SCRAMBLED EGGS

F. Javier Blasco*

Expresión inglesa para denominar lo que en España llamamos huevos revueltos o revuelto de huevos que, a diferencia de una corriente tortilla, conocida en nuestras cocinas como francesa, en la que las partes del huevo se unifican previamente antes de ser cocinadas en la sartén, en este caso, se hace sobre la marcha en un recipiente caliente, sin llegar a ser una pasta unida y fina, sino rugosa, nada compacta, fácil de romperse y en donde se aprecian las partes del huevo bien diferenciadas.

Valga este símil para definir la situación en la que ahora nos encontramos, de forma demasiado generalizada en los aspectos político, económico, social, religioso y también, en las propias relaciones internacionales.

La vida y sus consecuencias en la mayor parte del mundo y en España con alta nota, se han convertido en un totum revolutum donde nada ni casi nadie, cumple con su papel. Se ha dado un vuelco a todo, no hay un gobierno, legislación, estamento, organización internacional, alianza o tratado que cumpla con su deber limpia y concretamente.

Ya son muchos los primeros ministros o presidentes de los gobiernos que incumplen la Ley con toda impunidad; algunos juegan al escondite con sus electorados y otros solo buscan perpetuarse a costa de cualquier mal trato o incluso traicionar al Estado al que representan, a sus ciudadanos o a sus tradiciones.

La arbitrariedad de las acciones de los dictadores o aspirantes a ello, es tan clara y patente, que cada vez va tomando un mayor cariz hacia la perversidad, porque la debilidad de la mal llamada Comunidad Internacional, es cada día mayor por la incompetencia de los mandatarios, la debilidad de las instituciones internacionales o el miedo a meterse en problemas mayores que le puedan acarrear graves consecuencias.

Hemos llegado al cambio y momento en el que se ha hecho una gran realidad aquella famosa expresión “Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même”; «Dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo o por sí mismo», usada por primera vez por el francés Vincent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII, contra el intervencionismo del gobierno en la economía. Pero, en esta ocasión hemos trasladado la teoría y el mensaje a toda actividad interna o externa.

Es como si nada cumpliera su papel, todo está mezclado, nada es compacto y homogéneo. Al contrario, es amorfo, débil y demasiado frágil por lo que en cualquier momento o al menor vaivén, se puede romper en muchos pedazos.

Hace algo más de un año que fuimos testigos de la toma de la cuna de la democracia norteamericana por una turba azuzada por el propio presidente saliente, sin que de momento pase nada, salvo a unas cuantas cabezas de turco, que firmemente le creyeron y se han quedado con la brocha en la mano, mientras les quitaban la escalera en la que alegremente se habían subido por su fanatismo y pocas entendederas.     

Llevamos dos años de pandemia con millones de muertos, los hospitales desbordados y aún quedan cientos de miles, por no decir millones de negacionistas, que con sus teorías tratan de revolverlo todo, parar la economía y llegar a tumbar los pilares más sólidos de la salud mundial, a nada que aumente su poder y se generalice más su presencia.

La economía da unos vaivenes increíbles que arrastran a millones de personas al paro, se cierran miles de empresas cada hora y desaparecen negocios e ilusiones forjados con espíritu y esfuerzo que nunca se volverá a recuperar por mucha ayuda que intentemos insuflar.

Tenemos a gobiernos de manipuladas y tan irreconocibles izquierdas, que negocian y se apoyan con y en los principales enemigos de sus estados, con auténticos asesinos, y reprochan a la oposición que se agrupen para hacerles frente, denunciando la paja en el ojo ajeno y obviando la viga en el propio. 

Las encuestas demoscópicas han perdido todo su valor o se fabrican exprofeso para engañar al incauto, captar al indeciso, comprar voluntades o son tan imprecisas, que no aciertan en sus predicciones; y ahora, tras el fiasco en Portugal, hasta las cambian a los pocos días de celebrarse los comicios, por aquello de asustar al votante o acertar siempre, pase lo que pase en la jornada electoral.

En varias partes del mundo, y en España particularmente, gran parte de los tribunales de Justicia o elementos para el arbitrio de los valores y principios, casi toda la Abogacía del Estado y sin paliativos, la misma fiscalía general andan despistadas, anuladas, compradas o totalmente desnortadas.

Casi todo en ellos, es un trágala indecente, una forma de mirar para otro lado, dejar que pase el chaparrón y no darse por enterado cuando el propio gobierno les pone a parir, no acepta sus decisiones o cambia las leyes para que todo lo que antes era blanco, ahora sea negro para alcanzar un sucio objetivo sin miramientos ni preocupación.   

No hay tiempo para el reproche de la corrupción, cada día más generalizada, que campa a sus aires y nadie la para. Solo persisten aquellos que otrora eran y siguen siendo grandes escándalos sonados e incluso causa o motivo para fundamentar una falsa moción de censura; pero, ahora los nuevos casos, cómo los protagonistas son del otro bando, no suponen la menor crítica ni inquietud en la ciudadanía ni en la mayoría de los medios de comunicación.

Se ofende y se ataca a la Iglesia como si fuera la única responsable de pederastia, abusos de todo tipo o acaparamiento de propiedades y poder; cuando, si bien tiene su gran parte de culpa y ha vivido siglos demasiado bien, no es la única institución que merece un castigo y cierto tipo de revisión por su mala gestión al ocultar determinadas crisis sin parangón.

Hoy en el mundo cualquiera hace demostraciones de fuerza, amenaza al vecino con invadirle o se ríe de la comunidad mundial, sin que le pase nada. La ONU no es ni sombra de lo que fue, un mastodóntico instrumento en manos de un podrido e inoperante CSNU con un inventado derecho de veto para los siete mayores truhanes de la historia.

La OTAN se ha convertido en un club de perros ladradores, que amenazan, amagan, pero que nunca muerden y dispuestos a sacar la bandera blanca a la menor amenaza, porque no tiene capacidades ni voluntad propias y está en manos de los que buscan solventar sus propios problemas e intereses, que cada vez más frecuentemente, están muy lejos de los confines o las ideas de la misma Alianza.

La UE en la arena internacional, ni está ni se le espera; porque no tiene entidad militar suficiente, no hay un líder adecuado o capaz de manejar este cotarro y sólo demuestra algo de valía para cuestiones económicas, aunque a veces se ejecuten sin el debido control y concierto.

Los sátrapas y tiranos del mundo proliferan como las setas; lanzan misiles cada semana; aumentan sus armas nucleares; amenazan al mundo o, la nueva moda; cambian la historia, ofenden al que de siempre era su amigo del alma y ahora, tras más de doscientos años de independencia, le acusan de tirano, explotador y asesino de su propia cultura; cuando, de no haber sido por aquellos, muchos de estos que ahora despotrican, seguirían con taparrabos y comiéndose unos a otros, tal y como siempre fue su historia.

Hay iluminados y fantasiosos que, en busca de popularidad, no dudan en llevar a su país a la bancarrota, le sacan de la UE, le llevan al caos y a la pobreza y además de reírse de sus ciudadanos por tamaña vileza, incumplen sus obligaciones personales en mitad de la pandemia y no les pasa nada más que un simple mal trago, que pronto se pasará como ocurre con todo en este mundo desnortado y dirigido por pequeños cerebros, por incapaces o terroríficos malvados en busca de grandeza.

En fin, el mundo está revuelto, muy revuelto y lo malo de todo esto es que cada día hay más hambre, más diferencias entre la gente y son los bolsillos de los ciudadanos los que pagan estas “grandes proezas” y sus consecuencias, pero, como si fuéramos borregos, ninguno es capaz de poner sus pies en pared y salir a la calle a decir basta ya, esto es un atraco y una gran torpeza.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

©2022-saeeg®

 

DIOS, PATRIA, HOGAR

Santiago González*

¿Una respuesta política nacida desde lo religioso para enfrentar el globalismo financiero y el marxismo cultural?

“Dios, patria, hogar”, proclamaban las leyendas escritas con desafiante pintura negra sobre los paredones encalados del pueblo. A mí y a mis amigos nos causaban gracia y curiosidad, una porque conocíamos a los que las escribían y, a pesar de que ponían cara de malos y usaban tremendo bigote, no nos parecían muy preparados para sostener cualquier desafío, y la otra porque no entendíamos la necesidad de la proclama, tan seguros estábamos de contar con un Dios, una patria y un hogar. Esas seguridades sin embargo iban a durar poco. Casi sin darnos cuenta, entrábamos a la vez a la adolescencia, a la década de 1960 y a una etapa de transformaciones vertiginosas que estremecerían hasta los cimientos esas certidumbres.

¿Cómo podíamos saber, entonces, que Dios sufría desde hacía casi un siglo el ataque encarnizado de la Europa cristiana, y que su muerte ya había sido anunciada como una buena nueva? ¿Cómo podíamos anticipar que la patria sucumbiría bajo la doble agresión de la violencia y el saqueo en las décadas siguientes, las de nuestra juventud y madurez, las décadas en las que la vida para la que nos estábamos preparando debía rendir sus frutos? ¿Cómo podíamos imaginar siquiera que el hogar, la familia, ese reducto último de la certidumbre y el amparo, el lugar del reposo, la alimentación y el abrazo, iba a ser blanco de la metralla que ahora, ante nuestros ojos, hace saltar por el aire sus últimas astillas?

¿Cómo podíamos sospechar que algún día, ante la mirada interrogante de nuestros hijos, sólo íbamos a tener perplejidad y silencio como respuesta?

Evidentemente, nuestros amigos de los bigotazos y el pelo aplastado habían olfateado con la debida anticipación algo que nosotros no percibíamos. Y que tampoco, para ser honestos, queríamos percibir, encandilados unos con la conquista del espacio y los avances tecnológicos que probaban la eficacia del capitalismo, obnubilados otros con la revolución cubana y el Concilio Vaticano II, que señalaban el camino inevitable hacia el socialismo y el hombre nuevo. Ni unos ni otros veíamos en nuestras opciones una amenaza contra Dios, ni contra la patria ni contra el hogar, porque los juzgábamos tan eternos como el agua y el aire, como Borges decía de su ciudad.

Y sin embargo, aquí estamos: sin Dios, con la patria hecha añicos y ya casi sin hogar.

La situación en la que hemos caído es resultado de una combinación de factores tan disímiles, dispersos y azarosos que parecería difícil imaginar una conspiración. Podría decirse que si hay una conspiración su origen no es de este mundo, cosa que movería a risa a algunos, pero que otros tomarían muy en serio, especialmente los que creen en la eficacia operativa del demonio. Sabemos, sin embargo, que hay personas en condiciones materiales e intelectuales de ayudar al azar (o al diablo) y orientar las cosas en determinada dirección. Al fin y al cabo, lo del Nuevo Orden Mundial fue una idea emanada de esas personas y propuesta claramente y con todas las letras, no un invento de las mentalidades conspirativas.

La idea de reordenar el mundo brotó tras la caída del muro de Berlín, que no separaba, como se cree habitualmente, al Occidente capitalista del Este socialista: era en realidad un dique de contención contra los desbordes de uno y otro lado, obligaba a cada bando a preservar una cierta apariencia de virtud. Cuando el hormigón cayó bajo la presión de las multitudes, lo peor del capitalismo se fundió en un abrazo con lo peor del socialismo, con el que mantenía antiguas y documentadas relaciones, y desde entonces vienen marchando juntos hacia la instauración global de una nueva esclavitud, políticamente totalitaria, como siempre imaginaron los comunistas, y económicamente libertaria, como siempre imaginaron los capitalistas.

La tarea no parecía sencilla. ¿Cómo someter nuevamente a la esclavitud a un hombre al que las mismas élites habían ensoñado desde la Revolución Francesa con las ideas de libertad, igualdad y fraternidad? Personas inteligentes, no tardaron en encontrar una solución simple, económica y orwelliana: cambiar el sentido de las palabras.

Los conspiradores, o el mismísimo demonio, procedieron por etapas: en nombre de la libertad comenzaron por separar al hombre de Dios para privarlo del sentido trascendente de la vida, que lo unía en alabanza y oración al conjunto de los demás hombres y de todo lo creado; después se dedicaron a socavar sus vínculos de pertenencia e identidad, especialmente la patria, pero también el terruño o el barrio, la lengua o la música, en aras de una igualdad global e indiferenciada que excede largamente lo social, incapaz de suscitar identificación, pertenencia o lealtad alguna; ahora, a favor de una fraternidad tan inclusiva como estéril, apuntan con la ideología de género contra la familia, bastión último de anclaje y de sentido para un hombre en trance de ser despojado de todas las ligazones y raíces que necesita para desarrollarse y crecer con cierto grado de salud.

Este hombre, así desamparado, perdido y angustiado, el hombre que las mentes más lúcidas de Europa vienen describiendo con un sentido de urgencia cada vez mayor, no sabe cómo enjugar su desesperación: las drogas, la promiscuidad, las experiencias extremas, nada le alcanza para cubrir el vacío al que lo han arrojado las consignas de libertad, igualdad y fraternidad en su versión perversa. Ese hombre está listo y predispuesto para recibir, con alivio de náufrago y agradecimiento perruno, el yugo del esclavo. El yugo, claro está, ya no tiene el perfil grosero del madero o el herraje, sino que llega en el suntuoso envase de la tecnología y la modernidad, tan amable y seductor que le resulta irresistible.

Hablemos también de libertad de mercado y derecho de propiedad, palabras cuyo significado se ha trastocado hasta lo irreconocible. ¿Podemos hablar de libertad de mercado cuando toda la economía capitalista se mueve hacia la concentración, cuando cada vez menos personas deciden sobre áreas cada vez más amplias del comercio, la industria, las finanzas y los servicios, cuando cada vez hay menos espacio para el emprendimiento personal, se trate del ejercicio de las profesiones liberales, o de la simple farmacia, ferretería o almacén de barrio? ¿Podemos hablar de derecho de propiedad, cuando el único derecho de propiedad resguardado es el de los bienes materiales pese a que la persona también es dueña de intangibles como su historia, su patria, su religión, su lengua, sus opiniones e incluso su cuerpo, amenazados todos por el poder de coerción del Estado?

El nuevo orden le recuerda permanentemente al ciudadano su condición de esclavo, cuya supervivencia depende de un amo cuyo rostro ni siquiera conoce, pero al que debe someterse sin chistar si no quiere perder su ciudadanía, que ya no consagra la Constitución, sino una tarjeta de crédito, un alquiler o un abono, puesto que cada vez le resulta más difícil ser propietario de nada. La palabra que mejor define la situación del nuevo esclavo es precariedad: casi nada de su vida está efectivamente bajo su control, todo es transitorio y puede acabarse en cualquier momento, desde el empleo hasta el matrimonio, para usar una palabra realmente anticuada. Especialmente, y uno sospecha que deliberadamente, ya no puede ser propietario de una casa, un cuarto propio, un lugar donde caerse muerto. En cualquier momento puede encontrarse literalmente en la calle.

Sospecho que eso es deliberado, porque hay algo sagrado en la casa propia: Mircea Eliade dice que su construcción replica el gesto creador y fundacional de los dioses, y constituye un eje en torno del cual ordenar el propio mundo y una suerte de eslabón con lo sagrado. En la casa propia, cada hombre funda su propio linaje, y la ocasión suele ser debidamente señalada. Cuando finalizó la construcción del techo de la que sería nuestra casa familiar, mi padre agasajó a constructores y amigos, y en la flamante cumbrera se colocó una rama de pino, según fotografías que pude ver en el álbum familiar. La imposibilidad de tener su propia casa corta el último vínculo del hombre con la divinidad. Asunto que nos lleva de regreso al comienzo de esta nota.

Si se las mira con un poco de atención, todas las acciones del globalismo financiero asociado al marxismo cultural que venimos describiendo son “disolventes”, como decían los militares respecto del accionar de la izquierda: apuntan a romper o desatar todos los vínculos que anudan al hombre con su Dios, con sus compatriotas, con su familia, para dejarlo aislado, inerme e impotente. Esta comprobación tiene la virtud de mostrarnos el camino para hacerles frente: propone un plan de resistencia y un programa de acción. Si el propósito de estos conspiradores (o del demonio, vaya uno a saber) es desligar al hombre de sus referencias trascendentes y existenciales, ¿deberíamos responder reparando esas ligaduras, religándolo? ¿Una respuesta política nacida desde lo religioso? Dios para afianzar una patria, patria para levantar un hogar, hogar para formar hombres y mujeres cabales. No hay abuso de retórica ni tampoco mucha novedad en esto: la Argentina que supo enorgullecernos se hizo en gran medida así.

 

* Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires y se inició en la actividad periodística en el diario La Prensa de la capital argentina. Fue redactor de la agencia noticiosa italiana ANSA y de la agencia internacional Reuters, para la que sirvió como corresponsal-editor en México y América central, y posteriormente como director de todos sus servicios en castellano. También dirigió la agencia de noticias argentina DyN, y la sección de información internacional del diario Perfil en su primera época. Contribuyó a la creación y fue secretario de redacción en Atlanta del sitio de noticias CNNenEspañol.com, editorialmente independiente de la señal de televisión del mismo nombre.

 

Publicado originalmente el 01/03/2019 en gaucho malo El sitio de Santiago González https://gauchomalo.com.ar/dios-patria-hogar/

ABSOLUTA PRIORIDAD EN EL AÑO 2023: LA RECUPERACIÓN DEL ESTADO INSTITUCIONAL

Grl Heriberto Justo Auel*

“Civitas filia temporis” *

 

1) ¿Cómo alcanzamos la categoría de “Estado fallido”?

A fines del 2021 publicamos el ensayo “Es la tormenta que lleva al puerto” (1). Lo tomaremos hoy como punto de partida para el presente.  Decíamos entonces:

“Los dos jueces prevaricadores del TOF Nro. 5 —Adrián Grünberg y Daniel Obligado— se “han llevado” lo que quedaba de la Institución Judicial. La Argentina llegó —con este aberrante hecho jurídico/político— al estadio de “Estado Fallido”.

Un continuo “proceso revolucionario castro-comunista” —que cumple más de sesenta años de actividad sediciosa— está llegando a alcanzar su objetivo inicial, que nunca cambió: tomar el poder, definitivamente. Lo que si cambió —a lo largo del tiempo— fue su estrategia: han transcurrido —en esas seis décadas— cinco diferenciadas campañas ininterrumpidas —1959/2022— (2) (3). La consigna “vamos por todo” indica esa intencionalidad.

Entendíamos por Estado Fallido” —en aquel ensayo— lo siguiente:

“aquel que no puede garantizar su propio funcionamiento o los servicios básicos a la población. Eso puede deberse a que ha perdido el monopolio de la fuerza, sufre un vacío de poder, legitimidad disputada, instituciones frágiles o carece de capacidades y recursos para satisfacer las necesidades esenciales de sus ciudadanos, entre otras causas. Se mide el fracaso de un estado con los siguientes parámetros:

      1. Corrupción política e ineficacia judicial.
      2. Sobre población contaminación.
      3. Altos niveles de criminalidad inseguridad ciudadana.
      4. Altos niveles de informalidadpobreza pobreza extrema.
      5. Crisis económicasinflación desempleo.
      6. Fuga de talentos(emigración altamente cualificada).
      7. Bajos porcentajes de personas con educación superior.
      8. Gran parte de la población con la primaria y/o secundaria incompleta.
      9. Pérdida de control físico del territorio o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
      10. Incapacidad de responder a emergencias nacionales.
      11. Vulnerabilidad frente a desastres naturales.
      12. Incapacidad para suministrar servicios básicos”.

(Hemos señalado aquellos parámetros que entendemos señalan el fracaso del Estado argentino).

El Estado —en nuestra Patria— en todos sus niveles ha sido demolido constante y progresivamente a través del vaciamiento de sus Instituciones Constitucionales, hasta alcanzar —en el presente— la categoría de “estado fallido”. Cuando en nuestras calles oímos el grito clamando ¡Justicia!, se debe a que los Tribunales existen, pero la Justicia —que es su razón de ser— ha desaparecido. Cuando el clamor es por la ¡Seguridad!, no es porque no haya cuarteles y comisarías, sino que la misión constitucional que tienen, no se cumple. Y así podríamos continuar con la educación, la salud, la economía, etc.

Desde 1983, hasta hoy, la revolución explota intensamente sus éxitos estratégicos de posguerra. Habiendo transcurrido cuatro décadas de explotación de sus éxitos estratégicos, ¡¿cómo es posible que nuestra dirigencia política no lo vea¡? Nos hemos preguntado —reiteradamente— ¿Es ignorancia, miopía o “compromiso”? ¿Le temen a la “revolución castro-comunista”? ¿O simpatizan con ella? ¿Tienen conciencia de que somos un país en doble posguerra y con dos estados de guerra activos? ¿Tienen como enemigo al neoliberalismo? ¿O aún están atascados en los odios del pasado? (4) (5).

Al respecto, el periodismo “converso” —feroz enemigo de la corrupción— cuando debe citar hoy al enemigo terrorista revolucionario, retiene el antiguo discurso aprendido en los ´80, plagado de palabras simbólicas: “dictadura”, “represores”, “desaparecidos”, etc.… ¿No les llama la atención que los derechos humanos estén en manos comunistas en nuestra Patria? ¿No se apercibieron que el Nüremberg argentino cumple cuarenta años y aún continúa…?

Compatriotas dirigentes: ¿No les parece que hay que despertar? “Civitas filia temporis”* ¿Uds. no oyen a los clarines que llaman a reunión?… ¿o creen que el “golpe institucional” del 01/02/2022 —del Ejecutivo y del Legislativo— contra la SCJ, fue por los motivos que se aducen? Las falacias oficiales hace mucho tiempo que no son creíbles ni viables. Por ello vale la pena insistir —una vez más— en la concientización de la verdad a través de una breve síntesis de la situación estratégica que algunos miran y no ven —o no quieren ver—. Es insoslayable salir de la confusión, cuanto antes.

La guerra es un fenómeno sociopolítico que tiene una dirección estratégica y un desarrollo táctico, en el que se logra la victoria o la derrota. Los argentinos triunfamos en los combates —nivel táctico— en los ´70. Pero la derrota convencional del ´82 —en el Atlántico Sur— llevó al colapso al gobierno militar y en la inmediata doble posguerra la inteligencia británica “trastocó” nuestra victoria táctica de los ´70, en derrota político-estratégica —decreto 158/83 mediante— en colusión con la inteligencia castro-comunista.

El eje de la maniobra colusiva fue el CELS de Verbitsky —triple agente— y su objetivo fue la destrucción del núcleo duro del Estado Nacional: las FF.AA. y el Poder Judicial. Para ello se inició simultáneamente —con la judicialización de la guerra— una profunda manipulación del cerebro de los conmocionados argentinos, con todos los medios de comunicación del Estado.

Este proceso de transculturización fue muy eficiente y sus consecuencias se evidenciaron en sucesivos comicios y aún se puede reconocer en amplios sectores dirigenciales “progresistas” —de derecha y de izquierda— categorizados como “palomas” o  “transversales”proclives a alinearse con los pseudo-revolucionarios—. Además, hay dirigentes que atrasan décadas. Aún permanecen en el estadio peronismo/antiperonismo de los ’50.

Quienes en realidad ocupan hoy nuestro escenario conflictivo son los extemporáneos revolucionarios castro-comunistas y quienes abrazamos a nuestras tradiciones, a la Libertad y a la Constitución alberdiana y asumimos decididamente la lucha contrarrevolucionaria: democracia Vs. dictadura.

Ahora bien, cabalgando a este conflicto están además las mafias corruptas infiltradas en la política y en las instituciones con la única finalidad de evitar su inexorable encarcelamiento. Su impunidad les exige la “reforma constitucional” que pregonan.

2) El Poder y el Estado (6)

¿Fue casual que el enemigo revolucionario seleccionara al “núcleo duro” del Estado, para iniciar la toma del Poder? No, no fue casual. “Las Instituciones —como la verdad— son hijas de su tiempo” —dice Norberto Bobbio— y en la actualidad la institución FFAA son el sostén de la Política Exterior y el brazo armado que permite el desarrollo de una fuerte sociedad civil, así como la institución Poder Judicial es garantía de credibilidad de la nación y de su paz social.

Hoy carecemos totalmente de instituciones sanas. En consecuencia no hay Política Exterior ni de Seguridad Nacional, no existe credibilidad en la Argentina y por ello tampoco hay Economía. El espacio argentino se presenta como una “zona liberada” a las mafias, en particular las del narcotráfico, que sostienen financieramente al castro-comunismo.

El Poder se ejerce a través de las Instituciones del Estado. Al atacar y destruir al núcleo duro del Estado, el castro-comunismo licuó al instrumento jurídico-institucional y a la vez transfirió el poder a sus organizaciones mafiosas que colonizaron a la Política. A esta acción debe sumarse el “entrismo” ideológico y como resultante la extrema debilidad de los partidos políticos, carentes hoy de liderazgos y de contenidos doctrinarios.

Ante la ausencia de los partidos, gobiernan las coaliciones “electorales”, asociación de personalidades que encabezan agrupamientos burocráticos que, al no estar “unidos” por objetivos políticos proyectados en el tiempo, carecen de coherencia para gobernar.

Si estas coaliciones no eliminan a sus “quintas columnas” ** antes del 2023, la parálisis gubernamental nos llevará a un grave conflicto social.

3) La recuperación de la democracia y de la libertad

Iberoamérica —bajo “contraofensiva revolucionaria” ordenada por el Foro de San Pablo en julio de 2019— está siendo reconquistada por el castro-comunismo —por vía electoral— y establece “democracias de partido único” a través de reformas constitucionales inspiradas en el modelo cubano/boliviano —caso Chile—. De ese modo las dictaduras “de hecho” se orientan a un estatus “de derecho” que les otorgue permanencia, a pesar de los escandalosos niveles de corrupción que les exige su supervivencia mafiosa, fundada en el narcotráfico.

Nuestra Patria —encuadrada en una situación geopolítica caracterizada por la “decadencia de Occidente”— vive una situación que “Justicia y Concordia. Asociación de Abogados por la Verdad y la Justicia” —respetadísima asociación que agrupa a cientos de profesionales del Derecho— ha sintetizado en estos días —acertadamente— en los siguientes términos:

“Ya no existe para nosotros el mal menor. La Argentina está en manos de la peor gente que este suelo vio nacer en toda su historia. La Argentina reclama, pues, una respuesta proporcionada a la gravedad de esta hora. Y esta tiene que partir de la verdad sobre sus causas y sus responsables”.

Monseñor Aguer, simultáneamente, —bajo el título “Enajenados”— describió magistralmente la situación social que alcanzamos. Rescatamos del artículo el siguiente párrafo:

“Los medios de comunicación dan cuenta de un fenómeno social que para la gente de mi edad y aún para muchos adultos, resulta insólita y reciente. Las noticias cotidianas son alarmantes y no es posible acostumbrarse a convivir con un fenómeno semejante. Me refiero a la cantidad abrumadora de delitos —robos y crímenes— que tienen como protagonistas a jóvenes y adolescentes. Por ejemplo, son frecuentes los casos en que atacan a las víctimas que han elegido o que se les presentan circunstancialmente como una oportunidad, a la que intentan despojar del teléfono celular o de cualquier otro bien y aunque no logren arrebatarlo, le disparan un balazo o le arrojan un puntazo cortante y lo matan. Lo hacen con total naturalidad”. 

Ambas conceptualizaciones —originadas en el máximo nivel cultural del país— indican con toda claridad la profundidad de la crisis generalizada que hemos alcanzado. La recuperación del país hace imprescindible la “recuperación del Estado Institucional” como instrumento jurídico de la Gran Política para recuperar nuestro futuro, dentro de los cánones de la democracia liberal de Occidente, de la Libertad como valor central de nuestra cultura y de la responsabilidad, como factor de la cordura que nos permita regresar al concierto del mundo occidental.

Los objetivos de la revolución castro-comunista en curso —en gran parte de Iberoamérica y en nuestro país— y la necesidad de alcanzar la impunidad para un sector gravemente corrompido de nuestra sociedad, han impulsado el “salto de garrocha”*** que hemos citado en numerosas publicaciones del año 2021. La reciente visita de “Tartufo” a Moscú y a Beijing ha tenido esa finalidad inmediata, dada la extrema debilidad de su gobierno para llegar a fines del año 2023.

“Tartufo” ha “ofrecido” a Putin a la Argentina como “base de operaciones” o su “puerta de entrada” a Iberoamérica. El ex-KGB hace mucho tiempo que aspira a la presidencia de la OPEP para regular el precio del gas. Su posicionamiento en PDVSA y ¿en YPF? le allanarían el camino a su objetivo. A su vez el “ofrecimiento” —¿entrega?— a Xi Jinping abarca —sin duda— temas mucho más trascendentales: se trata de lograr el cumplimiento del contrato que lo llevó a la presidencia (7) y al presidente chino “no le preocupa la confrontación de las “autocracias Vs. democracias” —como a Biden—. Centralmente le preocupa y ocupa el poder imperial chino en ascenso” (8).

Decíamos hace menos de un año (8):

“Xi se aproximó a Moscú —interesado en su arsenal— y con ello a la “alianza invencible” planteada por el Cap Haushofer en su “Tesis”  —ciertamente más fuerte que la de Xi— (4). Sigilosamente —desde el 2011— con estrategias indirectas y “zonas grises” (7) China se posiciona en el “anillo exterior” a modo de “contra cerco” sobre el Occidente talasocrático, desplegando su nueva capacidad expansiva en Iberoamérica, África, Australia y también en su vecindario limítrofe —en el “anillo interior”—.

En la Argentina está presente con finanzas, bancos, puertos, ferrocarriles, producción de alimentos, minería, etc. Cuenta con una base estratégica espacial en la Bajada del Agrio y ha ingresado a espacios culturales en las principales universidades nacionales  (7) y (8).

En el pico de la pandemia, el retardo de Xi en la entrega de la vacuna Sinopharm a Buenos Aires ha provocado variados supuestos acerca de promesas KK incumplidas. Cuenta en el gobierno —desde 2020— con figuras que llenan el rol de Rasputín ante la zarina: el “Chino” Carlos Zannini, —profundo lector de los “Cinco Escritos Militares de Mao” (9)— y el “Perro” Verbitstky, leal seguidor de la doctrina estratégica de Sun Tzu. Ambos, factores operativos centrales de Ella. La oposición demuestra un total desconocimiento de las maniobras estratégicas en curso. Su lectura de la situación es totalmente superficial”.

La reciente —sorpresiva y extemporánea— “reacción por impotencia” de Tartufo —en el momento álgido del despliegue militar ruso sobre la frontera de Ucrania— con la banal cobertura de asistir a la inauguración de los “Juegos de Invierno” en Beijing, tiene como única finalidad efectivizar el “pase” argentino a la órbita “asiática chino-rusa”, adoptando el sistema político autocrático oriental, modelo del nuevo comunismo posguerra fría que incluye al “capitalismo de estado”, en desarrollo en la “Isla Mundial”.

EE.UU. de inmediato reaccionó e hizo advertir a la Región que Buenos Aires ha puesto “en riego a la Seguridad Hemisférica”. Sería conveniente prestar atención a la advertencia.

Cuando la “Asociación de Abogados por la Verdad y la Justicia” expresan: “La Argentina reclama, pues, una respuesta proporcionada a la gravedad de esta hora”, entiendo que perciben con toda claridad lo que está en juego: nuestra Libertad. Más de diez proyectos comprometidos en Beijing, con una inversión superior a los veinte millones de US$, se traducen en el ingreso de nuestro país a la órbita de dominio imperial chino, instrumentado por una macro-maniobra geopolítica: la “Franja y Ruta de la Seda”. (9).

Una cosa es ser “socio comercial” de China y otra muy distinta es ser “aliado estratégico”, como lo expone insistentemente el cubano-argentino que se desempeña actualmente como Embajador en China, el joven Vaca Narvaja. Salir de nuestra identidad cultural occidental para ingresar a la órbita cultural oriental es absolutamente inviable.

El hombre libre de nuestra Argentina raigal —simbolizada por los jinetes criollos galopando en nuestra inmensa pampa— jamás será vasallo de ninguna autocracia importada. Hemos nacido bajo el palio de la Libertad en Mayo de 1810.

Solo la inopia de dirigentes políticos ignorantes y amorales puede entender que su salvación judicial está en un trasvasamiento cultural disimulado por la atroz destrucción que vienen realizando en todos los frentes del poder nacional. El subsuelo cultural de aquellos lejanos países está abonado por religiones que admiten el autoritarismo, que es repulsado por la cristiandad. Putin lleva más de veinte años en la presidencia y su aliado Xi ha obtenido una continuidad “sine die” en la cabeza de la nueva superpotencia comunista.

Además de intentar cumplir con el contrato que lo llevó al “sillón de Rivadavia”, un Tartufo sin reservas en el Banco Central debe continuar con el “distribuicionismo” electoralista de Ella —hasta el 2023— y China “no da puntada sin nudos”. Es imposible que en las cláusulas secretas del acuerdo estén ausentes las facilidades argentinas para una gran base naval-logística en el extremo sur, bajo administración china, con una cesión de soberanía similar a la otorgada en Neuquén o que no esté comprometido el G5, para su solapado ingreso al país, a pesar de las advertencias del Pentágono y de la Secretaría de Estado.

Así como “no fue casual” que la revolución castro comunista iniciara sus campañas atacando al “núcleo duro” del Estado, “su recuperación exige absoluta prioridad” a partir del año 23, para recuperar el futuro y la dignidad de los argentinos.

Como hemos adelantado, la Democracia no es solo el ejercicio de la Libertad, sino también de la Responsabilidad. He ahí su grandeza. Si las FFAA son un reflejo de su sociedad, es necesario entender que deben ser su representación legítima. Las elecciones de medio tiempo ya se han expresado claramente en favor de la Constitución Alberdiana.

En 2023 —sin duda— ese mandato se ampliará. Será el momento de rescatar a las FFAA para que representen a la voluntad del soberano. Deberán volver a tener las misiones que la Constitución les otorga, volverán a tener el fuero militar —que es universal— y se volverá a un Servicio Militar Obligatorio que hoy las Flia (s) claman para una juventud que “han perdido con naturalidad” —en palabras de Mons. Aguer— el amor al prójimo y a la Patria.

Simultáneamente, la recuperación del Poder Judicial y de sus Fuerzas Auxiliares tendrá la misma prioridad. El solo hecho de las declaratorias, marchas, concentraciones y los reiterados intentos de su “democratización” por parte de elementos delincuenciales radicalizados, nos eximen de explicitar la importancia de su regreso a los andariveles de la Justicia.

Ha llegado la hora de producir “la respuesta proporcionada a la gravedad de esta hora”.

La Argentina debe decidir los pasos a dar —en el corto plazo— para evitar los propósitos mafiosos de una minoría enajenada que para evitar su inexorable ingreso a la cárcel, están entregando nuestro futuro a una revolución perversa y a las potencias que disputan la hegemonía mundial con un Occidente decadente.

“Civitas filia temporis”

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

 

Aclaraciones y citas

* “Civitas filia temporis”: “La verdad es hija de su tiempo”.

** Quinta columna: es una expresión utilizada para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos o étnicos.

*** Salto de garrocha: intención y acción revolucionaria que intenta el gobierno kk,  para alcanzar el “cambio del sistema político constitucional” de la Argentina, saliendo del bloque “Occidental Cristiano” para ingresar a la órbita asiática —China/ Rusa— en pugna por la primacía mundial con EE.UU. y la UE.

 

Referencias

(1). H. J. Auel. “Es la tormenta que lleva al puerto”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), diciembre de 2021, www.ieeba.org.

(2). H. J. Auel. “Guerra contrarrevolucionaria en la Argentina. Estrategia del terrorismo revolucionario para la toma del poder”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), julio de 2021, www.ieeba.org.

(3). H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la Quinta Campaña”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), julio de 2020, www.ieeba.org.

(4). H. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), agosto de 2015, www.ieeba.org.

(5). H. J. Auel. “La larga guerra civil argentina y el actual estado de guerra civil-revolucionario”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), julio de 2013, www.ieeba.org.

(6). F. Aznar Fernández Montesinos. “Las FF. AA. en la construcción del Estado”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), 26/03/2014, www.ieeba.org.

(7). H. J. Auel.  “Alberto Ángel Tartufo Fernández; candidato del Foro de San Pablo”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), 10/08/2019. www.ieeba.org.

(8). H. J. Auel. “El encuadramiento geopolítico internacional de la actual situación estratégica argentina”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), marzo de 2021, www.ieeba.org.

(9). H. J. Auel. “La geopolítica del “virus chino”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), mayo de 2020, www.ieeba.org.