EL ESTADO PROFUNDO. EL GOBIERNO EN LAS SOMBRAS.

Marcelo Javier de los Reyes*

Detrás del ostensible gobierno se sienta entronizado,

un gobierno invisible que no debe lealtad,

y no reconoce ninguna responsabilidad hacia la gente.

Destruir este gobierno invisible, frustrar la alianza impía entre

los negocios corruptos y la política corrupta

es la primera tarea de los estadistas de hoy.

Theodore Roosevelt (1858 – 1919)

 

Introducción

Mi querido amigo Agustín Saavedra Weise publicó un artículo titulado “Los gnomos de Zurich y el orden mundial”[1], en el que retoma el tema de otro artículo que había publicado en 2011.

En su escrito, Saavedra Weise nos señala que quien se refirió a los “Gnomos de Zurich” fue el ex primer ministro británico Harold Wilson en los años 50 del siglo XX y, del mismo modo, nos informa que estos “gnomos” no existen solo en esa ciudad suiza sino que están en muchas otras, en las principales urbes. Agregaría que en muchos países podemos encontrar estos grupos de poder integrados por líderes políticos, ejecutivos de grandes empresas transnacionales y otros hombres influyentes que actúan en las sombras, silenciosamente, y que manejan los destinos de un país, de una región e incluso del mundo “como si el planeta y sus inmensos recursos le perteneciera”[2].

Debo confesar que desconocía este nombre para ese grupo de poder que yo conozco con otra denominación: el Estado Profundo.

Referirse a los “gnomos de Zurich” o al “Estado Profundo” requiere hablar del “poder” y de la forma en que este se ejerce.

Las decisiones políticas a nivel gubernamental no siempre son públicas o transparentes ni obedecen a los objetivos que se expresan. Por eso se habla de los arcanii imperii, los “secretos del poder” y de los “juegos de poder”, tanto a escala nacional como internacional.

Todas aquellas voluntades que no forman parte de un gobierno ni pertenecen al círculo cercano de un jefe de Estado pero que ejercen una influencia más o menos directa sobre decisiones del poder ejecutivo —y que orientan esas decisiones hacia una u otra orientación— las denominamos factores determinantes de la política, es decir, aquellos que influyen sobre la toma de decisión.

En el marco del “juego de poder”, diversas voluntades entran en pugna, se contraponen y se compensan. De ese juego surgen decisiones que pueden ser consensuadas y otras impuestas por ciertos sectores que no tienen el poder político pero que sí manejan ciertas palancas para imponer su voluntad en función de sus intereses y por sobre el bien común de la sociedad.

En general, esas voluntades políticas no gubernamentales provienen del ámbito económico y financiero, las cuales suelen ejercer mayores presiones sobre los gobiernos democráticos. También las ONGs —muchas de ellas creadas por esos mismos intereses económicos y financieros para mostrar a la sociedad un espíritu altruista— han adquirido una inusitada cuota de poder que, a través de la manipulación de la opinión pública o de la presión que ejercen sobre los parlamentarios, demoran o impiden la toma de decisiones.

El poder

En este punto es relevante tener en cuenta que existen “actores” que manejan los resortes del poder y sus objetivos. No se trata de una entelequia, sino de algo real. A veces, cuando hablamos de esta cuestión, solemos referirnos al “sistema”, como si fuera algo inhumano, un ente que está ahí y que gobierna nuestros destinos como si fuera una entidad divina… y de ahí nuestra resignación, nuestro conformismo.

La cuestión del poder es de suma importancia y ha constituido el tema central de muchos libros, desde Maquiavelo en El Príncipe[3], escrito en 1513, hasta la actualidad, pasando por William Jones en El arte de la manipulación[4], John Kenneth Galbraith con Anatomía del Poder (1984)[5] y La élite del poder (The Power Elite, 1956) de C. Wright Mills[6], sociólogo estadounidense, recordado por estudiar en este libro la estructura de poder en los Estados Unidos.

El tema continúa despertando un gran interés en la actualidad. Esto queda demostrado en otros títulos como el de Noreena Hertz, El poder en la sombra. Las grandes corporaciones y la usurpación de la democracia (2002)[7], Las 48 leyes del poder de Robert Greene[8] y el libro El club de los elegidos: como la élite del poder global gobierna el mundo de David J. Rothkopf[9]. La lista sería infinita.

Rothkopf expresa que es difícil cuantificar el poder y que la riqueza es a menudo una fuente de poder. Realiza un análisis del papel que tiene en nuestras vidas la nueva élite global que nos gobierna. En su libro, que ya tiene algunos años, afirma que “el poder está concentrado en manos de un número notablemente reducido de personas en todo el mundo”. Son “6.000 en un mundo de 6.000 mil millones”, personas muy poderosas que proceden de diversos ámbitos y que dirigen gobiernos, finanzas, corporaciones internacionales, medios de comunicación, movimientos religiosos y, en la sombra, organizaciones criminales y terroristas. Sus decisiones crean o destruyen empleos, delinean el rumbo económico internacional y su poder les permite levantar o provocar la caída de gobiernos. Según Rothkopf debemos prepararnos para un futuro en el que las naciones-estado no serán capaces de garantizar los derechos humanos tal como los conocemos.

Tanto en El Príncipe como en El arte de la manipulación y en Las 48 leyes del poder prevalece la filosofía de que “el fin justifica los medios”.

El “poder” es un término controversial. Para unos es algo repudiable, lo relacionan con la manipulación, el engaño, el autoritarismo, el abuso. Para otros, puede ser un instrumento efectivo para el ejercicio de la autoridad y para influir en la toma de decisiones y, con esto, el logro de resultados organizacionales, que pueden beneficiar a todos sus miembros.

En un trabajo titulado “Teoría de las necesidades y la motivación”, el psicólogo estadounidense David McClelland y su grupo se centraron en identificar los factores que, preferentemente, pueden motivar más a cada cual. Como resultado de sus estudios identificaron, como factores de motivación, tres tipos de necesidades:

  • Necesidad de logro. Cuando prevalece el interés por alcanzar objetivos y demostrar competencia o maestría. Las personas que tienen esta necesidad en alto grado, centran su energía en terminar rápido y bien sus tareas. Les gusta recibir retroalimentación específica y expedita sobre lo que hacen. Es típica de investigadores y profesionales especializados.
  • Necesidad de asociación. Personas que disfrutan en alto grado tener relaciones interpersonales afectivas y que se les tenga estimación. Mantener buenas relaciones sociales y experimentar la sensación de comprensión y proximidad son sus preferencias. Están prestos a auxiliar a quienes se ven en problemas y a disfrutar las interrelaciones amistosas con los demás. Característicos de los que se dedican a las relaciones públicas y vendedores exitosos.
  • Necesidad de poder. Las personas en las que prevalece esta necesidad, se interesan por ejercer influencia y control sobre los demás. Disfrutan cuando “están a cargo”. Prefieren ser situados en posiciones competitivas y orientadas al estatus. Tienden a estar más interesados en el prestigio y la obtención de influencia sobre los demás. Característico de dirigentes y líderes, quienes asumen el poder como una vía para la obtención de una visión y objetivos.

Las personas que tienen preferencia por la “Necesidad de poder e influencia”, se identifican con los siguientes comportamientos:

  • Disfruto al competir y ganar.
  • Disfruto estar a cargo.
  • Confronto a la gente que hace cosas con las que no estoy de acuerdo.
  • Gozo al influir en otras personas para que sigan mi camino.
  • Con frecuencia, trabajo para obtener más control sobre los eventos a mí alrededor.

El poder está presente en todos los ámbitos: política, medios, empresas, economía, religión, etc.

John Kenneth Galbraith en su libro Anatomía del Poder expresó que “arrancada la carne que la recubre, queda plenamente al descubierto la anatomía del poder”. Galbraith dice:

Son pocas las conversaciones en que no se introducen alusiones al poder. De los presidentes o primeros ministros se dice que lo tienen o que carecen de él en la medida adecuada. De otros políticos se piensa que están ganando poder o perdiéndolo. De las corporaciones y las organizaciones se afirma que son poderosas, y de las corporaciones multinacionales que lo son peligrosamente. Los directores de periódico, los presidentes de las cadenas de radiodifusión y los más contundentes, resueltos, inteligentes o famosos de sus redactores, columnistas y comentaristas forman asimismo parte del poder.[10]

En el libro El poder en la sombra, Noreena Hertz afirma que de las 100 mayores economías del mundo, 51 son empresas y 49, Estados-nación. A su juicio, pocas son las personas que perciben esta dimensión del poder, que distinguen quienes gobiernan en realidad o la relación que existen entre los medios de comunicación y las grandes corporaciones, así como la forma en que éstas manipulan y presionan a los gobiernos, incluso utilizando herramientas al margen de la legalidad.

La Fundación Global Justice Now ha comparado la facturación de las principales compañías a escala global con el producto interior bruto de los países y ha podido determinar que existen 10 empresas que son más grandes que 180 países. Tomando estos datos, en 2016 la primera economía era la de Estados Unidos y Walmart la décima, detrás de Brasil[11]. Actualmente, China compite por el liderazgo mundial con Estados Unidos y algunas estimaciones consideran que la potencia económica china es mayor que la estadounidense.

El sociólogo y científico político alemán Max Weber (1864-1920) definió al poder de la siguiente manera:

Poder es la posibilidad de imponer la propia voluntad al comportamiento de otras personas.[12]

Cuanto mayor poder se tiene, mayor es la capacidad para imponer esa voluntad y lograr el propósito pretendido.

John Kenneth Galbraith nos señala los objetivos del poder:

Como ocurre con tantas de las cosas relacionadas con el poder, los fines por los que se busca son ampliamente percibidos, pero raramente enunciados. Los individuos y los grupos buscan el poder para promover sus propios intereses, incluyendo, en particular, su propio interés pecuniario. Para extender a otros sus valores personales, religiosos o sociales. Para obtener apoyo a su percepción económica o social del bien público.[13]

Hablar de poder, lo que supone energía o fuerza entendida no solamente como fuerza física sino también moral y fáctica. El poder es el vehículo para lograr un fin, de ahí lo esencial de ese término en el contexto de las relaciones internacionales y de la inteligencia. El poder es la aptitud, la capacidad, la energía, la fuerza o la competencia de que dispone un Estado para cumplir un fin.

La política —nacional o internacional— finca fundamentalmente en relaciones de poder pero conforme a la diversidad de los actores que son protagonistas, este fenómeno por sí solo no alcanza para explicar la totalidad de las interacciones (nacionales o internacionales).

Hans Morgenthau dice que “no importa cuáles sean los fines últimos de la política internacional: el poder siempre será el objetivo inmediato”. Advierte que cuando habla de poder se refiere “al control del hombre sobre las mentes y las acciones de otros hombres” y agrega que por poder político se entienden “las mutuas relaciones de control entre los depositarios de la autoridad pública y entre estos últimos y la gente en general”[14].

Por su parte, Bertrand Russell expresó que “de los infinitos deseos del hombre, los principales son los deseos de poder y gloria”[15].

John Kenneth Galbraith distingue tres instrumentos para ejercer el poder y tres fuentes que posibilitan su uso. Los instrumentos serían:

  • poder condigno,
  • poder compensatorio y
  • poder condicionado[16].

El poder condigno implica la existencia de una superioridad por parte del que ejerce el poder que intimida a la otra parte, es decir que el poder se obtiene a través de amenazas. Por su parte, el poder compensatorio lleva a que quien se someta a ese poder lo haga esperando una compensación o recompensa —económica o beneficios de otra índole— por su sumisión. Tanto en uno como en el otro, el individuo es consciente de su sumisión, ya sea por temor o por la obtención de un beneficio.

En tercer lugar considera al poder condicionado que, por el contrario, es logrado a través de la persuasión, es decir que es impuesto de modo tal que el individuo asume naturalmente que esa elección es lo más conveniente pero no advierte su sumisión ante otro.

Con respecto a las fuentes del poder Galbraith distingue las siguientes:

  • personalidad
  • propiedad
  • organización.

La personalidad implica la apariencia física, la rectitud moral, la capacidad intelectual y demás rasgos que hacen que determinado individuo imponga respeto sobre los demás y en buena medida esa apariencia física estaba, antiguamente, vinculada al poder condigno. En la actualidad, Galbraith dice que la personalidad puede ser asociada al poder condicionado en tanto constituye un elemento de persuasión.

La propiedad o la riqueza es una fuente que permite la “compra” de la sumisión por lo que se halla fuertemente vinculado al poder compensatorio pero también, en menor medida, esa autoridad puede llevar a una sumisión condicionada. De tal manera, puede considerarse el ejemplo de empresarios que devienen en políticos y que, por llevar una carrera empresaria exitosa, ciertos sectores de la población los consideran aptos para el ejercicio de cargos públicos. Esta fuente podría denominarse en el ámbito internacional como recursos.

La organización es una fuente fundamental para el ejercicio del poder y se vincula con el poder condicionado. Una buena organización permite el ejercicio de la persuasión y por tanto la imposición de la voluntad sin que el o los sometidos tomen conciencia de tal situación. Por su parte la organización estatal permite hacer uso del poder condigno en la medida que puede aplicar castigos a quienes no acaten su poder.

Si bien se percibe cierta relación entre determinados instrumentos y determinadas fuentes también puede apreciarse la existencia de diferentes combinaciones entre ellos.

El Estado Profundo

El poder puede ser formal, aquel que es ejercido por haber sido nombrado para ejercerlo, pero también se debe reconocer la existencia de un poder fáctico, el cual es definido por el Diccionario de la Real Academia Española en los siguientes términos:

Sector de la sociedad al margen de las instituciones políticas que ejerce sobre aquella una gran influencia, basada en su capacidad de presión; p. ej., la banca, la Iglesia, los medios de comunicación.

Este poder fáctico es también conocido como Estado Profundo. Este concepto, denominado en inglés Deep State, ha sido abiertamente nombrado como el “enemigo” del gobierno del presidente Donald Trump, y se refiere al gobierno que opera en las sombras, al poder real que actúa detrás del poder formal.

En Turquía, donde se considera que tuvo origen el concepto de Estado Profundo —en turco Derin Devlet—, se refiere a las relaciones entre fuerzas de seguridad, mafia y grupos nacionalistas. El concepto de Derin Devlet tuvo su origen en un accidente de tránsito que ocurrió en 1996, ocasión en la que un coche se estrelló contra un camión en la localidad de Susurluk, Anatolia Central. En ese suceso murieron Hüseyn Kocadag, ex jefe de policía de Estambul, Abdulah Çatli, mafioso y líder de la ultranacionalista organización de extrema derecha “Lobos Grises” —a la que perteneció Ali Ağca, quien atentó contra el papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981— y buscado por la INTERPOL, quien viajaba con pasaporte diplomático, y su amante Gonca Us, quien fue reina de la belleza. El cuarto ocupante del vehículo, Sedat Bucal, diputado y miembro de las guardias rurales kurdas.

El accidente en Susurluk, Anatolia Central, Turquía, ocurrido en 1996.

El accidente puso en evidencia la existencia de vínculos estrechos entre personas tan dispares como un jefe de policía y un miembro de la mafia, quienes compartían el Mercedes negro que se accidentó junto a una ex reina de belleza y a un ciudadano kurdo.

Si bien, cuando se habla del Estado Profundo parecería que es un fenómeno propio de Turquía o de Estados Unidos, la realidad es que puede ser —y debe ser— extrapolado y analizado en diversos Estados ya que en buena parte de los países de la comunidad internacional existe un poder fáctico que puede condicionar fuertemente al poder formal. Ese Estado Profundo puede estar conformado por políticos, empresarios, dueños de medios de comunicación, miembros de las fuerzas armadas o de las fuerzas de seguridad, jefes de organizaciones del crimen organizado, etc., y puede ser encontrado en Argentina, Brasil, China, Grecia, Kosovo, Rusia y una infinidad de países.

A modo de conclusión

Históricamente el poder le permitía al Estado Nación mantener un equilibrio, una armonía entre los diferentes sectores de la sociedad y, en el plano internacional, el equilibrio de poder entre las diferentes naciones garantizaba la paz mundial.

En la actualidad se percibe que los actores privados han adquirido una cuota mayor de poder en detrimento del Estado y ello, básicamente, como consecuencia de las diversas reformas del Estado que se han llevado a cabo, principalmente, en países con gobiernos débiles o con poco sentido nacional. Estas reformas son diseñadas a medida de los intereses de ese poder fáctico o del Estado Profundo. Sin embargo, hace tiempo que se percibe que el avance de las corporaciones económicas también ponen en aprietos a los gobiernos de los países desarrollados.

Esta restricción al poder estatal ha sido producto de la globalización de las medidas económicas tendientes a favorecer la liberalización de los mercados, las transferencias de divisas, de capitales y de bienes, así como de un capitalismo globalizante que fue adquiriendo nuevos y crecientes espacios tras la implosión de la Unión Soviética.

El Estado Profundo es una conjunción de intereses, de poderes en la sombra, que no fueron producto de una elección, que maneja una agenda oculta, que apela a influir en el poder judicial de un Estado (¿lawfare?). En la actualidad no asistimos a golpes de Estado llevados a cabo por militares, sino a “golpes de mercado”, a la utilización del Poder Judicial, a la manipulación de las sociedades por los medios, a un mayor control social, todo un resultado del creciente poder en las sombras. Sin duda, esto constituye una amenaza para la democracia y un gradual cercenamiento de los derechos individuales.

En función de lo expresado, es importante que los Estados puedan contar con una Inteligencia de Estado —no “de gobierno”— capaz de poder escudriñar ese “juego de poder”. Es de incumbencia de la Inteligencia Estratégica tener en cuenta de manera especial a los actores y a quienes ejercen el poder, no solo formal sino también en las sombras.

* Licenciado en Historia egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (1991). Doctor en Relaciones Internacionales, School of Social and Human Studies, Atlantic International University (AIU), Honolulu, Hawaii, Estados Unidos. Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires, Editorial Almaluz.

Referencias

[1] Agustín Saavedra Weise. “Los gnomos de Zurich y el orden mundial”. SAAEG, 19/04/2020, <https://saeeg.org/index.php/2020/04/19/los-gnomos-de-zurich-el-orden-mundial/>.

[2] Ídem.

[3] Nicolás Maquiavelo. El Príncipe. Madrid: Alianza editorial, 1982, 135 p.

[4] William Jones. El arte de la manipulación. México: Selector, 2005 (22ª reimp.), 195 p.

[5] John Kenneth Galbraith. La anatomía del poder. Barcelona: Plaza & Janes, 1985 (segunda edición), 249 p.

[6] Charles Wright Mills. La élite del poder. México: Fondo de Cultura Económica, 1987 (9a reimp.), p. 390.

[7] Noreena Hertz. El poder en la sombra. Las grandes corporaciones y la usurpación de la democracia. Buenos Aires: Planeta, 2002, p. 263.

[8] Robert Greene. Las 48 leyes del poder. Buenos Aires: Atlántida, 2008, p. 526.

[9] David J. Rothkopf. El club de los elegidos: como la elite del poder global gobierna el mundo. Buenos Aires: Ediciones Urano, 2008, p. 576.

[10] John Kenneth Galbraith. Op. cit., p. 19-20.

[11] Sandro Pozzi. “10 empresas más grandes que 180 países”. El País (España), 30/09/2016, <https://elpais.com/economia/2016/09/29/actualidad/1475150102_454818.html>.

[12] Max Weber. Economía y Sociedad. México: FCE, 1993.

[13] John Kenneth Galbraith. Op. cit., p. 26.

[14] Hans J. Morgenthau. Política entre las naciones. La lucha por el poder y la paz. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano (GEL), 1986, p. 39.

[15] La cita se encuentra en: John Kenneth Galbraith. La anatomía del poder. Barcelona: Plaza & Janes, 1985 (segunda edición), p. 19.

[16] Ibíd., p. 22-24.

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¿QUIÉN EJERCE EL PODER EN EL ATLÁNTICO SUR? (2da. Parte) “Hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño”

César Augusto Lerena*

La ONU declaró que el día 5 de junio es el Día Internacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, nada mejor entonces para hablar de este tema.

Días pasados, me referí a un acuerdo entre una ONG “sin fines de lucro” denominada OPRAS y, referí, se sería un brazo de CAPECA y, omití decir, que el Acuerdo firmado con Armadores Españoles para cuidarnos de los asiáticos el Atlántico Sur ¡noble tarea!, también lo acompaña la Cámara de Armadores Poteros (CAPA). Bien, “cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”, pero, no prejuzguemos, ya les aportaré suficientes documentos para que cada uno pueda sacar sus conclusiones. Me han llegado un sinnúmero de opiniones y publicaciones que dicen, que se trataría solo de un acuerdo entre españoles, a juzgar por los miembros de OPRAS y las empresas que integran las Cámaras españolas y argentinas. Sabremos más una vez que el subsecretario de Pesca y el secretario de Malvinas opinen, respecto a delegar obligaciones inherentes a un Estado soberano.

Les recuerdo que los buques españoles que pescan a distancia en el Atlántico Sur son tan ilegales como los chinos, por las propias declaraciones de OPRAS y las que yo podría aportar. Probablemente agrupados en la Asociación Española de Buques de Merluceros (ANAMER) y en la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), depredan los recursos migratorios argentinos y lo hacen —como ellos mismos confiesan— desde hace 37 años (precisamente, cuando los británicos invadieron Malvinas) con buques congeladores de gran porte y manifestando que en los caladeros externos (entre ellos el Atlántico Sur) tienen 193 buques, el 97% de los arrastreros de su flota, con los cuales, efectúan el 58% de las capturas españolas (IME, 20/5/2020) y, como bien transcribe y opina Walter Castro, del Sindicato de la Actividad Naval de Mar del Plata: “The 2019 Annual Economic Report on the EU Fishing Fleet del Scientific, Technical and Economic Committee for Fisheries (Stecf), según el cual, la de Galicia es —pese a su dimensión y capacidad— la menos rentable de las grandes flotas europeas que, continúan abandonando Galicia, aun dejando su matrícula original de Vigo o Bueu, con destino a caladeros de África y Argentina”. Se repite la historia de 1990, aunque algunos tenemos memoria.

Entremos ahora, en algunos detalles del entramado de este “Acuerdo entre empresas”, bajo el marco cuidemos la salud del caladero argentino de OPRAS: El 25 de abril de 2020, el Periodista Gustavo Rachid, tanto en la página “Pesca con Ciencia”, como en CAPA, comienza a hacer su aparición en escena y también lo hace para OPRAS: “La comunicación profesional en el sector profesional en el sector de la industria pesquera” y “La Responsabilidad en el Mar”, donde entre otras cosas hace una apología —sin una debida formación temática— de eventuales acuerdos pesqueros y pondera los efectos de la comunicación por encima de los antecedentes sectoriales, y el 27 de abril dice: “…nuestra declamada soberanía en el Atlántico Sur es objeto de burla por los extranjeros que la violan para adueñarse de nuestros recursos… el Atlántico Sur no empieza ni termina en Malvinas. Comienza en el Paralelo de 5 grados (Brasil) y se extiende hasta el de 60 grados donde se convierte en antártico… es necesario señalar que no sólo la Argentina se ve afectada por esta irracional actividad de explotación irregular y no reglamentada, sino que lo son los tres países ribereños y sus recursos…” y, sugestivamente no refiere quienes son los extranjeros, ni a la parte meridional del Atlántico Sur y, tampoco deja claro, ¿a qué tres países ribereños, refiere?

Por su parte, el 17 de mayo el presidente de OPRAS Eduardo Pucci escribe en “Pesca con Ciencia” el artículo “El Atlántico Sudoccidental – Zona Libre para la Pesca Ilegal” donde entre otras cosas dice: “…la conducta habitual de ciertas flotas pesqueras extranjeras de alta mar que alejados de sus propias aguas peregrinan por el mundo buscando los espacios más productivos y menos controlados para pescar libres de toda obligación que condicione su conducta… conocedores de la debilidad de las normas internacionales y de la indefensión de los estados costeros, abusan de supuestos derechos o libertades… No es biológicamente viable que la pesca ilegal en la región continúe… con la complicidad del silencio gubernamental y del ambiguo secretismo oficial… con evidente desprecio a las normas internacionales y a la legislación del estado ribereño… la tradicional y ecléctica acción política utiliza la ignorancia pública (NdA: Ignorancia Colectiva usa CAPECA en el artículo de byGustavo Rachid del 3 de marzo) para convertir lo irracional en racional, lo ilógico en lógico, la posición ideológica en dogma y el dogma en Política de Estado inopinable, evitando ratificar normas internacionales vinculantes, pese a haber firmado alguna de ellas…” y hace una propuesta de establecer un Área de Pesca Regulada en una franja adyacente a las ZEEs de 150 millas (donde) los terceros países deberán comprender la prioridad del estado costero en el acceso y regulación de los recursos transzonales… en zonas cuyo ordenamiento no alterara la continuidad del reclamo de soberanía sobre las islas en litigio…”. Bueno yo comparto parte de sus manifestaciones, pero habría que hacer algunas aclaraciones: primero, sus comentarios sobre cuestiones ideologías y preocupación como director de OPRAS por el cuidado del recurso, no condice con su calidad de ex funcionario durante el Proceso Militar, el gobierno Radical y el Justicialista, en el que fue el Subsecretario de Pesca de uno de los períodos de mayor sobreexplotación de merluza y pérdida de empleo en el sector. La evolución de Darwin es posible, pero, es razonable comprender la duda: “el que se quema con leche cuando ve una vaca llora”. Segundo, que antes de la firma de cualquier acuerdo con los pesqueros españoles, éstos deberían adherir a la administración argentina 150 millas más allá de la ZEE, tal cual propone y dejar de tomar licencias (etc.) del Reino Unido en Malvinas (podría fundarlo largamente) y, tercero, con el argumento que no alteraría nuestro reclamo de soberanía, congelada por el “paraguas”, el Reino Unido en 1982 ocupaba 11.410 Km2 y tres millas marinas, y hoy ocupa 1.639.900 Km2 de territorio marítimo.

El 27 de mayo de 2020 en la página “Pesca con Ciencia” se publica el artículo “Los calamares de nuestros mares: el caso del Illex argentinus”. Lo de “nuestros” supongo que será un genérico y no una pretensión de apropiarse del Atlántico Sur luego de pescar por 37 años. Si bien no se indica al autor, pero lo imaginamos, es poco serio que escriba alguien con ninguna experiencia; pero, lo más peligroso, es que los errores gruesos y e información distorsionada que contiene, luego se publiquen, sin corrección alguna, en el Portal de CEPA, firmado nuevamente “byGustavoRachid”.

A esta altura uno debería preguntarse si este page creator, en su página “Hemisferios” (ex radio), vinculado a “Ambiente Comunicaciones” y “Pesca con Ciencia”, es el mismo Rachid Rucker renunciado de Prensa por la ministra Garmendía en España, por su pésima relación con la agencia Efe y Europa Press y otras, por el fracaso del “plan Bolonia” y su suspensión del CPI.

Cuando el caballo se pone atrás del carro: histórico marketing a full para lanzar “el acuerdo”.

Este referido artículo —entre otras cosas— dice: El calamar “…este importante recurso es compartido y explotado por varios Estados y encuentra su mayor abundancia en el Océano Atlántico Sur que corresponde a los límites entre Argentina y las Islas Falkland/Malvinas…”. Habría que decirle al autor que las islas se llaman “Malvinas” y los recursos migratorios son explotados ilegalmente por buques extranjeros y su mayor abundancia no “se corresponde a los límites entre Argentina y las Islas Falkland/Malvinas…” ya que no hay límite entre la Argentina Continental y Malvinas, es todo un territorio perteneciente a la República Argentina.

El calamar, dice que es: “…una gran oportunidad para tender puentes entre dos naciones que históricamente tuvieron una relación ambivalente…”. Sí, son ciertos los desencuentros con el Reino Unido desde antes de 1810 (se supone que también con los españoles), pero, al contrario de lo que opina el autor, la explotación ilegal a través de licencias a buques extranjeros (mayoritariamente a los españoles) en el área de Malvinas, es la peor barrera para buscar fórmulas de acercamiento.

Respecto a la ZEE, dice el artículo “…En el caso de las Islas Falkland/Malvinas por una cuestión técnico-política a esta área se la denomina Zona de Conservación y Administración y, al ser un recurso compartido entre varios Estados, ninguno posee el dominio absoluto del mismo…”. La FICZ (así la llaman) fue autoimpuesta por el Reino Unido y el dominio del recurso es de Argentina (y en su caso Uruguay), pero de ninguna manera de los británicos que lo explotan en forma prepotente.

El calamar, dice el autor, es “…la segunda en importancia luego de la merluza argentina…”. Lo cual es erróneo. Para el gobierno de las islas Falkland, continúa, representa “…el 50% de su PBI, siendo su mayor fuente de ingresos la venta de licencias a buques del Lejano Oriente y España. A su vez, el Illex argentinus es la mitad de las capturas en el área de las Islas Falkland/Malvinas…” Es decir, el propio artículo deja claro el daño que los buques españoles le ocasionan al país, más aún cuando el propio autor aclara que: “…Diversos estudios encontraron que el Illex argentinus juega un papel clave en los ecosistemas del Atlántico Sur. Forma un complejo sistema trófico junto a la merluza argentina y la anchoíta…un vínculo importante en la cadena trófica de los ecosistemas… La pesquería principal del argentinus se compone en un 95% de un solo Stock Patagónico Sur…y, en la práctica el recurso debería ser manejado como un stock único en toda su área de distribución…”. España tiene una muy importante deuda con Argentina por ello, no está para llevarse más, sino para devolver con intereses las explotaciones pesqueras sin habilitación de Argentina.

El artículo refiere al interés de varios países en el recurso y, refiere, a que los españoles solo capturan un 2.54%. Ello no coincide con que España es el destino principal de la captura en las islas.

Continúa el autor: “…Entre el año 1986 y 2005, la Comisión de Pesca del Atlántico Sur demostró que la cooperación bilateral es posible…”. Claro, la Argentina puso toda la estructura humana y física de investigación para garantizar al Reino Unido el otorgamiento de licencias. Y cuando indica que, la “Argentina entendió… su naturaleza compartida…”. El autor no conoce que la Resolución de la ONU 31/49 le indicó al Reino Unido que no podía innovar sobre el territorio ocupado en 1982, por lo tanto, no hay ninguna cesión voluntaria de un recurso de “naturaleza compartida”.

Cuando en el artículo se efectúa un esquema y describe todos los acrónimos británicos, no hace más que señalar los avances del Reino Unido y los graves errores de los gobiernos argentinos (Menem-Cavallo-Di Tella y Macri-Malcorra-Faurie) pero, es muy desagradable, que españoles refieran a Islas Falkland y publiquen este artículo en portales de instituciones argentinas o, entender al recurso, como de “naturaleza compartida” y como “un Estado costero a las Islas Falkland/Malvinas)”. Para España además de aceptar la posición de Gibraltar, es como para las cámaras argentinas, desconocer la cláusula transitoria de la Constitución Nacional, la CONVEMAR y lo prescripto en la Ley 24.922.

El autor profetiza que cualquier esfuerzo de gestión futuro deberá estar orientado al multilateralismo, involucrando en su gestión a todos los Estados con interés en la pesquería…”. Ignora, por lo visto, el tremendo fracaso de los organismos multilaterales en los últimos tiempos; solo una tesis teórica puede sugerir esto. La CONVEMAR y la Ley 24.922, y los gobernantes, salvando unos cuantos, saben, que los recursos se deben capturar, industrializar, generar valor y empleo y, en todo caso, si hubiese excedentes, podrían acordarse a quienes tengan interés.

En el artículo se hace una encendida defensa Organización Regional de Ordenamiento Pesquero (OROP) (idea que apoya Pucci) y por suerte en la Argentina un importante número de expertos impiden la ratificación del Acuerdo de Nueva York. Ya me he referido —sobradamente— porqué las OROP son muy desfavorables a los Estados Ribereños. Como lo indica la CONVEMAR, las consideraciones argentinas efectuadas en esta y lo prescripto en la Ley 24.922, la Argentina debe administrar los recursos en la ZEE y, más allá de ella los recursos migratorios y asociados que, como bien dice el autor, forman parte de único ecosistema trófico. El articulista es un ingenuo inconfesable o responde a una política contraria al interés nacional (para no caer yo en la ingenuidad) cuando dice: “…Considerando los países que ya explotan el recurso, una OROP en el Atlántico Sudoccidental debería estar formada por todos los países costeros la región… las Islas Falkland/Malvinas…”. Y, el autor vuelve a considerar país costero a las Falklands/Malvinas y llama Naciones Pesqueras de Aguas Distantes lo que la CONVEMAR denomina Estados de Bandera, que arbitrariamente separa en relevantes (China, Taiwán, Corea del Sur y España) o no…”. Demostrando quienes nos roban los recursos. En fin, podría escribir horas para referirme al irreverente panfleto que publica CAPA y que promueve byGustavo Rachid en nombre de ésta y OPRAS. Tal vez deba haber una 3ª parte porque me han quedado muchos temas.

Los últimos hechos de flotas chinas (algunos dicen 16 mil barcos) fuera de control de organizaciones regionales, demuestran que las OROP tampoco son efectivas. El ojo el amo…

Este Acuerdo execrable no va a regular el área ocupada por el Reino Unido en Malvinas: “…sin que su extensión afecte a los espacios marítimos susceptibles de disputas o controversias relativas a jurisdicción o soberanía” (sic). Nunca lo hicieron los rusos ni los españoles al servicio de la Reina … británica.

Y ante la ausencia de manifestación contraria a este Acuerdo del Subsecretario y el Consejo Federal Pesquero, reitero: ¿Los españoles nos cuidarán los recursos? y ¿quien ejerce el poder administrador y soberano en el Atlántico Sur?

Ceterum censeo Carthaginem esse delendam.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.

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FRÁGILES, DÉBILES Y VULNERABLES

Gary Antonio Rodríguez A.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Todo cambió de improviso. De un momento a otro el mundo se detuvo, paró su incesante trajinar: se hizo el silencio y se prolongó tanto, y por tanto tiempo, que parecía retumbar más que el trueno.

La muerte golpeó primero a un país lejano, pero luego se hizo cada vez menos distante, hasta afectar a todos, al orbe entero. Solo entonces la Humanidad, ésa que envuelta en sus devaneos se jactaba de su poderío, se dio cuenta de su gran debilidad y vulnerabilidad extrema.

Desasosiego, preocupación y desesperanza; desgarradoras escenas de dolor en familias, sin poder enterrar a sus muertos; llanto por doquier al perder a sus seres queridos. Cada quien en lo suyo con su propia congoja a cuestas, sin tiempo ni ganas para consolar al desvalido: al contrario, los más primitivos instintos de conservación afloraron, mostrando lo inhumano del ser humano.

Lo inimaginable había ocurrido: la bulliciosa vida del planeta calló en un instante, siendo expectantes todos por las noticias que una tras otra, no hacían sino enmudecer más las almas de los atribulados ante la cantidad de muertos y el número de los contagiados que subía. El desenfreno se tornó en contención, la algarabía en quietud inducida y hasta la delincuencia decayó.

Eventos sociales y deportivos, fiestas, actividades religiosas y educativas, el frenesí de la diversión, de pronto todo fue acallado, detenido. Los viajes de placer y de negocios, quedaron afectados. Los sueños y proyectos venideros, fueron truncados. El mundo se había detenido, casi en seco.

Sin poder haberlo imaginado siquiera, gran parte de la gente se vio en una cuarentena obligatoria en sus casas, un confinamiento para evitar el contagio del mal desatado contra el rico y el pobre; el ignorante y el letrado; la realeza y el plebeyo; los gobernantes y los gobernados; el famoso y el desconocido; el maligno suceso afectó sus vidas, sin que muchos pudieran evitar el fatal desenlace.

No fue un asteroide el causante; tampoco un terremoto global; no fueron ciclones de magnitud, maremotos o tsunamis simultáneos; ni un diluvio que lo inundara y destrozara todo —no— nada de eso fue lo que puso de cabeza al mundo. Fue una diminuta molécula, un virus infinitesimal, el Covid-19, que vino a demostrar lo frágil de la vida y lo vano de la altivez humana.

Sin embargo, de lo malo salió algo bueno: en medio del dolor y la desesperación…cuántos alzaron sus ojos a Dios por primera vez y cuántos se acordaron de Él, algo que sin el Covid-19, probablemente nunca hubiera pasado…

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/182041_fragiles-debiles-y-vulnerables

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales

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