Archivo de la etiqueta: África

NÍGER, UNA NUEVA REACCIÓN HACIA UN MUNDO MULTIPOLAR

Marcelo Javier de los Reyes*

El pasado 26 de julio un golpe de Estado en Níger derrocó al presidente Mohamed Bazoum. Su propia guardia habría sido la responsable de detenerlo en el palacio presidencial sito en la capital del país, en Niamey. El golpe fue encabezado por Abdourahamane Tchiani, quien fuera líder de la guardia presidencial en Níger durante doce años y quien declaró que liderará el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), la junta de transición militar[1]. Por su parte, el jefe del Estado Mayor, general Abdou Sidikou Issa, comunicó que respaldaba la decisión de los golpistas. Muchos nigerinos apoyaron a los militares y salieron a las calles de la capital incluso cometiendo actos de violencia. No es un dato menor que los manifestantes desplegaron numerosas banderas rusas y expresaban su respaldo al grupo paramilitar ruso Wagner.

Tchiani justificó el golpe militar por el «deterioro de la situación de seguridad» y criticó la falta de cooperación del gobierno de Bazoum con las juntas militares de Malí y Burkina Faso con el objetivo de luchar contra la insurgencia yihadista en la región del Sahel[2]. Los grupos yihadistas se han hecho fuertes en Malí a partir de 2012 iniciando una ola de violencia que ha provocado numerosos muertos y más de 6 millones de desplazados en la región del Sahel. En este contexto, Níger constituía una base de operaciones para las fuerzas francesas y estadounidenses que debían enfrentar a los yihadistas. A decir verdad, en el Sahel tanto Al Qaeda como el Estado Islámico campean a sus anchas.

Como era lógico, la condena al golpe por parte de los gobiernos occidentales no se hizo esperar y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó que «este golpe de Estado es perfectamente ilegítimo y profundamente peligroso para los nigerinos, para Níger y para toda la región»[3]. Del mismo modo, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) rechazó el derrocamiento de Bazoum y le presentó a los militares nigerinos un ultimátum bajo la amenaza de intervenir militarmente con una fuerza integrada por efectivos de esos países.

El secretario de Estados de Estados Unidos Antony J. Blinken, amenazó con dar por finalizado el apoyo financiero por parte de su país a Níger si el presidente derrocado Bazoum no era repuesto en su cargo. En realidad, Francia ya había anunciado que suspendía la «ayuda humanitaria» y Estados Unidos advirtió que procedería en ese sentido, lo que pone en evidencia de que se trata virtualmente de una extorsión.

¿Quién es el presidente depuesto, Mohamed Bazoum?

Mohamed Bazoum asumió la presidencia de Níger el 2 de abril de 2021, tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en febrero de ese mismo año. Es el presidente del «Parti Nigérien pour la Démocratie et le Socialisme (PNDS-Tarayya)» ―«Tarayya» significa «reunir» en lengua hausa―[4] y desde 2016 a junio de 2020 fue ministro de Interior, Seguridad Pública, Descentralización y Asuntos Consuetudinarios y Religiosos. En los años 1995 y 1996 de 2011 a 2015 se desempeñó como ministro de Exteriores bajo la presidencia de Mahamadou Issoufou, quien ejerció la primera magistratura entre abril de 2011 y abril de 2021, cuando fue sucedido por Bazoum.

Graduado en Filosofía en el Departamento de Letras y Ciencias Humanas en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Dakar y una maestría en Filosofía Política y Moral, tuvo una destacada actividad sindical en la Unión Nacional de Maestros de Níger (Syndicat National des Enseignants du Niger, SNEN) y luego en la Oficina Ejecutiva del Sindicato de Trabajadores de Níger (Union des Syndicats des Travailleurs du Niger, USTN). Su actividad política también ha sido significativa tanto en el poder legislativo como en el poder ejecutivo.

Bazoum es considerado funcional a los intereses de las potencias occidentales y, precisamente, los militares que tomaron el poder se oponen a la expoliación del país por parte de las potencias occidentales, en particular de Francia y de Estados Unidos. Literalmente, Bazoum era un aliado privilegiado de Washington. Cabe mencionar que el 30 de marzo de 2023 había asistido como «orador destacado» al Banco Mundial[5].

El golpe de Níger, uno más en África

Cuando se creía que el continente africano se estaba encaminando hacia la democracia, siguiendo las tendencias mundiales, en el último tiempo esto que parecía una certeza se está desdibujando en la política africana.

Una serie de golpes de Estado se han llevado a cabo en África en los últimos dos años, atravesando el continente. Los militares se han hecho del gobierno en diversos países, desde Guinea hasta Sudán, en el que dos facciones del ejército se disputaron el poder.

Los golpes en la región del Sahel se han producido en Chad ―donde el presidente Mahamat Idriss Deby Itno asumió el poder encabezando una junta militar en abril de 2021 tras la muerte de su padre, Idriss Deby Itno―, Guinea, donde se supone que la reacción se debía a la gran corrupción que se observaba en el país, mientras que los que tuvieron lugar tanto en Malí ―cuyo golpe tuvo lugar en 2020― como en Burkina Faso ―donde en septiembre de 2022 fue destituido el presidente interino Paul-Henri Sandaogo Damiba― habrían sido motivados por la creciente ola de violencia de los grupos yihadistas. Según fuentes de las Naciones Unidas, los factores que han llevado a la desestabilización en Burkina Faso serían la violencia interétnica, el conflicto armado, la pobreza, las desigualdades, la inseguridad alimentaria y el cambio medioambiental[6].

En Malí las fuerzas francesas fueron sustituidas por los mercenarios del grupo Wagner pero en todos estos estados los golpes no habrían favorecido la estabilización de la región sino que habrían obrado en sentido contrario. Cabe agregar que las tropas francesas también debieron retirarse de la República Centroafricana luego de los golpes en Malí y Burkina Faso.

El contexto global

En este viraje que se aprecia en África no puede soslayarse el conflicto entre la OTAN y Rusia que tiene como escenario a Ucrania. La guerra en Europa ha puesto en evidencia la fragilidad de los Estados Unidos, el Reino Unido y de los países de la Unión Europea por intentar doblegar a Rusia. Asimismo, los hechos de violencia que se extendieron por toda Francia poniendo en vilo al país, han demostrado la vulnerabilidad del otrora considerado «el gendarme de África». La pérdida de liderazgo de Francia en el continente africano se motiva en la entonces denominada «guerra contra el terrorismo global» instrumentado por los Estados Unidos a partir del 11 de septiembre de 2001. Bajo ese pretexto, las fuerzas estadounidenses comenzaron a desplegarse por diversos puntos del planeta y África no fue una excepción. De alguna manera, el control que ejercía Francia fue opacado por el despliegue de Estados Unidos.

La reacción anticolonialista

Luego de la retirada de las potencias colonialistas europeas de África y Asia, las metrópolis procedieron a construir unas estructuras con la intención de mantener bajo su órbita a sus otrora colonias devenidas en estados independientes, como por ejemplo la Commonwealth (Comunidad Británica) o la Comunidad Financiera Africana, creada por Francia, que mantiene a sus miembros con el franco CFA, lo que implica que no hubo una independencia real de esos países ya que esa moneda es administrada por el gobierno francés.

A partir de lo comentado ut supra, la guerra de la OTAN contra Rusia y los hechos ocurridos en Francia, entre otros, originaron fuertes reacciones contra esos vínculos, reacciones que van emergiendo en diferentes países de África y en otras regiones cuyos gobiernos buscan ingresar al grupo de los BRICS, grupo que ofrece un sistema internacional multipolar ante un sistema unipolar que está regido por la angloesfera.

La realidad es que las metrópolis siguieron manteniendo a los nuevos países atrapados en sus redes y lo propio hicieron las superpotencias, Estados Unidos y la URSS, durante la Guerra Fría, situación que como puede apreciarse no ha terminado sino que se ha renovado y a la que se ha agregado la Guerra Fría entre Estados Unidos y China.

En el caso de Níger es el gran abastecedor de uranio para las usinas nucleares francesas ―aproximadamente el 30%― al que Francia paga con la moneda creada para su comunidad, el franco CFA, la cual circula solo entre los países miembros. De esta manera, el golpe de Estado que ha desplazado a Bazoum ha establecido frenar la exportación de uranio y oro a Francia y en el caso del primero supone un serio problema energético para para el país europeo. Pero mientras Francia provee de energía a sus ciudades con el uranio nigerino, regiones del propio Níger carecen de energía eléctrica.

La pérdida de control de los países occidentales benefició a China y Rusia que se están posicionando en el continente, lo que parece recrear los tiempos en que África estaba condicionada por Estados Unidos y la URSS.

De esta manera, China y Rusia son percibidos como los países que ofrecen cooperación a los países africanos que pretenden salir del control occidental. En el caso de los países en los que se han producido golpes de Estado, los nuevos gobiernos y la población se inclinan en favor de una aproximación a Rusia y al grupo paramilitar Wagner, mercenarios que están presentes en Malí desde el golpe de 2021 y también en la República Centroafricana y en Libia.

Esta situación no puede ser desvinculada de la II Cumbre del Foro Económico y Humanitario Rusia-África que tuvo lugar el 27 y el 28 de julio de 2023 en San Petersburgo. En esa oportunidad, el presidente ruso, Vladímir Putin, se comprometió a implementar todos los acuerdos alcanzados en las conversaciones con los líderes de los países africanos en el marco de esa cumbre. Uno de los temas de preocupación de los líderes africanos fincó en la no renovación del acuerdo de granos a través del mar Negro pero ofreció una donación de 50.000 toneladas de granos a los países africanos, más precisamente a Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, Eritrea y República Centroafricana.

Los países de la CEDEAO, aliados de Occidente, están presionando a Níger pero los miembros de esa organización en los que se han producido golpes de Estado, Malí Guinea y Burkina Faso, han manifestado su apoyo a los militares nigerinos y han advertido a los demás estados de la CEDEAO que de producirse un ataque a Níger lo considerarán como propio. Argelia también estaría en la misma línea, es decir, apoyando a los militares nigerinos y cabe agregar que también es un país con estrechas relaciones con Rusia. También facciones libias respaldan a los militares nigerinos. Mientras que los países de la CEDEAO estarían dispuestos a emprender una intervención militar que favorecería los intereses occidentales, tanto Estados Unidos como la Unión Europea han sugerido continuar con la vía diplomática.

Mientras tanto la junta militar de Níger se encamina a juzgar al derrocado Mohamed Bazoum y a miembros de su gabinete por alta traición y por socavar la seguridad interna y externa del país luego de sus reuniones con líderes internacionales.

Frente a este proceso judicial, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, se ha pronunciado en contra de la decisión de la junta golpista militar de Níger expresando que se trata de un nuevo gesto de provocación contra la democracia en Níger, la CEDEAO, lo que implica un intento de atraer a los miembros de esa organización en favor de las potencias occidentales.

La creciente presencia de Rusia en África

Tanto luego de los golpes de Estado en Malí como en Burkina Faso, las nuevas autoridades han fortalecido sus relaciones con Rusia y lo propio procura la junta militar de Níger, a la vez que han desplazado a Francia de sus respectivos países.

En las calles de Níger se pudo apreciar a personas que portaban la bandera de Rusia, algo que ya se había visto en los otros países africanos tras los respectivos golpes. No obstante, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prefiere ser cauteloso por lo que despega tanto a Rusia como al grupo Wagner de los hechos ocurridos en Níger pero como ya se ha dicho antes, el grupo paramilitar ya tiene presencia en algunos países del continente pero no se ha comprobado que se haya establecido en Níger.

Estos países africanos fortalecen la posición de Rusia a la vez que podrían ser proveedores de recursos naturales mientras que serían favorecidos con la provisión de armas rusas, atento a las necesidades de las fuerzas para hacer frente a la lucha contra los grupos terroristas que asolan en la región del Sahel.

Algunas apreciaciones

Es evidente que la guerra entre la OTAN y Rusia ha acelerado ciertos cambios geopolíticos que probablemente se hubieran producido más lentamente. Del mismo modo, la situación interna de Francia ha mostrado una debilidad que ha sido apreciada por los mandos militares de los países que se encontraban dentro de la influencia francesa por lo que han decidido impedir la expoliación de sus recursos por parte de los países occidentales a la vez que se encuentran reorientando su política exterior y sus alianzas militares hacia Moscú. En este contexto, se observa que el gobierno de Washington procura continuar mediante la vía diplomática, lo que no significa que no estén induciendo a los países aliados de la CEDEAO a llevar adelante una intervención militar. Un eventual retiro de Estados Unidos de la región supone dejarle el camino libre a Rusia pero un desplazamiento de Francia de la región también podría favorecer a un incremento de la presencia estadounidense, por lo que en África podrían estar dándose jugadas estratégicas complejas que no deberían ser abordadas mediante un pensamiento lineal. En este contexto, debe tenerse presente que el martes 15 de agosto de 2023 grupos yihadistas perpetraron un ataque terrorista a un destacamento de las fuerzas nigerinas en el oeste del país, en cercanías de la frontera con Malí, causando la muerte de 17 soldados.

Con referencia a Rusia, este estrechamiento de relaciones de los países africanos hacia Moscú implica un reposicionamiento internacional y también una ganancia en lo que respecta a un respaldo en los foros internacionales como por ejemplo en las Naciones Unidas.

El conflicto de Ucrania pone a Rusia en una situación de liderazgo para enfrentar a los países occidentales que, desde el punto de vista africano, representan sus explotadores tradicionales, en particular Francia ―por tratarse de países que han sido colonias de esa potencia― y Estados Unidos.

Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha sido muy hábil en convocar a la cumbre de San Petersburgo en momentos en que Moscú decidió no renovar el acuerdo de granos a través del mar Negro, lo que podría afectar las relaciones entre su país y los países africanos.

Los hechos de Níger son muy recientes pero el ultimátum de la CEDEAO a la junta militar implicaría una internacionalización del conflicto que podría escalar hacia la confrontación armada.

Finalmente, podría concluirse que estos hechos ocurridos en África ponen en evidencia la creciente pérdida de hegemonía de Estados Unidos y de Europa no solo en ese continente sino también a escala global. No obstante, y a pesar de que los tiempos se aceleran, aún habrá que pasar varias páginas para poder tener una lectura más concreta de la situación regional y global.

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019. Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB). Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

Referencias

[1] «El general Tchiani se declara líder del Consejo de Transición tras el golpe de Estado en Níger». France24, 28/07/2023, ígerhttps://www.france24.com/es/África/20230728-el-general-tchiani-se-declara-líder-del-consejo-de-transición-tras-el-golpe-de-estado-en-níger, [consulta: 30/07/2023].

[2] Ídem.

[3] Ídem.

[4] Sitio web del Parti Nigérien pour la Démocratie et le Socialisme (PNDS-Tarayya),https://pnds-tarayya.net/notre-histoire/, [consulta: 30/07/2023].

[5] «Featured Speaker. Mohamed Bazoum, President of the Republic of Niger»-. World Bank Group, https://live.worldbank.org/experts/mohamed-bazoum.

[6] «Burkina Faso». Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), https://www.acnur.org/pais/burkina-faso#:~:text=En%20Burkina%20Faso%20convergen%20crisis,alimentaria%20y%20el%20cambio%20medioambiental, [consulta: 01/08/2023].

©2023-saeeg®

 

LA VISITA A ‘LA MECA’

F. Javier Blasco*

Al igual que para los musulmanes es obligatorio visitar la ciudad Santa de la Meca, al menos una vez a lo largo de su vida, para los presidentes de gobierno de España, su Meca particular es la Casa Blanca, lugar de residencia oficial del presidente de EEUU.

Estos días hemos sido testigos de una forzada y a la par costosa, en cuanto a resultados, de la décimo séptima visita de un presidente español a su ‘homónimo’ norteamericano. Todos nuestros presidentes han pasado por dicha peregrinación con mayor o menor asiduidad y gloria, con resultados variopintos; y podríamos decir que cada uno ha tenido que pagar un importante peaje para ello.

Al igual que los musulmanes están dispuestos a invertir mucho dinero y sufrir sacrificios, incluso la muerte, por realizar tan importante viaje, nuestros presidentes, no dudan en ofrecer caramelos, guiños, apoyos en la sombra e incluso fétidas adulaciones públicas al Tío Sam con tal de que éste les reciba con mayor o menor parafernalia y boato, según la personalidad y el bagaje personal del ínclito presidente español.

De todos es conocido el largo y pesaroso peregrinar de Sánchez para aparecer junto a Biden en una fotografía o pequeño reportaje. Sus múltiples esfuerzos para abordarle, aunque fuera por unos segundos y en un pasillo, resultaron patéticos y originaron muchos memes en las redes sociales.

Estaba claro que dicho sistema no funcionaba y que los resultados de tales abordamientos eran más negativos que positivos y por ello, habría que poner en juego más elementos, algo así como lo que conocemos como ‘poner toda la carne en el asador’.

Tras el fugaz e inútil paseíllo en Bruselas hace más de dos años había que hacer diversos esfuerzos y para ello, siguiendo el estilo y la forma de Sánchez ‘sea como sea y cueste lo que cueste’, apareció la oferta de poner Madrid a disposición de la OTAN para celebrar la prevista Cumbre los días 29 y 30 de junio de 2022. Nuestra excusa oficial era que ese año se cumplía el 40º aniversario de la adhesión de España a la Alianza.

Una Cumbre que inicialmente no tenía una agenda fértil ni atractiva, se salvó por el señuelo que supone Madrid para los extranjeros, menos para celebrar unos Juegos Olímpicos y, principalmente, porque a Putin se le antojó invadir Ucrania y poner patas para arriba la OTAN y la UE.

A nadie se le escapa que la organización de tales macro eventos, aunque el país anfitrión siempre recibe algunos pagos por los desembolsos y gastos corrientes de las delegaciones, éste debe costear muchos gastos, por lo que cada vez le cuesta más a Bruselas encontrar un país que este dispuesto a ello y menos, gratis total.

Es costumbre que, durante las cumbres, el presidente del país anfitrión tome un cierto protagonismo y mantenga encuentros bilaterales o multilaterales con sus homólogos para tratar diversos temas, principalmente sobre la adopción de una política común o de simple mercadeo de material e infraestructuras militares generales o particulares. Así que Sánchez tuvo su encuentro particular con Biden; pero no era suficiente o muy superficial y, además, se celebraba fuera de la Casa Blanca. Por lo que había que ‘sacrificar mas corderos’ para saciar el irrefrenable hambre y manía del que vende muy caros los limitados encuentros bilaterales que ofrece.

Previamente a este evento de singular importancia, sucedió otro mucho más trascendental para España y también para EEUU. Evento, que nunca ha sido explicado adecuadamente y que se presentó como una decisión personal de Sánchez.

Me refiero, claro está, al giro de ciento ochenta grados de la postura de España con respecto al papel de Marruecos en el futuro del Sahara. Decisión que se hizo pública el 17 de marzo de 2022 y que puso patas arriba la tradicional posición española en el tema, los mandatos de la ONU a nuestro país con respecto a celebrar un referéndum entre los aborígenes —antiguos españoles de pleno derecho— con respecto a su futuro y dependencia y emborronó las tradicionales y las muy importantes relaciones comerciales y de vecindad con Argelia; poniendo en grave peligro, entre otras inversiones, el suministro de gas —del que en aquellos tiempos era nuestro principal proveedor— en plena crisis de los precios de los carburantes a causa de la guerra en Ucrania.

No éramos capaces de dilucidar el porqué de tal transcendental decisión y salvo a algunos, pasó desapercibido que Marruecos es uno de los mayores, si no el mejor, aliado de EEUU en África, el principal comprador de armamento y el que más lucha junto a ellos en tratar de sostener la expansión de Estado Islámico y sus franquicias hacia países de la OTAN.

Dar dicho vuelco era ofrecer un regalo envuelto en papel de celofán a ambos, a cambio de nada o casi nada. Ahora, se entiende mucho mejor el porqué de aquel giro, que estimo no fue cosa de Sánchez —no lo considero tan inteligente—, sino de alguno de esos aprendices de brujo que pululan a su alrededor para interpretar y llevar adelante todos los delirios y deseos del gran líder con tal de que este siga engordando su enfermizo prurito y egoísmo personal.

Todo ello, metido en una coctelera cambiaba la postura de desprecio de Biden hacia Sánchez por estar aliado con terroristas y comunistas y, gracias a grandes esfuerzos diplomáticos, se creó un programa acogiendo la petición de Biden durante la mencionada cumbre de la OTAN de aumentar en un cincuenta por ciento la entidad de la flota de buques del sistema antimisiles norteamericano con base en Rota a lo que se añadió la compra de helicópteros polivalentes para la Armada española por un importante monto y con las excusas o contrapartidas españolas de que se iba a discutir sobre las abusivas tasas a diversos productos agrícolas españoles y tratar de recuperar el siempre eterno tema sobre la limpieza parcial de las arenas en la playa de Palomares en Cuevas del Almanzora (Almería), infectadas con elementos radiológicos desde el accidente aéreo de dos aviones norteamericanos que sobrevolaban la zona —el 17 de enero de 1966, en el que un avión cisterna KC-135 y un bombardero estratégico B-52, colisionaron en vuelo en una maniobra de reabastecimiento de combustible lo que provocó la caída de las cuatro bombas termonucleares que transportaba el bombardero—.

A pesar de los grandes esfuerzos, cesiones y verdaderos sacrificios de España, por satisfacer a su incansable presidente; al parecer tras la reunión, a nada que se observen las acciones tomadas y las consiguientes reacciones, fácilmente podemos comprobar que el encuentro debe ser archivado entre aquellos menos o nada trascendentes.

Las razones para ello son llamativas y muy clamorosas: al final del encuentro no se emitió una rueda de prensa conjunta de los dos mandatarios, en los jardines con las respectivas banderas tal como suele ocurrir con los importantes; dicho encuentro fue bastante breve o de aliño; a Sánchez no se le alojó en una residencia al efecto que dispone la Casa Blanca para mandatarios de relevancia ni se le ofreció la muy frecuente cena que se les da a estos.

Una vez conseguida la foto y tras alabarle babeando hasta lo enfermizo, Sánchez se ha vuelto para España, otra vez, con las manos vacías; no ha llegado a ningún acuerdo sobre la limpieza de Palomares; nada se sabe de los aranceles; pero eso sí, vamos a desembolsar una más que cuantiosa cantidad de dinero por un material americano; el número de destructores o fragatas norteamericanas en Rota pasará de cuatro a seis en breve, por lo que aumenta su vulnerabilidad al convertirse en un objetivo mucho más rentable y por último otra vez nos vamos a tragar refugiados que quieren llegar a suelo norteamericano —ya lo hicimos con los de Afganistán—. A lo que hay que añadir la traición nacional al tema del Sahara, la complicación de nuestras relaciones con Argelia y el peligroso regalo a Marruecos a cambio de nada. Nudos de muy difícil o imposible desenlace o solución.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

SEGUNDA GUERRA FRIA. PERSPECTIVAS.

Nicolás Lewkowicz*

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

El mundo unipolar acaba con la llegada al poder de Donald Trump en 2017. El resquebrajamiento del sistema unipolar no es consecuencia de la elección del magnate neoyorkino como presidente de los EE.UU., sino que es síntoma de una paulatina retirada de Washington como hegemón y garante de la globalización, la cual empezó en la ultima etapa del gobierno de Barack Obama. La Guerra Ruso-Ucraniana, las tensiones en torno a Taiwán y las escaramuzas venideras en el Indo-Pacifico deben ser vistas como eventos ordenadores del mundo que se empezará a avizorar hacia 2050. La Segunda Guerra Fría tiene tres ejes fundamentales:

1. Desglobalización. Volvimos a la historia. El mundo es más jungla que jardín. Vuelve la multipolaridad (EE.UU.-China-Rusia) porque Washington no puede gobernar el comercio internacional. Los costos de proteger las mercancías que circulan por los océanos son cada vez mayores e imposibles de sufragar a largo plazo. Por otra parte, EE.UU. no depende del comercio internacional para asegurarse un alto nivel de vida. Su geografía es casi perfecta, dotada de buena parte de los recursos necesarios para re-industrializarse. EE.UU. tiene un mercado interno (NAFTA 2.0) de importancia. Se espera, como ya lo avizoraba Zbigniew Brzezinski (se pronuncia “Yeyinsqui”), la conformación de un “nucleo geopolítico” centrado en el Circulo Dorado (que va del Polo Norte hasta la ex Gran-Colombia), Japón, Corea del Sur y los países europeos que tienen salida al mar Ártico. Expansión geopolítica limitada. Adiós a la teoría del Heartland de Halford Mackinder.

Rusia podrá utilizar los recursos que antes escapaban a “Occidente” (constructo geopolítico creado en 1945) para aumentar el tamaño de su economía. Las grandes riquezas que se encuentran en la Llanura Europea Oriental y Siberia podrían generar niveles de industrialización similares a los primeros planes quinquenales soviéticos. China virará, grosso modo, hacia una geopolítica basada en la militarización y la construcción de un mega-bloque euroasiático, que debería llegar hasta el Estrecho de Ormuz. Ninguna de estas dos potencias quiere ni puede tener un carácter expansivo, sino de defensa del espacio económico y cultural, lo que reforzará lazos con Irán (y otros países de mayoría chiita) y el espacio turquíco.

“Europa” (o mejor dicho, las Europas) sufrirá como nadie el paulatino fin de la hegemonía estadounidense y el paso hacia un mundo multipolar. Hasta que hacia mediados de este siglo se reconfigure en un esquema económico confederativo (de mercado común pero no único), que permita a Reino Unido y Francia utilizar sus lazos de ultramar, a Alemania girar definitivamente hacia el Este, a Italia concentrarse en África del Norte y Balcanes y a España recobrar su destino iberoamericano, sobre todo en el Cono Sur.

2. Envejecimiento. Todo el mundo envejece, salvo algunos países subsaharianos. Esa también es una de las razones del fin de la globalización. La edad promedio en EE.UU. es de cuarenta años. Por otra parte, la inmigración desde América Central es cada vez menor. Gran parte de Europa es aún mas vieja. China y Rusia tienen problemas demográficos de gran importancia. Eso hace imposible una guerra cinética directa entre las potencias, sobre todo si se tiene en cuenta que el hegemón en declive está empezando un proceso de reforma política similar a los que emprenden los imperios antes de expirar. En el supuesto caso que la tendencia demográfica hacia la baja se revierta, las consecuencias no se verían hasta dentro de dos décadas. Eso significa menos productores y menos consumidores. Los países que aún tienen un dividendo demográfico positivo lograrán un crecimiento económico sostenido. Pienso en América Latina, a pesar de que ésta también envejece.

3. Civilizacionismo. El fin de la era liberal llevará a una revalorización de la cultura como eje ordenador del ámbito doméstico y de la manera que los países se relacionan con otros. Samuel Huntington tenia razón. Es imposible escapar a un cierto esencialismo civilizacional. El liberalismo que guiaba la globalización buscaba un nomos único para todo el planeta y ordenamientos basados en reglas, más que en lazos de unidad cultural. Contra John Adams, los países no son “repúblicas de leyes,” sino espacios sociales de proximidad cultural. La gradual retirada de Washington del ordenamiento internacional es el mejor ejemplo de que nadie está dispuesto a defender a nadie que no considere parte de su familia extendida, o sea de su nación y/o espacio cultural. La transición hacia un mundo divido en espacios culturales nos muestra una voluntad de utilizar un poder ultra-blando (mezcla de progresismo y realismo morgenthauniano) por parte del “núcleo geopolítico emergente” pergeñado por el hegemón declinante para poder captar voluntades entre la “periferia,” concepto por cierto cada vez más obsoleto.

4. Renacer argentino. A Argentina no le hizo bien la globalización. Nuestros niveles altos de pobreza se generan a partir de la dictadura cívico-militar (1976-1983) y aumentan a medida que el país se “integra” al mundo. El espacio geopolítico argentino es el viejo Virreinato del Río de la Plata. Son los países de esa área geográfica los que mantienen a nuestra población relativamente joven y los que ven a nuestra patria como lugar de progreso. Se espera que hasta 2050 Argentina mantenga el dividendo demográfico positivo, lo que llevará a un mercado interno más grande y a vendernos más cosas entre nosotros. Argentina no tiene problemas raciales ni étnicos ni religiosos. Esto no es poca cosa. La mayoría de los países si los tienen. Por otra parte, la demanda de materias primas y energía hará que el viejo hegemón (cada vez más viejo y aislacionista) no pueda (ni quizá quiera) ahogar nuestro crecimiento. Mas allá de quien gobierne en las próximas dos décadas, Argentina espera un crecimiento en torno al dos por ciento anual, lo que aumentaría su nivel de desarrollo y la capacidad de defender al país de los embates derivados de la configuración del nuevo ordenamiento internacional. Las circunstancias externas (favorables) ordenarán las reglas de juego en el ámbito político. Y una edad promedio más alta hacia 2050 hará bajar los altos niveles de violencia a los que venimos acostumbrándonos.

En geopolítica se hace futurología en base a lo que ya está ocurriendo. Este análisis no es prescriptivo, sino descriptivo. Nuestra clase política en algún momento se acomodará a las circunstancias enunciadas anteriormente, utilizando los recursos intelectuales generados en las últimas décadas; que están aún en el mercado gris de las ideas, pero que en su debido tiempo y forma adquirirán un rol cada vez más central.

 

* Realizó estudios de grado y posgrado en Birkbeck, University of London y The University of Nottingham (Reino Unido), donde obtuvo su doctorado en Historia en 2008. Autor de Auge y Ocaso de la Era Liberal—Una Pequeña Historia del Siglo XXI, publicado por Editorial Biblos en 2020.

©2023-saeeg®