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REFLEXIONES ESTRATÉGICAS INSPIRADAS POR EL CORONAVIRUS

Juan Carlos Neves*

Cuando comenzó el conflicto en Malvinas, tanto los países europeos integrantes de la OTAN como los Estados Unidos impusieron un embargo a Argentina que impidió la obtención de suministros esenciales para sostener el esfuerzo bélico.

Ello motivó que no dispusiéramos de otros medios que aquellos con que contábamos al comienzo de la guerra o los que pudieran ser provistos por las empresas nacionales de nuestra industria para la defensa.

Un caso paradigmático fue la disponibilidad de misiles Exocet Aire-Mar. La Armada Argentina solo disponía de cinco misiles de estas características y los utilizó con gran eficacia hundiendo al buque logístico “Atlantic Conveyor”, al Destructor “HMS Sheffield”, orgullo de la marina británica, y presumiblemente averiando el Portaaviones “HMS Invincible”. Pero a pesar de todos los esfuerzos realizados por el gobierno argentino fue imposible adquirir nuevas unidades una vez iniciado el conflicto ya que los misiles eran de origen francés y este país no solo se negó a proveerlos, sino que cesó oficialmente el apoyo para poner a punto las unidades ya vendidas y además brindó información a los británicos para facilitar la interceptación de estas armas.

Esta experiencia nos dejó como enseñanza la necesidad de asegurar la disponibilidad de insumos bélicos de producción nacional ya que, en caso de conflicto, que es justamente cuando más se los necesita, la mayor parte de los países se niegan a aportar armas al beligerante. Sin embargo, a pesar de estas evidencias, durante la Presidencia de Carlos Saúl Menem y el mandato de su Ministro Domingo Cavallo todo el complejo de producción para la defensa fue desarticulado siendo los casos más notables la fábrica que producía misiles Cóndor y el astillero de submarinos Domeq García. Si bien se adujeron razones presupuestarias, fue notoria la imposición de Estados Unidos a instancias del Reino Unido para quienes resultaba inaceptable la independencia armamentística de un país como la Argentina, que había demostrado tener la voluntad para desarrollar políticas independientes y la disposición para defender sus intereses nacionales utilizando la fuerza de ser necesario.

La pandemia del coronavirus vuelve a enfrentarnos con otro caso en que se siente profundamente la carencia de producción nacional de insumos vitales para situaciones de crisis, en este caso de origen sanitario.

Tanto el Presidente Alberto Fernández como su Ministro de Salud han reconocido públicamente que no se hacen las pruebas en la cantidad necesaria porque no se disponen de suficientes unidades de los elementos para determinar infectados, dado que son importados y muy requeridos en este momento en todo el mundo. Obviamente, los países que los producen priorizan sus propias necesidades y eventualmente las de sus aliados más cercanos. Sin embargo, la industria farmacológica argentina y el nivel de nuestros investigadores en la materia, permitiría desarrollar estos productos (como están intentando ahora de apuro) si lo tuviéramos entre nuestras prioridades. Lo mismo puede aplicarse al desarrollo de vacunas y a cuestiones más sencillas como respiradores, los que son producidos en el país por una única empresa y en cantidades limitadas.

Como me dijera en una oportunidad el prestigioso científico Conrado Varotto, presidente de la Comisión Nacional Aeroespacial: los únicos productos que no podemos producir son los que nos venden. Sucede que pocos países están dispuestos a invertir el tiempo y el dinero necesario para un desarrollo autónomo de algo que puede conseguirse en el mercado y Argentina no es la excepción.

La lógica económica de producir allí donde resulta más barato, generalmente por el menor costo de mano de obra derivado de las precarias condiciones laborales, ha llevado a que China tenga el monopolio de numerosos productos entre ellos los insumos medicinales. Sin embargo, debemos considerar que la lógica económica no es la única fuente de motivación para determinar los modos de acción para la producción, ya que existe una lógica estratégica que debe ser considerada so pena de sufrir graves consecuencias.

Esta no es solo una conclusión personal. Numerosos analistas de diversos países reconocen el error de tener una enorme dependencia de China en el área de insumos medicinales y ahora están sufriendo las consecuencias. Es absolutamente necesario que tomemos nota de esta segunda lección y actuemos en consecuencia.

¿Significa esto que tenemos que producir todo nacional, atados al eslogan de “vivir con lo nuestro”?

No, por cierto. No tiene sentido reinventar la rueda o lograr una patente de un motor de combustión convencional o cuestiones similares. De lo que se trata es de identificar las áreas de importancia estratégica y los elementos críticos para garantizar la supervivencia ante graves eventos infrecuentes, pero de ocurrencia posible y probable, y trabajar para contar con ellos en el mediano plazo.

Las circunstancias nos han hecho evidentes dos sectores que claramente entran en la categoría de estratégicos. El de la Defensa y el Farmacológico pues nuestra salud depende fuertemente de vacunas y otros productos importados que pueden tornarse escasos cuando más se los necesite.

Una tercera área que por suerte tenemos cubierta es el agua y la alimentación, ya que las características geográficas de nuestro país y el desarrollo tecnológico de la agroindustria aseguran la disponibilidad y la autosuficiencia.

Quedan sin embargo otros espacios a considerar en una lista que no es excluyente.

Uno de ellos es la Energía, de la que en distintos períodos de nuestra historia hemos pasado a ser importadores o exportadores y de la que no solo hay que considerar la producción sino la capacidad de distribución y la disponibilidad de refinerías y tecnología. Es necesario poner el énfasis en las fuentes alternativas de energía tales como la hidráulica, solar, eólica, mareomotriz, etc., que, a diferencia de las térmicas basadas en el consumo de sustancias fósiles, son renovables. En el caso particular de Argentina también debemos mantener la ventaja de disponer el conocimiento, el combustible (uranio) y la experiencia que nos permiten utilizar la energía nuclear.

Aunque menos obvio, debemos destacar la enorme dependencia que tenemos en el área de comunicaciones de elementos que no controlamos. Si una circunstancia inesperada como una tormenta de meteoritos, una inusual actividad solar o un acto de terrorismo a gran escala afectara los satélites de comunicaciones tenemos la seguridad de que los países que controlan estos artefactos asegurarían su propia necesidad y nos dejaría incomunicados. Es imperioso dar continuidad al programa ARSAT de satélites de comunicaciones de origen nacional y debemos disponer de alternativas aumentando las redes de fibra óptica que nos garanticen las comunicaciones internas en el ámbito nacional ante una catástrofe de esta naturaleza. Como dato cabe aportar que la red de fibra óptica nacional está alrededor de los 33.000 km contra más de un millón de su equivalente en España en un territorio mucho menor.

Finalmente, e insisto que sin agotar el análisis acerca de cuáles son las áreas que requieren desarrollos autónomos, debemos alertar que Argentina exporta más del ochenta por ciento de sus productos por vía marítima pero no dispone de una flota mercante de bandera. Todo el flete del comercio exterior es dependiente de terceros y es susceptible de ser bloqueado o embargado casi sin alternativas. Fortalecer la existencia y el funcionamiento de empresas navieras argentinas es también una necesidad estratégica.

Concluyendo, el coronavirus nos ha demostrado una vez más que no podemos vivir en un mundo complejo sin tener desarrolladas ciertas áreas estratégicas que irresponsablemente ignoramos corridos por la eterna coyuntura en que vive nuestro país. Por supuesto que una de las claves para llevar adelante una previsión estratégica racional es tener una economía sana y eliminar la enorme dependencia que genera la condición de deudor moroso.

La solución para esta falencia es mucho más integral, ya que requiere gobernantes y funcionarios idóneos, eliminar la corrupción, producir con eficiencia y no gastar más de lo que produce. Receta sencilla pero que ha probado ser muy difícil de cumplir en nuestra querida patria.

Quizás el sufrimiento y las carencias que se evidenciaron con la epidemia nos otorguen el incentivo para generar cambios inmediatos en lo económico y ponernos a pensar en lo estratégico, si queremos asegurar un futuro deseable.

 

* Contralmirante Retirado, Veterano de Guerra de Malvinas. Licenciado en Sistemas Navales. Master en Relaciones Internacionales. Master en Ciencias en Management. Presidente del Partido Nueva Unión Ciudadana. Coordinador Político de ENCENDER (Encuentro de Centro Derecha).

LA HIPOCRESÍA DE JUNTOS POR EL CAMBIO RESPECTO DEL PRESUPUESTO DE DEFENSA Y LA NECESIDAD DEL PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO

Marcelo Javier de los Reyes*

El dramaturgo Bertolt Brecht expresó: «Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad».

La verdad es que cuando gobernó Cambiemos continuó con la misma política de Defensa y de desinversión que mantuvieron los gobiernos kirchneristas, tal como lo manifesté oportunamente.

El 5 de septiembre Juntos por el Cambio, que no están ni «juntos» ni promueven ningún «cambio» —que para mostrarse distintos de sí mismos cambiaron su nombre de «Cambiemos», así como sus socios en la incubación de las desventuras de la Nación pasaron de llamarse «Frente para la Victoria» a «Frente de Todos»—, emitieron un comunicado de prensa sobre la III Jornada de JxC de Análisis del Presupuesto de Defensa 2022. Según el mismo «El presupuesto de Defensa deja indefensa a la Argentina» y entre sus conclusiones expresa que «el presupuesto de Defensa es irrelevante e insuficiente para cumplir con la Defensa Nacional, poniendo en riesgo al país y a los efectivos de nuestras Fuerzas Armadas»… toda una gran revelación.

Agrega que «por décadas la desatención sobre el presupuesto de Defensa ha provocado el efecto equivalente a una decisión no escrita de “desarme unilateral”, lo cual ha conducido a una situación de virtual indefensión del país». Esta situación «expone a nuestros militares a un riesgo innecesario para sus vidas al operar con medios obsoletos y mal mantenidos». Y lo dicen sin sonrojarse a pesar de que entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019 fueron gobierno gerenciando la miseria de las Fuerzas Armadas desde el Ministerio de Defensa.

El propio presidente Mauricio Macri habría expresado en una reunión con los altos mandos militares: «Suscribo a todo, hay que unificar y reducir gastos, acostúmbrense a que no hay plata»[1]. Cabe destacar que en 2014, el porcentaje destinado a Defensa respecto del PIB fue del 0,88%, en 2015 del 0,85%, en 2016 del 0,81%, en 2017 del 0,86%, en 2018 del 0,75%, en 2019 del 0,71% y en 2020 del 0,76%[2].

En abril de 2017 el gobierno de Cambiemos anunció un recorte del presupuesto de $ 4.600 millones para el Ministerio de Defensa, ocasionando la suspensión de proyectos —como el de desarrollo de UAV (unmanned aerial vehicle) o vehículo aéreo no tripulado (VANT)—, la racionalización en Líneas Aéreas del Estado (LADE), lo que incrementó la desarticulación territorial de la Argentina en un país en el que ya en la década de 1990 se desmanteló el sistema ferroviario nacional y las líneas fluviales y marítimas, con las consecuencias que ha tenido en el costo de los fletes, la destrucción de las rutas y el incremento de los accidentes viales debido al aumento del transporte automotor de mercaderías.

A lo mencionado cabe recordar que el presupuesto para los agentes civiles de Inteligencia Militar fue “0”. No es necesario mencionar nuevamente lo que detallé en 2017.

A partir de lo expuesto, las cúpulas de las Fuerzas Armadas tienen que asumir que con la actual dirigencia política, oficialismo y oposición, la situación no cambiará en términos presupuestarios. Las Fuerzas Armadas no pueden seguir formando pilotos para una Fuerza Aérea que no tiene aviones y lo mismo es válido para el Ejército y la Armada, porque las únicas que se favorecen son las empresas privadas: los pilotos militares, formados a un alto costo por el Estado Nacional, renuncian para pasar al sector privado. Se siguen formando submarinistas y la Armada no tiene submarinos. Lo hace con la esperanza de que en algún momento algún gobierno adquiera los submarinos, un arma estratégica sumamente necesaria para la Nación. En este punto, aún no se ha determinado quiénes fueron los responsables del «accidente» del «ARA San Juan», de lo que estimo que la responsabilidad debería caer sobre el gobierno y las autoridades navales que tuvieron a su cargo la reparación de media vida así como el gobierno y las autoridades navales que le dieron la orden de zarpada a un submarino que no estaba en condiciones de navegar. Para 2017 había un informe del Ministerio de Defensa sobre todas las falencias que tenía la nave pero, además, ya había un antecedente en el que los tripulantes estuvieron a punto de no poder emerger.

De tal manera que es necesario proceder a una planificación estratégica en términos de Defensa, independientemente del presupuesto. Es necesario ajustar en los recursos humanos pero hay que hacer algunas salvedades. El Ejército Argentino cuenta con casi 58.000 efectivos pero en el caso de una fuerza de tierra se requiere una mayor cantidad de hombres como apoyo logístico por cada combatiente. En este sentido, debe considerarse que la movilización de combatientes requiere el acompañamiento de mayor personal destinado con fines logísticos: personal de servicios, médicos, enfermeros, etc.

Por su parte, la Armada tiene aproximadamente 17.000 efectivos, carece de su arma de submarinos, buena parte de la Flota de Mar no navega y para el presupuesto de 2023 se ha contemplado navegar la ZEE ¡solo 65 días! Aquí se entiende por qué se produce la depredación de nuestras riquezas del Atlántico Sur, a lo que se suman las erróneas políticas diplomáticas y las decisiones que toman los gobiernos de turno. Entre ellas haber ordenado al personal de Inteligencia que «no había hipótesis de conflicto» cuando buena parte del territorio nacional y de su espacio marítimo está siendo usurpado por el Reino Unido, el cual mantiene esa colonia a los efectos de asegurar su proyección antártica y de controlar el estratégico paso bioceánico. Del mismo modo, la Argentina prácticamente hoy tampoco cuenta con una fuerza aeronaval.

La Fuerza Aérea Argentina tiene aproximadamente 14.000 efectivos para unos 24 aviones de combate, entre los que se encuentran los Pucará, los Pampa, los A4, y los destinados a otras misiones como los Hércules y los Lear Jet. Evidentemente aquí se aprecia una desproporción que roza el sinsentido.

De esto se deduce, entonces, que debería reducirse el personal administrativo y civil a los efectos de disminuir los gastos de personal innecesario, el cual sigue vigente para mantener unas Fuerzas Armadas que ya no existen en la misma dimensión. En términos económicos, el sistema de Defensa está sobredimensionado en función del presupuesto actual y futuro.

Así como existe una desproporción del personal de la Fuerza Aérea respecto de los aviones de combate operativos, también la desproporción está en función de los radares. Los radares de última generación no precisan de personal, ni siquiera de personal adicional para su custodia porque podrían ser emplazados en unidades militares —en lugar de localizarlos en lugares para los cuales debe disponerse de custodia— o en aeropuertos y aeródromos que ya cuentan con una guardia.

Con la finalidad de reducir los costos se debería unificar el Comando Antártico y trasladarlo a Tierra del Fuego en lugar de tener sede en la ciudad de Buenos Aires. Esta medida, a su vez, favorecería la Soberanía Nacional a partir de una mayor presencia militar en el sur del país.

Por otro lado, deben tenerse en cuenta las experiencias del conflicto entre Ucrania —léase la OTAN— y Rusia. En tal sentido, se podría contar con una Fuerza Aérea mínima con efectos disuasivos —obviamente más y mejor equipada que la actual— pero poniendo el énfasis en el desarrollo de drones kamikaze y de misiles. Cabe tener en cuenta que los actuales drones iraníes usados por Rusia tienen un costo de unos US$ 20.000 dólares por unidad y un alcance de aproximadamente 2.000 kilómetros. Si el costo de una aeronave ronda los US$ 60 millones o más, podrá estimarse la cantidad de drones que podrían adquirirse, o mejor aún construirse, con el dinero destinado a un avión. Si se construyen en la Argentina se avanza en el desarrollo tecnológico y se favorece a empresas nacionales.

Debe, asimismo, ponerse la mira el desarrollo de la guerra electrónica, ámbito en el que la Argentina se encuentra totalmente indefensa. Ello debe ser complementado con un amplio plan de radarización.

En términos más vinculados al fitness, las Fuerzas Armadas deben adelgazar y poner el acento en su desarrollo muscular en función del magro presupuesto que la oligarquía política le impone, más por ideología y dilapidación de recursos con vanos fines políticos que por la carencia real de recursos. Ante esta mezquindad de los políticos, las cúpulas de las diversas armas deben optimizar las mismas acorde al magro presupuesto.

Si se desean optimizar los medios debe ajustarse en el ámbito de los recursos humanos. Si el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada tienen efectivos a los que no pueden darle no solo un sueldo digno sino tampoco alimentación y mínimas prestaciones que debe recibir todo militar, entonces se hace necesario obrar con pragmatismo. Las Fuerzas Armadas pierden personal calificado no por una cuestión salarial sino más por frustración: no pueden volar, no pueden navegar, no pueden realizar prácticas de tiro, etc. En síntesis, por no poder desarrollar sus capacidades como militar profesional.

Si me preguntaran si es esto lo que desearía para nuestras Fuerzas Armadas, está claro que no, dado que la Argentina es el octavo país en extensión territorial, a lo que se le suman millones de kilómetros cuadrados del espacio marítimo.

Simplemente apelo a lo que estimo que es el buen criterio ante una situación que, está claro, esta dirigencia no tiene intenciones de modificar a pesar de que la Argentina está siendo sometida a una guerra híbrida de la que participan potencias extranjeras, terroristas en la Patagonia con apoyo externo, ONGs también con respaldo externo y dirigentes políticos que no aprecian esta situación, a los que no les importa o que responden también a intereses contrarios a los nacionales.

Argentina está frente a una guerra híbrida, a una guerra de inteligencia, sin Fuerzas Armadas y con un Sistema de Inteligencia Nacional destruido adrede durante estos años de supuesta democracia. Para hacer frente a esta realidad, los altos responsables militares deben obrar con pragmatismo y proceder a una planificación estratégica, a una reestructuración de las fuerzas, en función del presupuesto que los políticos les destinan.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.

Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB).

Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] Edgardo Aguilera. “Torniquete al gasto castrense y remate de bienes por más fondos”. Ámbito financiero, 09/03/2017, <http://www.ambito.com/875245-torniquete-al-gasto-castrense-y-remate-de-bienes-por-mas-fondos>, [consulta: 09/03/2017].

[2] “Argentina – Gasto público Defensa”. Expansión / Datosmacro.com, https://datosmacro.expansion.com/estado/gasto/defensa/argentina

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Otros artículos sobre Defensa Nacional publicados en el sitio de la SAEEG

Comandante Espuela (Revista GNA). «¿Existe la Defensa Nacional?». 30/09/2021.

https://saeeg.org/index.php/2021/09/30/existe-la-defensa-nacional/

Marcelo Javier de los Reyes. «Sobre el Ministerio de Defensa y otros ministerios… O la partidocracia». 10/08/2021.

https://saeeg.org/index.php/2021/08/10/sobre-el-ministerio-de-defensa-y-otros-ministerios-o-la-partidocracia/

Marcelo Javier de los Reyes. «La política de destrucción en materia de defensa sigue vigente. Propuesta». 28/03/2021.

https://saeeg.org/index.php/2021/03/28/la-politica-de-destruccion-en-materia-de-defensa-sigue-vigente-propuesta/

Marcelo Javier de los Reyes, «Argentina. La apremiante necesidad de recuperar la industria de la Defensa». 12/12/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/12/12/argentina-la-apremiante-necesidad-de-recuperar-la-industria-de-la-defensa/

Marcos Kowalski. «Táctica, estrategia, equipamiento y defensa». 29/09/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/09/29/tactica-estrategia-equipamieto-y-defensa/

Marcos Kowalski. «Defensa, negocios, desarme». 21/08/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/08/21/defensa-negocios-desarme/

César Augusto Lerena. «La Defensa Nacional del Atlántico Sur». 14/05/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/05/14/la-defensa-nacional-del-atlantico-sur/

Reinaldo Cesco. «Argentina. Defensa Nacional + Seguridad». 27/04/2020.

https://saeeg.org/index.php/2020/04/27/argentina-defensa-nacional-seguridad/

Marcelo Javier de los Reyes. «Fuerzas Armadas. Cambiemos continúa con la política kirchnerista de destrucción de la Defensa Nacional». 14/03/2017.

https://saeeg.org/index.php/2017/03/15/fuerzas-armadas-cambiemos-continua-con-la-politica-kirchnerista-de-destruccion-de-la-defensa-nacional/

PROPUESTAS PARA RECONSTRUIR LA ARGENTINA

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales  SAEEG

«Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro».

Manuel Belgrano

 

La Patria nos está necesitando en un momento en que la mayoría de la población opta por uno o por otro de los que conforman la casta política que, tras casi cuatro décadas de una falsa democracia, ha sumergido a la República Argentina en la miseria, en la corrupción, en una falta de futuro para los jóvenes —quienes prefieren emigrar— y en la imposibilidad de delinear un proyecto para quienes se quedan. Como si esto fuera poco, el narcotráfico se apodera del Territorio Nacional mientras se destruye el sistema de defensa, las fuerzas de seguridad y la Inteligencia.

Todos tenemos el diagnóstico de la enfermedad, pero debemos trabajar sobre sobre las “medicinas” que deben suministrarse. Frente a este estado de anomia y caos, deben hacerse propuestas, una hoja de ruta para empezar a peregrinar hacia la “Tierra Prometida” que para un verdadero argentino no es otra que la Patria misma.

Para reconstruir la República no se debe emparchar sino proceder a un proyecto estratégico de reordenamiento y reorganización nacional.

A los fines de llevar adelante una propuesta estratégica debemos debatir acerca de qué modelo de país queremos construir para fijar los Objetivos Nacionales. No cabe duda que Argentina debe ser reconstruida prácticamente desde cero y para ello se debe trabajar para que:

    1. surja una nueva dirigencia nacional en todos los órdenes;
    2. poner fin a la corrupción, un “impuesto” que a la sociedad argentina la somete a la pobreza y a restarle recursos —por ejemplo— a la Educación y a la Salud. En este sentido, se debe tener en claro que el problema de la Argentina no es económico, sino de falta de ética por parte de la clase dirigente;
    3. la población logre tomar conciencia de la crítica situación del país y tome conocimiento de la necesidad de abordar temas que, aunque parezcan distantes, son fundamentales para mantener/recuperar/defender la Integridad Territorial. Uno de ellos es reclamado por la sociedad, la Seguridad, el otro es la Defensa.

 

«Una buena estrategia comienza con tener el objetivo correcto».

Michael Porter

 

El principal problema de la Argentina no es económico sino ético por lo que se debe, en principio, combatir la corrupción en todos los órdenes.

Para ello es importante recomponer el Poder Judicial, herramienta fundamental para reordenar la Nación, ya que tiene una gran responsabilidad en el estado de anomia que existe en el país.

 

«La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes».

Peter Drucker

 

A continuación, nuestras propuestas por orden alfabético:

Articulación del Territorio Nacional
  • Fortalecer la integridad territorial.
  • Potenciar y revalorizar la Dirección Nacional de Vialidad.
  • Reapertura de las escuelas técnicas dependientes de la Dirección Nacional de Vialidad.
  • Se implementará un Plan Ferroviario Nacional que incluirá el transporte de pasajeros, el de mercancías, el estratégico y el de turismo. Por las mismas vías nacionales podrán transitar ferrobuses nacionales, provinciales o privados que permitirán las conexiones interurbarnas y el desarrollo de pueblos y ciudades.
  • Fortalecer y renovar la empresa Líneas Aéreas del Estado (LADE).
  • Crear nuevamente la Marina Mercante, es decir, una empresa como ELMA y una Flota Fluvial del Estado.
  • Potenciar el transporte aéreo con un eficiente servicio de Aerolíneas Argentinas hacia el exterior e interior, transformándola en una empresa competitiva. 
Atlántico Sur y Antártida
  • Cumplir en forma irrestricta con la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional.
  • Mantener incólume el alegato del Embajador José María Ruda de “persuadir a la comunidad internacional de que las mencionadas Islas son parte integrante del territorio argentino y que el deber jurídico y moral de Gran Bretaña es devolverlas a su verdadero dueño, afirmándose así el principio de la soberanía y de la integridad territorial de los Estados…” (1964).
  • Sostener con firmeza las cinco resoluciones concatenadas de las Naciones Unidas que han fortalecido y fortalecen la posición soberana argentina respecto a Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur: la Res. 1514 (XV) del 14/12/1960; la Res. 2065 (XX) del 16/12/1965; la Res. la 3160 (XXVIII) de 14/12/1973; la Res. 31/49 del 01/12/1976 y la Res. 41/11 del 27/10/1986.
  • Trabajar con ahínco con el objeto de institucionalizar esta Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS).
  • Impulsar políticas activas en el Atlántico Sur, declarando a este espacio de interés ambiental, social y de desarrollo económico de la Argentina y Suramérica.
  • Dotar a la Armada Argentina, a la Prefectura Naval y a la Fuerza Aérea de los recursos indispensables para ejercer la Soberanía Nacional en el Atlántico Sur.
  • Realizar una intensa campaña de vigilancia del Mar Argentino para contrarrestar la pesca ilegal.
  • Ampliar las medidas destinadas a la conservación de especies en la zona.
  • Establecer el Comando Antártico en Tierra del Fuego.
  • Mantener y ampliar la presencia Argentina en la Antártida fomentando las actividades científicas.
  • Ampliar el presupuesto del Instituto Antártico Argentino incorporando nuevos elementos científicos y de transporte marítimo y aéreo.
  • Beneficiar el desarrollo de la industria naval y la producción de nuestros astilleros.
  • Favorecer la radicación de la población y de industrias en la Patagonia.
  • Dotar al puerto y a la base aérea de Rio Grande y Ushuaia de las mejores condiciones para operar toda la flota mercante, pesquera y militar.
  • Otorgar beneficios a la industria pesquera nacional.
  • Prohibir en las provincias del litoral marítimo la instalación de aeropuertos privados con capacidad para operar aviones de gran tamaño o militares y desactivar los existentes. 
Defensa
  • Adquisición de material (buques de superficie y submarinos, aeronaves, blindados) para que las FFAA puedan cumplir con su misión de defender la Soberanía Nacional.
  • Incrementar la presencia de las FFAA en la Patagonia.
  • Recrear la Industria de la Defensa Nacional.
  • Implementar el desarrollo de material sensible a los efectos de lograr la independencia respecto de tecnologías externas.
  • Potenciar la labor del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF).
  • Fortalecer el área de Ciberdefensa.
  • Desarrollar y profesionalizar las Unidades QBN (Químicos, Biológicos, Nuclear).
  • Incrementar considerablemente el número de efectivos de las FFAA.
Economía
  • Elegir como motor de la economía a las exportaciones agropecuarias e industriales.
  • Tomar medidas para lograr pleno empleo y alza de salario real.
  • Invertir en infraestructura para a) movimiento de mercaderías (FFCC, rutas y autopistas, aviones de carga, flota fluvial y marítima mercante de bandera argentina), b) conectividad que permita la venta de servicios en cualquier punto del país.
  • Conquista del Desierto II: plan de riego en la Diagonal Árida, reservorios y contención para evitar la inundación en la Pampa Húmeda.
  • Generar infraestructura que garantice el bienestar de la población que se traslade al interior del país (salud, educación, seguridad, banca).
  • Baja de impuestos, liberar tipo de cambio, fomentar inversiones. Facilitar acceso a propiedad de la tierra rural a familias en unidades rentables.
  • Fomentar la colocación de producción local en mercados no convencionales.
  • Bajar la carga impositiva al 25% de la economía.
  • Eliminar la emisión monetaria (y por lo tanto la inflación), acabar con el crédito cuasifiscal, reducir la deuda estatal.
  • Federalizar los recursos impositivos. Regla 10% IVA, 10% ganancias (sólo sobre empresas y destino 100% a las provincias), 10% cargas sociales.
  • Prosperidad en las provincias.
  • Traslado al interior de toda oficina estatal que no sea un ministerio (movimiento semicompulsivo de población).
  • Nacionalización de la salud y la educación.
  • Refortalecer Fabricaciones Militares y la industria militar argentina para uso propio y exportación.
  • Inversión en centrales eléctricas (nuclear, termoeléctrica, represas hidroeléctricas). Inversión en explotación de hidrocarburos para uso doméstico en una perspectiva de incremento de la actividad.
  • Fomento de subsidios a las familias para incremento de la tasa de natalidad.
  • Fortalecimiento de todos los eslabones de la cadena productiva con un criterio de bajar el nivel de vulnerabilidad frente a conflictos externos.
  • Facilitar acceso a las familias a la vivienda propia de una planta con predios de tamaño tal que permita huerta, gallinero, árboles y jardín al frente.
  • Facilitar la fabricación de automóviles y utilitarios de bajo precio para acceso masivo de familias. Ídem sistemas alternativos de cocción y calefacción familiar.
  • Acceso a la propiedad por parte de las familias, no sólo de viviendas sino de bienes de producción para volver a generar una masiva clase propietaria (contracorriente de la Agenda 2030). 
Educación
  • Desideologizar la Educación.
  • Inculcar el respeto de los Símbolos Nacionales y el amor a la Patria.
  • Infundir los valores nacionales y el respeto a la autoridad.
  • Implementar un programa de evaluación de docentes.
  • Introducir las cátedras de Educación Cívica y Educación Democrática en el nivel secundario para formar ciudadanos.
  • Crear la materia Ética Pública en los niveles secundario y universitario para poner en valor la honradez y educar a los ciudadanos acerca de las graves consecuencias de la corrupción para sociedad.
  • Cumplir con la obligatoriedad de la educación impuesta por ley.
  • Fundar el “Instituto José Hernández” con el objetivo de difundir la lengua española y la cultura argentina en el exterior. El mismo contará con un Órgano Rector integrado por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, además de aquellos organismos que se consideren pertinentes.
Gestión de residuos

El mejor residuo es el que no se genera

Consumo Responsable. Descarte Responsable.

  • Reflexionar sobre el tema de los residuos.
  • Adoptar conductas responsables que tiendan a cuidar el ambiente que es finito.
  • El uso final de los bienes y servicios impacta directamente en el ambiente. Sin olvidar la fabricación de los insumos que utilizan muchísimos materiales de descarte.
  • instauración de conciencia individual y colectiva por parte la sociedad, que es el basamento fundamental para la disminución de los residuos, para ello hay que comenzar desde las bases.
  • Creación de hábitos cotidianos que estén incorporados en la sociedad que tienden al gasto desmesurado e innecesario de agua, energía.
  • Favorecer a la concientización y reflexión, para el cambio de conductas.
  • Regulación desde nivel central sobre “El reciclado responsable y sostenido” base de la educación a la población en general.
  • Diseñar las directrices necesarias y el apoyo a las instituciones para su implementación. Teniendo que estar en agenda prioritaria. 
Inteligencia
  • Recrear la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) o crear el Ministerio de Inteligencia de la Nación (MIN).
  • Sancionar una nueva Ley de Inteligencia que garantice la Defensa, la Seguridad y el bienestar de la población
  • Desarrollar la Inteligencia Estratégica en función de los Objetivos Nacionales.
  • Reclutar y capacitar a un personal profesional para cumplir funciones esenciales para la Nación.
  • Implementar la Inteligencia Interior, la Inteligencia Exterior y la Contrainteligencia poniendo el foco exclusivamente en los Intereses Nacionales.
  • Crear en el ámbito de SIDE o del MIN la Subsecretaría de Inteligencia Competitiva que deberá implementar “bases regionales” (por ejemplo: Cuyo, Patagonia, Centro, NOA, NOE) con el objetivo de contribuir al desarrollo de las economías regionales.
  • El organismo de Inteligencia absorberá la Secretaría de Asuntos Estratégicos a los efectos evitar la duplicación de funciones y reducir el gasto público. 
Migraciones
  • Derogación de la actual Ley de Migraciones 25871.
  • Reforma y actualización constitucional.
  • Anulación de tratados internacionales de Constitución.
  • Inmigración regulada por el Estado a puntos estratégicos.
  • Cupos de inmigración a países con sistemas totalitarios.
  • Tratados de reciprocidad para temas: salud y educación.
  • Reciprocidad en la implementación del sistema de visas.
  • Retención y expulsión de migrantes que delinquen.
  • Procesos judiciales sumarísimos para delitos aberrantes.
  • Poder de policía a la Dirección Nacional de Migraciones.
  • Incrementar recursos y medios a «control de permanencia».
  • Los Inmigrantes deben jurar nuestra Constitución y Símbolos Patrios.
Poder Judicial
  • Debe ser verdaderamente autónomo.
  • Poner fin al “garantismo”.
  • Debe ser la herramienta para atacar la corrupción, retomar el Estado de Derecho y garantizar el funcionamiento de las instituciones y de la República.
  • Los fiscales deben defender al pueblo y no a los delincuentes.
Política Exterior
  • Desarrollo de una política exterior abierta pero basada en los Intereses Nacionales.
  • Favorecer la presencia argentina en la mayor cantidad posible de países.
  • Contribuir al desarrollo de la Integración Regional por sobre las ideologías.
  • Constituir un Poder Blando para la Argentina.
  • Poner énfasis en el Comercio Exterior.
  • Ver al mundo exterior como una oportunidad para el desarrollo del potencial argentino.
  • Recuperar la gravitación y la credibilidad regional y global.
  • Buscar entablar conversaciones con el Reino Unido sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
  • Promocionar el Comercio Exterior como forma de asegurar el ingreso de divisas. Participación activa de las Representaciones Diplomáticas y Consulares en la promoción del comercio exterior. Centralización de las instancias administrativas de promoción del comercio exterior.
  • Mantener y ampliar la participación Argentina en misiones de mantenimiento de la paz dentro de los programas de Naciones Unidas y de otros organismos internacionales.
  • Promocionar el intercambio de profesionales y estudiantes a nivel universitario entre los países latinoamericanos.
  • Crear un programa de becas para estudiantes universitarios de países en vías de desarrollo, especialmente de América Latina y de África.
  • Mantener y ampliar el programa de Cooperación Argentino FOAR.
  • Creación de la Subsecretaría de Asuntos Consulares dentro del Ministerio de Relaciones exteriores teniendo en cuenta la amplia cantidad de Argentinos residentes en el exterior.
  • Insistir en el respeto de los Derechos Humanos en todas sus facetas en todos los países tanto en las relaciones bilaterales como dentro de los Organismos Internacionales.
  • Coordinación de los programas de las Provincias con el exterior con la Cancillería.
  • Racionalización de la estructura de la Cancillería eliminando oficinas creadas en su momento por “estar de moda”, buscando la plena eficiencia ante los desafíos internacionales.
  • Coordinación de las actividades de la Cancillería con el Ministerio de Defensa y con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
  • Promover la participación de la Cancillería en el intercambio de información sobre cuestiones de delitos económicos, terrorismo, narcotráfico y crimen transnacional, etc.
  • Centralizar las actividades argentinas con los organismos internacionales en la Cancillería. 
Producción y Desarrollo
  • La reducción del gasto público favorecerá que el Estado sea el motor del desarrollo nacional a falta de inversiones nacionales y extranjeras.
  • Fomentar el desarrollo de las economías regionales a través de incentivos a la producción y reconstrucción de las vías de comunicación.
  • Disponer de los organismos de Ciencia y Tecnología para favorecer el Desarrollo Regional y Nacional.
  • Colaborar con la producción de los astilleros, los talleres ferroviarios y la industria aeronáutica.
  • Beneficiar las exportaciones.
  • Estimular la producción con valor agregado. 
Reforma del Estado
  • Reducir la cantidad de ministerios a un máximo de 10.
  • Reducir el número de secretarías y subsecretarías de Estado.
  • Contar con el personal de carrera con experiencia para los principales cargos directivos.
  • Reducir el gasto político. 
Salud
  • Recordar que la salud es un derecho y como tal corresponde a cada ciudadano, con la ética como rectora de todas las acciones desarrolladas por la salud pública.
  • Desarrollar una Salud pública mediante un enfoque integral e integrado, con un análisis específico poblacional basado en grupos humanos o poblacionales.
  • Identificar las necesidades de la salud de la población organizando los servicios sanitarios globales con una base poblacional específica y definida.
  • Identificar las poblaciones vulnerables para el desarrollo local de atención.
  • Fortalecer la APS (Atención Primaria de la Salud).
  • Educar para la salud. 
Seguridad
  • Modificar la Ley de Seguridad Interior por la Ley de Seguridad Nacional.
  • Reconstruir la Policía Federal Argentina y extender su presencia a todo el territorio nacional.
  • Reintegrar las Fuerzas de Seguridad a sus funciones originales.
  • Emprender una lucha contundente contra el narcotráfico, sus finanzas y vínculos, para lograr su erradicación definitiva.
  • Enfrentar con dureza el crimen organizado.

 

«En medio del caos, también existe la oportunidad”.

Sun Tzu

 

Marcelo Javier de los Reyes

Equipo de colaboradores (por orden alfabético)

Mariano Carrara (Desarrollo)

Julio Ferrari Freyre (Política Exterior, Planificación Estratégica)

César Augusto Lerena (Atlántico Sur, Pesca) 

Sergio Mikonos (Migraciones)

Adriana Nigliazzo (Salud)

Antonio Eduardo Palacios (Política)

Silvia Perazzo (Política Exterior)

Iris Speroni (Economía, Política Fiscal, Producción)

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