se fueron”. https://www.youtube.com/watch?v=YwZdfctGAK4&t=5338s.

(9). Q. Liang/W. Xiangsui. “Guerra sin restricciones”. Buenos Aires: Ed. Círculo Militar, agosto de 2021.

(10). H. J. Auel. “Guerra Contrarrevolucionaria en la Argentina”. IEEBA, julio de 2021, www.ieeba.org.

(11). D. Lara Farías. “‘Lava Jato’, Lula y la corrupción iberoamericana. Así funcionó el perverso mecanismo de corrupción”. La Gaceta, 30/09/2022, https://gaceta.es.

Artículo publicado por el 07/10/2022 por el Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires, (IEEBA).