Archivo de la etiqueta: Argentina

CAPACITEN AL SECRETARIO DE MALVINAS

César Augusto Lerena*

Estadio Malvinas Argentinas, Mendoza. Durante el Mundial Sub 20 le taparon el símbolo de las Islas y ya habían intentado cambiarle el nombre.

La Ley 27.671, sancionada el 15 de julio de 2022, estableció la obligatoria, periódica y permanente capacitación en la Cuestión de las Islas Malvinas de todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación; aunque, a nuestro entender, erróneamente, ésta ley refiera a «la situación colonial en la que se encuentran las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (en adelante Malvinas) y los espacios marítimos correspondientes, parte integrante del territorio argentino, que desde 1833 son objeto de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas», cuando debieran resaltarse, lisa y llanamente, los derechos soberanos de la Argentina de esos territorios y reclamar al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (en adelante el Reino Unido) la devolución de Malvinas, además de la Antártida y sus aguas y la plataforma continental extendida (espacios que no se indican), en un todo de acuerdo, a la Res. 1.514 (XV) del 14/12/1960 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que, en especial prescribe: «… todos los pueblos tienen un derecho inalienable (…) al ejercicio de su soberanía y a la integridad de su territorio nacional (que) la sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales (que) deberá cesar toda acción armada o toda medida represiva de cualquier índole dirigida contra ellos, y respetarse la integridad de su territorio nacional (que) todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas (y que) todos los Estados deberán observar fiel y estrictamente las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas (…) sobre la base de la igualdad, de la no intervención en los asuntos internos de los demás Estados y del respeto de los derechos soberanos de todos los pueblos y de su integridad territorial».

No se trata entonces de una disputa, sino de la apropiación prepotente del Reino Unido de espacios insulares y marítimos que forman parte indivisible del territorio argentino y de la explotación de sus recursos naturales, que cercena la soberanía nacional y empobrece al pueblo argentino.

Según la Corte Internacional de Justicia «Una disputa legal internacional se puede definir como un desacuerdo sobre una cuestión de derecho o de hecho, un conflicto o un choque de puntos de vista o intereses legales» (Manual sobre la aceptación de la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, 2017-2023) y según la RAE “disputar”, que proviene del latín “disputare”, define esta palabra “como examinar punto por punto una cuestión; exponer razonadamente algo o, controvertir” y sí, “la disputa” es una controversia; es decir, una discusión reiterada entre dos o más que defienden opiniones contrarias y si la Argentina aceptase el alcance de este significado etimológico, le estaría quitando la contundencia que se expresa con una energía que no da lugar a la discusión y la certeza de la convicción expuestas en la Disposición Transitaria Primera de la Constitución Nacional que reza: «La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino».

La soberanía nacional está más allá de la disputa que reconoce la Res. ONU 2065/65 (XX) pese a la ocupación británica; ya que lo que debe exigir la Argentina es su ejercicio pleno cercenado por esta potencia extrajera. No están en discusión posiciones contrarias, se debe reclamar la devolución de los archipiélagos y aguas ocupadas, además de llevar adelante otras medidas activas no bélicas, que la Secretaría de Malvinas no lleva, destinadas a debilitar la posición del Reino Unido en Malvinas y recuperar el territorio usurpado.

La capacitación tampoco puede limitarse a detallar antecedentes y derechos como menciona el artículo 6º de la Ley, sino en avanzar en explicitar qué representa política, estratégica, económica, social y territorialmente, para los argentinos, la apropiación del Reino Unido de estos importantes espacios nacionales.

Refiere la Ley 27.671 en su artículo 3º que la capacitación estará en manos de la Autoridad de Aplicación y el Decreto 720/2022 establece que esta función estará en manos del Ministerio de Relaciones Exteriores a través de la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, que a un año de sancionada esta ley y a tres de aprobada la Ley 27.558 de creación del Consejo Nacional de Malvinas que en su artículo 2º establecía entre sus funciones la de «realizar acciones destinadas a colaborar en la difusión y promoción de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas…»; que a la luz de los recientes hechos donde la FIFA, con acuerdo de la AFA y del gobierno de Mendoza, resolvió tapar el cartel de la bandera nacional y la imagen de las Islas Malvinas, además de cambiar el nombre “Malvinas Argentinas” al estadio de Futbol elegido para jugar el Mundial de Sub 20 de futbol y en el Estadio del Bicentenario de San Juan se impedía el ingreso a personas con símbolos referidos a Malvinas; lo que demuestra la inacción o el fracaso de las acciones del gobierno en destacar e interiorizar la importancia de “la Cuestión Malvinas” y, por el contrario, con criterio economicista, se banaliza la soberanía nacional, con total desprecio del mandato popular.

Paupérrimo. Una verdadera muestra de sumisión e inadmisible falta de difusión nacional de los derechos argentinos sobre estos territorios nacionales y un exceso de facultades de instituciones internacionales y nacionales en cuestiones que violan la Constitución Nacional. Resulta obvio, que no se ha cumplido con el artículo 4º de la ley de Capacitación que refiere a incorporar tanto “las dimensiones de sensibilización como de transmisión de conocimientos”.

Al respecto, Ariel Rolfo (Pal’Sur, 27/05/2023) sostiene “que la respuesta de la Secretaria de Malvinas respecto al ultraje a nuestros símbolos fue correcta pero insuficiente ya que por competencia deberían haber hecho la denuncia por violación del Artículo 222º del código penal y al no hacerlo están siendo pasibles a la sanción penal por el artículo 248º del citado Código, al configurarse la figura delictual de incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Mientras esto ocurre en la Argentina y en el marco de la inconducente política que lleva la Secretaría de Malvinas de la Cancillería de promover el diálogo con los británicos, cooperar unilateralmente con los isleños y buscar apoyos teóricos, el Reino no hace más que avanzar sobre nuestros territorios y apropiarse de los recursos pesqueros, petroleros y gasíferos. De los 11.410 Km2 de Malvinas que en 1982 invadía en Malvinas hoy ocupa 1.639.900 km2 de territorio insular y marítimo argentino; construyen puertos; mejoran su logística y las pistas de aterrizaje; modernizan el armamento militar; aumentan las relaciones con nuestros vecinos Brasil, Chile y Uruguay; optimizan sus relaciones societarias con España para favorecer el ingreso de los productos pesqueros sin arancel a la Unión Europea; otorgan licencias pesqueras con las que se apropian de 250.000 toneladas por año por un valor en el comercio final de orden de los 6.000 millones de dólares; empresas británicas realizan exploraciones pesqueras en el área de Malvinas y la Zona Económica Exclusiva Argentina; la empresa Borders & Southern Petroleum (B&S) desarrolla el concepto de condensado de gas cuyo proyecto inicial de 640 millones de U$S permitiría recuperar la inversión dentro del primer o segundo año de producción según el precio del petróleo y, la embajada británica en la Argentina pretende culturizar nuestro pueblo invitando a jóvenes argentinos a “visitar sus vecinos los isleños” o enseñarle inglés a los catamarqueños, como si el Estado argentino no tuviera capacidad de hacerlo.

Tal vez sería bueno, empezar por capacitar a la Autoridad de Aplicación, si es que no queremos que la ignorancia, someta a los pueblos a la colonización, a la expoliación sus recursos esenciales y consecuente pobreza.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado. Presidente de la Fundación Agustina Lerena (Fundada el 21/10/2002), Presidente Centro de Estudios para la Pesca Latinoamericana, CESPEL (Fundada el 02/04/1989).

Autor de “Malvinas 1982-2022. Una gesta heroica y 40 años de entrega” (2021) y de “Pesca Ilegal y Recursos Pesqueros Migratorios Originarios de los Estados Ribereños de Latinoamérica y El Caribe” (2022).

Así bajaban el cartel que tapaba a las Islas Malvinas en el Estadio de Mendoza.
Fuente: Ámbito.

“Z”, LA CIUDAD PERDIDA

Revista Tiempo GNA*

Para ciertas personas, la radiante belleza de la jungla tiene un atrapante magnetismo y es una suerte de invitación a descubrir sus secretos, de los que no es fácil volver. Se sabe que muchos aventureros han salido a buscar la ciudad de los Césares, incluso en tiempos modernos, y jamás se ha sabido de ellos. La leyenda de El Dorado, u “Hombre de Oro”, se basaba en una historia presumible auténtica de un gran rey indígena que de día se cubría en polvo de oro para brillar como un dios. Para algunos historiadores era un ritual que podría haber ocurrido en alguna parte de la selva amazónica presumiblemente en Manaos o cerca de ahí y que finalizó con la llegada del hombre europeo. Dichas investigaciones se basan en relatos de exploradores ingleses y españoles que recorrían el Orinoco unos 100 años después del descubrimiento de América. Cuando veían aborígenes con piezas de oro y les preguntaban dónde las habían encontrado respondían “Manoa”.

Las tribus aunque estuvieran a cientos de kilómetros entre ellas disponían de una eficiente comunicación y al conocerse la crueldad de los invasores europeos para despojarlos de ese metal, la ceremonia del “Hombre de Oro” fue abandonada en el siglo XV, pero los conquistadores la alcanzaron a conocer y fácil es imaginar el esfuerzo que hicieron para descubrir ese lugar.

El Coronel Fawcett

En la selva de Sudamérica han desaparecido numerosas personas hasta expediciones completas. La más comentada fue la del Coronel británico Percy H. Fawcett que llegó a trabajar para el servicio secreto de Su Majestad. Este militar desde 1906 se encontraba en Brasil confeccionando cartografía en zonas limítrofes.

Desapareció cuando exploraba el Amazonas y hasta la fecha no se tiene noticias de él ni de su grupo.

Según escritos de la época, estaba en la selva brasileña con dos hombres más tratando de localizar una ciudad legendaria nunca descubierta por el hombre blanco. Fawcett conjeturó que ese asentamiento existió en la región de Mato Grosso de Brasil y podría tener una antigüedad aproximada a los 11.000 años. La tradición oral mencionaba que había calles fijadas con lingotes de plata y hasta las paredes de ciertas casas serían oro. No era difícil de creer esto, pues para esos años el oro en determinados lugares se obtenía con la mano casi a ras de suelo, y la plata para los nativos no era un metal valioso. Ese fabuloso lugar, los españoles la buscaron en vano durante siglos sin encontrarlo. Fawcett, explorando la selva, un día descubrió un túnel cuya entrada estaba oculta y en su interior había viejos moldes dentro de los que se vertía el oro fundido. Más tarde alguien le acercó una estatuilla esculpida en basalto negro y dedujo que pertenecía a la ciudad perdida en Brasil. A pesar de todo su esfuerzo, la única población que Fawcett encontró fue cierto asentamiento aborigen al que le dio el nombre “Ciudad perdida Z” y estaría al sureste del Perú y norte de Bolivia. También supo que cuando los conquistadores españoles avanzaban en los Andes, los incas tapiaron las principales minas de oro y plata al este de la cordillera ocultando las huellas. Hasta el día de hoy se desconoce dónde estarían.

No todo es fantasía

En ciertos archivos históricos, actualmente se encuentran registrados los nombres incluso la producción que tenían estas minas hasta 1780, pero no han vuelto a ser descubiertas. Cuenta la tradición de la existencia de pequeños túneles en la ladera de alguna montaña con vasijas conteniendo oro y plata que habían ocultado los incas para que no cayeran en manos del conquistador. Se tiene la certeza que escasos aborígenes conocen la ubicación de algunas minas y tesoros ocultos, pero por respeto a sus antiguos dioses nunca dirán nada; por otra parte su vida correría peligro. El explorador inglés sabía todo esto y estaba absolutamente convencido de sus investigaciones, por lo que luego de distintas expediciones el 29 de mayo de 1925 partió en la que sería su última salida. Desde su desaparición fue intensamente buscado sin éxito por años; incluso hasta 2002 distintos investigadores trataron de encontrar alguna prueba de su desaparición en ese infierno verde.

Nunca se encontró algún indicio y la mayor sospecha se centra en que fueron asesinados por salvajes, algo que también suele ocurrir ocasionalmente hoy día. En abril de 2004, en el estado amazónico de Rondonia (Brasil), los indios masacraron a 41 “garimpeiros” (buscadores de oro y diamantes).

Es decir, el coronel británico aunque estaba equivocado sobre la existencia de “Z” la ciudad perdida, no lo estaba sobre la existencia de minerales preciosos.

Otra historia real

En El Maitén (Chubut) en 1973, el Jefe de la Sección de la GNA emplazada en esa localidad conoció a un aborigen llamado Catriful, que se ganaba la vida cortando leña. Los fines de semana, concurría a un destartalado boliche de campo donde pasaba horas bebiendo vino y para sorpresa de la paisanada el aborigen ocasionalmente pagaba sus gastos con algunas pepitas de oro y por más que en distintas ocasiones intentaron emborracharlo para que contara dónde las encontraba, jamás pudieron obtener indicio alguno. Para todos era una gran incógnita y por eso lo respetaban. Cuando el oficial de Gendarmería se enteró de ese murmullo le fue imposible de comprobarlo, pero enseguida lo asoció con un sacerdote que lo visitaba. El cura sin demostrarlo le dijo que también las obtenía. Lamentablemente falleció en la montaña al desbarrancarse el tractor que conducía en un accidente muy insólito y como es de imaginar, murió sin revelar el secreto. Que en las entrañas de Sudamérica se oculten enormes riquezas no es de extrañar. Desde la conquista española en los Andes muchos pagaron con su vida buscando el oro de los incas, incluso la selva sepulta en su bullicioso silencio el secreto del destino de otros osados visionarios. La duda que salta a vista es que, si con la actual tecnología no se ha descubierto lo que Fawcett estaba buscando es muy difícil que pueda existir y que todo haya sido un embuste de los nativos.

Pero… nunca se sabe.

Video relacionado:

Artículo publicado por la Revista Tiempo GNA 79.

EL SECRETO DE LA PROSPERIDAD

Iris Speroni*

Es imposible activar el mercado interno cuando el salario promedio es U$D 300 mensuales.

El motor de la prosperidad

Argentina necesita arrancar su camino hacia el lugar donde todos vivamos mejor.

Los motores posibles para que un país crezca son pocos:

    • mercado interno,
    • exportaciones,
    • inversiones.

Los libros de texto de economía agregan el Estado como motor de la economía, pero en realidad es un agente más, si bien más grande, el cual incursiona en algunas de estas tres propuestas. El famoso “cavar pozos y taparlos” de Keynes. Es un ejemplo del primero, donde se pagan sueldos y esas personas van al almacén, con lo cual mueven el mercado interno. Si el Estado decide hacer una nueva Atucha o una nueva represa, es el Estado, como agente, que incursiona en el tercer punto, inversiones. Y si el Estado vende reactores nucleares vía el INVAP, entonces exporta. Con lo cual, volvemos a que tenemos tres soluciones posibles para salir del estancamiento, que son las nombradas.

Con esto cerramos la parte técnica.

¿Cuál de las tres deberíamos elegir para arrancar el motor? ¿Se puede con las tres a la vez? ¿Cómo sería?

Los últimos gobiernos (Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández) quisieron mover la economía en base a incentivar el mercado interno. Y la forma de hacer —¡pardiez!— fue mediante emisión monetaria. Por eso Cristina Fernández cambió la carta orgánica del BCRA, por eso Mauricio Macri duplicó los planes sociales, por eso Alberto Fernández … Dios sabe qué quiso hacer el actual presidente.

Lo que sabemos es que esto no funciona. Porque es un mercado de pobres donde A le vende a B y nadie tiene una moneda. Es imposible activar el mercado interno cuando el salario promedio es U$D 300 mensuales. Nadie que tiene esos ingresos vive bien en ningún lugar del globo. ¿Por qué sería distinto acá?

Lo explico de otra manera. El gobierno y los amigos del gobierno (léase la UIA) tienen dos alternativas: que la gente gane bien (¿U$D 1000?) y que el kilo de carne salga 6 U$D ó que la gente gane mal y abaratar el precio de la carne con diferentes artilugios, como prohibir la exportación (nunca mediante eliminar impuestos). ¿Cuál eligen? Mantener pobre al pueblo.[1]

Entonces, pretender que el motor de la economía sea el mercado interno con salarios de hambre es contradictorio per se. Es inoperante y destinado al fracaso.

Fracaso en el que incurrieron los tres gobiernos y la razón por la que estamos cada vez más pobres.

Por lo tanto, eliminado el abusado mercado interno nos queda la inversión y/o las exportaciones como motor para arrancar la economía.

¿Exportar o invertir?

Cualquiera de los dos sirve. Pero seamos realistas, ¿quién va a invertir con la macroeconomía hecha un desastre, con todos los precios relativos distorsionados y con un BCRA que se apropia de la mitad del valor de las exportaciones y/o con una inflación de 110% anual por lo menos?

No sólo eso. Los políticos argentinos traicionan a la madre, mucho más a los comunes.

Los criadores de cerdos invirtieron consistentemente en los últimos años, al punto que la producción aumentó al 8% anual en el último lustro. De pronto, los políticos autorizan la importación de carne porcina de Brasil, con un subsidio público del 50% (cotización artificial de la divisa), a pesar de los problemas bromatológicos de la carne brasileña. Generan una competencia desleal, con importaciones a mitad de precio, mientras entregan mercadería sub par a la población.

Por lo que creo que se debe arrancar por las exportaciones y rogar que las inversiones empiecen una vez que se acomode la macro.

Exportar

¿Qué es lo que podemos exportar? Siempre sostengo que podríamos llevar las exportaciones a U$D 300 mil millones ó U$D 500 mil millones en poco tiempo, pero específicamente ¿qué podríamos exportar?

En primer lugar, hay que poner en orden la macroeconomía.

Cero inflación, permitir el libre uso de divisas para las transacciones entre privados, dejar libre la cotización de dólares, euros, yuanes, reales, rupias, rublos. Dejar de emitir letras del BCRA y por lo tanto, que el estado no determine la tasa de interés de la economía. Que los privados se presten el dinero a la tasa que quieran.

Eso va a acomodar un poco las cosas.

Ahora bien, parto de la hipótesis de que el tipo de cambio está manipulado por el BCRA. Si el BCRA dejara de intervenir en el mercado cambiario, lo esperable es que el tipo de cambio sea libre y naturalmente más alto. Eso, automáticamente hará más competitiva toda nuestra producción y por lo tanto más exportable.

Evolución de las exportaciones

De estos cuadros se desprenden dos conclusiones:

    • El saldo comercial acumulado durante el gobierno de Alberto Fernández fue de U$D 62.499 millones. Ese dinero deberían ser las reservas mínimas del BCRA. Deberíamos todos nadar en la abundancia.
    • Las exportaciones anuales crecieron un 50% en sólo tres años y sin ninguna ayuda por parte del Estado y, por el contrario, toda suerte de impedimentos.

Queda demostrado en forma práctica que podemos aumentar las exportaciones.

Cosas a exportar

¿Qué debemos exportar? ¿Cuáles son los pasos para llegar al hito de U$D 300 mil millones? ¿Y al de U$D 500 mil millones? ¿Debe el estado intervenir, manipular las inversiones, fomentar alguna actividad en especial? [2]

La respuesta genuina es que el Estado debe ordenar la macro y dejar que los ciudadanos descubran qué se puede vender y qué no. ¿Quién sabe? Tal vez un par de amigos descubren cómo hacer kayaks con fibra de vidrio y exportan al mundo o un par de hermanos misioneros cultivan hongos gastronómicos y colocan su sofisticada producción en Dubai. Así existen fenómenos como Cicaré o el Pursang de Anadón. Creo que es lo más sano que existe.

Los gobernantes no harían más que cumplir con el mandato constitucional: “…asegurar los beneficios de la libertad…” y “…promover el bienestar general…”. ¿Cómo? Sencillo, la Constitución Nacional nos lo dice: “Art. 75, inc.19. Proveer lo conducente … a la defensa del valor de la moneda…”.

En resumen, exigimos de los funcionarios que no nos compliquen la vida como lo hacen desde hace décadas.

¿Hay cosas que el gobierno debe hacer? Sí, claro. Primero, como dije, ordenar la economía; segundo, colaborar con un buen servicio de relaciones exteriores; tercero, invertir en las fuerzas armadas porque nadie respeta a un país que no puede defenderse; cuarto, administrar justicia (también mandato constitucional) de forma tal de hacer más fáciles las relaciones laborales y comerciales; quinto, generar las condiciones para tener un buen sistema de transporte tanto terrestre como fluvial como marítimo; sexto, garantizar la calidad de la provisión de energía eléctrica de tal forma de poder producir; séptimo, no interferir ni boicotear el crecimiento del interior del país [3].

En concreto, ¿cómo crecerán las exportaciones?

Se llegará de los actuales U$D 88 mil millones a U$D 300 mil millones si damos los siguientes pasos:

    • al sincerar la macro (tipo de cambio y tasa de interés),
    • y al bajar impuestos (DEX e impuesto a las ganancias) se lograrán dos efectos:
      1. se blanquearán exportaciones ya existentes,
      2. determinadas actividades que hoy están en equilibrio o levemente deficitarias pasarán a ser superavitarias y aumentarán sus volúmenes exportables.

Ejemplos:

    1. Actualmente, según las autoridades del sector, se declaran sólo la mitad de las capturas de pesca. La otra mitad se trasborda en altamar y no se declara a la Aduana. Eso duplicará las exportaciones formales en el sector sin inversión adicional alguna,
    2. En los últimos años se redujeron las superficies sembradas y plantadas con arroz o arándanos porque, debido al tipo de cambio retrasado, las explotaciones se volvieron deficitarias, en particular para el pequeño productor. Ídem bodegas vitivinícolas o limones en Tucumán.

El segundo paso requerirá cierta maduración, en particular lo que tiene que ver con que la población gane confianza en la estabilidad de la economía. Entonces los rubros a crecer y exportar en temas agropecuarios son:

    • carne aviar,
    • carne porcina,
    • carne caprina,
    • carne ovina,
    • carne de camélidos [4],
    • equinos vivos,
    • lanas (ovina, caprina, camélidos),
    • cultivos de secano (uvas, olivos, frutas secas, azafrán),
    • frutas finas,
    • frutas en general,
    • floricultura (hoy inexistente) [5],
    • la producción vacuna mediante el uso de pasturas y la mejoras que hoy la faltas de rendimiento no permiten (índices de fertilidad, pesos promedios, etc.),
    • la producción tradicional de granos mediante mejoras en el manejo.

Luego tenemos los aumentos de producción que sí requieren inversiones. El principal es el riego. Esto permitirá triplicar la superficie arable.

El mercado lácteo debe llegar a exportar U$D 4.000 millones anuales entre leche en polvo, quesos y otros productos. Esto requiere la reformulación completa de las relaciones comerciales intracadena.

El mercado internacional de maquinaria agrícola ascendió en el año 2021 a U$D 81 mil millones. Argentina no tiene participación alguna. Debe aspirar a estar dentro de los 10 primeros proveedores mundiales.

En cuanto a pesca, debe reformularse. Custodiar el Mar Argentino e impedir la pesca furtiva, cancelar las actuales concesiones y armar un nuevo esquema. Esto duplicará o triplicará los actuales valores.

Estimular la acuicultura. Tanto de peces como de mariscos. Podemos llegar a exportar entre U$D 2.000 y U$D 5.000 millones en este rubro, además de traer prosperidad a las costas patagónicas.

Reformular el negocio textil. Actualmente existe para satisfacer el mercado interno. Básicamente consiste en la confección sobre telas asiáticas, a veces introducidas por contrabando. Caro y de mala calidad. El temperamento deber ser distinto y no sabemos si los actuales empresarios, llenos de vicios, son las personas indicadas. El negocio deben ser las fibras naturales (lanas, algodón, lino, bambú), lavado, hilado y si es posible, tejido. Asociarse con empresas italianas para ser proveedores de su confección y/o confeccionar aquí con su supervisión. Buscar el sector de alta calidad y alto precio dentro del mercado internacional.

Ídem para los cueros. Un guante de cabritilla cuesta 200 euros en Piazza di Spagna en Roma. Los guantes de cuero de oveja para motociclistas tienen muy buenos precios. Toda esa industria (calzado, marroquinería, accesorios, talabartería) requiere inversión y alta calidad de mano de obra. Por lo que necesitaremos tiempo y dinero para ambos. Totalmente factible. Italia exporta U$D 6.600 millones de calzado de cuero por año; Brasil U$D 353 millones. Nosotros no existimos.

Industria del conocimiento. Si adecuamos el tipo de cambio y los impuestos, la exportación de servicios explotará. Eso incluye informática, consultorías, docencia, auditoría. Nada hay que hacer excepto dejar de ahorcar a los protagonistas.

En cuanto a los combustibles, estamos en una situación desafortunada en este momento. Exportamos petróleo crudo e importamos refinados. Eso debe darse vuelta y la única forma es mediante inversión en refinerías de petróleo.

Industrias

Cada una es un mundo. Actualmente exportamos el 90% de la producción de aluminio en lingotes. Tal vez el desafío sea exportar productos elaborados en base a aluminio.

La industria maderera está en la misma situación que otras. Sólo necesitan un tipo de cambio competitivo, impuestos razonables y fletes.

El aumento del tipo de cambio le dará competitividad a la producción industrial nacional. Dejaremos de importar de Brasil shampoo, jabón de tocador o cubiertos. No hay ningún secreto de producción. El único secreto brasileño es el tipo de cambio de importación al 50% del verdadero y la ausencia de derechos de importación. Cortar con el tipo de cambio subsidiado solamente aumentará la actividad industrial doméstica. Algunos de ellos podrán exportar.

Un punto que no se tiene en cuenta es el flete internacional. Para las cuentas nacionales es una importación de servicios, al igual que los seguros. Si ciudadanos argentinos se deciden a ser armadores nos podemos ahorrar algún número entre cero y U$D 6.000 millones anuales. Una inversión que hoy no se concreta por las intervenciones estatales, en particular en el mercado de cambios y tributarias.

El Estado debe invertir o facilitar las inversiones privadas en dos grandes rubros: fletes internos, esto es habilitar puertos sobre el Paraná y dejar que existan las flotas fluviales argentinas, permitir el transporte marítimo de carga por los puertos patagónicos con el fin de evitar que todo llegue por camión vía la Ruta 3, dejar navegable el canal Magdalena y poner a punto los FFCC de carga. Fomentar el transporte aéreo para los productos que lo ameriten.

De a poco, ladrillo a ladrillo, construir nuestra prosperidad.

Inversión

La contracara de las exportaciones debe ser la inversión. El dinero ganado por exportar no debe transformarse en tesoro (amontonarlo en una cuenta corriente) sino convertirlo en inversión.

En inversión privada, con todas las actividades que se nos ocurran.

Pública, al garantizar calidad en transporte, conectividad por fibra óptica y satelital; y en energía eléctrica de calidad (potencia) en todo el país.

La inversión es necesaria por dos razones; porque es imprescindible para crecer constantemente, y porque si no se hace, la inundación de exportaciones producirá una caída del valor de la divisa. La forma de prevenirlo es mediante la inversión y la importación de maquinaria.

Ése fue el secreto del crecimiento desde 1880 a 1975. Exportaciones contra inversión.

Por último, no hay que esperar inversiones externas, es un espejismo. Dejemos que los argentinos saquen sus dólares de sus escondites y confíen en el país. Ésa y no otra debe ser la base de la inversión futuro que llevará nuestro PBI y nuestras exportaciones a niveles jamás soñados.

Prosperidad

El aumento de exportaciones tendrá los siguientes efectos: aumento de demanda laboral que llevará inevitablemente a un aumento del salario medio, y un aumento de la prosperidad en las provincias en relación con la capital y el Gran Buenos Aires. Los objetivos son pleno empleo, formalización del mismo y salario medio de U$D 1.400.

Habrá movilidad de población dentro del territorio nacional. Debemos desarrollar la Argentina marítima.

Si además invertimos en riego, triplicaremos la superficie arable y se requerirán grandes inversiones en construcción civil en todos los pueblos y ciudades que nacerán en nuestro territorio.

¡El futuro es nuestro! Sólo tenemos que sacarnos estos parásitos de encima.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] La solución de los gobiernos es abaratar artificialmente los productos que los pobres (los que ganan U$D 200 ó U$D 300, es decir todos) compran. Y así artificialmente, subir su poder de compra. Es buscar el equilibrio hacia abajo, hacia la pobreza, en lugar de buscar el equilibrio hacia la prosperidad.

Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis

http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/carne-y-el-valor-del-salario-episodio.html

[2] Lo que hay que erradicar de la vida política argentina y de nuestro vocabulario es la fórmula UIA, la fórmula De Mendiguren: exenciones impositivas + subsidios + créditos blandos. Nunca más nada de eso. La solución es todo lo contrario: macroeconomía estable, bajos impuestos y dejar a la gente tranquila con trabas burocráticas. Nosotros nos arreglamos solos.

[3] Lo que ha hecho mediante: 1. tipo de cambio artificialmente bajo; 2. malos y caros fletes; 3. altas tasas de interés; 4. acumular empleados públicos (consumo) en la capital federal.

[4] En los tres últimos casos las exportaciones son inexistentes. Tanto Paraguay como Uruguay crecieron en los rubros.

[5] Las exportaciones de Holanda son U$D 5.170 millones anuales. Colombia exporta U$D 1730 millones anuales, en particular rosas.

 

Notas relacionadas

Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis

http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/carne-y-el-valor-del-salario-episodio.html

Echar al régimen

http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/echar-al-regimen.html

300 dólares

http://restaurarg.blogspot.com/2020/11/300-dolares.html

 

Publicado el 13/05/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/05/el-secreto-de-la-prosperidad.html