Iris Speroni*
No importa cuánto se recaude, siempre gastarán más.
La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) presentó sus números[1] de lo recaudado en el año 2021.
Primero la AFIP dice que fueron $ 11.906.730.771.054. Luego en una coqueta nota al pie, aclara que además recaudó $ 245.456 millones de Aporte Solidario y Extraordinario (el impuesto por “única” vez de 2021). Con lo que supera holgadamente los 12 billones —continentales— de pesos.
El impuesto engañosamente llamado “aporte solidario”, fue legislado con la excusa de soportar los gastos adicionales por la supuesta pandemia de COVID. Sin embargo, cuando uno lee la letra chica, sólo el 20% tiene ese destino[2] [3]. El 80% tiene otros, como invertir en la exploración de gas.
Vamos a la recaudación. Estos 12 billones de pesos son el resultado de:
-
- impuestos.
- Aduana.
- imposiciones a la Seguridad Social o impuestos al trabajo.
Dentro del rubro impuestos algunos son coparticipables y otros no.
Estos 12 billones de pesos son mucho dinero. Aun así no les es suficiente a los presupuestófagos. Es que no importa cuánto se recaude, siempre gastarán más. Nunca será suficiente. Es cómo vivir con un jugador empedernido: tenga un sueldo de $ 100.000, $ 1.000.000 o $ 10.000.000, a los tres días de cobrar no tendrá un peso. Nuestros políticos, a los que delegamos la administración del Tesoro Nacional, son como cualquier vicioso.
Y como hemos visto durante el gobierno de Macri, no importa qué partido esté al frente del Estado Nacional, la bacanal de gasto superfluo nunca tiene fin. Si no les alcanzan los ingresos, endeudan al país; total la cuenta la pagamos nosotros. El incentivo al gasto es enorme: los políticos cobran sobornos al efectuar compras, al tomar deuda, al cancelar deuda, al renegociar deuda, al contratar personas, al dar subsidios a los beneficiarios de planes sociales. Siempre les queda una moneda en la mano.
Veamos cómo recaudó la AFIP
Impuestos: $ 7.364.784.978.475,82 + $ 245.456.000.000 = $ 7.610.240.978.475,82.
Una parte es coparticipable (IVA, Ganancias, Bienes Personales; casi 6 billones). El resto no. Dentro de los impuestos que no se reparten con las provincias están los impuestos al cheque, a los combustibles, internos (tabaco, bebidas alcohólicas, gaseosas, a las transacciones inmobiliarias y automotores, a las entradas al cine, otros más).
Seguridad Social: son los aportes y las contribuciones como porcentaje del sueldo. Es un impuesto al trabajo. Los legisladores sinceramente creen que lo pagan las patronales. El impuesto al trabajo siempre lo paga el trabajador. No importa quién deposite el dinero operativamente. Los impuestos al trabajo provienen del esfuerzo del trabajador. Por lo que la disquisición entre aporte y contribución puede tener diferencias legales, pero nunca económicas. El empleador calcula el costo total de un trabajador (incluido el uniforme, las vacaciones, ausencias, etc.) y sobre este número final decide si lo contrata o no. Si algún día logramos que el legislador lo comprenda, daremos un gigantesco paso adelante.
Retomo. Los impuestos al trabajo cobrados por la AFIP en el 2021 ascendieron a $ 3,1 billones de pesos. Incluye lo que va al ANSES, a las obras sociales sindicales y a los seguros de riesgo de trabajo y obligatorios.
Aduana: en total $ 1.438.039.172.970,71. Dos tercios por aranceles a las exportaciones y el resto por importaciones. Debería ser al revés, dados los altos aranceles a la importación y el tipo de cambio subsidiado. Sin embargo, la caída del salario real (que viene en pendiente en los últimos 10 años) más la desindustrialización creciente de nuestro país y la ausencia de una política de aprovisionamiento de las FFAA lleva a las importaciones a niveles despreciables.
Comparaciones odiosas
El IVA más que triplicó la recaudación por aranceles de exportación. El IVA lo pagan todos los consumidores (las empresas son sólo agentes de recaudación). Cuanto menos ingreso tiene una persona, más destina al consumo, más le impacta proporcionalmente el costo impositivo sobre los alimentos y servicios públicos. Por eso sostengo que a) el IVA es el impuesto al pobre y por lo tanto el primero que hay que sacar, b) al Estado argentino y a sus administradores infieles los financian los más pobres de esta sociedad.
El sistema de coparticipación tiene numerosos vericuetos[4], sólo resaltaré los más importantes. De lo recaudado por IVA, el estado retiene una porción para la ANSES y el resto lo divide entre provincias y el Tesoro Nacional. Luego la ANSES compra bonos del Tesoro, así que pareciera más una máscara para financiar a la nación que un destino genuino.
Recaudación ANSES: $ 2,3 billones de pesos (impuestos al trabajo) más $ 700 mil millones (IVA y Ganancias); cerca de $ 3 billones.
Conclusiones
El Tesoro Nacional, en manos de presupuestófagos, es un barril sin fondo. Todo lo que pongamos en él, desaparecerá. Los políticos aducirán que necesitan construir viviendas, o paradas para camiones, u hospitales. Luego gastarán fortunas en hacer propaganda del Ministerio de la Mujer o lo que esté de moda en el momento. Lo que nunca dicen es cuánto pagan de intereses. Cuando la banca les pide más y más, es cuando a los legisladores se les ocurre imponer nuevos impuestos.
Tienen razón. De ver la recaudación año tras año, uno se da cuenta que no importa lo que agreguen, el argentino va y paga. Aunque el país se desangre, se desindustrialice (ya está desindustrializado) y la cosechas crezcan menos que en Brasil o que ya no quede flota fluvial porque toda se fue al Paraguay. Lo único que ven es que este año recaudaron más que el anterior y eso les permite robar más y mejor y repartir con la pseudooposición.
Estamos bajo ataque y nuestro enemigo es interno: nuestros gobernantes, quienes desprecian, odian y temen al ciudadano argentino. Hasta que sepamos cómo reemplazarlos (por algo mejor), nuestra única herramienta es limitarlos. Cuantas menos leyes emitan, mejor. Cuanto menos tributos impongan, mejor. Cuantos menos impuestos y campañas y planificaciones creen, mejor.
No debemos aceptarles argumentos como “es por los pobres, por el hambre, por los que no tienen casa”. Porque han subido los impuestos todo el siglo XXI y no hay un solo indicador social, político o económico que haya mejorado. Darle más dinero sólo provocará más de lo mismo: más pobres, menos educación, menos atención hospitalaria, peores sueldos para la policía, menos pertrechos militares.
Estamos en una instancia defensiva: entonces defendámonos.
La única manera es cortarles la financiación lo más posible. Impedir que contraigan deuda y que aumenten impuestos. Esto va para la Nación, las provincias y los municipios.
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
Referencias
[1] Recaudación 2021 AFIP
https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/
[2] El camarada Heller y la riqueza
http://restaurarg.blogspot.com/2020/09/el-camarada-heller-y-la-riqueza.html
[3] Carlos Heller
http://restaurarg.blogspot.com/2020/10/carlos-heller.html
[4] Coparticipación Federal de Impuestos. Honorable Cámara de Diputados.
https://www.hcdn.gob.ar/secparl/dgral_info_parlamentaria/dip/glosario/C/coparticipacion.html
Publicado originalmente el 22/01/2022 en Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/recaudacion-de-la-afip-2021.html