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LA ISLA DE LA FANTASÍA

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

 

Estamos en una situación delicada. No porque exista oposición sino justamente porque no existe.

 

Esta semana la casta política casi por unanimidad aprobó el cupo trans para los puestos públicos.

Este acto demuestra varias cosas:

  • que hay un partido único en Argentina: el partido socialdemócrata.
  • que ninguno de los legisladores lee la constitución[1]. Aquél que sí la leyó, no da un rábano por su contenido. Tiene razón. Violar la CN no recibe castigo alguno.
  • que son obedientes al mandato externo. Amnistía Internacional, subsidiaria de MI6, o cualquier otra fundación/asociación civil que cubra su función, les ordena hacer algo y van todos a cumplir como buenos y obedientes mandaderos que son.
  • que viven desconectados, en un 100%, de los padecimientos del pueblo. Se entretienen con el sexo de los ángeles —en este caso literalmente— mientras millones de personas ven sus medios de vida, su patrimonio y su familia deteriorarse ante sus ojos sin que nadie les tire una soga. Esto tiene dos vertientes: por un lado viven en una burbuja, realmente no saben qué sucede; por el otro, ostentan impunidad, “mirá como me río en tu cara”. Un ejemplo de miles posibles: la casta tiene su personal doméstico en negro[2]; nadie les pida la renuncia aún en los casos en que la contravención se haga pública. Vale para Triaca (¡ministro de trabajo!), o de la responsable de un engendro socialdemócrata como el INADI quien abusó de una inmigrante boliviana (parece que la única mujer, pobre y coya que importa es Milagros Sala; todas las otras mujeres pobres coyas no son de interés de Palermo Sensible).

Esto ocurre en medio de un panorama desolador. Hace diez años que el país no crece. Cierres de comercios y empresas en general. Mayor presión impositiva (a pesar de la caída del nivel de actividad y de los recesos forzados dictados por el propio gobierno). Caída del empleo. Pérdida del poder adquisitivo de los asalariados.

Mientras la casta se ha dedicado a: leyes de aumento de impuestos, b. emitir moneda sin el debido contralor del Congreso, c. leyes exigidas desde el exterior de todo tipo (religión de género, impunidad para los laboratorios, facilidades para las petroleras, aborto, el inexistente “calentamiento global”, etc.). En ningún momento la nomenklatura tomó una medida para facilitar la vida del pueblo, custodiar el patrimonio de la Nación o cumplir con el mandato constitucional de “promover el bienestar general”.

Hace 40 años que los gobernantes desinvierten en salud. Viene una pandemia o una pseudopandemia y expone que no hay suficientes camas de terapia intensiva para 45 millones de habitantes. ¿Qué hicieron con nuestro dinero todos estos años? Luego de emerger esta cruda realidad persisten en la subinversión y en pagar magros sueldos al personal de salud. No tienen la más mínima capacidad de rectificar su rumbo en caso de turbulencias. Perseveran en un curso de colisión.

No les importa, porque no les pasa nada por incumplir sus juramentos y porque les pagan por gobernar en contra de los intereses de todos nosotros.

Argentina no crece desde hace diez años. ¿Por qué? Es simple. Es un poco como la ley de la gravedad. Si uno suelta una lapicera a un metro del suelo, ésta cae. No pueden pasar muchas otras cosas. En caso de haber un viento feroz, se suman los vectores (el horizontal del viento y el vertical de g) y el objeto caerá en algún otro lado. Pero caerá.

Con el crecimiento del PBI pasa lo mismo. No se pueden violar las leyes físicas. Para crecer hay que invertir. Pueden invertir los privados o el sector público, pero alguien lo tiene que hacer. Si la inversión equivale al desgaste natural de la inversión existente, nos mantenemos en el mismo lugar. (Técnicamente cuando la inversión equivale a la amortización del capital).

Crecimiento de PBI per cápita. En nuestro país todos los años nacen más bebés que gente que se muere, a lo que se suma la inmigración. Esto es, la población crece al 1,17% anual. Para que el PBI per cápita (PBI por persona) crezca, el PBI debe crecer al menos un 1,17% anual.

No crece el PBI total y mucho menos el per cápita.

Para que crezca el PBI per cápita deberíamos reponer la obsolescencia de capital (las máquinas, rieles, represas, columnas de Alta Tensión, camiones que se rompan) y un poco más para crecer la producción un, al menos, 2%.

¿Por qué no sucede? Porque se roban todo. Para poder cumplir con este mínimo que evitaría tensiones sociales quienes gobiernan deberían monitorear el nivel de saqueo, frenarse al momento de llegar a ciertos montos, de tal forma de no poner en riesgo todo su sistema de opresión. Ni eso saben hacer.

No lo hacen porque están en ganadores. Porque están duros de merca. Se sienten imbatibles. Nada los puede tocar. Peor desde que desplazaron a Trump. Creen —tal vez con razón— que no tienen a nadie en frente. Ni en la Argentina, ni en el exterior.

Estamos en una situación delicada. No porque exista oposición sino justamente porque no existe.

Un régimen que avanza como un tren sin frenos y a alta velocidad hacia un estrago que ocurrirá tarde o temprano. ¿Por qué? Porque no tienen registro ni por dónde van, ni a qué velocidad y tampoco saben que los frenos a aire tienen las mangueras cortadas. Total ¿para qué? Hasta ahora van fenómeno.

Es su propia incapacidad para autoregularse la que acabará con ellos.

Así como no leyeron a la Constitución, tampoco la Ilíada. Caso contrario sabrían qué le sucedió a Aquiles, protegido por los dioses, por no haber sabido controlar sus excesos. En el caso de él, la ira. En el caso de esta banda delictiva que nos gobierna, la codicia y la soberbia.

Además, seamos serios, ¿Qué dios del Olimpo querría custodiar semejante gentuza?

Mientras tanto, casta, pidan una segunda vuelta. Pagamos nosotros.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA). 

Publicado originalmente por Restaurar.org https://restaurarg.blogspot.com/2021/06/la-isla-de-la-fantasia.html 

 

Notas

[1] Constitución Nacional. Artículo 16.- La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.

Toda política de cupo es contraria a nuestra constitución. Pero… margaritas a los chanchos.

[2] Recuerdo dos episodios. Una propaganda prejuiciosa y racista para incitar a registrar al personal doméstico de finales del gobierno de Cristina Fernández y el cambio de la ley para la misma ocupación, que tanto ponderó Federico Pinedo, el cual refuerza los castigos para quien la incumpla.

EL HIDRÓGENO PODRÍA SER UN ACTOR CLAVE EN EL PLAN DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA

Giancarlo Elia Valori*

Imagen de akitada31 en Pixabay

Gracias al aporte de vacunas, la pandemia de Covid-19 está comenzando lentamente a disminuir y poco a poco va perdiendo su agresividad, con la consiguiente reducción de su impacto en la salud de las personas en todo el mundo. Sin embargo, mientras que los efectos sobre la salud de la pandemia parecen estar desapareciendo, los efectos económicos negativos de un año y medio de confinamiento y cierre forzado de muchos negocios se están sintiendo fuertemente a nivel mundial y parecen destinados a durar mucho más allá del final de la emergencia sanitaria.

Con el fin de apoyar y fomentar la “reactivación” de la economía, la Unión Europea ha puesto en marcha un “Plan de Recuperación y Resiliencia”, asignando una enorme cantidad de fondos que se utilizarán en los próximos años no sólo para ayudar a los países en dificultades con medidas contingentes, sino también para estimular el crecimiento económico y productivo capaz de modernizar los modelos de producción con referencia específica al equilibrio ambiental, que se enfrenta cada vez más a una crisis debido al uso de fuentes no renovables, altamente contaminantes.

Italia recibirá más de 200 mil millones de euros en fondos europeos para desarrollar sus propios proyectos para salir de la crisis económica de la pandemia y, con razón, quiere utilizarlos no solo para tapar las fugas causadas por los diversos ‘lockdowns’ en el tejido productivo nacional, sino también para poner en marcha proyectos estratégicos capaces de hacer más eficientes no solo los sectores productivos sino también la administración pública y los sistemas sanitarios y judiciales.

En resumen, el “Plan de Recuperación y Resiliencia” que está saliendo a la historia puede resultar una poderosa fuerza impulsora para el desarrollo y la modernización de Italia.

Los proyectos presentados por Italia a las instituciones de la UE incluyen una asignación inicial de más de 200 millones de euros —de los 47 mil millones de euros previstos para la próxima década— para promover la investigación y el desarrollo en el campo de las energías renovables y, en particular, en el sector del hidrógeno.

¿Por qué hidrógeno?

El hidrógeno es potencialmente la fuente más abundante de energía “limpia” en el universo. Es versátil, seguro y fiable; cuando se obtiene de fuentes de energía renovables, no produce emisiones nocivas para el medio ambiente.

Sin embargo, no está disponible en la Naturaleza en su forma gaseosa —que es la única que se puede utilizar como fuente de energía— ya que siempre está unida a otros elementos, como el oxígeno en el agua y el metano como gas.

Los procesos tradicionales utilizados para “separar” el hidrógeno del oxígeno en el agua y del metano consumen grandes cantidades de electricidad, lo que hace que los procesos no solo sean muy caros, sino también altamente contaminantes, con la paradoja de que, para producir energía limpia, el medio ambiente queda «contaminado» de todos modos, especialmente si – como ha sido el caso hasta hace poco – la electricidad necesaria se produce con fuentes de energía no renovables tradicionales (carbón, gas y petróleo).

La mejor fuente de hidrógeno en forma gaseosa es el mar. La electrólisis puede separar fácilmente el hidrógeno del oxígeno y almacenarlo en forma gaseosa para su uso como fuente de energía.

Las células electrolíticas utilizadas para desarrollar el proceso consumen grandes cantidades de energía y, afortunadamente para nosotros, la ciencia está encontrando la manera de producirla sin contaminar, utilizando energía solar, eólica y, sobre todo, de las olas del mar. El uso de la energía marina crea una especie de “economía circular” para la producción de hidrógeno: de la fuente primaria prácticamente inagotable de agua oceánica, el hidrógeno se puede extraer con la energía proporcionada por el movimiento de las olas y las mareas.

El cuarenta por ciento de la población mundial vive a menos de 100 kilómetros del mar, lo que demuestra el potencial de la energía de las olas y las mareas marinas como motor del desarrollo sostenible en términos económicos, climáticos y ambientales.

Hoy en día se dispone de herramientas modernas y no invasivas para extraer electricidad de las olas del mar, como el “pingüino”, un dispositivo fabricado en Italia, que —situado a 50 metros de profundidad— produce electricidad sin dañar la flora y la fauna marinas.

Otro ejemplo de la inteligencia y creatividad de los científicos italianos es el Convertidor Inercial de Olas marinas (ISWEC), un dispositivo alojado en el interior de un casco de 15 metros de largo que, ocupando un área marina de solo 150 metros cuadrados, es capaz de producir 250 megavatios de electricidad al año, lo que permite reducir las emisiones a la atmósfera en 68 toneladas de CO2.

Con estos dispositivos y los otros que la tecnología desarrollará en los próximos años, será posible alimentar células electrolíticas para la producción de hidrógeno en forma gaseosa a escala industrial, a niveles que —en los próximos 15 años— conducirán a la producción de al menos 100.000 toneladas de hidrógeno “verde” al año, lo que permite reducir significativamente la contaminación atmosférica, con efectos positivos en la economía, el ambiente y el clima.

En el verano de 2020, la Unión Europea puso en marcha un proyecto denominado “Estrategia del Hidrógeno”, con una financiación de 470 mil millones de euros, destinado a proyectos de investigación y producción capaces de equipar a los países de la UE con herramientas de electrólisis para producir al menos un millón de toneladas de hidrógeno “verde” a finales de 2024.

La lucha contra las emisiones de CO2 continúa sin cesar: en Estados Unidos que, tras la Presidencia de Trump, ha reafirmado su compromiso con la reducción de emisiones; en China que, en su último plan quinquenal, ha pronosticado una reducción del 65 % de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera para finales de 2030; en Europa, que siempre ha estado a la vanguardia en la creación de dispositivos para producir energía de las olas y las mareas y exporta sus tecnologías a Estados Unidos, Australia y China.

Según el Consejo del Hidrógeno, una asociación de más de 100 empresas de todo el mundo que comparten una visión común a largo plazo para una transición al hidrógeno, en el futuro Europa y China competirán y cooperarán en la producción de energía obtenida de las olas y mareas y la producción relacionada con el “hidrógeno verde”.

Con su 14º plan quinquenal, China, en particular -después de haber sido durante décadas una de las principales fuentes de emisiones de CO2 a la atmósfera y de contaminación global- ha asumido el compromiso de “desarrollar y promover la coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza, mediante la mejora de la eficiencia en el uso de los recursos y un equilibrio adecuado entre la protección y el desarrollo”, como ha indicado claramente su Ministro de Recursos Naturales Lu Hao.

Puede sonar como frases dulces de un político en una conferencia. Sin embargo, en el caso de China y su Ministro de Recursos Naturales, las palabras se han convertido en hechos.

Como parte de la Hoja de Ruta 2.0 para la tecnología de ahorro de energía y los vehículos de nueva energía, China ha establecido el objetivo de un millón de vehículos de combustible de pila y dos millones de toneladas de producción de hidrógeno al año para finales de 2035.

El Informe de desarrollo de la industria de la energía del hidrógeno de China 2020 prevé que, para finales de 2050, la energía del hidrógeno satisfará el 10 por ciento de las necesidades energéticas, mientras que el número de vehículos de combustible de pila de hidrógeno aumentará a 30 millones y la producción de hidrógeno será igual a 60 millones de toneladas.

Con miras a dar contenido a estas perspectivas, China ha establecido el “Centro Nacional de Tecnología Oceánica” en Shenzhen y ha desarrollado —junto con el “Grupo Mundial Internacional” italiano— el “Proyecto de cooperación China-Europa para la generación de energía y la producción de hidrógeno a partir de las olas del mar y de otras fuentes de energía renovables”.

Se trata de proyectos concretos en los que —gracias a la creatividad italiana y a la racionalidad y el pragmatismo chinos— debemos seguir invirtiendo y trabajando, sobre todo para dar a la tercera revolución industrial una cara más limpia que la de la segunda revolución industrial, teñida de carbón.

Estos proyectos parecen estar en línea con los previstos tanto a nivel europeo como italiano por el “’Plan de Recuperación y Resiliencia”, que debería guiarnos para salir del estancamiento económico de la pandemia. Merecen ser financiados y apoyados, ya que no sólo pueden contribuir a la recuperación y reactivación de la economía, sino también a la reconstrucción de un mundo más limpio y habitable (demostrando así que el bien siempre puede salir del mal).

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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EL LEGADO DE 2020 Y 2021 EN LAS PERSPECTIVAS DE ESTADOS UNIDOS Y CHINA

Giancarlo Elia Valori*

2020 fue un año crucial debido al Covid-19 que interrumpió la evolución del orden mundial en la dirección de la diferenciación y la transformación. Esta es la crisis más grave a la que se ha enfrentado la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial.

Al 10 de mayo de 2021, según el Informe Global de Estadísticas Epidémicas de la Nueva Corona de la Universidad Hopkins, había 158.993.826 casos confirmados en todo el mundo y 3.305.018 muertes.

La pandemia es como un experimento social global muy importante. Sobre la base de un orden mundial que ya ha entrado en crisis, no sólo ha provocado una pausa y, por lo tanto, la desaceleración del desarrollo económico, sino que también ha presionado la aceleración de la división social y la transferencia de poder de político a técnico.

Por el momento, aunque analistas más experimentados e instituciones de investigación líderes han publicado varios informes de investigación, ninguno de ellos puede predecir con precisión y detalle el enorme impacto de la pandemia en la historia del siglo XXI.

Sin embargo, la pandemia traerá consigo cambios importantes en cuatro áreas.

En primer lugar, acelerará la tendencia general de la recesión y la diferenciación económica mundial. Esto se debe a las políticas de sobre-transmisión de divisas adoptadas por varios países y a la intensificación de la polarización social interna. La crisis económica y financiera mundial aún no se ha resuelto desde 2008. Por el contrario, la crisis sólo se ha visto ocultada por la respuesta a corto plazo de la política monetaria.

En segundo lugar, la pandemia acelera los cambios internos y la reorganización del orden político y económico internacional, precisamente la diferencia social interna. Debido a la turbulenta influencia de la política interna e internacional, los riesgos políticos y económicos en las regiones frágiles del mundo se intensificarán o tendrán un efecto en cadena.

En tercer lugar, la pandemia promoverá el fortalecimiento de la sociedad digital y la competencia entre los países en la construcción de nuevas tecnologías se hará más intensa. El impacto más significativo de la sociedad digital es la llegada silenciosa de una sociedad transparente que existe pero no tiene contacto humano.

En cuarto lugar, la pandemia fomenta el auge del nacionalismo de las vacunas y acelera el resurgimiento del valor de la comunidad de Asia Oriental, que tiene un significado especial desde el punto de vista de la historia de la civilización mundial.

En cuanto al año pasado, el evento político y económico más influyente en 2020 fueron las elecciones estadounidenses y el cambio de administración relacionado. Las elecciones estadounidenses fueron las más agudas, pero también las más frustrantes en la historia de los Estados Unidos. Aunque Trump perdió las elecciones, 74.216.154 ciudadanos votaron por el presidente saliente.

Para los Estados Unidos, el cambio de dirección no puede ser visto como el advenimiento de una política determinada en una dirección, ya que la realidad básica de la sociedad estadounidense altamente dividida no ha cambiado, sino que se ha fortalecido debido a las elecciones generales. El enorme impacto ha promovido la propagación de la violencia política y las protestas en los Estados Unidos.

Fuente: El Monitor de Crisis de los Estados Unidos, Bridging Divides Initiative, Princeton School of Public and International Affairs’, Instituto Liechtenstein de Autodeterminación.

En primer lugar, Trump perdió, pero el espectro del trumpismo ha permanecido en Estados Unidos e incluso en el continente europeo, lo que generalmente no ayuda a progresar en la estrategia de desarrollar relaciones con China.

En segundo lugar, el “antagonismo” de la estrategia estadounidense hacia China no ha cambiado radicalmente. Trump ha abierto una disputa político-económica con Pekín. Es particularmente notable que la generación más joven de liderazgo republicano se está volviendo gradualmente hostil y negativa hacia China, y ejerce una gran influencia en el Congreso, y esto no promueve la paz mundial.

En tercer lugar, si esta actitud no está contenida, conducirá a impactos negativos a largo plazo: entre el desacoplamiento de alta tecnología y la competencia ideológica. Por último, la política de China hacia Estados Unidos se ha perfeccionado: aunque el gobierno sigue esperando y observando, la voz de la búsqueda de cooperación y de ser racional y pragmático sigue siendo la principal corriente en Pekín.

Además de la cuestión de que China reducirá su dependencia del mundo y aumentará su dependencia de la propia China. Al mismo tiempo, China reducirá su dependencia de los patrones de crecimiento tradicionales y aumentará la atención a la sostenibilidad social, verde y ambiental.

2021 está demostrando que el núcleo del análisis de tendencias políticas y económicas mundiales seguirá siendo la competencia entre China y los Estados Unidos. La administración Biden todavía ve a China como su principal competidor estratégico, pero los métodos para abordar el tema son muy diferentes de los de la administración Trump. La principal diferencia es que Biden se centra en resolver problemas internos y no descarta los problemas más importantes con China.

El gobierno de Biden ha ajustado su estrategia para China, ya que la influencia de los principales grupos de interés como las finanzas estadounidenses y la industria militar en la política es constante en comparación con la administración anterior, pero el factor chino en la cadena de interés global sigue siendo mayor. De hecho, las voces de los dos partidos en el Congreso estadounidense también están en aumento pidiendo que se frene el ascenso de China.

En resumen, en términos de la dirección de la política china, se espera que la administración Biden se oponga a una guerra comercial porque daña los intereses fundamentales de la comunidad empresarial estadounidense. Sin embargo, es probable que haya problemas para Taiwán, Xianggang (Hong Kong), Xinjiang Weiwu’er (Uyghur), mar de China Meridional, Xizang (Tíbet) y otros problemas.

Se espera que la posibilidad de una nueva negociación comercial entre China y los Estados Unidos aumente significativamente en el futuro y se reforme la estrategia estadounidense de competencia constructiva.

Independientemente de los cambios en las relaciones sino-estadounidenses, China ciertamente promoverá una mayor cooperación bilateral y multilateral en materia de inversiones, buscando nuevos modelos de desarrollo y sombreando nuevos modelos de cooperación.

Las áreas clave que actualmente son las más importantes y dignas de atención son, en primer lugar, la adhesión de China a la Asociación Económica Global Regional (RCEP) y busca celebrar el Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífica (CPTPP), que muestra que la alta dirección de China ha decidido continuar su estrategia de reforma de la promoción interna y la promoción externa.

El RCEP es un acuerdo de libre comercio en la región de Asia y el Pacífico entre los diez estados de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam) y cinco de sus socios de libre comercio: Australia, China, Representante de Corea (Sur), Japón y Nueva Zelanda. Estos Estados miembros representan aproximadamente el 30 % de la población mundial y el PIB, lo que lo convierte en el mayor bloque comercial del mundo.

El CPTPP, por otro lado, es un proyecto de tratado de inversión regulatoria y regional en el que participaron doce países de la zona del Pacífico y Asia hasta 2014: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.

Entre RCEP y CPTPP, en realidad no sólo existe la interconexión de la cadena industrial y la similitud, así como más razones de unidad que diferencias, sino también la influencia de los factores estratégicos de las grandes potencias.

La principal diferencia entre ambos es que el CPTPP tiene mayores requisitos de calidad económica, mientras que el RECP es más inclusivo. En segundo lugar, es probable que se firme el acuerdo comercial y de inversión entre China y la UE, que tiene evidentes intereses a corto plazo para Europa e intereses estratégicos a largo plazo para China. Sin embargo, China aún no ha adoptar una postura cautelosa hacia la política europea y sus sistemas jurídicos de doble rasero. En tercer lugar, China y Rusia al mismo tiempo fortalecen la cooperación estratégica mundial y habrá nuevas oportunidades para su cooperación en los sectores energético y militar.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

 

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