Archivo de la categoría: ARGENTINA

EL PROYECTO DE LA NUEVA LEY DE INTELIGENCIA. LA REALIDAD SUPERA LA FICCIÓN.

Marcelo Javier de los Reyes*

Escuela Nacional de Inteligencia.

En su personaje de Saúl Menahem, en la recientemente estrenada serie «Iosi, el espía arrepentido», el actor Alejandro Awada expresa:

Hablar de servicios de inteligencia en Argentina es una contradicción. En un 80% se espían y se cagan entre ellos; un 10% trabaja para algún político así justifica su sueldo y el otro 10% hace guita. No sirven para nada. Ni para encontrar las manos de Perón. Manipulan a su gente con estos cuentos. Necesitan creyentes y un enemigo. […] Reclutan idiotas útiles y cuando llega el momento los descartan.

Bien, no es tan así, o mejor dicho no era tan así. La Inteligencia argentina, más precisamente cuando era la SIDE, supo tener mejores momentos y su Escuela Nacional de Inteligencia (ENI)[1] es recordada aún por algunos agentes europeos y de la región que cursaron en ella por aquellos años.

Según informes de medios, más precisamente de TN, «la actual gestión se encuentra en pleno diseño de planes de carreras y programas de formación profesional para que los agentes que cursen en la ENI accedan a un título reconocido por el Ministerio de Educación de la Nación». Lo mismo intentó hacer la gestión macrista que precedió a la actual. Ahora bien, no parece resultaría pertinente que el Ministerio de Educación de la Nación deba tener incumbencia en la formación de los agentes de inteligencia del Estado, ni en sus programas ni en sus contenidos, habida cuenta de la confidencialidad que se debe mantener en el ámbito de la inteligencia.

Mucho ha cambiado desde esos años en que la ENI era un instituto serio de formación. Las purgas ocasionadas por el gobierno de la Alianza —uno de los tantos engendros políticos creados con fines electorales— y por los sucesivos gobiernos, han ocasionado la partida voluntaria y también forzosa de muchos agentes de carrera. La serie que nos recuerda a Maxwell Smart parece convertirse en realidad, más aún cuando hoy se escucha al nuevo interventor —aquel al que le robaron numerosas armas y hasta un misil cuando era ministro de Defensa— ofrecer elucubraciones personales en una entrevista con respecto al mediático caso del avión venezolano con tripulación iraní y venezolana; expresó que era una «presunción» de él, a la que llegó porque «le da la cuenta porque 5 iraníes y 14 venezolanos» estaban instruyendo a dos tripulaciones… Dejemos de lado lo del avión. Lo que no puede hacer el máximo responsable de la Inteligencia argentina es ir a una entrevista con «presunciones» sino con información de inteligencia, la cual podrá o no compartir públicamente en función del secreto de la investigación. Quizás sea más apropiado que quien ejerza esa función no se exponga mediáticamente.

En un artículo publicado el 26/01/2021 ya me referí a una noticia en la que se informaba de un nuevo proyecto de ley de inteligencia y me permití criticar al que fuera presentado en 2016 por la entonces diputada Elisa Carrió[2]. Actualmente está en el Congreso ese proyecto pergeñado por la «fiscal-interventora» que compite con el de Carrió en términos de dislates.

Luego de que se disolviera la Secretaría de Inteligencia y se creara la AFI en 2015, el Sistema de Inteligencia Nacional (SIN) ha acelerado su caída en picada. El funcionario ideólogo de la estructura del organismo y del complejo y retorcido Decreto 1.311 sobre la nueva Doctrina de Inteligencia Nacional, Marcelo Saín[3], quien creó una agencia caracterizada por su macrocefalia que la tornó inoperante, sobre todo al tener más de cincuenta directores sin jefaturas intermedias. Por otra parte, no se contempló la incorporación de un área de «Análisis» en el organigrama de Inteligencia Exterior, cuando el análisis es la actividad esencial de la inteligencia. La administración de Gustavo Arribas y de Silvia Majdalani no modificó esa situación sino que la empeoró al incrementar el número de contratados con sueldos equivalentes a los de directores. Aquí ya se puede apreciar la sangría de los recursos del Estado.

Como si fuera poco el daño hecho al SIN durante los gobiernos kirchneristas, de Macri y del de Alberto Fernández[4], los legisladores pueden empeorar aún más la situación de la Inteligencia Nacional sancionando esta ley presentada por el «equipo» de la «fiscal-interventora». Entre los miembros de ese equipo[5] se encuentra Rafael Bielsa y Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS.

Permítanme hacer una digresión para destacar que Rafael Bielsa fue quien, como embajador en Chile, propuso a la justicia de ese país que el dirigente de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), el muy aborigen Jones Huala (actualmente prófugo), podía cumplir su libertad condicional en la Argentina. Por su parte el CELS —ONG vinculada a Horacio Verbitsky— cuenta con la prerrogativa de impugnar el ascenso de los militares de las Fuerzas Armadas de la República Argentina y recibe financiamiento de la Embajada Británica en Buenos Aires, de la Embajada de la República Federal de Alemania en Buenos Aires, de la International Planned Parenthood Federation (ONG que actúa en defensa del acceso al aborto inducido y del libre acceso a los métodos anticonceptivos como medios de planificación familiar), de la Fundación Ford, de la socialdemócrata Fundación Friedrich Ebert Argentina (socialdemocracia alemana), de la Fundación Heinrich Böll (vinculada a Die Grünen, el partido de Los Verdes de Alemania), de la Open Society Foundations (George Soros), entre tantas otras organizaciones e instituciones que «se interesan» por la Argentina. También recibe fondos de ministerios de la Argentina como los de Educación y Salud de la Nación.

Algunas fundaciones, embajadas y organismos que financian la actividad del CELS.

Entre la exposición de motivos que se expresan en el proyecto de ley de Inteligencia presentado por el equipo de la «fiscal interventora» se expresa que «ya no se trata solamente de dejar atrás un funcionamiento anómalo, ineficiente, obsoleto y muchas veces, ilegal, sino de dotar al país de una herramienta indispensable para mejorar la calidad de las decisiones…»

Si observamos la notoriedad mediática que ha tenido la gestión de la «fiscal interventora», es precisamente todo eso lo que ha caracterizado su pésimo desempeño al frente del SIN. Demás está decir que la interventora durante su gestión ha procedido a violar en más de una oportunidad la ley vigente, como por ejemplo en el caso de la revelación de las actas del organismo.

En función de lo expresado en la exposición de motivos, cabe aclarar que la Inteligencia no es una herramienta «para mejorar la calidad de las decisiones» sino un instrumento esencial «para la toma de decisiones». Si el decisor carece de criterio, de calidad intelectual y de otras virtudes o, simplemente, ignora la información que le proporciona su servicio de Inteligencia (algo habitual en Argentina), éste nada puede hacer, porque solo se limita a poner los informes a disposición del decisor. Como reza el proverbio, Quod natura non dat, Salmantica non præstat.

Para ser más claro, la AFI es el organismo encargado de producir conocimientos acerca de las problemáticas, riesgos y conflictos inscritos dentro de la Defensa Nacional y de la Seguridad Interior en función de la protección de los intereses nacionales. Conducida por el Poder Ejecutivo (más precisamente el Presidente), la AFI formula el Plan de Inteligencia Nacional (PIN) que delinea las actividades del SIN que encabeza la propia AFI. El producto que emana de esta actividad, el análisis de inteligencia, es la producción de conocimiento que sirve de soporte a la toma de decisiones de manera oportuna.

En la exposición de motivos del proyecto de ley, los autores reconocen que la Ley 25.520 tiene muchas virtudes y que «los intentos de reformas parciales, como los realizados en 2015» no tuvieron «la fuerza suficiente como para cambiar el rumbo”, la intervención aconsejó un cambio profundo de las bases institucionales, que no tire por la borda muchos de los esfuerzos de la legislación anterior». En verdad, si se compara este proyecto de ley con la Ley 25.520, han tirado todo por la popa, para continuar utilizando la terminología marina.

Del mismo modo, expresan que «la idea de comunidad de inteligencia no ha servido para construir una articulación institucional sino para romper barreras y crear relaciones informales, donde policías eran agentes de inteligencia y agentes de la AFI eran policías en un intercambio sin control y sin finalidades claras». Agregan que la idea de comunidad de inteligencia «ha servido más para la expansión de la ilegalidad que para fortalecer una coordinación virtuosa». Toda esta afirmación ameritaría una extensa e histórica explicación. Trataré de sintetizarla.

Hasta la sanción de la Ley 25.520, el SIN contó con la Central Nacional de Inteligencia (CNI), órgano que articulaba la inteligencia con las Fuerzas de Seguridad y con las Fuerzas Armadas[6]. Ese órgano fue oportunamente desmantelado. Tras los atentados del 11-S, en los Estados Unidos se percataron de que sus agencias de inteligencia no contaban con ningún organismo que los articulara y entonces, a esos efectos, se creó el Department of Homeland Security (DHS), el Departamento de Seguridad Nacional. Luego fueron creados lo que denominaron «centros de fusión», con el objetivo de promover el intercambio de inteligencia entre las autoridades locales, estatales y federales y coordinar sus actividades.

Este descubrimiento llevado a cabo tras los atentados del 11-S pareció una innovación interesante y digna de recomendación para los países periféricos como la Argentina. Así fue como, durante la gestión de la Arribas – Majdalani al frente de la AFI, vinieron del norte a traer esta modalidad de trabajo. En realidad era lo que hacía la CNI en Argentina hasta su disolución.

Por otro lado, los que nunca entendieron como articular a la Comunidad de Inteligencia fueron los políticos de turno que, en realidad, ni siquiera saben qué es la Inteligencia. O quizás no quieren que se articulen los órganos que conforman el SIN y esto queda claro con este proyecto de ley que propone que la actual AFI no sea más el organismo rector del SIN. Es decir que hace más de veinte años que se eliminó la CNI y ahora se deja a su suerte a cada órgano al eliminar la AFI como cabeza del sistema.

Por otra parte, ese cambio de roles entre policías y agentes de inteligencia al que alude, se remonta a la gestión del gobierno de Néstor Kirchner. Es un grave error confundir la Inteligencia con la Seguridad, algo que se profundizó durante el gobierno de Mauricio Macri. El acento se puso en incrementar el personal de seguridad, con una deficiente formación salvo los pocos casos de jóvenes que habrían pertenecido a alguna fuerza. En paralelo se incentivaba el retiro de los analistas y de los agentes operativos de carrera. La propia ENI estaba bajo la conducción de directivos que con anterioridad habían ejercido cargos en Seguridad. Sin embargo, por la Ley Nº 24.059 de Seguridad Interior, lo referente a las cuestiones de Seguridad y a la actividad delictiva le compete a la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, la que a su vez es parte integrante del SIN.

Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner el organismo ahondó su agonía debido a que se le dieron mayores recursos y mayor presupuesto a la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DNIEM) a cargo del militar predilecto de la presidente, con el cual se sacaban fotos las Madres de Plaza de Mayo. Quizás el único militar que pudo salir indemne de un juicio de lesa humanidad, mientras que otros murieron en prisión o siguen detenidos y procesados inconstitucionalmente por una legislación aplicada con retroactividad y en contradicción con toda la política de derechos humanos de la que se han apropiado retóricamente los gobiernos kirchneristas y de la que participaron asimismo Macri y Horacio Rodríguez Larreta. En este sentido vale recordar que ambos llevaban a dignatarios extranjeros a rendir homenaje ante un «monumento a la memoria sesgada», en el que había nombres de terroristas muertos en enfrentamientos con miembros de las Fuerzas de Seguridad y de las Fuerzas Armadas. Además, en su conjunto, ese monumento no es más que un homenaje a terroristas que se alzaron contra la democracia y las instituciones de la República.

Obama y Macri rinden homenaje a las víctimas de la dictadura en el Parque de la Memoria. Foto: Reuters. Fuente: La Nación[7].

En abril de 2015, coherente con esta ideología, un trasnochado ordenó demoler el monumento erigido en conmemoración del Combate de Manchalá, ocurrido «el 28 de mayo de 1975, en pleno ejercicio de un gobierno constitucional, cuando un grupo de suboficiales y soldados conscriptos de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5, que realizaban tareas de apoyo en una escuela, fueron atacados y defendieron con coraje su posición»[8].

Quizás pareciera que estas menciones no tengan que ver con las políticas respecto a los organismos de Inteligencia pero, contrariamente a ello, la falsa política de derechos humanos pasó a ser una «política de Estado» aplicada por los diferentes gobiernos, así como la destrucción de las Fuerzas Armadas, el desmantelamiento de la Policía Federal Argentina —una consecuencia de la creación de la ineficiente Policía de la Ciudad llevada a cabo por el dúo Larreta-Macri, destruyendo incluso su propia creación, la Policía Metropolitana— y la demolición del SIN.

El mencionado proyecto de ley, precisamente, en su artículo 1º alude «a la Constitución Nacional, los Tratados de Derechos Humanos suscriptos y los que se suscriban con posterioridad a su sanción, y a toda otra norma que establezca derechos y garantías».

«El Presidente de la Nación podrá convocar a un Consejo Interministerial para el asesoramiento sobre los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de Inteligencia Nacional» (artículo 3º), “formado por expertos o personas reconocidas por su experiencia en la materia”… ¿Quizás los mismos que redactaron este proyecto?

A pesar de que a veces se han referido a la existencia de un «doble comando», como lo ha manifestado el nuevo interventor al decir «No creo en el Señor 8, no hay doble comando en la AFI»[9], el proyecto de ley contempla un «doble comando» al crear la figura del «Asesor Nacional de Inteligencia» con rango de ministro (artículo 4º) el que puede ser nombrado y removido directamente por el presidente. Cabe destacar que, según el proyecto, el director de la AFI también será propuesto por el presidente pero con la aprobación del Senado. Es decir que director y Asesor Nacional de Inteligencia son designados por el presidente y ambos con rango de ministro. Su función será «asesorar al presidente en la formulación del Plan Nacional de Inteligencia». Cumpliría el rol de «coordinador» si se crea «alguno de los Consejos Asesores previstos en el artículo 3».

Según el artículo 6º, una de las funciones específicas de la AFI será «Formular el Plan de Inteligencia Nacional, sobre la base de los lineamientos fijados». Es decir que el organismo formulará el PIN pero el Asesor Nacional de Inteligencia asesorará en la formulación del PIN. Parecería haber una duplicación de funciones y si la diferencia está en que uno asesora y el otro escribe bien se podría ahorrar dinero del Estado estableciendo que quien asesore también escriba.

Para determinadas cuestiones, como la celebración de «convenios con organismos de inteligencia o investigación de otros países, o regionales e internacionales, deberá [la AFI] contar con la aprobación del Asesor Nacional de Inteligencia del Poder Ejecutivo» (artículo 6º, inc. 13). Es decir, un «doble comando» con dos funcionarios designados por el Presidente (el Director Nacional con aprobación del Senado) con rangos de ministro en el que uno queda supeditado al otro.

Según informan medios de comunicación, «el gran objetivo que tiene Rossi al frente de la AFI es el de promover la nueva Ley de Inteligencia», que incluye ese «doble comando»[10]. Lo paradójico es que en la exposición de motivos se expresa que «En cuanto a sus autoridades, se debe superar la idea de doble comando de la misma institución» (la cursiva está en el mismo proyecto).

Por otro lado, al referirse a los convenios, el inc. 13 del artículo 6º menciona entre las funciones de la AFI que puede «celebrar convenios con personas físicas o jurídicas, de carácter público o privado», lo que ya estaba en la Ley 25.520. ¿Sería correcto que la agencia de Inteligencia celebre convenios con «personas físicas» o «de carácter privado»? ¿Qué contemplan los redactores del proyecto?

Una vez más, en una ley o proyecto de ley de Inteligencia, se insiste en que en ningún caso la AFI podrá «obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza…» (artículo 8º, inc. 2). Ya hace años que los científicos han coincidido y expresado en que no existen «razas humanas» sino «diversidad genética en la especie humana». Es decir que un color de piel no indica que pertenezca a una determinada «raza». Ciencia aparte, sigamos con el proyecto de ley.

La gran preocupación, el núcleo de este proyecto, gira en la «protección de los Derechos y Garantías de los habitantes de la Nación» (Título II), lo cual es positivo pero no puede ser que la ley prácticamente se limite a esto y casi nada a la Inteligencia. La Ley 25.520 ya contemplaba este punto pero este proyecto solo establece una serie de contralores (Asesor Nacional; Comisión Bicameral de siete miembros, tres senadores, tres diputados y un presidente; un control judicial ejercido por un colegio de al menos diez jueces federales con jurisdicción en la Capital Federal designados por sorteo público anualmente por el Consejo de la Magistratura; un «Director Nacional de Protección de Datos Personales previsto en la 25.326») que a lo único que apunta es a que la agencia de Inteligencia cuente con numerosos controles externos para que, con certeza, no pueda hacer inteligencia. Queda en evidencia que quienes redactaron el proyecto son personas con formación en Sociología y en Derecho en el mejor de los casos, con una fuerte vocación partidaria pero con un amplio desconocimiento de lo que es la actividad de Inteligencia.

El artículo 26º (Título V) se refiere al Personal y a la capacitación, y aclara que «Los extranjeros podrán ser contratados por decisión directa y fundada del Director Nacional, en el marco de directivas operacionales específicas». Aquí queda abierta una peligrosa “ventana” para la contratación de personas que bien pueden ingresar al organismo para llevar a cabo tareas de infiltración. Aún peor, ciertas fuentes reservadas informan que durante la intervención ya se ha procedido a la incorporación de extranjeros al organismo.

El nuevo interventor ha manifestado «como ejes de la continuidad de la gestión de Caamaño “la profesionalización y la transparencia” de la AFI»[11]. Agregó: «Vamos a trabajar sobre todo lo que son los objetivos estratégicos de la inteligencia, ciberdelitos, lo que le corresponda a la Agencia sobre crimen organizado y la profesionalización de los analistas en los distintos ámbitos desde energía hasta las cuestiones internacionales. Hay que continuar con la línea que siguió Caamaño de vincularla a las agencias más profesionalizadas del mundo». Precisamente, la intervención lo que menos ha hecho es formar profesionales idóneos a través de la ENI sino más bien a adoctrinar a los cursantes.

Para abreviar el espíritu de este proyecto, en la exposición de motivos se expresa claramente: «Como vemos se trata de establecer una Agencia acotada en cuanto a sus tareas…» Ni más ni menos.

¿Qué podemos esperar de una nueva gestión de gobierno en materia de Inteligencia?

Un artículo publicado el 29/06/2022 por La Nación aborda el tema[12]. El propio artículo expresa que no se trata de una tarea sencilla “para quienes formaron parte del gobierno de Mauricio Macri, cuya gestión en materia de inteligencia es duramente cuestionada por acciones de espionaje ilegal que son investigadas por la Justicia. No hay un dirigente de la oposición que se atreva a reivindicar la gestión de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Ambos están procesados en al menos dos expedientes judiciales y su gestión se volvió una mancha venenosa por las acciones concretas de seguimiento contra dirigentes opositores e incluso de su mismo signo político”. Una “mancha venenosa” que también se presentó durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Estimo que no es necesario recordar el caso pero sí las denuncias que la entonces diputada Elisa Carrió formuló contra Daniel Angelici —al que consideró un operador judicial—, padrino del cuestionado por numerosos medios ex director de legales de la AFI, Sebastián De Stéfano, actualmente funcionario de SBASE (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado) en el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

La utilización de la SIDE, la SI y la AFI como una herramienta para alinear al Poder Judicial —o al menos a algunos jueces— con el gobierno de turno demuestra que por más que se cambie de nombre al organismo todos los gobiernos democráticos cayeron en el mismo vicio. Ahí están los “sótanos de la democracia” a los que se refieren el «presidente delegado» Alberto Fernández y la «fiscal interventora», la que fue denunciada por filtración de datos sensibles del Sistema de Inteligencia Nacional, entre los cuales había nombres de agentes pertenecientes a la AFI y ex funcionarios del organismo, pero que fue sobreseída por la jueza María Servini de Cubría. Siempre es bueno que exista un juez oficialista para estos casos.

El artículo de La Nación menciona a Carrió —de cuyo proyecto ya hablé, como manifesté al comienzo—, partidaria de eliminar la AFI y de crear un organismo que solo coordine a las Fuerzas de Seguridad frente al narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado. Con respecto a Larreta los periodistas afirman que sus colaboradores lo oyeron decir «yo la desharía». Algunos de sus colaboradores serían partidarios de «profesionalizar» —verbo transitivo utilizado por las diversas gestiones para empeorar la situación de la Inteligencia Nacional— al organismo «para que sea capaz de combatir el crimen organizado y los delitos complejos, como la trata». El artículo de La Nación menciona que otros funcionarios de Larreta pensarían en continuar con el slogan de “la transformación no para” con el objeto de introducir una gran innovación a las que nos tiene acostumbrados a los ciudadanos de Buenos Aires…

Más centrada parece la propuesta del equipo de Patricia Bullrich, el cual tiene en cuenta que la AFI “debe estar abocada a la producción de inteligencia estratégica”. ¡Brillante!!! Al menos entiende cuál debe ser el objetivo del organismo. Además tendría en claro que el SIN debe tener un espacio para que participen las direcciones de las diversas fuerzas. Un paso quizás para recrear la CNI. Sería algo positivo. Del mismo modo, se menciona que la propuesta apuntaría a “cambiar la Ley [la Ley 25.520] y volver a una ley de inteligencia que saque de la AFI a la investigación criminal y la deje como inteligencia estratégica”. Aquí vemos cómo la Inteligencia terminó convirtiéndose en un “organismo policial”. Se hizo por ley. ¿Quiénes hacen las leyes? Los mismos que después hablan de los “sótanos de la democracia”. Esos son los que pervirtieron al SIN para luego echarle la culpa a los agentes de inteligencia y acusarlos de manejarse independientemente. A propósito, el proyecto de la “fiscal interventora”, en su artículo 10º, dice que “La obediencia debida no podrá ser alegada como eximente de responsabilidad”. Pregúntenle a un ex agente de inteligencia de esta democracia acerca de los padecimientos sufridos si no acataba lo que le ordenaban o sencillamente por considerarlos “conflictivos”[13]. Fin de la digresión.

Perfil, 09/10/2005.

Un punto muy relevante al que se refiere el artículo de La Nación es al reclutamiento de los agentes que tienen pensado en el equipo de Patricia Bullrich, el cual considera que todos los agentes deben pasar por la ENI antes de ingresar al organismo. Esto está en la misma sintonía de lo que he propuesto más de una vez, en que no pueden ingresar agentes que no hayan tenido un largo curso de formación. En este sentido, he propuesto en más de una oportunidad en que la ENI se convierta en una especie de ISEN (Instituto del Servicio Exterior de la Nación) para el servicio de Inteligencia.

Por su parte, dentro de la UCR, Gerardo Morales se opone a eliminar el organismo pero sí proceder a una “cirugía mayor”, mientras que Facundo Manes no se manifestó al respecto.

Miguel Ángel Pichetto le ha dado un lugar de importancia al tema al armar “un área de inteligencia, defensa y seguridad para diseñar planes” coordinada por Miguel Ángel Toma, quien se desempeñó como Secretario de Inteligencia y quizás el único recordado positivamente por los agentes de carrera.

Algunas reflexiones finales

Como se ha manifestado, la SIDE y sus sucesoras, la SI y la AFI, han sido utilizadas para manipular a ciertos jueces pero durante la SIDE y buena parte de la existencia de la SI el organismo se abocó en primer lugar a producir Inteligencia Estratégica. Las purgas, tanto de la Alianza —que echó en un solo día, el 07/02/2000, a más de 1.000 agentes para dar lugar a las «consultoras»— como de los gobiernos kirchneristas y las invitaciones al retiro realizadas por la gestión Arribas – Majdalani —tentando al personal con interesantes sumas para que se jubilaran— fueron vaciando a la Inteligencia de su personal de carrera, varios de ellos excelentes profesionales que podrían haber formado a las nuevas camadas.

Con respecto a la «intervención», el organismo ha estado «intervenido» desde mucho antes con la intención de cumplir esos vicios de los gobiernos de turno.

La gestión de la «fiscal interventora» terminó de vaciar al organismo y, contrariamente a lo que sucedía hasta su llegada, la dirección de la «intervención» se invirtió: ahora el poder judicial (nada menos que el de «Justicia Legítima») ingresaba al organismo para manipularlo y vaciarlo. La gestión fue claramente ideológica y se dedicó a seguir con las funciones de una fiscalía. No se hizo inteligencia sino que se siguió ideológicamente para buscar toda la documentación que contribuyera a la cuestión de los derechos humanos e, incluso, miembros de movimientos sociales concurrieron para ver las «carpetas» que el organismo podría haber armado sobre ellos.

En verdad, este proyecto de ley realizado por la intervención anterior y que cuenta con el total respaldo del actual interventor no es más que un mamarracho. Solo apunta, como lo dice textualmente la exposición de motivos, a acotar las tareas de la Inteligencia, en verdad, a reducirlas a la nada. En este sentido, podrían coincidir con Carrió o con lo que dicen que dijo Larreta y eliminar la agencia ya que bajo esos parámetros solo servirá para darle empleo a algunos parientes, amigos o afiliados a sus respectivos espacios políticos, o sea, un gasto para el Estado. Más de lo mismo.

Que una ONG como el CELS, financiada por fundaciones extranjeras, por embajadas como las de Estados Unidos, Alemania y nada menos que el Reino Unido, se aboque a organizar nuestra Inteligencia es poner al lobo a cuidar el gallinero. A los efectos de mostrar su papel en los graves problemas internos que afectan a nuestros ciudadanos argentinos de la Patagonia, los siguientes tuits ilustran su postura anti patria.

Tuit del CELS del 13/01/2017, en el que se aprecia al director de Litigio y Defensa del CELS, junto a organizaciones de izquierda, en una reunión en la que no se ve la Bandera Argentina sino la que se atribuyen los autodenominados “mapuches”. En el tuit de abajo se aprecia un total apoyo a este grupo que tiene su sede central en Bristol, el Reino Unido, usurpador de nuestro territorio y de nuestro Atlántico Sur y financiador del CELS.

Por otro lado, estas ONGs, fundaciones, etc., se preocupan por la inteligencia que pueda realizar un servicio del Estado con el objetivo de preservar el estilo de vida de sus ciudadanos, la seguridad de los mismos y la defensa de su integridad territorial pero nada dicen de la recolección de datos personales que hacen los bancos, las tarjetas de crédito y los buscadores como Google —y con modalidades y fines mucho más cuestionables—, que saben mucho más de cada uno de nosotros que un organismo de inteligencia.

Con respecto al reclutamiento, una agencia de Inteligencia no es una agencia de empleo a la que deban entrar por el mero hecho de ser familiares, amigos, afiliados a los movimientos o partidos de los dirigentes políticos de turno. Un servicio de Inteligencia serio «sale a buscar» a los que considere mejores a las universidades, a instituciones académicas u otros ámbitos que podrían considerarse apropiados.

Una reconstrucción del servicio de Inteligencia requiere, primordialmente, poner el acento en el personal, en una verdadera profesionalización del mismo para lo cual habrá que recontratar a ex agentes para formar a los ingresantes y a quienes pueda considerarse que tendrían posibilidad de sobrevivir en el mismo. Esta es una tarea que debe comenzar desde la propia ENI, la que debe ser el filtro previo al ingreso al servicio. Para ello deberá contar con expertos y trabajar en la formación de formadores, así como recurrir a algunos servicios extranjeros en la capacitación, algo que se acostumbra a hacer.

Para un mejor funcionamiento, la ENI debería nuevamente volver a su organigrama con un solo director —no con tres como impuso el organigrama de la AFI— y unos dos jefes de departamento, como supo tener hasta la disolución de la SI en 2015. La orgánica tiene que estar alineada a la misión del organismo y no inventarse direcciones para acomodar a parientes, amigos, pagar favores o incorporar a militantes. Por tanto, esa misma reducción de direcciones debe ser implementada en todo el organismo pero dado que la Inteligencia no puede esperar a la redacción y aprobación de una nueva ley, es menester derogar el decreto 1.311, la Ley 27.126, y modificar la 25.520 para despojarla de todo aquello que implique una actividad en el área de delitos complejos o cuestiones de incumbencia policial.

Quienes ponen la mira en hacer de este organismo un coordinador para las actividades de narcotráfico, terrorismo, crimen organizado, trata, etc., desconocen lo más mínimo de las leyes de Seguridad Interior (que debería pasar a ser nuevamente una ley de Seguridad Nacional) y de Defensa. Dentro del SIN existe la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, que es la responsable de llevar esos temas, por lo que haberle endosado los mismos a la SI y su sucesora la AFI es parte del desconocimiento de nuestro SIN. La SIDE, como la SI o actualmente la AFI debe dedicarse a la Inteligencia Estratégica, la cual precisa de la inteligencia proveniente de la Inteligencia Criminal pero tratándola como “fenómeno” para la elaboración de la Inteligencia Estratégica. Con este mismo objetivo es que debe contar con la inteligencia proporcionada por la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DNIEM), dependiente del Ministerio de Defensa.

La AFI, o como se considere en llamarla más adelante, debe continuar siendo el organismo rector del SIN para, de esa manera, poder confeccionar la Inteligencia Estratégica, fundamental para la Seguridad, la Defensa y la Política Exterior de la República Argentina.

Es apropiado recordar que los funcionarios públicos son servidores públicos que deben trabajar para el pueblo que los eligió y que delegó en ellos su poder. En este sentido, les cabe a los funcionarios de mayor jerarquía nombrar a sus subordinados en función de sus méritos y no motivados por vínculos afectivos, familiares o de otro tipo.

Como ya he expresado en otro artículo, la Inteligencia debe estar al servicio del Estado Nacional, de la Nación, y no de un gobierno. Quizás debiera ser nuevamente considerada como una Secretaría de Estado o elevada al rango de Ministerio y contar con una Subsecretaría de Inteligencia Competitiva que contribuiría al desarrollo de las economías regionales así como a reconstruir la articulación del territorio nacional, trazando las vías de comunicación más apropiadas (terrestres, ferroviarias, aéreas, fluviales y virtuales) que abaratarían los costos de fletes y favorecerían las exportaciones. Claro está que tal reformulación requiere de una seria Planificación Estratégica.

No cabe duda que la tarea será titánica dada la degradación y la inoperancia a que han sometido a nuestro SIN. Para ello deberá contarse con verdaderos expertos tanto en inteligencia como en otras temáticas que deberán abordarse al reconstruir el sistema.

Finalmente, luego de los dislates de las últimas gestiones, debe trabajarse sobre otro aspecto sumamente importante: la idoneidad. A partir de ella podrá generarse la credibilidad. Como suelo decirles a mis alumnos, recordando al columnista estadounidense Charley Reese (1937-2013), «La credibilidad, como la virginidad, solo se puede perder una vez y nunca se puede recuperar». Para ello el organismo deberá producir una inteligencia de excelente calidad, volver al secreto —que no al secretismo— para no ventilar cuestiones que puedan afectar la relación con servicios colaterales y jerarquizar la ENI para que se erija nuevamente en un instituto de referencia dentro de la Comunidad de Inteligencia.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.

Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB).

Investigador Senior del Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] La Escuela Nacional de Inteligencia (ENI) es el instituto superior de formación, capacitación y perfeccionamiento destinado a todas y todos los integrantes del Sistema de Inteligencia Nacional (SIN). Tiempo atrás dictaba cursos de alcance internacional. Muchos de los servicios de la región, así como de países africanos y europeos se han beneficiado de sus aptitudes formando a su personal para capacitarse y realizar posgrados en un espacio de verdadera excelencia.

[2] Proyecto de ley presentado por la diputada Elisa Carrió en 2016 (Expediente 5577-D-2016).

[3] Marcelo Saín fue destituido por la Provincia de Santa Fe en 2021 como ministro de Seguridad.

[4] El presidente Alberto Fernández es quien decretó la intervención que debía sanear la AFI y eliminar los “sótanos de la democracia”, saneamiento que implicaría que los políticos dejen de usar los organismos de Inteligencia del Estado en beneficio de los gobiernos de turno. A propósito, es saludable para la República que la ciudadanía diferencie “gobierno” de “Estado”.

[5] Según el sitio web oficial del gobierno, “Avanza el debate sobre la nueva Ley de Inteligencia Nacional”, 24/06/2020, https://www.argentina.gob.ar/noticias/avanza-el-debate-sobre-la-nueva-ley-de-inteligencia-nacional:

“El cuerpo está integrado por representantes de la sociedad civil y expertos con reconocida trayectoria en la materia, quienes se desempeñan de forma “ad honorem”:

Juan Gabriel Tokatlian (vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella).

Rafael Bielsa (jurista y ex ministro de Relaciones Exteriores de la Nación).

Alberto Binder (presidente del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales, INECIP).

María Sidonie Porterie (directora ejecutiva del Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia, ILSED).

Paula Litvachky (directora ejecutiva del Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS).

Beatriz Busaniche (presidenta de la Fundación Vía Libre).

Máximo Sozzo (profesor de Sociología y Criminología de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral).

Lisandro Pellegrini (subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Justicia y DDHH de Provincia de Buenos Aires).

Margarita Trovato (abogada del área Litigio y Defensa Legal del Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS).

Ernesto Chaparro (miembro fundador de la Fundación Vía Libre).

[6] Según el Artículo 25 de la LEY N° 16.970, “Bases jurídicas, orgánicas y funcionales para la preparación y ejecución de la defensa nacional”, del 6 de octubre de 1966,

“Compete a la Central Nacional de Inteligencia en lo concerniente a seguridad nacional:

a) Realizar y centralizar las actividades de inteligencia necesarias al planeamiento de la política y estrategia nacional inherentes a la seguridad nacional;

b) Proporcionar inteligencia estratégica centralizada y evaluada al Consejo Nacional de Seguridad;

c) Formular la doctrina nacional de inteligencia;

d) Correlacionar y evaluar la información concerniente a la seguridad nacional y proveer a su adecuada difusión a los ministerios, comandos en jefe, secretarías de Estado y gobiernos de provincia;

e) Mantener enlace técnico funcional con los organismos de inteligencia e información de los ministerios, comandos en jefe, Secretarías de Estado y gobiernos de provincia”.

[7] “Obama y Macri rindieron homenaje a las víctimas de la dictadura y coincidieron en el reclamo de «Nunca más”. La Nación, 24/03/2016, https://www.lanacion.com.ar/politica/barack-obama-mauricio-macri-homenaje-victimas-golpe-militar-parque-de-la-memoria-nid1883023/ , [consulta: 26/06/2022].

[8] “Salta: 44° Aniversario del combate de Manchalá”. Ministerio de Defensa, 22/05/2019, https://www.argentina.gob.ar/noticias/salta-44deg-aniversario-del-combate-de-manchala

[9] Federico Mayol. Agustín Rossi: “No creo en el Señor 8, no hay doble comando en la AFI”. Clarín, 12/06/2022, https://www.clarin.com/politica/agustin-rossi-creo-senor-8-doble-comando-afi-_0_B0auyXu6OL.html, [consulta: 13/06/2022].

[10] Andrés Cánepa. “El santafesino reemplazará a Cristina Caamaño y su sector sigue ganando terreno en el gobierno nacional”. Impulso, 03/06/2022, https://www.impulsonegocios.com/rossi-sera-el-nuevo-titular-de-la-afi/, [05/06/2022].

[11] “Rossi dijo que seguirá ‘profundizando’ la ‘línea de trabajo’ de Caamaño en la AFI”. Telam, 05/06/2022, https://www.telam.com.ar/notas/202206/594625-rossi-profundizar-linea-de-trabajo-de-la-afi-de-caamano.html [06/06/2022].

[12] Candela Ini, Matías Moreno. «Qué hacer con la central de espías, la reforma que más incomoda a Pro y que genera diferencias en Juntos por el Cambio”. La Nación, 29/06/2022, https://www.lanacion.com.ar/politica/que-hacer-con-la-central-de-espias-la-reforma-que-mas-incomoda-a-pro-y-que-genera-diferencias-en-nid29062022/ [consulta: 29/06/2022].

[13] «Denuncian que la Side mantiene a más de 100 empleados ‘encerrados’ y sin hacer nada». Perfil, 09/10/2005.

©2022-saeeg®

 

MIS DÓLARES, TUS DÓLARES, NUESTROS DÓLARES

Iris Speroni*

Disfrutaríamos pleno empleo y salarios altos. Esto es, la felicidad.

Durante el año 2021 nuestro país tuvo un superávit comercial de poco menos de US$ 15.000 millones. Sin embargo, durante todo lo que va del año 2022 hemos escuchado a las más altas jerarquías de gobierno lloriquear “faltan dólares”.

Dejemos de lado la discusión sobre quiénes son los dueños de los dólares. MIS DÓLARES.

Veamos cuántos sí hay.

El presidente, la vicepresidente el 20 de junio de 2022 en su clase magistral abierta de economía y el ministro de economía Guzmán alegan “faltan dólares”.

¿Faltan dólares?

Exportaciones enero-mayo 2022                          US$ 35.917 millones

Importaciones enero-mayo 2022                          US$ 32.722 millones

Balanza comercial Positiva enero-mayo 2022       US$  3.196 millones

Superávit Comercial  enero-mayo 2022         US$  3.196 millones

Fuente: INDEC.

Exportaciones 2021                                            US$ 77.934 millones

Importaciones 2021                                           US$ 63.184 millones

Balanza comercial Positiva 2021                         US$ 14.750 millones

Superávit Comercial 2021                              US$ 14.750 millones

Fuente: INDEC

Exportaciones 2020                                            US$ 54.884 millones

Importaciones 2020                                           US$ 42.356 millones

Balanza comercial Positiva 2020                        US$ 12.528 millones

Superávit Comercial 2020                              US$ 12.528 millones

Fuente: INDEC

Si hay algo que no ha faltado durante el gobierno de Alberto Fernández son dólares.

Festival de Importaciones

¿A qué se refería la vicepresidente con “festival de importaciones”?

Este cuadro demuestra que las exportaciones enero-mayo 2022 subieron un 26,6% respecto al mismo período del año anterior. Las importaciones crecieron más aún (44,6%) lo que redujo el superávit comercial respecto al año anterior. Lo que en 2021 fue US$ 5.672 millones (enero-mayo), en esos cinco meses de 2022 fue sólo US$ 3.196 millones. Pobre pronóstico para el resto del año. Ése es el daño que pretende controlar la vicepresidente.

En los años 2020 y 2021 las importaciones fueron modestas debido a un mercado interno deprimido. La pregunta es qué explica el crecimiento en el 2022. Ciertamente no por la recuperación del consumo.

El problema es de difícil solución mientras el BCRA mantenga un tipo de cambio artificialmente bajo.

En estos momentos toda importación se compra a mitad de precio. Las autoridades monetarias venden los dólares a $ 120 en lugar de $ 220. La consecuencia es que toda compra en el exterior (bananas, una tonelada de carne de cerdo, o autopartes) cueste a quien lo importe significativamente menos.

Esta decisión gubernamental desvía el consumo. (El consumidor elige bananas ecuatorianas sobre manzanas rionegrinas). El Estado mediante sus políticas incentiva las importaciones y por lo tanto la caída del superávit comercial. Esta política gubernamental de tipo de cambio atrasado genera una serie de injusticias.

Si compro una tonelada de carne de cerdo a $ 120 el dólar, alguien pone la diferencia. Alguien aporta esos $ 100 adicionales por dólar. Varios son los damnificados: a) el que produce bienes exportables porque le pagan la mitad por su producto (ej. quien produce manzanas); b) el pueblo en general, porque soporta el impuesto inflacionario; el impuesto cobrado por el BCRA; c) por último, quienes producen aquellos bienes —si los hubiere— que deben enfrentar la competencia desleal del producto extranjero, no por acción de los gobiernos ajenos (dumping, tipo de cambio exportador, devolución de impuestos, subsidios) sino porque es el propio gobierno argentino el que juega en contra. Es una forma de traición.

Este ataque cerrado sobre quienes producen en Argentina (tanto bienes exportables como para mercado doméstico) por parte del gobierno lleva más de diez años y es constante para todo signo político. Por eso hace 10 años que la economía no crece.

Un caso claro de competencia desleal es el sector de carne porcina. En los últimos años ha crecido al 8% anual, con fuertes inversiones en instalaciones y en retención de vientres, al punto de llegar a cubrir casi toda la demanda interna. Ahora deben competir (y perder) contra las importaciones brasileñas porque el BCRA subsidia (a razón de $ 100 por dólar) a los brasileños en contra de los argentinos.

Hasta ahora la explicación sobre las importaciones genuinas.

Sobrefacturación de exportaciones

Al vender el BCRA dólares a un precio artificial existe un incentivo para pretender comprar a $ 120 lo que vale $ 220. El mejor negocio del mundo. Ni vender armas, ni vender drogas da más dinero que comprarle dólares al BCRA. Una de las formas de hacerlo (no la única) es “dibujar” importaciones. Esto es “simular” que se importa sin hacerlo. Es un fraude. Pero es un fraude cuyas condiciones la crean los políticos. Recordar esto siempre. Generan las condiciones para defraudar al erario público. Nadie nos va a hacer creer que lo hacen gratis o por impericia.

¿Cuál sería el fraude? Decir que debo importar algo que vale US$ 3.000.000 cuando en verdad vale US$ 500.000. Logré comprar dos millones y medio de dólares a $ 120 cada uno. Puedo guardarlos o venderlos en el mercado negro argentino. Para poder hacerlo necesito la participación de personal de la Aduana, del ministerio de la Producción y de la permanencia de las políticas decididas por el BCRA. Fíjense que la vicepresidente se quejó de la falta de supervisión de los organismos de contralor pero nada dijo de desmontar las políticas que lo hacen posible.

Las reservas

Separemos los tantos. Estas importaciones, fraudulentas o no, existen. Verdaderas o fraudulentas, durante 2021 se importaron US$ 63.184 millones.

Las importaciones no explican la falta de reservas toda vez que en los últimos 29 meses tuvimos superávit comercial.

Superávit comercial 2020                     US$ 12.528 millones (https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_223173EDC303.pdf; pág. 11)

Superávit comercial 2021                     US$ 14.750  millones (https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_223173EDC303.pdf; pág. 11)

Superávit comercial ene-may 2022                      US$  3.196 millones

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_06_22319D2F6EE8.pdf; pág. 9)

Superávit comercial de los últimos 29 meses  US$ 30.474 millones.

¿Por qué no subieron las reservas del BCRA por ese monto? Es algo que las autoridades deberán explicar.

Estímulos e Impedimentos

De la misma forma en que la política del gobierno estimula las importaciones, también perjudica a quienes producen bienes exportables. Con un tipo de cambio justo podríamos exportar el triple o cuádruple que actualmente. Imaginen cuánto trabajo eso generaría.

Propuesta

Con la política de cambio actual (léase desde 2011 a la fecha) sólo generamos pobreza, caída del salario y desánimo.

Tengamos un tipo de cambio de equilibrio, libre y competitivo que aliente las exportaciones.

No habrá que perseguir importadores fraudulentos, ni revisar containers con chucherías vietnamitas, ni comer carne de cerdo brasileña.

Disfrutaríamos pleno empleo y salarios altos. Esto es, la felicidad.

FIN

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Otro Sí Digo

Les voy a mostrar un ejemplo de un país que desestimula la producción, la inversión y el trabajo.

«14 Knits for Silver Anniversary», Knits magazine 2021, GB, 2021, pág. 45. Amazon.

Esta imagen es de una revista de tejidos británica. El modelo muestra un suéter gris y nombra las lanas utilizadas. Son dos. Ambas uruguayas exportadas a Gran Bretaña. Una denominada “Manos del Uruguay Milo” con 65% lana merino y 35% lino; y la otra “Manos del Uruguay Cabrito” con 80% lana mohair de cabrito y 20% poliamida. No pongo en duda que en Uruguay haya merino y mohair, probablemente existan. Ciertamente el lino o es del norte de Santa Fe o del Chaco o lo importan de otro país. Y probablemente la poliamida sea de Bahía Blanca (o de otro país). Son cuatro productos que la Argentina tiene. Pero lo que no tiene (y sí Uruguay) es un nombre, una cadena comercial, prestigio. Y claramente las hilanderías. Uno puede invertir en fábricas, en diseño de modelos, en propaganda (crear la marca) y red comercial en el exterior si hay continuidad. Si los gobiernos cada dos años cambian la política cambiaria o hay saltos abruptos, en un instante uno pasa de ganar dinero a perderlo. Y nadie invierte, toma gente, gasta tiempo, si un funcionario del BCRA en un segundo le puede borrar su patrimonio. 

Esto explica por qué la Argentina no es el principal exportador mundial de lana de todo tipo de animal (oveja, alpaca, llama, guanaco, mohair, angora, lino, bambú, algodón, seda) del mundo. Sólo imaginen la cantidad de puestos de trabajo en la Patagonia, en las provincias andinas, en el litoral que esto significaría.

Los bodegueros argentinos invirtieron millones de dólares no sólo en bodegas sino en crear marcas, en tener un nombre en el exterior. Principalmente malbec, pero también otros varietales. Por un capricho gubernamental, porque un iluminado cree que puede ganar elecciones si retrasa el tipo de cambio, los bodegueros pasan de ganar a perder. Aguantan vendiendo a pérdida hasta que se cansan.

Nuestros políticos lo hicieron.

 

Artículo originalmente publicado el 25/06/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/06/mis-dolares-tus-dolares-nuestros-dolares.html

LA GRAN ESTAFA

Iris Speroni*

En Argentina “lo natural” es el pleno empleo, exportar, producir, innovar.

En estos primeros días de junio de 2022 se percibieron síntomas de desequilibrios económicos y sociales que acarreamos de larga data.

El primero es el desabastecimiento de gasoil. Probablemente se trate de acaparamiento por parte de las petroleras o de algún otro eslabón de la cadena de comercialización. Es sólo la consecuencia. La razón es que el precio no es el internacional. Debemos agregar que el año pasado el gobierno bajó el corte de biodiésel a pedido de … las petroleras.

Hoy no sólo estamos con escasez de gasoil por los problemas de precio descriptos. El problema está amplificado por la ausencia de FFCC (que se mueve a gasoil, pero menos por tn-km). Como acotó un lector, la ausencia de FFCC es un subsidio —uno más— a la industria del camión de Brasil. Lo que demuestra, una vez más, que nuestros gobernantes privilegian los intereses extranjeros sobre los nacionales.

¿Por qué persisten en la política dañina del BCRA que pervierte los precios relativos de la economía? Aquí: “CARNE Y EL VALOR DEL SALARIO EPISODIO 258.701 BIS”.

Con este esquema del BCRA hay gente que gana mucho dinero. Si usted pudiera comprar dólares a $ 127 ¿no lo haría?

El segundo hecho de la semana: una marcha en paz, casi como si fuera un ensayo de cómo entrar a la capital, de diversas agrupaciones integradas por beneficiarios de planes sociales. La “economía social” que el presidente Fernández tanto alaba en sus discursos. En Argentina millones sufren desocupación y trabajo informal; situación ésta motivada por el gobierno con el objeto de contar con un ejército de desocupados. Para a) maniatar/controlar la CGT; b) contar con fuerzas de choque; o d) con fiscales para las elecciones. Por alguna o todas estas razones, reducir a millones de argentinos e inmigrantes a una situación vulnerable e inestable es un objetivo político ejecutado con frialdad. No “son cosas que pasan”. No, son resultados propiciados. Una vez obtenidos, hacen un gigantesco esfuerzo en mantener el statu quo, aún a costa de paralizar el país.

Lo Natural

En economía llamamos una situación natural, cuando no hay que hacer esfuerzo para que llegue a ella (y se estabilice en ese punto). Lo que llamamos equilibrio estable. En Argentina “lo natural” es el pleno empleo, exportar, producir, innovar. Es lo que sabemos y podemos hacer y contamos con los recursos. Para no estar en pleno empleo, destruir o limitar la industrialización y restringir las exportaciones (industriales y agropecuarias), el gobierno debe tomar medidas para evitarlo. Las autoridades y el gobierno emplean mucha energía en “contener” la economía. Es como tener un caballo de carreras. A menos que uno lo tenga atado o encerrado en un establo o subalimentado, lo lógico es que corra, se mueva, trote. La economía argentina es igual. Es un caballo árabe de primera que espera en la gatera.

El rol del BCRA en la destrucción de la economía nacional

Los amigos del gobierno se quedan con dólares a $ 127 mediante artilugios conocidos tanto por las autoridades aduaneras, como las monetarias, como las económicas. A) Importar bienes por valores ficticios. Decirle al BCRA que uno tiene que importar un container de autopartes (o chucherías chinas) por US$ 650.000 cuando en realidad valen US$ 35.000. B) Comprar maquinaria (para la fábrica, ¿vio?) por US$ 3.000.000, cuando es un usado de US$ 550.000; en este caso el rédito es doble si se obtiene un crédito de algún banco estatal “para modernizarse”. C) Devolución de deuda privada (empresas contra acreedores del exterior) cuando en realidad son autopréstamos (back-to-back). D) Importaciones genuinas: todas subsidiadas a $ 127. Es el caso de maquinaria para petroleras y mineras.

Pregunta: ¿Los impuestos de la minería aurífera se calculan sobre cambio a $ 127 o cambio libre?

La industria nacional

Es difícil entender la postura de los “industriales”. Porque más allá de cincuenta vivos, la gran mayoría debe pelear con sus competidores brasileños o chinos en desigualdad de condiciones. En efecto, el cambio atrasado (desdoblado o no) constituye un subsidio a las importaciones. Un fabricante local tiene todos los precios locales. Sin embargo, Unilever trae jabón de Brasil que compra con un dólar de $ 127, o mejor dicho, con un real de $ 2.690. Paga por dicho jabón, la mitad. Es competencia desleal donde el Estado vía el BCRA favorece al extranjero en contra de la producción local. Let’s that sink in.

Mi duda es: ¿Por qué los industriales no se quejan del tipo de cambio atrasado del BCRA?

Es más, Argentina produce una gran variedad de productos industriales de calidad. No los exporta, ni puede hacerlo, porque tenemos un cambio atrasado desde hace más de diez años. Es el resultado de políticas públicas de los gobiernos de Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández por igual. En estos catorce años hemos desaprovechado una oportunidad de prosperar. Entre políticos y contratistas del Estado nos sustrajeron el diferencial de aumento de precios internacionales, nos desvalijaron la “mejora de los términos de intercambio”. Nos birlaron el presente y el futuro. Los mejores años económicos de los últimos 100 años fueron usados para destruir: el ingreso de las familias, el acceso a la vivienda, la salud, la educación. No tienen – ni deben tener – perdón de Dios. Son 14 años de una GRAN ESTAFA contra toda la población.

Las artes liberales

Argentina tiene una larga tradición que cruza todo el siglo XX de exportar cine, música (Gardel, Lolita Torres, Soda Stereo, Tini, Oreiro, por ejemplo), teleteatros, literatura, publicidad y prensa escrita. En el siglo XXI disminuyeron varios de los ítems anteriores pero se sumó la exportación de programación de sistemas.

Hay otros servicios profesionales que se podrían sumar como asesoría y auditoría. Además, vía utilización de aplicativos como Zoom, docencia. Hoy por hoy sufren una gran restricción: el tipo de cambio atrasado. Si la persona factura legalmente, el BCRA le cambia sus dólares obtenidos con su trabajo a $ 121 (comprador BNA del 10/06/2022). Esa persona además debe pagar IVA, IIBB e impuesto a las ganancias.

Argentina podría ser un gran exportador de “inteligencia”. Hoy por hoy, la alternativa que les queda a todos ellos es facturar desde Uruguay o desde Madrid. Una vez más las autoridades en un boicot permanente contra el pueblo argentino.

Sin las restricciones que nos imponen las autoridades (tipo de cambio atrasado, tasas de interés estratosféricas, carga impositiva, inflación), en muy poco tiempo podríamos quintuplicar las exportaciones, no por caída del consumo local sino por aumento de la producción. No sólo eso, sino que generaría un aumento notable del poder de compra de los sueldos.

Mayor producción, mayor trabajo, mejores sueldos.

La realidad

Por sentido común y por el beneficio que traería a millones de argentinos, tener un tipo de cambio alto es lo más razonable. No sólo eso, sino que es una medida federal, porque la riqueza quedaría en las provincias. Formosa con sus arrozales, Corrientes con su madera, La Rioja con su aceite de oliva, Mendoza con su ajo y Chubut con sus tulipanes. Entonces, ¿por qué los gobernadores no lo exigen? ¿Por qué los senadores nunca llaman a los presidentes del BCRA a dar explicaciones?

La excusa de los defensores de los compradores de dólares a $ 127 (tanto los kirchneristas como los radicales como los macristas) van a decir “Subo el dólar y sube la comida”. En primer lugar no es cierto. En el último año la comida subió más del 50% y el dólar menos del 30%. El dólar sube porque sube la comida. Es al revés de como la cuentan. Si realmente quieren abaratar el precio de la comida, que hagan como en cualquier país, donde el pan no tiene impuesto alguno. Coldplay no paga IVA, pero el pan paga 10,5%.

Propuesta

Combustible sin impuestos, comida sin impuestos, electricidad sin impuestos. Ahí veremos cuánto incide el tipo de cambio y cuánto el impuesto.

Nosotros necesitamos trabajar, ganar bien y ser felices. El gobierno adrede nos lo impide.

Es hora de echarlos de los lugares decisorios. Por nosotros, nuestra posteridad y los hombres de bien que quieran habitar el suelo argentino.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Lecturas relacionadas

Carne y el valor del salario episodio 258.701 bis 

http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/carne-y-el-valor-del-salario-episodio.html 

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

La cuerda rota

http://restaurarg.blogspot.com/2020/05/la-cuerda-rota.html

 

Artículo publicado originalmente el 11/06/2022 en Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2022/06/la-gran-estafa.html