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A LA ARGENTINA LE URGE UN GRAN REDISEÑO ESTRATÉGICO. EJES DE LA PROPUESTA.

Marcelo Javier de los Reyes*

«La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes».

Peter Drucker

 

Si me preguntaran que haría para reconstruir la Nación, tendría que presentar una propuesta integral pero, dado el desastroso estado en que la casta política ha dejado las arcas nacionales, provinciales y municipales, habrá que trazar algunas prioridades, pero lo cierto es que no se debe emparchar sino proceder a un proyecto estratégico de reordenamiento nacional.

Para poner en contexto la tarea que se debe llevar desde el gobierno, me permito compartir con ustedes algunos párrafos de mi libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales: un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”[1]:

La inteligencia, entonces, resulta íntimamente vinculada a la geopolítica, a la economía, a la estrategia y a las relaciones internacionales —por ende, a la diplomacia—, a partir de relaciones cooperativas, competitivas o confrontativas que los actores internacionales —en este caso los Estados— generen entre sí.

Les cabe a los decisores del más alto nivel de un Estado diseñar, planificar y ejecutar los objetivos geopolíticos a partir de la información proporcionada por la Inteligencia Estratégica. De este modo, Geopolítica e Inteligencia deben actuar estrechamente[2]. Cabe aclarar que la Geopolítica debe ser entendida en un sentido actualizado que excede el concepto de “territorio”, habida cuenta la proyección de los Estados en el espacio celeste y en el espacio virtual. La observancia de esos objetivos nacionales es lo que lleva a los diversos gobiernos a jugar en el escenario internacional. De modo tal que es casi imposible que un país pueda desvincularse del acontecer internacional, de las tendencias y de las ideologías que se imponen en el escenario mundial, así como de las amenazas, riesgos y crisis que se convierten en transnacionales.

El mundo actual, plagado de incertidumbres, de cambios impredecibles, sometido incluso a alteraciones con motivo del cambio climático, lleva a que los Estados precisen, imperiosamente, de un alto nivel de inteligencia y de sus métodos de análisis para resolver o prevenir conflictos, para desarrollar el planeamiento estratégico y para llevar adelante los procesos de toma de decisiones. […]

La política exterior de un Estado no está necesariamente desvinculada de su política interna, por el contrario. […]

Para desarrollar su política exterior un Estado precisa de una estrategia, de objetivos nacionales claramente especificados y de instrumentos que no significan otra cosa que los recursos de poder con que cuenta para influir sobre los otros miembros de la comunidad internacional. […]

El concepto de estrategia, si bien es propio del lenguaje militar, puede ser aplicado a diferentes ámbitos y nos permite evaluar entre un determinado número de alternativas cuál es la solución más conveniente y aplicable para los intereses nacionales. De forma más clara podría expresarse que la estrategia nos sugiere cómo llevar adelante determinados objetivos.

El vocablo estrategia proviene del griego y se origina en strategós—στρατηγός— que traducimos por “general”. El diccionario la define como el arte de dirigir operaciones militares.

Es un término que en la actualidad ha sido muy aceptado por diferentes disciplinas y ha ocupado incluso espacio en la vida cotidiana: se habla así de estrategias de mercado, de estrategias publicitarias, de estrategia de vida, etc. Por ende la estrategia es una disciplina a la que tanto los militares, los políticos, los economistas, los profesionales de las ciencias sociales y de la ciencia política recurren para llevar a cabo sus respectivos objetivos y toman de ella la terminología necesaria para adaptarla a las diferentes ciencias o disciplinas.

Para ponerla en práctica la estrategia debe identificar actores, intereses —tanto propios como ajenos—, los obstáculos actuales o potenciales para el desarrollo de los objetivos. La estrategia constituye una habilidad o herramienta sumamente necesaria en materia de política exterior para que un Estado pueda imponer sus intereses en función de sus objetivos nacionales o saber cómo accionar ante estímulos externos.

En función de lo expuesto, se debe llevar a cabo una propuesta integral, estratégica, que nos permita diagnosticar los recursos disponibles y potenciales con que cuenta la Argentina para su desarrollo, para su proyección exterior —para lo cual es imperativo instrumentar las herramientas que le permitan desplegar un “poder blando”— y siempre trabajando de forma articulada sobre los ejes interno y externo.

Los ejes centrales

A los fines de llevar adelante una propuesta estratégica debemos debatir acerca de qué modelo de país queremos construir para fijar los Objetivos Nacionales. No cabe duda que Argentina debe ser reconstruida prácticamente desde cero y para ello se debe trabajar para que:

    1. surja una nueva dirigencia nacional en todos los órdenes;
    2. poner fin a la corrupción, un “impuesto” que a la sociedad argentina la somete a la pobreza y a restarle recursos —por ejemplo— a la Educación y a la Salud. En este sentido, se debe tener en claro que el problema de la Argentina no es económico, sino de falta de ética por parte de la clase dirigente;
    3. la población logre tomar conciencia de la crítica situación del país y tome conocimiento de la necesidad de abordar temas que, aunque parezcan distantes, son fundamentales para mantener/recuperar/defender la Integridad Territorial. Uno de ellos es reclamado por la sociedad, la Seguridad, el otro es la Defensa.

«Una buena estrategia comienza con tener el objetivo correcto».

Michael Porter

A estos efectos, es fundamental poner énfasis en el sistema de Justicia, porque el Poder Judicial tiene una gran responsabilidad en el estado de anomia que existe en el país. El Poder Judicial debe ser autónomo pero requiere poner fin al “garantismo” y ser la herramienta para atacar la corrupción, retomar el Estado de Derecho y garantizar el funcionamiento de las instituciones y de la República.

Para llevar adelante la Propuesta de Reconstrucción de la Argentina, se hace necesario implementar desde el primer día la “Reforma del Estado”, algo de lo que mucho se habló y que hasta dio lugar a que el gobierno de Macri, sin ningún sentido y solo a los efectos de generar más gastos, creara un Ministerio de Modernización.

A falta de inversiones externas e internas, mientras se procura la llegada de las mismas, el Estado deberá ser nuevamente el motor del desarrollo nacional —como lo fue para crear la industria petrolera y la industria siderúrgica con los generales Enrique Mosconi y Manuel Savio— y deberá reconstruir las áreas y las infraestructuras abandonadas y perdidas como consecuencia de la implementación de políticas liberales que prometían un Estado más eficiente y un compromiso del sector privado que no tuvo lugar.

Para lograr un Estado eficiente es relevante contar con personal de carrera idóneo y evitar las intromisiones del nepotismo y de los funcionarios políticos con “ideas innovadoras”.

Del mismo modo, se debe proceder a reducir considerablemente la cantidad de ministerios, de secretarías y de subsecretarías de Estado. No se deben crear esas áreas en función de un amigo que se quiera nombrar como funcionario sino como respuesta a los Intereses de la Nación. De modo tal que se deben mantener los ministerios necesarios para administrar el Estado Nacional y eliminar los que fueron funcionales para los gobiernos precedentes, los cuales en muchas ocasiones multiplicaron innecesariamente las funciones con resultados significativamente perjudiciales para el erario público.

La propuesta de Ministerios es la siguiente:

    • Jefatura de Gabinete
    • Ministerio de Producción, el cual abarcará las áreas de Agricultura, Ganadería, Pesca, Recursos Forestales, Industria, Minería, Ambiente y Desarrollo Sostenible y Turismo.
    • Ministerio de Defensa.
    • Ministerio de Desarrollo Social, que incluirá Deportes y áreas afines.
    • Ministerio de Economía.
    • Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
    • Ministerio de Obras Públicas, el cual tendrá a cargo, entre otras funciones, las que se refieren a Transporte, Infraestructura y Energía.
    • Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
    • Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
    • Ministerio del Interior, que incluirá la Secretaría de Seguridad Interior.

En el marco de una reestructuración del Estado —uno de los principales ejes— debe reducirse el número de ministerios a un máximo de 10 u 11, dentro de los cuales se deberán incorporar otros ministerios actuales como secretarías o subsecretarías. Es esencial cerrar el Ministerio de Género que se lleva un alto porcentaje del Presupuesto Nacional, del que buena parte podrá disponerse para Defensa.

La tan proclamada reestructuración del Estado debe ser real, reduciendo el costo de la política y apelando al personal de carrera capacitado para ocupar los cargos directivos. Esto implicará rescatar los funcionarios de carrera en actividad o la contratación de técnicos y especialistas que hayan sido dados de baja o jubilados para ser reemplazados por las diferentes “camadas de la política partidaria”.

La Inteligencia deberá ser puesta en valor, para lo cual se procederá a una reforma que permita crear nuevamente la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), tema sobre el que me explayaré más adelante.

Este es el achicamiento del Estado que permitirá que el mismo se convierta nuevamente en motor del desarrollo económico y de la producción, favoreciendo las condiciones para ello. Se reducirá así el gasto en funcionarios innecesarios (parte del “gasto político”) y se reasignarán los fondos para favorecer las áreas productivas.

En este sentido, será necesario potenciar y revalorizar la Dirección Nacional de Vialidad —lo que incluirá la reapertura de las cinco escuelas técnicas dependientes de esa dirección cerradas en 2018 por el gobierno de Macri— y la reconstrucción de la red ferroviaria acorde a los Intereses Nacionales y a las necesidades de las economías regionales. Se implementará un Plan Ferroviario Nacional que incluirá el transporte de pasajeros, el de mercancías, el estratégico y el de turismo. Por las mismas vías nacionales podrán transitar ferrobuses nacionales, provinciales o privados que permitirán las conexiones interurbarnas y el desarrollo de pueblos y ciudades.

La Planificación Estratégica requiere la reconstrucción del sistema ferroviario nacional, el cual podrá ser articulado con el de aquellas provincias que posean un servicio propio. Debe destacarse que por las mismas vías podrán circular:

    • trenes de larga distancia de pasajeros,
    • trenes de carga,
    • ferrobuses que podrán interconectar pueblos y ciudades del interior entre sí,
    • trenes turísticos de lujo, con lo que implicaría en el sector turístico;
    • y trenes estratégicos para el desplazamiento de material militar. Es inconcebible que se empleen camiones para el traslado de blindados (así se hace hoy) o que el Ejército Argentino debe rendar bandejas si desea usar ese medio.

El desarrollo ferroviario requerirá la modernización de los talleres ferroviarios (actualmente en estado calamitoso) y estudiar potenciales acuerdos o subsidios a empresas argentinas (por ejemplo Materfer y otras) así como alianzas estratégicas con otros países.

A los efectos de articular nuevamente el territorio nacional —cuya destrucción se produjo fundamentalmente durante el gobierno de Carlos Saúl Menem y continuada por sus sucesores— también se procederá al fortalecimiento y renovación de la empresa Líneas Aéreas del Estado (LADE), la que deberá cumplir nuevamente con el rol social que tenía hasta la década de 1990. Del mismo modo, la presencia de LADE en los diferentes puntos del país a donde no vuelan las empresas comerciales significa una defensa de nuestra Soberanía Nacional, una presencia esencial en el sostenimiento de nuestra integridad territorial.

En materia de transporte también se debe crear nuevamente la Marina Mercante, es decir, una empresa como ELMA (quizás con el mismo nombre ya que aún goza de reconocimiento) lo que debe impulsar nuevamente la reactivación de los astilleros. Una Marina Mercante Nacional reducirá costos de fletes, de seguros y garantizará el transporte de nuestra producción al interior y al exterior.

En el mismo campo, potenciar el transporte aéreo con un eficiente servicio de Aerolíneas Argentinas hacia el exterior e interior, retomando sus rutas internacionales que este gobierno ha —misteriosamente— compartido con Aeroflot.

Oportunamente, y considerando el desarrollo de un “poder global” para la Argentina, en 2007, formando parte de un grupo de trabajo asesor ad honorem para las direcciones de África Subsahariana (DIASA) y África del Norte y Medio Oriente (DANMO) de la Cancillería Argentina, había propuesto la creación de un “hub” de Aerolíneas Argentinas en Guinea Ecuatorial (sugiero leer mi artículo “Argentina y su inexistente poder blando”) ¿Por qué Guinea Ecuatorial? Porque tenemos lazos culturales, ya que ese país dependió del Virreinato del Río de la Plata, y porque hablamos español. Esta propuesta significaría trabajo e inversiones argentinas en ese país, con un gran potencial petrolero. Esto requeriría la participación de Aerolíneas Argentinas que desde allí podría expandirse a los países del Golfo —lo cual puede significar inversiones en la Argentina (por ejemplo Catar financia buena parte del desarrollo de la industria de Defensa de Turquía)— y a Asia (China, Corea, Japón, India, Vietnam, etc.) y con aviones de menor tamaño expandirse con una línea propia dentro del continente africano y conectando éste con Europa. Asimismo, involucraría a la empresa Aeropuertos Argentina 2000, que opera numerosos aeropuertos a nivel nacional e internacional (entre ellos en Armenia). Esta propuesta también apuntaba a la incorporación de otras empresas, como por ejemplo las de construcción.

Por su parte, un acercamiento a África que incluya la capacitación de personal por parte de nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad podrá favorecer el fortalecimiento e institucionalización de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS), vital para defender nuestros intereses soberanos en esa área así como potenciar nuestros astilleros y nuestra industria aérea a través del desarrollo de buques patrulleros y aeronaves.

La inversión en infraestructura y articulación del territorio basado en las comunicaciones terrestres, aéreas, fluviales y marítimas —a la que se suma la interconexión virtual— será relevante para generar riqueza, para desarrollar las economías regionales y para crear empleos en el sector privado.

El gran objetivo debe ser el Desarrollo Nacional, para lo cual debajo se dan algunas pautas. Este tema debe articularse con otros tres grandes temas: Educación, Salud y Ciencia y Tecnología. Estos grandes cuatro temas son de una proyección y consolidación a largo plazo. Todos están, en alguna medida, interconectados y giran en torno a la Educación, la que debe ser “desideologizada” descontaminada de los desvaríos ideológicos que provinieron de la “infiltración” llevada a cabo por los últimos gobiernos. Debe instrumentarse el respeto a los Símbolos Patrios y a la autoridad para que estos valores sean mantenidos durante la adultez. Sin embargo, debe tenerse presente que en esta democracia la Educación fue uno de los principales objetivos para proceder a un cambio de los valores y a la “reprogramación” de las mentes. Esto requerirá una evaluación de los diversos cuerpos docentes en todos los niveles.

Desde la vuelta de la democracia, la Educación denominada “enciclopedista” fue atacada por los “innovadores” pero ¡cuánto más sabemos aquellos que hemos recibido esa formación! La Educación debe servir para el desarrollo nacional y ser congruente con la reconstrucción del Ser Argentino porque estamos en la era del conocimiento y a los educandos se les debe instruir para que tengan avidez por el conocimiento.

El Desarrollo Nacional implica poner en marcha la producción, lo que a su vez favorecerá la creación de empleo.

Los jóvenes sin trabajo, que tampoco estén estudiando y que reúnan ciertas condiciones psicofísicas, podrán incorporarse a un “Servicio de Defensa” en las Fuerzas Armadas, ya que se precisa incrementar el número de efectivos y esto podría significar una salida laboral para esos jóvenes. Se deberá analizar la conveniencia o no de levantar la suspensión del Servicio Militar Obligatorio creado por la “Ley Riccheri” y suspendido por el presidente Carlos Menem en 1994. En paralelo debe considerarse una verdadera profesionalización y capacitación de las Fuerzas Armadas y el considerable incremento de sus efectivos.

Con el objetivo de lograr un gobierno que pueda llevar adelante una política estratégica para el Desarrollo Nacional se debe poner el acento en la reconstrucción del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN).

Para el ello debe aprobarse una nueva Ley de Inteligencia Nacional que no debe ser un corsé para los organismos que integren el SIN. Asimismo, es imprescindible contar con nuevas leyes de Defensa y de Seguridad Interior, la que deberá ser llamada como corresponde, Ley de Seguridad Nacional. Las actuales leyes responden al interés de la casta política de tener subordinadas a sus intereses —no al de la República— a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas de Seguridad, las que tras décadas han dado claras muestras de estar subordinadas a un gobierno civil.

La Inteligencia debe estar al servicio del Estado, de la Nación, y no de un gobierno. Pese a los cambios, los medios y la ciudadanía siguen hablando de la “SIDE” o de la “ex SIDE”. Esto facilitaría desterrar el nefasto nombre de AFI impuesto por el kirchnerismo, una nueva denominación para un organismo que tanto los gobiernos kirchneristas como el de Macri han utilizado —y utilizan en la actualidad— para manipular al Poder Judicial y mantener vigente no los “sótanos de la democracia” sino el “inframundo de la democracia”.

Sería apropiado considerar la conveniencia de jerarquizar la Inteligencia devolviéndole el rango de Secretaría de Estado con rango de ministerio —como tenía hasta la creación del engendro AFI— o, bien, crear el Ministerio de Inteligencia del Estado (MIDE) o Ministerio de Inteligencia de la Nación (MIN) por si no se desea volver al acrónimo SIDE. Ambas propuestas permitirían darle el lugar de relevancia que debe ocupar la Inteligencia. Este Ministerio absorbería a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación, la cual representa una duplicación inoperante para nombrar a un grupo de amigos. La nueva denominación de ésta área sería la Secretaría de Inteligencia Estratégica, inmediatamente por debajo del ministro y a la que deberán reportar todas las demás áreas: la Subsecretaría de Inteligencia Interior (Reunión y Análisis Interior) y la Subsecretaría de Inteligencia Exterior (Reunión y Análisis Exterior), a los efectos de evitar los “cajones estancos” a la que suelen recurrir los funcionarios.

El Ministerio deberá contar, asimismo —esto sería novedoso y esencial—, con una Subsecretaría de Inteligencia Competitiva que deberá implementar “bases regionales” (por ejemplo Cuyo, Patagonia, Centro, NOA, NOE) que tomarán contacto con las autoridades provinciales y los sectores productivos correspondientes a los efectos de favorecer el desarrollo de las economías regionales y articular los medios de comunicación apropiados para la exportación de productos o el transporte de las mercancías por el territorio nacional al menor costo. Esto supone el armado de diversos equipos interdisciplinarios que incluirían a Ingenieros (Viales, Ferroviarios, Aéreos, Agrónomos), así como a Médicos, etc., para llevar a cabo una Planificación Estratégica para cada región. De ese modo se contribuirá a la federalización real de la Argentina.

Otra de las innovaciones sería la creación dentro del Ministerio de una Dirección de Desarrollo Científico y Tecnológico con el objetivo de lograr una independencia respecto del material sensible. Esta aérea deberá tener vasos comunicantes con el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), el cual deberá recibir un fuerte incremento de presupuesto.

En función de este desarrollo —del mismo modo en que se procuraría favorecer a la industria ferroviaria nacional—, desde el Estado se debe impulsar otros rubros de la industria. Por ejemplo, acompañar a la empresa Cicaré Helicópteros S.A., la que había desarrollado una nave destinada al Ejército Argentino y a las Fuerzas de Seguridad. El Estado debe colaborar con la creación de productos de un alto nivel de tecnología para cubrir las necesidades nacionales y suplir la importación en lo que hace a la industria de la Defensa, tanto económicamente como procurando inversiones para ese sector.

El Desarrollo Nacional en su conjunto debe apuntar a incrementar las exportaciones. Argentina en 2021 exportó lo mismo que hace una década, es decir que en 2011, lo que requiere poner el acento en la Producción y el Comercio Exterior como políticas de Estado. Un sector sumamente afectado es el de la industria metalmecánica y el de material agrícola, que ha visto una reducción en su producción y exportación.

En realidad, todo lo abordado debe ser considerado como políticas de Estado para tener continuidad y comprometiendo a la dirigencia de todos los sectores en estas políticas. Para ello, habida cuenta que el período de gobierno es de cuatro años, se debe proponer un plan trienal que permita a la gestión comenzar y terminar con propuestas reales y realizables, único camino para que la Argentina pueda nuevamente gozar de credibilidad en la comunidad de naciones.

Colegas de países de América del Sur me han sugerido en numerosas oportunidades que la Argentina debe recuperar su lugar —perdido— de liderazgo regional. Para ello es primordial contar con una nueva dirigencia nacional … o formarla.

En síntesis, se debe poner el acento en:

    • Justicia
    • Inteligencia
    • Seguridad (agenda propia y no global)
    • Reforma del Estado
    • Educación y Salud
    • Desarrollo Nacional
    • Producción y Comercio Exterior
    • Defensa

Con respecto a este último punto, ya me he explayado en la apremiante necesidad de reconstruir nuestra industria de la Defensa, destruida durante el gobierno de Menem, los Kirchner y Macri.

Como podrá apreciarse, todos estos temas están íntimamente relacionados y de ahí la necesidad de desarrollar un Pensamiento Estratégico, una Planificación Estratégica.

Sugerencias relevantes

Desterrar del discurso político conceptos o términos como progresismo, género, feminismo, lenguaje inclusivo, etc. La sociedad está hastiada de su utilización. Del mismo modo, alejarse de todo lo que implique socialdemocracia, neomarxismo y agenda global. Argentina debe tener su propia agenda.

Deben emplearse “ideas fuerza”.

Para implementar un Proyecto Estratégico Nacional se requiere armar un equipo multidisciplinario, evitando a rajatablas los advenedizos y los jugadores amateur, los cuales ya han pululado por los diversos organismos en 38 años de supuesta democracia.

Vale aquí recordar una frase de Peter Drucker:

«La mejor manera de predecir el futuro es crearlo».

Los argentinos debemos crear nuestro futuro.

Argentina necesita Voluntarios para su reconstrucción.

 

“En medio del caos, también existe la oportunidad”.

Sun Tzu

 

Invitación/Convocatoria: la presenta propuesta puede estar sujeta a variaciones pero ante todo se trata de una convocatoria para quienes consideren que pueden contribuir en la formación de un espacio de debate para crear un futuro para la Argentina. Los espero en: jreyes1@ceid.edu.ar

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] Marcelo Javier de los Reyes Giménez. Inteligencia y Relaciones Internacionales: un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones. Buenos Aires: Almaluz, 2019.

[2] Pedro Baños Bajo. “Geopolítica e Inteligencia”. En: Fernando Velasco, Diego Navarro, Rubén Arcos (eds.), La inteligencia como disciplina científica. Madrid: Ministerio de Defensa y Plaza y Valdés Editores, 2010, p. 24-25.

©2022-saeeg®

VOLVER A EMPEZAR

Iris Speroni*

Son decisiones. Es un nuevo régimen y como todo buen régimen, cambia las cosas de raíz. Los progres lo entendieron. Nosotros somos quienes no hemos entendido (todavía).

Hace unos días un compañero me pidió que preparemos un programa general que permita que el que trabaja tenga un buen ingreso, que haya salud, educación, “Respeto irrestricto a las leyes sean buenas o malas”, defender la familia, mejorar el tejido social, defender nuestro lugar en el concierto de las naciones y unas pocas cosas más.

Así que empezaremos a trabajar en el tema.

Hay que rebootear al país. Fecha caprichosa: volver al 31 de diciembre de 1975. No porque las cosas anduvieran perfectas en ese momento (bombas explotaban a razón de dos por día, la inflación volaba, etc.), sino porque es la última estructura legal antes de la dictadura y de la progresía. Lo que propongo es volver al estado jurídico previo al 1º de enero de 1976. En algunas cosas será imposible, porque la constitución de 1994 está vigente, pero se entiende.

¿Qué significa rebootear?

Significa cambiar el régimen. Acá quiero atar este texto con las propuestas en igual sentido de Curtis Yarvin (https://graymirror.substack.com). En el caso de él para los EEUU (de lo cual sólo me importan los aspectos metodológicos) y en mi caso, Argentina.

Tenemos que cambiar el régimen que gobierna argentina, que es esta alianza entre los woke/progres/commies champagne y la banca/los organismos internacionales/especímenes de empresarios como De Mendiguren o Lascurain. Esta alianza hace mucho más que gobernar: ha establecido un nuevo régimen.

Cambiaron las leyes fundamentales. 1994 la Constitución. Cristina Fernández cambió 3 de los cuatro códigos con la colaboración de radicales, Coalición Cívica y el PRO.

Se modificó desde los cimientos la educación, el sistema de salud, la moneda, la industria, la propiedad de la tierra, la propiedad de las empresas, el control de los puertos, el comercio internacional (hoy el mayor trader es el Estado chino), la explotación petrolera y minera, la pesca, el sistema impositivo.

Don Lohengrin hizo un excelente análisis sobre los mitos que creó la progresía para reemplazar los símbolos y la historia patria en EL MITO FUNDACIONAL. El nuevo régimen erradicó de la faz de la tierra lo que construimos desde 1816 a 1983. Y está bien, es lo que todo nuevo régimen debe hacer: cambiar todos los símbolos, las efemérides, etc. Ejemplos adicionales: desde Macri a la fecha no se festejan más las fechas patrias ni los presidentes rinden honores a nuestros próceres. Las fechas “patrias” más importantes han pasado a ser el 10 de diciembre y el 24 de marzo (ambas post 31 de diciembre 1975, es decir: del nuevo régimen). Bandera: el Congreso de la Nación reemplazó la efeméride del Día de la Armada Argentina que brinda homenaje a la batalla de Montevideo por un homenaje al grupo LGTB. Cornejo, Rodríguez Larreta y otros seres brindaron pleitesía a la substitución de la bandera argentina.

Curtis Yarvin propone CERREMOS LA UNIVERSIDAD. Algunos me preguntaron cómo era eso posible. Mi respuesta es: fácil, vean cómo la progresía cambió a la Argentina en sólo 40 años. No quedó piedra sobre piedra. La ESMA fue convertida en taller de enseñanza de circo. Se cerraron cientos de fábricas y se desindustrializó el país. Argentina pasó de tener el mejor sueldo medio al sur del Río Bravo a que sea inferior al de Brasil. Pasamos de tener una educación y salud ejemplar en el mundo a … bueno, lo que tenemos hoy. Nuestras FFAA otrora bien pertrechadas y bien pagas pasaron a ser una ínfima parte del presupuesto nacional[1].

Son decisiones. Es un nuevo régimen y como todo buen régimen, cambia las cosas de raíz. Los progres lo entendieron. Nosotros somos quienes no hemos entendido (todavía).

De acá a futuro

#Educación

Tirar a la basura todas las reformas e innovaciones desde Alfonsín a la fecha. Son, como efectivamente afirma la profesora Pividori, reformas comunistas. Por lo que hay que volver a las reglamentaciones y estatutos escolares vigentes al 31 de diciembre de 1975. Boletín, notas, dictados, ejercicios, llegar a horario e ir todos los días, sanciones si te portás mal, etc. Examen de ingreso al secundario. Examen de egreso del secundario. Examen a los maestros y profesores para poder ingresar a trabajar, etc. Tirar a la basura todos los manuales nuevos (post 1983). Se entiende. Si hubo algún cambio positivo luego de 1983 se incorporará luego de una revisión. Orden en los establecimientos educativos, desde que estén en buenas condiciones y limpios, buenos sueldos para el personal, directores sensatos, sin huelgas. etc. Renacionalizar la educación. Cerrar las universidades (esto ampliaré otro día).

#Salud

Una excelente salud pública para que las familias no necesiten contratar ningún servicio privado (más allá de que sean libres de hacerlo). Profesionales bien pagos, con examen de ingreso. Orden dentro de los hospitales, con horarios, inventarios y auditorías sorpresa y rutinarias. Dedicar las tardes a la atención gerontológica con dos objetivos: aprovechar la infraestructura, abaratar los costos del PAMI. Prevención, lo que se logra de cuatro maneras: a) buena nutrición para lo cual hace falta poder adquisitivo, educación y el hábito de cocinar en casa, b) ejercicios físicos como práctica incorporada para toda la vida, c) revisiones periódicas, anuales en el caso de adultos, más frecuentes en el caso de niños y gerontes, d) educación vial. Renacionalizar la salud.

#Seguridad & #Justicia

Seguridad y Administración de Justicia. Respecto a lo primero ha escrito Lohengrin[2]. En cuanto a la administración de justicia lo resumo: echemos a los hippies del sistema judicial y penitenciario argentino (CAOS y ORDEN Y CAOS).

#Defensa

FFAA. Remito a lo escrito por Tom E. Lawrence en NECESITAMOS FUERZAS ARMADAS. Resumo: objetivo tras el cual reconstruirlas más presupuesto. Agrego yo: 3% del PBI anual. Tengo ideas adicionales a las del autor, que no modifican un ápice su propuesta. Mis agregados tienen que ver con las universidades, así que también son para otro día.

En cuanto a economía he escrito en abundancia. Reconstruir los FFCC, ofrecer incentivos para que la población se instale en el interior del país, hacer un gigantesco programa de embalses y riego que permita forestar y la explotación agropecuaria en donde hoy hay secano. Tener un tipo de cambio alto para fomentar la inversión industrial (que se mudó a Brasil o directamente cerró) y las exportaciones. Tener flota mercante de bandera argentina. Reabrir los astilleros. Reabrir la fábrica militar de aviones y FFMM en general. Aumento de las exportaciones que sea motor de la economía y del crecimiento del nivel de vida de la población. Llevar el sueldo medio a mil dólares. Obras de infraestructura de envergadura en el manejo del agua y la generación y distribución de energía.

#Ciencia

Un plan que permita la autosustentación en patentes de nuestra producción agrícola, nuestra farmacéutica veterinaria, producción de energía. Ciencia al servicio de nuestros objetivos nacionales y militares. Ídem comunicaciones e informática. Entender la ciencia, las comunicaciones y la informática como parte del sistema de Defensa. 

#Energía

Continuar inversión en energía nuclear. Hidrocarburos a precios internacionales suficientes para el consumo doméstico incluyendo los crecimientos previstos. Excedentes exportables pero como negocio marginal. Continuar con la matriz eléctrica en base a gas mientras se puedan más nuclear más presas hidroeléctricas. Deberá acompañar el crecimiento de: a) las exportaciones, b) la industria que crecerá con las nuevas medidas económicas, c) el traslado de población propuesto. También debe estar regido por un criterio de Defensa.

Lo más importante: restablecer el orden. El país está profundamente desordenado y hay que empezar a poner cada cosa en su lugar.

Para la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Actualmente el estado nacional cuenta con el mayor presupuesto en términos absolutos de los 205 años de historia. Aun así, las FFAA pasaron de recibir recursos que permitieron una flota poderosa y cientos de aviones de combate y entrenamiento, regimientos en todo el país, infantería, artillería, etc. a lo que tenemos hoy. Eso ha sido una decisión política. Como hubo un cambio de régimen y quienes gobiernan están TODOS de acuerdo, el desfinanciamiento de las FFAA no hizo ruido, a pesar de que murieran decenas de aviadores porque se precipitaran aviones obsoletos y se hundiera el único submarino que teníamos. Esto demuestra que es una cuestión de voluntad y lo que era imposible en algún momento, luego se puede perfectamente.

[2] Resumo/agrego: a) selección, b) entrenamiento, c) buenos sueldos, d) pagar uniformes, armas, balas, entrenamiento físico y de tiro en forma permanente, e) disciplina interna, f) inteligencia.

Publicado originalmente el 15/01/2022 en Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/volver-empezar.html

 

RETOS DEL PERÚ MULTIÉTNICO Y MULTICULTURAL

Francisco Carranza Romero*

Hilaria Supa Huamán. Foto: Congreso de la República del Perú.
Voz valiente de una mujer

Hay libros que hablan como los seres humanos porque nos transmiten informaciones que motivan la reflexión y despiertan los sentimientos (alegría, tristeza y enfado). Es el caso del libro “Hilos de mi vida” de Hilaria Supa Huamán (2010, Ediciones del Congreso del Perú). La autora narra su vida desde sus primeros años en su pueblo natal (Huayllaccocha, entonces una hacienda en el distrito de Huarocondo, provincia de Anta, departamento de Cuzco, Perú), de sus experiencias como trabajadora doméstica desde antes de tener diez años, de su maternidad, de sus esfuerzos para no seguir siendo iletrada, de soportar los insultos y desprecios por ser diferente a las citadinas (indumentaria y hablar el quechua).

Desde el inicio ella nos advierte: “Yo no cuento mi historia para que me digan: ‘Ay pobrecita, todo lo que le ha pasado’, sino porque la historia de mi infancia y juventud es la historia de muchas mujeres indígenas de mi tierra” (p. 1). Y César Zumaeta Flores, entonces presidente del Congreso de la República, presenta el libro con palabras de quien conoce la realidad peruana: “Es testimonio vivo de que somos un país de múltiples ensambles culturales, multilingüe, que se construye y reconstruye cada día en el intercambio de nuestras diferencias”. Si todos los congresistas conocieran y asumieran esta realidad tendríamos mejores leyes.

Sin embargo, la vida sufrida de Hilaria no es única porque hay muchas historias de gente explotada y ultrajada. A pesar de todo, la superación de ella gracias a su coraje y paciencia es de muy pocos; y también, como ella narra, tuvo la suerte de encontrarse con gente buena que la ayudó, y hasta llegó a ser congresista.

El libro contiene valiosos datos y denuncias que merecen ser tomados en cuenta para mejorar las condiciones de vida de los que más sufren. Por su relato testimonial comprendemos los esfuerzos de los que tienen que enfrentarse a tantas situaciones injustas:

  1. Nacer en el área rural y en familia de economía pobre. La actividad agropecuaria no organizada ni asesorada da apenas la subsistencia, ingreso económico no suficiente porque las mejores tierras, desde los tiempos de la conquista, fueron repartidas y apropiadas. Y el despojo de las tierras aún continúa con maniobras legales. Las áreas rurales carecen de muchos servicios como las vías de comunicación, centros de salud y escuelas; por eso, sus pobladores tienen que marcharse del pueblo natal para estudiar, ganar dinero, y curarse —cuando los curanderos ya no pueden— hacia las ciudades a días u horas de distancia donde, a veces, ni siquiera tienen familiares. Y los urbanos, creyéndose modernos y superiores por gozar de estas ventajas, en vez de comprenderlos, los maltratan.
  1. Nacer en una comunidad indígena. Los indígenas peruanos constituyen una minoría que, a pesar del menosprecio oficial, aún mantienen su cultura: lengua, creencias, ritos, medicina tradicional, agricultura natural, música, danzas, ritos, gastronomía, vestimenta, etc. El hablante de una lengua indígena, para realizarse como ciudadano útil y respetado, tiene que cumplir, le guste o no, el largo y difícil proceso de la educación escolarizada en castellano con profesores y compañeros que sólo hablan castellano, con textos escolares en castellano, y los exámenes y entrevistas en castellano. Y los programas de alfabetización, cuando hay, cumplen los intereses políticos y religiosos. “Los alfabetizadores del Estado van preparando a la gente para las siguientes elecciones, para que marquen el partido del gobierno; y las sectas defendiendo su religión. Una vez más, somos utilizados” (p. 158). Qué bueno sería que los centros escolares de todos los niveles formaran ciudadanos que conozcan la realidad nacional para sentir la identidad cultural y asumir la historia con realismo y optimismo. Hilaria Supa no se queda en la crítica, también emite su propuesta que, ojalá, llegue a las autoridades del Ministerio de Educación y del Congreso: “… que se enseñe a los niños en su lengua materna, y que, poco a poco, aprendan el castellano como segunda lengua, como una lengua que necesitan para defenderse en la vida” (p. 155). En Perú, la lengua y cultura de los que iniciaron la conquista y el colonialismo en 1532 tiene mayor prestigio y difusión nacional e internacional. Los doscientos años de la independencia no muestran los cambios a favor de los indígenas peruanos, descendientes de los americanos milenarios.
  1. Nacer mujer. Su voz es de una mujer que ha sufrido tantas vejaciones en su familia, comunidad, lugares de trabajo e instituciones. Ella conoce, desde su niñez, las desventajas de la mujer porque en la sociedad el varón es quien tiene voz y mando. “¿Por qué hay tantos varones que abusan de las mujeres y después niegan, abandonan o maltratan a sus hijos? ¿Acaso los varones nacen machistas? ¿Son malos por ser varones?” (p. 15). Ella misma da la respuesta: “Los varones no nacen machistas, el ambiente los vuelve de esa manera, así como el ejemplo que dan los padres y la sociedad” (p. 153). “La religión de los invasores habla de un dios varón, todopoderoso, que está en el cielo. Para nosotros los dioses son varones y mujeres que están en la tierra, en el agua, en los cerros y también en el cielo. Para nosotros las diosas no son vírgenes sufridas y sumisas, son madres, son fértiles” (p. 90). El dios celestial y lejano parece inalcanzable para los seres humanos comunes; por eso, existen los supuestos intermediarios.

Promover la educación para cambiar esta realidad.

En el libro hay propuestas y respuestas directas e indirectas.

Asumir la indigenidad. “Debemos capacitarnos y concientizarnos hasta llegar a un nivel donde no sintamos vergüenza de nuestro origen” (p. 55). “Los indígenas debemos hablar por nosotros mismos, no debemos esperar que otra persona hable por nosotros ni mucho menos debemos hablar lo que ellos nos enseñan sin haber pensado antes” (p. 68). Con el uso del pronombre personal “nosotros”, ella asume con sinceridad su origen o raíz.

Por sus participaciones en los eventos internacionales ella ha tenido contacto con profesionales e indígenas extranjeros, así sabe que los indígenas peruanos no son los únicos casos de la injusticia. “Las naciones indígenas de todo el continente de América tenemos culturas parecidas y problemas parecidos de marginación y desaparición” (p. 97).

Supa critica a los grupos religiosos fanáticos: “Todos piensan que poseen la verdad. Prohíben que bailemos nuestras danzas, que toquemos y cantemos nuestras músicas. Prohíben que seamos nosotros mismos” (p. 95). Estas prohibiciones afectan la celebración de las fiestas y ritos según el calendario solar (solsticios de verano e invierno) y según el calendario lunar (fases y el plenilunio más grande del año: hatun pampa killa) que son importantes en la agricultura, ganadería, pesca y tratamientos terapéuticos.

Debemos cuidar la salud humana y de la tierra. Es la visión andina de que el ser humano es parte de la naturaleza. Tomando en cuenta sus testimonios y denuncias pedimos a los egresados de los centros superiores que visiten las áreas rurales para ampliar sus conocimientos.

Los del área de salud, con una actitud de apertura y humildad pueden descubrir los males como el susto, chucaque, mal del ojo, mal aire, etc., que tienen sus etiologías y curaciones propias. En Perú, muchos pueblos vivieron y viven gracias a los curanderos que conocen las virtudes curativas de los productos de plantas, animales, sales, arcillas que hay en su contorno. Con estos materiales preparan remedios y se curan. Y, cuando ya es imposible curar, ayudan a preparar al paciente para que muera con dignidad; y también preparan a la comunidad, para que haga una buena despedida al miembro que se va. La reciprocidad (rantin en quechua I, ayni en quechua II) ayuda a vivir y a aceptar la muerte como un proceso natural.

Sobre las diferencias de atención a los enfermos, comenta dos casos: En la fractura ósea los curanderos usan emplastos de hojas, raíces y grasas de ciertos animales para fortalecer el hueso en vez del frío y duro yeso que ponen en los hospitales. En el parto, la parturienta es colocada de rodillas y tratada con emplastos calientes y brebajes también calientes; en los hospitales tratan a base de inyección y pastilla. Y reconoce la apertura mental del médico Jorge Valdivia y de la enfermera Libia Pinares, quienes conocen y respetan la medicina tradicional. Con profesionales como los mencionados se puede capacitar a los curanderos y aprender también de ellos el uso de las medicinas tradicionales; así habrá mejor servicio en los poblados. Y mejor, si el diálogo es en la lengua de los indígenas. “Tal vez, partiendo de mi propia situación, inválida por la artritis, siento muy fuerte el valor de un cuerpo sano y la salud íntegra del cuerpo, la mente y el espíritu, sin golpes, gritos ni maltratos” (p. 120). “En las prácticas aprendemos a preparar diferentes jarabes, tinturas y cremas con insumos que están a nuestro alcance” (p. 137).

Promover la agricultura ecológica que protege la tierra y la planta, aunque el producto no es grande como desean en la ciudad. Los agroquímicos (fertilizantes y plaguicidas) empobrecen la tierra e intoxican al medio ambiente y al consumidor. La concientización y capacitación desde la escuela debe ser labor de los especialistas en plantas, animales y alimentos.

En las universidades de Corea del Sur, me consta, hay dos escuelas de medicina que se colaboran tratando de atender lo mejor posible al paciente: Facultad de Medicina Occidental y Facultad de Medicina Asiática. Ambas escuelas utilizan los nuevos avances de la tecnología y los ponen al servicio de la salud.

Superar el alcoholismo. El método más efectivo para dominar a otro es darle droga en vez del salario justo, comida, educación y mejores oportunidades de vida. Los fanáticos y ambiciosos conquistadores del Perú usaron el alcohol para dominar y explotar a los indígenas; los ingleses, en otros lugares, recurrieron a exterminarlos o les dieron el opio para hundirlos en el vicio.

Otro motivo del consumo del alcohol es la celebración de las fiestas religiosas. Cada pueblo, por más pequeño que sea, tiene su santo patrón o santa patrona a quien se le alegra con fiesta costosa que termina en borrachera. El apóstol Santiago (llamado Santiago Matamoros en España; Santiago Mataindios en América) recibe muchas fiestas en el mes de julio. Los quechuas lo llaman Shanti Illapa (Santiago Trueno). El nombre de este patrón genocida es también topónimo de muchos pueblos.

Y, ¡qué coincidencia!, el hacendado y el amo de la casa donde hay personal de servicio son llamados también patrón o patrona. Los evangelizadores, salvo honradas excepciones, fueron cómplices de la dominación de los pueblos.

La conducta de los padres borrachos, malgastadores y violentos, desgraciadamente, es imitada por los hijos. Los indígenas borrachos son los que traicionan a sus hermanos cuando se alzan pidiendo mejores condiciones de vida.

Las religiones que predican el no consumo del alcohol hacen cambiar la mala costumbre de tomar alcohol hasta la borrachera; pero, después aprovechan para convertirlos en fanáticos creyentes hasta hacerlos despreciar su propia cultura. Así la religión no libera, porque de una droga se pasa a otra droga.

Hilaria Supa clama: “El Estado debe prohibir la venta del alcohol industrial (alcohol metílico de 96°). Así como se prohíbe la droga se debe prohibir la venta sin control del alcohol que también es droga” (p. 147). Y el alcohol es tan popular que hasta tiene muchos nombres: ron, cañazo, chacta, llonque, huacshu, huascu. Y es común huasquarse por cualquier motivo. Tanto en el área rural como en la ciudad, no hay fiesta sin el consumo de alcohol; no hay reunión familiar y amical sin la música ruidosa. ¿Para alegrase se necesita tomar alcohol?

Los movimientos políticos, hablando de la igualdad y justicia, practican la discriminación y el acaparamiento del poder. Cuántas veces los astutos políticos, para lograr firmas de apoyo y votos, van a las comunidades con regalitos, alcohol y promesas, se disfrazan, danzan graciosamente y balbucean algunas palabras en la lengua indígena. Así se aprovechan de los ingenuos. A esta farsa teatral, Supa critica: “En la ciudad, mayormente, acostumbran llamar disfraz a nuestra vestimenta; dialecto a nuestro idioma; a nuestro arte lo llaman artesanía; a nuestra música, folklore; y a nuestras ceremonias, brujería” (p. 69).

Extinción del indígena, triunfo de la civilización. En la década 90, los funcionarios del gobierno planearon bajar la pobreza reduciendo la población indígena. Con engaños y regalos muchas mujeres pobres del campo fueron esterilizadas para no tener que criar más hijos. Hilaria denuncia: “Es increíble, pero cierto que el gobierno de Alberto Fujimori había planificado, desde sus oficinas, cuántas mujeres en cada provincia tenían que usar algún método de planificación familiar; … cuántas tenían que usar T de cobre y cuántas debían hacerse la ligadura de trompas” (p. 125). “En vez de crear un sistema más justo, con espacio para todos, era más fácil… reducir la población indígena. Los científicos llaman a esto genocidio, otros lo llaman violación de los derechos humanos” (p. 126). Las consecuencias de las esterilizaciones son físicas y psicológicas. Los que investigan y denuncian estos hechos son amenazados y criticados ferozmente. El juicio por las esterilizaciones forzadas ya lleva 20 años sin ninguna sentencia.

Los que nos identificamos indígenas (perunígenas, amerígenas y terrígenas) consideramos que la educación es el mejor camino de superación de los pueblos. El proteccionismo y el asistencialismo crean la dependencia y matan la creatividad y la autovaloración.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

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