Un interesante artículo del periodista israelí Ophir Winter nos lleva a expresar algunas consideraciones sobre el papel desempeñado por Egipto e Israel en la región mediterránea.
El 15 de enero de 2020, el Ministro de Energía Yuval Steinitz y su homólogo egipcio, Tarek al-Mula, anunciaron el inicio del flujo de gas natural de Israel a Egipto.
La declaración conjunta marca un hito en las relaciones entre los dos países y muestra además la creciente importancia que recientemente ha tenido la región mediterránea en las políticas exteriores, de seguridad y económicas de Egipto e Israel.
Esta tendencia también fue evidente en la agenda del Foro Mundial de la Juventud (WYF) celebrado en Sharm el-Sheikh en diciembre de 2019, después del primero organizado allí en noviembre de 2017. En 2019, se reunió en Sharm el-Sheikh bajo los auspicios del presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi, con la participación de unos siete mil jóvenes de todo el mundo.
El tema de los debates del Foro, que Egipto organizó de 2017 a 2019, fue reforzar la cooperación entre los países mediterráneos en una variedad de áreas, incluyendo la energía, el empleo, el clima, la ciencia, la inmigración ilegal y la lucha contra el terrorismo.
Las reuniones del Foro se dedicaron tanto a los intereses concretos de los países mediterráneos como a aspectos “más suaves”, incluidos los denominadores históricos y culturales comunes que unen a los pueblos que habitan en las costas mediterráneas. La agenda se centró en las políticas exteriores, de seguridad y económicas de Egipto y sus intentos de posicionarse como uno de los principales países del Eje en la región.
Israel fue mencionado en el Foro como un socio vital en los acuerdos de gas con Egipto y como miembro de pleno derecho de su lado en el Foro de Gas del Mediterráneo Oriental (FEMP), establecido en El Cairo en enero de 2019 con la participación de Chipre, Grecia, Italia, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina.
El papel de Israel, sin embargo, sigue siendo marginal en cuestiones mediterráneas que van más allá del sector del gas. Por lo tanto, necesita definir una política mediterránea integral que le permita aprovechar más oportunidades para desarrollar sus lazos con Egipto y otros países de la cuenca mediterránea.
En los últimos años Egipto ha dado cada vez más importancia a la región mediterránea a la luz de tres hechos:
a) el descubrimiento de un campo de gas que satisface la mayoría de las necesidades de gas de Egipto;
b) el establecimiento del FEMP en enero de 2019 allanando el camino para que Egipto se convirtiera en el centro energético regional, incluidos sus objetivos de establecer un mercado regional del gas, desarrollar recursos e infraestructuras, y profundizar la coordinación y el diálogo entre los Estados miembros;
c) la amenaza planteada por Turquía a la promoción de la cooperación regional en materia de gas debido a su negativa a reconocer las fronteras marítimas de Chipre y la tensión entre Egipto y Turquía por el acuerdo de demarcación de fronteras marítimas firmado entre Turquía y el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Fayez al-Sarraj en Libia que se ha intensificado incluso desde noviembre de 2019.
Un artículo publicado por el Centro Egipcio de Estudios Estratégicos (ECSS) ha observado que los descubrimientos de gas en el Mediterráneo oriental crean nuevas dinámicas regionales, incluyendo el establecimiento de bloques económicos, lazos multilaterales, alianzas y contra-alianzas.
También ha explicado que Egipto ofrece a Israel y Chipre la alternativa más barata para exportar gas a Europa y otros mercados debido a su infraestructura de gas licuado, que se puede ampliar a un costo relativamente bajo cuando sea necesario. Egipto, por su parte, está interesado en recaudar una parte de los beneficios y fortalecer su posición estratégica como centro de exportación de gas en Europa.
Además, la Unión por el Mediterráneo —una organización intergubernamental que reúne a 42 países de Europa y la cuenca mediterránea más Libia como observador— ha debatido sobre formas de hacer frente a la crisis del empleo en la región, que tiene al 12,5% de sus residentes desempleados (en su mayoría jóvenes de países del Mediterráneo meridional), y desafíos medioambientales, incluido un nivel de calentamiento global que es aproximadamente un 20% superior a la media mundial.
Otro desafío regional es la inmigración ilegal en todo el Mediterráneo. Egipto ha destacado su éxito en la prevención de la emigración de migrantes ilegales de su territorio a Europa desde 2016. Al mismo tiempo, se ha defendido que es necesario aumentar la cooperación entre los países “jóvenes” de la región mediterránea meridional (donde alrededor del 60% de sus habitantes son menores de 30 años) y los países “envejecidos” de la región del Mediterráneo septentrional para dar una respuesta integradora a las necesidades del mercado laboral en la región.
Desde la perspectiva de Egipto, la respuesta incluye una serie de flujos migratorios legales de los países del Sur del Mediterráneo a Europa, junto con el fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad de los países del Sur del Mediterráneo de una manera que les facilite atraer inversiones y crear empleos en sus Estados.
En los últimos años, Egipto también ha estado trabajando en la construcción de una identidad mediterránea, que se presenta a la joven generación egipcia como uno de los pilares de la personalidad egipcia.
La crianza y el cultivo de una identidad mediterránea expresa el deseo de Egipto de proyectarse dentro y fuera de un espíritu regional que servirá como plataforma para aumentar las interacciones en la región mediterránea y ampliar su marca de lo que se ha pedido durante milenios a la Madre de las Naciones, el punto de encuentro de continentes, países, religiones y civilizaciones, es decir, los fundamentos culturales e históricos que hacen del Mediterráneo una región y de sus pueblos una comunidad. Israel no está ausente de la narración mediterránea promovida y transmitida por Egipto, pero su lugar ha permanecido hasta ahora marginal en cuestiones que van más allá de los intereses del gas.
Según Egipto, el triángulo de Egipto, Grecia y Chipre está en el corazón de la cooperación mediterránea, mientras que Israel es un socio secundario cuyo papel es limitado. Una publicación del ECSS ha dejado claro que Israel no podía participar en las maniobras militares periódicas llevadas a cabo por Egipto, Grecia y Chipre, aunque comparte un concepto de seguridad similar con los tres países. También ha sugerido que su presencia dificultaría la mejora de la cooperación multilateral en la región.
A pesar de las reservas políticas tradicionales que acompañan las relaciones entre los dos países, el Mediterráneo ha sido durante mucho tiempo una nueva oportunidad para que Israel profundice sus lazos con Egipto. En primer lugar, debe seguir ampliando la cooperación en el sector del gas y la energía a través de su socio egipcio y desarrollar recursos e infraestructuras bilaterales, la coordinación multilateral y el diálogo del FEMP entre funcionarios gubernamentales, empresas y expertos de ambas partes.
Egipto, Israel, Italia, Chipre, Grecia, Jordania y Palestina firmaron el Estatuto del FEMP el 22 de septiembre de 2020, convirtiendo el Foro en una organización internacional regional con sede en El Cairo, destinada a facilitar la creación de un mercado regional del gas en la región del Mediterráneo Oriental y a profundizar la colaboración y el diálogo estratégico entre los países productores, de tránsito y consumidores de gas natural, en una zona que se confirma que está llena de grandes oportunidades. Francia se incorporó como miembro de pleno derecho el 9 de marzo de 2021, con los Estados Unidos, la UE y los Emiratos Árabes Unidos como observadores permanentes. Países como Turquía y El Líbano no participan en el Foro debido a la persistente tensión con Grecia y Chipre y la presencia de Israel, respectivamente.
Sin embargo, aparte del acuerdo antes mencionado, Israel necesita desarrollar una política mediterránea integral con el objetivo de ampliar la gama de intereses comunes con Egipto y otros países más allá del sector del gas. A tal fin, debe estudiarse el suministro de insumos israelíes a cuestiones mediterráneas como el medio ambiente, las energías renovables, la desalación del agua, la preparación para emergencias, la educación, la ciencia y el empleo.
La Unión por el Mediterráneo puede servir como plataforma útil para la integración israelí en estos proyectos regionales, e Israel debería considerar asignar más recursos y mano de obra para aumentar su influencia en él.
Además, Israel —al igual que Egipto— puede beneficiarse de la crianza y el cultivo de una identidad mediterránea, haciendo hincapié en los denominadores comunes para los países de la región y los valores de apertura mutua, tolerancia y aceptación de los demás.
Por último, la propia Unión por el Mediterráneo tiene el poder de fomentar la interacción entre los pueblos mediterráneos, así como los encuentros juveniles y los intercambios culturales que contribuyen a dar forma al espacio común.
* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. El Señor Valori ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.
Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Porhibida su reproducción.
“Si, con relación a esto, me dijerais: Te absolvemos, pero con esta condición: que dejes esos diálogos examinatorios y ese filosofar; si eres sorprendido practicando eso todavía, morirás. Yo os respondería: Os estimo, atenienses, pero obedeceré a los dioses antes que a vosotros y mientras tenga aliento y pueda, no cesaré de filosofar, de exhortaros y de hacer demostraciones a todo aquel de vosotros con quien tope. Pues eso es lo que ordenan los dioses. Atenienses, tened presente que yo no puedo obrar de otro modo, ni, aunque se me impongan mil penas de muerte. Absolvedme o no me absolváis”
Trataremos de hacer en una breve síntesis de cómo se desarrolla el pensamiento filosófico occidental desde la antigüedad hasta la fecha, por supuesto al ser sintético no desarrollaremos las teorías de los numerosos y diversos pensadores, si no, solamente los principios básicos de sus postulados, dejando al lector la libertad, si así lo quiere y su curiosidad lo impulsa, de consultar las fuentes.
Limitados al espacio de este artículo, solo nombraremos algunos pensadores de la filosofía, los que consideramos más significativos para la formación y el estudio de la comprensión que el ser humano tiene del universo que lo rodea. Aquellos filósofos que discurrieron sobre la forma en que conoce el hombre, es decir los que estudiaron al ser humano y sus circunstancias, desde el punto de vista antropológico.
Como antecedente de nuestra cultura debemos mencionar a los sumerios que construyeron nada menos que la piedra basal de lo que conocemos como civilización sobre este planeta. A finales del cuarto milenio a.C. crearon la escritura como un sistema de pictogramas al principio que, con el tiempo, se simplificaron y se hicieron más abstractas, dando lugar a lo que se conoce como escritura cuneiforme.
La escritura cuneiforme a partir de 2600 a.C. adquirió un carácter poético notable, preservada en tabletas de arcilla, la mayoría de las cuales pertenece a ejercicios escolares, pero aún los escribas administrativos eran educados en el aprendizaje de la poesía tradicional [1]. Actualmente existen unas 5 mil tabletas y fragmentos sumerios y sólo un tercio de ellos ha sido publicado. En ellas se conservan al menos unos 20 mitos y creencias sumerios. Dan cuenta de la creación y organización del universo, del nacimiento de los dioses, de la creación del hombre, la inundación y del enigma y misterio de la muerte.
En el segundo milenio antes de Cristo, en un conjunto de pueblos, principalmente en la isla de Creta, al sur del mar Egeo y en Micenas en el Peloponeso, se desarrollaron los dos principales focos de una cultura que pasará a denominarse Civilización Egea y que fue el origen de la civilización helénica, la civilización de las ciudades Estado griegas y el nacimiento del pensamiento filosófico organizado. Se extendió por la Península Balcánica, las islas del mar Egeo y las costas de la península de Anatolia, en la actual Turquía, constituyendo la llamada Hélade.
Los pensadores del primer período de la filosofía griega o helénica, fueron llamados presocráticos, por ser anteriores al filósofo Sócrates (470 a. C. – ib., 399 a. C.) son Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, Diógenes de Apolonia, Jenófanes, Pitágoras, Parmenides y sus discípulos de Elea, Empédocles, Anaxágoras, Leucipo y Demócrito. Los filósofos presocráticos desarrollaron la cosmología explicada a partir de la naturaleza (physis) y el cosmos.
Los presocráticos compartieron la preocupación por la búsqueda de los elementos que como principios constituían particularmente la realidad material. Algunos hablaron de un solo elemento, por ejemplo Anaxímenes (588-535 a. C.), quien planteó que el aire era la causa primera, debido a que tomaba forma de espíritu que infundía vida, movimiento y pensamiento.
Empédocles, que vivió alrededor del 450 a. C. en Sicilia, desarrolló una explicación del universo en la que todo es considerado como resultado de la mezcla de los cuatro principios o elementos: agua, fuego, aire y tierra. Todo lo que ocurría era una continua colocación y dislocación de los elementos subyacentes.
En la misma línea de preocupación podemos citar a Heráclito de Éfeso (aproximadamente 540 a. C.), a Tales de Mileto (637-548 a. C.), a Leucipo (540-440 a. C.) y a Demócrito (460-370 a. C.). Los dos últimos sostuvieron la llamada “teoría atomista” predecesora de la teoría atómica de la materia. Demócrito pensaba que los átomos se habían desplazado en el vacío desde la eternidad; no propugnaba ninguna causa primera.
El verdadero cambio en la forma de enfocar el pensamiento devino con Sócrates, quien se erigió como el pilar fundamental de la filosofía occidental por una simple razón: fue el primero que dio a la filosofía su función principal, la búsqueda interior del ser humano, y su “Mayéutica”, siendo el mismo hijo de una partera, (mujeres que se enfocaban en el arte de hacer parir o “arte de partear”). Sócrates la focalizó en “el arte de ayudar a parir conocimientos”.
El estilo socrático consiste en que, a base de preguntas, el interlocutor medite y encuentre las respuestas él mismo. Conocemos en parte sus ideas desde los testimonios de sus discípulos: Platón, Jenofonte, Aristipo y Antístenes. No escribió ninguna obra porque creía que “cada uno debía desarrollar sus propias ideas”.
Creyó sinceramente que podíamos comprender objetivamente los conceptos de justicia, amor y virtud, defendiendo la idea de que todo ser humano debía y podía conocerse a sí mismo. Según Sócrates, el hombre es un compuesto entre cuerpo y alma. El alma es algo que existe dentro de nosotros, pero que no se capta por los sentidos. El alma es sinónimo de alma racional, de inteligencia. Además, el alma tiene una vertiente práctica, relacionada con lo que nos permite decidir nuestra conducta. Ésta función ética es la más importante para Sócrates.
La influencia de Sócrates modificó con profundidad el pensamiento filosófico occidental, pues su enseñanza estaba dirigida a orientar a las personas en la búsqueda del bien y de la justicia convencido de que la virtud puede enseñarse. Identificaba la virtud con el conocimiento. No se puede hacer lo justo si no se lo conoce, pero también es imposible dejar de hacer lo justo una vez que se toma conocimiento del mismo. Según esto, se alcanza la felicidad si se es virtuoso, para lo cual es necesario enseñar en que consiste la virtud verdadera.
Con sus frases, de profundo significado moral, ético y científicamente filosófico, “Solo sé que nada se” y “conócete a ti mismo”, exalta su concepto de la virtud y en su concepción filosófica, la práctica de la virtud es lo más útil para el hombre porque es el medio de alcanzar el mayor bien, que es la felicidad. Para Sócrates la virtud es bella, buena y útil para todos.
Alrededor del año 387 a.C., en los jardines de Academo en Atenas, Platón uno de los discípulos de Sócrates, fundó la escuela filosófica llamada Academia. Platón es el creador del llamado idealismo genético donde el ser humano es un alma racional encadenada a un cuerpo material y sensible, que busca salir de él para retornar a un estado original de perfección a través de una continua lucha por el logro de mayores y más perfectos conocimientos y evitando caer en los apetitos de su ser sensible y material.
Para realizar una alegoría sobre la realidad de nuestro conocimiento, Platón creó la parábola o “mito de la caverna” tratando de mostrar en sentido figurativo que nos encontramos “encadenados” desde que nacemos, a sombras que vemos reflejadas y que consideramos reales. En su postulado idealista, el hombre solo percibe reflejos de una realidad que se desarrolla en el mundo de las ideas.
El mito de la caverna es un diálogo escrito por Platón, en el que su maestro Sócrates y su hermano Glaucón hablan sobre cómo afecta el conocimiento y la educación filosófica a la sociedad y los individuos.
En este diálogo, Sócrates pide a Glaucón que imagine a un grupo de prisioneros que se encuentran encadenados desde su infancia detrás de un muro, dentro de una caverna. Allí, un fuego ilumina al otro lado del muro y los prisioneros ven las sombras proyectadas por objetos que se encuentran sobre este muro, los cuales son manipulados por otras personas que pasan por detrás.
Sócrates dice a Glaucón que los prisioneros creen que aquello que observan es el mundo real, sin darse cuenta de que son solo las apariencias de las sombras de esos objetos. Más adelante, uno de los prisioneros consigue liberarse de sus cadenas y comienza a ascender. Este observa la luz del fuego más allá del muro, cuyo resplandor le ciega y casi le hace volver a la oscuridad.
Poco a poco, el hombre liberado se acostumbra a la luz del fuego y, con cierta dificultad, decide avanzar. Sócrates propone que éste es un primer paso en la adquisición de conocimiento. Después, el hombre sale al exterior, en donde observa primero los reflejos y sombras de las cosas y las personas, para luego verlas directamente.
Finalmente, el hombre observa a las estrellas, a la luna y al sol. Sócrates sugiere que el hombre aquí razona de forma tal que concibe a ese mundo exterior (mundo de las ideas), como un mundo superior. El hombre, entonces, regresa para compartir esto con los prisioneros en la caverna, ya que siente que debe ayudarles a ascender al mundo real.
Cuando regresa a la caverna por los otros prisioneros, el hombre no puede ver bien, porque se ha acostumbrado a la luz exterior. Los prisioneros piensan que el viaje le ha dañado y no desean acompañarle fuera. Platón, a través de Sócrates, afirma que estos prisioneros harían lo posible por evitar dicha travesía, llegando a matar incluso a quien se atreviera a intentar liberarlos.
En una de sus obras más leídas y discutidas, Platón[2] dice que como la sociedad debe existir para satisfacer las necesidades de los hombres, y que éstos no son independientes unos de otros ni autosuficientes para abastecerse, el primer fin que debe garantizar toda sociedad es un fin económico.
Los hombres tienen diferentes capacidades y habilidades, siendo preferible que cada uno desarrolle las que posee por naturaleza. En una ciudad (Estado o República) ideal deberán existir, por lo tanto, todo tipo de trabajadores: granjeros, carpinteros, labradores, herreros, etc., de modo que todas las necesidades básicas queden garantizadas, porque en una ciudad ideal no puede faltar de nada.
Esta propuesta política que realiza Sócrates, como personaje de los diálogos que escribió Platón, define una sociedad que si sólo atendiera las necesidades materiales básicas sería una sociedad demasiado dura, pues el hombre necesita también satisfacer otras tendencias de su naturaleza relacionadas con el arte, la poesía, la diversión en general.
El fin de la Republica, que comienza siendo estrictamente económico, no se limita a la producción de bienes, sino que se encamina más bien a hacer posible una vida feliz para el hombre dimensionándolo en todos sus aspectos.
Platón decía que las sociedades debieran tener tres clases de personas y las diferenciaba comparándolas con las tareas que debían realizar los hombres, las cuales respondían a una estructura según el apetito, el espíritu y la razón del alma de cada individuo. Donde artesanos o labradores correspondían a la parte de “apetito” del alma. Eran los únicos que tenían derecho a poseer bienes materiales, a ser propietarios.
La clase de los guerreros o auxiliares, formaban el “espíritu” del alma, por el contrario, no puede tener acceso la riqueza, para evitar la tentación de defender sus intereses privados en lugar de los intereses colectivos y terminar utilizando la fuerza contra los ciudadanos, estarán desprovistos de propiedad privada, y tampoco tendrán familia.
Debiendo vivir en unos barracones en los que tengan todo lo necesario para realizar sus actividades, en los que vivirán de forma comunitaria, compartiéndolo todo, hombres y mujeres, pues no hay ninguna razón para excluir a las mujeres de ningún tipo de actividad, ya que tanto en el hombre como en la mujer se encuentran similares dones o cualidades naturales, igualmente útiles para la ciudad.
La clase de los verdaderos guardianes o gobernantes, estos formaban la “razón” del alma, debido a su responsabilidad y a las elevadas tareas que les encomienda la sociedad, (el buen gobierno y el consiguiente beneficio del conjunto), tampoco tendrá acceso a la propiedad privada ni a la familia, debiendo velar únicamente por el buen gobierno de la ciudad; deberán centrarse en el estudio a fin de conocer lo bueno para gobernar adecuadamente la ciudad, por lo que su vida estará alejada de todas las comodidades innecesarias para cumplir su función.
La propuesta política de Platón se intentó poner en práctica en Siracusa la principal ciudad de Sicilia, en dos oportunidades, donde Dionisio, tirano, pidió su ayuda y su consejo. Platón viajó, fracasó en el primer intento y regresó accidentadamente a Atenas[3] para volver a ser convocado por Dionisio II, fracasando el proyecto.
La existencia de este viaje, sobrepasa el dato meramente biográfico o histórico. Ilustra la tesis del propio Platón; la experiencia general de la inutilidad de los filósofos en este mundo equivale, en realidad, a una declaración de que el mundo está en quiebra y no dice nada en contra de la propia filosofía.
Tras los fracasos del primer y segundo viaje, Platón aceptó volver de nuevo en el año 361 a.C.; más que la invitación obligada del tirano, estaban los requerimientos de sus amigos y alumnos de la Academia, entre ellos Aristóteles. Posiblemente, resultara más importante el hecho de que Platón fuera el responsable de los lazos políticos entre Tarento y Siracusa y temiera peligrar esos lazos si no acudía a la llamada de Dionisio II.
La preocupación fundamental de Platón fue la de encontrar una forma de vida feliz para los hombres, tanto en su vida individual, como en la social, totalmente unidas para el pensador. Platón supo pronto que, La moral y el Estado, necesitan de forma previa una teoría del hombre y del universo, a eso los pensadores lo llaman metafísica. Pero también es necesario investigar en que consiste el saber, si es posible el conocimiento y enfrentarse con nuestras propias dudas.
Si para Platón el mundo verdadero reside por encima del mundo sensible y lo que percibimos es reflejo de la realidad, la del mundo de las ideas, para su discípulo Aristóteles, el mundo verdadero es el sensible, y la esencia de las cosas reside en ellas mismas, en su materia y su forma, impulsando el concepto de “realismo genético”.
Si Platón hablaba de la existencia de dos dimensiones distintas de la realidad, el mundo sensible y el mundo inteligible, de las ideas, Aristóteles apostó por la idea de que el mundo es solamente uno, sin compartimentos. La crítica a la teoría platónica de las ideas será un punto clave de su filosofía.
Para Aristóteles somos alma, cuerpo y razón. En la “Metafísica” denominada por él “primera filosofía”, es en la que enuncia una de sus teorías más famosas y que tantísima influencia posterior tendrá: el hilomorfismo[4], que establece que la sustancia es un compuesto de materia (el principio indeterminado) y forma (la esencia de la sustancia, que determina que sea lo que es).
Esta teoría también la aplicará a la antropología, sosteniendo que todo cuerpo está constituido por materia y forma, que componen un todo único. Así, el ser humano es un compuesto de alma con forma de cuerpo, cuya principal característica es la razón.
Dice el Estagirita que todo aquello que se mueve es movido a su vez por una causa, y así sucesivamente. Estableciendo el principio de causa y efecto, por tanto, ha de existir algún tipo de motor en el inicio, algo que no sea movido por nadie y que sea lo que desencadene el proceso. Este primer “motor inmóvil” es lo que él relaciona con algún tipo de ser divino, responsable, además, de la unidad del mundo y del orden y las reglas que lo rigen.
En lo referente a la física, Aristóteles explicó el movimiento, característico de los seres naturales, en términos de acto y potencia. Acto será el cumplimiento, realización y pleno desarrollo de las potencialidades de una sustancia, mientras que potencia, la posibilidad de llegar a ser algo que todavía no se es (por ejemplo, una semilla: semilla en acto, pero árbol en potencia).
En el pensamiento de Aristóteles, la piedra angular del conocimiento es la experiencia y la información que nos llega por los sentidos. Información que, más tarde, nuestra razón se encarga de abstraer y analizar. Se trata, por tanto, de un aprendizaje inductivo. Mediante la observación de reglas particulares, podemos llegar a tener una premisa universal. Siendo este el enfoque del conocimiento, el primer paso hacia el método científico tal y como lo conocemos.
También se debe a Aristóteles una de las más grandes aportaciones al mundo científico como lo fue la invención de la Lógica, que se constituye en la primera investigación sistemática acerca de los principios que ha de tener un razonamiento para ser válido y correcto y su impactó resultó vital para la historia del pensamiento[5].
La ética de Aristóteles es teleológica, es decir, que identifica el bien con un fin. El filósofo defiende esta idea porque entiende que cuando los hombres actúan es porque buscan alcanzar un objetivo concreto, principalmente, la felicidad en la vida, identificando la felicidad con las virtudes[6].
Divide las virtudes en dos ramas, las éticas, que son aquellas que están destinadas a dominar la parte irracional de nuestra alma y las dianoéticas, que se corresponden con la naturaleza racional del ser humano. Entre las primeras encontramos la fortaleza, la templanza y la justicia, mientras que en el segundo grupo estarían la prudencia y la inteligencia.
Esta ética desemboca en la política y en ella sostiene la idea de que el hombre, como ser racional que es, desarrolla sus fines dentro de la comunidad, es un ser social. Existen tres formas de gobierno puras y sujetas a la virtud, mientras que existen también tres formas desvirtuadas de las mismas.
Entre las primeras, estarían la monarquía (el gobierno de los reyes), la aristocracia (el gobierno de unos pocos considerados los mejores) y la democracia (el gobierno de la mayoría) Las formas puras se desvirtúan; la monarquía en tiranía, la aristocracia, en oligarquía y la democracia en demagogia.
Para Aristóteles, la elección de cada uno de estos sistemas se debe hacer de acuerdo con las circunstancias de cada país. Aun cuando para el estagirita el mejor gobierno sería la monarquía, pero adolece de un gran problema, es el sistema más difícil de alcanzar y el que está sujeto a la peor degradación, la tiranía.
Con el advenimiento del cristianismo, comienza a través de la patrística a emerger una síntesis filosófico-religiosa entre los filósofos griegos, principalmente, Platón y Aristóteles y los denominados Padres de la Iglesia Cristiana. Estos son un grupo de escritores cuyas enseñanzas tuvieron gran peso en el desarrollo del pensamiento y la teología cristiana según su interpretación de la Biblia, la incorporación de la Tradición y la consolidación de la Liturgia, por lo que fueron dejando una doctrina en conjunto.
A menudo los Padres de la Iglesia tuvieron que dar respuesta a cuestiones y dificultades emergentes, planteadas por la moral, la filosofía y la política vinculada a la teología, en medio de un ambiente convulsionado por persecuciones externas y conflictos internos producidos por herejías y cismas de la Iglesia pos apostólica.
Los cuatro Padres de la Iglesia griegos son: San Atanasio de Alejandría, San Basilio el Grande, San Gregorio Nacianceno, San Juan Crisóstomo. Y los cuatro Padres de la Iglesia latinos son: San Ambrosio de Milán, San Jerónimo de Estridon, San Agustín de Hipona, San Gregorio Magno.
Dentro de los nombres que se escriben con grandes letras en el pensamiento cristiano está el de Agustín de Hipona. La obra de San Agustín, (354 – 430) primer doctor de la Iglesia, fue la primera que puso en contacto la filosofía griega con la dogmática cristiana, ambas piedras angulares de la civilización occidental, constituyéndose en el pensador más importante desde la Antigüedad hasta bien entrada la Edad Media.
Por un lado Dios, y por el otro, el alma. Dos grandes conceptos que fue capaz de enlazar con las enseñanzas de los neoplatónicos Plotino y Porfirio, hasta darle a sus teorías un enfoque nuevo, que seguirá vigente hasta el Medievo. La filosofía fue para él el amor y esfuerzo del alma entera hacia la sabiduría y hacia la verdad. La verdad era para San Agustín el ideal supremo al que se entregó con pasión.
Las ideas platónicas tuvieron una enorme influencia en el pensamiento de San Agustín, cree que la totalidad de la existencia tiene un origen divino. Ambos. Platón y él se acogerán a la existencia de un “mundo de las ideas”, pero San Agustín lo contemplará de un modo diferente relacionándolo con la creación divina. Dios creó todas las cosas que existen previamente en su espíritu y las ideas son los modelos pensados por Dios para dar forma a dichas cosas.
Para él, el descubrimiento de las llamadas “verdades eternas” es más un proceso de iluminación interior que una reminiscencia, (como defendía Platón). Para el griego el alma tiene en sí misma todas las verdades y por ello el hombre puede acceder a ese conocimiento innato. San Agustín defenderá algo parecido, pero en este caso ese conocimiento llega de Dios, al que podemos acceder a través del alma, la parte de la divinidad que habita en nuestro interior[7].
Hace un análisis del mal, que ha de ser entendido ontológicamente (la ontología es la rama de la metafísica centrada en el estudio del ser) y a partir de estos conceptos, donde del mismo modo que lo más alejado del Ser es el No-Ser, el mal ha de ser entendido no como una creación divina, sino como la ausencia del bien.
Es, por tanto, dependiente de la libertad humana. De esta manera, consiguió infiltrar el pensamiento platónico dentro de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, dando paso a una filosofía que estaría vigente durante siglos, hasta la llegada de la escolástica.
En el desarrollo post agustiniano del pensamiento, donde todavía encontramos ideas del estoicismo integradas junto al desarrollo de un naciente escolasticismo, aparece el filósofo romano Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio, (480 – 524 d.C.), conocido simplemente como Boecio.
En lo esencial, la doctrina de Boecio dice que no es la sola razón humana lo que hace al hombre libre, sino su fin, que es Dios como ser eternamente presente a los procesos necesarios y contingentes del universo.
El mensaje principal de Boecio es: “Es necesario que tengas la posibilidad de equivocarte en tus decisiones y elegir el mal, para que te des cuenta de sus terribles consecuencias y así comprender que el único camino final para todos es optar por el bien. Cuando sean otros los que actúen mal contigo, mantén siempre tu libre decisión de asumir con tranquilidad lo que te ocurra, sabiendo que el mal nunca vencerá de manera definitiva”[8].
Tras la patrística, una corriente teológica filosófica nació en Europa en el año 1100 y se extendió hasta el 1700. Se apoya en la filosofía platónica y aristotélica, que complementan con la verdad de la revelación cristiana, es decir, con las enseñanzas y escrituras de los Padres de Iglesia. La filosofía escolástica.
Se puede definir como “perteneciente a la escuela” y es la corriente que domina en el pensamiento medieval, e intenta ser una combinación entre fe y razón, aunque siempre subordinando la segunda a la primera, subordinando la razón a la fe. La escolástica, hace su análisis en el fenómeno del cristianismo, pero hace más énfasis en la razón, fundamentándose en las teorías de Platón y Aristóteles.
El tema central de la filosofía escolástica es Dios y el problema de la relación entre razón y fe, entre filosofía y teología. Esta relación, sería de dependencia; la filosofía puede ayudar a la teología a comprender las verdades de la revelación, pero nunca suplantarlas, ya que la razón, siempre estará sometida a la fe.
Como consecuencia de este análisis escolástico, se pueden observar tres posturas diferentes, la denominada dialéctica, que defiende que las verdades de la fe han de apoyarse siempre en la razón, representada principalmente por Escoto Erigena[9].
La antidialectica que sostiene que todo conocimiento proviene de la Fe y la razón humana no puede llegar a alcanzarla. Uno de sus principales representantes es San Pedro Damiano[10] y la tercera intermedia, de Santo Tomas de Aquino[11].
Santo Tomás afirma que la fe y la razón son dos vías distintas para llegar a la verdad, ya que las dos vienen de Dios, y si están bien argumentadas, las conclusiones de la filosofía, no pueden contradecir a las de la teología. Además, desde la Filosofía se puede demostrar la existencia de Dios o la inmortalidad del alma, es decir, ciertas verdades de fe. La Teología, por su parte, puede a través de la Revelación, proporcionar un mayor conocimiento de Dios.
Santo Tomás como pensador cristiano y teólogo considera que Dios es el Bien Supremo, por ello la ética y la vida humana tienen como referencia última a Dios, que es el mayor Bien, por encima de los bienes particulares de este mundo el hombre puede encaminar su vida hacia la virtud y hacia Dios, obrando bien; pero también puede obrar mal (desde un punto de vista moral) porque tiene libertad o libre albedrío.
De acuerdo con las líneas generales de su pensamiento sobre el ser humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos filosóficos propios y de Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la teología cristiana, para dar una visión de cómo debe ser la vida humana para alcanzar el bien y llevar una vida virtuosa.
Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y la capacidad de conocer y entender los principios morales con los que debe dirigir su conducta para obrar bien y realizar acciones buenas. El ser humano es capaz de conocer la ley natural con la que debe guiar su vida, es decir que tiene conciencia moral.
Siguiendo a Aristóteles da una importancia fundamental a las virtudes entendidas como hábitos adquiridos, modos de actuar encaminados a obrar bien dirigidos por la razón y la inteligencia, buscando un justo medio y evitando los extremos. Como Aristóteles, diferencia entre virtudes intelectuales y morales.
Pero a diferencia de aquel a las morales les llama cardinales y se fija fundamentalmente en la prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Sigue considerando a la justicia como virtud clave, por la repercusión que tiene en las demás personas.
Hay en Tomás de Aquino una honda preocupación por la dimensión social del ser humano, por la justicia, por el bien común, por las formas de gobierno que pueden conseguirlas. Trata de responder al problema de las relaciones entre Estado e Iglesia, especificar las funciones autónomas de cada uno de ellos.
Justificar la primacía de la Iglesia y el poder religioso en los asuntos relativos al fin sobrenatural del hombre y a la organización de la vida en torno a su destino definitivo, más allá de la vida terrenal, en Dios.
Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para todos los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley natural, que dirige el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el ser humano, único capaz de conocerla a través de la razón. Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal, son las leyes positivas. Estas leyes humanas solo serán justas si están de acuerdo con la ley natural racional.
Santo Tomás distingue, como Aristóteles, diversas formas de gobierno, pero propone la monarquía como la mejor, porque garantiza más el orden unitario de la sociedad y por su semejanza con el gobierno ideal que Dios tiene con respecto del mundo. El fin de la sociedad y del Estado es el bien común, la justicia. El gobernante o el rey no pueden actuar de forma caprichosa o arbitraria. El hecho de tener el poder no justifica sus comportamientos injustos.
El Estado, el gobierno civil o humano, tiene como asuntos de su competencia la organización social de los hombres en aquellos campos propios de la vida en este mundo, pero en aquellos que hacen relación a la dimensión religiosa, al Bien Supremo divino, la competencia pertenece a Dios y sus representantes en la tierra.
Estado e Iglesia son independientes. Sin embargo, hay una subordinación de lo civil a lo religioso, puesto que lo humano tiene como fin último sobrenatural a lo divino. Existe por tanto una primacía de la Iglesia sobre el Estado en aquellos asuntos humanos en que ambas interactúan. Volvemos a encontrar la visión general que Santo Tomás tiene de la organización y gobierno del mundo por Dios y el lugar que ocupan el ser humano y la sociedad.
* Jurista USAL con especialización en derecho internacional público y derecho penal. Politólogo y asesor. Docente universitario. Aviador, piloto de aviones y helicópteros. Estudioso de la estrategia global y conflictos.
Referencias
[1] El poema de amor más antiguo del mundo. Eso, al menos, dicen de él en el Museo Arqueológico de Estambul, donde se expone la placa de arcilla en que fue plasmado, en escritura cuneiforme y lengua sumeria, hace unos cuatro mil años. El eminente sumeriólogo Samuel Noah Kramer nos cuenta cómo lo descubrió en 1951. El poema dice:
[3] Accidentado el intento de Platón, al regresar después de haber sido apresado por unos piratas, esclavizado y finalmente rescatado. Fue reconocido en el mercado de esclavos de Egina por Aníceris de Cirene, filósofo amigo que lo reconoció, pagó su rescate y volvió a Atenas.
[4] Hilomorfismo: doctrina aristotélica seguida por la mayoría de los escolásticos según la cual los cuerpos se hallan constituidos por materia y forma; la materia es lo informe, la sustancia amorfa, mientras que la forma es la determinación de la materia.
[5] Los enunciados de lógica de Aristóteles son recogidos en “Órganon”, que es un conjunto de obras de lógica escritas por Aristóteles y compiladas por Andrónico de Rodas siglos más tarde. Recibió su nombre en la Edad Media.
[6] La Ética a Nicómaco comienza afirmando que toda acción humana se realiza en vistas a un fin, y el fin de la acción es el bien que se busca.
[7] San Agustín escribió La Ciudad de Dios (De civitate Dei), un libro apologético (defendiendo racional e históricamente los dogmas cristianos) que se convertiría en la primera obra de filosofía de la historia, pues hace de la misma, la historia, el escenario de la libertad humana en su lucha continua del bien con el mal, o como explica en el texto, de la lucha entre el reino de Dios y el reino terrenal.
[8] Boecio en el último año de su vida, cuando estaba en la cárcel a la espera de que se ejecutara la condena a morir torturado y decapitado, escribió un libro que se ha convertido en un clásico, y que lleva por título La consolación de la filosofía. El libro contiene un diálogo entre el propio Boecio y Filosofía, que es un personaje que se le aparece para aclararle sus dudas sobre el sentido de la vida, el destino y la lucha entre el bien y el mal.
[9] Juan Escoto Erigena (815-877). Filósofo medieval; irlandés de origen, vivió en Francia. Basándose en el neoplatonismo, fundó su doctrina.
[10] San Pedro Damiano(Ravena 1007–Faenza 1072), santo y doctor de la Iglesia, fue un cardenal benedictino de la Iglesia católica y reformador del siglo XI.
[11] Santo Tomás de Aquino, durante los últimos años de su vida escribió un tratado, La Suma teológica (escrita en latín entre 1265 y 1274), cuyo título en latín es Summa Theologiae, a veces llamada simplemente la Summa. En ella desarrolla las Quinque viae (lit. en latín, Las cinco vías) son cinco argumentaciones a favor de la existencia de Dios incluidos en la cuestión 2ª de la Suma teológica (Summa Theologiae).
Defender la autonomía turca y las «manos libres» en el Mediterráneo oriental es, para los estrategas turcos, una prioridad estratégica. Y es en ese cuadrante donde se mueven los intereses estratégicos que afectan no solo a Italia y Grecia.
Para entender cómo piensa estratégicamente la Turquía de Erdogan, necesitamos ver la evolución reciente del sistema político de Ankara, junto con sus determinantes geopolíticos históricos, que siempre están definidos. Como dijo Napoleón, para establecer la política exterior de un país, sólo hay que mirar su mapa. El primer gobierno del AKP, un partido islamista que es reformulado y refundado después que algunos de sus miembros no fueran considerados regulares por la Corte Constitucional, duró de 2002 a 2010. Y más, como sabemos.
Originalmente en 1970, nació en Turquía el primer partido islamista, el “Partido de la Orden Nacional” (MNP) encabezado por Necmettin Erbakan que fue cerrado por el Tribunal Constitucional, para resurgir al año siguiente como el “Partido de la Salvación Nacional”, que en las elecciones de 1973 obtuvo 48 escaños en el Parlamento.
En 1981 fue cerrado por el Consejo de Seguridad Nacional, junto con todas las demás formaciones políticas, ninguna excluida esta vez, debido al golpe “constitucional” de las Fuerzas Armadas. En 1983, cuando se permitió de nuevo la formación de los diversos partidos políticos, nació, de las cenizas del MNP y de la “Salvación Nacional”, el “Partido del Bienestar”, siempre dirigido, tras bambalinas, por Erbakan. Ese siempre será el modelo explícito y venerado de Erdogan. De todos modos este partido no tuvo el consentimiento de los militares para participar en las elecciones de 1983.
Para todos los años 80, el “Partido del Bienestar” no superó el umbral del 10% y por lo tanto no entró en el Parlamento. Pero comenzó a crecer considerable e inesperadamente en la década de 1990, hasta la victoria en las elecciones de 1997 y la posterior, ahora inevitable, intervención de las Fuerzas Armadas turcas. En 1998 el Tribunal Constitucional “cerró” de nuevo el Partido de Bienestar que reapareció en 1999, como el “Partido de la Virtud” que logró poco consenso en las elecciones de 1999 y fue cerrado de nuevo por la Corte. Luego vino el “Partido de la Felicidad”, de una división tradicionalista del ala “modernista”, que se encuentra en el AKP. Pero no llegará muy lejos.
¿La ideología? Es la del Milli Goru, o la “perspectiva nacional”, que ve una clara separación entre la civilización occidental, materialista, colonialista, represiva hacia los “terceros” países, destinados todos —rasgo importante— a una muerte rápida, y la civilización islámica, basada en un hecho esencial y típico: la justicia. Por lo tanto y a partir de esta ideología, las reformas modernizadoras que desde Ataturk han secularizado la sociedad y la política turcas, tampoco son buenas. Aunque el nacionalismo que también caracterizó la tradición “secular” de Turquía a principios del siglo XX está muy bien.
No hay pertenencia a la UE, por supuesto, ni ninguna relación, si no agresiva, al menos en palabras, con Israel. Pero aquí está la columna vertebral de esta nueva ideología del AKP que podríamos definir genéricamente como «islamismo», es que solo Turquía, solo Turquía, tendrá que liderar el nuevo mundo islámico unido. De hecho, el secularismo sólo se acepta en la medida en que permite la libertad de religión, pero se rechaza en nombre del Islam, que es la única verdad.
Otro elemento de la ideología islamista, que luego se mueve casi en su totalidad hacia el AKP, es el “orden correcto”, adil d’zen, un modelo de “tercera vía” superior al capitalismo y al socialismo. No hay interés en el comercio, aunque el mecanismo financiero se organiza actualmente según el sistema bancario islámico, también modelado en las líneas de Al Qaradawi, predicador príncipe de Al Jazeera y entre las figuras más importantes de la Hermandad Musulmana. Este es también un punto que tanto los saudíes como al-Sisi están cuestionando fuertemente.
Moody’s en enero de 2020, verificó que los intercambios bancarios islámicos en Turquía son alrededor del 15% del total de transacciones. Mucho más que muchos países de Oriente Medio, pero menos que en Arabia Saudí o incluso Malasia. A partir de aquí, de nuevo, el odio masivo hacia el FMI, el Fondo Monetario Internacional, la UE, incluso la OTAN, pero hablaremos de ello más adelante. Sin embargo, los partidos islamistas turcos son los únicos partidos de masas que quedan hoy en día, después de que la política posmoderna también infectara a Oriente Medio o incluso a los países orientales.
“El AKP es una democracia conservadora”, dijo Erdogan en las elecciones de 2002. Pero también está la declaración explícita, de nuevo por Erdogan, del libre mercado, de las privatizaciones y la inversión extranjera en Turquía, también define la relación entre Ankara y Washington como fuerte, incluso con la OTAN y con las Repúblicas, a veces de origen turaniana de Asia Central. La democracia es vista sobre todo como un escudo contra la interferencia del Estado secular.
A nivel geopolítico, Erdogan repite, mezclándolas, las piezas de la estrategia global tradicional turca: un control cuidadoso de los puertos mediterráneos para evitar que las zonas sensibles de Ankara sean objeto de operaciones enemigas. Entonces, aquí está el punto: Chipre. Fue Bulent Ecevit, el primer ministro turco secular y de centro-izquierda, quien ordenó la invasión de Chipre en 1974. Es cierto que Atenas había derrocado, justo antes, al arzobispo Makarios y declarado la Enosis, la unión con Grecia.
Y ahora está la clara negativa de Ankara a aceptar una zona económica exclusiva (ZEE) de Chipre griega, y luego el acuerdo leonino con la Libia de Trípoli —de la Hermandad Musulmana— para lograr una ZEE turca que va de la costa libia tripolitana a la isla (griega) de Kastellorizo y a todo el mar chipriota, con partes de la posible futura ZEE griega.
Como sabemos, las ZEE son zonas que se extienden hasta 200 millas náuticas desde la línea de base de un estado costero y, desde el punto de vista jurídico, son la “territorialización del mar”, ya que permiten la explotación de los recursos naturales del fondo marino.
Italia y Grecia han ratificado recientemente un acuerdo, que luego debe ser firmado por nuestro Presidente de la República, aunque Italia ya tiene una “casi ZEE” en el mar Tirreno, desde el mar de Liguria hasta el mencionado Tirreno, especialmente para la protección de la fauna marina. Atenas y Roma ya han decidido, sin embargo, que para el futuro, deberían hacerlo, dada la visión que Italia tiene de Turquía, y la manía, ya certificada por Cavour, de ir a favor de cualquier diplomático para “estar allí”. La ZEE ítalo-turca será, muy probablemente, la definida por el Tratado de 1977. El acuerdo griego para permitir a 68 de nuestros barcos pesqueros, sobre la base del Reglamento 1380/2013 de la UE, el acceso a las aguas territoriales griegas, también se aplicaría en el futuro.
Nuestros políticos sólo piensan en la pesca, por supuesto importante, pero nunca piensan en cables de Internet, estaciones de defensa remota de áreas relevantes de nuestro territorio, líneas comerciales, vías de primera o segunda respuesta ante operaciones adversas. O congeladores de pescado. Por supuesto, Grecia ha silenciado a Italia, que se ocupa sólo de pulpos, mejillones y atún, con un acuerdo favorable, pero Atenas está examinando sobre todo la proclamación de su “gran ZEE”, que irá, y esto es bien conocido por los turcos, hasta Egipto y gran parte de Chipre.
La próxima medida de Atenas será un acuerdo con sus vecinos, de nuevo para su “gran” ZEE, especialmente con Albania. Pero también Egipto, que tiene la gran cuenca gasífera de Zohr, que descubrió ENI pero que no me extrañaría que se “pasara”, por la generosidad típica de los muertos de hambre, a la propia Grecia, ya que todavía no tenemos negociaciones efectivas de la ZEE con El Cairo. No me gustaría que terminara en un juego, como en el Tratado de Caen en 2015: con los “mapas equivocados” difundidos por casualidad por los franceses que fueron entonces declarados, precisamente, falsos. Me pregunto por qué.
Por supuesto, el Tratado de Caen sigue siendo un secreto cerrado con siete sellos. La “línea media” del agua y todas las demás frescuras jurídicas de la Convención son seguras, como se lee, pero siguen existiendo dudas sobre la protección efectiva de nuestras fronteras económicas, militares, comerciales, políticas y fiscales. Cuando se trata de la ZEE y las fronteras, siempre hay una parte trasera disponible: la nuestra.
Así que este es el escenario principal: a principios de este mes de agosto, después que Turquía llevó a cabo ejercicios navales en todo el Mediterráneo oriental, con la extensión de sus análisis sísmicos del fondo marino. Grecia consideró estas “observaciones” y ejercicios militares completamente ilegales, hubo enfrentamientos, confrontación militar diplomática y luego también marítima, entre Turquía, Grecia, Francia e incluso Italia. También hubo buques italianos y franceses en apoyo operativo de los griegos, pero Turquía ya ha colocado todos sus peones en el Mediterráneo oriental.
El acuerdo de 2019 entre Ankara y el Gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) en Trípoli se refiere principalmente, cabe destacar aquí, la cooperación militar y la jurisdicción marítima. Entre los dos países, Trípoli-GNA y Turquía, la ZEE ya mostró superposiciones bilaterales, tanto en el sur como en el norte, con la Zona Económica Exclusiva Griega y Ankara también tiene la oportunidad de hacer exploraciones, exclusivas, en el mar frente al Estado muy débil del GNA y Al Serraj.
La estrategia mediterránea turca, llamada Mavi Vatan, o “Patria Azul”, se basa en el hecho de que la propagación generalizada de las islas peloponésicas de Grecia “no puede tener un efecto de la exclusión de Turquía hacia el resto del Mediterráneo, y con el acuerdo con Libia del GNA hemos demostrado que no podemos aceptar ningún hecho consumado”. Así lo dice el Ministro de Defensa en Ankara. Defender la autonomía turca y las “manos libres” en el Mediterráneo oriental es, para los estrategas turcos, una prioridad estratégica.
Pero veamos cómo reacciona Turquía a las políticas de gas de Estados Unidos y de la Federación de Rusia, que es el verdadero complot para entender lo que está pasando hoy. El 15 de junio de 2020, el Departamento de Estado de los Estados Unidos desarrolló una política restrictiva para las empresas que operan en North Steam 2, el gasoducto ruso, y también para Turk Stream 2. Las sanciones a Turk Stream 1 y 2 son esenciales para entender las reacciones marítimas actuales de Ankara. TurkStream, repetimos, envía el gas desde Rusia por Turquía, con ramales menores hacia Bulgaria, Grecia, Macedonia del Norte, y es un oleoducto que ha comenzado a operar en enero 2020.
Gazprom, la conocida empresa rusa, y BOTAS, la empresa estatal turca, siguen completando la fase final de TurkStream2. Los intereses turcos en la red TurkStream 2 ahora son marginales. Estos son sólo derechos de paso, que no resuelven la crisis económica turca y los proyectos a veces faraónicos del régimen de Erdogan. Pero Turquía, en este sector del gas, tiene tres objetivos reales: el rápido desarrollo del campo de gas en el mar Negro, en Sakarya, un depósito de 320 mil millones de metros cúbicos, entonces Ankara quiere bloquear la competencia de gas de Rusia y el Mediterráneo, finalmente para promover el gasoducto trans-anatolio, que lleva el gas azerbaiyano a través de Turquía al gasoducto trans-adriático a Grecia, una línea que también podría ampliarse con gas de Israel, el país kurdo iraquí y de Turkmenistán.
Turquía también favorece el paso de los buques que contienen GNL desde el canal de Estambul, aunque pronto estará abierto un canal artificial que conecta 28 millas del mar Negro y el mar de Mármara, hacia Bulgaria, Rumania y Ucrania. El canal se terminaría en 2025, tal vez antes. Los derechos de paso de los buques deberían ser mucho mayores que los de los oleoductos, e incluso podrían cambiar lentamente el equilibrio financiero del Estado turco. Así que Turquía tiene poco interés, o tal vez quede complacida con las sanciones estadounidenses contra TurkStream2.
Casualmente Estados Unidos comienza a convertirse en uno de los principales exportadores de gas licuado cuando comienza la legislación de Washington contra los gasoductos rusos a Europa. En julio de 2018 fue afectado el NordStream2, pero TurkStream no fue sancionado hasta junio de 2019. La industria del gas se encuentra ahora en una etapa muy compleja.
La demanda de gas de la UE disminuyó un 8% de enero a mayo de 2020, pero existe una posibilidad real de que el gas natural pueda participar plenamente en la próxima carrera de hidrógeno, ya que el metano extraído del gas natural puede producir hidrógeno, que también se puede transportar fácilmente en tuberías antiguas. Por lo tanto, no se está haciendo más exploración del gas, dada la volatilidad del mercado mundial y esto mantiene el futuro del gas mediterráneo y, sobre todo, el Mediterráneo oriental en espera. Pero recién en 2018 Turquía redujo su dependencia del gas ruso.
Ankara también importa gas de buques de Qatar, Estados Unidos, Argelia y Nigeria. Hoy Turquía es el tercer importador de gas natural estadounidense en Europa después de España y Francia. Y Ankara descubrió recientemente un nuevo campo de gas natural submarino, el Tuna-1, también en el mar Negro. Así que Turquía ya no depende del gas de los antiguos gasoductos, pero ahora Israel ha ganado su batalla geoeconómica con los acuerdos de Egipto y Jordania como importadores permanentes del nuevo gas natural israelí. Esto se mantendrá, si Chipre sigue estando lejos de la influencia turca en la nueva zona del gas, una reserva que no puede ser prohibida, salvo en casos particulares, por el hegemonismo turco, incluso delante de Egipto o frente al Líbano.
* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. El Señor Valori ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.