Iris Speroni*
El discurso oficial de las autoridades monetarias y económicas es que hay que tener dólares “baratos” para controlar el precio de los productos domésticos, en particular de alimentos.
Desde niños escuchamos a políticos decir que Argentina no tiene dólares, que los necesita dólares “para financiar el crecimiento”.
Es un discurso, más o menos instalado por Prebisch y la CEPAL a partir de 1955 y es la ideología predominante en las universidades nacionales y algunas privadas. Es el discurso económico y financiero de los gobiernos radicales, ahora extendido a los kirchneristas.
Su momento de esplendor fue el Plan Primavera con Machinea al frente del BCRA, con los resultados conocidos.
Los funcionarios hablan de los dólares, obtenidos por los particulares al vender sus productos al exterior, como si les pertenecieran y como si tuvieran la facultad de decidir a quién sí y a quién no se los dan [1].
El BCRA se queda con los dólares de quienes producen bienes exportables, los pagan a mitad de precio y los venden (a mitad de precio) a los amigos [2].
Revisemos informes del BCRA [3].
Dólares, Crecimiento y La Mesa de los Argentinos
Las autoridades sostienen que: a) faltan divisas, b) dicha escasez es la razón que limita el crecimiento [4].
Ejemplo: informe BCRA “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, página 4 [3.3.]:
“En una economía que históricamente encuentra en la restricción externa (esto es, la insuficiencia crónica de divisas) uno de los principales límites al desarrollo, los más de USD 86 mil millones que se fugaron en concepto de formación de activos externos tienen su equivalencia en términos de menor crecimiento e inversión, mayor desempleo y deterioro en la distribución del ingreso”. [La negrita me pertenece].
Según las autoridades (de este gobierno y del anterior, del anterior del anterior y los previos) necesitamos dólares “para crecer”, por lo cual el gobierno o se apoderan de los dólares de los particulares o bien endeudan al país para que “haya dólares”. En realidad, quieren tener dólares en el BCRA para poder manipular el tipo de cambio a la baja (poner al dólar artificialmente bajo). Esto se logra si la oferta es mayor que la demanda. Los gobiernos del siglo XXI lo han intentado con todos los mecanismos posibles. Ejemplo: restringir la compra de dólares (para que caiga la demanda), obligar a vender dólares, o endeudarnos con el exterior para “quemar” los dólares en el mercado (lo hizo Cristina Fernández al final de su segundo mandato y Mauricio Macri). De hecho la política cambiaria es una sola desde el segundo gobierno de C. Fernández a hoy. No por coincidencia sino por causalidad, la economía argentina no crece desde que se ha convertido en política de estado mantener el dólar artificialmente bajo.
El discurso oficial de las autoridades monetarias y económicas es que hay que tener dólares “baratos” para controlar el precio de los productos domésticos, en particular de alimentos y así “controlar” la inflación. Es mentira. ¿Por qué mienten? ¿Por qué quieren un dólar barato si no es para controlar el precio del pan y del kilo de pollo? Fácil: para comprar ellos dólares baratos. El costo de la canasta familiar es sólo una pantalla. ¿Quiénes son ellos? Los gobernantes, porque el canuto lo tienen en dólares o euros, y los amigos del poder, para comprar dólares baratos y sacarlos de la circulación de la economía argentina. Comprar dólares a mitad de precio es el mejor negocio que hay hoy en Argentina, que hace irrelevante cualquier otra actividad económica. Mejor que traficar drogas, personas o armas.
¿Por qué no es cierto que se controle el precio de los bienes si uno controla el dólar? En 2021 el tipo de cambio creció 26% y el precio de los bienes 50%. Porque los productos aumentan por la emisión (que fue del 50%) y no por el precio de un bien en particular (las divisas). Si los gobernantes realmente quisieran que se abarate el precio de los alimentos eliminarían todos los impuestos sobre su comercialización y flete.
Balanza comercial
En el año 2021 según el BCRA se exportaron bienes por US$ 76.423 millones y se importaron por US$ 61.141 millones, lo que nos dejó un superávit de US$ 15.282 millones [5]. De acuerdo con el relato de los políticos deberíamos haber crecido como galleta en la leche.
A esto hay que sumarle las inversiones directas por US$ 777 millones netos.
¿Qué hizo el BCRA con estos US$ 16.059 millones?
Efectos de la manipulación del tipo de cambio: a quienes producen bienes exportables el BCRA le paga la mitad de su valor (se queda con la otra mitad). La consecuencia es el estancamiento de las exportaciones. O dicho de otra manera, se exportaría mucho más con un dólar no manipulado, lo cual redundaría en más trabajo y prosperidad para la población. De la misma forma, como los productos se pagan a mitad de precio, se desestimula la fabricación nacional (porque en los hechos, el gobierno subsidia las importaciones) o lo que es lo mismo, convierte en no competitivos a la producción local y vuelve artificialmente competitivos a los extranjeros [6].
¿Dónde está el dinero?
Ahora bien, hasta aquí tenemos una disponibilidad de US$ 16.059 millones. ¿Qué hizo el BCRA con ese dinero?
Veamos:
1) En pago de servicios se fueron US$ 4.568 millones.
2) Intereses sobre compraventa de bienes US$ 3.160 millones.
3) Las líneas de crédito y préstamos financieros nos costaron US$ 5.394 millones.
Recibimos US$ 2.686 millones y pagamos US$ 8.082 millones.
Los años 2013 (Cristina Fernández) y 2017 (Mauricio Macri) tuvieron el déficit automotriz más pronunciado, resultado de un precio bajo del dólar combinado con un repunte del salario real. En estos 18 años (2003-2021) el sector nos costó US$ 75.293 millones en divisas. Todo el país trabaja y exporta para darle dinero a las terminales automotrices extranjeras [8].
Las importaciones responden al tipo de cambio artificialmente bajo. Llevaron a Cristina Fernández al final de su segundo mandato y Mauricio Macri a hacer malabarismos (CF: deuda con China, venta de dólares futuros; MM: deuda con privados primero, con FMI después).
Si queremos terminar este botín de miles de millones de dólares que disfrutan unos pocos, debemos acabar con la manipulación del tipo de cambio, las LELIQs/LEBACs y la deuda eterna. Las tres responsabilidad del Congreso (y no del Poder Ejecutivo) según la Constitución de 1994.
Si queremos triplicar o quintuplicar las exportaciones debemos dejar que la gente trabaje, esto es, que reciba sus dólares y que haga con ellos lo que quiera, que no matemos a nadie con los impuestos y, en resumen, que dejemos vivir.
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
Notas
[1] Mis dólares
https://restaurarg.blogspot.com/2020/09/mis-dolares.html
[2] Zanahoria
https://restaurarg.blogspot.com/2021/06/zanahoria.html
El tamaño del botín.
https://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-tamano-del-botin.html
[3] Informes del BCRA
3.1. Estadísticas estandarizadas sobre la Evolución del Mercado de Cambios
http://www.bcra.gov.ar/PublicacionesEstadisticas/Estad%C3%ADsticas_Mercado_de_cambios.asp
Es una planilla de cálculo con información desde el 2003 a hoy, de la cual se pueden sacar informaciones muy jugosas. Para facilitar la lectura, tomé uno de los cuadros y los transporté (puse las columnas como filas y viceversa). El que tenga dudas de los números puede ver el original.
3.2. Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario
http://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Mercado_de_cambios.asp
Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario – Diciembre 2021
http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Informe_Diciembre_2021.pdf
3.3. Informe de Mercado de Cambios, Deuda y Formación de Activos Externos 2015 – 2019
Se trata de un trabajo sobre el comportamiento del BCRA durante el gobierno de Macri, a solicitud del presidente Fernández
[4] No estoy de acuerdo. No faltan dólares y su escasez, si así fuera, no es la razón de nuestro estancamiento económico.
[5] Cuando el INDEC publique las exportaciones de 2021, revisaremos estos números pero hay que tener en cuenta que existe una diferencia entre el día en que se produce la transacción de comercio exterior y el día que se liquida financieramente, por lo que puede haber (pequeñas) diferencias.
[6] Esta intervención estatal en el valor de la divisa explica que Argentina importe productos tan sencillos como jabón de tocador, dentífrico o shampoo de Brasil, para beneficio de J&J, Unilever o P&G.
[7] Doy un ejemplo ficticio: un importador compra un producto que vale un millón de dólares y lo hace facturar por tres millones de dólares. Le compra tres millones al BCRA, a un cambio de $ 111/US$, que equivalen a US$ 1,5 MM. Al final de la cuenta se queda con el producto (US$ 1 MM), más US$ 2 MM depositados en el exterior. Tiene activos por US$ 3 MM que pagó US$ 1,5 MM: ganó US$ 1,5 MM financiados por todos nosotros.
[8] Sería interesante aislar cuántas divisas les dimos a los brasileños. Porque Toyota exporta a México y resulta que todo el dinero lo usamos para importar VW brasileños malos y caros.
Artículo publicado originalmente el 26/02/2022 en Restaurar.org, https://restaurarg.blogspot.com/2022/02/los-dolares-vienen-y-se-van.html