LAS FAMILIAS PROPIETARIAS

Iris Speroni*

Ejemplo del destino de los impuestos en la Ciudad de Buenos Aires.

La única economía que cuenta es la microeconomía.

El Estado argentino ha sido tomado por asalto y el tesoro nacional convertido en botín para las diferentes bandas criminales que lo asolaron alternativamente en las últimas décadas.

Tomar el gobierno y fortalecer las finanzas estatales sólo puede servir para despertar la codicia de aquellos políticos que hayan quedado afuera del gobierno si uno no se asegura previamente que el cambio de régimen es definitivo. Por lo que todo plan económico que se diseñe, con un proyecto geopolítico soberano en mente, debe considerar que el ahorro quede en manos de las familias. Cuanto más atomizado, mejor.

El patrimonio y poder en manos de las familias

Por el contrario creo que, si por algún error cósmico, el sector nacional tomara, aunque sea momentáneamente el gobierno de la cosa pública, la prioridad debe ser provisionar a las familias. Voy a tratar de explicar qué entiendo por eso.

Chile hace décadas que votó tener lo que ellos llaman un «fondo anticíclico», esto es, cuando están de buenas (buena recaudación, buenos precios internacionales de los productos que Chile vende —léase cobre—) ahorrar en lugar de aumentar el gasto público. Cuando bajan los precios o la recaudación, en lugar de inventar nuevos impuestos, sacan del fondo. De tal forma estabilizan tanto el costo impositivo para la población como el gasto público que no sufre expansiones y retracciones espasmódicas, ni deben suplirse con emisión monetaria.

El ahorro de las familias, que existe desde tiempos inmemoriales mucho antes de la existencia de Chile, es lo que se guarda para para los tiempos en que se vuelva necesario. De esa manera se acopian las cosechas para el invierno, se hacen embutidos para distribuir el consumo del animal faenado en todo el año, y se tiene un duro aunque uno esté sin ingresos.

Los dineros públicos

Pensar en recomponer las arcas públicas, con todos los dineros-públicos dependientes es como pasear droga delante de drogadictos. Basta ver cómo el PRO manejó el tesoro de la ciudad en sus casi 16 años de gobierno: aumento de impuestos, impuestos nuevos, aumento de deuda por el lado del haber y gasto desenfrenado por el debe.

Esa conducta replicó JxC en sus 4 años de gobierno al frente de la nación. Ésa fue la norma en los 12 años de kirchnerismo 2003-2015 y en los 3 actuales. Podemos ir provincia por provincia y veremos las mismas conductas administrativas. Sólo quiero remarcar la situación de las provincias patagónicas, que cobraron por adelantado las concesiones petroleras y pesqueras (a veces por 30 años), se llenaron de empleados públicos (el gasto) y de todo ese dinero no quedó nada. Esas personas son quienes administran nuestra nación, provincias y municipios. Con escasas y honrosas excepciones.

La importancia de preservar y estimular el ahorro familiar

Actualmente las familias ahorran poco y nada. Si comparamos con generaciones anteriores de argentinos, los cuales se hacían su casa, luego compraban su auto y se morían dejando ahorros, hoy estamos en una situación penosa.

En estos momentos se hace difícil sino imposible por tres razones:

  • Bajo salario real (con sueldos de US$ 300/US$ 500, ahorrar es una quimera).
  • Altos impuestos (la mitad del valor de los alimentos son impuestos, eso resta a la capacidad de compra del salario, lo que a su vez disminuye la capacidad de ahorro).
  • Estímulo para el despilfarro.

Lo peor son los impuestos. Al asalariado le quitan gran parte de sus ingresos en dos ocasiones: al cobrar el sueldo, por los descuentos (aportes/impuesto a las ganancias cuarta categoría), y al gastar, con los impuestos al consumo (IVA, ingresos brutos, sellos sobre gastos de tarjeta de crédito, PAIS, etc.). Esto confluye a provocar que el salario disponible para consumo o ahorro disminuya respecto al nominal supuestamente recibido.

Quienes trabajan por su cuenta, dirigen un comercio o una explotación industrial, de servicios o agropecuaria, sufren por igual. La carga impositiva les disminuye el capital de trabajo y por lo tanto, la capacidad de reinvertir. O dicho de otra manera les impide incrementar su patrimonio, separar ahorros para soportar las épocas malas. Se agrava al haber adelantos impositivos y altas tasas de interés; ambos disminuyen las disponibilidades. Conlleva la imposibilidad de aumentar o mantener stocks (comercio, industria), reponer/mejorar maquinaria e instalaciones, o separar réditos para las épocas de vacas flacas.

Por todo esto creo que la prioridad del país es recomponer las economías familiares. Es un tema que no «vende» electoralmente, por lo que no hay que plantearlo. Pero sí que hay que tenerlo en claro al momento de generar políticas públicas de un gobierno nacional y popular (de verdad).

Vivienda propia como forma de ahorro

En cuanto al acceso a la vivienda:

  • Dificultades
    • Bajo salario real.
    • Alta carga impositiva en los materiales de construcción que duplican su costo.
    • Alta carga impositiva en las transferencias de propiedad.
    • Monopsonios cartelizados que encarecen ficticiamente algunos insumos para la construcción.
    • Falta de diversidad en opciones de construcción por falta de conocimiento, personal avezado o inaccesibilidad.
    • Ausencia de crédito hipotecario.
  • Oportunidades
    • Bajo costo de los terrenos.
Propuestas

Para los asalariados

  • Eliminar todo tipo de descuento de los salarios, excepto un 10% de ahorro previsional y aporte sindical.
  • Generar opciones de ahorro en moneda extranjera u oro o una combinación de todo eso. (Esto tiene otras consecuencias beneficiosas que trataré otro día).
  • Estimular la construcción de la casa propia.
  • Estimular la compra de tierra rural para el momento de la jubilación.

Para los que trabajan por su cuenta o son empresarios

  • Eliminar los adelantos impositivos para recomponer el capital de trabajo.
  • Bajar la carga impositiva. 10% IVA, eliminar sellos e IIBB, Ganancias 10% para personas físicas y 15% para jurídicas (para competir con Paraguay), eliminar impuestos al combustible.
  • Posibilidad de tener stocks de oro o moneda extranjera como reserva de valor (ídem).

Obligaciones del Estado

  • Generar políticas públicas para la creación de empleo 100% en blanco y pleno empleo que tendrá como consecuencia un aumento del salario real (US$ 1.400 como objetivo de salario promedio).
  • Aumentar el poder de compra/ahorro del trabajador mediante la eliminación/reducción de impuestos al consumo.
  • Cobrar los impuestos sobre la minería aurífera en especie. [1]
  • Disponer líneas de ahorro de los trabajadores en oro, para que pase a ser propiedad de las familias (si está en el BCRA los gobiernos lo despilfarran). [2]
  • Permitir el pago en divisa a los productores de bienes exportables para que aumenten sus tenencias en moneda extranjera (en lugar del estado) para que haya grandes cantidades en poder del público (y lejos de los funcionarios). [3]
  • Reducir el gasto público consolidado al 25% del PBI.
  • Enseñar oficios. Enseñar a la población a crear su propio capital: levantar paredes, pintar, carpintería, criar las propias gallinas [4], soldar, coser, jardinería. Aprender a hacer en lugar de gastar.
  • Armar un plan de «una hectárea por familia», que puedan servir tanto para el autosustento en etapa activa si la familia así lo desea, como proyecto semirural al momento del retiro (compra por crédito hipotecario).

El hecho que las familias posean —en forma consolidada— ahorros en divisa u oro y la propiedad de su vivienda tendrá enormes consecuencias anímicas y políticas. Fortaleza. Seguridad en uno mismo. Fortalecer la familia como unidad económica. Dispersión del ahorro lejos de las garras de los políticos. El eje político aquí es que ese ahorro esté dispersado, atomizado. Actualmente somos menos de 13 millones de familias. Si 10 millones poseen al menos US$ 10.000 o su equivalente en oro, hablamos de un capital líquido de US$ 100.000.000.000.  El promedio en Italia es de 200 mil euros, para tener un parámetro.

La reconstitución del país implica la restauración del ahorro y la reconstrucción de los patrimonios familiares.

Otro sí digo:

Recuerden: la única economía que importa es la microeconomía.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Para que no entren al tesoro nacional para cubrir gastos corrientes y por el contrario entren directo a las reservas del BCRA.

[2] Actualmente el BCRA está prácticamente sin reservas en moneda extranjera porque el gobierno le vendió a los amigos los dólares a mitad de precio. Mientas, los argentinos, poseen US$ 14 mil millones dentro del sistema más todo lo que tienen fuera del mismo (colchón o en el exterior).

[3] En resumen, que los exportadores deban liquidar divisas pero que el pago a los productores, ganaderos y acopio sea total o parcialmente en divisas de tal forma de acelerar el proceso de ahorro interno de las familias.

[4] ¿Cuántos lugares del conurbano tienen espacio para gallineros y sin embargo no se ven?

 

Lecturas relacionadas

Enduro, http://restaurarg.blogspot.com/2021/01/enduro.html

Preppers, http://restaurarg.blogspot.com/2020/04/preppers.html

Preppers II, http://restaurarg.blogspot.com/2020/04/preppers-ii.html

Sin secundario, http://restaurarg.blogspot.com/2020/12/sin-secundario.html

Perito mercantil, http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/perito-mercantil.html

 

Artículo publicado originalmente el 13/08/2022 en Restaurar.org,  http://restaurarg.blogspot.com/2022/08/las-familias-propietarias.html

CASTILLOS DE NAIPES

F. Javier Blasco*

Se dice que no hay una cosa más inestable que un castillo montado con naipes; de hecho, es precisamente su elevado grado de dificultad para mantenerlos en equilibrio lo que les hace más atractivos a aquellos que tratan de establecerlos y conservarlos erguidos en pie durante un largo periodo de tiempo, mientras siguen pudiendo agregar nuevos elementos al mismo. Inestabilidad, que como es lógico, aumenta a medida que el castillo va adquiriendo mayor altura y se agranda por ensanchamiento con la consiguiente la complejidad para mantener el balance en sus diferentes estadíos.

Silogismo que viene a cuento para comparar el mundo en su estado actual y el empeoramiento de su estabilidad, a medida que los problemas se ensanchan, agravan y aparecen nuevos o más agresivos protagonistas o amenazas que producen movimientos telúricos y situaciones equivalentes a auténticos vendavales, quienes incrementan la posibilidad de echar por tierra todo el trabajo y el esmerado esfuerzo que nos llevó a construirlo hasta adoptar dimensiones más que respetables.

Todo apuntaba a que, tras las dos grandes guerras mundiales del pasado siglo, la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS, el mundo salvo honrosas, aunque graves excepciones, fácilmente se libraba de graves espantos y de fuertes amenazas, capaces de poner en peligro su continuidad, estabilidad y progreso.

Vivía volcado hacia un espacio y ambiente mucho más sano, menos perjudicial para la salud humana y obsesionado con el cuidado de la naturaleza, los amplios tintes democráticos y enfocado a una seria y fuerte cooperación internacional. Todo ello, unido a otros factores de aparente «buena voluntad» apoyaba la estabilidad política y económica mundial a base de unos, en principio, serios y férreos controles y contrapesos que, convenientemente y casi de forma automática, se aplicaban para evitar caer en errores pretéritos, ya conocidos, bien definidos, estudiados y enmarcados.

El falso, aunque efectivo equilibrio bipolar, mantenido durante casi toda la guerra fría, parecía haber funcionado a la perfección. Nadie osaba asomar su patita al mundo externo y menos a irrumpir en la arena internacional de forma abrupta, con ganas de bulla o creando dificultades que pusieran en peligro la estabilidad, aparentemente ideada y acordada por los principales protagonistas internacionales (los vencedores de la II GM), quienes directa e indirectamente, vigilaban celosos que aquello no ocurriera.

Los EEUU habían tomado el testigo de la egida mundial, marcaban los tiempos a todos e incluso imponían sus sanciones de diverso tipo a los que osaban descarriarse, amparados en una especie de acuerdo y área de confort que la Comunidad Internacional (CI) se había marcado, creado —mediante leyes, usos, costumbres, reglamentos, tratados y convenciones marcados y legislados por los mencionados protagonistas principales y aceptados por el resto sin rechistar— y repartido para vivir en paz y a gusto. Gracias, sobre todo, a un desarrollo sectorial y regional que, empleando todos los medios y condiciones posibles, daba paso de forma «controlada» a nuevos actores al escenario mundial.

Un escenario que, por momentos, comenzaba a tomar una excesiva forma y altura; y por ello, empezaba a estar demasiado recargado para sobrevivir con aquella «acordada paz y armonía» sin que nadie le pisara los cayos al vecino con el que compartía espacio, aspiraciones y necesidades.

Pero aquello no podía durar para siempre, tal y como ocurre con todo lo que es complejo y hecho por la mano o la voluntad del hombre tiende a empeorar hasta llegar a desaparecer. Cada vez era más grande y voluminoso en peso y contenidos a soportar; pronto comenzaron las fricciones de baja intensidad, las aspiraciones refrenadas durante muchos años y las ganas de aparentar en muy marcados personalismos; tanto, que se llegó a un momento en el que cualquier amenaza interna o influencia externa podría poner en peligro la prometida y falsamente esperada, deseada e inquebrantable estabilidad.

Podemos decir que la inestabilidad que actualmente se cierne y acosa a la paz y al desarrollo mundial no se debe a un solo factor o actor, sino a la suma de varios de ellos, que, de forma sucesiva o simultánea, han ido apareciendo en escena y entrando en acción sin que la propia CI se diera cuenta; o si lo hacía, por falta de voluntad o por no contar con las herramientas y actores necesarios para una situación tan compleja, no puso sobre la mesa los precisos remedios y cortafuegos para remediarlo.

Diversos personajes, aparentemente inofensivos y no tanto, fueron adquiriendo un protagonismo mayor. Las pocas o ninguna reacción de la CI para impedírselo les hicieron sentirse más seguros, confortables y convencidos de que su protagonismo no tendría límite a nivel local, para pasar al regional y hasta lograr el mundial.

En algunos casos, se ha ido permitiendo emerger —con total impunidad— a varios países claramente amenazantes debido a la ideología de sus dirigentes, a sus capacidades económicas y militares alcanzadas y varios de ellos, por basarlas en las posibilidades de sus actuales o potenciales armas nucleares, aún a pesar de todo lo legislado en contra de que eso fuera factible.

Hoy en día se han convertido en irrefrenables las ansias de poder de demasiados alocados dirigentes, así como su necesidad de expansión para ocupar los espacios que reclaman como suyos, por necesidades propias o por haber pertenecido a sus ancestros más o menos recientes, junto con las capacidades de destrucción que les otorga el armamento sofisticado y fundamentalmente el nuclear.

Aunque parezca una exageración, creo firmemente que la CI es claramente inconsciente de lo que se nos viene encima y me da la sensación que pretendemos seguir viviendo mirando para otro lado, como si no sucediera nada en nuestro entorno, político, regional, militar y económico.

El 11-S marcó un claro punto de inflexión en la política internacional por el quebranto directo del área de confort de una sociedad civil demasiado acomodada a vivir bien, ajena a los peligros y que había dejado en manos de voluntarios y cuasi mercenarios su propia seguridad.

Dichos atentados arrastraron a la CI en su conjunto a Afganistán, en una guerra de capacidades y medios nunca vista, para luchar contra una ideología y un terreno que ya repetidas veces nos ha mostrado su hostilidad y posibilidad real de doblegar las voluntades de ejércitos poderosos que, tras años de sangrientas y costosas luchas, se vieron forzados a salir de allí con el rabo entre las piernas; y esta vez, tras muchos años de encarnizadas luchas volvería a ocurrir, a pesar de la magnitud de las fuerzas desplegadas y el número de países implicados en las coaliciones que se formaron para luchar allí.

De nuevo y de forma más vergonzosa todavía que lo que recientemente había ocurrido en Irak, hace un año, tuvimos que salir de forma ignominiosa y execrable de Afganistán, dejando atrás un elevado número y casi indefinido de toneladas de material militar, miles de bajas propias previas para nada y cientos de miles de colaboradores que creyeron en nosotros y que aún continúan siendo perseguidos por los talibanes por su apertura y servilismo a países y civilizaciones alejadas del islam y de sus leyes derivadas.

Deshonrosa salida que constantemente ha sido precedida por los terribles mazazos dados por el terrorismo yihadista en todos los continentes, sin excepción. Mazazos ocurridos gracias a su recuperación actual, por haberles dejado el suficiente espacio y los medios para hacerlo y por la manía que tienen los presidentes norteamericanos de lavar sus propias culpas asesinando a sus máximos dirigentes, aún a sabiendas, que los sucesores de los asesinados tardan horas en hacerse con el poder y el control del movimiento y suelen ser más sanguinarios que los que les precedieron, por lo que seguirán amenazando al «mundo civilizado».

Los nuevos líderes mundiales, aquellos que dirigen los resortes de la CI, se encuentran cientos de millas alejados de lo que debe ser un líder con capacidad de mandar y por supuesto, no están preparados para llevar a sus pueblos y organizaciones en las que se encuadran, a buen puerto. Al mismo tiempo, y como consecuencia de sus distracciones personales y pretensiones internas, permiten de forma ignominiosa, que tiranos como Putin, Xi Jinping, Kim Jong un, Erdogan, numerosos pececillos sátrapas comunistas a los mandos en países del Centro y Sudamérica, así como gran parte de África, Asia y de entre muchos países árabes mantengan en vilo a la propia CI y sin capacidad de reaccionar para mantenerlos a raya.

Un claro ejemplo de lo dicho en el párrafo anterior, es la increíble guerra de Ucrania, en la que un auténtico y enfermizo sátrapa está llevando a un pueblo a su ruina u muerte; y a su territorio a ser dejado como un solar, ante los ojos y la pasividad perversa e inhumana de unos dirigentes y organizaciones que solo piensan en cómo mantenerse en sus cómodos sillones y, a lo sumo, en hacer frente a las crisis económicas y energéticas que se avecinan, que en cuestión de semanas dejaran paralizada a Europa y muy tocados a los Estados Unidos.

Una CI incapaz de doblegar a Putin, que ofrece al pueblo ucranio «ropas de abrigo» en pleno verano, en lugar de las armas que precisa y que nada más que lleguen los primeros fríos este otoño, con mucha probabilidad, forzaran a Ucrania a firmar una más que vergonzosa paz, a cambio de que los flujos de los carburantes vuelvan a fluir con toda normalidad hacia Europa.

Pienso que el futuro de este castillo de naipes, descrito lo más brevemente posible, no es nada halagüeño; no solo lo hemos construido demasiado enorme y endeble; además, no le hemos dotado de las herramientas y apoyos que realmente necesita para hacerse valer de verdad y, finalmente, la política —falsamente atribuida al avestruz de esconder la cabeza frente al peligro— es practicada a diario por demasiados dirigentes que en franca descomposición y hasta algunos se encuentran de vacaciones a costa del erario público, mientras todo a su alrededor —interna y externamente— se desmorona.

Hemos llegado muy adelante, demasiado; la situación no se arreglará con Decretos Leyes como denominamos en España a las auténticas alcaldadas de los gobernantes, ni con Órdenes Ejecutivas al más puro estilo «USA», sacadas todas ellas de la chistera y firmadas con tan solo unos pocos o ningún minuto de reflexión. Mucho me temo, que esta vez no serán suficientes y lo pasaremos muy mal.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

 

EL TERRORISTA REVOLUCIONARIO: ¿HÉROE, CRIMINAL O ENEMIGO?

Heriberto Justo Auel*

“El enemigo no es simplemente cualquier competidor o simplemente cualquier socio de un conflicto en general. Tampoco es el adversario privado a quien uno odia. Un enemigo existe sólo cuando, al menos potencialmente, una colectividad de personas en lucha se enfrenta a una colectividad similar. El enemigo es únicamente el enemigo público, porque todo lo que tiene relación con tal colectividad de hombres, particularmente con toda una nación, se vuelve público en virtud de tal relación”.

Carl Schmitt. 1888/1985

 

La creación de la “grieta madre”.

Mucho se ha dicho acerca del “relato” (1) o “narrativa” (2) o “falacia” (3) creadora de nuestra “grieta social / grieta madre” (4), en las últimas cuatro décadas. Los tres primeros conceptos se han difundido a través de la información pública y la educación —con alta eficacia— conducidos por psicólogos sociales, que les dieron origen. Nosotros nos inclinamos por llamar “falacia” —a este avieso accionar de la política menuda— pues se trata de una manipulación cerebral de la sociedad que busca su engaño, intencionadamente.

Con referencia a la “grieta social / grieta madre”, colegimos que es consecuencia directa de dichas “falacias” que, al sorprender al “hombre de a pie” logra un efecto importante, inicialmente. La realidad situacional —progresivamente, en el tiempo— destruyó al engaño y ello exigió la creación de nuevas  “falacias” de reemplazo y así surgieron otras “grietas sectoriales o subsidiarias”.

La ciudadanía reaccionó —lentamente— ante este largo proceso hipócrita y perdió credibilidad la usina de mentiras intencionadas. Pero, siempre hubo y hay un porcentaje de quienes explotan la falsa situación creada: “el espejismo”. Quienes viven de él y dicen creerlo. Además, existen otros extraviados —“los incondicionales/fundamentalistas”— que ingenuamente sacralizan el engaño. Son los aplaudidores de “paladar negro”.

Al “trastocarse” la derrota táctica del terrorismo revolucionario, en victoria política – estratégica —en 1983/84— (5) a través del Decreto 158/83 del gobierno alfonsinista e iniciarse una correlativa acción de pinzas —a través de un proceso psicopolítico de comunicación social desde el Estado— dirigida por el CELS (6), los argentinos quedaron divididos por una “grieta madre” —sigilosa y encubierta— bajo diversas etiquetas que aún imperan, tales como “populistas” y “democráticos”, “peronistas” y “antiperonistas”, “kirchneristas” y “antikirchneristas”, “progresistas” y “conservadores” o —para unos pocos— la etiqueta más precisa: “castro-chavistas” y “macristas”.

Como lo señaláramos en el párrafo anterior, “este proceso psicopolítico” lleva más de cuatro décadas de duración con un significativo desgaste de “credibilidad  y confianza” del “proceso” mismo y de sus principales figuras, que han perdido —vertiginosamente en los últimos dos años— el apoyo de la opinión pública.

Las proporciones porcentuales del electorado a ambos lados de la grieta ha trasegado en los últimos meses debido a las torpezas de Tartufo y a la acelerada caída de la economía. El castrochavismo —encubierto como kk— que en las elecciones legislativas —14/11/2021— obtuvo un magro apoyo de 30/70%, siete meses después continúa cayendo al 25/75%.

Tartufo no cumplió con el objeto para el que fue contratado —la absolución de Ella— y la apertura de los juicios orales y públicos han comenzado con la enjundiosa “Causa Vialidad”, coincidiendo con una agudización de la situación socioeconómica. Ello ha motivado el pase de Massa al Gabinete Nacional —para llegar al 2023—. Lo hace con el evidente apoyo de Washington. La situación estratégica iberoamericana —contraofensiva revolucionaria mediante (7)— no admite la temprana pérdida de la Argentina y así lo ve el Comando Sur de los EE. UU. —Pentágono— y el Embajador M. Stanley —Secretaría de Estado—.

En la semana en la que ocurrieron estos acontecimientos, recibimos —por vías alternativas— nuestra declaración “consolidada” —como “testigo de concepto” ante el TOF Nro. 1— en la “Causa Plan Cóndor” —hace unos diez años— y —simultáneamente— un trabajo desarrollado por un investigador del CONICET —el Dr. Gerardo Tripolone— titulado El camino de ida hacia el Soldado-Policía. Carl Schmitt, la defensa nacional y la seguridad interior”.

El joven investigador ingresa en él a un tema central y actual de la Polemología, pero lo hace —exclusivamente— desde la perspectiva del Derecho Internacional Público. La revisión de ambas publicaciones —y Nancy Pelosi jugando a la ruleta rusa en Taiwán— nos llevaron a las presentes reflexiones, que volcamos bajo el título del presente ensayo.

Concluye el Dr. Tripolone que: “Aunque el jurista alemán bregó contra la confusión guerra y acción policial, no es posible hallar en su obra alternativas para detener el proceso de indistinción”. La confusión —que aún existe entre nosotros— se encuentra —en nuestra perversa legislación— en la indistinción entre “agresión estratégica” y “delito común”. Nuestros legisladores/estrategas se evadieron -creativamente- por la Geografía.

Hasta 1947 la primera era responsabilidad de la Defensa y el segundo de la Seguridad Pública. Hoy se han incardinado y las guerras asimétricas internas son “híbridas”. Los chinos les llaman “irrestrictas”. Exigen transformaciones legales y orgánicas de la Seguridad Nacional de los Estados para habilitarlos en la construcción de una “Gran Estrategia” y así disuadir o aplastar al complejo agresor. Nuestra propuesta -al respecto-  la enunciaremos en el punto 4.

Los espejismos (8) emergentes de las “falacias políticas”.

Las falacias humanas “constituyen ´mitos´ que adopta una cultura para asegurar su supervivencia. No son errores intelectuales, sino conductas funcionales que afirman ´creencias´ o ´necesidades de engaño´” (9). Por lo menos dos generaciones de argentinos fueron formadas en el ámbito falaz de una “memoria tuerta”, que reemplazó a los más elementales conocimientos históricos de nuestra Patria.

Lo comprobamos como profesores en las facultades de Ciencias Sociales de universidades nacionales y privadas. Las víctimas de los “espejismos emergentes” eran —y aún lo son— nuestros alumnos, carentes de los conocimientos más elementales relacionados con su formación como ciudadanos argentinos Fueron intoxicados por  ideologías que fracasan día tras día y que provocan actualmente una reacción juvenil positiva, en busca de la verdad.  

Pero hubo y aún hay otras consecuencias —mucho más graves por su trascendencia política— que nos llevó a la actual vergonzosa “grieta” y a la situación decadente que nos envuelve. Los derrotados en el terreno de la acción —a partir del 10/12/1983— se victimizaron. La falacia fue cuidadosamente administrada para que la sociedad asumiera que el “terrorismo de Estado” —en manos de “represores y genocidas uniformados”— había “desaparecido a una juventud idealista”, avasallando sus “derechos humanos” para imponer una “sangrienta dictadura”.

Crearon así la “grieta madre” y con ello “otro país”, “otra Patria”, otros “héroes”, con un “espejismo falaz” que aún divide a los argentinos.

Andrea Palomas Alarcón -una incansable luchadora contrarrevolucionaria- en “Somos dos Patrias Enfrentadas” (10) dice —con absoluta verdad—:

Decididamente no soy compatriota de Hebe de Bonafini, ni de Estela de Carlotto. Es algo que he descubierto, que pertenecemos a distintos países. No sólo pensamos distinto, somos de países extranjeros. Tampoco soy compatriota de Garré ni de Verbitsky. No canto el mismo himno que Lubertino, ni mi bandera es el trapo colorado que pusieron en el mástil de la ESMA, cuando las tropas de ocupación de los Kirchner convirtieron esa casa de estudios en una quermese de la media memoria. Toda esta gente no pertenece a mi Patria. Los padres de mi Patria no son Rodolfo Walsh ni Mario Santucho. Mis próceres no son el Che Guevara ni Azucena Villaflor. No me importa cuántas calles, estaciones de trenes o plazas llamen con sus nombres. El padre de mi Patria es José de San Martín, al que le quitaron la guardia de honor de Granaderos que custodiaba la casa donde nació”.

Ya no queda tela para retener a la infame “falacia política” y a su consecuente grieta, que es cada vez más profunda. En estos días hemos sido espectadores de la apertura del TOCF Nro 2 por la causa “Vialidad”. Allí observamos de un lado de la grieta al rostro limpio y a la voz franca de los Fiscales que representan a la Argentina genuina y decente y del otro, la mueca torva, dibujada por la sonrisa de Ella —que intenta ocultar el oscuro rostro del “enemigo” y de un profundo resentimiento atribulado—.

La impunidad de décadas está en tiempo de descuento.

Simultáneamente —con este histórico hecho judicial— Fernando Vaca Narvaja —el consuegro de Ella, antiguo y linajudo terrorista cordobés— hizo una demostración extemporánea de lo que es un “enemigo”, un irrecuperable enemigo” de los argentinos: un “fundamentalista terrorista revolucionario”.

Además de regocijarse de sus capacidades criminales frente a la estulticia jocunda de un joven “periodista” —formado con el catecismo de la política de los derechos humanos— demostró lo que hemos repetido en casi todos los TTOOFF en los que están siendo juzgados quienes nos defendieron de la agresión terrorista revolucionaria: “la actitud hostil del agresor revolucionario no ha cesadoy por ello retenemos “el estado de guerra civil-contrarrevolucionario”, sostenido por la perversa política de derechos humanos de una pseudodemocracia.

Vaca Narvaja, uno de los principales responsables de la violenta agresión revolucionaria —que ensangrentó al país desde 1959 hasta 1989— se auto percibe “héroe” cuando se compara con su consuegra, sentada hoy en el banquillo de los reos por corrupción: delito de lesa Patria. El terrorista amnistiado, está en libertad, mientras los soldados de la República —que lo vencieron en combate— mueren en cautiverio como “represores”.

Un sinnúmero de inútiles funcionarios políticos deben sus cargos al hecho de que son familiares de estos “héroes” subvencionados generosamente por el Estado, el mismo Estado que ordenó en 1974 su “aniquilamiento” sin dictar las bases ético/jurídicas que les hubieren permitido a las tropas contar con reguladas “reglas de empeñamiento”.

 ¿Quis Judicabit —Quién Juzga— a quién?

Finalizadas las operaciones militares y derrotados los agresores revolucionarios, es el mismo Estado —desde 1983 en manos del “entrismo ideológico”— quien “trastoca” la victoria argentina y judicializa a la guerra —que niega que haya existido y le llama “genocidio”—, saca a los inculpados de delitos de lesa humanidad —categoría que redefine— de sus jueces naturales y los juzga con jueces legos, leyes “ex post facto” —el Código Penal Ordinario— que considera a la muerte en combate como un crimen y no como una “obligación del soldado” en la guerra. Y todo ello ocurre en el “Estado de Derecho” desde 1983 —con breves intervalos de cordura—, hasta el día de hoy.

Los derrotados en combate juzgan a sus vencedores. Luego de ocupar al Gobierno del Estado trastocaron la derrota en victoria y emplearon a la Justicia Penal Federal para extrañar a las FF.AA., llevando al país a la situación de “Estado Fallido” por carencia de su “núcleo duro”. La sibilina operación fue creada por el enemigo inglés, en colusión con el castro comunismo, actuando como pivote el “perro” Verbitstky.

Tras quince años de duración de esta guerra contrarevolucionaria y victoriosa, en la Argentina no hay veteranos de sus campañas. ¿No es esto extraño? En las calles, plazas públicas o estaciones de subterráneos no hay un solo nombre de los numerosos héroes que defendieron a la Argentina en esa guerra. ¿No es esto extraño? Pues, SÍ lo es.

Es un fenómeno sociológico digno de un profundo estudio multidisciplinario. Funcionó mientras se mantuvieron vivas las sucesivas falacias y sus correspondientes espejismos, hasta que un día ya no se sostuvieron. La abrumadora realidad desnudó al simulacro.

Colapsó el gobierno contratado e implosionó a la pseudo-revolución por corrupción e incapacidad de sus dirigentes. No hubo golpe ni zancadillas. El relevo de Batakis fue en realidad un cambio de gobierno —sostenido desde el Norte— que contuvo una estampida social y que nos otorga un año —o menos— para sincerar las “coaliciones electorales” y construir “coaliciones de gobierno”.

Ello exigirá grandeza y coraje en los lideres —virtudes escasas en los últimos tiempos—.

Una elemental lectura política de las medidas anunciadas por el nuevo Primer Ministro nos indica que “Ella” sigue al mando. “Ventajita” tiene un probado doctorado en “gatopardismo” —por y para lo cual fue cuidadosamente elegido— pero “Ella” no le dará el más mínimo lugar a sus conocidas aspiraciones: viene de la UCD. Esta es una duda que persiste, que  recorre el espinel y que podría acortar a los tiempos electorales.

El conflicto con “el campo” sigue estando omnipresente en el manejo de la crisis mayor y en la presente semana la “Mesa de Enlace” tendrá su primer encuentro con el flamante Primer Ministro. Sería de importancia central que la “pampa gringa”, la “Región Centro” —conformada por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos- trabajen —a nivel de sus gobiernos— de consuno con la “Mesa de Enlace”.

Se conformaría así una masa crítica importante para el decidido ingreso —¿por vía Pichetto-Bullrich?— a una coalición que deberá sincerarse, alijando a sus quintacolumnistas, muy próximos a “Ventajita”, al Foro de San Pablo y al Grupo de Puebla. Son los “progres pacifistas moderados”, partidarios del “partido único”, peligrosos infiltrados gramscianos —palomitas— que impiden los imprescindibles cambios estructurales que exige nuestra crítica situación terminal.

Las “quintas columnas” impiden la PACIFICACIÓN NACIONAL y sin Paz Social, no habrá  gobernabilidad ni desarrollo. Ya lo han comprobado —recientemente— quienes no tuvieron consensos internos para los cambios que prometieron. La “Paz y Administración” funcionaron, con otros hombres y en otros tiempos. Hoy estamos en “doble estado de guerra”, sin indicios de resolución.

Los partidos tradicionales, licuados por el “entrismo revolucionario de izquierda” tienen abierta la oportunidad que la misma crisis les otorga para recuperar sus identidades doctrinarias, sus liderazgos generacionales y para aligerar a la rémora.

Las oportunidades no se ven, se perciben. He allí el problema de los “confundidos”.

 El terrorista revolucionario: ¿héroe, criminal o enemigo?

Confundir a un “terrorista” con un “héroe”, en el momento actual, sería incurrir en una grave anormalidad. Pero, en el ápice o cenit de la falacia política —en los ´80— la confusión era normal para cierto sector social: eran los herederos y simpatizantes de los terroristas que se organizaron en ONG, “abuelas”, “madres” e “hijos” ¿de héroes?.

No olvidemos a aquel funcionario que, detenido por una falta de tránsito, reprendió a la agente municipal diciéndole: “¿cómo se atreve a señalarme una falta? ¡¡No sabe que soy hijo de desaparecido!! Este joven se auto percibía “hijo de un héroe” y tenía derechos que el Estado le reconocía a través del espejismo en que se vivía, construido desde el propio Estado.

Quien dijera “madre de terrorista” ofendía a las Sras. de pañuelo blanco —aunque fueren reconocidamente corruptas—. Recibían la mayor consideración en toda ceremonia oficial. El tiempo ha quitado los velos y la realidad emergió. Hoy un terrorista es un criminal/enemigo. El Estado —agredido por el terrorismo— tardó demasiado tiempo en definirlo y aún no legisló en consecuencia. La actual legislación de Seguridad Nacional fue impuesta por los simpatizantes de los revolucionaros terroristas.

En los ´70 se habían movilizado las Fuerzas del Estado y se las había enviado al aniquilamiento de un agresor “interno” que aceptaba un mando estratégico externo y el cambio de bandera. ¿Sería considerado “delincuente” o “prisionero” cuando se lo capturara? Esta era una responsabilidad política que no se resolvió en 1974, en la inaudita apertura de la guerra. Aún estamos pagando sus consecuencias (12).

La guerra civil contrarrevolucionaria fue la inspiradora de las futuras guerras híbridas. No la conocíamos y carecíamos de una adecuada respuesta. Los iberoamericanos fuimos el laboratorio posnuclear de las nuevas guerras y nuestras graves carencias polemológicas —explotadas por nuestros enemigos— han detenido en el tiempo a la Argentina.

Los resentimientos y odios sociales —propios de las guerras civiles— trajeron las venganzas de los vencidos y nuestras antiguas crisis políticas la oportunidad de trastocarlas —en el nivel político/estratégico— explotando indiscutibles carencias culturales. Tenemos un gran país y una dirigencia mediocre. Nuestro desafío actual es lograr la PAZ.

Si los iberoamericanos tuvimos y tenemos frente a nosotros a un enemigo revolucionario/internacionalizado —terrorista / criminal / mafioso— la respuesta debe ser estratégica e internacional.

La cooperación regional ha demostrado ser insuficiente. La cíclica asociación, ineficaz. Debemos lograr una alianza duradera de naturaleza política y estratégica a través de un “Acuerdo de Seguridad Colectiva y Defensa Común” con Brasil. A partir del año 2023 las Cancillerías de ambos países, a través de sus respectivos Congresos Nacionales deberían sancionar la “Organización del Tratado del Atlántico Sur” —OTAS— y con él contar con una Gran Estrategia para las naciones iberoamericanas que se adhieran al Tratado.

Daríamos fin a más de medio siglo de una agresión revolucionaria castro-comunista y narcoterrorista irresuelta, que desangra a nuestros pueblos.

La PAX IBEROAMERICANA abriría el camino de la concordia social y del progreso regional.

El enemigo no es simplemente cualquier competidor o simplemente cualquier socio de un conflicto en general. Tampoco es el adversario privado a quien uno odia. Un enemigo existe sólo cuando, al menos potencialmente, una colectividad de personas en lucha se enfrenta a una colectividad similar. El enemigo es únicamente el enemigo público, porque todo lo que tiene relación con tal colectividad de hombres, particularmente con toda una nación, se vuelve público en virtud de tal relación”.

 

Citas y aclaraciones

(1). Relato: El término proviene del vocablo latino relātus, con el cual también se ha designado a los cuentos, haciendo énfasis en una extensión mucho más corta que le ha permitido destacarse como uno de los subgéneros narrativos literario más importantes.

(2). Narrativa: Desde los primeros mitos fundacionales y mitologías hasta las producciones literarias, cinematográficas e historietísticas recientes, la narrativa ha acompañado a la humanidad y ha servido de escenario para representar y conservar su pensamiento, sus valores y sus modos de ver el universo.

(3). Falacia: En lógica una falacia —del latín fallacia ‘engaño’ es un argumento que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionadamente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención, debido a descuidos o ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas. 

(4). Grieta: en Argentina es una expresión usual, para denominar una división binaria y maniquea de la sociedad entre kirchnerista y antikirchneristas —surgida en la primera década del siglo XXI— causada por el enfrentamiento político y cultural de revolucionarios/contrarrevolucionarios y caracterizada por una alta dosis de irracionalidad, odio, prejuicio, intolerancia y fanatismo. Para quienes se comportan validando «la grieta» el bando propio es el único que tiene legitimidad, mientras que el otro bando debe ser descalificado de manera completa. Si bien esta concepción de la política ya ha permeado la sociedad argentina casi por completo, su difusión se explica en gran parte por el uso reiterativo que se le dio en los medios de comunicación masiva.

(5). IEEBA / Verdad y Equidad para ser Nación. “Guerra contrarrevolucionaria en la Argentina. Estrategia del terrorismo revolucionario para la toma del poder”. Julio de 2021. www.ieeba.org

(6). CELS: El Centro de Estudios Legales y Sociales es un organismo de conducción de la política de derechos humanos, creado en 1979, promueve la creación de las falacias creadoras de la grieta social principal de los argentinos, entre quienes apoyan consciente o inconscientemente al terrorismo revolucionario y al resto de los ciudadanos que defienden a la República y a su cultura. Se encuentra bajo control del triple agente de inteligencia Horacio Verbitsky (a) “el perro”, terrorista que fuera 2do jefe de la inteligencia de montoneros.

(7). H. J. Auel. China, Rusia y la Contraofensiva revolucionaria en Iberoamérica”. Mar 22. www.ieeba.org

(8). Espejismo: es ver algo donde no lo hay, es una ilusión óptica que se observa en días muy calurosos y en lugares como los desiertos.

 (9). P. Belohlavek. “El origen de las Falacias Humanas”. 2005. 1ra. Ed. – Blue Eagle.

(10). A. Palomas Alarcón. “Somos dos Patrias Enfrentadas”. Ago 22. www.alfinal.com

(11). Gatopardismo: es la filosofía de quienes piensan que es preciso que algo cambie para que todo siga igual.

(12). J. Corrado. “Cuál contraofensiva…la del 2023? 06 Ago 22.  www.ieeba.org

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.